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Universidad UFHEC

18-10-2021

 Materia: Centrales eléctricos 1

 Tema: Investigación de las unidades l, ll, ll y vl

 Matricula: SD – 17- 20959

 Profesor: Giscardy Garcias

 Estudiante: Osvaldo Pérez

Osvaldo Pérez
MICROSOFT
UNIDAD I SEMANA 1,2.

LOS RECURSOS ENERGÉTICOS EMPLEADOS EN LA PRODUCCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA.

1.1. Transformación de la energía solar incidente sobre la tierra.

El Sol, fuente básica de energía

Casi toda la energía de que disponemos proviene del Sol. Él es la causa de los vientos, de
la evaporación de las aguas superficiales, de la formación de nubes, de las lluvias y, por
consiguiente, de los saltos de agua. Su calor y su luz son la base de numerosas reacciones
químicas indispensables para el desarrollo de los vegetales y de los animales que con el
paso de los siglos han originado combustibles fósiles como el carbón o el petróleo. La
radiación solar tiene otra importancia capital: otras formas de energía renovable, como el
viento, las olas o la biomasa no son más que manifestaciones indirectas de ésta.

La radiación solar interceptada por la Tierra constituye la principal fuente de energía


renovable a nuestro alcance. La cantidad de energía solar captada por la Tierra
anualmente es aproximadamente de 5,4 x 1024 J, una cifra que representa 4.500 veces la
energía que se consume.

La Tierra recibe la radiación electromagnética del Sol y Re irradia de nuevo al espacio una
cantidad de calor igual a la radiación incidente. Por tanto, la utilización de la radiación solar
no es otra cosa que su conversión en energía útil para la humanidad. Sin embargo, el
resultado neto de dicho aprovechamiento es el mismo que si no hubiera habido
interferencia en el proceso de Re irradiación al espacio, pues solamente se ha producido
un desfase o retraso en este proceso, como resultado de la disposición humana o como
parte de los procesos naturales.

La energía solar llega a la superficie de la Tierra por dos vías diferentes: incidiendo en los
objetos iluminados por el Sol, denominada radiación directa, o por reflexión de la radiación
solar absorbida por el aire y el polvo atmosférico, llamada radiación difusa. La primera es
aprovechable de forma directa, mientras que las células fotovoltaicas aprovechan la
segunda.

1.2. Clasificación de las fuentes energéticas.

¿Cómo se clasifican las fuentes de energía?

Para clasificar las distintas fuentes de energía se pueden utilizar varios criterios:

 Según sean o no renovables.

 Según su grado de disponibilidad: convencionales o en desarrollo.

 Según sea la forma de su utilización. Energías primarias o utilizadas directamente y


energías secundarias o finales que son aquellas que han sufrido un tipo de
transformación anterior a su uso, como la electricidad.

Fuentes de energía renovables

Llamaremos fuentes de energía renovables a aquellas cuyo potencial es inagotable por


provenir de la energía que llega a nuestro planeta de forma continua como consecuencia
de la radiación solar o de la atracción gravitatoria de otros planetas de nuestro sistema
solar. Son la energía solar, eólica, hidráulica, mareomotriz y la biomasa. Las fuentes de
energía no renovables son aquellas que existen en una cantidad limitada en la naturaleza.
La demanda mundial de energía en la actualidad se satisface en un 94% con este tipo de
fuentes: carbón, petróleo, gas natural y uranio.
Fuentes de energía convencionales

Si atendemos al segundo criterio de clasificación, llamaremos fuentes de energía


convencionales a aquellas que tienen una participación importante en los balances
energéticos de los países industrializados. Es el caso del carbón, petróleo, gas natural,
hidráulica y nuclear. Por el contrario, se llaman fuentes de energía no convencionales, o
nuevas fuentes de energía, a las que, por estar en una etapa de desarrollo tecnológico en
cuanto a su utilización generalizada, no cuentan con participación apreciable en la
cobertura de la demanda energética de esos países. Es el caso de la energía solar, eólica,
mareomotriz y biomasa.

Primarias y secundarias

Según sea su utilización las fuentes de energía las podemos clasificar en primarias y
secundarias:

 Las primarias son las que se obtienen directamente de la naturaleza, como el


carbón, petróleo y gas natural.

 Las secundarias, llamadas también útiles o finales, se obtienen a partir de las


primarias mediante un proceso de transformación por medios técnicos. Es el caso
de la electricidad o de los combustibles derivados del petróleo.

1.3. Recursos y reservas.

El mero conocimiento y cuantificación de la existencia de materias energéticas no


significa necesariamente que éstas se puedan emplear para la obtención de energía
útil. Para ello, además tiene que ser técnicamente posible su explotación y
económicamente rentable la misma, es decir, que los costes de extracción sean
inferiores a los precios del mercado. Asimismo, es preciso que la energía útil que se
obtenga del recurso sea muy superior a la consumida en su extracción y
transformación. Las cantidades de materia energética que cumplan todos estos
requisitos se denominan reservas, que pueden aprovecharse para su transformación
en energía útil en condiciones económicas rentables. Al resto de las cuantificadas se la
denominan recursos. La proporción de recursos que pasan a ser reservas, sin
descubrirse nuevos yacimientos, aumentan a medida que se abaratan técnicamente
los costes de explotación por los avances en las tecnologías de extracción y
explotación, o bien porque en el mercado alcanzan un mayor precio que hace viable
las nuevas inversiones. Así, la fuerte elevación de los precios del petróleo en 1973
provocó que el crudo del Mar del Norte dejase de considerarse únicamente recurso
para considerarse reserva. También la disponibilidad de tecnologías de perforación y
extracción a más de 2.000 metros de profundidad en los océanos abre al mercado
importantes recursos energéticos hasta ahora inaccesibles.

La diferenciación entre recursos y reservas es fundamental en el análisis económico


de la energía y decisiva para una planificación racional, puesto que, mientras que los
recursos energéticos son muy abundantes, las reservas energéticas son muy escasas,
aunque bastante variables.

1.4. Consumo de energía primaria. Transformaciones de la energía


primaria.

Existen diferentes fuentes de energía de donde se obtiene este recurso tan importante para
poder transformarlo y, así, generar electricidad u otro tipo de energía indispensable para
nuestros hogares e industrias. Antes de que suceda tal transformación, el recurso es
llamado energía primaria. Sin embargo, ¿cómo sucede su proceso?

Transformación de la energía primaria a secundaria

Inicialmente tiene lugar la producción de energía primaria, considerando su extracción o

captación del recurso del medio. Posteriormente, convertimos esta energía a secundaria, la

cual será transportada, almacenada y transformada hasta poder ser utilizable en puntos de

consumo, como hogares, oficinas, industrias, entre otros.

Gastos Relacionados
El proceso de transformación de la energía conlleva un sobrecoste económico, los

denominados costes de transformación de la electricidad. Para su mejor comprensión,

veamos un ejemplo:

Si tenemos una factura de la luz con un consumo de 100 kWh de electricidad,

este consumo energético en nuestros hogares se traduce en un mayor valor de energía

primaria. Por lo tanto, mayor coste.

El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) aporta factores de

conversión para equiparar la energía final a primaria. Según estos valores, 1 kWh de

energía final de electricidad convencional en España equivale a 2,461 kWh de energía


primaria. Por tanto, esto se traduce en que este consumo de 100 kWh de electricidad en

realidad supone un consumo de 246 kWh energía primaria.

Fuentes de energía primaria

Procedentes De Combustibles Fósiles

Tal como mencionamos al inicio del artículo, existen diferentes fuentes de energía de las

que se extrae la que estamos estudiando, dependiendo de su capacidad de regeneración.

Las procedentes de los combustibles fósiles (carbón, petróleo, gas natural y uranio) tardan

miles de años en generarse, por lo tanto, se agotan. Esto hace que, a pesar de haber sido
las fuentes más empleadas históricamente, su uso se vaya haciendo cada vez más

complejo y costoso.

Procedentes De Energías Renovables

Sin embargo, las fuentes de energías renovables (el agua, el sol, el viento, la biomasa, el

calor interno de la Tierra…) están casi siempre disponibles en la naturaleza y seguirán

estándolo incluso cuando las anteriores se hayan agotado.

El boletín estadístico de 2014 indica que, aunque las tendencias están cambiando

significativamente, las fuentes de energía no renovable todavía son las más utilizadas. Así,

en el año 2018 se utilizaron 50.740 ktep de petróleo, 23.664 ktep de gas natural, alrededor
de 15.000 ktep de energía nuclear y casi 12.000 ktep de carbón. En cambio, el consumo

total de energía procedente de fuentes renovables no suma 18.000 ktep.

Las energías renovables se van usando cada vez más, de forma anual. ¿Llegaremos a

consumir más energía renovable que energía fósil?

1.5. Problemática de la producción de energía eléctrica .

Problema ambiental del consumo de energía


La producción y el uso de la energía suponen la principal causa, junto con el trasporte, de
las emisiones de gases de efecto invernadero, gases responsables del cambio climático.
Por ello, una de las formas de actuar para limitar e impedir sus gravísimas consecuencias
ambientales, sociales y económicas, relacionadas con el aumento de temperatura, subida
del nivel del mar y disminución de precipitaciones, entre otras, consiste en reducir el
consumo energético.

El modelo de generación, transporte y consumo actual, absolutamente dependiente de los


combustibles fósiles, es insostenible como consecuencia del cambio climático que supone.
Según los estudios más recientes, las consecuencias en el Estado español serán el
aumento del número de «olas de calor», con temperaturas cada vez más extremas, y el
aumento progresivo de la desertificación.

En la actualidad, el incremento de la demanda y consumo de energía y las dificultades que


existen para satisfacer esta demanda con las fuentes de energía disponibles, están
prefigurando un escenario de crisis energética global.

Además, la insuficiencia de recursos propios de combustibles fósiles en nuestro país


conlleva una gran dependencia energética de otros países y una gran vulnerabilidad de
nuestro sistema energético.

Según sea su origen -térmica (carbón, gas-oíl), nuclear o hidroeléctrica- la producción de


energía eléctrica tiene otros importantes impactos ambientales:

 Los productos químicos que se emiten, principalmente en las centrales térmicas de


carbón y derivados del petróleo, son transportados por el viento y depositados por
las lluvias a miles de kilómetros de distancia de su origen, provocando «la lluvia
ácida», causante del deterioro y la destrucción de bosques, lagos y otros
ecosistemas.
 Las centrales nucleares producen residuos radiactivos de alta actividad (larga vida,
alto poder radiactivo) que suponen una amenaza constante para el medio ambiente
por la incapacidad actual para gestionarlos.

Si trabajas en una PYME, eres un profesional autónomo o trabajador de un colectivo


desfavorecido y tu actividad incide en alguna medida sobre el medio ambiente, debes
saber que las posibilidades de ahorro de energía para las PYME son muy elevadas. Según
el informe «Situación del ahorro energético en las pymes españolas» del año 2005,
realizado por las Cámaras de Comercio:

 Un uso adecuado de la energía en la pyme reduciría un 10% el consumo


eléctrico de España

 Las pymes españolas pueden ahorrar el 20% de la energía que consumen,


equivalente al 22% de la reducción de emisiones necesario para que España
cumpla el Protocolo de Kioto (10.45 millones de toneladas de CO2).

UNIDAD II SEMANA 3,4.

PARÁMETROS DE LA PRODUCCIÓN DE ENERGÍA ELÉCTRICA.


CLASIFICACIÓN DE LAS CENTRALES ELÉCTRICAS. DESCRIPCIÓN
DE LOS ELEMENTOS CONSTITUYENTES.

2.1. Tensión.

Qué es la tensión eléctrica

La tensión eléctrica o diferencia de potencial es una magnitud física que cuantifica la


diferencia de potencial eléctrico entre dos puntos. Es decir, es el voltaje con que la
electricidad pasa de un cuerpo a otro, por eso comúnmente se le denomina voltaje; su
unidad de medida es el voltio.

Técnicamente, la RAE define tensión eléctrica como: “voltaje con que se realiza una
transmisión de energía eléctrica” y/o “voltaje entre dos polos o electrodos”.

Si dos puntos (A y B) que tienen diferencia de potencial se unen mediante un conductor, se


produce un flujo de electrones. El punto de mayor potencial (A) cede parte de su carga al
punto de menor potencial (B) a través del conductor hasta que ambos igualen su potencial
eléctrico. Este traslado de cargas es lo que se conoce como corriente eléctrica.

La corriente eléctrica se diferencia, en función del voltaje, entre: baja, media y alta tensión.

Baja tensión

En España, se considera baja tensión cuando la instalación:

1 – Distribuye o genera energía eléctrica para consumo propio.

2 – Es receptora de corriente alterna igual o inferior a 1 kV (1 000 voltios).

3 – Es receptora de corriente continua igual o inferior a 1,5 kV (1 500 voltios).

La electricidad de pequeños consumidores (tarifas 2.0 o 2.1), como viviendas o alumbrado


público, son baja tensión.

Media tensión

Se considera media tensión cuando la instalación eléctrica consta de tensión nominal entre
1 kV (1 000 voltios) y 36 kV (36 000 voltios). En España, las instalaciones de ‘media
tensión’ son instalaciones de ‘alta tensión de 3ª categoría’; es decir, deben tratarse como
alta tensión.

La electricidad de grandes consumidores (tarifas 3.1 o 6.1), como hospitales, aeropuertos o


industria, son media tensión. También se encuentra en la generación y distribución de
energía eléctrica.

Alta tensión

En España, bajo el Real Decreto 223/2008, se diferencian cuatro categorías para


diferenciar las líneas de alta tensión:

1 – Se considera Categoría Especial cuando: la tensión nominal es igual o superior a 220


kV; o las tensiones normalizadas son entre 220 y 240 kV. La Red de Transporte de
electricidad (a grandes distancias) se encuentra en ocasiones a alta tensión de Categoría
Especial.

2 – Se considera 1ª Categoría cuando: la tensión nominal es superior a 66 kV e inferior a


220 kV; o las tensiones normalizadas son 110 kV, 132 kV y 150 kV. La Red de transporte y
el Sistema de Distribución de Energía Eléctrica, se encuentran en ocasiones a alta tensión
de 1ª Categoría.

3 – Se considera 2ª Categoría cuando: la tensión nominal es superior a 30 kV e igual o


inferior a 66 kV; o las tensiones normalizadas son 45 kV y 66 kV. El Sistema de
Distribución de Energía Eléctrica se encuentra en ocasiones a alta tensión de 2ª Categoría.

4 – Se considera 3ª Categoría cuando: esta es la denominada media tensión, como hemos


explicado en el punto anterior. La tensión nominal es superior a 1 kV e igual o inferior a 30
kV.

2.2. Frecuencia.

El término electricidad doméstica se refiere a la tensión eléctrica de corriente alterna (CA)


de propósito general para suministro de energía eléctrica. Otro término acorde es «energía
domiciliaria» o «energía residencial». Dependiendo de la región el valor eficaz de la tensión
puede variar desde 100 a 240 voltios; la frecuencia es únicamente 50 Hz o 60 Hz. Todas
las tensiones de uso doméstico conllevan un riesgo de choque eléctrico si se tocan partes
energizadas que puede causar fibrilación ventricular y muerte. Por ello se debe proteger
tanto a animales como a humanos del contacto directo. Los cables siempre deben estar
aislados o fuera del alcance de humanos y animales. Los gabinetes metálicos del equipo
eléctrico deben ser puestos a tierra. Cada país tiene normas que especifican los detalles
técnicos.

2.3. Fiabilidad.

Fiabilidad de la distribución de energía eléctrica,

En ningún sitio como en las plantas de fabricación de microprocesadores se sienten con


tanta intensidad los efectos de las perturbaciones del suministro de energía para procesos
de producción. En ellas, las interrupciones de cualquier tipo tienen consecuencias
económicas potencialmente desastrosas, tanto que la calidad y fiabilidad del suministro de
energía eléctrica han llegado a ser de importancia crítica para el éxito de este tipo de
plantas. Existen soluciones, pero encontrar la mejor de ellas es un trabajo lleno de
incertidumbre. Sin embargo, ya disponemos de un modelo predictivo de la fiabilidad,
desarrollado por ABB, que simula el comportamiento previsto de la planta y cuantifica los
efectos de las distintas opciones de mejora. Utilizando este modelo, ABB puede determinar
la combinación de medidas adecuada para conseguir máxima fiabilidad al menor precio
posible.

2.4. Clasificación de las centrales.

¿Qué tipos de centrales eléctricas existen?

La electricidad es un fenómeno de origen natural que puede presentarse de diversas


maneras a través de las centrales eléctricas. La cuestión del origen de la energía eléctrica
es más que simple: para que se aproveche en forma de energía, atraviesa un largo
recorrido. Por otro lado, su capacidad de producción y nivel de eficiencia, es decir, la
cantidad de electricidad que pueden producir a partir de la transformación de la fuente
primaria, dependerá del recurso bruto y de la tecnología que se utilice.

Es por ello, que la central eléctrica dependerá de la fuente de energía. En España los
principales tipos de centrales son térmicas, nucleares, atmosféricas y solar fotovoltaica.

A continuación, te explicamos cómo funciona cada una de ellas.


Centrales eléctricas térmicas
Las turbinas de estas centrales entran en movimiento gracias a un chorro de vapor a
presión que se obtiene calentando el agua. Existen diferentes formas de generar energía
en las centrales de tipo térmicas: Entre ellas están las térmicas

 Clásicas: obtienen la energía de la combustión de combustibles fósiles.


 De biomasa: obtienen la energía de la combustión de residuos forestales, agrícolas
o de los famosos cultivos energéticos.
 De incineración de residuos sólidos urbanos: obtienen la energía a través de la
combustión de la basura tratada.
 Centrales nucleares: generan energía gracias a las reacciones de fisión de átomos
de uranio. Las termo solares por su lado, calientan el agua concentrando la energía
procedente del sol y, finalmente las centrales geotérmicas aprovechan el calor que
proviene del interior de la tierra.

Centrales eólicas
Sus turbinas son movidas gracias a la acción del viento sobre las aspas del aerogenerador.
Para ello, se instala una torre en cuya parte superior existe un rotor con múltiples palas que
se orientan en dirección del viento. Estas giran alrededor de un eje horizontal que actúa
sobre un generador de electricidad. Su funcionamiento está limitado a la velocidad del
viento y un parque eólico demanda extensiones de terrenos grandes. Por otro lado, el
número de horas de funcionamiento para producir energía eléctrica está entre el 20% y
30% de las horas del año en España; un valor bajo cuando se compara con centrales
térmicas y nucleares que consiguen cifras del hasta 93%.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que este es un tipo de energía limpia y estas
instalaciones no suponen ningún daño al medio ambiente. El parque eólico instalado en el
Puerto de Bilbao, Punta Lucero, generó en sus primeros cinco meses de
funcionamiento 7,1 millones de kWh de energía eólica en España. Cuando estos parques
se construyen cerca del mar, es más beneficioso porque el aire acostumbra a circular de
manera racheada, además de ser más constante que sobre tierra firme.

Centrales solares
Existen diferentes tipos dentro de estas centrales de energía. Entre ellas las
centrales termo solares que aprovechan el calor del sol para calentar el agua y mover la
turbina con el vapor que se genera de ese calentamiento. También están las centrales
solares fotovoltaicas que se encargar de transformar la energía solar en electricidad debido
a las células fotovoltaicas. En España, contamos con dos centrales importantes: los
parques fotovoltaicos Puertollano y Olmedilla de Alarcón. Ambos están ubicados en
Castilla-La Mancha.

Centrales hidroeléctricas
Las turbinas de estas centrales se mueven gracias a un chorro de agua a alta velocidad.
Estas aprovechan los saltos de agua ya sean naturales, es decir, cascadas y desniveles de
los ríos, o artificiales que son construidos en los embalses. Estas también se dividen o
clasifican según la potencia que tienen, además de la energía eléctrica que son capaces de
generar. Por un lado, están las centrales hidroeléctricas de gran potencia, las mini
centrales hidroeléctricas y las micro centrales hidroeléctricas.

Centrales mareomotrices
Estas tienen un parecido en su funcionamiento a las centrales hidroeléctricas. Pero estas
aprovechan las diferencias del nivel del mar entre la marea alta y la marea baja. También
se consideran centrales mareomotrices aquellas centrales que aprovechan el movimiento
de las olas para mover las turbinas. Por otro lado, también existen las de corrientes
marinas, las cuales usan la energía cinética de las corrientes marinas o de los océanos.
Este método genera un impacto menor en el ambiente debido que no se construyen presas
que alteren el ecosistema.

2.5. Descripción de los elementos constituyentes.


ELEMENTOS QUE FORMAN PARTE DE UN CIRCUITO ELÉCTRICO

GENERADORES

Los generadores son los elementos que transforman cualquier forma de energía en


energía eléctrica, es decir, los generadores suministran energía eléctrica al circuito.

Proveen al circuito de la necesaria diferencia de cargas entre sus dos polos o


bornes (tensión), y, además, son capaces de mantenerla eficazmente durante el tiempo
suficiente, permitiendo el flujo de electrones.

Ejemplos de ellos son las pilas y baterías y las fuentes de alimentación.

Un generador consta de dos polos, uno negativo (cátodo) y uno positivo (ánodo). No
basta con conectar un extremo del conductor al polo negativo del que salen los electrones.
Hay que conectar el polo positivo, al que vuelven los electrones. Si cortamos el cable de
metal los electrones se detienen en todo.

Cuando ambos polos se unen mediante el hilo conductor, los electrones se mueven
a través de él, desde el polo negativo al polo positivo.

RECEPTORES
Los receptores son los elementos encargados de convertir la energía eléctrica en
otro tipo de energía útil de manera directa, como la lumínica, la mecánica (movimiento),

En base a eso tenemos:

• Receptores luminosos: como bombillas y Leds.

• Receptores sonoros: como timbres y altavoces.

• Receptores térmicos: como las resistencias eléctricas que llevan planchas, hornos,

• Receptores mecánicos: como los motores eléctricos.

CONDUCTORES

Los conductores son los elementos que conectan los distintos elementos del circuito
permitiendo el flujo de electrones.

Para transportar los electrones de un sitio a otro se utilizan cables de metal,


normalmente de cobre, y recubiertos de plástico para que los electrones no salgan del
cable.

ELEMENTOS DE CONTROL Y MANDO

Son los dispositivos usados para dirigir o interrumpir el paso de la corriente. Los


más importantes son los interruptores, conmutadores y pulsadores.

ELEMENTOS DE PROTECCIÓN

Son los elementos encargados de proteger al resto de los elementos del circuito de


corrientes elevadas o fugas. Los más importantes son los fusibles, interruptores
diferenciales y los interruptores magnetotérmicos.
UNIDAD III SEMANA 6,7.

COBERTURA DE LA DEMANDA, VARIABLES Y PARÁMETROS DE LA


PRODUCCIÓN ELÉCTRICA. ESTRUCTURA Y FUNCIONAMIENTO DEL
MERCADO ELÉCTRICO.

3.1. Aspectos técnicos del binomio producción demanda. Curva de


carga diaria.

El binomio agua-energía
El agua es el elemento más esencial para la existencia de vida, y por otra parte, la energía
es el recurso que más impacto tiene en nuestra calidad de vida.

A nadie se le escapa que existe una gran correlación entre el agua y la energía. Hasta
hace poco, se pensaba en la producción de energía a partir del agua (energía
hidroeléctrica especialmente). Efectivamente, la humanidad ha utilizado desde tiempos
inmemoriales el agua como fuente de energía.
Poco a poco, se fue dando paso a la introducción de tecnología en el aprovechamiento de
esa energía potencial de mares y ríos para la conversión a energía eléctrica o mecánica.

No cabe duda de que en la actualidad hemos alcanzado un alto grado de desarrollo en este
aprovechamiento, obteniendo una parte importante de la energía, que además no consume
recursos naturales perecederos.

Sin embargo, en los últimos años se ha pasado a un análisis mucho más profundo de las
implicaciones “agua vs energía”.

Hemos pasado de “agua genera energía”, a “agua consume energía” y “producir energía
requiere agua”.
En este escenario, nos encontramos con un círculo vicioso, ya que el ciclo del agua es
exigente en términos energéticos, y por tanto se generan emisiones de gases efecto
invernadero, que van alterando el clima. Ello supone una alteración del régimen de lluvias,
con la aparición de más episodios de sequía, que finalmente desembocan en una mayor
demanda de energía.

En cualquiera de los distintos apartados del ciclo del agua, (captación, tratamiento,
distribución, consumo, alcantarillado, tratamiento del agua residual, vertido final) la energía
es la partida de coste variable más importante.

El creciente coste de la energía exige mayor eficiencia en la gestión del ciclo del agua y la
necesidad de mitigar el cambio climático cada vez más presente, también exige una mayor
eficiencia en todos los procesos.

Es lo que podríamos denominar círculo vicioso de insostenibilidad. Su reversión pasa por


una mejora en la eficiencia y una reducción escalonada y racional del consumo.

3.2. Curva monótona de carga.

Curvas de carga, monótonas y factores de carga

Las curvas de carga permiten obtener información sobre qué nivel de carga se encuentra
una variable a lo largo del tiempo, o de la forma en que evoluciona una variable a lo largo
de un periodo definido. Ejemplo: El siguiente caso muestra los datos de producción de
vapor de una caldera medidas por un contador que registra las producciones instantáneas
en una base de datos:
Si transformamos esta gráfica en una curva a la que los valores se han ordenado de forma
decreciente y ordenados por muestras, obtenemos la "curva monótona de vapor". Esta
curva es útil cuando se trata de evaluar el régimen de funcionamiento de un equipo, y si es
conveniente instalar un equipo que trabaje a cargas parciales o es mejor instalar varios
equipos e ir modulando poniendo en marcha y parando. En este caso concreto se puede
deducir que durante 18 horas al día la producción de vapor es superior a 2.000 kg / h y que
la caldera ha sido más de tres horas sin producir vapor. La capacidad nominal de la caldera
es de 16.000 kg / h, por lo que se ve que el equipo no está trabajando en las mejores
condiciones.

Además, hay una parte pequeña del tiempo, menos de una hora, con demanda cercana a
la capacidad.

3.3. Parámetros relativos a la producción.

Mediante esta orden por tanto, se establecen por un lado, los parámetros retributivos de las
instalaciones tipo aplicables a determinadas instalaciones de producción de energía
eléctrica a partir de fuentes de energía renovables, cogeneración y residuos, en particular,
a las instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes de energía
renovables, cogeneración y residuos que tuvieran reconocida retribución primada a la
entrada en vigor del citado Real decreto-ley 9/2013, de 12 de julio, entre ellas, a aquellas
instalaciones adjudicatarias del concurso de instalaciones de tecnología solar
termoeléctrica de carácter innovador. Asimismo, se establecen los parámetros retributivos
de las instalaciones tipo para aquellas instalaciones o modificaciones de instalaciones de
tecnologías diferentes a la eólica, solar termoeléctrica y fotovoltaica que cumplan
determinados requisitos previstos en la disposición adicional cuarta del citado real decreto.
Por otro lado, en desarrollo del título IV del Real Decreto 413/2014, de 6 de junio, y en
particular, de la disposición adicional segunda.4 se recoge una clasificación de
instalaciones tipo en función de la tecnología, potencia instalada, antigüedad o sistema
eléctrico, fijando para cada una de estas instalaciones tipo un código.
Asimismo, en aplicación de la disposición transitoria primera del Real Decreto 413/2014, de
6 de junio, esta orden establece la instalación tipo por defecto que será asignada a una
instalación cuando con la información que obre en el registro de instalaciones de
producción de energía eléctrica y en el sistema de liquidaciones, no sea posible determinar
la instalación tipo asociada a dicha instalación.
En esta orden y como referencia de rentabilidad razonable de las instalaciones, se ha
tenido en cuenta para el cálculo de los parámetros retributivos por una parte, y para las
instalaciones con derecho a régimen económico primado a la entrada en vigor del Real
Decreto-ley 9/2013, de 12 de julio, el rendimiento medio en el mercado secundario de los
diez años anteriores a la entrada en vigor citado real decreto-ley, esto es, el periodo
comprendido entre el 1 de julio de 2003 y el 30 junio 2013, de las Obligaciones del Estado
a diez años, tal y como determina la disposición final tercera de la Ley 24/2013, de 26 de
diciembre, y la disposición adicional segunda del Real Decreto 413/2014, de 6 de junio,
para las instalaciones con derecho a la percepción del régimen económico primado.

3.4. Soluciones al desequilibrio entre producción y demanda.


Almacenamiento de energía eléctrica. Tecnologías híbridas

 El sector energético dominicano se mantuvo sin cambios trascendentales desde la


creación de la CDE. Sin embargo, a partir de 1992, y para mejorar la eficiencia del
sector, el Gobierno dominicano inició un proceso de reestructuración sectorial a
partir del diseño de un proyecto de reforma de la mano de consultores y organismos
internacionales9 . En 1993, para dar continuidad a las conversaciones iniciadas el
año anterior, se creó el Consejo Nacional de Energía (CNE)10, mediante el Decreto
Presidencial N.º 148-93, por medio del cual se estableció «que es responsabilidad
del Gobierno dominicano promover un consenso en torno a una estrategia de
desarrollo del sector energía, que minimice el impacto de los costos […], junto con
incentivar la inversión privada…»11. Los objetivos principales de esta nueva
estrategia no solo tomaron en cuenta la participación del sector privado, sino que
además promovieron su participación en el sector eléctrico, colocándolo como un
aliado del Estado.

 El almacenamiento eficiente de energía es un pilar fundamental de la transición


energética: permite flexibilizar la producción de energía renovable y garantizar su
integración en el sistema. Descubre qué sistemas de almacenamiento son los más
eficientes y cuál promete impulsar con más fuerza la tan necesaria transición hacia
un sistema eléctrico descarbonizado.

La energía eléctrica puede ser fácilmente generada, transportada y transformada.


Sin embargo, hasta ahora no se ha logrado almacenarla de forma práctica, fácil y
barata. Esto implica que la energía eléctrica debe generarse en todo momento de
acuerdo con la demanda y, en consecuencia, las energías renovables —de
naturaleza no gestionable— requieren el apoyo de los sistemas de almacenamiento
para integrarse, evitar vertidos de energía limpia en períodos valle y dotar de mayor
eficiencia y seguridad al sistema eléctrico.

En un mundo que se encuentra en plena transición de las energías fósiles a las


fuentes renovables, como la energía eólica y la solar, una mejora del
almacenamiento de energía eléctrica resulta de vital importancia para respaldar
estas tecnologías, asegurando que los sistemas de red estén equilibrados y
contribuyendo a aprovechar al máximo cada megavatio verde generado.

PRINCIPALES SISTEMAS DE ALMACENAMIENTO DE ENERGÍA


La energía eléctrica no puede almacenarse como tal y es necesario transformarla en
otros tipos, como la energía mecánica o la química. Los sistemas de
almacenamiento pueden aportar valor en todos y cada uno de los eslabones de la
cadena de suministro. Dependiendo de su capacidad, los sistemas de
almacenamiento de energía se dividen en: almacenamiento a gran escala, que se
emplea en lugares en los que se trabaja con escalas de GW; almacenamiento en
redes y en activos de generación, donde se trabaja con escalas de MW; y,
finalmente, almacenamiento a nivel de usuario final, que se emplea a nivel
residencial y se trabaja con kW.

Las tecnologías híbridas son algo más que un término de nuevo cuño. Estamos


asistiendo a una revolución tecnológica, a una proliferación de nuevos dispositivos,
sin precedentes y a la vista de todos. La ciencia, aproximadamente cada 100 años,
nos ofrece un "giro Copernicano", un "cambio de paradigma". Nuevas formas de
entender el Universo que nos rodea y que derivan en los años sucesivos en
cambios tecnológicos, progreso y calidad de vida. Generamos riqueza gracias a la
mejora del conocimiento.

Estas grandes transformaciones en el pensar, generalmente, vienen precedidas de


señales en forma de enormes mejoras en la capacidad técnica sobre lo ya conocido.
Mejores instrumentos de medida junto con obras de ingeniería portentosas que
exprimen al máximo los conocimientos de una época. Este instrumental técnico
mejorado nos abre la puerta a nuevos conocimientos fundamentales y a nuevas
formas de entender la realidad. Pues bien, las tecnologías híbridas se han
incorporado a dicha revolución aportando una "tercera vía".

DEFINICIÓN

Es importante aclarar el significado y definir correctamente, en este contexto, el


término "híbrido". Se emplea para describir, de forma sintética, las diferentes
sinergias que se establecen entre tecnologías de distinta procedencia. Sin embargo,
no hay que confundir las tecnologías híbridas con aquellas tecnologías que surgen
en un entorno interdisciplinar, fruto de la riqueza de combinar varias disciplinas en
una única materialización tecnológica.

A modo de definición, podríamos decir que la hibridación de tecnologías consiste en


emplear conjuntamente dos tecnologías preexistentes, aunque complementarias,
con un único fin, y con el objeto de beneficiarse de sus ventajas respectivas y paliar
las posibles desventajas de cada una de ellas por separado. La "tercera vía" abierta
es, por tanto, el uso combinado, e incluso simultáneo, de dos soluciones
tecnológicas diferentes. Esto hace que las tecnologías híbridas también sean
multidisciplinares, pero más fruto de la combinación complementaria, que de la
síntesis en un único sistema o nuevo producto independiente.

Dicho de otra manera, todo lo híbrido es multidisciplinar, por definición. Pero no todo
lo que surge de la multidisciplinariedad tiene por qué ser una solución
tecnológicamente híbrida.

La hibridación se puede dar a diferentes niveles en el proceso constructivo de las


soluciones tecnológicas. Desde la integración en "chips híbridos" hasta, por ejemplo,
vehículos que combinan dos sistemas de propulsión independientes pero
coordinados.

Ya sea de lo interdisciplinar, primero, como de lo híbrido, después, las diferentes


ramas de la técnica han descubierto una fuente inagotable de nuevas ideas,
ventajas y nuevos productos, resultado de la interacción entre diferentes tecnologías
que, antaño, formaban parte de compartimentos estancos evolucionando de manera
independiente, aunque en paralela.

EL PRESENTE: LA "CRISIS" DE LAS DISCIPLINAS

No es una crisis en sentido negativo, es una crisis que alumbra un mundo nuevo
caracterizado por la desaparición de las férreas fronteras entre las diferentes
disciplinas. Hoy en día, por ejemplo, la biología y la genética, enseñan a los
ingenieros a implementar algoritmos genéticos, redes neuronales o sistemas que
evolucionan mediante aprendizaje autónomo.

Surgen nuevas disciplinas como la nanotecnología, donde se produce un mestizaje


de métodos que provienen de la mecánica cuántica, la ingeniería molecular, e
incluso, la medicina. Pequeños "robots" moleculares son diseñados para realizar
trabajos de descontaminación y tratamiento de aguas, limpiar arterias en seres
humanos, procesar información, o establecer puentes de comunicación entre el
mundo microscópico y el entendimiento humano.

Si miramos hacia el importante mundo de la energía, vemos como hay un interés


creciente, incluso a nivel doméstico, en la integración de las fuentes de
energía clásica, como los derivados del petróleo, con fuentes de energía alternativas
menos contaminantes y más baratas. Ya se habla de "vehículos híbridos", que
podrían combinar pilas de combustible de hidrógeno con derivados del petróleo
como la gasolina. Muchos hogares, especialmente los que se ubican en zonas
rurales, dónde es difícil y caro el abastecimiento de combustibles como el gasóleo,
ya integran en sus instalaciones energía térmica y fotovoltaica, en convivencia con
los sistemas tradicionales.

Por último, el mundo de la comunicación y la información, quizá es el que más haya


avanzado en la línea de las tecnologías híbridas. Si echamos un vistazo a los
componentes de cualquier teléfono móvil, cualquier ordenador, PDA, etc., en sus
elementos esenciales, integran diferentes tecnologías que básicamente consisten
en una adecuada combinación de electrónica analógica, electrónica digital,
tecnología fotónica (manipulación de la luz como medio de transmisión de
información) y óptica clásica, con un grado de miniaturización asombroso. La
armonización a bajo nivel de todas estas tecnologías, permite idear nuevos
dispositivos que tan pronto pueden ser un teléfono inalámbrico como una cámara de
video, una televisión o un equipo de alta fidelidad...Y todo ello en menos espacio
que la palma de nuestra mano.

EL FUTURO

Si en los últimos 10 años la telefonía móvil, magnífico ejemplo de hibridación


tecnológica, ha experimentado su eclosión, sin embargo, en los próximos años
veremos proliferar dispositivos híbridos en cualquier contexto, siendo de especial
interés:

 La salud: diseño de sensores y actuadores miniatiurizados, de carácter electrónico e


inalámbrico, fabricados con nanotecnología, basados en marcadores genéticos y
moleculares.
 La gestión de la demanda energética: seguimiento y control de los puntos de las
redes de distribución, especialmente en el caso de energía eléctrica. Nuevos
equipos para generación, distribución y control de la energía adaptados a energías
renovables: más eficientes, más "inteligentes", menos contaminantes.
 Ayuda a discapacitados: paliando su discapacidad y mejorando su integración.
Nuevos dispositivos que permitan superar las barreras, en particular aquellas que
les alejan de la información y la comunicación.
 Gestión del medio ambiente y de los recursos naturales. Seguimiento y control de
los ciclos del agua, de las especies animales y vegetales, control y prevención de
enfermedades y plagas, control y mejora de la producción agroalimentaria.
 Automoción: vehículos propulsados con diferentes fuentes de energía alternativa:
solar fotovoltaica, pilas de hidrógeno y derivados del petróleo.

3.5. Ley del sector eléctrico.

La presente Ley tiene, por consiguiente, como fin básico establecer la regulación del sector
eléctrico, con el triple y tradicional objetivo de garantizar el suministro eléctrico, garantizar
la calidad de dicho suministro y garantizar que se realice al menor coste posible, todo ello
sin olvidar la protección del medioambiente, aspecto que adquiere especial relevancia
dadas las características de este sector económico. Sin embargo, a diferencia de
regulaciones anteriores, la presente Ley se asienta en el convencimiento de que garantizar
el suministro eléctrico, su calidad y su coste no requiere de más intervención estatal que la
que la propia regulación específica supone. No se considera necesario que el Estado se
reserve para sí el ejercicio de ninguna de las actividades que integran el suministro
eléctrico. Así, se abandona la noción de servicio público, tradicional en nuestro
ordenamiento pese a su progresiva pérdida de trascendencia en la práctica, sustituyéndola
por la expresa garantía del suministro a todos los consumidores demandantes del servicio
dentro del territorio nacional. La explotación unificada del sistema eléctrico nacional deja de
ser un servicio público de titularidad estatal desarrollado por el Estado mediante una
sociedad de mayoría pública y sus funciones son asumidas por dos sociedades mercantiles
y privadas, responsables respectivamente, de la gestión económica y técnica del sistema.
La gestión económica del sistema, por su parte, abandona las posibilidades de una
optimización teórica para basarse en las decisiones de los agentes económicos en el
marco de un mercado mayorista organizado de energía eléctrica. La planificación estatal,
por último, queda restringida a las instalaciones de transporte, buscando así su imbricación
en la planificación urbanística y en la ordenación del territorio. Se abandona la idea de una
planificación determinante de las decisiones de inversión de las empresas eléctricas, que
es sustituida por una planificación indicativa de los parámetros bajo los que cabe esperar
que se desenvuelva el sector eléctrico en un futuro próximo, lo que puede facilitar
decisiones de inversión de los diferentes agentes económicos. El propósito liberalizador de
esta Ley no se limita a acotar de forma más estricta la actuación del Estado en el sector
eléctrico. A través de la oportuna segmentación vertical de las distintas actividades
necesarias para el suministro eléctrico, se introducen cambios importantes en su
regulación. En la generación de energía eléctrica, se reconoce el derecho a la libre instala
Ley del Sector Eléctrico LEY 54/1997, DE 27 DE NOVIEMBRE 10 ción y se organiza su
funcionamiento bajo el principio de libre competencia. La retribución económica de la
actividad se asienta en la organización de un mercado mayorista. Se abandona el principio
de retribución a través de unos costes de inversión fijados administrativamente a través de
un proceso de estandarización de las diferentes tecnologías de generación eléctrica.

UNIDAD IV SEMANA 8,9.


ASPECTOS ECONÓMICOS Y MEDIOAMBIENTALES DEL USO DE LA
ENERGÍA

4.1. Efectos sobre la biosfera de la explotación de las fuentes energéticas


no renovables.

El consumo energético: ¿cuál es su impacto ambiental a nivel mundial?


La disminución de los recursos no renovables, las emisiones de contaminantes y el impacto
en los paisajes son solo algunas de sus consecuencias. Todas las industrias deben tomar
medidas al respecto.

Desde hace 11 años, China superó a Estados Unidos como el país que genera mayor
cantidad de gases de efecto invernadero en el planeta. Sin embargo, la nación asiática se
encarga de la mayor producción y exportación de productos a nivel mundial. Entonces, la
responsabilidad de este impacto ambiental está en manos del consumidor, más que del
productor. Esta es una situación que se ve reflejada también en muchos países del mundo,
por lo que el cuidado del medioambiente no solo está en manos de las empresas, sino
también de los ciudadanos.
Las organizaciones privadas y públicas, además de las instituciones de los Estados,
evalúan cada vez más las consecuencias de los sectores energéticos en el impacto
ambiental. Existen diversos daños que frenan las tendencias sustentables, aquellos que
derivan de la producción, consumo y transporte de diferentes fuentes de energía, como por
ejemplo:

 La disminución progresiva de recursos no renovables.


 Las emisiones dirigidas a la atmósfera, como el óxido de azufre, monóxido de
carbono, metales pesados y otros contaminantes.
 Los impactos sobre paisajes y patrimonios locales, debido a la extracción de
recursos por parte de empresas cuyo objetivo es satisfacer la demanda de energía
local.
 La contaminación acústica y visual de fuentes energéticas, así como la
contaminación directa al agua, suelos y otros factores que impactan en la salud
tanto del medio ambiente como de las comunidades.
 Los residuos derivados del consumo energético, los cuales son difíciles de tratar a
través del tiempo.

Todos estos aspectos se pueden observar en muchos países a nivel mundial, sumando
también los cambios climáticos, la lluvia ácida y otros factores globales. Existen
consecuencias ambientales, sociales y económicas en este sector y, por ello, las
compañías en todos los sectores deben trabajar con procedimientos sostenibles.
En el Perú, por ejemplo, la producción de electricidad aumentó hasta en un 186 % en los
últimos 20 años. Aunque la demanda local de energía es cubierta casi en su totalidad y
existen oportunidades de exportación e inversión, el verdadero foco de este mercado debe
ser evitar cualquier daño o impacto ambiental en cada proceso de producción.
En el 2008, el Perú consolidó su ingreso a la era de las energías renovables. A partir de
esa fecha, en el país existe como prioridad la promoción de electricidad con fuentes
renovables no convencionales, llamadas recursos energéticos renovables (RER). Como
resultado, diversos profesionales han trabajado con este tipo de recursos en pro de las
tendencias verdes a nivel nacional.

4.2. Actuaciones correctoras.

Medidas preventivas, correctoras y compensatorias en el impacto


ambiental

Prevenir, paliar o corregir el impacto ambiental representa introducir


medidas preventivas o correctoras

en la actuación con el fin de:


1. Aprovechar, en mayor medida, las oportunidades que ofrece el medio con el fin de
conseguir la mejor calidad ambiental del proyecto.
2. Anular, atenuar, evitar, corregir o compensar los impactos negativos que las
acciones que se derivan del proyecto provocan sobre el medio ambiente, en el
entorno de aquellas.
3. Incrementar, mejorar y potenciar los efectos positivos que pudieran existir.

Las medidas de atenuación tienden a compensar o revertir los efectos adversos o


negativos del proyecto. Se aplican según correspondan en cualquiera de las fases
(planificación, constructiva, operativa o de abandono).

Estas son:

1. Medidas preventivas: evitan la aparición del efecto, modificando los elementos


definitorios de la actividad (tecnología, diseño, materias primas, localización, etc.).
2. Medidas correctoras: de impactos recuperables, dirigidas a anular, atenuar, corregir
o modificar las acciones y efectos sobre procesos constructivos, condiciones de
funcionamiento, factores del medio como agente transmisor o receptor, etc.
3. Medidas compensatorias: de impactos irrecuperables e inevitables, que no evitan la
aparición del efecto ni lo anulan o atenúan, pero compensan de alguna manera la
alteración del factor. Según la gravedad y el tipo de impacto.

Las medidas preventivas se introducen en la fase de planificación (proyecto), mientras que


las correctoras y compensatorias se introducen en la fase de funcionamiento (constructiva,
operativa o de abandono).

El objeto de las medidas de mitigación puede resumirse en:


1. Medidas dirigidas a mejorar el diseño.
2. Medidas para mejorar el funcionamiento durante la fase operacional.
3. Medidas dirigidas a mejorar la capacidad receptiva del medio.
4. Medidas dirigidas a la recuperación de impactos inevitables, medidas
compensatorias para los factores modificados por efectos inevitables e
incorregibles.

En el proceso de implementación de medidas, vamos a actuar en base a tres líneas muy


definidas:

1. Identificación de medidas preventivas, correctoras y compensatorias. Se estudiarán


en profundidad las medidas a introducir en el proyecto, en base al tipo de medida a
tomar (preventivas, correctoras o compensatorias). Se analizarán las medidas que
podemos introducir en base a la siguiente tipología:
1. Medidas protectoras, que evitan la aparición del efecto modificando los
elementos de la actividad.
2. Medidas correctoras de impactos recuperables, dirigidas a anular, atenuar,
corregir o modificar las acciones y efectos.
3. Medidas compensatorias, de impactos irrecuperables e inevitables que no
evitan la aparición del efecto, ni lo anulan o atenúan, pero contrapesan de
alguna manera la alteración del factor (pago por contaminar, creación de
zonas verdes, acciones de efectos positivos...).

Estas medidas deben de definirse en los diferentes documentos del proyecto: memoria,
planos, pliego de condiciones, presupuesto, lo que permitirá tener una idea global del
precio real de ejecución del mismo y de su viabilidad técnica y económica.

2. Caracterización de las medidas preventivas, correctoras y compensatorias. Esta


caracterización se realizará de acuerdo con la gravedad y el tipo de impacto. Se
utilizarán las escalas de tipología que ya hemos avanzado.
3. Valoración de impactos consecuencia de la introducción de estas medidas.
Indicando que se realizará por alguno de los métodos comentados. Tienen especial
interés los métodos cuantitativos, ya que permiten comparar la eficacia de estas
medidas de manera muy clara, comparando la situación con proyecto y con medidas
y con proyecto y sin medidas.

4.3. Costes de la energía y precio del dinero.

El coste de la energía sí que importa: ya supone la mitad del recibo de la luz que pagan los

hogares
El alza espectacular del precio de la electricidad desplaza a los impuestos como principal
cargo de la factura y permite a Hacienda recaudar más pese a la rebaja fiscal

El coste de la energía solo representa el 25% de la factura que paga el consumidor”. Los
ciudadanos han escuchado y leído esta frase muchas veces en los últimos meses, lanzada
insistentemente tanto desde el Gobierno, como por expertos y medios de comunicación. Se
repite como un mantra tranquilizador en un momento en el que el precio mayorista de la luz
bate récords día tras día. El argumento es que, por mucho que suba la energía, solo una
parte mínima de ese aumento aparece luego en el recibo mensual que pagan los
hogares. Pero la frase, que reflejaba el reparto tradicional del coste de la energía en el
recibo, hace tiempo que quedó desactualizada por la espiral de subidas del mercado
eléctrico. Ahora, el precio de la energía sí que importa, de hecho, es lo que más pesa en la
factura de la luz.

El precio mayorista de la luz, el que fijan todos los días las compañías productoras en un
mercado virtual electrónico (conocido como pool), se ha triplicado en tan solo un año. Ha
pasado de 46,16 euros por megavatio hora (MWh) en el primer jueves de septiembre de
2020, a 140,23 euros/MWh el pasado jueves, día 2, cuando se batió el récord histórico.

Como consecuencia de ese espectacular incremento, el peso que tiene el consumo de


energía en el recibo de la luz supera ya el 50% y se ha convertido, con mucha diferencia,
en el principal cargo de la factura mensual que les manda el banco a los consumidores,
desplazando a los impuestos, cargos y peajes, que hasta ahora ocupaban ese lugar de
honor y que, hace tan solo un año, representaban tres cuartas partes del recibo.

Así, la factura del pasado mes de agosto de un usuario promedio que haya consumido 366
kilovatios hora (kWh) al mes con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW), sería de
94,52 euros, de los que 48,73 euros corresponderían al coste de la energía puro y duro (sin
peajes), es decir el 51,5% del total a pagar. Los impuestos (impuesto eléctrico e IVA)
representarían el 13,5% y el restante 35% corresponderían a peajes (el coste de las redes
de transporte y distribución) y cargos (los costes asociados a las primas a las renovables, a
la subvención de las extras peninsulares y a la compensación a las eléctricas por el déficit
de tarifa).

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