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Participante:

Kenedy A. Michel Nova.

Matricula:

100032451

Asignatura:

Contabilidad III.

Tema:

Tarea II.

Facilitador/a:

Fanny R. Mercado Guzmán

Fecha de entrega:
Miércoles, 27 de octubre de 2021

Carrera:
Contabilidad empresarial.

Elaborar un Reporte de lectura sobre la unidad 2 del programa


El patrimonio 

El patrimonio de una empresa está compuesto por tres elementos: los activos,
los pasivos y el patrimonio neto. A través del patrimonio se refleja, por un lado,
las inversiones realizadas por la empresa, que sería el activo, y por otro las
fuentes de financiación, tanto propia como ajena, que corresponde al
patrimonio neto y al pasivo.

El activo de la empresa son los bienes y derechos de la misma. Se puede


diferenciar entre activo corriente y activo no corriente.  El activo corriente está
compuesto por las existencias, el dinero disponible y los derechos de cobro e
inversiones en menos de un año, mientras que el activo no corriente hace
referencia a materiales, herramientas, bienes intangibles inversiones
financieras e inversiones inmobiliarias permanentes en la empresa durante más
de un año.

El pasivo, por su parte, hacer referencia a las fuentes de financiación


externas de la empresa, fuentes que conllevan una serie de obligaciones y
deudas. Del mismo modo que el activo, se puede diferenciar dos tipos de
pasivo: el pasivo corriente, que reúne las obligaciones con proveedores, los
créditos bancarios o las obligaciones fiscales con Hacienda o la Seguridad
Social entre otros, que vence en menos de un año. El pasivo no corriente, que
corresponde a los préstamos bancarios, deudas, bonos y otras obligaciones
que vencen en un plazo superior a un año.

En cuanto el patrimonio neto, se podría definir como el valor contable real de la


empresa, sería la diferencia entre el pasivo y el activo.

Patrimonio neto y pasivo forman parte de las formas de financiación de la


empresa, sin embargo, existen dos diferencias esenciales. Mientras que la
primera hace referencia a la financiación interna, la segunda corresponde a las
formas de financiación externa. Por otro lado, la segunda gran diferencia es
que el pasivo es exigible, tiene una fecha de vencimiento para devolver, que
suele ser inferior o superior a un año, mientras que el patrimonio neto no lo es.

Las cuentas
Las cuentas contables son el instrumento por el cual se registran todos y cada
uno de los movimientos de la empresa a nivel económico.
Podemos decir pues, que cualquier movimiento contable que afecte a la
empresa a nivel económico o financiero es posible registrarlo en el cuadro de
cuentas.

La utilidad principal de las cuentas contables es ofrecer información detallada


de la empresa a nivel cronológico especificando origen y destino de las partidas
monetarias. Estas partidas podrán ser parte del activo y pasivo o patrimonio
neto simultáneamente gracias al principio de partida doble.

Tipos de cuentas contables


Los tipos de cuentas contables se organizan en nueve grandes grupos. Según
el PGC (Plan General de Contabilidad), en España podemos encontrar los
siguientes grupos de cuentas:
Grupo 1: Financiación Básica. En este grupo podemos contabilizar
movimientos que relacionen directamente al capital social, las reservas o las
deudas a largo plazo.
Grupo 2: Activo No Corriente. Agrupa cuentas que abarcan aspectos como la
maquinaria, propiedades intelectuales, patentes e incluso fianzas.
Grupo 3: Existencias. Trata de controlar los movimientos que tengan que ver en
lo referente a las mercaderías, materias primas o productos semiterminados.
Grupo 4: Acreedores y Deudores por Operaciones Comerciales. Consiste en
anotar cualquier movimiento a nivel de proveedores, clientes, acreedores o
impuestos de valor añadido (IVA).
Grupo 5: Cuentas Financieras. Este grupo lo conforman deudas a corto plazo o
tesorería entre otras cuentas.
Grupo 6: Compras y Gastos. Este grupo se relaciona con la adquisición de
existencias, su variación, o gastos en impuestos, servicios exteriores, etc.
Grupo 7: Ventas e Ingresos. Por otra parte, en este se contabilizan acciones
de variación de existencias positivas e ingresos corrientes y no corrientes.
Grupo 8: Gastos Imputados al Patrimonio Neto. Aunque son cuentas que se
utilizan poco en el día a día, son necesarias al momento de querer registrar una
variación del patrimonio neto de la empresa.
Grupo 9: Ingresos Imputados al Patrimonio Neto. Ídem a lo expuesto en el
grupo anterior, sólo que en este caso se realizaría un ajuste contable positivo.
Capital contable

El capital contable es un concepto referente a la diferencia existente entre


el activo y el pasivo de una empresa. Mide la inversión realizada y disponible
por sus socios desde un punto de vista neto, pues excluye elementos pasivos y
externos. También se conoce como patrimonio neto, capital propio o capital
neto.

El capital contable refleja la inversión de los propietarios en una entidad y


consiste generalmente en sus aportaciones más o menos sus utilidades
retenidas o pérdidas acumuladas, más otro tipos de superávits como el exceso
o insuficiencia en la acumulación del capital y las donaciones.

De ese modo, según el criterio contable básico este concepto compone


el balance general de una organización o empresa junto al activo y el pasivo.
Es decir, muestra lo que posee, por sí misma, en un momento determinado.

Consideraciones éticas.

El Código de Ética del Contador Profesional de la Federación Internacional de


Contadores (IFAC), reconoce que los objetivos de la Profesión Contable son
trabajar al más alto nivel de profesionalismo y para esto tiene cuatro exigencias
básicas: Credibilidad, Profesionalismo, Calidad del Servicio, y Confianza.

El Código de Ética para Contadores Profesionales de la IFAC. versión 2006,


fue revisado por el Consejo de Normas Internacionales de Ética para
Contadores de la IESBA en julio del 2009, y fue aprobado por el Comité
Ejecutivo de la IFAC para su implementación a nivel mundial, entrando en
vigencia desde el 1 de enero del 2011.

Este Código de Ética del Contador Profesional de la IFAC. establece


requerimientos éticos para los Contadores profesionales de todo el mundo,
disponiendo que ninguna institución o firma miembro de la IFAC puede aplicar
normas menos rigurosas que las establecidas en este código. El Código de
Ética de la IFAC enuncia cinco Principios Fundamentales, los que deben
cumplir todos los Contadores del mundo, y son: Integridad Objetividad
Competencia Profesional y debido cuidado Confidencialidad Comportamiento
Profesional.
Tesis de Miller y Modigliani

El teorema Modigliani-Miller (llamado así por Franco


Modigliani y Merton Miller) es parte esencial del pensamiento
académico moderno sobre la estructura financiera de la empresa. El
teorema afirma que el valor de una compañía no se ve afectado por
la forma en que ésta es financiada en ausencia de impuestos,
costes de quiebra y asimetrías en la información de los agentes. El
teorema establece que es indiferente que una empresa logre los
recursos financieros necesarios para su funcionamiento acudiendo
a sus accionistas o emitiendo deuda. También resulta indiferente la
política de dividendos. Se opone así al punto de vista tradicional.

El teorema se basa en el siguiente razonamiento. Supongamos que


un inversor está indeciso entre invertir una determinada cantidad de
dinero en la empresa U o en la empresa L. Será indiferente para él
comprar acciones de la empresa apalancada L o comprar acciones
de la empresa U y, simultáneamente, pedir prestado en la misma
proporción que la empresa L lo hace. El rendimiento de ambas
inversiones será el mismo. Por lo tanto, el precio de las acciones de
L debe ser el mismo que el de las acciones de U menos el dinero
que el inversor B pidió prestado, que coincide con el valor de la
deuda de L.
Para que el razonamiento sea cierto, deben cumplirse una serie de
fuertes supuestos. En particular, se asume que el coste de pedir
prestado dinero por el inversor coincide con el de la empresa, lo que
sólo es cierto si no hay asimetría en la información que reciben los
agentes y si los mercados financieros son eficientes.
Efecto de los costos de quiebra.

Cuando las empresas no pueden pagar sus deudas, es posible que tengan
opciones muy limitadas sobre su futuro. La quiebra podría ser una de esas
opciones, el término legal utilizado para describir el proceso de liberar a una
empresa de sus deudas y otras obligaciones, y permitir que los acreedores
obtengan un reembolso. Si bien es un último recurso, la quiebra puede dar a
las empresas un nuevo comienzo.

La quiebra suele ocurrir cuando una empresa tiene significativamente más


deuda que capital. Si bien la deuda en la estructura de capital de una empresa
puede ser una buena forma de financiar sus operaciones, conlleva riesgos.

Siga leyendo para obtener más información sobre las estructuras de costos de
capital y cómo las afectan los costos de quiebra.

Conclusiones clave

Las empresas utilizan la deuda y el capital social para encontrar la mejor


estructura de capital para financiar sus operaciones.

El financiamiento de la deuda puede reducir las obligaciones tributarias de una


empresa, pero asumir demasiada deuda puede aumentar el nivel de riesgo
para los accionistas, así como el riesgo de quiebra.

Los costos de la quiebra, incluidos los honorarios legales, pueden erosionar la


estructura de capital general de una empresa.

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