JOSUE 6

CAIDA MUROS DE JERICO

JERICO

VER 1 Ahora bien, las puertas de Jericó estaban bien cerradas, porque la gente tenía
miedo de los israelitas. A nadie se le permitía entrar ni salir.

Sin embargo, la gente que habitaba allí sentía miedo de lo que el pueblo de Israel podía
hacerles, pues sabían que era un pueblo fuerte respaldado por el Dios todopoderosos.
Podemos ver que el ENEMIGO ante tu PRESENCIA SE ASUSTA, sabe que LA PELEA YA ESTA
GANADA Y QUE LO QUE ESPERA NO ES FACIL.

VER 2-3 Pero el SEÑOR le dijo a Josué: «Te he entregado Jericó, a su rey y a todos sus
guerreros fuertes. 3 Tú y tus hombres de guerra marcharán alrededor de la ciudad una vez
al día durante seis días.

Tu nos DAS LA SEGUIRDAD QUE YA LA GUERRA ESTA GANADA, que nos entregaras a
SATANAS Y A SU EJERCITO y que TODA LA MURALLA FUERTE LEVANTADA POR EL
ENEMIGO POR MEDIO DE LA CONFUSION Y FALTA DE CLARIDAD al EQUIPO MEDICO QUE
ESTA TRATANDO a ANGELITA VA A HACER DERRIBADO AL FINALIZAR LOS 7 DIAS DE
AYUNO e INTERSECION.

Pero antes que ese MOMENTO LLEGUE quieres QUE HAGAMOS UN PREPARACION,
durante 6 dias por medio de este TIEMPO DE INTERSECION .

VER 4-5 Siete sacerdotes caminarán delante del arca; cada uno llevará un cuerno de
carnero. El séptimo día, marcharán alrededor de la ciudad siete veces mientras los
sacerdotes tocan los cuernos.  5 cuando oigas a los sacerdotes dar un toque
prolongado con los cuernos de carnero, haz que todo el pueblo grite lo más fuerte
que pueda. Entonces los muros de la ciudad se derrumbarán, y el pueblo irá directo
a atacar la ciudad».

Era un plan para la victoria por el cual claramente sería la obra del Señor.
Sin embargo, Dios les dio algo que hacer para que Israel pudiera trabajar
en sociedad con Dios.
Obviamente, era algo que Dios podría haber hecho sin la ayuda de
Israel, pero Él quería que ellos fueran parte de su obra – como quiere
que nosotros seamos parte de su obra hoy.
Nuestra VOZ, NUESTRO, CLAMOR SOLAMENTE no TENEMOS QUE HACER MAS
PARA DERRIBAR LA MURALLA.
Josué tuvo que decírselo a los sacerdotes porque lo que se les pedía que
hicieran era inusual. Normalmente, los sacerdotes y el arca del pacto no
iban con Israel a la batalla.