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UNIVERSIDAD

PABLO GUARDADO CHAVEZ

Derecho Procesal Penal

CATEDRATICO: JOSE LUIS PEREZ RAMIREZ

ALUMNO: Omar Sadoc López Gutiérrez

LICENCIATURA: EN DERECHO

5to. SEMESTRE A1

TUXTLA GUTIERREZ, CHIS, 01 de Octubre de 2021


INTRODUCCIÓN
En el derecho sabemos que el proceso y sus sujetos
son de suma importancia desde la victima hasta el
ofendido por ello es que en el trabajo hablamos de sus
funciones como sujetos del proceso.
ÍNDICE

EL JUEZ...............................................................................................................................................5
MINISTERIO PÚBLICO.........................................................................................................................6
LOS PERITOS.......................................................................................................................................7
MINISTERIO PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN.........................................................................................8
SUJETO PASIVO DEL DELITO (OFENDIDO O VÍCTIMA)........................................................................9
SITUACIÓN JURÍDICA DEL SUJETO PASIVO.......................................................................................10
DERECHOS DE LA VICTÍMA U OFENDIDO.........................................................................................11
ÓRGANO JURISDICCIONAL...............................................................................................................12
JURISDICCIÓN Y ADMINISTRACIÓN..................................................................................................13
ÓRGANOS DE LA JURISDICCIÓN EN LA REPÚBLICA MEXICANA........................................................14
JUEZES..............................................................................................................................................15
ORDEN FEDERAL...............................................................................................................................16
CONSEJO DE LA JUDICATURA...........................................................................................................17
CAPACIDAD DEL JUEZ.......................................................................................................................18
EL MINISTERIO PÚBLICO...................................................................................................................19
LOS FISCALES ANTES DE PROCLAMARSE LA INDEPENDENCIA..........................................................20
ATRIBUCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO.......................................................................................21
DEFENSA..........................................................................................................................................22
SUJETO ACTIVO DEL DELITO.............................................................................................................23
LA DEFENSA......................................................................................................................................25

MINISTERIO PÚBLICO.
Sin embargo, es en el artículo 20 de la Ley Orgánica de la Procuraduría General
de la República donde se precisa quiénes son los auxiliares del Ministerio Público
de la Federación, distinguiendo entre directos y suplementarios.
Siendo así que la fracción I del citado artículo expresamente dice: Son auxiliares
del Ministerio Público de la Federación:
I. Directos, y por lo mismo se integran a la institución:
a) La Agencia Federal de Investigación (AFI).
b) Los servicios periciales.
En la actualidad, la policía que se encuentra bajo la autoridad y mando inmediato
del Ministerio Público de la Federación, se integra en la Agencia Federal de
Investigación, conforme a lo dispuesto en el artículo 22 del Reglamento de la Ley
Orgánica de la Procuraduría General de la República, por lo que ya no se llama
Policía Judicial Federal. Y de acuerdo con lo establecido en el artículo 2o.
transitorio del Decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el día
primero de noviembre de 2001, las referencias que ordenamientos administrativos
realicen a la Dirección General de Planeación y Operación de la Policía Judicial
Federal y a su titular, se entenderán hechas a la Agencia Federal de Investigación.
El artículo 3o. del Código Federal de Procedimientos Penales reitera que: La
Policía Judicial Federal (ahora AFI) actuará bajo la autoridad y el mando inmediato
del Ministerio Público Federal, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 21
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Dentro del periodo de averiguación previa, la Policía Judicial Federal está
obligada a:
I. Recibir las denuncias sobre hechos que puedan constituir delito del
orden federal, sólo cuando debido a las circunstancias del caso aquéllas
no puedan ser formuladas directamente ante el Ministerio Público, al
que la Policía Judicial Federal informará de inmediato acerca de las
mismas y de las diligencias practicadas.
Servicios periciales
Por su parte, los servicios periciales como auxiliares directos del Ministerio
Público de la Federación a que alude el artículo 20, fracción I, inciso b), de la
Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República, dependen de la
Dirección General de Coordinación de Servicios Periciales de la Institución, e
intervendrán en la averiguación previa según se requiera su participación.

LOS PERITOS.
En cuanto al tema de los peritos, son aplicables a la averiguación previa de
acuerdo con lo dispuesto en el artículo 132 del Código Federal de
Procedimientos Penales. Las disposiciones contenidas en el Capítulo IV del
Título Sexto del ordenamiento legal antes señalado se refieren precisamente a
los peritos, por lo que: “Siempre que para el examen de personas, hechos u
objetos, se requieran conocimientos especiales se procederá con intervención
de peritos” (artículo 220, CFPP).
“Los peritos que dictaminen serán dos o más; pero bastará uno cuando
solamente éste pueda ser habido, o cuando el caso sea urgente” (artículo 221,
CFPP). “La designación de peritos hecha por el tribunal o por el Ministerio
Público deberá recaer en las personas que desempeñen ese empleo por
nombramiento oficial y a sueldo fijo, o bien en personas que presten sus
servicios en dependencias del Gobierno Federal, en universidades del país, o
que pertenezcan a asociaciones de profesionistas reconocidas en la
República” (artículo 225, CFPP). “Los peritos emitirán su dictamen por escrito y
lo ratificarán en diligencia especial. Los peritos oficiales no necesitarán ratificar
sus dictámenes, sino cuando el funcionario que practique las diligencias lo
estime necesario. En esta diligencia el Juez y las partes podrán formular
preguntas a los peritos” (artículo 235, CFPP). Por su parte el artículo 22 de la
Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República previene que: “Los
peritos actuarán bajo la autoridad y mando inmediato del Ministerio Público de
la Federación, sin perjuicio de la autonomía técnica e independencia de criterio
que les corresponde en el estudio de los asuntos que se sometan a su
dictamen.”
Auxiliares suplementarios
La fracción II del citado artículo 20 de la Ley Orgánica de la Procuraduría
General de la República, se refiere a los auxiliares suplementarios del
Ministerio Público de la Federación de la siguiente manera: Son auxiliares del
Ministerio Público de la Federación:
II. Suplementarios:
a) La Policía Federal Preventiva.
b) Los agentes del Ministerio Público del fuero común, de las policías en el
Distrito Federal, en los estados integrantes de la Federación y en los
municipios, así como los peritos, en las instituciones de procuración de justicia
de las entidades federativas, en términos de las disposiciones legales
aplicables y los acuerdos respectivos. c) El personal del Servicio Exterior
Mexicano acreditado en el extranjero.

MINISTERIO PÚBLICO DE LA FEDERACIÓN.


El Ministerio Público de la Federación ordenará la actividad de los auxiliares
suplementarios en lo que corresponde exclusivamente a las actuaciones que
se practiquen en auxilio de la institución. Por otra parte, en la actualidad es
prácticamente nula la participación de servidores públicos del Gobierno Federal
que suplan, en caso de falta, excusa o ausencia, al encargado de una Agencia
del Ministerio Público de la Federación, cuando no existe en la localidad una
agencia permanente. Es común que tal convalidación de actuaciones se
declare, inclusive, en el acuerdo mismo de inicio de la averiguación previa. Sin
embargo, lo recomendable es hacerlo en una actuación diferente y en estricto
cumplimiento a lo dispuesto en el diverso artículo 22 del Código Federal de
Procedimientos Penales.
SUJETO PASIVO DEL DELITO (OFENDIDO O VÍCTIMA)
La víctima, en México, es la persona física o moral que sufre de violencia a
través de la conducta de un delincuente que transgrede las leyes.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) señala que: “se entenderá por
víctima a las personas naturales o jurídicas que, de manera individual o
colectiva hayan sufrido daños, inclusive lesiones físicas o mentales, sufrimiento
emocional, pérdida financiera o menoscabo sustancial de sus derechos
fundamentales como consecuencia de acciones u omisiones que violen la
legislación penal vigente en los Estados miembros, incluyendo la que proscribe
el abuso de poder”. Este concepto, que no se aplica en su totalidad al derecho
mexicano, se presenta sólo para determinar que la víctima no es
necesariamente a quien se le lesiona un bien protegido por el derecho penal,
debido a que también se aplica a otras ramas del derecho, como el laboral, el
administrativo, financiero, o bien, por los fenómenos naturales.
En este sentido, la familia, el Estado o las personas morales jamás podrán ser
sujetos activos del delito y menos ser procesadas, por lo que sólo podrán ser
sujetos pasivos. Por lo regular, las infracciones penales producen un daño que
resiente directamente la persona física en su patrimonio, en su integridad
corporal, en su honor, etc., y en forma indirecta afecta a la sociedad, de
manera que la violación a la ley penal siempre genera una sanción represiva y
además un daño que debe ser resarcido a través de la acción civil. A lo anterior
es importante agregar que la víctima de un delito puede ser cualquier persona
física, incluso los inimputables, menores de edad, personas morales o el
producto que se encuentra en el seno materno.
El término víctima u ofendido del delito se utiliza para efectos de la reparación
del daño. El sujeto pasivo, de acuerdo con el criterio sustentado será la
víctima, lo cual no ocurre con el ofendido, quien jamás tendrá esta calidad.
Diversos jueces o tribunales señalan que existe un sujeto pasivo directo, el
cual resulta afectado en su bien jurídico tutelado, y un sujeto pasivo indirecto
que no resiente el daño en su bien jurídico tutelado. Sin embargo, no comparto
esta opinión porque, como ejemplo, si una persona que tiene en su poder un
vehículo propiedad de un tercero y le es robado al dejarlo estacionado en la vía
pública, no podrá ser jamás el sujeto pasivo indirecto, ya que el único sujeto
pasivo será el propietario del vehículo. Así, existe una serie de ejemplos
donde, una vez, surgen dudas acerca de la existencia de esta figura.
Antecedentes históricos
En épocas primitivas, al no existir regulación jurídica, el ofendido tenía que
hacer justicia por su propia mano. En el derecho romano sólo podía ser
acusador

SITUACIÓN JURÍDICA DEL SUJETO PASIVO.


Ministerio Público como órgano del Estado en el ejercicio de las acciones
penales, lleva a cabo la función de protección social para evitar las graves
consecuencias que podrían darse con el desbordamiento de pasiones que,
como reacción natural, surgen en el ofendido, cuando el proceso es un
instrumento que conduce a la injusticia. Los constituyentes de 1857 no privaron
al ofendido de acudir directamente a los tribunales, pero esto no ocurrió en la
Constitución de 1917, que sustituyó al particular ofendido por el Ministerio
Público. En esta reforma se observa que, en principio, se hace una diferencia
entre ofendido y víctima, además de establecer el derecho a ser asesorado.
Pero ahora el problema es ¿quién va a proporcionar lo anterior? Podría ser una
nueva fi gura procesal que actuara como defensor de víctimas del propio
Estado, o bien, organismos civiles. A la fecha, el Ministerio Público tanto en la
averiguación previa como en el proceso, no se ha distinguido por ayudar al
probable sujeto pasivo del delito, sino que en ocasiones dan malos tratos,
información errónea y, por un interés hacia el sujeto activo, les causan serios
problemas de carácter legal, como cuando no es posible obtener la reparación
del daño. Aunque las procuradurías tanto federal como del fuero común en
todas las entidades federativas han creado una serie de subprocuradurías,
coordinaciones, unidades o direcciones de atención a víctimas del delito, la
realidad es que no han dado los resultados esperados, en especial por no
contar con recursos económicos suficientes, lo cual redunda en poco personal,
que además cuenta con escasa preparación para la atención a víctimas.
En el procedimiento penal mexicano, el ofendido o víctima es un sujeto
procesal con tiene derechos que debe deducir, así lo reconoce la ley y las
exigencias del procedimiento. Desde la averiguación previa, el ofendido realiza
actos encaminados a demostrar la culpabilidad del sujeto. En cambio, el
carácter de parte sólo lo adquiere cuando demanda la reparación del daño civil
a los responsables, previa formación del incidente cuando demande a terceros
o durante el proceso al probable sujeto activo del delito, que, por ser una pena
pública, se resolverá en sentencia definitiva.
El ofendido tiene facultades para presentar denuncias y querellas, también
para aportar, ya sea ante el Ministerio Público o ante el juez, los elementos de
prueba que estén a su alcance, deducir derechos contra terceros con respecto
a la reparación del daño e interponer recursos como el de apelación. Este
artículo ha sido muy criticado porque plantea que prácticamente el juez es
quien dará luz al Ministerio Público para que consigne conforme a derecho, al
indicarle sus errores; además, le da posibilidad a la representación social de
consignar cuantas veces quiera, mientras el delito no prescriba, dejando en
este caso.

DERECHOS DE LA VICTÍMA U OFENDIDO.


El texto de este precepto antes de las reformas, por lo menos establecía un
término para que el Ministerio Público ejercitara de nuevo la acción penal, lo
cual era menos grave. En las reformas del año 2005 queda abierto el tiempo
para la consignación, lo cual sigue siendo ilegal. La única aportación es que el
juez podrá sugerir al Ministerio Público el no ejercicio de la acción penal,
aunque sólo es una sugerencia que el funcionario antes mencionado podrá o
no llevar a cabo. Por lo tanto, continúa la inseguridad jurídica para el inculpado.
En el artículo 20 constitucional en su apartado B, fracción II, se establece que
la víctima u ofendido del delito tendrá derecho a coadyuvar con el Ministerio
Público a que se le reciban todos los datos o elementos de prueba con los que
cuente, tanto en la averiguación previa como en el proceso, y a que se
desahoguen las diligencias correspondientes.
Antes de las reformas de 1994 era muy claro que la víctima u ofendido no eran
parte en el proceso, lo que en las citadas reformas no se señala en forma
expresa; sin embargo, lo anterior se determina de manera tácita debido a que
se le conceden derechos y facultades pero no se determina su carácter de
parte procesal, por lo que la víctima sólo es un sujeto de la relación procesal.
Lo anterior se confirma con lo establecido en el artículo 70 del Código de
Procedimientos Penales del Distrito Federal: “la víctima o el ofendido o su
representante pueden comparecer en la audiencia y alegar lo que a su derecho
convenga, en las mismas condiciones de los defensores”, los que, de acuerdo
con las leyes, tampoco son parte aunque actúen como si lo fueran. La
coadyuvancia se adquiere por medio de un escrito dirigido al juez instructor,
donde se justifica que el carácter de víctima o de ofendido del delito y la
autorización del Ministerio Público en el mismo escrito (aunque este último
requisito no lo señala la ley pero, por costumbre, la mayoría de jueces lo
ordenan, sin que esta imposición tenga fundamento legal), donde también se
puede nombrar a un representante legal. Es importante señalar que sólo el
ofendido o víctima del delito puede adquirir esta calidad de coadyuvante del
Ministerio Público. En la actualidad, tanto en la Procuraduría General de la
República como en la del Distrito Federal, de conformidad con las leyes y
circulares, se permite que la víctima u ofendido del delito sean coadyuvantes
del Ministerio Público desde la averiguación previa, lo cual, desde mi punto de
vista es innecesario porque desde que se presenta una denuncia o querella, la
víctima u ofendido del delito, si tiene interés debe proporcionar todos los
elementos probatorios a la representación social y de alguna forma siempre ha
sido un coadyuvante; además, una vez iniciada la relación jurídica procesal,
debe solicitar ante el juez esta calidad.

ÓRGANO JURISDICCIONAL
Para aplicar el derecho, el órgano jurisdiccional debe tener jurisdicción en
sentido amplio, lo cual se refiere a conocer de un asunto, dictar una resolución
en el mismo y ejecutar o hacer efectivo el cumplimiento de la misma. Este
concepto debe diferenciarse de la competencia; asimismo, es preciso buscar
su calificación y hacer un análisis de los órganos de la jurisdicción en materia
federal, en el Distrito Federal, en el fuero de guerra y en las entidades
federativas. Un tema importante que no debe ser omitido es lo que algunos
autores refieren como jurisdicción de menores, la cual es de gran importancia
en el derecho mexicano y, de manera indebida, está a cargo del Consejo de
Menores. Por lo tanto, constituye un tribunal especial por tratarse de asuntos
relacionados con menores infractores y tiene una ley similar a nuestros códigos
adjetivos.
Función jurisdiccional
El jurista Rivera Silva señala que la actividad jurisdiccional, en términos
generales, consiste en declarar el derecho en los casos concretos. En la
etimología de la palabra jurisdicción, abona el concepto emitido por el autor,
debido a que este término proviene de las palabras jus y dicere, que significa
declarar el derecho.
La jurisdicción.
Como ya se señaló, jurisdicción en términos etimológicos procede de jus y
dicere, que significa declarar el derecho, una facultad que en el derecho
romano residía en la persona destinada para esos fines. Este concepto
también se refiere a la circunscripción territorial en donde se ejerce la
autoridad. La idea de jurisdicción hace pensar en la unión o amalgama de
cinco elementos: notio, vocatio, coertio, juditium y excecutio.
Diversos conceptos
En el derecho procesal la doctrina se refiere a la jurisdicción como actividad,
como facultad y como potestad.
Como actividad: la jurisdicción, según Rocco, es la actividad constante con la
que el Estado provee a la tutela del derecho subjetivo, es decir, la reintegración
del derecho amenazado o violado.
Como facultad: Jiménez Asenjo señala que es la facultad del poder otorgado o
delegado por la ley a los tribunales de justicia para declarar el derecho objetivo
en aquellos casos particulares o subjetivos que se requieran (más sintética y
expresivamente se le ha definido como la potestad.

JURISDICCIÓN Y ADMINISTRACIÓN.
Como potestad: la jurisdicción, de acuerdo con Fenech, es la potestad
soberana de decidir en un caso concreto sobre la actuación de una pretensión
punitiva y la de resarcimiento, en su caso, de acuerdo con la expresión
genérica y abstracta de las normas jurídicas, y en caso afirmativo ejecutar la
pena concreta que inflija al condenado en la sentencia.
Esencia de la actividad jurisdiccional. En ella encontramos la necesidad que
tiene el juez de contestar si una conducta es típica, es decir, si encuadra en un
tipo penal al llenar sus elementos y para esto se requieren tres actividades. El
juez va a conocer de los hechos por medio del expediente de averiguación
previa que le emite el Ministerio Público al ejercitar la acción procesal penal,
con ello surge la segunda actividad, que consiste en clasificar la conducta para
estar en condiciones de que se dé la tercera actividad que es la de resolver. •
Finalidad que se persigue con la jurisdicción. En esencia, se trata de aplicar la
ley al caso concreto para individualizar la pena. Pero en el sistema mexicano
se fija un mínimo y un máximo en las penas privativas de libertad, adoptando
así la teoría de Hans Kelsen, quien manifestó que, de una norma general, el
juez debe extraer una norma individual aplicable al caso concreto y esto se
complementa con lo establecido en los artículos 51 y 52 del Código Penal
Federal y en los artículos 70 y 72 del Código Penal para el Distrito Federal
vigente, en los cuales, para que el juez imponga una sanción, debe tomar en
cuenta la personalidad del delincuente con su mayor o menor culpabilidad, su
acercamiento a la víctima, la magnitud del daño causado o del peligro corrido y
otras circunstancias.
Desde el enfoque doctrinario, en el sentido de Carré de Malberg, existe una
distinción entre los actos jurisdiccionales y los administrativos: “serán actos
jurisdiccionales los que están encomendados a la judicatura y administrativos
los atribuidos a funcionarios de orden gubernativo”. En términos de Manzini, la
jurisdicción en su manifestación más característica, la decisión del juez se
distingue de la administración activa porque en los actos administrativos
prevalece el elemento de la voluntad, mientras que en los jurisdiccionales
prevalece el elemento del juicio. Al respecto, Gabino Fraga señala que la
función administrativa no supone la preexistencia de un conflicto y, en
consecuencia, su intervención no implica como fi n la restauración del orden
jurídico quebrantado. Por lo tanto, a través de la función administrativa es
posible prevenir los conflictos mediante un organismo instituido legalmente
para ello llamado policía. En cambio, si se trata de conflicto será necesaria la
intervención de una autoridad con facultades distintas, es decir, el juez, quien
realizará la función jurídica.

ÓRGANOS DE LA JURISDICCIÓN EN LA REPÚBLICA


MEXICANA
De esta manera, durante un proceso, el órgano jurisdiccional lleva a cabo
algunas funciones de carácter administrativo como la aplicación de una medida
de seguridad o un correctivo (artículos 18 y 19, CPPDF).
Clasificación general de jurisdicción
En México, la clasificación de la jurisdicción se encuentra de la siguiente
manera:
1. Ordinaria. Es la que prevalece y se subdivide en: a) Común. La que tiene
una existencia de derecho instituida por el artículo 14 constitucional y de
acuerdo con la organización actual del país, se divide en constitucional,
federal y común o local. b) Particular. Ya sea privativa o privilegiada, se da
en razón del sujeto, de su investidura u ocupación y se clasifica en militar y
para menores.
2. Especial. Obedece a la situación de hecho y es ocasional, razón por la cual
la prohíbe el artículo 13 constitucional. a) Jurisdicción constitucional. Según
Julio Acero, es el privilegio concedido por la constitución general y la de los
estados, respectivamente, a determinados altos funcionarios para que no
sean sometidos por los delitos que cometen ante las autoridades ordinarias,
sino que sean juzgados por los mismos altos poderes, o cuando menos
sean desaforados previamente, es decir, privados de sus privilegios
mediante ciertos trámites antes de quedar sujetos a las jurisdicciones
ordinarias.
Esta protección es un privilegio procesal en materia penal que se otorga con el
fi n de proteger no a la persona, sino al ejercicio de la función pública que
tienen a su cargo los servidores públicos de alta jerarquía, y consiste en no
proceder penalmente contra el funcionario sin la autorización previa de la
Cámara de Diputados, denominada declaración de procedencia.
En el Distrito Federal Jueces de paz (artículos 67 al 72 de la Ley Orgánica del
Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal, LOTSJDF). Esta jurisdicción
la ejercen, a través de procedimientos breves y sencillos, los jueces de paz en
aquellos litigios que, por su escaso valor económico, son considerados de
mínima cuantía. De forma tradicional, los jueces de paz han tenido
competencia para conocer y resolver litigios civiles y controversias penales, por
lo que en el sistema jurídico del Distrito Federal se les denominaba mixtos. En
la actualidad, estos jueces son unitarios, es decir, conocen de una materia, ya
sea civil o penal.
Las Leyes Orgánicas de los Tribunales del Distrito Federal de 1880 y 1903
también previenen la organización y competencia de los jueces menores y de
paz, que podrían conocer de asuntos civiles.

JUZES.
Cabe señalar que en el Distrito Federal los juzgados menores desaparecieron
debido a la cuantía con la que conocían en los asuntos de su competencia,
convirtiéndose en juzgados de primera instancia. Los jueces de paz fueron
establecidos en la ciudad de México en virtud de la ley del 1o. de junio de
1914. Esta ley adoptó un proyecto elaborado en 1913 y estableció un
procedimiento todavía más breve y concentrado. Sus reglas fueron tomadas
casi de manera literal por decreto número 34, y posteriormente por el Código
de Procedimientos Civiles de 1932. El funcionamiento de estos juzgados tuvo
varias reformas, tanto en la Ley Orgánica como en los Códigos de
Procedimientos Civiles y Penales.
Estos juzgados fueron mixtos hasta el 3 de junio de 1992, cuando se determinó
que se debían especializar en una sola materia. Así, a partir del 15 de junio de
1992 se volvieron juzgados civiles de paz y juzgados penales de paz. En ese
pleno se determinó la formación de 29 en materia penal repartidos en todas las
delegaciones políticas del Distrito Federal y 16 en materia civil. Por publicación
en Boletín Judicial de fecha 16 de febrero de 1999 y en cumplimiento al
acuerdo 7-16/99, emitido por el Consejo de la Judicatura del Distrito Federal, a
partir del 16 de febrero de 1999 se crearon 19 nuevos juzgados de paz, de los
cuales 12 eran de materia penal y el resto civiles, y quedó pendiente la
formación de otros 13, cuya materia se designará hasta su creación. En la
actualidad existen 64 Juzgados de Paz Penales en el Distrito Federal.
Conforme a la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia
para el Distrito Federal, publicada en la Gaceta Oficial del Distrito Federal, 5 de
febrero del 2008, donde en su capítulo de medidas de protección se procura
prevenir, interrumpir e impedir la consumación de delitos, por lo que la víctima
puede acudir ante un juez penal para obtener órdenes de protección, las que
tendrán una temporalidad no mayor a 72 horas, las que deberán ser expedidas
por el juez penal cuando se encuentren en riesgo la integridad física o
psicológica, la integridad o seguridad de la víctima. Estas órdenes tendrán una
temporalidad no mayor a 72 horas y deberán ser expedidas dentro de las seis
horas siguientes a la solicitud (artículos 62 al 72). En México, durante los
siglos xix y xx, el jurado popular fue en el juzgador ordinario en los delitos
comunes, de imprenta y oficiales. El jurado popular tenía como misión resolver,
mediante un veredicto, las cuestiones de hecho que con arreglo a la ley le
sometía el presidente de debates. Los delitos que se trataban eran los
mencionados en el artículo 20, fracción VI de la Constitución Federal: “Será
juzgado en audiencia pública por un juez o jurado de ciudadanos que sepa leer
y escribir, vecinos del lugar y partido en que se comete el delito, siempre que
pueda ser castigado por una pena mayor de un año de prisión.

ORDEN FEDERAL.
En todo caso, serán juzgados por un jurado los delitos cometidos por medio de
la prensa, contra el orden público o la seguridad exterior o interior de la
Nación”. Las salas de competencia penal conocerán de las apelaciones y
apelaciones denegadas interpuestas en contra de las resoluciones dictadas por
los jueces del orden penal del Distrito Federal, incluyendo las relativas a
incidentes civiles, las recusaciones y excusas de los jueces penales, conflictos
de competencia que se susciten en materia penal entre las autoridades
judiciales del Tribunal Superior de Justicia, así como las contiendas de
acumulación y demás asuntos que determinen las leyes.
TSJDF, reformada por publicación en la Gaceta Oficial del Distrito Federal el
14 de noviembre de 2007). Estos jueces fueron creados mediante las reformas
al artículo 18 constitucional, y les corresponde:
I. Conocer las causas instauradas en contra de las personas a quienes se
imputen la realización de un acto tipificado como delito en las leyes
locales, cuando tengan entre 12 años cumplidos y 18 no cumplidos.
II. Promover la conciliación entre quien ejerza la patria potestad o, en su
caso, represente al adolescente y la víctima u ofendido como formas de
rehabilitación social, a fi n de cumplir con los principios de mínima
intervención y subsidiaridad y, en su caso, decretar la suspensión del
proceso por arreglo conciliatorio.
III. Resolver los asuntos sometidos a su conocimiento, conforme a los
plazos y términos previstos en la Ley de Justicia para Adolescentes
para el Distrito Federal.
IV. Resolver sobre las medidas a imponer, atendiendo al estudio de los
hechos y de su personalidad, que lleve a establecer los principios de
culpabilidad, proporcionalidad y racionalidad, por el acto antisocial, así
como las circunstancias de gravedad de la conducta, características y
necesidades de los adolescentes, que representen menor daño al
adolescente para su reincorporación social.
En el orden federal
El artículo 94 constitucional (reformado en publicación del 11 de junio de 1999)
señala que se deposita el ejercicio del Poder Judicial de la Federación en una
Suprema Corte de Justicia, un Tribunal Electoral (este último tribunal se
incorpora al Poder Judicial de la Federación por reformas constitucionales de
22 de agosto de 1996), Tribunales Unitarios y Colegiados de Circuito, y en
Juzgados de Distrito.

CONSEJO DE LA JUDICATURA
En el orden federal El artículo 94 constitucional (reformado en publicación del
11 de junio de 1999) señala que se deposita el ejercicio del Poder Judicial de la
Federación en una Suprema Corte de Justicia, un Tribunal Electoral (este
último tribunal se incorpora al Poder Judicial de la Federación por reformas
constitucionales de 22 de agosto de 1996), Tribunales Unitarios y Colegiados
de Circuito, y en Juzgados de Distrito.
Juzgados de Distrito (artículos 42 al 55, LOPJF). Los Juzgados de Distrito
fueron instituidos por la Constitución Federal de 1824 y se crearon para
tramitar los asuntos en los que estuviera comprometida la federación. De
acuerdo con la división territorial en circuitos se estableció un juzgado de ese
tipo, en el que se conocía por vía de apelación de todas las causas civiles en
que estuviera interesada la federación, y cuyo valor no excediera de 500
pesos. La Constituciones de 1857 estableció sus actuales atribuciones.
Estarán conformados por un juez, secretarios, actuarios y el número de
empleados que determine el presupuesto. Los jueces federales penales
(jueces de procesos penales) conocerán de los delitos del orden federal (los
previstos en leyes federales y tratados internacionales, los señalados en los
artículos 2o. al 5o. del Código Penal Federal, los cometidos en el extranjero por
los agentes diplomáticos, personal oficial de delegaciones en la República y
cónsules mexicanos, así como los perpetuados en embajadas y delegaciones
extranjeras, los efectuados por un servidor público o empleado federal en
ejercicio de sus funciones o con motivo de ellas, los perpetrados con motivo del
funcionamiento de un servicio público federal. Los juzgados de distrito pueden
ser especializados, es decir, por materia o bien mixtos, y conocerán de todas
las materias del orden federal. En la actualidad, se ha creado una serie de
juzgados de distrito en materia penal tanto de amparo como de procesos. Cabe
señalar que, en el Distrito Federal, cuando conocían de ambas materias, hasta
el 9 de agosto de 1998 trabajaban por turnos semanales en forma progresiva,
esto es, cada semana de lunes a domingo había un juzgado recibiendo
consignaciones y amparos, y el lunes siguiente entraba a turno el siguiente en
orden numérico. En el Diario Oficial de la Federación de fecha 24 de julio de
1998, se publicó un acuerdo general número 28/1998 del pleno del Consejo de
la Judicatura Federal.
Está integrado por siete miembros, de los cuales uno será el presidente de la
Suprema Corte de Justicia, quien también lo será del Consejo; además de tres
consejeros designados por el pleno de la Corte, por mayoría de por lo menos
ocho votos de los magistrados de circuito y jueces de distrito; dos consejeros
designados por el Senado y uno por el presidente de la República.

CAPACIDAD DEL JUEZ.


La capacidad es el conjunto de atributos señalados por la ley para que una
persona pueda ejercer el cargo de juez. La capacidad en materia penal abarca
diversos aspectos, por lo que se clasifica en subjetiva y objetiva. A su vez, la
capacidad subjetiva se divide en:
a) Capacidad subjetiva en abstracto. Son los requisitos que debe reunir el
sujeto para ejercer el cargo de juez y que se establecen en la ley en la materia.
b) Capacidad subjetiva en concreto. Se refiere a que el órgano jurisdiccional no
está impedido por la ley para juzgar un asunto.
Clasificación de competencia
En el derecho mexicano, la clasificación se determina en razón de la materia,
de la persona, del lugar y, como excepción a las reglas generales, en función
de la conexión, por lo que a continuación se procede a desglosar cada
elemento de la clasificación de la competencia. En relación a la materia. La
competencia se determina a partir de la distinción realizada por el legislador en
cuanto al orden común, federal, militar, entre otras materias. De acuerdo con la
persona. Esta competencia tiene justificación en la necesidad de tomar en
cuenta ciertas cualidades profesionales del sujeto. En relación al territorio. Es
competente el juez del lugar donde se cometió el delito, pero cuando existen
varios jueces de la misma categoría, es competente el que haya prevenido,
también cuando se trate de delitos continuos.
Competencia por conexidad
Este tipo de competencia prácticamente deroga los principios referentes a la
materia y al lugar, y para fijarla deberán tenerse presentes tanto la ejecución
del delito como su consumación. Al respecto, Florian opina que la múltiple
realidad de la vida procesal hace que no sea poco frecuente el caso de que los
diversos motivos de competencia se presenten entrecruzados. De aquí el
criterio de la conexión de delitos, que puede determinar una derogación de la
competencia por materia (cuantitativa) y por el territorio.
Función del órgano de la jurisdicción: El órgano de la jurisdicción debe aplicar
estrictamente las leyes, instruir el proceso en contra del infractor de la norma
penal y aplicar las penas o medidas de seguridad. En la práctica de la
instrucción procesal es preciso analizar los fines específicos del proceso, es
decir, la verdad histórica y la personalidad del delincuente, lo cual se logra a
través de la observancia de las normas jurídicas y la cooperación de sus
auxiliares.

EL MINISTERIO PÚBLICO
Uno de los sujetos procesales y parte en el proceso es el Ministerio Público, un
órgano que a la fecha tiene una serie de actividades tanto dentro del derecho
penal como en otras ramas del derecho; por ello, es importante señalar sus
antecedentes históricos especialmente en México, desde su origen hasta la
actualidad, sus funciones, actividades que desarrolla, las facultades que las
leyes le conceden, sus principios o características y, en particular, cómo se
desarrolla dentro de nuestro sistema legal. De acuerdo con la definición de
Colín Sánchez, el Ministerio Público es una institución dependiente del Estado
(Poder Ejecutivo), que actúa en representación del interés social en el ejercicio
de la acción penal y la tutela social, en todos aquellos casos que le asignen las
leyes. Por otro lado, Fenech define al Ministerio Público como: “una parte
acusadora necesaria, de carácter público, encargada por el Estado a quien
representa, de pedir la actuación de la pretensión punitiva y de resarcimiento,
en su caso, en el proceso penal”. El Diccionario jurídico mexicano define al
Ministerio Público como la institución unitaria y jerárquica dependiente del
organismo ejecutivo, que posee como funciones esenciales la persecución de
los delitos y el ejercicio de la acción penal; asimismo, interviene en otros
procedimientos judiciales, de ausentes, menores e incapacitados y, al final,
funge como consultor y asesor de los jueces y tribunales.
Ministerio Público en México
Para ofrecer un panorama más amplio acerca de esta institución es necesario
hacer un recuento histórico.
Derecho azteca
En este derecho no existen antecedentes del Ministerio Público, porque la
persecución de los delitos estaba en manos de los jueces por delegación del
tlatoani, quien representaba a la divinidad y gozaba de la libertad para disponer
de la vida humana a su arbitrio; dentro de sus facultades estaba la de acusar y
perseguir a los delincuentes, pero generalmente la delegaba en los jueces, de
manera que las funciones de éste y las del cihuacoatl (vigilaba la recaudación
de los tributos, presidía el tribunal de apelación y era una especie de consejero
del monarca) eran jurisdiccionales; por lo tanto, no es posible identificarlos con
el Ministerio Público, puesto que, si bien el delito era perseguido, se
encomendaba a los jueces realizar las investigaciones y aplicaban el derecho.

LOS FISCALES ANTES DE PROCLAMARSE LA


INDEPENDENCIA.
Dentro de las funciones de justicia aparece el fiscal, un funcionario importado
del derecho español que se encargaba de promover la justicia y perseguir a los
delincuentes; aunque en estas funciones representaba a la sociedad ofendida
por los delitos. Sin embargo, el Ministerio Público no existía como una
institución con los fines y características que se conocen en la actualidad. El
fiscal formó parte de la audiencia en 1527, la cual se integró entre otros
funcionarios, por dos fiscales, uno para lo civil y otro para lo criminal, así como
por oidores, cuyas funciones consistían en realizar la investigación desde su
inicio hasta la sentencia.
Constituciones y leyes a partir de la Independencia
La Constitución de Apatzingán (1814) reconoció a los fiscales auxiliares de la
administración, uno para el ramo civil y otro para lo criminal, su designación
estaba a cargo del Legislativo a proposición del Ejecutivo y duraban cuatro
años en su puesto.
Naturaleza jurídica del Ministerio Público
Dentro del campo doctrinario se considera al Ministerio Público como un
representante de la sociedad en el ejercicio de las actuaciones penales. Aquí
se toma como punto de partida el hecho de que el Estado, al instituirle
autoridad, le otorga el derecho para ejercer la tutela jurídica general para que
de esa manera persiga de manera judicial a quien atente contra la seguridad y
el desenvolvimiento normal de la sociedad. En este sentido, Carrara opina que
aun cuando la potestad para la persecución de los delitos emana de la ley
social que crea las formas y facilita los modos de esta persecución y hacen
más seguros sus resultados, el derecho no tiene un origen anterior a la
sociedad civil y más bien es la razón única de la esencia del cambio de la
asociación natural en sociedad civil, ya que la constitución de la autoridad en el
Estado es un medio necesario para la tutela jurídica.
Diversos tipos de Ministerio Público
En la actualidad se identifican varios tipos de esta institución a partir de su
jurisdicción, como el Ministerio Público de la Federación, Ministerio Público del
Distrito Federal, Ministerio Público Militar y Ministerio Público del Fuero Común,
para cada una de las entidades federativas.

ATRIBUCIONES DEL MINISTERIO PÚBLICO.


El maestro Colín Sánchez argumenta que aun cuando en el texto del artículo
21 constitucional se aprecia su atribución fundamental, en la persecución de
los delitos su actuación también se extiende a otras esferas de la
administración pública. La esfera de acción del Ministerio Público va más allá
del ámbito del derecho penal, por lo que es notable su intervención en materia
civil, en cuestión de tutela social, como representante de incapaces o ausentes
y en otras situaciones en las que son afectados los intereses del Estado.
El Ministerio Público tiene funciones específicas en diferentes áreas jurídicas
como las que a continuación se describen:
• Derecho penal. Su función es prevenir a la sociedad del delito, ejercitar las
acciones penales con las siguientes funciones específicas: a) Investigación. b)
Persecutoria. c) Promover la reparación del daño a favor de la víctima u
ofendido del delito. d) Ejecución de sentencias.
Organización y funcionamiento del Ministerio Público en el Distrito Federal En este
apartado se analizarán las leyes actuales que rigen al Ministerio Público del
Distrito Federal. Se presentan los antecedentes de las legislaciones anteriores con
el objetivo de comparar a los funcionarios y direcciones que la formaban y apreciar
su organización actual.
Concepto y antecedentes históricos Es el organismo dependiente del Ejecutivo
Federal que tiene como función esencial la actividad del Ministerio Público en el
Distrito Federal. Su antecedente se encuentra en la reforma de mayo de 1900 a
los artículos 91 y 96 de la Constitución del 5 de febrero de 1857 en la que, por
influencia francesa, el procurador y el fiscal dejan de integrar la Suprema Corte de
Justicia, por lo que se establece que “los funcionarios del Ministerio Público y el
procurador general que debía presidirlo serían nombrados por el Ejecutivo”. Con
anterioridad, tanto en la esfera federal como del Distrito Federal, las diversas
constituciones y leyes orgánicas, de manera predominante situaron a esta
institución dentro del Poder Judicial para seguir la tradición española.
Los artículos 21 y 73, fracción VI, base 6a., constitucionales, fundamentan a la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, cuyo nombramiento y
remoción depende del presidente de la República. El fundamento legal del
Ministerio Público en el Distrito Federal se basa en la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y en su propio reglamento. La
primera establece las atribuciones y bases de organización de esa institución, y la
segunda determina cómo se forma y sus atribuciones.

DEFENSA.
Es importante señalar que tanto la ley orgánica como su reglamento han sufrido
constantes cambios, modificaciones y reformas con la continua creación de
organismos y la desaparición de otros, lo cual depende de los cambios de
titulares, de la situación política del país, problemas sociales, etcétera. Con las
reformas constitucionales del 2008 que se proponen, una vez que sean aprobadas
y reformado el Código de Procedimientos Penales, va a darse una reforma a las
leyes Orgánicas y Reglamentarias del Ministerio Público, para su mejor función en
los procesos orales.
De acuerdo con el fundamento legal, son agentes del Ministerio Público para todos
los efectos legales que corresponda, los subprocuradores, el coordinador de
agentes del Ministerio Público, auxiliares del procurador, el coordinador de
delegaciones, el coordinador del Ministerio Público especializado, el contralor
interno, el visitador general y el supervisor general de Derechos Humanos;
asimismo, los directores de Averiguaciones Previas, de Control de Procesos, de
Jurídico-Consultivo, de Consignaciones, del Ministerio Público en lo Familiar y en
lo Civil, así como los subdirectores generales, directores y subdirectores de área y
jefes de departamento que estén adscritos y cuyas funciones lo requieran.
Asimismo, este Ministerio Público Especializado puede participar de manera
discrecional en cualquier averiguación previa que considere en plan de
observación o de intervención directa, ya sea en el manejo de la averiguación
previa o dirigiéndola, o bien, que sus superiores les asignen las averiguaciones
previas que considere deban conocer. Las bases de colaboración que celebran la
Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal y la Secretaría de Seguridad
Pública del Departamento del Distrito Federal para fortalecer el combate al delito,
delincuencia e impunidad, fueron publicadas en el Diario Oficial de la Federación
con fecha 3 de abril de 1995. Dentro de las consideraciones para la colaboración
se establece que es propósito indeclinable del gobierno del Distrito Federal
fortalecer el estado de derecho.
Organización y fundamento del Ministerio Público de la Federación.
Tanto la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal como la
Procuraduría General de la República han tenido, con el devenir de los años,
transformaciones en sus leyes orgánicas y reglamentarias, creando nuevos cargos
para funcionarios y coordinaciones o direcciones que pretender ser innovadoras y
que, hasta la fecha, no han funcionado del todo. A continuación se analizarán las
legislaciones vigentes de la Procuraduría General de la República, las Unidades
Administrativas que la componen, las funciones de éstas y la evolución que han
tenido sus leyes orgánicas y reglamentarias en los últimos años, también se
presenta un estudio comparativo.

SUJETO ACTIVO DEL DELITO.


En las primeras enseñanzas del derecho penal se estudió que, para la existencia
de un delito, es vital la presencia de un probable sujeto activo, pero también es
importante saber usar su terminología dentro del procedimiento penal, así como
los diversos derechos y obligaciones de que este sujeto procesal y parte en el
proceso goza. El objetivo de esta sección es analizar cuándo un probable sujeto
activo del delito puede ser privado o limitado en su libertad, los medios legales
para ello y, en su caso, las autoridades que poseen las facultades. Asimismo, se
estudian los casos en que se puede gozar de una libertad provisional y la
procedencia de ésta.
Antiguos sujetos activos de la pena.
En la actualidad, el hombre es el único o posible autor del delito, ya que
anteriormente entre los árabes y los hebreos, los animales y difuntos eran
considerados sujetos autores del delito. En términos de Alcalá Zamora, en siglos
recientes se dieron procesos en contra de animales, como el gallo quemado en
Basilea en 1474 por el verdugo, luego de ser acusado de hechicería por haber
puesto un huevo. En 1567 fue ahorcado en Senlis, Francia, tras haber sido
procesado, un cerdo que devoró a una niña.
Responsabilidad colectiva.
El círculo de los sujetos activos de la pena rebasó en otros tiempos, con mucho, al
individuo vivo, imputable, que actúa de manera culpable. Aun hoy, se advierten
tendencias que reviven viejos y archivados módulos penales. Se estatuye la
responsabilidad colectiva, se castiga a los muertos, los animales, las efigies y los
objetos inanimados. En la antigua China eran decapitados todos los parientes
masculinos del culpable de alta traición: padre, abuelo, hijos, nietos, tíos y los hijos
de todos ellos.
Derechos y obligaciones
El artículo 20 constitucional establece todas las garantías individuales de que goza
el inculpado durante el procedimiento penal, desde la averiguación previa hasta la
terminación del mismo. Uno de los derechos es el de defensa con todos los
aspectos que entraña. En el artículo 69 del Código de Procedimientos Penales del
Distrito Federal reformado, se establece que en todas las audiencias el inculpado
podrá defenderse por sí mismo o por las personas que nombre libremente, y que
el nombramiento de defensor no excluye el derecho de defenderse por sí mismo.
El juez o presidente de la audiencia o el Ministerio Público, en su caso,
preguntarán siempre al inculpado antes de cerrar la misma, si quiere hacer uso de
la palabra y, en caso afirmativo, le será concedida.

LA DEFENSA
Otro sujeto procesal es el defensor, ya que su presencia constituye una
garantía constitucional para el probable sujeto activo del delito desde la
averiguación previa. Por lo tanto, es imprescindible establecer quiénes tienen
derecho a ostentar esta calidad, sus deberes y derechos, así como su
participación especial, donde tiene todas las funciones de parte en un proceso
porque la ley mexicana no concede esta calidad. La persona que ejerza la
función de defensor lo debe hacer con ética, ya que puede incurrir en algún
tipo delictivo como es el delito de abogados o el fraude, independientemente
de la necesidad de guardar el secreto profesional. Consideramos innecesario
equipararlo con un sacerdote en el secreto de confesión, lo más importante es
que el licenciado en derecho que ejerza la función de defensor particular, tiene
el derecho de tomar un asunto para su defensa o no hacerlo.
Derecho de defensa
De acuerdo con la definición de Eduardo Pallares, la palabra defensa en
derecho tiene diversas acepciones: a) el acto de repeler una agresión injusta, y
b) los hechos o razones jurídicas que hace valer el demandado para destruir o
enervar la acción del demandante. De la palabra defensa se derivan defensor y
defensorio. Por defensor se reconoce a la persona que hace la defensa de
otra, y por defensorio al escrito que se formula en defensa de alguna persona.
Naturaleza jurídica.
Al defensor se le considera un representante del procesado o mandatario,
asesor, auxiliar de la justicia y un órgano imparcial de ésta. Desde el punto de
vista de la representación, no es posible situarla dentro de la institución del
mandato civil, porque aun cuando ejerce sus funciones por disposición de ley y
por la voluntad del mandante (procesado), no reúne los elementos
característicos del mandato. Si el defensor fuera un mandatario, tendría que
regirse por las reglas del mandato y, en consecuencia, todos sus actos se
ajustarían a la voluntad expresa del mandante, imposibilitando los medios de
defensa que consagra la ley para impugnar las resoluciones judiciales.

CONCLUSIÓN
Esperando el trabajo que se presentó haya sido de mucha
información como estudiantes de derecho esto es importante pero
en la vida personal muchas veces se nos comenten injusticias y
esto es algo que todo debemos saber, los sujetos activos como el
ministerio público han sido de mucha ayuda en cualquier tipo de
proceso penal.
BIBLIOGRAFÍA
(CARLOS BARRAGÁN SALVATIERRA, 2000)

CARLOS BARRAGÁN SALVATIERRA. (2000). DERECHO PROCESAL PENAL. MÉXICO: MC GRAW HILL.

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