Está en la página 1de 76

TEMA 0.

INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DE ROMA

Cronología y geografía romana

La historia de Roma se divide en tres grandes períodos: la Monarquía (753 a. C-


509 a. C.), República (509 a. C-31 a. C.) e Imperio (31 a. C-476 d. C.).

Roma se encuentra en la región del Lacio, cerca del río Tíber, navegable pero
que se inundaba muy frecuentemente, lo que impedía un asentamiento cercano a su
orilla y hacía que el terreno de la zona fuese de carácter pantanoso. Es por ello que en la
época arcaica la civitas se asentó en las laderas de las montañas. Originalmente, la
multiplicidad topográfica evita que exista una unidad entre las personas que habitaban la
urbe, es decir, no existía una idea de Roma como unidad.

TEMA 1. LA FORMACIÓN DE ROMA

Fuentes historiográficas romanas

Las fuentes escritas

Roma es fundada en el s. VIII a. C.; pero no será hasta el s. III a. C. cuando los
historiadores comiencen a hablar de la historia de la ciudad. Además, los textos que nos
han llegado son copias de los originales que han podido ser alteradas, tanto sin querer
como a propósito. Tenemos dos tipos de fuentes:

 Historiadores romanos: se dividen en:


1. Época republicana o analistas: los primeros datan del s. III a. C. y
escribían en griego, debido a que intentaban emparentar los orígenes de
Roma con los de Grecia y aparentar ser una ciudad culta y avanzada con
el fin de conseguir acuerdos económicos y comerciales con las polis
helenas. El primer analista conocido es Favio Píctor, que escribió su obra
en torno al 200 antes de Cristo. Quinto Ennio escribe en latín un poema
sobre los orígenes de Roma denominado Anales, convertido en una
auténtica epopeya nacional, y de los cuales se conservan 600 de los 3.000
versos originales. Catón el Censor es el primer analista que escribe una
historia de Roma en latín, llamada Orígenes. Además de datos históricos,

1
utiliza datos etnográficos y geográficos para construir su obra. Los
analistas emplean los siguientes recursos para construir sus obras:
1.1. La tradición oral.
1.2. Las obras extranjeras: principalmente griegas, que
comienzan a escribir sobre Roma a partir del s. IV a. C. con el
inicio de su expansión, y etruscas.
1.3. El arte.
1.4. Los documentos oficiales, que contenían lo acontecido
durante un año (Anales Maximi).
1.5. Las tradiciones gentilicias, es decir, la historia de las
principales familias de Roma. De ellas destacan:
1.5.1 Los Elogia: estas obras se componían principalmente
tras la muerte de un miembro de la familia, lo cual producía
una sobredimensión del personaje, aclamado como modelo
de conducta. Sin embargo, estos relatos contenían núcleos de
verdad, a partir de los cuales los historiadores han podido
componer sus obras.
1.5.2. Carmina convivalia: eran canciones que se cantaban en
los banquetes familiares para elogiar a sus antepasados.
1.5.3. Relatos que los patricios mandaban escribir.
2. Fuentes imperiales: los dos historiadores más importantes son Tito Livio
y Dionisio de Halicarnaso. Tito Livio vivió en época de Augusto, y se
cree que escribió 142 libros, de los cuales se han encontrado 35, de los
cuales diez narran los orígenes de Roma. Su obra más importante es Ad
Urbe condita, en la cual trata la fundación de Roma. Esto se debe a la
gran importancia que tenía ser ciudadano de una civitas. Tito Livio
utilizaba una fuente única para cada episodio que narraba, en vez de
comparar varias. Dionisio de Halicarnaso era un autor griego que vivía
en Roma también en tiempos del emperador Augusto. Su obra clave es
Antigüedades romanas, en la cual trataba de vincular el origen de Roma
con el mundo griego. Esto explica por qué empleaba varias fuentes para
narrar su historia. A pesar de estas pequeñas diferencias, sus obras son
muy similares, ya que emplean las mismas fuentes, se podían haber
conocido entre ellos, había una versión canónica de la tradición oral o

2
incluso que ambos se utilizasen entre ellos como fuente histórica. El resto
de autores imperiales utilizarán la obra de Tito Livio como fuente
excepto Dion Casio (s. III d. C.), en cuya obra Historia de Roma se
aprecia que utiliza otras fuentes ya que narra hechos que no aparecen en
la obra de Tito Livio o de Dionisio.
 Anticuarios: los anticuarios se dedicaron a la recopilación de los todos los
conocimientos de las obras. El mayor de los anticuarios fue Marco Terencio
Varrón (s. I a. C.), que escribió más de cuatrocientos libros, destacando De vita
populi romani, en la cual se hablaba de las costumbres propias de los romanos
desde la época monárquica. Este autor es quien fija la fecha de la fundación de
Roma en el 753 a. Cristo. Junto a Terencio encontramos a Plinio el Viejo, en
cuya obra Historia Natural trata de concentrar todos los saberes de la época. Por
último, Plutarco escribió Vidas paralelas, en las cuales comparaba las
biografías de personajes importantes de la historia de Roma.

Las fuentes arqueológicas

Para estudiar los orígenes de Roma, los arqueólogos estudian las terracotas,
esculturas que tapaban la madera de los edificios datadas del VII a. C. y que
permiten conocer algunos de los mitos de la Roma antigua. También se estudia el
mundo funerario, datándose en el s. X a. C. las primeras tumbas de la zona romana.
De ellas se estudia el ajuar, con el fin de conocer la clase social y la función social
que desempeñaba el fallecido, la orientación de las tumbas, la tipología de la tumba
(de foso, de hipogeo, etcétera) y si el cuerpo estaba enterrado o incinerado. A parte
de esto, los arqueólogos también estudian la arqueología del paisaje, que consiste en
analizar la integración de la comunidad en el medio ambiente en el que vivía.

Los orígenes de Roma

Versión canónica

Los orígenes de Roma tienen por protagonista a Eneas, héroe troyano fundador
del pueblo latino, y Rómulo, fundador del pueblo romano, estableciéndose un doble
origen greco-romano.

Eneas era un soldado troyano que sobrevive al ataque definitivo de los griegos
durante la Guerra de Troya. A partir de este momento, se convierte en un héroe

3
errante que llega a las posesiones del rey Latino. Este monarca lo acogió de una
forma favorable, casándole con su hija Lavinia y convirtiéndolo en su heredero. Ya
como rey, Eneas fundará una ciudad llamada Lavinio, y su hijo Ascanio fundará la
ciudad de Alba Longa. Tras la muerte de Ascanio, le sucederán doce reyes de los
cuales casi no se conoce nada hasta la llegada al poder de Numitor, heredero al
trono, y Amulio, que le derroca y mata a todos sus hijos menos a Rea Silva, a la que
encierra en el templo de Vesta. Sin embargo, el dios Marte embaraza a la joven y
tiene dos hijos, Rómulo y Remo. El rey manda a un criado ejecutarlos, pero en vez
de eso los mete en un cesto y los abandona en el río, que los arrastra hasta el monte
Palatino. Allí, una loba de nombre Luperca les va a amamantar hasta que son
encontrados por el pastor Faústulo, que se encargará de su educación hasta su
mayoría de edad. Una vez adultos, Rómulo y Remo se vengan de Amulio,
matándolo, y deciden fundar la ciudad de Roma. Ante la incongruencia de que
hubiera dos fundadores, decidieron echarlo a suertes mirando a las aves del cielo,
situándose cada uno en una colina. Tras autoproclamarse ambos como vencedores,
Rómulo mata a Remo y se convierte en el fundador de Roma.

Lo cierto es que la leyenda de Rómulo y Remo coincide en muchos aspectos con


otras leyendas que también tratan las fundaciones de ciudades. Esto se debe a las
similitudes propias entre los pueblos como vemos en el caso de que para legitimar al
fundador, se le otorga un carácter divino, en cómo se justifica pasar del salvajismo a
la civilización mediante el abandono del fundador de su lugar de origen, o cómo se
vuelve a esa civilización buscando venganza y fundando una nueva urbe.

Versión arqueológica

Desde este punto de vista, encontramos las siguientes fases en el inicio de Roma:

 Se detecta un gran crecimiento demográfico a partir del 1000 antes de Cristo. Se


encuentran tumbas en Roma, en la zona de Alba Longa y en algunas aldeas
cercanas a la urbe. En ese momento, al estudiarse los diferentes ajuares se
deduce que no hay ningún tipo de diferenciación social.
 En torno al 725 a. C.; se observa un aumento demográfico y una clara
estratificación de la gente. Además, los poblamientos de Alba Longa se
abandonan, por lo que vemos ya una cierta concentración de población.

4
 Del 725 al 580, los fenicios comienzan a poblar la zona romana. A partir de este
momento, se comienza a acelerar el proceso de urbanización, construyéndose las
casas en ladrillo, cerámicas hechas a torno y se crea una organización de los
asentamientos como ciudades, diferenciándose los diferentes puntos importantes
de la urbe. Además, el ajuar de las tumbas desaparece, debido al cambio de
mentalidad romana de un pensamiento individualista a un pensamiento
comunitario. Los ajuares iban destinados a los depósitos votivos, lugares donde
se entregaban ofrendas a los dioses con el fin de mostrar lo que se hacía por la
comunidad. Además, se comienzan a extender los latifundios, propiedad de los
personajes más ricos de la ciudad, donde se cultivaba principalmente el olivo. En
Roma, según la arqueología los primeros asentamientos son en el Capitolio en
torno al 1500 antes de Cristo. Sin embargo, entre la cultura Penínica y la Glacial
hay un estrato estéril, por lo que la población de la Edad del Bronce no continuó
con el poblamiento posterior romano. Las primeras tumbas se situaron en el
valle del foro. Por último, en torno al 650 a. C. se pavimenta el Foro, por lo que
se produce el asentamiento de los romanos en este valle1.

En la excavación del Palatino, se encontraron la muralla de la ciudad y una


cabaña en el Palatino datados del 750 a. C.; lo cual se dedujo que la leyenda se creó a
partir de la creencia de los romanos de que sí existía un poblamiento anterior en esta
zona.

Podemos considerar a Roma como una ciudad cuando esta contó con un cuerpo
jurídico que legislase a todos sus ciudadanos y que les otorgase una serie de derechos.
Por ello, desde el momento que surge la institución del Senado consideramos a la urbe
del Lacio como ciudad. Existen dos teorías sobre la formación demográfica de la
ciudad:

 Stadgründung: el primer defensor de este movimiento fue Gjerstad, que defendía


que Roma había sido en un principio un conjunto de aldeas diferentes con sus
propias características que se habían unificado tras la pavimentación del Valle
del Foro.
 Stadwerdung: su máximo exponente es Müller, que defiende un proceso de
fundación en el cual la población de Roma es única, es la población del Palatino
1
Torelli, Mario: “Archeologia, religione e societá romana arcaica”, en Carandini, Andrea: Roma:
Romolo, Remo e la fondazione della citá: Milán, Electa, 2000, págs. 63-67.

5
la que se expande a las diferentes colinas hasta unificarse en un momento
indeterminado.

TEMA 2. LA MONARQUÍA ROMANA

Introducción

El período monárquico romano se divide en dos grandes períodos:

 Reyes legendarios o primeros reyes: Rómulo a Anco Marcio.


 Últimos reyes, reyes históricos o reyes etruscos: de Tarquinio Prisco a Tarquinio
el Soberbio.

Los primeros reyes

Comprende un total de cuatro reyes:

 Rómulo (753-717 a. C.): se le atribuye la creación del senado, cuya función es


aconsejar al rey, que es quien toma las decisiones finales. Rómulo escogió a sus
cien mejores seguidores, que formarán la clase patricia, mientras que el resto de
la población formará la clase plebeya. Además, encargará la división de Roma
en tres tribus (Tities, Luceres y Rammes), divididas a su vez en diez curias. Por
último, se enfrentó al rey de los sabinos tras raptar a sus mujeres, debido a que
Roma apenas contaba con féminas que asegurasen la descendencia. Fue la
propia intervención de las mujeres la que detuvo el conflicto. Hay dos versiones
sobre su muerte:
1. Se convirtió en el dios Quirino y subió al Olimpo.
2. Se convirtió en un monarca tiránico, y terminó siendo asesinado por los
miembros del Senado.
 Numa Pompilio (716-634 a. C.): se le atribuye la creación del calendario
numaico, aunque en realidad este surge en el s. V antes de Cristo. Fue un
monarca piadoso y religioso, ya que fundó los principales colegios sacerdotales
de carácter militar. Son:
1. Curiones: representan a la infantería
2. Tribunos céleres: representan la caballería.
3. Salios: eran los encargados de celebrar los rituales a los dioses tras el
estallido de la guerra.

6
4. Vestales: su función era mantener el fuego sagrado encendido. El rey
pasaba a ser el tutor de las mujeres que entraban a este colegio
sacerdotal, por lo que era visto a ojos de la comunidad como un gran
padre que se encargaba del bienestar de su pueblo.
5. Feciales: son los encargados de presidir las ceremonias de paz o de
relaciones con otras potencias del exterior.
6. Flámines: son individuos encargados de rendir tributo a una divinidad en
concreto, librando así al monarca de tener que realizar sus tareas
religiosas. Se dividen en tres flámines mayores, que se encargaban de
rezar a Júpiter, Marte y Quirino y quince menores.
7. Augures: se encargaban de realizar profecías a partir del estudio del
vuelo de las aves o de las vísceras de los animales.
8. Pontífice: era el segundo después del rey en el plano religioso, y le
ayudaba a organizar la religión de la ciudad.
 Tulio Hostilio (673-642): fue un monarca que se olvidó por completo de los
dioses centrándose en la expansión de Roma, por lo que Júpiter mandó
asesinarlo. Se le atribuye la destrucción de Alba Longa y la duplicación del
colegio sacerdotal a los salios.
 Anco Marcio (641-617): se le atribuye la fundación del primer puente sobre el
Tíber y la colonia de Ostia, controlando la navegación del río Tíber y las salinas
de la zona marítima, enriqueciéndose considerablemente.

Reyes etruscos

A estos soberanos se les atribuye un origen etrusco, debido a que a partir de la


Segunda Guerra Mundial se desarrolla una corriente anti-italiana que defendía que los
etruscos como los principales responsables de los cambios políticos e históricos en
detrimento de los romanos defendiéndose que Etruria había conquistado Roma. El
principal pensador de esta corriente es Adföldi.

Tras el surgimiento de la Unión Europea y el fin de las tensiones con el fascismo


italiano, se cree que estos soberanos eran de origen etrusco debido a la interacción entre
ambos pueblos. Esto se puede corroborar gracias al hallazgo de fragmentos epigráficos
en Roma escritos en etrusco, ya que muchos de los aristócratas de Etruria se

7
desplazaban a Roma con el fin de conseguir un mayor papel social en una ciudad que
claramente se estaba convirtiendo en una potencia.

La dinastía de los segundos reyes comprende un total de tres soberanos:

 Tarquinio Prisco (616-538): según las fuentes, su padre tenía origen corintio0.
Como en aquellos momentos en Corinto había una tiranía, su progenitor huyó a
Etruria, donde se casó con una etrusca y tuvo un hijo, Tarquinio Prisco. Este
decidió marcharse a Roma debido a que los extranjeros eran muy bien recibido.
Allí el rey Anco Marcio le nombra tutor de sus hijos y, tras su muerte, es elegido
rey de Roma. Se observa claramente que Roma trata de justificar que no hubo
una conquista etrusca. A Tarquinio Prisco se le atribuye el inicio del culto a
Júpiter y el establecimiento de las ceremonias triunfales tras derrotar a sus
enemigos. En esta ceremonia, el soberano portaba la corona de laurel de Júpiter,
legitimándose su poder y divinizándose su figura. Además, duplicó la caballería
romana y el número de senadores hasta 300, con el fin de neutralizar al
patriciado y conseguir apoyos en el gobierno. Por último, estableció que si las
vestales tenían relaciones sexuales deberían ser enterradas vivas.
 Servio Tulio (538-534): según algunas fuentes, su origen es humilde, ya que era
hijo de una esclava que había dado a luz en la corte de Tarquinio Prisco. Se
salvó milagrosamente en un incendio que le rodeó de pequeño, algo que
conmovió a la reina, que lo convirtió en su favorito al creer que era el elegido de
los dioses para suceder a su marido. Al crecer, se casa con la princesa y se
convierte en lugarteniente del rey, y, posteriormente, en soberano de Roma. Tito
Livio dicen que su madre era una aristócrata extranjera que fue reducida a
esclava tras la conquista de sus territorios, y Cicerón afirma directamente que
era hijo de Tarquinio Prisco. Por último, las fuentes etruscas que recupera el
emperador Claudio citan que era de origen etrusco. Es considerado el mejor rey
de Roma, debido a la profunda reforma administrativa que llevó a cabo para
reorganizar la sociedad. Hasta este momento, Roma estaba dividida en tribus a
las que se pertenecía de por vida. Servio Tulio las sustituye por tribus
territoriales, es decir, que cada persona pertenecía a la tribu donde vivía. Por
ello, se crean censos que otorgaban el derecho de ciudadanía. En estos censos
venía escrito:
1. El lugar de residencia.

8
2. El nivel de renta: el objetivo del estudio de la capacidad económica de
cada habitante de Roma era organizar el ejército, ya que cada soldado
debía costearse su propia armadura. Esto va a provocar una división en
cinco clases, una infraclase, que eran aquellos que no podían costarse una
armadura y por tanto estaban exentos del servicio militar, los equites,
que estaban por encima de la sociedad, y los músicos y artesanos, que no
entraban a la infantería para poder. En cada clase había dos centurias,
divididas por edad: la titular, que comprendía a los varones de entre 18 a
45 años y la reserva, que comprendía a los varones de entre 45 a 60 años.
Todas las centurias son representadas en los comicios centuriados,
asambleas militares que hacen los componentes de las centurias con el
rey para discernir las estrategias a seguir2.
 Tarquinio el Soberbio (534-509): según las fuentes, era un rey déspota que
introdujo a su familia en los principales puestos de gobierno, purgó a los
senadores que no eran afines a él y explotó a la población romana durante la
construcción de su gran obra, la Cloaca Máxima. El hecho que provocó su
destitución fue la violación que infligió su hijo Sexto Tarquinio a Lucrecia, una
aristócrata muy querida por el pueblo que posteriormente se suicidó. Es en este
momento cuando Junio Bruto y Colatino se convierten en los dos primeros
cónsules de la República Romana3.

Las instituciones sociales

Se dividen principalmente en:

 La familia de Propio Iure: estaba conformada por el Pater Familias, que tiene la
patria potestad, a partir de la cual es responsable de su mujer, sus hijos y las
esposas de sus hijos. A su muerte, se forman tantas familias independientes
como hijos varones había tenido.
 La familia de Communi Iure: está formada por las familias que tengan una
misma línea patrilineal. Este tipo de familia llegaba en orden de antigüedad
hasta el bisabuelo.

2
Alfaro Giner, Carmen: “los orígenes de Roma. La Monarquía” en Alfaro Giner, Carmen y otros:
Historia de Roma: Valencia, Universidad de Valencia, 2013, pág. 11.
3
Íbidem, págs. 11-12.

9
 Gens: está compuesta por varios grupos agnaticios que consideran que tienen
como antepasado común a un personaje común, aunque este fuese mítico.
Dentro de la Gens, se rendía culto al antepasado. Además, la Gens permitía tener
un Nomen Gentilicio, lo cual permitía formar parte de la aristocracia4.
 Clientela: es una relación formal y libre entre dos individuos, siendo uno el
patrono, cuya misión era dar una tierra al cliente y asistencia jurídica, y el
cliente, que a cambio le otorgaba apoyo militar. Por ello, cada vez que el patrono
se desplazaba de ciudad, sus clientes se desplazaban con él.

TEMA 3. EL INICIO DE LA REPÚBLICA

Introducción

La República comienza en el 509 antes de Cristo, con la expulsión de Tarquinio


el Soberbio5. La analística romana dio una serie de fechas para su propia historia, y son
de carácter absoluto, es decir, son de forma concreta. Para los romanos, la llegada del
Consulado supone el inicio de la libertad frente a la opresión tiránica de los antiguos
reyes. La República va a desarrollarse en medio de conflictos entre patricios y
plebeyos6, guerras, tanto civiles como frente a otras potencias 7, y va a terminar
derivando en una nueva forma política: el Principado.

Fuentes de la República

Como se acaba de citar, en el 509 a. C. se inicia el período republicano romano,


terminando en el 27 a. C.; tras la coronación de Octaviano como Imperatur Augustus.
Esto obliga a precisar cuál es el problema cronológico y cuáles son las fuentes que
mencionan este período. La principal fuente es la analística, que es la “historia nacional
romana”, es decir, los textos que han encontrado en la línea temporal de la República
que van del origen de la Ciuitas hasta el inicio del reinado de Augusto. Su principal
fuente de información son las tablas de los Pontifex Maximi, las llamadas Tabulae
Dealbatae, donde se apuntaban los acontecimientos principales del año, y los archivaba.
El conjunto de estas Tabulae eran los Annales, base, como acabamos de citar, de la
historiografía romana. Tito Livio reúne toda la tradición romana, es decir, los Annales,

4
Íbidem, págs. 10-11.
5
Bravo, Gonzalo: Historia de la Roma Antigua, Madrid 1998.
6
Brunt, Peter: Conflictos sociales en la República romana, Buenos Aires, 1973.
7
Crawford, Michael: La República romana, Madrid, 1988.

10
convirtiéndose en el primer historiador de Roma, aunque algunos expertos lo consideran
todavía un analista.

El profesor Bruce Frier (Michigan University), en su obra Libris annales


Pontificum Maximorum (1999) sostiene que no es el conjunto de las Tabulae Dealbatae
las que dan lugar a la analística, sino que es al revés, es decir, los analistas inventaron
las primeras tablas de los Pontificex para justificar su relato. Esta obra ha tenido un gran
impacto en la comunidad historiográfica, aunque la mayoría de los historiadores
defienden que esta tesis es incorrecta. Por tanto, las fuentes más aceptadas sobre el
origen de la República son principalmente la analística, que nos ha llegado en
fragmentos y a partir de la recopilación de Tito Livio en su obra Ad urbe condita.

La línea evolutiva de la República no se puede comprender si no se entiende que


Roma está en continuo estado de guerra. Roma es una pequeña ciudad construida de
madera, y las guerras del período monárquico y del republicano inicial son muy
modestas, enfrentándose a los pueblos de alrededor.

El conflicto patricio-plebeyo (494-287 a. C.)

El período republicano arcaico va a estar marcado por el conflicto patricio-


plebeyo, un enfrentamiento de carácter social, económico y político que va a lastrar a la
República desde el 494 hasta el 287 antes de Cristo. Por tanto, constituye el conflicto
interno central de los primeros dos siglos de la República. Para entender esta lucha entre
patricios y plebeyos se debe conocer la estructura social de la Roma arcaica:

 Patricios: eran los supuestos descendientes de los primeros cien senadores, los
llamados Patres, encargados de formar el Senado al inicio del reinado de
Rómulo. Por ello, se autodenominaban Patricii. Estos patricios eran la élite de la
aristocracia romana, controlando el Senado y las altas magistraturas durante el
período monárquico. Con la proclamación de la República, van a tratar de
controlar el Consulado, con el fin de mantener su poder y su influencia en la
ciuitas, excluyendo a los plebeyos. Pese a que Roma se regía por un sistema
republicano, los patricios mantenían muchos de los privilegios que habían
recibido en la época monárquica, como por ejemplo el Interrugnum, es decir, la
elección de un senador como gobernador de la ciudad durante cinco días en caso

11
de que hubiese un vacío de poder, el control de los auspicios y el acceso a los
colegios sacerdotales8.
 Plebs (plebe): eran la gran mayoría de los ciudadanos romanos. Cuando nos
referimos a plebeyos no se está hablando de únicamente ciudadanos pobres, ya
que había algunos individuos pertenecientes a esta clase social que contaban con
un patrimonio mayor incluso al de los patricios. La mayoría de estas riquezas,
partiendo de que Roma en este momento contaba con una economía pre-
monetaria, se obtenían mediante el negocio de la guerra, el comercio, etcétera.
Por tanto, esta plebe es muy heterogénea. Con la llegada de la República, los
plebeyos más ricos van a exigir su participación en política, demandando el
control de las magistraturas supremas. A partir de este momento, la clase
plebeya se va a convertir en un grupo político con una marcada organización
interna y con un programa reivindicativo9.

Estallido del conflicto

Como ya hemos citado, los plebeyos más ricos exigían entrar en política y
formar parte de las instituciones legislativas de Roma. La negativa patricia a esta
entrada plebeya se puede ver claramente en leyes como la serrata, en la que se prohibía
el acceso de estos plebeyos más ricos a los cargos legislativos de la ciuitas. Todo esto
va a provocar la llamada secessio de la plebe (494 a. C.), es decir, el abandono masivo
de Roma por parte de la población plebeya y su posterior instalación en el Aventino. En
la Roma antigua, el centro de poder se encontraba en la colina del Capitolio, y estaba
ocupado por los patricios, que habían construido además el templo de Júpiter Máximo,
el de Juno y el de Minerva. Por ello, la plebe se va a asentar en el Aventino, que se va a
convertir en su propio Capitolio, y comienza a dar culto a dioses plebeyos: Ceres, Liber
y Libera.

Durante el tiempo en el que los plebeyos se asentaron en el Aventino, se fundó


una asamblea plebeya donde se reunían todos los ciudadanos romanos (exceptuando los
patricios). A esta asamblea se le conoce por el nombre de Concilia Plebis, donde se van
a debatir las cuestiones que afecten a esta clase social. A partir de lo acordado en la
Concilia Plebis se van a emitir nuevas leyes, conocidas como plebiscita10. La segunda

8
Duplá, Antonio: La República Romana arcaica: Madrid, Síntesis, 2003, pág. 66-68.
9
Bravo, Gonzalo: Historia de la Roma Antigua, Madrid, Alianza Editorial, 1998, pág. 31.
10
Roldán, Jose Manuel: La República romana, Madrid, Cátedra, 1981, pág. 77.

12
institución que se va a crear es el Tribunado de la Plebe 11, que se convierte en la
magistratura propia de los plebeyos, sustituyendo al consulado. Formada por diez
hombres, va a ser una magistratura peculiar, ya que sus atribuciones eran muy extrañas:

 Derecho de veto: era la capacidad de un magistrado de vetar un proyecto de otro


magistrado.
 Inviolabilidad del magistrado (sacrosantitas): mediante esta ley, el magistrado
no podía ser juzgado o atacado, e incluso se va a acusar de sacrilegio a todo
aquel que cometa un crimen contra los tribunos. Con esto, los plebeyos van a
tratar de protegerse mediante el empleo de la ley de los patricios.

Las funciones del tribuno de la plebe eran las siguientes:

 Auxilium: el tribuno tenía el derecho y la obligación de proteger al plebeyo


condenado por la justicia patricia.
 Intercessio: era la capacidad de veto sobre la magistratura patricia. Este derecho
a veto suponía un arma potentísima como defensa del estado patricio, pudiendo
paralizar a la República.

Por tanto, a partir de este hecho se produce la ruptura definitiva entre la clase
patricia y la plebeya. Tito Livio dijo: “tal fue el conflicto entre romanos que donde antes
había una ciudad se hicieron dos”. A partir de este momento se iniciarán una serie de
conflictos en los cuales estas dos clases sociales se enfrentarán con el fin de mantener el
poder.

La creación de las XII Tablas

Los patricios, para hacer frente a los movimientos de los plebeyos, van a enviar
a una serie de senadores a Atenas a estudiar las reformas de Solón, un gobernador de
dicha polis que llevó a cabo una serie de reformas para paliar el conflicto social que
había en u mandato. Tras estudiarlo, los patricios se dan cuenta de que necesitan leyes
escritas para poder legislar de la misma manera que Solón, obligando a todos los
ciudadanos a obedecerlas. Por ello, en el 451 a. C. se publican diez tablas emitidas por
una comisión de patricios en las que se recoge la legislación de Roma. Al año siguiente,
tras las protestas de los plebeyos, se nombra una nueva comisión formada por miembros
de ambas clases sociales que publican otras dos tablas. Estas leyes van a estar expuestas

11
Íbidem, págs. 75-77.

13
en la ciudad durante todo el período republicano como un monumentum, es decir, como
un vestigio importante de la antigüedad. Las XII Tablas recogen la legislación sobre el
campesinado, los talleres y las instituciones romanas, destacando dos:

 Pater familias: es la consagración jurídica del derecho del cabeza de familia a


hacer lo que quiera con ella, es decir, que podía condenar a muerte o absolver a
un miembro de su familia si él lo deseaba. Jurídicamente, se le conoce a esto
como Derecho de vida y muerte (Ius uitae necisque).
 Nexum: consiste en la aprobación de la esclavitud de carácter interno, es decir,
no es la esclavitud masiva que ocurrirá tras la expansión mediterránea, sino que
es de carácter doméstico.

Después de la emisión de las dos últimas tablas, la tradición dice que hubo
graves disturbios en Roma, de manera que se decidió volver al Consulado en el 449 a.
C. tras la aprobación de las Leyes Valerias-Horacias, que además reconocían la
inviolabilidad de los magistrados plebeyos12.

El triunfo de los plebeyos

En los siguientes años, se observa que dentro del patriciado hubo debates en los
cuales se decidió negociar con los plebeyos, ya que la situación era insostenible y se
corría el riesgo de que la República, que tenía que hacer frente a sus enemigos externos,
colapsase por un problema interno. Por ello, podemos ver cómo se inicia un proceso de
cesión de los derechos políticos de la ciuitas a la clase plebeya. Las leyes que mejor
reflejan este cambio son:

 Leges Liciniae-Sextiae: se empiezan a formular en el 376, y van a tardar nueve


años en ser aprobadas (367 a. C.), debido a la enjundia de lo que se estaba
negociando. Tratan tres temas importantes:
1. Paulatina igualación política entre plebeyos y patricios: estas leyes son el
antecedente de la Lex Hortensia, de la que se hablará posteriormente.
2. El repartimiento de la tierra: cuando estalla esta tercera y última fase del
conflicto patricio-plebeyo, Roma ya se encuentra en guerras de cierta
importancia, lo que va a tener como consecuencia el engrandecimiento
de los territorios cultivables de Roma, el llamado ager publicus,
destinado al pueblo. Los individuos más poderosos de Roma (patricios y
12
Roldán, José Manuel: op. cit. pág. 80.

14
plebeyos ricos) conquistan para sí estas tierras, lo que provocó un
problema con el repartimiento de las tierras, ya que los plebeyos exigían
las tierras que habían conquistado con su sangre. Con la conquista de
Veyes, estos problemas se van a agudizar. Finalmente, se estableció que
cada particular podía ocupar un máximo de 500 iugera (125 hectáreas)13.
La limitación del terreno ocupado va a suponer una mejora, ya que va a
permitir el acceso a las propiedades terrenales a los plebeyos de clase
media-alta, evitando el monopolio de las clases más pudientes de
Roma14.
3. La cuestión de las deudas: los plebeyos exigían el final de la esclavitud
por deudas, y propusieron que se pudiese renegociar las condiciones de
pago de los deudores. Finalmente, se acuerda el descuento del capital de
la deuda lo ya pagado, de manera que se borrasen los intereses de la
deuda.
 Lex Hortensia: dictada en el 287 a. C. por el dictador Hortensio, es
importantísima para la historia romana debido a que por primera vez supone la
validez del rango legal de los plebiscita, es decir, que lo aprobado en la Concilia
Plebis pasaría a ser una ley más de la civitas, equiparándose a las leges dictadas
por los comitia. La aprobación de esta ley supone el final del conflicto patricio-
plebeyo15. La otra gran consecuencia de esta lex es la formación de una nueva
clase social que va a conducir a la República al dominio del Mediterráneo y de
Italia: la nobilitas. Se evoluciona por tanto de una aristocracia patricia, basada en
los cien primeros senadores, a una aristocracia formada de forma conjunta por
patricios y plebeyos muy ricos. Por tanto, la nobilitas es la suma de las familias
del patriciado romano más las familias más poderosas de la plebe que han
establecido lazos familiares por vía matrimonial con estos patricii.

La conquista de la Italia central

Como ya se ha citado, Roma es una ciudad comprendida entre Etruria, al norte, y


Campania, al sur, una de las regiones más ricas debido a sus grandes explotaciones
agrarias, sobre todo de cereal, y que contaba con grandes ciudades de origen griego.

13
Duplá, Antonio: op. cit. págs. 127-128.
14
Roldán, José Manuel: op. cit. págs. 86-87.
15
Bravo, Gonzalo: op. cit. pág. 34.

15
Durante el período monárquico, Roma estará en guerra con otras ciudades del
Lacio, y estos conflictos se caracterizarán por su dureza y por desarrollarse en un
amplio marco temporal debido a que algunas de estas ciudades eran muy poderosas. En
el s. V, empezamos a ver que Roma comienza a tener una cierta superioridad frente a
sus enemigos.

Ya en el s. IV a. C.; con el régimen republicano asentado, Roma empieza a ser


una ciudad potente, gracias a sus victorias sobre las ciudades etruscas y la conquista de
Veyes en el 396 antes de Cristo. Esta ciudad-estado etrusca contaba con el mayor
territorio que poseyese cualquier núcleo de población del Lacio (aproximadamente unos
500 km2) y su conquista suponía la derrota a manos de Roma de la única urbe que podía
hacerle frente. Tras un largo asedio, Veyes cayó, y fue la cuestión del repartimiento de
sus territorios lo que provocó el inicio de las negociaciones de las Leges Liciniae
Sextiae16.

En el 390 a. C. se produce la primera gran invasión de los galos cisalpinos,


procedentes del norte de Italia, que penetrarán hasta el corazón de la ciudad. Esta
invasión va a causar un gran impacto en la población, surgiendo una idea de defensa de
la ciudad que se basaría en evitar a toda costa que cualquier enemigo penetrase en
Roma. La liberación de Roma de las manos galas supuso un impulso a las ideas
militaristas romanas, lo que conducirá a la expansión por toda la Península Itálica.

Las instituciones de la República

Para los romanos, el concepto de Res Publica (República) es prácticamente igual


al concepto de Estado. Por ello, se define República como el funcionamiento político,
administrativo, institucional y religioso de la ciuitas.

Tras el final del conflicto patricio-plebeyo, la nobilitas se va a hacer con el


control del estado, copando las altas magistraturas y formando parte de las instituciones
de gobierno. La ideología de la nobilitas se fundamenta en su prevalencia en el poder,
ocupando la historia un lugar imprescindible, ya que justificaba su poder a través de la
explicación de las gestae de sus familias en el pasado. Es por ello que las imagines van a
tener una importancia en la propaganda de la ciuitas. Dentro de esta ideología también
encontramos el mos maiorum, que consistía en el conjunto de costumbres de los
antepasados, convirtiéndose en una referencia en la etapa republicana y en un poderoso
16
Casado Rigalt, Daniel: Historia de la antigua Roma: Madrid, CEF, 2012, pág. 27.

16
arma de ataque con el que afrontar los enfrentamientos políticos. El mos maiorum se
basa en los exempla, referencias del pasado que se tomaban como modelo a seguir, tanto
de forma correcta como incorrecta. Generalmente, estos exempla narraban
acontecimientos militares. La analística servirá a la nobilitas para poder justificar el
sistema de dominio que regía la Roma republicana, ya que presentaba a los miembros
de esta clase social una serie de ejemplos en los que fijarse.

Algunas de las instituciones de la República existían durante la monarquía.


Encontramos tres grandes vértices dentro de las estructuras de la Res Publica, que son
vitales para comprender el éxito del estado romano. Son:

 Senado: existe desde la fundación de Roma, conservándose incluso después de


su caída. Por ello, se le reconoce como el reducto de la romanidad. En teoría, era
una especie de consejo de ancianos formados por los 100 primeros patres
nombrados por Rómulo a la manera de las polis griegas y de las ciudades del
Mediterráneo. A lo largo de la República, el senado estará compuesto por 300
senadores, aunque durante el gobierno de Sila y Julio César se aumentó hasta los
600 y 900 senadores, respectivamente. El Senado se reúne en la Curia, y puede
emitir leyes y declarar la guerra, representando por tanto a Roma. Los senadores
van a adquirir el derecho a portar una toga con el latus clavus, una franja ancha
de color púrpura, color asociado al poder supremo y a Júpiter. Por último, el
Senado siempre cuenta con el prínceps senatus, el individuo que cuenta con el
mayor prestigio dentro de esta institución, debido a su ancianidad o por ser el
mejor orador.
 Las magistraturas: igual que en el mundo griego hay una serie de arcontados, en
el mundo romano existen una serie de magistraturas mediante las cuales un
individuo cuenta con un poder específico otorgado por la ciuitas durante un
tiempo determinado. Estas magistraturas son de carácter electivo y casi todas
son compartidas entre varios collegae. Las más importantes, ordenadas de menor
a mayor importancia, son:
1. Cuestura: al igual que el Senado, evoluciona en el número de cuestores
(de dos a veinte). Se encargaban de asuntos financieros procedentes de la
administración pública, cuyas riquezas se guardaban en el templo de
Saturno. Por ello, la primera moneda que se emplea en Roma es el aes.

17
2. Ediles: al principio era una magistratura conformada por dos senadores y
dos plebeyos, aunque posteriormente aumentó. Se encargaban del orden
público y de organizar los ludi, es decir, los espectáculos (combates de
gladiadores, carreras de carros, obras teatrales, etcétera).
3. Tribunado de la Plebe: no va vinculado al cursus honorum, es decir, la
carrera política. Por ello, está al margen del resto de instituciones. Surge
a partir de la Seditio del 494 a. C.; y es una magistratura de combate,
ocupada por diez tribunos que se renovaban anualmente. El Tribunado de
la Plebe va a ser utilizado por las factiones de la Roma republicana para
acusarse mutuamente.
4. Pretores: al principio estaba conformado por dos magistrados: un pretor
urbano, que tiene el poder en la urbs, y otro peregrino, que supervisaba
los territorios exteriores a la ciudad. Ambos, al principio, tenían
funciones judiciales, uno dentro de la ciudad y otro en el exterior de esta.
Es la primera magistratura que tiene el imperium, es decir, el mando
militar supremo sobre la Legión que surgió durante la monarquía, aunque
es de carácter minus, ya que lo compartía con los cónsules y con el
dictador, en caso de que hubiese.
5. Cónsules: el consulado se va a mantener invariable a lo largo de casi toda
la historia de la República, exceptuando el consulado sine collegae de
Pompeyo y el gobierno de Julio César. Va a haber siempre dos cónsules,
uno patricio y otro plebeyo, en igualdad de poderes y que son epónimos,
es decir, dan nombre al año, empezando este el 1 de marzo, día en el que
los cónsules tomaban posesión de su cargo. Después de las guerras
celtibéricas, tomarán posesión el 1 de enero. Es la magistratura suprema
de la República, pudiendo emitir leyes y teniendo el imperium maius.
Encontramos también dos magistraturas extraordinarias:
6. Censor: es de carácter unipersonal, pudiendo estar en el poder unos cinco
años. Su función principal es la de establecer el album senatorial, es
decir, el listado de los senadores, lo que se conoce como censo.
Posteriormente, se encargará también de realizar el censo de la
población. También se encargaba de la tutela y de la cura (vigilancia) de
las costumbres, en concreto del mos maiorum, consiguiendo el censor un
poder ambiguo, ya que podían encausar a una persona o a un grupo de

18
personas por una de estas razones. El censor más famoso fue Catón el
Censor, que vivió en el s. II antes de Cristo.
7. Dictador: también es de carácter unipersonal. El dictator tiene el poder
absoluto durante seis meses, pudiendo estar legislando un máximo de un
año. El dictador es nombrado por los comitia centuriata cuando había un
problema militar que los cónsules no habían podido resolver. El dictador
generalmente tenían un ayudante, el magister militum. A ojos de los
romanos, la dictadura no era una aberración, sino una magistratura de
carácter extraordinario. Lo que sí se consideraba una aberración era el
intento de prolongar el mandato del propio dictador, ya que rompía con
la tradición romana.
 Las asambleas: se comenzó votando a gritos, para posteriormente comenzar a
votar mediante la introducción de una cista en la urna. Por último se construyen
los pontes, un pasadizo cubierto en el cual el votante podía ejercer su derecho a
voto sin miedo a recibir ataques o sobornos. Hay grandes debates sobre la
verdadera importancia democrática de las asambleas. Tradicionalmente, se
apoya la teoría de la estructura vertical, en la cual las familias más poderosas de
Roma controlaban lo aprobado en dichas asambleas. Sin embargo, la
historiografía británica defiende que las asambleas sí que tenían un fuerte
componente “democrático”, aunque reconoce la influencia de estas familias,
sobre todo en los comitia centuriata17. Encontramos cuatro grandes asambleas:
1. Comitia calata: es una asamblea parecida al laos de los poemas de
Homero, es decir, el pueblo reunido en armas. Por tanto, es posible que
fuese una asamblea militar.
2. Comitia curiata: proceden de la época arcaica. Son la reunión del pueblo
romano, conformado por los varones libres de Roma, separados en
curias. No van a tener ningún peso político en la República, pero van a
aprobar la Lex curiata, que otorgaba a los cónsules y posteriormente a
los emperadores el imperium.
3. Comitia centuriata: eligen a los cónsules, los pretores y los dictadores.
Por ello, son las asambleas más importantes. Estas asambleas están
organizadas en centurias, que a su vez se organizan en cinco grupos
según su clase social. Entre la primera y la segunda clase se reunía la
17
Millar, Fergus: The crowd in Rome in late republic: Michigan, Michigan, 1998

19
mayoría absoluta, estando por tanto la asamblea controlada por los
individuos más ricos.
4. Concilia Plebis: se añade al sistema republicano tras la Lex Hortensia.

Podemos concluir con que la República romana era un régimen oligárquico, pese
a la presencia de los Concilia Plebis o de los Tribunos de la Plebe. Son los más
poderosos los que van a controlar el poder hasta el final del sistema republicano en el 27
antes de Cristo.

La religión romana

Los romanos son individuos muy religiosos, contando con una extensa lista de
dioses y una importante mitología de herencia griega. El Estado va a controlar la
religión, estableciendo un culto oficial, que se divide en sacerdocios, cuyos miembros
ocupaban unos cargos parecidos a los magistrados. Los más importantes son:

 Flamines: sacerdotes consagrados a los dioses más importantes de la urbe.


 Pontífices: el sacerdote más importante es el Pontifex Maximus, que se
encargaba de controlar el cumplimiento de la religión oficial.
 Vestales: eran mujeres consagradas a Vesta. Se encargaban del mantenimiento
del fuego de Roma, que se basaba en el mito de que Roma existiría para
siempre. Sin embargo, aquella sacerdotisa que se acostase con un hombre sería
enterrada viva.

La conquista del resto de Italia

Las guerras samnitas

Tras la conquista de Veyes y las invasiones galas, Roma va a iniciar una serie de
guerras conocidas como Guerras Samnitas (finales del s. IV- principios del III a. C.) con
el fin de conquistar la Campania. Pese a que Roma sufrió alguna derrota importante a
manos del ejército enemigo, la superioridad de sus legiones le permitió ocupar la
Campania y derrotar a los samnitas. La victoria sobre este pueblo va a coincidir con el
final del conflicto patricio-plebeyo, lo que va a otorgar estabilidad interna a la urbe. La
ambición de la nobilitas llevará a la Urvs a afrontar el mayor desafío de su historia hasta
ese momento: conquistar la Magna Grecia.

La conquista de la Magna Grecia

20
Grecia estaba presente en el sur de la Península Itálica desde el s. VIII a. C.
como mínimo, por lo que esta región estaba poblada por colonias contaban fuertemente
helenizadas. La conquista del sur de la Península Itálica suponía un reto importante para
Roma, ya que esta zona era muy rica gracias a sus extensas plantaciones de cereales y
contaba con las ciudades más poderosas y avanzadas.

TEMA 4. LA EXPASIÓN DE ROMA: EL IMPACTO DEL


IMPERIALISMO

Roma, primera potencia del Mediterráneo: las dos primeras Guerras


Púnicas

Las Guerras Púnicas son el enfrentamiento entre la República romana y la gran


potencia del Mediterráneo: Cartago. Púnicos y romanos se enfrentarán en un total de
tres guerras, siendo la última una guerra de exterminio, ya que el Senado mandará
arrasar Cartago hasta el cimiento. La Segunda Guerra Púnica es posiblemente la guerra
más importante de la historia de Roma, ya que a partir de este momento podemos
considerar a Roma como una gran potencia.

Cartago era una ciudad de origen fenicio, en concreto de la ciudad de Tiro, que
fue fundada en el 814 antes de Cristo. Esta fecha es conocida gracias a los cronógrafos
helenísticos que trabajaban fundamentalmente para los Ptolomeos en la biblioteca-
museo de Alejandría. Estos cronógrafos intentaban establecer la fecha de la Guerra de
Troya, que finalmente fue fechada en torno al 1100 antes de Cristo. Una vez se
consiguió esto, decidieron fechar también las fundaciones de las grandes ciudades de su
época, por lo que se descubrió el año de la fundación de la urbe africana. Cuando Roma
termina la conquista de Italia, Cartago era la primera potencia del Mediterráneo, y solía
estar en guerra con las ciudades de Tarento y Siracusa, que trataban también de
controlar el mar y los estrechos, en especial el de Mesina. Es en este contexto cuando
Roma va a enfrentarse por primera vez a Cartago.

Primera Guerra Púnica (264-241 a. C.)

Cuando Roma conquista Tarento, es inevitable el enfrentamiento con Cartago,


que, como ya hemos citado, era la gran potencia del Mediterráneo. El casus belli de este
enfrentamiento fue buscado tanto por romanos como cartagineses, que esperaban con

21
ansia tener cualquier excusa para declararle la guerra a su enemigo y conseguir el
control de los puertos de Sicilia y del sur de Italia.

La irrupción de Roma había roto el equilibrio de la Italia central. Las ciudades


griegas de Sicilia, en concreto Siracusa, había soportado durante siglos los ataques
cartagineses, y en estas guerras había sido frecuente que tanto griegos como púnicos
recurriesen a mercenarios. Entre esos mercenarios, los más destacados eran los
mamertinos, que no recibieron su estipendio y rogaron al Senado de Roma que
interviniese contra Cartago. Roma ya tenía excusa para entrar en la guerra. Tal era el
respeto que la República imponía, que Cartago y Siracusa, después de siglos de guerra,
se aliaron contra la Urvs.

Hasta el estallido de la Primera Guerra Púnica, Roma sólo se había enfrentado a


sus rivales en guerras terrestres, por lo que su armada era muy inferior al de sus
enemigos. Sin embargo, la República conseguirá nutrir su flota con los barcos de las
ciudades griegas conquistadas, además de invertir grandes sumas de dinero en la
construcción de barcos, lo que le permitirá hacer frente a la marina de Cartago y
Siracusa18.

Pese a que en el principio de la guerra Cartago va a demostrar su superioridad


naval, Roma va a vencer en las batallas terrestres y finalmente también en el mar, como
es el caso de la victoria de la Batalla de las Islas Égates, por lo que Cartago se va a ver
obligada a firmar la paz en el 241 antes de Cristo. Los púnicos se van a ver obligados a
pagar grandes sumas de oro y de plata a la República en concepto de indemnizaciones
de guerra. A modo de conclusión, el resultado de la Primera Guerra Púnica es la victoria
de Roma, pero no supone en ningún momento la anulación de Cartago como gran
potencia.

Período de entreguerras (241-218 a. C.)

Tras la derrota en la Primera Guerra Púnica, Cartago cuenta con dos factores que
le conducirían al estallido de una nueva guerra:

 Multas que se debían pagar anualmente a Roma en metales preciosos.


 Inicio de una política expansionista en la Iberiké (Península Ibérica): a este
imperialismo se le conoce como Bárquida, debido a que la familia aristocrática

18
Bravo, Gonzalo: Historia de la Roma Antigua, Madrid, Alianza Editorial, 1998, pág. 44.

22
Barca (formada por los generales Amílcar, Asdrúbal y Aníbal) será quien
monopoliza estas operaciones militares dentro de esta Península Ibérica para
abastecer sobre todo de metales preciosos (oro, plata y estaño), y también de
soldados, que ya podían recibir su estipendio gracias a este aumento del tesoro
púnico, y esclavos. Por ello, los cartaginenses se van a establecer en este
territorio e incluso fundarán ciudades. Llevarán a cabo algunas incursiones al
interior de la Meseta, pero la mayor parte de las guarniciones se quedarán en el
sur y el Levante Meridional.

Por el lado romano, cuando se enteraron de las actividades cartaginesas, se van a


empezar a interesar por la Península Ibérica, y van a enviar a Hispania una embajada en
torno al 221 a. C. ante Aníbal y sus generales, con el fin de saber qué estaban haciendo
allí. Los púnicos justificaron su presencia diciendo que necesitaban explotar los recursos
de la Península para poder pagar las multas impuestas tras la Primera Guerra Púnica,
algo que los romanos no creyeron.

Durante el período de entreguerras, Roma creará las dos primeras provincias de


su historia: Sicilia, por un lado, y Córcega y Cerdeña por el otro. Hasta este momento, la
Urvs no había tenido nunca posesiones fuera de Italia. Para institucionalizar las islas, se
nombran a varios pretores que se convertirían en los gobernadores de estas provincias.

Segunda Guerra Púnica (218-201 a. C.)

Este conflicto bélico es posiblemente uno de las guerras más importantes de la


historia de Roma. Ambas potencias estaban decididas a ir a la guerra: Cartago se estaba
rearmando, y la nobilitas romana quería engrandecer a la República. El casus belli fue
el intento de toma por parte de Aníbal de Sagunto, ciudad edetana muy importante
violando el Tratado del Ebro del 226 a. C en el cual los romanos no intervendrían en el
sur de dicho río. Las fuentes, al ser pro-romanas, van a modificar que Sagunto estaba en
el norte del Ebro para justificar la entrada de Roma en la guerra, y se van a inventar que
la plaza edetana era aliada de la Urvs.

En unas semanas, Aníbal decide repartir los ejércitos cartagineses, marchando


con el grueso del ejército a Italia, atravesando los Pirineos y los Alpes con el fin de
sorprender al enemigo. Cuando Roma se entera de que Aníbal ha penetrado en Italia,
envía a sus legiones a hacerles frente, pero la gran capacidad estratégica de Aníbal y
sobre todo el factor sorpresa hace que sea derrotada en las batallas de Tesino, Trebia y

23
Trasimeno (218-217 a. C.). Ante esta situación, la República ordena que el cónsul Cneo
Cornelio Escipión y su hermano Publio, pertenecientes a la gens Cornelia,
desembarquen en Emporion, ciudad griega, haciendo de Kese su cuartel militar,
renombrándola Tarraco, con el objetivo de debilitar la posición cartaginesa en la
Iberiké. Por tanto, la respuesta romana es doble: por un lado, enviar tropas a Hispania y
por otro lado frenar a Cartago en Italia. Sin embargo, esta estrategia fracasó, ya que ni
fueron capaces de frenar a Aníbal en Italia ni consiguieron grandes victorias en la
Península.

Ante esta situación de extrema necesidad, la República decide suspender el


orden institucional y nombrar un dictador en el 217 antes de Cristo. Este nombramiento
recayó sobre Fabio Máximo, uno de los representantes de la gens Fabia. La estrategia
militar del dictador va a consistir en evitar el enfrentamiento con Aníbal, iniciando una
guerra de guerrillas contra el invasor. Por ello, se ganó el apodo de cunctator (el
pusilánime). Cuando su dictadura termina, son nombrados cónsules Terencio Barrón y
Emilio Paulo. Los nuevos cónsules deciden variar la estrategia de Fabio Máximo,
iniciando una política de enfrentamiento directo con los púnicos. En el 216 a. C.; las
legiones romanas son masacrados en la Batalla de Cannae. Los cálculos nos indican
varias decenas de miles de muertes en el bando republicano. La analítica va a contar que
esta derrota fue culpa de Terencio Barrón, ya que su familia no tuvo tanto éxito militar
como Emilio Paulo.

Mientras Roma estaba sumida en la incertidumbre, Aníbal va a aliarse con


algunas de las ciudades del sur de Italia, por lo que se inició el temor de que el general
púnico pudiese entrar en Roma. El general cartaginés va a alcanzar las puertas de la
ciudad eterna, pero, por razones que se desconocen, decide no atacarla y retira a su
ejército.

La situación en la Península Ibérica también va a ser muy complicada, debido a


que muchos de los pueblos autóctonos se aliaron con Cartago para expulsar a los
romanos. Cneo y Publio Cornelio Escipión van a morir en torno al 211 a. C.;
quedándose la República sin sus dos grandes generales. Ante esta situación, la nobilitas
decide nombrar con poderes pro-consulares a Publio Cornelio Escipión el Africano
Mayor, que decide desplazar al grueso del ejército a la Península Ibérica. Allí, vence a
los pueblos indígenas que se habían alzado contra la Urvs, siendo aclamado como
imperator, y funda Itálica, la primera colonia romana en la futura Hispania.
24
A partir de este momento, la balanza va inclinarse hacia el lado romano. Las
legiones van a reconquistar el sur de Italia, y en el 209 las tropas cartaginesas son
expulsadas de la Península Ibérica. La victoria definitiva de Roma va a llegar en el 202
a. C. en la Batalla de Zama, donde Escipión va a derrotar de forma contundente al
ejército de Aníbal, que se ve obligado a huir, muriendo en el exilio. Un año después,
Cartago se rinde y acepta las durísimas condiciones que le impone Roma: renuncia a los
territorios en la Iberiké, cesión de la flota púnica a Roma y nuevas indemnizaciones de
guerra.

El final de la Segunda Guerra Púnica convierte a Roma en la gran potencia del


Mediterráneo Central. Además, el Senado va a convertir provincias los territorios
conquistados en Hispania: el sur de Portugal, Andalucía, Gibraltar y el este peninsular,
la llamada Hispania Citerior y Ulterior, iniciándose la conquista romana de la Península
Ibérica.

Las guerras de la República en el Mediterráneo

Primera y Segunda Guerra Macedónica (214-205 a. C/200-197 a. C.)

Mientras Roma estaba en guerra con Aníbal, ya tenía frentes abiertos en el


Ilírico, una región situada en los actuales Balcanes, y, sobre todo, en Macedonia, situada
al norte de Tesalia. Después de la muerte de Alejandro Magno, Macedonia era un reino
helenístico de pequeño tamaño que controlaba las poleis griegas y que contaba con un
poderoso y bien organizado ejército. Roma se va a enfrentar a los macedonios en un
total de tres guerras. La Primera Guerra Macedónica y la Segunda se saldaron con una
contundente victoria sobre el monarca macedonio Filipo V19.

Es en este momento cuando Roma va a iniciar una política de justificación de


sus guerras imperialistas, tratando de convertirse en un baluarte de la libertad de los
pueblos oprimidos por los grandes imperios de la época. Uno de los mejores ejemplos lo
encontramos tras la victoria romana en la Segunda Guerra Macedónica. En la
inauguración de los Juegos Ísmicos, ante los representantes de todas las poleis griegas,
el general Flaminino dirá: “lo que los romanos hemos venido a hacer aquí es a dar la
libertad a los griegos”.

Las guerras contra el Imperio Seléucida


19
Roldán, José Manuel: El imperialismo romano. Roma y la conquista del mundo Mediterráneo (264-133
a. C.), Madrid, Síntesis, 1994, págs. 81-97.

25
Al igual que Macedonia, el Imperio Seléucida era también un reino helenístico
que había surgido tras la muerte de Alejandro Magno. Sus fronteras ocupaban la actual
Turquía, el corredor sirio-palestino, toda Mesopotamia hasta la cabecera del Indo y las
satrapías orientales.

Inicialmente, Roma mantendrá relaciones cordiales con el rey seléucida Antíoco


III, ya que pretendía evitar la intervención de este imperio en Grecia. Sin embargo, la
petición de la República al monarca de que no conquistase ninguna ciudad
independiente va a conducir al estallido de una nueva guerra. Antíoco se alía con
Esparta, pero esta es rápidamente derrotada por las legiones, y, tras verse
completamente superado por el ejército romano y sus aliados, se ve obligado a pedir la
paz.

Tras la victoria romana, se firma la Paz de Apamea en el 188 a. C.; mediante la


cual se establecía la división del Imperio Seléucida en varios reinos independientes
entre sí. Las fronteras del Imperio quedaron reducidas a la zona de Siria y Judea,
perdiendo Siria su papel como potencia del Mediterráneo. Sin embargo, Roma no
obtendría ninguna compensación territorial con la firma de esta paz, ya que prefirió
entregar las zonas desgajadas del Imperio a sus aliados, apareciendo nuevas potencias
helenísticas, como el Reino de Pérgamo y el Reino del Ponto. Aun así, la República
había conseguido herir de muerte a uno de los estados más poderosos de su tiempo20.

Tercera Guerra Macedónica (171-168 a. C.)

Tras la muerte de Filipo V, su hijo Perseo accede al trono de Macedonia. Pese a


que al principio trató de mantener relaciones cordiales con Roma, las tensiones no
tardaron en estallar. Al igual que contra Cartago, la República buscó un casus belli que
le permitiese declararle la guerra a Perseo. Fue el rey Éumenes de Pérgamo quien incitó
al Senado a declararle la guerra a Macedonia, ya que temía que Perseo pudiese
reconvertirla en la gran potencia que conquistó el mundo en tiempos de Alejandro
Magno.

La superioridad militar de la República va a marcar el desarrollo de este


enfrentamiento, infringiendo las legiones dirigidas por Emilio Paulo duras derrotas a los
macedonios, como es el caso de la Batalla de Pidna. Es en esta guerra cuando Roma se
va a convertir en una potencia imperialista, iniciándose una deportación masiva de
20
Íbidem, págs. 99-105.

26
griegos (solamente en el Epiro 150.000 personas fueron deportadas), de esclavos y de
multitud de obras de arte. A pesar de que esta guerra es una demostración de poder,
Roma no convierte en provincias a griegos y macedonios, dividiendo el Reino de
Macedonia en cuatro repúblicas independientes entre sí y que no pudiesen tener ningún
tipo de relación entre ellas21.

Tercera Guerra Púnica y conquista de Macedonia y Grecia (146 a. C.)

Tras varias décadas de la finalización de la Segunda Guerra Púnica, en el Senado


se había reactivado el discurso anti-Cartago, sobre todo de la mano de Catón el Censor,
que ejercía la tutela del mos maiorum frente a cualquier tipo de cultura extranjera, en
especial la de los púnicos y griegos. Por ello, siempre terminaba sus discursos con la
frase “ergo Carthago delenda est”. Cartago sería arrasada hasta los cimientos por
Escipión Emiliano en el 146 antes de Cristo, tras una breve guerra en la que Roma
demostró su inmensa superioridad militar.

Ese mismo año, el general Mumio destruía Corinto tras una sublevación de las
poleis griegas. A partir de este momento, tanto Macedonia como las ciudades griegas se
convertían en provincias de la República. Además, los romanos decidieron llevarse a los
intelectuales helenos a Roma, que pondrán la tradición historiográfica griega en manos
de la ciudad eterna.

La presencia romana en la Galia

Uno de los motivos por los que Aníbal había conseguido entrar en la Península
Ibérica tan fácilmente fue porque se alío con los galos cisalpinos, que le permitieron
atravesar sus territorios. Por ello, Roma va a iniciar una serie de campañas contra estos
pueblos, con el objetivo de reconquistar el territorio perdido durante la Segunda Guerra
Púnica y asegurarse de que ningún pueblo volviese a penetrar en su territorio
atravesando el norte de Italia.

Tras consolidar su posición en el norte de la Península Itálica, se van a iniciar


incursiones en la Galia transalpina, fundándose ciudades como Narbo. Roma
considerará a Narbo como una provincia más de la República, que César engrandecerá
cuando conquiste toda la Galia. Por tanto, contemplamos como la República se está
expandiendo hacia el norte22.
21
Íbidem, págs. 107-110.
22
Íbidem, págs. 115-117.

27
Las guerras en Hispania

Mientras Roma está guerreando en el oeste del Mediterráneo, también estaba


enfrentándose a los pueblos autóctonos hispanos. Como consecuencia de la Segunda
Guerra Púnica, se crearon en el 197 a. C. las dos primeras provincias romanas en la
Iberiké: la Hispania Ulterior, situada al sur, y la Hispania Citerior, localizada en el
noroeste. El evidente interés romano de conquistar la Península Ibérica va a poner en
pie de guerra a las tribus autóctonas, por lo que durante todo el período republicano va a
haber constantes guerras en este territorio.

Roma decide avanzar por el fértil valle del Ebro, destacando las campañas de
Tiberio Sempronio Graco, que consigue alcanzar la zona vasco-riojana. Sin embargo, la
dura resistencia celtíbera le va a obligar a pactar una paz bastante beneficiosa para los
intereses de la ciuitas.

A mediados del s. II a. C.; se van a desarrollar las guerras lusitanas, en las cuales
una serie de tribus dedicadas al pastoreo obligaron a Roma a desplazar a sus mejores
legiones. Destacó Viriato, que derrotó a las huestes republicanas varias veces
recurriendo al sistema de guerrillas. Tras mantener en vilo a toda Roma, sería
finalmente asesinado por sus colaboradores, previo soborno de la República.

El mayor enfrentamiento peninsular va a ser las Guerras Celtibéricas, en especial


el enfrentamiento con Numancia. Roma va a asediar esta ciudad durante casi dos
décadas, que va a resistir incluso el ataque de un ejército consular, hasta que Escipión
Emiliano Africano consigue que capitule en el 133 antes de Cristo. La destrucción de
Numancia marca el inicio de la conquista definitiva de la Península Ibérica, que
terminará en tiempos de Augusto (29-19 a. C.)23.

El impacto del imperialismo

No se puede entender la crisis de la República sin tener en cuenta el impacto del


imperialismo. Es el propio éxito de la expansión de Roma el que va a provocar el final
de la República como sistema legislativo, evolucionando al Principado. Durante el
período republicano, se debe hablar de imperialismo, pero no de imperio, ya que este
término se aplicará a partir de la coronación de Augusto como imperator. La

23
Íbidem, págs. 117-128.

28
explicación del imperialismo romano nos conduce a un debate historiográfico en la que
hay dos posiciones fundamentales:

 Teoría del imperialismo defensivo (Theodor Mommsen): defiende que Roma


nunca fue una potencia imperialista de una manera voluntaria, sino que fueron
las potencias extranjeras quienes la condujeron a aprobar una serie de políticas
de respuesta a sus agresiones militares. Con esta teoría, Mommsen trata de
justificar el imperialismo llevado a cabo por Prusia durante la unificación
alemana.
 Teoría del imperialismo ofensivo (William Harris): en su obra Guerra e
imperialismo en la guerra republicana explica que Roma sí fue una potencia
ofensiva porque su nobilitas había decidido emprender la conquista de nuevos
territorios, además de que las capas más bajas de la sociedad romana lo
apoyaron ya que la anexión de los estados enemigos suponía una oportunidad de
conseguir tierras para poder explotar. Además, muchos campesinos se enrolaron
en el ejército ya que a los legionarios que se retiraban se les entregaba un lote de
tierras para que pudiesen trabajarlas.

Por tanto, podemos decir que Roma es una potencia imperialista a partir del final
de la Segunda Guerra Púnica. Tras esta victoria, se lanza a la conquista de nuevos
territorios.

Organización del territorio conquistado

La organización de los territorios anexionados va a ser uno de los problemas a


los que se va a enfrentar la República durante el período imperialista. La élite romana
siempre fue de corte jurídico, como se puede observar desde el s. V a. C.; cuando se
comienza a aplicar la manera de organizar jurídicamente a las provincias. A las ciudades
que Roma anexiona se le otorga:

 Un estatuto jurídico de privilegio, pudiendo ser nombrada:


1. Municipium: es la concesión de un privilegio a una comunidad
preexistente, ya sea indígena o un antiguo asentamiento romano.
2. Colonia: es la concesión de un privilegio a una comunidad fundada por
Roma.
Roma diferencia dos niveles jurídicos:

29
1. Derecho latino (ius latii): es el derecho latino, que otorga a los
ciudadanos de estas ciudades algunos derechos relacionados sobre todo
con el aspecto socioeconómico.
2. Derecho romano: es el máximo privilegio al que puede optar una ciudad,
ya que permite el derecho de votar y ser elegido para las magistraturas
romanas. En un principio, sólo se otorgaba a las urbes cercanas a Roma,
aunque después se expandiría por todo el Imperio.
 Estatuto de no privilegio: hay varias decenas, pero los más importantes son:
1. Ciuitates dediticiae: son aquellas que han aceptado la capitulación, por lo
que no van a recibir prácticamente derechos por haberse enfrentado a
Roma, y se van a ver sometidas a fuertes impuestos.
2. Ciuitates Estipendiariae: pagan una cantidad de impuestos determinada a
Roma pero no tanto como las anteriores.
3. Ciuitates de foedus: son aquellas que tienen un pacto fuerte con Roma
pero que no cuentan con privilegios políticos.

Estos distintos cajones jurídicos que tiene Roma serán utilizados durante toda la
historia de Roma, y va a tener un rotundo éxito tanto en el período republicano como
durante el Imperio.

El impacto socioeconómico del imperialismo

El imperialismo romano también va a tener una importancia esencial en el


ámbito socioeconómico. Se van a producir una serie de sucesos que van a conducir al
apoyo del imperialismo por parte de todas las clases sociales de Roma:

 Idea del enriquecimiento masivo de la población: desde el punto de vista del


imperialismo romano, encontramos muy pronto la creencia de que la conquista
de nuevos territorios suponía un importante incremento de las riquezas dentro de
los grupos más poderosos de la nobilitas romana. Sin embargo, en la tradición
romana estaba mal visto que la nobilitas se enriqueciera, por lo que este grupo
de poder emitió leyes como la Lex Claudia de nabe senatorum (219 a. C.), en la
cual se delimitaba por ley a 300 el número máximo de ánforas que podía llevar
cada barco senatorial tuviese con el fin de hacer creer al pueblo que cumplían la
tradición cuando en realidad se estaban lucrando con estas guerras. Cuando
termina la Segunda Guerra Púnica, la nobilitas se va a dar cuenta de que cada

30
victoria sobre un enemigo y la conquista de sus territorios suponía un aumento
considerable de sus arcas. Esta idea también caló entre las clases medias y bajas
de la República, que estaban deseosas de conseguir tierras o dinero con el cual
poder salir adelante.
 Desde el punto de vista socioeconómico, el principal impacto del imperialismo
es la transformación de las estructuras de la propiedad en Italia. Durante la
Segunda Guerra Púnica, aunque buena parte de la guerra se había librado en
Hispania, los primeros años fueron muy cruentos en Italia. La entrada de Aníbal
en la Península Itálica provocó el llamado agri deserti, es decir, el abandono de
grandes campos trabajados por pequeños y medianos campesinos, que huyeron a
la ciudad, especialmente a Roma. Se van a producir dos fenómenos ligados al
agri deserti:
1. La población que era propietaria en el campo se desplaza a la ciudad, en
especial a Roma, abandonando sus tierras, de manera que van a cambiar
su naturaleza como propietarios, evolucionando hacia una categoría
social que existía en Roma desde el principio, los proletarii. Hablamos
de un desplazamiento de decenas e incluso cientos de miles de personas,
lo que va a conducir a que Roma tenga un millón de habitantes al final de
la República.
2. Compra masiva de los terrenos abandonados en Italia y Sicilia por parte
de la nobilitas a un precio ínfimo. Este es el origen de los latus fundus,
los actuales latifundios. Estos latifundios no necesariamente equivalían a
los grandes terrenos agrónomos de la Edad Media, sino que muchas
veces se denominaban así porque eran la agrupación de pequeños fundi.
Estos territorios van a llevar aparejada la esclavitud por conquista, como
resultado de los mercados de esclavos que van a aflorar tras las
conquistas de la República. Tras la victoria sobre Aníbal, este mercado se
consolida definitivamente y de forma masiva. Se calcula que a finales de
la República dos millones de personas eran esclavos, es decir, un tercio
de la población de Italia y Sicilia. El apogeo de la esclavitud termina a
finales del siglo II después de Cristo. La creación de los latifundios y del
mercado de esclavos de conquista condujeron a la eclosión de las uillae,
las villas, que son complejos divididos en dos zonas:

31
2.1. Complejo palacial (pars urbana): era el lugar donde vivía el
dominus, su familia y sus esclavos domésticos.
2.2. Pars rustica: eran todos los territorios trabajados por la mano de
obra, ya fuese libre en régimen de dependencia o esclava.

El impacto cultural del imperialismo

La conquista de territorios también va a introducir las llamadas novitas, es decir,


las nuevas formas de vestir, de peinarse, de esculpir, etcétera. Estas novitas van a ser
denominadas de forma despectiva por los sectores más conservadores de la nobilitas
como deliciae tarentinae. En la medida que estas novitas entren en contacto el mos
maiorum, será despreciada o aceptada por la élite republicana.

El principal problema va a ser un cambio en el pensamiento, debido a la


influencia del mundo helenístico, que va a entrar en conflicto con la conservadora
cultura romana. Esta no era la primera vez que la influencia griega llegaba a Roma. Las
excavaciones arqueológicas en el Foro Boario han demostrado que desde el s. VIII a. C.
ya había una fuerte presencia arqueológica de la Grecia oscura, y con ella de su
pensamiento. Por tanto, las deliciae tarentinae tras la conquista de la Magna Grecia no
son las primeras influencias griegas.

Sin embargo, las ideas griegas marcarán el pensamiento romano en todos sus
aspectos: filosófico, político… Tanto es así, que el gran poeta Horacio citará
textualmente: “Grecia vencida venció a su gran vencedor”. Esto resume la increíble
influencia que tuvo el mundo helenístico sobre Roma. A esta influencia de las poleis de
la Magna Grecia se le unirá la cultura macedónica y del resto de Reinos Helenísticos.

El principal movimiento filosófico que va a adoptar la República es el


estoicismo, importado a la Urvs a través de los generales y los miembros de la nobilitas
que lucharon en el sur de Italia. El estoicismo proporcionará a la nobilitas una base de
ideas sobre el ejercicio del poder, y justificará el imperialismo mediante el derecho
natural, es decir, va a reafirmar su dominio sobre los pueblos extranjeros, a los que se
les va a denominar “bárbaros”, y sobre la sociedad romana. Estas ideas se van a aplicar
a todo el pensamiento romano.

La historiografía griega también va a pasar al servicio de Roma. En aquel


momento, la historia griega estaba ampliamente elaborada y era mucho más avanzada

32
que la romana. La nobilitas trató de escribir un relato histórico que se justificase el
dominio de las grandes familias sobre Roma desde su fundación. Por ello, se crea una
historia romana que asume la analística pero la reelabora. El principal historiador de
este período es Polibio, de origen griego, y, curiosamente muy anti-romano, aunque
terminará en el círculo intelectual de Escipión Emiliano. Polibio trabajará al servicio de
Roma, y es quien va a realizar esta simbiosis entre historia griega y romana, donde se
marcará la relación existente entre los helenos y la Urvs, mostrando la naturaleza del
sistema republicano romano sobre la base de las ideas griegas.

En materia religiosa, la influencia griega también va a tener un peso enorme. La


religio romana ya contaba con influencias helenas, pero el mayor cambio es el de la
religión poliada, es decir, la religión de la ciudad, los dioses oficiales de la República.
En la política romana, también la religión se va a helenizar, mezclándose con la
tradición secular procedente de los latinos y los etruscos.

Durante el período tardo-republicano, también la política griega va a influenciar


al estado romano. En el momento de la conquista romana, la política griega está
marcada por el basilei, el reino, con el rey o basileus al frente. Esto introduce en Roma
el concepto del despotismo, es decir, el del soberano que no tiene que rendir cuentas a
los que sirve. Será esta idea de autocracia la que calará en la nobilitas, lo que terminará
conduciendo a la proclamación del Principado.

Todos estos cambios se producen de forma paulatina, pero serán la base del
pensamiento romano hasta que el Cristianismo triunfe tras el Edicto de Milán, donde se
tendrán que cambiar las ideas de forma radical.

TEMA 5. LA CRISIS DE LA REPÚBLICA

Introducción

Cuando nos referimos a la crisis de la República, debemos hablar de un período


comprendido entre el 133, año del tribunado de Tiberio Graco, y el 27 antes de Cristo,
año de la coronación de Octaviano como emperador, estando la gran mayoría de los
autores de acuerdo con esta cronología. Estas fechas sirven para localizar en el tiempo
este problema, pero esta crisis tiene como antecedente el impacto del Imperialismo
republicano.

Escipión Emiliano: el primer político que hizo campaña electoral


33
Aunque no tuvo los poderes orgánicos que otros tendrán posteriormente,
Escipión Emiliano es uno de los primeros ejemplos que tenemos de unión de carrera
exitosa militar con una exitosa carrera política basada en las victorias en el campo de
batalla, debido al revestimiento ideológico de este poder mediante el empleo de
elementos culturales. Para llevar a cabo este cometido, tendrá a su servicio a un círculo
de intelectuales que se encargarán de ensalzarle como político y militar, emitiéndose los
primeros carteles propagandísticos que inundarán Roma.

La división de la nobilitas

Los últimos años de la República van a estar marcados por las luchas internas
dentro de la nobilitas. La rivalidad por el poder va a conducir a enfrentamientos para
obtener el consulado y las magistraturas más importantes de la República. Debido a
esto, se puede observar que las principales gentis se van a aliar y enemistar entre ellas
hasta formar dos facciones que se enfrentarán incluso en guerras civiles: los optimates y
los populares. Algunos autores consideraban a estos bandos como el origen del
bipartidismo, pero los estudios más recientes demuestra que ninguna de las facciones
deseaba revertir el orden establecido ya que pertenecían a la nobilitas. Por ello, estas
dos facciones dominarán la política romana, sólo distinguiéndose en el planteamiento:

 Los optimates basaban su poder en el control del Senado y consulado, y por lo


general solían triunfar en las elecciones consulares.
 Los populares se apoyaban en el Tribunado de la Plebe debido a sus escasas
oportunidades de triunfar en las elecciones al Senado y al consulado. Es por ello
que buscaban el apoyo del pueblo, promoviendo leyes beneficiosas para la
plebe.

Los tribunados de los hermanos Graco

Estos individuos pertenecían a la Gens Sempronia y estaban emparentados con


sus enemigos mortales, los Escipiones. Sus mandatos son un punto de inflexión de la
República, no sólo porque van a utilizar el Tribunado de la Plebe para sus estrategias
políticas, sino como lo van a plantear, lo que acarrea un clima de violencia.

Tiberio Graco propuso que como en Roma existía el problema del


abastecimiento de cereal y el del acceso a las tierras, se debía aprovechar el
imperialismo para paliar estos problemas, repartiéndose entre los campesinos y los

34
legionarios retirados. Para llevar a cabo esta reforma, nombra una comisión triunviral
que debían coordinar estos repartimientos de tierras, pero el Senado va a intervenir en
contra, ya que esta propuesta suponía un menoscabo de la política que había empleado
la nobilitas para acaparar las tierras conquistadas. Finalmente, la comisión se disuelve y
Tiberio es ejecutado.

Cuando sube al poder, su hermano Cayo Graco va a promover una serie de leyes
ya preparadas con el objetivo de evitar cualquier represión por parte del Senado. Las
principales son:

 Lex agraria: como su nombre indica, es una ley sobre el repartimiento de tierras
semejante a la de su hermano. Para su proyecto, contaba con los ingresos del
Reino de Pérgamo, que había sido legado por su último rey a la República y que
pese a su pequeño tamaño era muy rico. Con este dinero, Graco podría ayudar a
los colonos a asentarse y a entregar tierras a los veteranos de las legiones. Por
último, su medida estrella sería la reconstrucción de Cartago.
 Lex frumentaria: reparto del cereal a un precio bajo a la plebe.
 Creación de los quaestiones de repetundis, el equivalente a los actuales
tribunales anticorrupción. Graco pide que estos tribunales estén formados por
equestres, es decir, miembros del estamento privilegiado de riqueza media. Esto
suponía una amenaza directa al poder de la nobilitas, ya que se le denegaba el
acceso a esta magistratura.

Estas leyes provocaron que entre el 123 y el 122 a. C. el Senado articulase el


Senatus consultum ultimun (SCU), un decreto por el cual el Senado aprobaba la condena
a muerte de Graco de forma irreversible, declarándolo además hostis publicus (enemigo
público). Esta será la base de una serie de leyes que permitirán el asesinato de los
enemigos políticos a lo largo del período tardo-republicano. Esta gravísima decisión del
Senado no se había tomado nunca en la Historia de Roma, instrumentalizándose la
violencia, ya que se van a emplear las instituciones de la República para eliminar al
enemigo sin juicio previo. Por tanto, se abre una espita por la cual van a transitar varios
políticos del último período republicano24.

Los consulados de Cayo Mario

24
Roldán, José Manuel: La República romana: Madrid, Cátedra, 1981, págs. 399-420.

35
Como luego ocurrirá con Cicerón, Cayo Mario es un caso extraño de la
nobilitas, ya que originalmente no pertenecía a ella, sino que es un homo novus, un
hombre hecho a sí mismo que va a ascender en el cursus honorum, la carrera política, y
sobre todo en la carrera militar, donde va a destacar en los dos conflictos en los que
estaba sumido Roma:

 Guerra de Yugurta: el Reino de Numidia, situado en África, había sido un


tradicional aliado de Roma. Las relaciones entre ambos estados eran tan buenas
que incluso su soberano envió a su hijo menor Yugurta a formarse militarmente
en la conquista de Numancia. Sin embargo, Yugurta asesinará a su hermano
mayor y se proclamará rey de Numidia. Ante esta situación, el Senado envió
varios ejércitos contra él, pero no fueron capaces de derrotarlo. Cuando es
nombrado cónsul, Cayo Mario va a orientar la política exterior de la República
hacia esta guerra, dándose cuenta de que el ejército romano se estaba quedando
obsoleto. Por ello, llevará a cabo una reforma profunda de la institución militar
de la que luego hablaremos. Finalmente, Mario se vencerá a Yugurta gracias a
su joven lugarteniente Lucio Cornelio Sila25.
 Invasión de cimbrios y teutones: estas tribus de origen germánico pusieron en
jaque a la República, ya que comprometieron la situación político-militar de
Roma en Italia. Los cónsules que sucedieron a Mario fueron derrotados en
repetidas ocasiones, por lo que el veterano militar fue reelegido para la máxima
institución republicana en el 103 a. C. por tercera vez. Una vez más, Mario
conseguiría derrotar a sus enemigos26.

El consulado de Cayo Mario aporta las siguientes novedades:

 Victorias consulares: los éxitos militares de Mario le permitieron ganar durante


aproximadamente siete años las elecciones consulares. Por lo tanto, la primera
novedad que aporta es la reiteración en el consulado, lo cual suponía la violación
de algunas leyes de la República. Esto conducirá a los políticos posteriores a
emprender campañas con el objetivo, de ostentar el poder durante años.
 Reforma del ejército: las dificultades concretas que habían surgido en la Guerra
de Yugurta movieron a Mario a llevar a cabo una reforma del ejército. Además
de reorganizar los diferentes rangos militares, la principal novedad que incluye
25
Íbidem: págs. 434-438.
26
Íbidem: págs. 439-442.

36
el cónsul es la inclusión de los proletarios en las legiones. No era la primera vez
que los proletarios entraban en la legión, pero a partir de la reforma podrían
entrar sistemáticamente cuando no fuesen absidui, es decir, cuando no tuviesen
propiedades, por lo que se consagrarán en favor de los intereses de sus
generales, siguiéndoles incluso contra la propia Urvs, ya que querían recibir los
lotes de tierra cuando se convirtiesen en veterani, aunque esto acarreará un
problema de tierras en Roma27.

La dictadura de Sila

Guerra social (91-88 a. C.)

La Guerra Social (Bellum Socii) es el levantamiento de algunos pueblos situados


en las regiones montañosas de la Italia central y meridional contra la República. Estos
pueblos, originalmente aliados de Roma, se van a dotar de una especie de estado
confederado propio que se va a llamar Italia. Italia será un estado de carácter federal,
pero que va a emitir su propia moneda con el nombre de la confederación y reflejando a
un toro embistiendo a una loba como alegoría de la victoria sobre la opresora república.
La guerra fue muy cruenta, por lo que el Senado, que en aquel momento también tenía
otros frentes abiertos, se vio obligado a negociar la paz con las oligarquías de estas
ciudades, de manera que se llegó a un acuerdo en el que la aristocracia de las urbes
sublevadas recibió la nacionalidad romana28.

La llegada al poder de Sila: la primera marcha sobre Roma

En el sur de Italia, en concreto de la ciudad de Nola, un general romano que


había tenido bastante predicamento en la Guerra de Yugurta, Lucio Cornelio Sila, había
recibido el imperium del Senado para marchar a Oriente y ponerse al frente de las
legiones que en aquel momento estaban combatiendo a Mitrídates VI, rey del Ponto,
estado situado desde la zona de Estambul al mar Negro. Esta guerra era de vital
importancia debido a que estaban en juego los intereses romanos en esta zona obtenidos
tras la guerra contra los seléucidas. Mientras Sila estaba en guerra contra los sublevados
en Italia, los populares se hicieron con el poder de Roma, apartándole de la campaña de
Oriente. Ante esta situación, el general romano decide llevar a sus legiones contra la

27
Íbidem: págs. 436-437.
28
Íbidem: págs. 466-471.

37
mismísima Roma en el 88 antes de Cristo. En ese momento, el Senado le devuelve el
imperium y Sila se retira a Asia.

Mientras Sila se encuentra combatiendo al Reino del Ponto, sus adversarios


refuerzan el poder, en especial su enemigo Cinna, que será elegido cónsul a lo largo de
estos de estos años. Para evitar la consolidación de los populares al frente del Senado y
de las magistraturas más importantes, Sila firma la Paz de Dárdanos en el 85 a. C.;
aunque realmente esta paz era una tregua con la que el general romano se aseguraba
poder ir a la guerra contra sus enemigos sin ningún temor de que el Ponto amenazase las
posesiones romanas de Oriente.

El gobierno de Sila

En el 82 a. C.; Sila entra en Roma y se proclama Dictator legibus scribundis et


rei publicae constituendae (dictador sin límite temporal), siendo la primera de las
graves violaciones a las instituciones de la República que se llevarán a cabo en estos
años. El nuevo jefe del estado romano tendrá un poder ilimitado en el tiempo, y se
situará por encima de cualquier magistratura republicana, incluso por encima de la
dictadura. Sila va a utilizar al máximo este nuevo título, de manera que va a dar una
serie de pasos que nunca se habían dado.

Nada más llegar al poder, Sila va a instrumentalizar la violencia mediante la


aprobación de las proscripciones silanas, una lista de individuos enemigos del dictador
cuyas vidas quedaban libradas a la ambición del primer carnicero que quisiese cobrar
las altas recompensas que se ofrecían por su cabeza. Varias decenas de senadores fueron
ejecutados tras la aprobación de estas proscripciones. Además, formar parte de estas
proscripciones no suponía solo la inmediata ejecución, sino que además las propiedades
del asesinado eran expropiadas. Las fincas, villas y demás territorios expropiados por el
Estado serían utilizados como pago de Sila a sus aliados, en especial a Marco Licinio
Craso, que se convirtió en el hombre más rico de Roma. Una vez más, las
proscripciones silanas están marcando el camino que utilizarán otros gobernantes,
como los componentes del Segundo Triunvirato, cuyas listas de nombres multiplicarán
por treinta el número de ejecutados.

Sila incorporará algunos nombres y títulos como identificación y para justificar


su poder. Algunos de estos son:

38
 Felix (protegido por los dioses): este título implicaba que la religión oficial del
Estado estaba en favor del dictador, por lo que sus actos políticos estaban
abalados por la deidad. Por ello, Sila cumplirá los rituales propios de la religión,
con el fin de obtener el favor de los dioses, lo que se conoce como pietas. La
religión y la vida política irán muy unidas de la mano a partir de este momento,
en especial dentro de las élites.
 Imperator: Sila recibió este título del Senado con la inauguración de una estatua
ecuestre. Obviamente, Sila no es proclamado emperador, sino que recibe este
nombre por tener el control militar de la República. Además, no lo incorporará a
su nombre.

Uno de los problemas a los que tuvo que hacer frente Sila fue al del
repartimiento de tierras. Este problema tenía un objetivo triple:

 Cumplir la ley de licenciatura de los veteranos de las legiones.


 Buscar la lealtad de los soldados que seguían formando parte de los ejércitos del
dictador.
 Convencer a los jóvenes para que se enrolasen en los escuadrones militares.

Sila repartirá tierras a unos 120.000 veteranos, que será el inicio del
licenciamiento masivo de veteranos a lo largo del final de la República, lo cual obligará
a los generales a buscar continuamente nuevas tierras para repartir.

Muchas de las leyes que Sila aprobó tenían que ver con que evitar que otros
generales o políticos hicieran lo que él había hecho. Por ello, va a iniciar una política en
la que se van a reformar los mandos en las provincias, las edades que permitían el
acceso a las magistraturas, el acaparamiento de los cargos públicos, etcétera, que
consistían en introducir una serie de trabas legales que impidiesen que un solo individuo
obtuviese mucho poder.

Para sorpresa del mundo, en torno al 81 a. C. Sila abdica y reestablece el orden


legislativo republicano, sin que nos haya llegado a nuestros días el motivo de su
renuncia. Aun así, se presenta a las elecciones consulares y vence junto a Metelo,
miembro de una de las gens más afines al ya exdictador y cabeza del bando de los
optimates. Tras el consulado, se retirará a su villa hasta que muere en torno al 79 antes
de Cristo29.
29
Íbidem: págs. 494-504.

39
Las rebeliones del período tardo-republicano

La Guerra de Sertorio (80-71 a. C.)

Cuando Sila muere, Roma seguía enquistada en los dos bandos de los optimates
y los populares. Al grupo de los optimates se unirá Pompeyo Magno, otro general
prestigioso que había servido con Sila. Tal era el recrudecimiento de la situación, que en
Hispania estalló una guerra civil, la llamada Guerra de Sertorio. Sertorio era un general
del bando popular que se había levantado contra la tendencia del Senado a apoyarse en
los optimates. Esta guerra no es una rebelión independentista contra la República, sino
contra el gobierno, aunque algunos grupos celtíberos apoyaron al general hispano,
reconociéndole como caudillo militar.

Sertorio va a conseguir asentar sus posiciones por toda la Hispania romana, e


infligir duras derrotas a las legiones que envió el Senado para hacer frente a la rebelión.
Ante esta situación, Roma decide enviar a sus dos mejores generales:

Metelo: va a atacar el sur, recibiendo algunas derrotas. Con la llegada de Pompeyo a la


Península, sus tropas conseguirán derrotar a los sublevados.

Pompeyo: el joven general del bando optimate desembarcará en el norte de la Península.


Allí, iniciará movimientos contra las huestes de Sertorio, pero al ser incapaz de obtener
victorias claras, decide aliarse con los vascones, fundando la ciudad de Pamplona y
convirtiéndola en su cuartel general. Al final de la guerra, los vascones serán
recompensados generosamente por sus servicios a la República.

Poco a poco, los ejércitos de los dos generales fueron asediando y derrotando a
las ciudades aliadas de Sertorio, quien sería asesinado en torno al 74 antes de Cristo. A
partir de este momento, la guerra se va a inclinar definitivamente hacia el bando
republicano, que terminará derrotando definitivamente a los sublevados en torno al 71
antes de Cristo.

La Guerra de Sertorio supuso la consolidación de Pompeyo como gran general,


lo cual le acarrearía un aumento de su popularidad y sobre todo de su poder político, lo
que le auparía al poder supremo de Roma junto a César y Craso durante el Primer
Triunvirato30.

La revuelta de los esclavos (73-71 a. C.)


30
Íbidem: págs. 511-515.

40
Estas revueltas se desarrollarán principalmente en el sur de Italia y en Sicilia, ya
que eran los lugares donde más esclavos habían debido a los grandes latifundios de
cereal. Estas revueltas nacerán del ansia liberadora que se había extendido dentro de la
población esclava, harta de la opresión de sus amos. La más famosa que más problemas
acarreó a Roma es la revolución de Espartaco, que va a explotar en la zona de Capua,
situada en el sur de Italia, y que contaba con grandes escuelas de gladiadores. Más de
cien mil esclavos se levantarán contra Roma, y sus legiones serán derrotadas
estrepitosamente gracias a la capacidad estratégica del caudillo de los esclavos.

En este momento, Craso ve llegado su momento para obtener una gran victoria
militar que le condujese al consulado. Por ello, soborna a los senadores y consigue el
mando militar contra Espartaco, confiándosele un total de seis legiones. A pesar de
todo, a Craso se le resistió la victoria, y sus estrategias y maniobras fueron una y otra
vez salvadas por el astuto esclavo. Tras recibir el apoyo de Pompeyo, que volvía de
Hispania, el ambicioso general consigue derrotar a los sublevados, y llevará a cabo un
castigo ejemplar con el fin de mostrar a Roma su poder: unos 6.000 esclavos serán
crucificados en la Vía Apia31. Con esto, Craso buscaba ser recompensado con el
Triunfo, es decir, la ceremonia político-militar-religiosa procedente del período
monárquico por la cual el Senado homenajeaba a un general que hubiese vencido a un
ejército extranjero. El vencedor, cuya cara estaba pintada de color ocre, portaba una
corona de laurel y la toga picta, entraba en la Urvs en un carro tirado por caballos y
atravesaba la Vía Sacra para subir al capitolio y hacer un sacrificio a Júpiter Óptimo
Máximo, mientras un esclavo le recordaba que no era un Dios. La ceremonia del
Triunfo suponía un aumento del poder político, por lo que Craso estaba convencido de
que el Senado se lo concedería y podría alcanzar el poder. Sin embargo, sólo le
concedieron la ovatio, que no tenía las connotaciones religiosas del Triunfo.

El consulado de Craso y Pompeyo: el camino al Primer Triunvirato

El hecho de que no se le otorgase el Triunfo hizo a Craso darse cuenta de que no


tenía dentro del Senado los apoyos que él pensaba, por lo que decidió acercarse a
individuos que pudiesen otorgarle poder fuera del Senado. Por ello, pactará con
Pompeyo, ya que le interesaba su poder político. Este pacto se cristaliza en su consulado
del año 70. Ambos legislarán en función de sus intereses: Craso mirará por los

31
Íbidem: págs. 515-519.

41
beneficios de sus Sicitates (empresas) en Asia Menor y Pompeyo tratará de aumentar su
poder político.

Con el consulado de Pompeyo y Craso se observa que los personalismos le están


ganando terreno a la República como idea abstracta, aprovechándose estos individuos
de las instituciones estatales para aumentar su poder. Por ejemplo, en torno al año 67, el
Senado conferirá a Pompeyo un imperium extra ordine contra praedones, es decir,
contra los piratas, que estaban sembrando el pánico en el Mediterráneo Occidental. Para
sorpresa de todos, en tan sólo unas semanas, Pompeyo los liquidó, y aspiró a un nuevo
imperium extra ordine, que tras presionar al Senado le será concedido en el 66 tras la
declaración de guerra al Reino del Ponto, que había aprovechado la paz firmada en
tiempos de Sila para poder rearmarse. Tras varios años combatiendo en el corredor
sirio-palestino, Pompeyo vence, y decide trasladar al Senado tres propuestas conocidas
como Actae Pompeii:

 La provincialización de Asia, surgiendo la Provincia de Siria.


 Intervención romana en Judea: se lleva a cabo la abolición de cualquier reino en
Judea, entregándose este territorio a una de las ramas de los sacerdotes judaicos,
creándose una especie de estado teocrático. En este momento, Israel pasa a
entrar en la órbita romana, ya que además se establece que el gobernador de
Siria vigilase este territorio.
 La entrega de tierras a los veteranos: se establece una negociación con el Senado
con el fin de obtener territorios para sus legionarios.

El Primer Triunvirato (62-60 a. C.)

La conjuración de Catilina: la inestabilidad de la República

En el año 63, durante el Consulado de Cicerón, había ocurrido la revuelta de


Catilina, un complot por el cual trató de hacerse con el poder. Este conflicto mostró una
vez más la debilidad institucional y el clima de tensión que existía en la República en
este momento. Finalmente, Cicerón, en su famosa obra in Catilinariam, pide la
aprobación del SCU al Senado contra su enemigo, consiguiéndolo.

La creación del Primer Triunvirato

Cuando Pompeyo llega a Roma tras su triunfo en Oriente, se da cuenta de que


debe volver a pactar con Craso, aunque deciden que la nueva alianza acordada debía ser

42
más amplia, es decir, que les brindase los apoyos de algunos sectores populares del
Senado con el objetivo de conseguir mandos militares en la guerra contra los partos, y,
sobre todo, obtener el favor de la plebe. Esto les será brindado por un joven político
llamado Julio César, que aportará al pacto sus apoyos en el Senado (obtenidos gracias a
sus relaciones sexuales con las esposas de los senadores y con los propios senadores) y
en la plebe, en aquel momento muy armada y organizada en grupos criminales pero que
le respetaban profundamente debido a sus numerosos donativos. Gracias a esto, se
forma el mal llamado Primer Triunvirato, que consistía en un acuerdo privado en el que
cada uno de los tres miembros aporta lo que tiene a cambio de conseguir sus objetivos
político-militares:

 Pompeyo: aporta sus apoyos en el Senado y su popularidad a cambio de la


aprobación de las actae Pompeii.
 Craso: aporta ingentes cantidades de dinero para sobornar a senadores o costear
las campañas políticas de sus aliados dinero a cambio de obtener el mando
militar contra los partos y la protección a sus empresas asiáticas.
 Julio César: aporta nuevos apoyos en el Senado y el de la plebe a cambio del
mando militar de la Galia.

Para conseguir todo esto, el Primer Triunvirato va a iniciar la creación de una


plataforma política en la cual poder apoyar sus ideas, que se conseguirá gracias al
consulado de César, que lleva a cabo todas las empresas pactadas.

La consolidación de César y la ruptura del Triunvirato

César se reservará para sí mismo el imperium proconsulare (mando militar post-


consulado) de la Galia. En aquel momento, Roma sólo tenía el control de la Provincia
de Narbo, por lo que César decide ampliar los territorios de la República en el Norte,
fijándose como objetivo la toma de la Galia Transalpina. En apenas siete años (59-52 a.
C.), el miembro más joven del Triunvirato conquistará toda la Galia al completo e
incluso realizará una incursión en Britania, aunque posteriormente la abandonará.

Julio César destacó por su increíble manejo de la información y la propaganda.


Además de mandar informes al Senado, que serán el origen de su obra La Guerra de las
Galias, con gran rapidez, se repartieron miles de folletos informativos de sus logros
entre la plebe, lo que aumentó su popularidad. En apenas unos años, César pasó de ser
el miembro menos destacado del Primer Triunvirato al más popular y poderoso.
43
Mientras tanto, Craso muere en Asia en la guerra contra los partos, y Pompeyo
había aprovechado que su aliado estaba en la Galia para ser nombrado cónsul sine
colega. En el año 49, César, que aún estaba en territorio galo, decide presentarse a las
elecciones consulares, iniciándose un debate en el Senado si podía hacerlo o no, ya que
una facción, encabezada por el propio Pompeyo, exigía que estuviese en Roma si quería
optar a la máxima magistratura. Finalmente, el Senado impide que el conquistador de la
Galia se presentase a las elecciones.

Ante esta situación, César decide reagrupar a sus legiones y marchar sobre
Roma. En los primeros días de enero del 49 atraviesa con su ejército el río Rubicón,
frontera de la Galia cisalpina e Italia, algo prohibido por ley en este momento, lo que
conduce al Senado a declararle Hostis publicus y a aprobar su SCU. Con estos
acontecimientos, estalla la Guerra Civil más importante de la historia de Roma.

La Guerra Civil (49-45 a. C.)

Cuando César atraviesa el Rubicón, se inicia la guerra civil por antonomasia de


la Historia de Roma. Ninguna de las guerras civiles posteriores será capaz de superar
este enfrentamiento. El conflicto cuenta con varias escalas geográficas en distintas
provincias de la República:

 Italia: tras cruzar el Rubicón en el 49 a. C.; César y su ejército entran en Roma,


dispuestos a terminar con la vida de Pompeyo y sus seguidores. Sin embargo,
tanto el general como sus afines habían huido a Grecia. Ante esta situación,
César consigue el control del tesoro del templo de Saturno, con el cual financiará
sus campañas militares, y se proclama dictador, iniciando el período de
alternancia de poderes que le conducirán finalmente a la dictadura perpetua.
Estos poderes se van a intercalar durante la guerra: una vez termine su mandato
como dictador, se presentará a cónsul, para luego volver a ser investido
dictator… Por tanto, en Italia no hay casi guerra.
 Grecia: es el lugar a donde huyen Pompeyo y sus aliados.
 Hispania: mientras César estaba conquistando la Galia, Pompeyo había
conseguido el mando militar de Hispania, por lo que contaba con un gran
número de legiones allí.

44
Una vez ha consolidado su posición en Roma, César va a iniciar campañas en el
Mediterráneo occidental, dirigiendo personalmente a su ejército. La primera gran batalla
de la guerra será la de Ilerda (49 a. C.), en la que el conquistador de la Galia triunfará,
volviendo inmediatamente a Roma tras vencer. En el 48 a. C. decide atacar Grecia una
vez se ha asegurado de que sus legiones están preparadas para entablar combate con
Pompeyo, y vence en la Batalla de Farsalia, una de las más importantes de la guerra.
Ambos generales se presentaron con el grueso de su ejército al combate, muriendo miles
de legionarios en el campo de batalla. Por ello, esta victoria fue definitiva, ya que los
ejércitos de César tuvieron muchas bajas.

Muy debilitado, Pompeyo y sus aliados huyen a Alejandría, ciudad del reino
Ptolemaico de Egipto. Este era el reino helenístico más grande y poderoso del momento,
y combinaba la cultura y la religión egipcia con la influencia griega. En aquel momento,
dentro de las corte había divergencias entre los dos aspirantes al trono: Ptolomeo XIII y
su hermana Cleopatra, por lo que, temerosos de que Egipto sufriese una invasión
ejecutan a Pompeyo. A partir del 48, César se va a involucrar en las políticas internas
del Reino de Egipto, no sólo por su romance con Cleopatra, a la que va a ayudar a
asentarse en el trono, sino por la gran cantidad de recursos que le proporcionaba el reino
africano. Marco Antonio, ayudante de César, emulará a su antecesor al apoyarse
también en la reina egipcia en su guerra contra Octaviano.

Con la derrota en Farsalia y la muerte de Pompeyo, el bando anti-cesariano se


fue debilitando, y sus partidarios huyeron a África y Asia. Uno de sus sucesores, Catón
el Joven, se suicidaría tras ser derrotado en la Batalla de Tapsos (46 a. C.).

La magnis itineribus, la velocidad de desplazamiento de César, será vital para


que venza sus enemigos. Sus tropas se movían a una velocidad asombrosa,
permitiéndole sorprender continuamente a las tropas de Pompeyo y asestándoles duras
derrotas. Entre todas estas batallas, Cesar vuelve continuamente a Italia, con el fin de
renovar sus poderes, además de que enviaba documentos al Senado en los que narraba
sus hazañas militares. Finalmente, la Batalla de Munda, situada en el sur de Hispania
(45 a. C.) supone el final de la guerra.

El gobierno de Julio César: la vulneración del régimen republicano

Durante la Guerra Civil, César alternará los máximos poderes que le brindará el
régimen institucional republicano (dictadura y consulado). Avanzada la guerra, va a
45
comenzar a modificar estos poderes, proclamando una dictadura de diez años,
vulnerando el régimen institucional de la República, como ya hizo Sila en su tiempo,
sólo que César no estaba dispuesto a abdicar.

Posteriormente, probablemente en febrero del 44 a. C.; César decide nombrarse


Dictator perpetuus, es decir, se mantendría en el poder hasta su muerte. En este
momento, inicia una serie de medidas que asentarán las bases del futuro imperio de
Augusto. Estas son:

 Incorpora el nombre de imperator a su nombre de pila. Al igual que Sila, no se


está proclamando emperador, sino que se está refiriendo a su control sobre el
ejército.
 Pater patriae, como ya se nombró Sila.
 Aumenta el Senado a 900 diputados, incorporando a las aristocracias italianas.
 Se arroga el derecho a vestir la toga picta, la toga del Triunfo, y de portar la
corona de laurel cuando quisiese. Con este movimiento iconográfico César se
auto-declaraba superior a otro magistrado.
 Se nombra Pontifex Maximus de la religio romana.
 Funda nuevas colonias por toda la República para establecer a sus legiones.

Frente a todas estas medidas, el temor a que César pudiese proclamarse rey
aumentó dentro del Senado. Esta creencia estaba fundamentada en tres hechos:

 La sustitución del nombre de Caesar por el de rex.


 La población le tildase de rey en vez de llamarle César.
 La celebración de los lupercalia de febrero del 44 antes de Cristo: los lupercalia
era una fiesta muy venerada por la tradición romana y que contaba con grandes
rituales religiosos. Marco Antonio, el magister militum, es decir, el ayudante del
dictador, se aproximó a César y le ofreció una diadema, símbolo de la realeza en
el mundo helenístico. Ante los murmullos de la plebe, tras unos segundos de
máxima tensión, César decide no ceñirse la diadema. Sus defensores dicen que
César no pretendía proclamarse rey, mientras que las anti-cesarianas decían que
había sido el dictador el que había promovido todos estos acontecimientos para
comprobar cuál sería la reacción de la plebe en caso de que se hubiera
proclamado rey.

46
Todas estas cuestiones y el reforzamiento de su poder, convirtiéndose en el
hombre más poderoso de la Historia de Roma hasta ese momento, provocó que algunos
senadores, como Casio, Bruto y Cicerón, cerebro de la operación, conspirasen contra el
dictador, asesinándolo en el teatro de Pompeyo (actual Plaza de la Torre Argentina) en
las idus de marzo del 44 antes de Cristo.

Todos los especialistas están de acuerdo en un punto: los cesaricidas no tenían


un plan B, es decir, no habían previsto una reacción de las masas en favor de César, sino
todo lo contrario, creían que se iba a elogiar su asesinato ya que en Roma la eliminación
de dictadores estaba bien visto. Además, tampoco contaron con dos elementos que a la
postre resultaron decisivos para la futura muerte de la República:

 La habilidad de Marco Antonio para hacerse con los Acta Caesaris, entre las
cuales estaba su testamento. De inmediato, va a movilizar a la plebe mediante la
oración de una laudatio funebris en honor a César en la que desvela una
generosísima donación al pueblo romano. Por ello, la plebe se moviliza contra
los cesaricidas, obligados a huir con sus legiones.
 En Apolonia, una pequeña ciudad del Epiro, había un joven estudiando llamado
Cayo Octavio, que era sobrino nieto de César. En el testamento se incluía una
cláusula en la que se establecía su adopción, convirtiéndose en el heredero
político y de las riquezas del dictador. Cuando se entera de que han asesinado a
su tío, embarca hacia el sur de Italia. Allí se entrevistará con Cicerón, que pensó
que sería capaz de manejarle a su gusto, pero como podemos ver, el viejo cónsul
se equivocó estrepitosamente.

El Segundo Triunvirato

Octavio llega a Roma con el objetivo de convertirse en el heredero de su padre


adoptivo, cambiando su nombre de Caius Octavius a Caius Iulius Caesar Octavianus.
En este momento, Octaviano intenta hacer valer que él representaba la herencia política
de César, poniéndose en contra de los cesaricidas y contra Marco Antonio. Con mucha
habilidad política, el futuro emperador, al darse cuenta de que no puede enfrentarse a
sus enemigos en el campo de batalla, no reclama el trono de su padre e intenta acercarse
a Marco Antonio.

47
Por otro lado, Antonio, que sí contaba con el dinero y el mando militar del que
carecía Octaviano, decide negociar con él, ya que a ambos les convenía dar una imagen
de vengadores de la muerte de Julio César al pueblo. Por ello, establecen una alianza
que será la base del Segundo Triunvirato, al que posteriormente se le unirá Lépido, un
antiguo aliado de César. Este triunvirato ya cuenta con un título oficial, el de tres virii,
que les colocaba por encima de todas las magistraturas. Inmediatamente, se declara la
guerra a los cesaricidas, y se comienzan a emitir las proscripciones triunvirales, siendo
asesinados personajes de gran importancia en el anterior período político, como es el
caso de Marco Tulio Cicerón, que sería ejecutado por orden de Antonio.

La guerra se va a desarrollar durante varios años. Los cesaricidas van a ser


asesinados y derrotados en las diferentes batallas, mientras que en los años 30 crece la
rivalidad entre Octaviano, que había sido elegido varias veces cónsul, y Antonio.
Mientras Antonio marcha a Oriente para vencer a los enemigos de César e inicia su
relación político-afectiva con Cleopatra, Octaviano comienza a emitir propaganda
contra él en Roma y consigue que las comunidades italianas le juren fidelidad política y
militar, lo que se conoce como iurato italiae. Gracias a esto Octaviano va a conseguir el
mando sobre más legiones, lo que será un factor vital para su posterior triunfo.
Posteriormente, a Octaviano se le unirán más provincias.

Una vez derrotados los cesaricidas, podemos ver que el enfrentamiento es una
guerra entre Octaviano, apoyado por las provincias romanas y las comunidades
italianas, y Marco Antonio, apoyado por sus legiones y el ejército de Cleopatra.
Después de varias campañas, en las costas del Epiro se produce la Batalla de Actium
(31 a. C.), en la cual la escuadra de Antonio y Cleopatra es derrotada estrepitosamente
por Agripa, el mejor general del ejército octaviano. Esta victoria, unida al posterior
suicidio de Marco Antonio y Cleopatra, suponía que la victoria final de Octaviano, que
se quedaba solo al frente de la República pese a que Lépido seguía vivo, y la anexión de
Egipto, que se convertirá en el gran granero del Imperio.

Por primera vez en la historia de Roma, un sólo hombre controlaba entre


250.000 y 500.000 legionarios, aumento debido al aumento de las legiones por las
guerras civiles. Esto supone un punto de inflexión en la historia de la República.
Octavio se planteó tres situaciones:

 Proclamarse rey.

48
 Nombrarse dictador.
 Volver al régimen institucional republicano.

Sin embargo, el astuto militar no eligió ninguno de los de tres, sino que decidió
transformar el sistema político de Roma: las decisiones que tomará Octaviano ya no
serán de dimensión monárquica, ni republicana, sino que se convertirá en un autócrata
mucho más poderoso que cualquier rey de su época: nacía el Principatus.

TEMA 6. AUGUSTO Y LA CONFIGURACIÓN DEL PRINCIPADO


La configuración del Principado

Una vez se ha quedado sólo al frente del poder, Octaviano es el hombre más
poderoso del mundo. La primera medida que va a llevar a cabo va a ser reducir
paulatinamente casi a la mitad el número de legiones que tenía Roma en aquel
momento, estableciendo entre 26 y 30 legiones fijas. Este número de legiones se
mantendrá durante el resto del período imperial.

En un principio, Octaviano mantiene junto a Lépido el título de Triunviro. Este


último se va a apartar de la vida política por temor a que Octaviano ordenase su
detención o ejecución, dejando vía libre al futuro emperador para iniciar su reforma del
sistema institucional de la República. Por exclusión, el Principado no se trata ni de una
dictadura ni de una monarquía, institución repudiada por los romanos, sino de un nuevo
régimen político, que será construido lentamente durante el gobierno de Augusto. Para
ello, va a transformar los poderes heredados de la República, ya en sí peculiares, hasta
convertir a Roma en un estado autocrático en el que todos los poderes emanaban del
emperador. Por tanto, Octaviano va a adueñarse de una serie de títulos y nombres que
reforzarán su poder:

 Princeps: lo elige para mantener la tradición republicana del prínceps senatus,


que era el hombre más viejo, el que más prestigio tenía o el mejor orador del
Senado. Su función era la de portar la agenda política del día, controlando por
tanto los temas que se hablaban en las reuniones. Octaviano asume esta
magistratura y la eleva a un nombre político.
 Augustus: el poder de Octaviano no estaba del todo claro hasta que en una
reunión del 27 a. C. se presenta ante el Senado y depone todos sus poderes. De
inmediato, los senadores le devuelven estos poderes, aumentándolos, y le

49
nombran Augustus. Este es posiblemente el nombre más importante de todos los
que tomó Octaviano, ya que contaba con un matiz cuasi-religioso. Al recibir el
nombre de Augusto, la figura del emperador se divinizaba, dándose a entender
que Octaviano había sido elegido por los dioses para gobernar la Urvs. Además,
con este nombramiento evitaba nombrarse dictador o rey. A partir de Octavio,
todos los emperadores se titularán con el nombre de Augustus.
 Imperator: al recibir este nombre, Octaviano se convierte en soberano de Roma.

Por tanto, el nombre oficial de Octaviano será Imperator Caius Iulius Caesar
Octavianus Augustus. César dejará de ser un nombre y pasará a ser un título que
también.

Las conjuras, las guerras y la mala salud del propio Augusto le condujeron a
reforzar su poder, como podemos ver con el establecimiento de la de Auctoritas, que
consistía en el prestigio que él dice que él tenía, y sobre todo, con la aprobación en el 23
a. C de las dos bases en las que se va a apoyar el poder imperial hasta la caída de Roma:

 Imperioum proconsulare maius: con esto, Augusto asume el máximo poder


militar de forma vitalicia. Además, establece que este poder es personal e
intransferible, pudiéndolo heredar sólo el sucesor del emperador.
 Tribunicia potestas: con este poder Augusto consigue el máximo poder civil, es
decir, aspira todos los poderes de cualquier tipo que hubiera en la República,
convirtiéndose en el jefe de todas las magistraturas, y por lo tanto pudiendo
nombrar a los magistrados. Además, Augusto va a renovar anualmente en una
gran ceremonia este poder, manteniendo la tradición republicana de “elegir” a su
gobernante cada año. Esto le va a dotar de gran popularidad entre las masas
sociales, convirtiéndose en un personaje muy querido. Además, la Tribunicia
potestas nos permite a los historiadores fechar los años de los emperadores
posteriores. Con la aprobación de estos poderes, podemos decir que la República
a nivel institucional muere, ya que a partir de este momento las magistraturas
van a estar sometidas a la voluntad del imperator.

Por último, Augusto aumentará su nombre con el autonombramiento de nuevos


nombres y títulos e iniciará una campaña propagandística de exaltación hacia su
persona:

50
 Pater patriae: al igual que lo hicieron otros individuos a lo largo del período
republicano, Augusto asumirá este nombre con el objetivo de ensalzar su figura
como salvador de Roma.
 Censor: con este título consigue el poder ilimitado como protector del mos
maiorum, utilizándolo como excusa para ejecutar a sus enemigos.
 Desarrollo de programa iconográfico: Augusto va a controlar personalmente la
producción artística de Roma, encargando varias obras de arte con el objetivo de
ensalzar nuevamente su figura. Por ejemplo, podemos ver esto en el famosísimo
Augusto de Prima Porta (Museos Vaticanos, Roma).
 Cuando muera Lépido, asumirá el título de Pontifex Maximus, obteniendo la
jefatura religiosa del Imperio. Desde Augusto hasta Graciano, todos los
emperadores seguirán siendo Pontifex Maximus. Incluso Constantino, el
emperador que permitió el culto a los cristianos, portará este nombre.

El reinado de Augusto

Las campañas militares

El reinado de Augusto se caracterizó por la escasa intervención de Roma en


nuevas guerras imperialistas. Cabe destacar el período conocido como Pax Augusta,
llamado así por la decisión del emperador de adoptar una postura defensiva en los
territorios fronterizos. Las principales campañas son:

 Anexión de Egipto: tras la derrota y muerte de Marco Antonio y Cleopatra,


Augusto anexiona al reino helenístico más poderoso del momento. Egipto tendrá
muchísima importancia a lo largo del período imperial, debido a que se
convertirá en el principal productor cereal del Principado.
 Campañas en las fronteras del norte y el este: las campañas de los generales de
Augusto, sobre todo de Druso y Tiberio, lograron consolidar las fronteras en el
Danubio y en el Rin. Estas fronteras van a mantenerse durante todo el período
imperial, siendo aumentadas por Claudio, tras conquistar Britania, y por
Trajano, que anexionará Dacia. A partir de este momento, y como se ha citado
anteriormente, Augusto aconsejará a sus generales que defiendan las fronteras y
no emprendan campañas de conquista. En el norte, los pueblos bárbaros van a
perder territorio frente al Imperio, pero también serán capaces de infligir a los
romanos duras derrotas, como la acontecida en los bosques de Teotoburgo (9 d.

51
C.), cuyo resultado fue la pérdida de tres legiones a las órdenes de Quintilio
Varo.
 Judea se convierte en provincia romana: se finaliza por tanto el proceso de
anexión del antiguo Reino de Israel. A su muerte, Augusto deja unas 50
provincias
 Guerras cántabro-astures (29-19 a. C.): cuando llega al poder, Augusto decide
terminar la conquista de Hispania. Sin embargo, lo que parecía una campaña
rápida terminó convirtiéndose en un verdadero problema para Roma, debido a la
feroz resistencia de los pueblos indígenas. Tal fue la magnitud del conflicto que
el propio emperador se desplazó en persona al norte de Hispania. Finalmente,
tras diez años de guerra, Roma consigue alzarse con la victoria.

Además, las campañas militares van a conducir a la creación de nuevas


magistraturas y cuerpos militares. Augusto situará a la cabeza de Egipto al prefecto de
Egipto, que era el tercer máximo rango al que podía aspirar un individuo en su cursus
honorum. Justo por encima va a situarse el Prefecto de la ciudad, que era la máxima
autoridad civil, exceptuando obviamente al emperador, de Roma. Por último, Augusto
funda las cohortes pretorianas, una guardia imperial que estaba conformada por nueve
cohortes (9.000 hombres). Estos pretorianos se mantendrán hasta el 312 d. C.; cuando
Costantino las elimina.

La sucesión de Augusto

Las conjuras de los antisistema, las guerras y la mala salud de Augusto


provocaron un profundo debate sobre la sucesión. Al ser el primer emperador, no se
sabía qué ocurriría a su muerte, si se volvería al sistema institucional republicano, si se
continuaría con el Principado… Augusto, que no tenía hijos varones, va a contar
siempre con varios candidatos a sucederle. Inicialmente, va a casar a su hija Julia con
varios personajes importantes de la política romana. Julia contraerá matrimonio con
Marcelo, con el que no tendrá descendencia, y con Agripa, dando a luz a Cayo y a
Lucio, potenciales sucesores del ya anciano emperador, pero que también morirán. Tras
la muerte de los dos pequeños, la vía natural se extingue.

Ante esta situación, Augusto recurrió a su familia política. En aquel momento


estaba casado con Livia, que pertenecía a la gens Claudia, una de las familias más
poderosas de Roma. Por ello, sus hijastros Tiberio y Druso eran posibles candidatos a la

52
sucesión. Los dos eran excelentes generales, pero Tiberio era un hombre muy enfermizo
y débil a nivel mental, sufriendo varios episodios de depresión, además de que Augusto
le despreciaba. Sin embargo, Druso, que era el favorito del emperador, muere, por lo
que Octavio se va a ver obligado a adoptar a Tiberio como hijo y nombrarle sucesor. En
el 14 d. C.; a la edad de 77 años, el fundador del Principado muere.

TEMA 7. EVOLUCIÓN DEL PRINCIPADO

Dinastía Julio Claudia

Esta dinastía imperial, la primera de la Historia de Roma, es la más estudiada,


debido a que asentarán las bases del Imperio Romano. Además, los propios
historiadores romanos la estudiarán a fondo con el fin de comparar a los buenos
emperadores, como Augusto, con los malos, como es el caso de Calígula o Nerón.

Tiberio (14-37 d. C.)

Como ya se ha citado, Tiberio no era el favorito de Augusto para su sucesión. Su


gobierno se va a caracterizar por las reformas en la administración estatal y por las
campañas contra los bárbaros de Germania, en las cuales destacará el general
Germánico. Cuando sube al trono, el emperador era ya mayor, y contaba con un carácter
profundamente depresivo, lo que le va a conducir a retirarse varias veces a la isla de
Capri, dejando las cuestiones estatales en manos del prefecto del pretorio Sejano. Al
igual que Augusto, tampoco va a tener hijos varones, por lo que va a adoptar al hijo de
Germánico, Calígula, nombrándole sucesor antes de morir en el 37.

Calígula (37-41 d. C.)

Cuando sube al poder, Calígula va a ser aclamado por el Senado, ya que al ser
hijo de Germánico tenía un gran predicamento entre las tropas. La política
administrativa de Tiberio había permitido que el Imperio se recuperase económicamente
de las guerras civiles que habían azotado la República, situación que aprovechó el
nuevo emperador para poder emprender nuevas reformas. Todas las fuentes coinciden
que los dos años del gobierno de Calígula fueron muy buenos. Sin embargo,
posiblemente producto de la enfermedad mental que padecía, el emperador cambió el
guion de sus políticas, actuando como un déspota absolutista. Esto provocó que la
oposición senatorial creciese, iniciándose un período conjurador que terminaría con el
asesinato del monarca a manos de sus pretorianos.

53
Claudio (41-54 d. C.)

Tras el asesinato de su sobrino, los senadores eligen como nuevo emperador a


Claudio. Algunas fuentes dicen que Claudio pagó a los pretorianos para que le
reconociesen como emperador, prueba del incipiente poder que estaba consiguiendo
este cuerpo militar. Claudio, gran amigo de Tito Livio e historiador (descubre que el rey
Servio Tulio era etrusco), va a tratar de resucitar las ideas del principado de Augusto.
También abogará por la entrada de los oligarcas galo-romanos al Senado. Sus dos
grandes logros van a ser:

 Reforma de la administración imperial: Claudio va a crear una serie de


departamentos de “funcionarios” tanto en la administración central como en la
provincial. Gracias a esto, los ecuestres ascendieron socialmente ya que
ocuparon estos cargos.
 Conquista de Britania (entre el 43-50 d. C.): esta va a ser, junto a la conquista de
la Dacia, la última gran incorporación territorial del Imperio Romano.

El gran problema del emperador lo va a encontrar en su lecho conyugal. Claudio


era propenso a dejarse manipular por sus esposas, tanto por la primera, Meselina, como
por la segunda, Agripina, que va a conspirar contra él tras conseguir que nombrase a su
hijo Nerón heredero del Imperio en detrimento de su hijo natural Británico. Finalmente,
Claudio muere en el año 54 tras ser envenenado, posiblemente por la propia Agripina.

Nerón (54-68 d. C.)

Como ya hemos citado, no era hijo natural de Claudio y subirá al poder gracias
a su madre Agripina. Nada más llega al poder, elimina a Británico. Nerón ha pasado a la
historia como un emperador malvado, debido a que las fuentes que nos han llegado son
de carácter pro-senatorial, ya que todavía existía la creencia entre algunas familias
aristocráticas de que el emperador restauraría la república. Su gobierno está dividido en
dos etapas:

 Quinquenio Áureo: este período comprende los cinco primeros años de su


reinado. En esta primera etapa, Nerón rechazará el título de Pater Patriae e
iniciará una política de doble poder, trabajando codo con codo con el Senado.
Estas políticas estuvieron inspiradas por sus maestros Séneca o Petronio,
miembros del selecto grupo de los grandes pensadores de la Historia de Roma.

54
 Etapa convulsa: sin embargo, con el paso de los años se observa un paulatino
distanciamiento entre Nerón y el Senado. Además, el monarca había mandado
asesinar a su primera mujer y a su madre Agripina, la principal valedora del
emperador frente al Senado. La tensión va a aumentar considerablemente
cuando comience a adoptar medidas despóticas y absolutistas. Además, llevará a
cabo la primera gran persecución a los cristianos, acusados de provocar el
incendio de Roma.

A partir de este momento, los senadores comenzarán a conspirar contra Nerón,


como la de Pisón, cuyo objetivo era el asesinato del emperador y en la que participó de
forma indirecta el propio Séneca. Sin embargo, el complot que llevaría a la tumba a
Nerón sería provocado por una revuelta en Judea en el 66, ya que su provincialización
no había sido aceptada por la casta sacerdotal hebrea. Ante esta situación, el Princeps
envía a sus mejores ejércitos al mando del futuro emperador Vespasiano. En este clima
de tensión, el general Galba se proclama consul sine collega y ataca Roma. Nerón,
desesperado, decide quitarse la vida.

Dinastía Flavia

El año de los cuatro emperadores (68-69)

Al igual que ocurrió tras el asesinato de Julio César, la conjura contra Nerón,
encabezada por Galba, no contaba con una política posterior al alzamiento. Finalmente,
el Senado reconoce al propio Galba como emperador, pero muchos generales romanos
no van a estar de acuerdo con esto y se van a azar contra el nuevo soberano. Es por ello
que entre el año 68 y el 69 estallan una serie de guerras civiles en que van a reflejar la
profunda crisis inter-dinástica que sacudía al Imperio. A Galba le sucederán Otón,
Vitelio y finalmente Vespasiano, fundador de la Dinastía Flavia.

Vespasiano (69-79 d. C.)

Este excepcional militar, encargado de reprimir las protestas de Judea, subió al


trono en el 69 d. C. tras derrotar a sus enemigos. Consiguió que el Imperio se recuerase
de la crisis económica que había sucedido durante los últimos años de Nerón, y restauró
la disciplina militar. En lo referido a la política exterior, va a mantener a raya a los
pueblos que trataron de invadir los territorios fronterizos de Roma, y va a destruir el
templo de Jerusalén, condenando a los judíos a una nueva diáspora. Además, su reinado

55
es muy especial para la Historia de Hispania, ya que concede el Ius Latii a todo el
territorio peninsular, aumentando los privilegios de la aristocracia hispánica, y ordena el
establecimiento del campamento de la Legio VII Gemina, principal legión del occidente
imperial y única localizada en territorio hispano, en la zona actual de León. A su
muerte, había conseguido acabar con todos los problemas que heredó de su predecesor.

Tito (79-81 d. C.)

A pesar de su breve gobierno, este emperador gozó de gran popularidad en el


Senado, ya que se acercó a esta institución para gobernar. De su reinado destacan dos
hechos:

 Inauguración del anfiteatro Flavio.


 Erupción del Vesubio: este episodio es recordado por la triste destrucción de
Pompeya, sepultada por la lava y la ceniza.

Domiciano (81-96 d. C.)

Las fuentes recuerdan de forma pésima a este emperador, debido a su carácter


orgulloso y autoritario. Centralizó la administración y reprimió a todo aquel senador que
no estuviese de acuerdo con su política. Al igual que en los casos de Calígula y Nerón,
creció una fuerte oposición a su figura, por lo que en el 96 será asesinado, cayendo la
dinastía Flavia.

De la Dinastía Flavia a Marco Aurelio

A partir de la caída de los Flavios, en el Senado van a surgir varios grupos de


presión que los historiadores han podido estudiar gracias a las fuentes actuales de la
prosopografía. Los especialistas en Roma han detectado detectados un grupo hispano
procedentes de la Bética en el Senado. Estos grupos, encabezados por hombres
influyentes como Licinio Sura van a diseñar listas de candidatos de forma espectacular,
encargado de colocar emperadores. En las siguientes décadas, los historiadores han
visto que este grupo hizo presión a los emperadores para colocar gente.

Cuando Domiciano cae, estos grupos de presión apoyan a Nerva., un senador


anciano, con el fin de preparar la ascensión al trono de los siguientes emperadores. Su
reinado de dos años (96-98) se caracterizó por la búsqueda de la estabilidad política y

56
por la adopción del mejor general que tenía el Imperio en aquel momento y futuro
Princeps: Trajano.

Trajano (98-117 d. C.)

De origen hispano, Trajano había sido el legatus de la Legio VII Gemina, y


había estado destinado en las fronteras del Rin. De su gobierno destaca estabilidad
política y económica, y la conquista de la Dacia, que era la región al norte del Danubio
en la actual Rumanía. Es la segunda y última gran incorporación de la época
altoimperial.

Otro problema al que tuvo que enfrentarse el emperador fue la expansión del
cristianismo. La génesis de esta religión tiene lugar en una provincia romana, Judea. Sus
fuentes, los evangelios, son por tanto grecorromanas. En un principio son orales, ya que
Jesús no escribió nada, y los historiadores alemanes identificaron en los primeros
evangelios de Marcos, Mateo y Lucas una serie de menciones que se repiten. A este
conjunto de textos se le conoce como Fuente Q. Sobre la base de esta Fuente Q se
alcanza la fuente escrita, tanto evangélica como las cartas de los apóstoles.
Posteriormente, surgen los textos de la tradición, destacando las cartas entre los
primeros líderes del cristianismo, de manera que hay una serie de colisiones entre las
primeras ramas de esta religión hasta imponerse la corriente de Pablo. La lengua de
difusión de esta creencia va a ser el griego, ya que era el idioma por excelencia del
oriente imperial. A partir de este momento, comienza la expansión de la tradición.

Las fuentes imperiales también nos hablan del cristianismo. Encontramos


escritos de Tácito, que expone como Nerón culpó a los cristianos del incendio de Roma
y les persiguió, y dice que existió un tal Jesucristo que vivió en Judea y que fue
ejecutado en tiempo de Poncio Pilatos. Para él, el cristianismo es una superstitio mala
para la religión romana.

Ante esta expansión del culto a Jesucristo, Plinio el Joven, gobernador de


Bitania (Norte de Turquía) escribió varias cartas preguntado al emperador sobre qué
posición debía tomar frente a sus creyentes. Cita que en aquel momento los estaba
ejecutando, pero no sabía si estaba incumpliendo la ley al condenarlos por el delito de
maiestas, es decir, de atentar contra el emperador. Trajano contesta con un rescriptum,
es decir, un texto con valor legal porque es palabra del emperador. En esta obra, Trajano
dice que sólo ejecute a aquellos que se sepa a ciencia cierta que están cometiendo esta

57
maiestas. Con este rescriptum percibimos cómo el Imperio considera al cristianismo
como un delito frente a la Pax Deorum. Al creer en un solo dios, los cristianos están
cometiendo el delito de la impietas. A pesar de ser ejecutados por ello, los cristianos no
están sufriendo una persecución como tal, ya no hay ningún edicto en el que el
emperador los declare Hostis publicus. Tendremos que esperar a Diocleciano para ello.

Para defenderse frente a sus detractores, los cristianos van a desarrollar su


apologética, es decir, la defensa de su religión. Muchos de estos escritos comienzan de
la siguiente manera: “Se nos acusa de…”. Esto nos permite saber de qué se defienden.
La apologética no terminará hasta que Constantino declare la legalidad del cristianismo.

Adriano (117-138 d. C.)

Cuando Trajano estaba a punto de morir, los grupos de presión le van a obligar a
adoptar a Adriano. Es el emperador viajero por antonomasia, desplazándose por casi
todas las provincias del imperio. Destacó su profunda reforma administrativa, y su
intento de helenizar el Imperio. Esto provocará un recrudecimiento de las rebeliones en
Judea, lo que le obligarán a desplaza hasta cuatro legiones. Además, construirá en
Britania un gigantesco muro en el 122 d. C. con el fin de mantener a raya a los bárbaros
del norte de la isla, los pictos y caledonios.

Al igual que Trajano, Adriano murió sin descendencia directa. Los lobbies
senatoriales tratarán de conseguir que el siguiente emperador fuera Antonino Pío, que
subió al poder con la obligación de reconocer la rama familiar del también futuro
emperador Marco Aurelio.

Antonino Pío (138-161 d. C.)

Es el teórico fundador de la dinastía Antonina, pero no hay mucha cohesión


entre los historiadores especialistas en Alto Imperio. Su reinado se caracterizó por el
absoluto control de las finanzas y la buena relación con los senadores.

Muchos historiadores denominan al gobierno de Antonino Pío como la época


dorada de Roma, ya que el Imperio era un estado organizado en el que no había
problemas en las fronteras gracias a la política defensiva que ya se había llevado a cabo
en tiempos de Adriano, ni las conjuras palaciegas propias de los julio-claudios.

Marco Aurelio (161-180 d. C.)

58
Este emperador gozó de gran popularidad entre los senadores. Es el último gran
representante de la escuela estoica de Roma, siguiendo el ejemplo de Séneca o Cicerón.
Su reinado se caracterizará por los problemas con los bárbaros en el Rin y sobre todo en
el Danubio, por lo que se verá obligado a emprender campañas militares contra ellos,
muriendo en Viena. La época de marco Aurelio va a ser el punto de inflexión de la
política romana respecto a los bárbaros, ya que las incursiones de estos pueblos se harán
con cada vez más frecuencia y el Imperio tendrá problemas para poder frenarlas.

Cómodo (180-192 d. C.)

Cuando sube al poder, sólo tiene dieciocho años. Era un joven muy culto y bien
formado, pero que decidió iniciar una política autoritaria que le presentaban ante el
Senado como un déspota oriental, argumento principal para derrocar a cualquier
emperador romano. Tras varias conjuras, finalmente es asesinado en el 192, iniciándose
un período de inestabilidad política con grandes guerras civiles que llevarán a los
Severos al poder.

La dinastía Severa (193-235)

Como acabamos de citar, sube al poder tras varias guerras civiles. De esta
dinastía se debe destacar el Edicto de Caracalla (Institutio Antoniniana) del 212, por el
cual se otorga el derecho romano para todos los habitantes libres del imperio,
eliminándose las antiguas casuísticas tradicionales del mundo republicano. La Institutio
Antoniana es muy importante por dos motivos:

 Motivación fiscal: Caracalla ampliará el espectro de ciudadanos del Imperio con


el fin de obtener más recursos durante las recaudaciones de impuestos.
 Desentendimiento de las oligarquías locales: desde el momento en el cual la
ciudadanía ya no sea el objetivo de las oligarquías locales que no la tenían, se
van a ver menos comprometidas con el evergetismo municipal, es decir, el pago
de las obras públicas (acueductos, fuentes, imágenes…) a cambio de medrar en
la escala social del mundo romano. Con la concesión de la ciudadanía, este
evergetismo se va a resquebrajar, y las aristocracias se van a desenganchar de los
munera, las obligaciones municipales, generalmente fiscales. Este es uno de los
grandes cambios del período tardo romano.

La crisis del siglo III

59
Esta crisis es el punto de inflexión entre el Alto Imperio y el período Tardo
Romano. Actualmente, este concepto de crisis es muy discutido, debido a que ningún
historiador se atreve a sostener que haya un hundimiento del Imperio. Aun así, hay una
serie de problemas que conducirán a las reformas de Diocleciano.

Crisis político-militar

Los dos elementos más importantes son:

 Anarquía militar (235-284 d. C.): el concepto de anarquía militar fue asignado


por la historiografía contemporánea para delimitar el período que va desde la
muerte de Alejandro Severo y la llegada al poder de Diocleciano. Este período
se caracteriza por el final del modelo dinástico tras la caída de los severos,
sucediéndose varios emperadores, la mayoría efímeros y de origen militar e
ilírico (zona de Yugoslavia). Sin embargo, la historiografía actual huye de la
ecuación entre la ausencia de dinastías y la crisis. Por ello, el Imperio sigue
existiendo, pero no existen dinastías asentadas.
 Los bárbaros: la situación en las fronteras se va a recrudecer desde los tiempos
de Marco Aurelio. No podemos generalizar esta situación, ya que algunos
pueblos bárbaros habían tenido relaciones amistosas e incluso comerciales con
Roma, mientras que dentro de la galaxia bárbara otros pueblos, que se habían
visto obligados a emigra, terminarán desembocando en las fronteras romanas.
Estos problemas en las fronteras van a provocar el protagonismo de los
militares, que como hemos citado anteriormente van a monopolizar el gobierno
del Imperio. Sin embargo, la historiografía no considera estos movimientos
como invasiones propiamente dichas. Los principales pueblos bárbaros son:
1. Danubio: sármatas, escitas (futuros godos) y alanos. Además, los partos,
futuro Imperio Sasánida, se consolidarán como gran estado, e iniciarán
compañas contra Roma.
2. Rin: pueblos germánicos occidentales como los francos y alamanes.

Crisis socioeconómica

El siglo III se va a caracterizar por la crisis económica y social que va a azotar al


Imperio. Encontramos varios factores que provocaron el estallido de este conflicto:

60
 Cambios tras la Institutio Antoniana: Hay varios problemas derivados de la
concesión de la ciudadanía de Caracalla, principalmente del incumplimiento de
las oligarquías sociales con el evergitismo y la recaudación de impuestos.
 Distanciamiento entre honestiores y humiliores: un elemento clásico de las crisis
es que los pobres cada vez eran más pobres y los ricos cada vez más ricos. Por
ello, se produce una ruptura social y económica unida a la gran propiedad en
detrimento de la clase media: los pequeños propietarios van a perder su
condición de propietarios, encomendándose a los dominus. Esto también va
ligado al colonato tardo-romano, con el cual el trabajador quedaba ligado de por
vida a la tierra que trabajaba. Al ser tierras del dominus, los colonos podían
trabajarla, pero nunca serán propietarios. Se están formando por tanto las
relaciones de propiedad que van a caracterizar la antigüedad tardía, decreciendo
el número de esclavos, y el estado lo va a terminar reconociendo con leyes sobre
el colonato, los llamados politici, mediante las cuales va a tratar de controlar el
fisco. Estas nuevas relaciones de dependencia serán la base de las relaciones
sociales de dependencia de la Edad Media que desembocará en el sistema
feudal.
 Aumento de la inflación: la moneda imperial, el denario, era de plata, por lo que
en épocas de crisis se reducía la cantidad de metal precioso en la aleación. El
aumento desproporcionado de los precios unido al débil valor de la moneda
provocaba un importante aumento de la inflación, reduciéndose el poder
adquisitivo. La moneda se devaluará de forma intensiva, aumentando una y otra
vez la inflación. Para frenarla, los emperadores emitirán monedas nuevas, como
hizo por ejemplo Aureliano, pero no se consiguió paliarla hasta el reinado de
Constantino, que creó una moneda de oro muy potente que quedó como patrón
monetario de referencia.

Crisis religiosa, filosófica y de pensamiento

Si hay un siglo en lo referido a cambios religiosos e ideológicos, es el III. En


esta época, el esquema tradicional de la religión romana entra en crisis, iniciándose su
decadencia. Hay varios factores que lo explican:

 Aparición de los cultos mistéricos: eran religiones solamente para iniciados en


las en las que había que realizar rituales para formar partes de ellos.

61
Generalmente, son cultos a deidades orientales, como Isis, Serapis, Cibeles,
siendo el más exitoso el dios Mitra. Los cultos mistéricos chocan con la religio
tradicional en los siguientes puntos:
1. La religión tradicional romana era un culto colectivo, mientras que los
cultos mistéricos eran de carácter individual.
2. La religio promete una salvación colectiva, mientras que los cultos
mistéricos defendían la salvación de cada individuo, que debía llevar a
cabo una serie de requisitos que tienen que ver con rituales de iniciación
(pasos por cuevas, drogas, orgías…) que el neófito debía superar

Todo esto debilitaba los esquemas propios de la religión romana, que va a perder
terreno frente a estos nuevos cultos. El éxito y la aceptación de los cultos
mistéricos no es algo aislado, sino que vemos que se están dando
transformaciones de la mentalidad romana.

 Cambios de mentalidades de las élites del poder central y las provinciales: esto
se debe al avance del monoteísmo solar. Esto no necesariamente tiene que ver
con la religión, ya que otras veces este nuevo culto acarrea un pensamiento
filosófico que no se adhiere a la religión romana. La principal característica de
este nuevo culto era la reducción del papel de las divinidades a un único bien
supremo, relacionándolo directamente con el resurgimiento del platonismo. En
el momento que el culto al Sol y las ideas platónicas se fusionen, se da este
nuevo pensamiento. Desde el punto de vista de la tradición grecorromana, está
unido al dios Helios, cuyo culto será potenciado por Aureliano. Por otro lado,
hay pensadores cristianos como Clemente de Alejandría y Orígenes, que, para
explicar su culto, defendían que el cambio a una religión que se entendía mejor
debido a la aparición de un único dios conducía al Dios de los cristianos.
 El cristianismo: es a partir del s. III cuando esta religión, que ya había sido
apercibida por los emperadores, es reconocida como un problema. En este
momento, las comunidades cristianas del Mediterráneo ya están organizadas en
torno a un episkopos (mundo griego) o episcopus (mundo latino),
configurándose las jerarquías eclesiásticas que darán lugar al llamado
Episcopado Monárquico. Naturalmente, aún no es el clero de otros siglos, pero
está configurado de tal modo que van a formarse pequeñas estructuras de poder
que se consolidarán en los siglos IV y V. Ya en el s. III, en las provincias

62
orientales están perfectamente organizadas, como es el caso de Éfeso,
Alejandría, Tesalónica, etc, pero en las comunidades más pequeñas también
encontramos estos pequeños poderes episcopales. Esta estructura es vertical y
autoritaria, y no hay una autoridad centralizada, es decir, no existe el papado
como institución, pero el obispo de Roma si tendrá una relativa importancia,
junto a otras grandes urbes como Cartago. Ante el auge del cristianismo, se
producen las primeras persecuciones a mediados del s. III, durante los reinados
de Decio y Valeriano. Las autoridades incautarán a las comunidades las listas de
cristianos que se encontraban en las iglesias, las escrituras sagradas, los vasos
sagrados, ropas… Por primera vez en la Historia de Roma, ya hay persecuciones
provocadas por la crisis en el espectro religioso de la Urvs. En los edictos se
recogían los procesos jurídicos, normalmente quaestiones, que debían aplicar los
gobernadores provinciales a los seguidores de Cristo. A los cristianos se les
acusa de maiestas, surgiendo la idea de la acusación por maleficium, es decir,
delitos de magia negra que suponían la condena a muerte, que generalmente se
aplicaba con la damnatio bestias, yugulatio, crucifixión y decapitación. También
se les condenaba por el delito de maiestas, debido a que no reconocían a los
dioses tradicionales ni la figura del emperador como divinidad. En el proceso de
la quaestio, el acusado podía apostatar mediante el reconocimiento en público de
los dioses romanos y realizándoles un sacrificio. Tras hacerlo, se le entregaba un
certificado llamado libellus en el cual se convertían a ojos del Imperio en
libelatici, es decir, converso a la fe romana. El condenado a muerte por creer en
Dios era denominado por los cristianos mártir, es decir, testigo por la Fe. A
partir de este momento, se inicia el culto a estos mártires. Sin embargo, aquellos
que renegaban eran denominados apóstatas. Este fenómeno supuso también el
estallido de conflictos entre las comunidades cristianas, ya que tras terminar las
persecuciones no se sabía qué hacer con los apóstatas, si admitirlos o negarles la
entrada al culto. Por ejemplo, los obispos de Emérita Augusta y Legio habían
apostatado, pero tras el final de las persecuciones quisieron volver a ocupar sus
cargos. Las comunidades de estas urbes escribieron a Cipriano de Cartago, el
obispo más importante del momento, que les incitará a no admitirlos como
episcopus.

63
Todos estos factores conducirán al final de la hegemonía de la religión
tradicional romana, que aun así se mantendrá hasta el final del Imperio, incluso cuando
los emperadores comiencen a perseguir a los paganos.

TEMA 8. LAS REFORMAS DE DIOCLECIANO: UN NUEVO


IMPERIO

Introducción

La crisis del s. III planteó en las cancillerías imperiales una reforma total de la
administración del Imperio Romano. Uno de los grandes militares que habían triunfado
en las guerras civiles propias de la época, Diocleciano, accede al poder a finales del 284
y en un tiempo breve llevará a cabo una serie de reformas que serán la base del nuevo
Imperio. Gracias a este emperador se palía la anarquía militar y hay síntomas de
recuperación de la grandeza de antaño. Hay un consenso unánime entre los historiadores
que las reformas de Diocleciano marcan un punto clave en la historia de Roma,
iniciándose el Período Tardo Romano.

Reforma política

La diarquía

Desde los tiempos de Augusto, el Imperio había sido regido por un autócrata que
gobernaba de forma autoritaria y que encontraba en el Senado el grupo de oposición que
evitaba que gobernase de forma despótica. Generalmente, sobre todo en los asuntos
sucesorios, el emperador podía asociar al poder a un individuo bajo el título de Caesar.

Aprovechando esta idea y partiendo de su creencia de que el Imperio era


ingobernable, Diocleciano decide que hay que repartir el poder. Para ello, nombra
collega a un general aliado, Maximiano, y establece un collegium a la manera de los
cónsules republicanos. Una vez se ha instituido este nuevo régimen político,
Diocleciano envía a Maximiano a la frontera del Rin, donde los problemas eran bastante
considerables. Por tanto, el reparto del Imperio queda establecido de la siguiente
manera:

 Maximiano gobernará en las Galias, Hispania y Britania.


 Diocleciano tendrá el control de la zona oriental del Imperio.

64
Debemos destacar que tanto la Diarquía como la futura Tetrarquía no son
divisiones del Imperio, sino que pretenden controlar de una manera más eficiente los
diferentes problemas económicos, políticos, sociales y militares que azotaban el vasto
territorio romano.

Tetrarquía

Ante las dificultades que se estaban produciendo en el Imperio, Diocleciano


decide aumentar el número de collegas a cuatro. Nace el sistema político de la
Tetrarquía, en el cual el poder estaría repartido entre cuatro emperadores. El sistema
tetrárquico se establecía de la siguiente manera:

 Habría dos emperadores mayores que recibirían el nombre de Augustus.


Además, Diocleciano se reservó el derecho de titularse Augustus senior, es decir,
el más importante de los cuatro soberanos. Además, habría dos emperadores
menores que recibirían el nombre de Caesar. En este caso, no hay un Caesar
senior.
 En el caso de que un Augustus falleciese o abdicase, el Caesar asociado a su
territorio le sucedería como Augustus y debería nombrar a otro Caesar, y así
sucesivamente.

Por tanto, en Oriente, Diocleciano nombra Caesar al general Galerio, y


Maximiano hace lo mismo con Constancio Cloro, padre del futuro emperador
Constantino. Con esto, Diocleciano buscaba una mayor capacidad de reacción en las
zonas más candentes del momento, además de terminar de una vez por todas con
sistema de las dinastías, sustituyendo la sangre por el mérito.

En el 305, Diocleciano decide abdicar, y obliga a Maximiano hacer lo mismo.


Ante esta situación, Galerio y Constancio Cloro se convierten en Augustus, designando
a Maximino Daia y a Severo, respectivamente, como Caesares. Con esta decisión
habían quedado fuera de la sucesión dos individuos que eran hijos de emperadores
augustos: Magencio, hijo de Maximiano, y Constantino, hijo de Constancio Cloro.
Cuando Constancio muere en Britania el 25 de julio del 306, las tropas proclaman
emperador a Constantino, y unos meses más tarde Magencio hará lo mismo en Italia,
dándose inicio a una serie de guerras civiles cuyo resultado será el final de la Tetrarquía.

Reforma administrativa

65
Diocleciano va a reconstruir el Imperio Romano a nivel administrativo. Para
ello, creará o refundará nuevas instituciones de menor a mayor importancia que le
permitirán administrar de una manera más eficiente el vasto territorio romano. Estas
reformas son:

 Multiplicación del número de provincias a más de cien, frente a las cuarenta


originales del reinado de Augusto. Por ejemplo, en Hispania hubo tres
provincias durante el período Alto Imperial: Bética, Lusitania y Tarraconense,
mientras que en época tetrárquica pasan a ser seis: Bética, Lusitania,
Tarraconense, Galaecia (Galicia, Norte de Portugal, occidente de Asturias y
León-Zamora), Cartaginense (zona de Madrid) y las Insulae Balleares.
 Creación de las diócesis, una unidad imperial que va a aglutinar varias
provincias. Por ejemplo, a diócesis de Hispania es la Diocesis Hispaniarum.
Habrá una diócesis en cada lugar del Imperio, que tendrá un gobernador al
frente, el vicarius. Calculamos que el número de funcionarios de un gobernador
era de aproximadamente cien, mientras que los que estaban a cargo de los
gobernadores de la diócesis van a ser en torno a trescientos.
 Reforma de las prefecturas del pretorio: a partir de este momento, esta
institución va a controlar varias diócesis, convirtiéndose en una mega-estructura
administrativa. Por ejemplo, las diócesis de Galia, Hispania y Britania forman la
prefectura de las Galias. Los prefectos del pretorio van a tener mucho poder, ya
que eran el eslabón anterior a los emperadores en lo que se refiere a
administración estatal.

Reforma militar

Está muy relacionada con la multiplicación de las provincias, ya al aumentar su


número también va a aumentar el ejército imperial. Los cálculos de Arnold Jones
estiman que las legiones doblaban en número a las de la época Alto Imperial, y estarán
conformadas en torno a 350.000-500.000 hombres. Además, se produce una división del
ejército en dos grupos:

 Limitanei: son las tropas encargadas de defender las fronteras. Se asientan en


cuarteles fijos.
 Comitatenses: son tropas de élite de rápida velocidad que se acuartelaban en las
ciudades.

66
Reforma financiera

Va relacionada con la reforma militar, ya que sube una produce una subida de
impuestos para poder pagar a las legiones. Por ello, se procederá a la creación de la
capitatio iugatio, es decir, una categoría fiscal mixta donde se combina la tasación de
los muebles inmuebles con los de las personas. Esto conduce a inventarios muy
extensos en los cuales se reconocen estos pagos. Además, se llevarán a cabo intentos
para frenar la inflación, intentándose fijar patrones monetarios que frenaran la
depreciación monetaria.

Política religiosa

En la época de Diocleciano se lleva a cabo la Gran Persecución, que se inicia el


23 de febrero en el 303 en la cancillería de Nicomedia, residencia del emperador. Allí,
se aprueba el edicto por el cual se comenzaron a destruir las iglesias cristianas de la
ciudad entre el 23 y el 24, día del que se difunde.

Entre el 303 y mayo del 305 se publican cuatro edictos imperiales, que van a ser
muy contundentes y van a ir aumentado la carga de delitos a los cristianos, que
terminarán con las condenas masivas a muerte. Será una persecución muy intensa, sobre
todo en las ciudades orientales del Imperio, como Tesalónica, Alejandría… Estos años
son de una gran intensidad martirial, y es una de las vías ideológicas con las que
Constantino terminará decidiendo distanciarse de la tetrarquía, apoyando al cristianismo
como una forma de alejarse de los demás emperadores.

TEMA 9. CONSTANTINO

Evolución política

Constantino es el emperador sobre el que más se ha escrito, tanto por sus


detractores, como por ejemplo los historiadores que le consideran el destructor de la
religión romana, mientras que la Iglesia Ortodoxa le considera santo.

Como vimos en el tema anterior, su padre, Constancio Cloro, había sido


Imperator Augustus, pero él queda fuera del colegio tetrárquico. Deseoso de conseguir
la corona, en el 306, con el apoyo de las tropas de Britania, se proclama emperador. La
gran diferencia entre el alzamiento de Magencio y el de Constantino es su gran
capacidad militar, ya que cuenta con ejércitos de gran tamaño que estaban combatiendo

67
a los pictos en Britania y a los francos y alamanes en la Galia. En sus primeros años
como emperador, su labor militar consiste en enfrentarse con estos pueblos, aliándose
con ellos para sus guerras civiles.

Pese a los alzamientos militares de Constantino y de Magencio, la tetrarquía aún


existe. Maximiano, que intentaba regresar a la escena política, apoyará inicialmente el
golpe de Constantino, pero luego terminará enfrentándose a él, mientras que Magencio
consigue el control de Italia. Hacia el 310, Constantino vence a Maximiano, y centra
Magencio se convierte en su gran rival. En el 312 se producirá la Batalla de Puente
Milvio, en la que vence con un ejército formado por legiones romanas y tropas bárbaras,
algo que será muy común en los últimos años de vida del Imperio. Con esta victoria
Constantino se convierte en el único emperador en occidente, y comienza a emitir
cartas con dinero a iglesias del norte de África, aunque también visitará santuarios de
dioses paganos y emitirá monedas con deidades romanas.

En Oriente, en el 313 Licinio es el único emperador al frente. Los dos Augustos


destruirán la tetrarquía, ya que, aunque siguen nombrando césares, perderán el poder
que tuvieron durante el sistema anterior. Tras una larga guerra civil, Constantino vence
finalmente a Licinio en el 324 y se convierte en el único monarca al frente del Imperio.
En este momento decide comenzar las obras de una nueva capital: Constantinopla, que
será inaugurada en el 330 y que se convertirá en la gran ciudad del mundo antiguo y
medieval hasta que caiga en 1453.

Constantino había conseguido dinamitar la tetrarquía y volver al sistema de


dinastías, iniciando la suya propia. La dinastía Constantiniana reinará desde el 337 hasta
el 363, con la muerte de Juliano el Apóstata. Esta dinastía se caracterizará también por
sumir al Imperio en una serie de guerras civiles que lo debilitarán cada vez más hasta
que Constantiniano II se haga con el poder. Su sucesor, el anteriormente mencionado
Juliano el Apóstata, tratará de romper con el cristianismo y volver al culto romano
tradicional.

Reforma religiosa

Constantino no declaró oficial el cristianismo, sino que lo apoyó frente a la


religión politeísta. Esto fue denominado por la historiografía como Revolución
Constantiniana. Diocleciano había adoptado una política conservadora respecto a las
deidades, mientras que Constantino prefiere el monoteísmo, ya que buscaba una religión
68
diferente a la oficial de la Tetrarquía. En el lapso entre su autoproclamación y la victoria
en la Batalla de Puente Milvio, Constantino se centra en la búsqueda de cultos solares,
adoptando inicialmente a Apolo, a Marte y posteriormente al Sol invictus. Sin embargo,
decidirá finalmente apoyar al cristianismo, ya que podía relacionar la existencia de un
único Dios con su idea del Imperio gobernado por un solo Augusto. Además, esta
religión le otorgaba una estructura de poder perfectamente administrada en todo el
Imperio, algo de lo que carecían otros cultos. Para justificar esta decisión, emitirá un
programa propagandístico basado en dos ideas:

 En marcha con su ejército desde la Galia, se le había aparecido el signo cristiano


de la cruz y el lema “con esto vencerás”. Esta idea de las visiones provocadas
por una divinidad que solían justificar una decisión es muy frecuente dentro del
mundo romano. La novedad es que asocia al Dios de los cristianos. La Gran
Persecución termina antes en occidente debido a que Constancio Cloro aplica en
menor medida esto, de tal manera que cuando Constantino vence a Magencio las
persecuciones en Oriente continúan. Galerio, en su lecho de muerte (311) había
emitido ya un decreto de tolerancia, pero su sucesor Maximino Daia seguía
persiguiendo a los cristianos hasta morir en el 313.
 Según los textos de Eusebio de Cesarea (Historia eclesiástica) y Lactancio, la
noche anterior a la Batalla de Puente Milvio, a Constantino se le aparece
Jesucristo, que le habría dicho que para vencer debía poner en los cascos y
escudos de sus legiones las dos iniciales de su nombre, la X y la P, origen del
crismón cristiano.

Sin embargo, Constantino, conforme vaya ganando batallas y se convierta en el


único Augustus, se va a encontrar con que el cristianismo no contaba con una corriente
única, sino que había varias, sobre todo en las cuestiones relacionadas con la cristología.
En Alejandría, en los últimos años había predicado un sacerdote llamado Arrio que
atacaban la corriente principal del cristianismo que defendía que Cristo era persona,
Dios e hijo de Dios. Arrio aplica los razonamientos lógicos aristotélicos mediante un
silogismo para llegar a sus conclusiones: si Jesucristo es hijo, ha sido creado, y si ha
sido creado quiere decir que en un momento no ha existido, pues no ha sido creado, por
lo que no puede ser divino porque según la filosofía griega la divinidad es atemporal.
Esto negaba directamente la Santísima Trinidad.

69
Todas estas cuestiones provocarán que cuando Constantino entre en las
provincias orientales, se encuentre con un enfrentamiento entre los principales obispos
sobre este tema. Por ello, escribirá varias cartas mediando en el conflicto, y finalmente
decide convocar un concilio ecuménico: el Concilio de Nicea (325). A este concilio
acuden unos doscientos o trescientos representantes de las iglesias, entre ellos Osio de
Córdoba, que era el principal aliado de Constantino y defensor de la divinidad de la
figura de Cristo. Osio de Córdoba y el emperador desarrollarán un texto que resumía las
creencias del cristianismo: el credo, cuya clave es una palabra que no aparecía en las
escrituras: homoousios, es decir, de la misma naturaleza, siendo la base del catolicismo
oficial. El Concilio terminará con todos los obispos reconociendo libremente u
obligados ese credo, que pasará a denominarse Nicénico. A partir de este encuentro, se
consolidarán dos corrientes: el Niceismo, que apoyaba la naturaleza divina de Cristo y
se convertirá en la corriente oficial del Imperio, y el Arrianismo, que será apoyado por
las grandes ciudades orientales. En los siguientes años, los diferentes emperadores
seguirán convocando concilios para solucionar los problemas. Cuando Teodosio
imponga por ley el llamado Catolicismo, estará imponiendo la religión oficial.

Constantino va a ir apoyando cada vez más al cristianismo, pero durante su


gobierno va a seguir amonedando a Sol y a Marte. Finalmente, en el lecho de muerte
decide convertirse al cristianismo, acto que llevará a cabo el obispo más importante de
la época, Eusebio de Nicodemia. A modo de conclusión, podemos decir que su reinado
es un cambio sustancial para el Imperio: se ha vuelto al sistema dinástico, finalizándose
con la Tetrarquía, y se ha apoyado al cristianismo, improvisando según las necesidades
de su programa político.

TEMA 10. EL IMPERIO CRISTIANO

Introducción

Se denomina Imperio Cristiano al período que va desde Constantino hasta su


caída. La mayoría de los emperadores serán cristianos, exceptuando a Juliano el
Apóstata. Por ello, aunque vemos que aún no es religión oficial ya es importante.

El reinado de Constantino estará marcado por luces y sombras, como el


asesinato de su mujer y su hijastro Crispo. Cuando fallezca, sus hijos Constantino II,
Constancio II y Constante, heredarán el Imperio.

70
La cuestión religiosa

Como ya se ha citado anteriormente, el Concilio de Nicea no había solucionado


los problemas ente las corrientes del cristianismo. Por ello, los hijos de Constantino
convocarán diferentes concilios en los que se apoyará a una u otra corriente. Por
ejemplo, Constancio era seguidor de Arrio, y apoyó concilios de claro tipo arriano.

Si la situación religiosa del Imperio no estaba clara con los hijos de Constantino,
cuando suba al trono su sobrino Juliano, que había sobrevivido a las masacres de los
hijos de Constantino hasta que es elegido Caesar por Constancio y luego emperador, se
complicará aún más. En su breve reinado (361-363), Juliano tratará de retornar al culto
oficial clásico. Por ello, se ganó el sobrenombre de “el Apóstata”. Para ello potenciará
la figura filosófica de Marco Aurelio, y emitirá algunas leyes contra los maestros
cristianos, con el objetivo de frenar la influencia y expansión de esta religión. Sin
embargo, muere en una campaña contra los persas.

La dinastía Valentiniana

Cuando Juliano muere, finaliza la dinastía Constantiniana, produciéndose una


crisis inter-dinástica que desembocará en un nuevo período de guerras civiles y de
emperadores de origen militar. Finalmente, con la llegada al poder de Valentiniano, se
inicia la dinastía Valentiniana. El nuevo emperador va a nombrar Caesar a su hermano
Valente, al que va a enviar a oriente ya que era arriano, mientras que él, de creencias
nicénicas, gobernará en occidente. Este movimiento político se debe principalmente a
que en este momento los obispos son los verdaderos líderes de las ciudades, tanto de las
grandes como las pequeñas. Por ello ambos se desplazaron a los lugares donde se
aseguraban su poder.

La situación de las fronteras se había recrudecido con el paso de los años. A los
problemas de los vándalos, suevos y alanos en el Rin, en las décadas de los 60 y 70 del
s. IV se va a multiplicar los ataques de los godos en el Danubio. Los godos, que ya
habían sido un problema en los siglos III y e inicios del IV, eran una amalgama de
pueblos que vivían en la zona norteña del Mar Negro (Ucrania). Cuando se ven
amenazados por el avance de los hunos que bajaban de las estepas asiáticas, deciden
entrar en territorio romano. Por ello, hay una serie de guerras que van a dar lugar paso a
una negociación en la cual Valente les permite entrar en el Imperio en el 376 con el

71
llamado Paso del Danubio, por lo que no se puede hablar de invasión. Valente quería
dos cosas de los godos:

 Mano de obra barata para las explotaciones de cereales.


 Tropas auxiliares para ayudarles en la campaña contra los persas.

Sin embargo, las autoridades romanas de Tracia no pudieron articular la entrada


masiva de los godos, y esto desembocará en la Batalla de Adrianópolis (verano del 378).
Del lado romano, muere Valente y se pierden dos tercios del ejército del imperio, lo que
supone el debilitamiento militar del Imperio desde los Balcanes hacia el este, mientras
que para el bando godo esta batalla supone su consolidación dentro de las fronteras del
Imperio y su avance hacia el Ilírico, Dos décadas después, en torno al 395, se da inicio a
la realeza goda, con Alarico a la cabeza.

Teodosio el Grande y la dinastía Teodosiana

Cuando sube al poder Graciano, primer soberano romano que elimina el título de
Potifex Maximus de su nombre, elegirá como collega a un hispano procedente de Coca,
Teodosio, al que envía a las provincias orientales. En muy poco tiempo, este emperador
logra rehacer el ejército y aguantar las embestidas de los pueblos bárbaros. Cuando
Graciano muere, se hará con el poder absoluto, fundando la dinastía Teodosiana.

Política religiosa

Ya como único hombre al frente del Imperio, Teodosio, mediante la aprobación


de una serie de edictos y leyes, impone el catolicismo de Nicea como religión oficial del
Estado en el año 390, y con ello se daba inicio a un período de intolerancia religiosa.
Algunas de estas leyes están recogidas en el Codex Teodosianus, que es la recopilación
de leyes que manda realizar Teodosio II. En este códice encontramos dieciséis libros
legislativos que abarcaban desde el reinado de Constantino hasta el del propio Teodosio
II. El libro XVI observamos las políticas respecto a la religión Si ya los Constantinos y
los Valentinianos habían comenzado a perseguir a los idólatras, es decir, aquellos que
no creían en el Dios de los cristianos, y a los haereses, los herejes, Teodosio va a
perseguirlos mediante duras leyes:

 Se va a aplicar algunas de las categorías del Derecho romano que se habían


empleado anteriormente contra los propios cristianos, como por ejemplo la
acusación de maleficium.

72
 Cierre masivo de templos paganos: por ejemplo, en Egipto se cerrará el
Serapeion en Alejandría, lo que será un auténtico shock para la comunidad
pagana.

Teodosio se va a apoyar en los obispos para llevar a cabo estas reformas, aunque
tendrá tensiones con algunos de ellos, como por ejemplo con Ambrosio de Milán, que le
excomulgaría.

Las nuevas invasiones

Antes de morir, Teodosio llevará a cabo uno de los acontecimientos más


importantes del Período Tardo Romano: la divitio imperii, mediante la cual dividirá el
Imperio entre sus dos hijos:

 La Pars occidenti, cuya capital era Roma, será gobernada por Honorio.
 La Pars orienti, cuya capital era Constantinopla, será gobernada por Arcadio.
Nacía así el Imperio Romano de Oriente, denominado por la historiografía como
Imperio Bizantino, que viviría su esplendor en el s. VI durante el reinado de
Justiniano y que no caería hasta 145332.

Sin embargo, la división del Imperio no solucionará los problemas con los
bárbaros. En el Rin, la situación se va a volver insostenible. A francos y alamanes,
problemas clásicos del Imperio, se les unirán los suevos, vándalos y alanos, que
atacarán las fronteras de la Galia a finales del 406. Conocemos estos movimientos
gracias a que se ha conservado gran parte del epistolario de San Jerónimo, que se
carteaba con grandes aristócratas. Tras varios años resistiendo sus envites, finalmente el
ejército romano es incapaz de hacer frente a los pueblos invasores, que entre el 407 y el
408 entran en la Galia.

Los godos, liderados por Alarico, intentan entrar varias veces en Italia, pero son
detenidos por Estilicón, general bárbaro al servicio de Roma. Sin embargo, tras la caída
en desgracia de este personaje y su posterior ejecución en el 408 entrarán en la
Península Itálica y asediarán varias veces Roma, mientras Honorio se retira a Rávena.
Con estos asedios, Alarico no pretendía destruir el Imperio, sino forzar la concesión de
un generalato y subsidios de trigo y otro tipo de pagos para su heterogéneo pueblo.

32
Goldsworthy, Adrian: La caída del Imperio Romano, el ocaso de occidente: Madrid, La esfera de los
libros, 2009, págs. 337-349

73
Finalmente, Roma es saqueada en el mes de agosto del 410. Este saqueo no es
una destrucción de la ciudad, porque lo más probable es que hubiese un pacto entre las
autoridades de la Urvs y los godos para que se respetasen las iglesias, ya que, pese a ser
arrianos, los godos eran cristianos. La entrada de Alarico en Roma sobre todo supondrá
un shock psicológico para el mundo romano, ya que desde el 390 a. C. la ciudad no era
saqueada. Esto produjo un auge del paganismo, ya que muchos de sus intelectuales
defendieron que Roma había sido saqueada porque sus habitantes habían olvidado el
culto a los verdaderos dioses. El contraataque de los cristianos viene de la mano de San
Agustín, obispo de Hipona, que escribirá De ciuitate Dei, donde justifica que todos
estos desastres no son nada más que problemas de este mundo, y siempre nos quedará la
ciudad de Dios, la Jerusalén celeste, en definitiva, el Paraíso.

Mientras tanto, suevos, vándalos y alanos se mueven por la Galia, Honorio


decide evacuar Britania, abandonándola a su suerte, mientras tiene que hacer frente al
autoproclamado Constantino III, un general que se había sublevado contra Honorio y
que contaba con los ejércitos de toda la prefectura de las Galias. Para complicar más las
cosas, suevos, vándalos y alanos entran en Hispania en el 409 tras pactar con Gerontius,
general de Constantino III.

El final del Imperio

Desde el punto de vista imperial, los Teodosianos se mantienen en el poder


medio siglo más. Con la muerte de Valentiniano III en el 455, se termina esta dinastía.
Esto es un nuevo golpe para el Imperio, como muestran algunas de las cartas de la
época. Los siguientes años el poder estará en manos de emperadores efímeros que no
podrán hacer frente a la delicada situación de Roma. Ya desde el propio reinado de
Valentiniano III, hijo de la famosísima Gala Placidia, se tendrá que hacer frente a un
nuevo problema: los hunos, encabezados por Atila. Estos bárbaros, procedentes de las
estepas asiáticas, primero atacarán al Imperio Romano de Oriente, sometiéndole al pago
de importantes subsidios. Los intentos de ambos imperios de frenar el avance de este
pueblo se traducían en continuas derrotas y nuevos pagos. Sin embargo, el general
Aecio, posiblemente el último gran general al servicio de Roma, consiguió formar una
coalición con los alanos, los francos y los burgundios, que también estaban sufriendo las
razias de Atila, y derrotará a las huestes hunas en la Batalla de los Campos
Cataláunicos. Atila moriría el 453 tras no poder superar su noche de bodas33.
33
Íbidem: págs. 393-416.

74
Tras la muerte de Valentiniano III, dentro de las fronteras del Imperio solo
encontramos Italia, la Tarraconense, que será conquistada por los godos en el 472, y el
sur de la Galia. Frenar a los hunos había supuesto abandonar las posesiones africanas en
manos de los vándalos. Además, los godos que habían penetrado en Hispania para
ayudar a Roma a expulsar a los suevos, vándalos y alanos se habían establecido en el
territorio peninsular.

Mientras tanto, en Italia Odoacro, general en jefe de las tropas en Italia y de


origen escito, se alza contra el emperador Rómulo Augústulo, un adolescente que era
una marioneta de sus comandantes, debido a los impagos. Con facilidad, consigue
deponerle y envía las insignias imperiales a Zenón, el emperador de Oriente, dándole a
entender que quiere ser rey de Italia. Al mismo tiempo, llega a Constantinopla una
embajada del Senado de Roma, que le pide que intervenga en favor del emperador. Sin
embargo, Zenón se desentiende y reconoce la soberanía de Odoacro, por lo que
podemos decir que a principios de septiembre del 476 el Imperio Romano de Occidente
ya no existe34.

TEMA 11. EL PROBLEMA CIENTÍFICO AL FINAL DEL


IMPERIO

El final del Imperio Romano ha preocupado profundamente a los grandes


pensadores de la historia, como Montesquieu o Gibbon, que dirá tras visitar el Foro
romano se preguntó cómo pudo caer Roma, y escribe una obra vital para la
historiografía de Roma: The history of the decline and fall of the Roman Empire.
Momiliano dice tres cosas sobre el final del Imperio:

 “La caída de Roma es para los occidentales el fantasma de los cuentos


infantiles, porque nos persigue la idea de que nos puede volver a pasar”.
 “La caída de Roma fue una caída sin ruido”: ninguno de los contemporáneos
nadie habla de desaparición del Imperio. Hay que esperar a la época de
Justiniano cuando sus historiadores digan que había habido un final del Imperio.
Adrian Goldsworthy, en su obra La caída del Imperio Romano: el ocaso de
occidente también considera que el término “caída” está mal utilizado por la
historiografía, ya que se mantuvieron la religión, las costumbres, las leyes y
muchos de los elementos propios de la cultura romana.
34
Íbidem: págs. 455-458.

75
 “El Imperio Romano ha desaparecido”: muchas veces la ciencia ha tratado de
subsumir el final del Imperio bajo la continuidad ya que durante varios años
había primado el concepto de invasión. La Unión Europea financiará un mega
proyecto contra estos clichés llamado Las trasformaciones del mundo romano,
lo que quiere decir que, pese a que el Imperio cayó, hay mucho de romano en los
primeros años de la Edad Media y el resto de la Historia. Chris Wickham
escribirá La caída de Roma no tendrá lugar, en la cual hará un ataque
despiadado a los fiscalistas franceses, en especial a la obra de Durliat, en la cual
defendía que el sistema fiscal romano pervive después del final de roma en los
reinos bárbaros, y posteriormente en los carolingios. Por ello, son híper-
continuistas. En La Edad Media a debate, se incluye esta reseña de Wickham.

A día de hoy, la historiografía se enfrenta en dos tendencias respecto a la


influencia de los bárbaros en la caída de Roma:

 Quienes sostienen que los bárbaros son determinantes en la caída de Roma: se


dividen en:
1. Invasionistas: consideran que los movimientos bárbaros del Período
Tardo Romano deben ser catalogados como invasión.
2. Historiadores de la etnogénesis: con Wolfrang y Paul como grandes
representantes, consideran que los bárbaros crearon leyendas para
justificar su propio dominio.
 Los que creen que no son principalmente americanos, en especial Goffart, que
cree que fue un proceso interno, y que el asentamiento de los bárbaros fue una
cuestión de ajuste fiscal en vez de invasiones. Su discípulo Kulikoski también
apoyará esta creencia.

Fuera de estas dos corrientes, Guy Halsall defiende que el final del Imperio no se
puede explicar sin los bárbaros, pero que las propias migraciones formaron parte de la
propia geopolítica de Roma, es decir, no se puede entender el Imperio sin los bárbaros y
viceversa.

76

También podría gustarte