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12 cosas que Dios quiere que toda mujer sepa:

 Dios la creo a su imagen y a su semejanza esto quiere decir que Dios hizo al
hombre como a la mujer a su imagen. Genesis 1: 27 “Y creó Dios al hombre a su
imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó”. 
 Es que Él sana tanto a hombres como a mujeres: el señor Jesus mostró mucho a
mor y compasión por mujeres que estaban efermas y al verles les sanó. Ustedes
pueden recordar a alguna mujer que el señor Jesucristo sano en su ministerio
terrenal: (La mujer de flujo de Sangre, María que estaba endemoniada) y otro
ejemplo es el que leemos en San Marcos 1:30-31: “Y la suegra de Simón estaba
acostada con fiebre; y en seguida le hablaron de ella. 31 Entonces él se
acercó, y la tomó de la mano y la levantó; e inmediatamente le dejó la
fiebre, y ella les servía”.
 El Señor tiene en gran estima por las mujeres sabias: esto lo comprobamos al leer
proverbios 14:1 en la parte “La mujer sabia edifica su casa;”. En este proverbio
Dios hace énfasis que la presencia de la mujer en el hogar es fundamental e
invaluable que no pueda ser reemplazado por nada. Y que la mujer sabia
construye a su familia y es fundamental en el buen funcionamiento. Se muy
bien que ustede como madres la que lo son lo han comprobado en su
hogar.
 Las mujeres cumplieron y cumplen un papel muy importante en la obra de Dios:
leamos San Lucas 8: 1-3: “Aconteció después, que Jesús iba por todas las
ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y
los doce con él, 2 y algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus
malos y de enfermedades: María, que se llamaba Magdalena, de la que
habían salido siete demonios, 3 Juana, mujer de Chuza intendente de
Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de sus bienes”. Podemos
ver que Dios dejo escrito en su palabra la evidencia de muchas mujeres que
amaban su ministerio y que no solo le servían con palabras si no que
también con sus bienes. Y estoy segura seguimos siendo importante en
todo lo que el Señor quiere que hagamos.
 El Señor alaba y anima a toda mujer que desea conocerle. En San Lucas 10: 41-42
dice: Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con
muchas cosas. 42 pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la
buena parte, la cual no le será quitada. Recordemos entonces donde estaba
María, si así es estaba a los pies de Jesús escuchando atentamente todo lo
que el decía. ¿Somo como Marta o como María? Estamos poniendo al Señor
en primer lugar en nuestras vidas. Tenemos una religión o una relación con
Dios.
 Dios alaba y honra a toda mujer que entrega todo por amor a Él: vayamos a San
Lucas 21: 1-4: “Levantando los ojos, vio a los ricos que echaban sus ofrendas
en el arca de las ofrendas. 2 Vio también a una viuda muy pobre, que echaba
allí dos blancas. 3 Y dijo: En verdad os digo, que esta viuda pobre echó más
que todos. 4 Porque todos aquellos echaron para las ofrendas de Dios de lo
que les sobra; mas esta, de su pobreza echó todo el sustento que tenía”.
Que bello verdad esas mujeres que siempre tiene a Dios en primer lugar y
que tiene un corazón dispuesto por amor a aquel que las llamo y se entregó
asimismo por amor a ellas. No hay nada mejor que honrar a Dios con todo,
con nuestros dìezmos y ofrenda, con nuestro tiempo y esfuerzo. Muchas
veces nos esforzamos mas por las cosas terrenales y la biblia dice que
nuestros otros deben estar puestar en las cosas de arriba.
 Las escogió para ser las primeras en ser testigo de su resurrección: En San Mateo
28: 9-10 “ he aquí, Jesús les salió al encuentro, diciendo: ¡Salve! Y ellas,
acercándose, abrazaron sus pies, y le adoraron. 10 Entonces Jesús les dijo: No
temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me
verán”. Que gran perivilegio el que tuvieron estas mujeres y que maravillo
porque fueron mujeres las que primeramente se inquietaron y fueron a
mirar si el señor había resucitado.
 En cristo no hay inferioridad: que quirero decir con esto es que para Dios no hay
sexo fuerte o débil, para el tanto hombres como mujeres son aceptos ante el padre
Celestial de la misma manera. Podemos leer esto en Gálatas 3: 28 “Ya no hay
judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos
vosotros sois uno en Cristo Jesús”.

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