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menor salario y recibe un trato discriminatorio y subordinado

tanto por parte de las instituciones del Estado, de la sociedad, del


patrón, como de s us compañeros, quienes se relacionan con ella
a partir del poder que tienen sólo por ser hombres.
Así, las relaciones de explotación ·presentan especificidades
diferenciales cuando el sujeto explotado es la mujer. Por ello
también, la cohesión económica, ideológica y política, así com o la
solidaridad de clase, tienen peculiaridades determinadas por las
Capítulo IV
relaciones entre los géneros. En el mercado de trabajo, en el mundo
de las relaciones de contrato, en el ámbito público, hombre y mujer EL TRABAJO
se encuentran homogeneizados por su pertenencia de clase y
si-multáneamente, se desencuentran en tanto que pertenecen ~
generos excluyentes y antagonizados.
La diferencia de talentos naturales entre los individuos no es tanto
A pesar del carácter dominante de la opresión en la condición
la causa como el efecto de la división del trabajo.
de la mujer, ésta no la abarca en su totalidad. En primer término,
a. manera de hipótesis teórica, es evidente que la opresión no ha Carlos Marx
s tdo una característica inherente de la condición de la mujer a lo
largo de la historia. La opresióH patriarcal de la mujer se ha El trabajo
desarrollado a partir del surgimiento de determinados hechos, en Como categoría que define la humanidad del ser · humano, el
procesos concretos. trabajo es uno de los ejes de ia antropología que permite aprehen-
La antropología ele la mujer analiza les complejos procesos de der a la mujer en su dimensión histórica, como ser humano. El
estructumción cie la opresión conformados por la apropiación que trahajo es la condición básica y fundamental de toda la vida
o tros grupos, a nombre de la sociedad, hacen de la sexualidad de humana, dice Engels (1876:378) " ... y lo es en tal grado que basta
las n~uj~~es, la escisión de r.sa sexualidad en pror.readora y erótica, ,:ierto punto, debemos decir que el trabajo ha creado al propio
l,t su¡cctor., la nxclusi<in, la dcpecdenLi3, ia especializac.ión en la hombre··.
r!.:c:n~ :ación Ye! mant~nimicn l ll de la vida de los otros, como la u«se El trabajo define la relación de !os serfls humanos con la
de la cxi!:toJncia dt' las mujcr6s. .1 naturaleza en dos seutidos: en U!lO los hurr.é'.nos se apropian de !a
flan c.currido comiJios históricos muy imíJortanies qu~J har. naturaleza al transformarl a mediante ei trabajo, al'humanizarla.
1 Er. otro, ponen en ac.ción la naturaleza his torizada Cl! sus cuerpos.
lr:lllsform¡¡rb e introducirlo 3lamcnios de vida, relaciones, produ¡;-
h>s Y iormns de conciencia, creaciones tic las :nujeres que son
.lelos. nsomentc;s Y espncios de libertaJ C!Ud conlorman de manera
.·-~. i €:1 El capital, Marx (l:13C) def:nc al trabajo como: " ... un prcceso
entre !a natur?-leza y al h ombre, en d cual el hombre produce,
s; rmdt.
:í 1 ~ ,..·•1 ,.un
.. 1o<; opresivos,
. , los modos •de vwa
. , de las mujeres. Es regula y controla medi&nte su propia acción su intercambio de
1
<. ~:t·sr, ·~xss lt :n <!SJl«cios de vida de las mujeres que no son opresivos, materias con !a natu:étleza. En este proceso. P.! hombrP. se enfrenta
ft~r··~•:.n pnrte de s us s ituaciones concretas y de s u condición ;;omo un poder natural ccn la materia <.ic ia naturale7.a. Pcue en
1:11-l<'n,:a . acción las fuerzas naturales que formar. su corporeidad, brazos y
. l.:s1o snujnws son los únicos seres que se reproducen a sí piernas, manos y cabeza, para a propiarse bajo una forma útil para
snssm:as · l..o~· 'ltr.·'·' " ¡.....s uen~n
· a e.11as para 1ograr s u reproducciór•. su propia vida, los materinles que la nat-:.~ralc7..a le brind.a ".

110 111
El trabajo es la actividad por la cual los humanos modifican decisiva frente al trabajo. Más aún, las formas históricas de la
la materia para poder utilizarla para sus fines. Se distingue de masculinidad y la feminidad se constituyen en tomo al trabajo.
if.'
algunas intervenciones animales porque los humanos representan El hecho de que hombres y mujeres en las más diversas
intelectualmente sus acciones antes de realizar la apropiación de ~ociedades se dediquen a diferentes actividades y realicen trabajos
la naturaleza. Se caracteriza también como respuesta a necesida-
des específicas que cambian históricamente.
. '
excluyentes ha sido conceptualizado -a excepción del feminis·
mo-, como inherente a la diferenciación sexual. Se le ha relacio-
El trabajo no es aleatorio. Sin él, la vida humana sería impo- nado con la posesión y cou la carencia de cualidades físicas,
sible, sobrevendría la muerte. Entonces el trabajo es uno de los intelectuales, emocionales, y con destrezas específicas para cada
contenidos esenciales de la humanidad del ser humano, es me- sexo. La relación entre sexo y trabajo es considerada en las ideo-
diante el trabajo que el sor humano existe. En ese sentido, la vida logías sexistas, tan unívocamente determin~da que hasta hace
humana no es un hecho natural: ocurre por la puesta en acción de poco se ha separado su conceptualización. Aun las utopías del
la energía creadora y por la voluntad social de los humanos, de las siglo XIX con todo su trastrocamiento del orden social continuaron
mujeres y los hombres. 1 con la atribución a los individuos de trabajos tradicionales de
acuerdo con el sexo.
La división del trabajo: ¿natural o histórica? En la actualidad, en las ciencias sociales y en concepciones de
El trabajo es uno de los espacios vita!es diferenciados por género, la historia popularizadas por influencia del marxismo decimonó-
a partir de características sexuales. Pero lo más importante radica nico -cuyos fundadores no escaparon en este aspecto a las ideo-
en el hecho de que hombres y mujeres se definen de manera logías sexistas-, se cree que existe una división originaria del
)
trabajo entre hombres y mujeres. Marx y Engels la- llamaron
i 1
Para la antropología. el trabajo ha sido nodal en la interpretación de la
•¡.
1
división natural del trabajo. Su dafmíción fue difusa, pero con
·t evoh.•ción histórica. A la pregu nta acerca de iqué grupos de homínidos pueden ser todo, se caracteriza por la combinación de dos tesis, no sólo ...

l
considerados humanos?, se ha respondido que son aQuellos asociados a herramifln· contradictorias sino antagórúcas: '1
las. es decir seres que trabajaron. como el hnmo jaber o el homo habilis. Sin 1!
De un lado la idea biologista y no social, de una división
~mb.ugo, <!un autores materialistas r;o elaboran la categcria trabajo como tal: Wbite
l ~~74 :335-366~ por ejemplo, lo subsume en la necesidad de " producción de ener- inherente del trabajo por sexos, combinada cor.·otra tesis de índole
~13 · OP. 1~ m•s ma manera. Harris (l981 :195) considera que "La producción e social: la posibiiidad !eal de transformar históricamente el conte-
1 mtel'l:O'uabJc> de ene:-gía prc:porciCinan !a clave para comprenclcr las relaci0•1e5 entre nido del trabajo por sexos. Ei problema o.-;tá en qne todc puerle
ias ¡~hladon~s humanas y lo~ re:;tailles componentes , v iva!' y no vivos. ele s •ts
.x;o,¡stema~ ..E..~to :>roporcioua la ciave p.ua aHnprend~r muc;ho~ msgos básicos oe
cambiar, salve aqu~lla parte que a la luz de estii..c; tesi:> parace más
lo:< aspc-::to:' •n ftaeshuclurale::, cstmcluralr.s y supcreslnu.:t:nalcs de la vid;¡ socicr dirP.ctamente derivada de la bioiogia. Ciertos aspectos' deo la repro-
c ultu rni" . ducción fueron ~l fundo.mento da la llamarla divisiói3 natura! del
E1: ca;nbiola lin t>..J seguida por Morg:111 !1877::'7·1 141con sus "descublimiea- trabajo y de su permanf'ncia en la hisioria.
los e invenciones" como base de la producción , de la ev~lu:::ién y del progl".lso, y L:1 antropología dominante ha planteado, igualmcn:e, la exis-
1~ Marx (1844,1867,11169.11\85) y Entt'!is \1876 y 1884) define al tnbajo como
p.•~r.o•j~I\3S (undante rle !.1 hi.~loria. I::J trabajo como la ba,;~ de la produt::Ción. ju nto
tencia de una división natural del trabajo. Autores como Beals y
0'>12 ~ ~r.'la:Jlitlac! y ia C'<lpaddaJ simbólica están en el núcleo d'l una dt'!finici:Sn
1 Hoijar (1963: :;sa) la llevan al extremo do jerarquü:arla vaiorati-
antmt"•lél¡tic:. <le ia cu llura. Filosófi~mcnte. taml>ién el trabajo es uilo de los varnente al reconocer "Wla verdadera divisióal del n·abajo", frente
fuuta:urul,..,~· dr.· la h un.ano<
· 1a d d e 1 ser 1aa mano. A partir · d., estO!' plantP.amier:tcs
~ .. ~~". ' ni a otra, previa, natural. 2
O. • ·o ~
. trall.1J -~·mo e1contE' III<•o
· • ceat ra1d e •.a reproducción q lle devela uno
"" ' """''Htos de 1:1 humanidad (his toricidad) de ias n.ujeres, taml>i~n como 2 ·R~meal.e es importante reoonooer dos clases de div&sióa del trabajo: la
~·l •ll:lul":ls .
Las.&cla ea la eda& y el se:.co. que !;e encuentra en todas las sociedades. la estabJeci&

113
i' ~1 feminismo, en particular el marxista, fue la primera con-
cepción que dejó de caracterizar el trabajo como un atributo sexual
que definen el acceso al trabajo, y con él a la riqueza social y al
bienestar; se trata de la adscripción de los seres humanos a grupos
maseur . mo 3 Yque, por el contrario, ha defmido como trabajo social de edad, étnicos y nacionales; entran en juego también las condi-

f
)
al co_nJunto de actividades conceptualizadas como reproductivas
consideradas exclusivas y naturales de las mujeres.
Des~ e la visión feminista del mundo, el trabajo forma parte de
ciones de salud, y las concepciones e instituciones religiosas,
políticas e ideológicas a las cuales se afUian. No obstante, en las
formaciones sociales el hito clasificatorio del trabajo se encuentra- ·
1~ cuahdades genéricas históricamente deteniunadas de los indi- en las clases sociales.
Vld~os Y de los grupos sociales. El trabajo es un espacio creativo Todas las divisiones del trabajo: las genérico-sexuales, las
socJal Y cultural: e~~ conjunto de actividades, de capacidades y raciales, las ideológicas, las políticas, las de clase, son consensua-
destrezas, de conocuruentos y sabiduría, de relaciones sociales, de lizadas como naturé:lles o como creaciones divinas. En distintos
normas, de concepciones, de tradiciones y de creencias, que reali- niveles ideológicos son justificaciones que remiten a la repre·
) za~ los seres humanos para vivir, transformando la naturaleza, la sentación simbólica de poderes inalterables. Todas ellas son, sin
sociedad y la cultura. embargo, históricas y cumplen funciones básicamente económi-
Las sociedades han especializado a los individuos en formas cas: prohíben, obligan y permiten, a la vez que agrupan a los seres
~articulares del_ trabajo, en ocasiones de manera excluyenJe; de humanos en grupos excluyentes y en ocasiones antagónicos, en
anera generahzada, la diferencia física evidente les ha servido géneros, clases, castas, razas.
com~ principio clasificador por sexos para definir el acceso al Las más diversas sociedades han creado grupos sociales dis-
trab:J_o. Así, el trabajo es uno de los fundamentos de la división tintos en función del acceso al trabajo y lo han explicado, con
gener~c.a de la sociedad y la cu!tura, aun cuando varía la relación mayor o menor éxito, como divisiones naturales del trabajo, inmu-
espe~~!ca er.tra sexo y tipo de actividad permitida, obligada o tables, racionales, justas, etc. Desde luego, las ideologías de mayor
prohibida. éxito, por creíbles, son aquellas que explican la diferenciación
. _Las características sexuales no han sido las únicas que han social como desprendimiento de circunstancias biológicas consta-
~ustificado formas supuestamente naturales de división del traba- tables, fehacientes. Así, las ideologías sexistas y racistas han sido
~0· Los_ seres humanos han sido espcdalizados en trabajos -<:on las más dutaderas y eficientes -<:ombinadas con otras-, para
t~pedi~~ntos Y prohibiciones eu unos casos, y con la obligación reproducir órdenes sociales, y conceptualizac!as como naturales.
Paihctpar, .fl~ otro~-, a par!ir dt: la edad, el color de la piol y
06
La relación entre el tr&hajo y las características que justifkar.
otra.<; C<lT2cterJshcas fls!cas a las que se ha llamado raciales. su especialización y exclusividad ~ dialéctica: cu~lquier ci.iie-
. . La di~i.sión por sexos apé:lrP.cc sie-mpre como base do la defi:ti- rencia de los sujetos y de los grupos es r..<\usa y razón de posibili-
CJOO gcnenca c!e los sujf!tos, combinada cor, otras características dadf!s disiinta:> de acceso ai trabajo. Al mismo tiempo, la prutici-
pación cielos sujetos y de los grupos en el t!o.bajo ~Jea e reproduce
sobre la e5pec·
.• ) • la
r·•zac•on
.. (oon írecuenCJa. U:u-nada v~rdad'lr:. división del t-ahajo) ésas y otras diferencias. Tal es el caso de la rP.lacíóu hombrP.·mujer
~~~ ~ lll o~ ~Ua enMesllldo iocipien~ en las sociedad""' qL-e ~~~ tecno~ frente al trabajo, y del trabajo en reladón co!l los hombre:> y las
k~vampnle sunplcs (P.eals y Hoijer 1933:388). mujP.res. Los hombres y las mujeres se definen y son diferentes
. . Véause Bel>el (1891). Kollont.di (1927) y Mill~t (l!l7!:i} ?a.":l una sisi.Eimati· ~··
fr~nte al trab:1jo, a la vez qne el traLajo los ha~e ser hombres y
7..tCIO~ dft las posiciones teóricas de L! eu>nom!a nooclá~i-::a y -•- la nú.
mar... \Sta con • ·6 ,_ ...,. eooco a mujeres, pertenecientes agé!leros distintos por su definición frente
d - . ti re..ec•. o a "' apliC<~ción de b cat~goria trahajo productivo al trabajo
omeshco e la mu¡er, véase Recchini de i...atles y Weinenna!l (1962:73-95). al trabajo.

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115

- .......
Los trabajos de las mujeres mujer: la ideología dominante deriva su explicación del mlmdo de
Las mujeres siempre han trabajado. Pero existen dificultades para la prohibición de concebir a la mujer como trabajadora, de.llamar
definir su trabajo, primero porque se le juzga a partir de la división a sus actividades trahajo y de relacionarse con ella a pal1.ir de la
histórica del trabajo, como natural, como característica sexual. cultura.
Segundo, porque una parte de su trabajo le ocurre y lo hace, en y La mujer es entonces ideologizada como instintiva Y sexual,
por mediación de su cuerpo, y no es diferenciada de él como una como ente viviente que cumple funciones naturales, y que obedece
actividad social creativa. Tercero, porque el resto del trabajo de la sin voluntad ni conciencia a la naturaleza.
mujer, por asociación, es derivado naturalmente del trabajo no
CQncebido como tal. Las mujeres y la reproducción social y cultural
Gran parte del trabajo de las mujeres es además, extensión de Las mujeres participan diferencialmente en la reproducción global
la procreación y de la reproducción neoténica, pertenece al mismo de la sociedad y la cultura, y lo hacen con la reproducción de los
orden social ideológico fijado por la división sexual primaria. No. particulares en procesos que ocurren como reposición cotidiana
separar concep~ualmente lo que ocurre a la mujer dentro de su de condiciones vitales. Al hacerlo, las mujeres reproducen rela-
~uerp~ en la reproducción, del trabajo de reproducción que hace ciones sociales y políticas, instituciones, espacios materiales Y
.a mu¡er con la mediación de su cuerpo, ha sido además, mecanis· culturales de vida. Las mujeres contribuyen a la reproducción de
m o ele comprobación para consirlerar hecho natural y no social a modos de vida y de concepciones del mundo pal1iculares, es decir,
este ú ltimo. de la cultura.
La homologación de las actividades de la mujer ccn los hechos
Reproducción de los particulares:
procreadores que le ocurren, como hechos naturales conlleva a
defin ir la esencia de cualquier trabajo femenino cdmo sexual Producción de seres humanos particulares, es decir, la pro-
biológica (no-humana}. Por contagio se anula todo el trabaj~ creación. Implica la participación compartida de la mujer en la
fem enino. Así, el trabajo de la mujer se constituye en mucho más concepción, exclusiva en el proceso de gestación, con su emb~razo
qua W'l ~ característica ~exual: es sexualidad femenina, queda y en el parto.
subs mrudo y n egado en ta feminirlad-naturaleza.
Reproducción social y cultural de ios seres hur:lanos particular~:
Esta CO!lcepción ahis tódc.a y naturalista que anula el trabajo
?e la m ujer c:ontieue de m.mem implícita una tesis central sobre Reproducción material de la vida del particular: mantenimien-
In dvolución ht~ma!ta, qil& por su significación e:> necesario to d~ un estada de bienestar y sa!ud, de cuidado~ afectivos, inte-
~v lfle n.;ia:-: lectualas, corporales, éilimenticios.
Si fl! tra!>ajo de la mujer no exi:>te como ~e paración creativa de Reproducción socio-pol\tica de las relaciones da pod9r: ense-
la ;;1.a~ uraleza, entonces só!o una parta de la humanidad ev(jluciona ñanza e intericri~ción del poder en el particular.
SO~laJ.mcntE:: los hombres. La otra Farte, las mujeres, no stSlo está Reproducciór. ideológica y de las concepciones del mundo. Por
mns ligada a la natura)e?..::. y permanece sin evolucionar, sino que ejemplo, a través de la transmisión de la lengua materna Y la
'~.'i na~uraleza. La contradicción es evide.nle con la afirmación de formación en gran medida del género, y con \a vigilancia y puesta
la un:dad indisoluble de la especio humana q'ue plantea la identi- al día. de la conservación de normas. juicios, ideas, creenci~.
dad humana por encima de características sexuales, raciales, valores, interpretaciones. formas dd comportamiento, de afectos,
etcótora. actitudes, nec9sidades, etcétera.
Sobrl) osta concepción se cor.struye uno de los tabúes sobre la Reposición cotidiana: la vida humana que dabe ·renovar sus

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condi~ioncs Je manera permanente; la reproducción social se da
' El Trabajo productivo y reproductivo de la mujer

1
'

a lrav_es d~ mecanismos y procesos de reposición cotidiana (de no en lo rep!'Oducción social.


. El trabajo de la mujer es productivo y reproductivo:
ocurnr as1, sobreviene la muerte).
i) Es productivo, porque la mujer .produce con la totalidad de
. Reposición cotidiana de energías vitales: corporales, afectivas,
mtelectualcs, eróticas. su ser concretada en su cuerpo. seres humanos: los recién nacidos.
.,,' ii) Es reproductivo en cuanto reproduce a través de la reposi- .._ ·
Reposición de la fuerza de trabajo: ción cotidiana, condiciones esenciales para la vida de los indivi-
. . duos de todas las edades.
Reproducción de relaciones sociales (de parentesco, de alian- *-
za) .. Contribución a la reproducción de los géneros, de las clases -~- iii) Es reproductivo porque reproduce física, económica, ideo-
soc~rtles, de las etnias, de la vidn patriarcal; de otras formas de lógica, afectiva, erótica y políticamente a quienes está adscrita.
.•-~
'l'
organización social como los pUt:hlos, las comunidades, las vecin- iv) Este trabajo de reposición cotidiana es productivo también,
d~d:s, los barrios, las colonias; contribuyen asimismo al mante- porque en su caso produce la merc.ancía fuerza de trabajo.
mnuento de relaciones ciudad-campo. · Con su trabajo de reproducción social, la mujer reproduce,
Reproducción de instituciones civiles: privadas-domésticas además de seres humanos particulares: sociedad, ideología, poder
como la familia Y la mujer, la iglesia (grey), instituciones religiosas y cultura, actividades, relaciones y roles, económicos, sociales,
como las cofradías, cívico-religiosas como el compadrazgo (madri- sexuales, eróticos; reproduce asimismo, instituciones, normas y
. nazgo); del ceremonial del ciclo ritual de vida; instituciones de creencias, rituales, lenguajes sentimientos, necesidades, formas de
bene f Jce~cJa, · d evo¡untariado para hacerse cargo de los otros: así racionalidad y de comportamiento, actitudes, disposiciones, sabi-
) duría y conocimientos. En particular, la mujer reproduce al satis-
los hospitales, guarderías (voluntarias, acompañantes, rezadoras,
lectoras) y de algunas otras de la sCJciedad civil. facer como madresposa (madre, hermana, esposa, amante, hija,
Rc~roducción de espacios culturales como el bogar, la tierra, amiga ... ) en lns seres humanos (hombres y mujeres) necesidades
las amistades, las tradiciones; la mujer misma encarna muchas vitales que los disponen a su desenvolvimiento como párliculares.
v••cos
• • la• c¡uerenc·.. • provcnwncia
.1 .. , .a · d e cada 'cual.
Repro~ucción material dul espacio de la vida doméstica: la El lruhajc de las mujeres y la satisfacción
cnsa, la m•lpa, la tierra, al pnrajc, la enrnmada, el rcmcho. Jp necesidades humanos
R~;.roducció~ idcoiógica y de las concepciones del munrio, La n•llycr parte del trabHjo femen:no, o sea la mayor parte del
especJ.'Ic~rnenl e oel sentido común, concep(.iones sobre !a vida. Ir~ bajo social, no es conccptuaHutrlo como te.!. Se trata_ delll~madc
cnr._o clmi'Jntos vir!culados a los cuidr.dos mériicos, alimentkios trabajo clcm~siil:o, 4 del t..p.:ch=lcct, del cuicadc de los niños, d~ la
<•gr:c:ol;~s• • pnstorilec:
:t ' . ~ •• ar t:s m:lnuau:-s, · .
educativas y do ~,;rianza,'
···•·

mor~sas, en ~~~ msll!ucJOr.cs privadas, domésticas y religiosas.


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4 En cllcngu:~je común se denomina 3103 llc casa a la mujer adulta. en ge neral

. RJproduccton del poder: de las relacioMs de opresión en la m~dm<:po~~. c,ue h:tce en su ca..;;a trabajo clo:néstico. El -::onreplo da 1~. i<ica equívoca
.te:dnmini:>(:un.'l). c-ua:u!o e n ~lidaü se tr:Jlól de un lr:tb:ljo re.11izadoencondicioné.<;
~<JCII'dad cr.lrc los géneros, los grupos de edad, las clase!; sociales
!'Crlilts. Por el' la ra7l•ll no se justiftea s u uso par.1 el an.ilisis. Y tambián ¡JOIGue ser
H•:prodtJc:ción
.. de •'". . e u lt ur.1.
· · de m od os d e VIda
· representados·
matiN>$pM:t imptic-.n por tlcfin ic:ié:n el lr:tooio tlo:néslic:t' qtte t:St;; en la 'OO!.e de la
y c" pl lcados por c:oncepcinn•~s del mundo particulares. m<tlcrnid:td y l:t ccmyt~g:tlid.ld. Eutonces atllll cie casa no debe ser uti!W;do como
(;alegoría, pnnpe rlislnr!:irma las rel.1cicmas ¡-.clíticas y porque el trabaj;> que
~xpros:t h:~ sítln inhcN;nlc. h:~sta al10r:1, a \; ~-ez que irwisiblc. a la s:tuaci.'m de
m:.drcspc:s:~.

ttd 119
atención del marido, do la procreación; es decir, del conjunto de para los individuos como para la sociedad: para el sujeto (mujer)
actividades de reproducción que realiza la madresposa para la porque ella es mediante el proceso, y para el objeto (el otro) que
sobrevivencia de los otros. Ideológicamente es sintetizado como lo requiere a diario, permanentemente para sobrevivir.
función natural, derivada de procesos fisiológicos y hormonales Nada más social que el proceso de aculturación de la mujer
definidos genéticamente: pertenecientes a la esfera animal de los como cuerpo ocupado, aplicado a los otros, y negado a sí misma.._ .
instintos. El complemento lógico de esta proposición es que las Sin embargo, bajo la ideología de la naturalidad femenina se niega
mujeres nacen destinadas a satisfacer en los otros necesidades del el carácter de trabajo a lo que Isabel Larguía ha llamado trabajo
mismo orden. invisible. Es el conjunto de actividades que hace la mujer para
Malinowski (1978) planteó la existencia de un conjunto de reproducir la fuerza de trabajo. Ni siquiera limitado a su acció~
necesidades básicas que el ser humano debe satisfacer en cual- sobre la mercancía fuerza de trabajo, puede ser negado. En Traba¡o
qui~r circunstancia histórica. Lo hace para sobrevivir y para repro- asalariado y capital, Marx (1885:80) plantea que la producción de
ductr de manera ampliada la sociedad y la cultura. Las formas y cualquier mercancía está determinada entre otras cosas por:
los procesos que surgen al satisfacer las necesidades varían histó-
ricamente y desencadenan procesos articulados de satisfacción de 1. Las materias primas y el desgaste de los instrumentos, es
nuevas necesidades. A las primeras, Malinowski las llama básicas decir por prc;>ductos industriales cuya fabricación ha costado
Y a las segundas, concomitantes culturales.5 Destaca en esta de- una determinada cantidad de jornadas de trabajo y que repre·
finición que no conceptualiza al trabajo cuando menos como una s'entan, por tanto, una determinada cantidad de tiempo de
de las actividaoes satisfactoras básicas, ni siquiera lo menciona. trabajo y, 2. por trabajo directo, cuya medida e~ también el
. En este sentido, al realizar sus actividades de madrcsposa, la tiempo.
mujer realiza trabajo, es decir trabajo abstracto. El trabajo concreto
~e la ~ujer. c;omo madr~sposa s: ~aterializa en Jos otros y pe~mite Reproducir es femenino .
a sallsfacc10n de necesidades bas1cas de primer orden, es decir, de Justificado en la división genérica, este trabajo de repr?ducción es
aquellas necesidades qu,. de nc ser satisfechas llevan a la muerte. realizado en la sociedad, mayoritariamente por mujeres como un
Como trnbajo acumulado en los otros se realiza cada día. La mujer hecho incuestionable, en cumplimiento de sus atributos sexua-
a su ~ez, se desgasta di;:riamente al hacerlo. Por la significación ies, como eje social y cuitural de su feminidad: co::no madresposas.
que tJCne para ambos, el trabajo de la madresposa l.'lS vital tanto Su representación icl•~ológica le da!ine como atribulo genérico de
las mujeres. De tal m~ncra que aquellas mujeres q..e no reprodu-
ce~ a io~ otros son cor.siderad2s menos mujere.<;, menos femeninas.
!i. F:n .s11 ~~~::de la cu~tura Mali:wwski {1978:51) ronsidero qt;e ·· ...es cluo
Los papeles, las actividades y el !rabajo derivados de la sobreespe-
;u~ 1., ~a~rs fólc:--l:IO:J el~ nccesrd<~d~ or¡;án¡cas o bá:c:ia.s dellrombre representa una
stne m muna ;la COiltlrci"•:es impu~>slas en c:.<ia cultura. Los pro~lema~ plan:e:~dos cialización genéril:a impregnan y dan contenido a la identidad
;:>or la~ nccesrd01des nulricias. reproductiv~ e higiéu.icas del hombre fsicJ. deben fe:r.enir.a.6
set resuel<os, Y lo son n,eJiante !<! oo nsfrucción C:e un nuevo ambicmt~ arti ficial o
S«::Jhdario... M:í~ <ocfclóln:e 3greg01: ~ . .las u~sid11de.; básicas y su sati:c:fólcción
c ull<!ml
.._ •
~e liv01r.
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con 011. •.~ va~ .ro:-;:cs1
• "d:.<¡Cf. cu1tora1os denvada~
. y que éstas imponen 15 !.os mbmos dntm¡K'.log:-s que no con~ideran natural la divisién delira La jo
a.1 f;(">l,lhre fs¡.;J V .a la r~· ·(a d 111: t•IJlCl secunuano
_ . . . --•et .J •
de detenn¡nis mo . .. lns impero.· por sexo. )' 'JUe atribuyen a t:ll"Cimstar.ci~s social~ ias re$~iones lzhoral~s de
IIW•S IIISto\.IIIICIIIalcs
; • • - surgc!l de . trpos
· d e ;tctivt.:L\d
· · con.o el económico. el nonna- !as mujeres. <X'II\O &-.als '! Hoijer { 1!lGJ~189), no superan l<~ tde<~ de qut' el cu1dado
1 ' 0 • " ' "" 1u::.,cr<>na 1 ·f el 1¡·r
. . JX ' Jco- y 1os ml'!grativus.
· Entre t'stos anotan:m<>S el de los uiilos es materno "1 que ésl'! a su vez e!. eserlCialm<!ole femenino: •EJ cxamel!
<X>n<~c:un'"'''"· J:¡ rcligi(on. la m:ogia ... cu!da<iof.o de la div!s!é>n del tral...-ajo por "' sexo prest;. p<.JCO apoyo al aserto

120 121

J
La reproducción cultura! la época y la generación a las que ella pertenece, como por el
Si la mujer aplica trabajo directo en la reproducción de la fuerza género y la edad de los hijos o del cón)'\~ge. Son igualme.nte
de trabajo, se desgasta como cualquier obrero en el proceso de importantes en el contenido de la reproducción: la etapa del ctclo
trabajo en el que, entre otras cosas, reproduce la FDT. Pero el da vida de cada uno, así como las circunstancias sociales y cultu-
proceso de reproducción que realiza la madresposa no se agota en rales en que se relacionan. El peso de las tradiciones o la fuerza de
.,.'
la reproducción de la FDT sino que abarca aspectos diversos de la la innovación, los grados y las fonnas de los conflictos y de- ·
existencia global de cada individuo, de la sociedad y la cultura, de cohesión que tengan como grupo de reproducción, así como con
acuerdo con "el nivel de vida tradicional"(Marx, 1855: 233). el resto de los individuos, grupos e instituciones que enmarcan sus
Al reproducir la FDT la mujer produce valor7 y reproduce en vidas. ..';~
el individuo una cuJtura: formas particulares de sentir, de estar,
de hacer, concepciones y creencias y un bagaje de saberes, de La reposición de energías vitales ·
lenguajes y formas de comportamiento específicas. El contenido Existe una tendencia en las investigaciones sobre la condición y la
básico de la reproducción cultural está marcado tanto por la clase, situación de las mujeres que agota en la reproducción de la FDT las
funciones económicas y reproductoras de la mujer. La fuerza de ,_·.
trabajo no es el fenómeno central en la reproducción. Sin minimi-
frecuente~nente repetido de que las mujeres sólo son aptas para las ocupaciones
zarla. se hace necesario ubicarla en su justa dimensión: la FDT es
que reqt~~t.ren una destreza o inteligencia relativamente escasas. La historia de
nuestra propia sociedad refuta ampli:u nt:nle esta afinnación: en los últimos años
uno de los atributos de los seres humanos, y sólo existe potencial-
las mujeres. liberadas del cautiverio eco nómico de sus padres y maridos, se han mente. Su realización depende de su aplicación en procesos de
mos_t':'do plenamente competent.-.s en casi todas las profesiones. artes, industrias trabajo concretos. No hay que olvidar que la fuerza de trabajo sólo
Yof1c.;1~f. en los que se les ha dado la oportunidad de participar. El hecho de que es aplicada en un tiempo que no agota la vida, ni el día de los seres
la.~ lnUJ~n-~c en muchas. sociedades deban desempeñar ocupaciones que puedan
com~gmars~ con e! cu1dado y la alimentación de los h ijos no es ninguna prueba humanos.
de su l!lcapac•dad para otras tareas. La escala más amplia de las bbores del hombre Más aún, durante periodos enteros de la vida la FDT no es
Y el hec ho de que muy a menudo ocupa los más impprtantes puestos de dirección puesta en acción y sin embargo, los individuos existen: despliegan
e~1 l_3 s ~ociedadcs human:1s, probablementP. se debe menos a la decantada s••pe-
otro tipc de energías que no son FDT. Estas e~ergias se desgastan
n~:-~~l~tl de su intcligcnc.ia que a st: mayor libertad con respocto a la funció n
L~~lo~.•<::~ <id Jlarto Y a los deben-_.; III'.(;CSariamentt' iemen i:1os del ct.: idado de ).,s y es r.ecesario reponerlas dt'! mane&a cotidiana, P-n la t:antidad y
tHUO.::O. r.on 1a calidad que~! modo de vida exige y permite. La madres posa
7
E1: Salon·o. precio)' gonWICill, Marx se pre¿ttlllt.:l ¿Qué es, pues, el vclo1 de contribuye tamhiér. a la repo5ición de las energías vital~ dt'! ios
la ror? Y rcspontle "Al igu:~i que el de toüa o<ra men::.1nda, ~c:Ste val()r se dete:-.n!na part·iculares a !os cuales está acbcrita. De ahi la imperiosa necesi-
po~ la c:w tid::dde tr.~bajo n~ria parA :;u producción. La FOTcle un bomh~existe
pur.¡ Y cxdusivamP.nt~ en ~u i••Jivicluali.-lad ·ávn . Paró poder ¿('$l>rrolla:Jse ; --~ dad de partir d& ur.a visión global de la reproducción que r9alizar1
s~tc~lcrse. un humLrc tiene que consumir una detenninada a~ntidad ~ articul~ las mujeres para ubicar con todo su valor la reproducción de la
de :~mera IIOC<!sidad. Pero el homhre. al igual que la máquina, !:e d~gasb y tieoe F::>T.
~u< "~r reempla~tio por otro. Además de la Clntidad de art.ír.nlos rle primera En efecto, ias mujares reproducen la fuerza de trabajo, pero su
OOCiil<~d n:qucndos paro~ su propio ~ ustento, el homon: nooes:ta otra cant.idlld
~ ra cna_r tletcnninadr, 11Ú mero ele hijos, llamadc.os a reemplauriP. a él en el :nero~do
inte::vP.nción en la reproducción de la sociedad y de la cultura en
le lr.~LaJn, a perpetuar b Jaza obrc1a. 1\ciem<is, es ¡:.reciso deOicar otra suma al cada l-Ja&ti~lar, no se agota en ella. :\1 Teprodudr a los parjculat-es
t :•m:llo de su FOT y a la ad<'juisición d e 11113 cierta dcstreza ...el valor de ia ;:ur ~ la mujer recrea mucho más que la FDT. Se trata de la rP.producción
' lr.m•~n"l Jltlr d ..alnr dt! los articl!!C's de piimera nP.CeSidad imprescindibl~ .-u ... social y cultural que de manera privada y persona! madiante el
l'""lw:~ r , ele····· .. n ·· •lt M, tnlnlener y perpetua~ la fl)T'" (p. <'64). .---

123
trabajo y otras actividades vitales ----romo amar-, hacen las mu- eso es mucho más. Abarca cada intersticio de la mujer: es decir,
jeres como madrasposas. aba'rca a las mujeres particulares, al conjw1to de instituciones Yde
relaciones, de creencias y costumbres que le dan cuerpo a las
Actividades vitales, fuerzn vital mujeres. La fuerza vital de las mujeres se aplica siempre en los
En la realización del trabajo invisible las mujeres llevan a cabo un otros.
conjunto de actividades que no son trabajo y las llamo actividades
vitale~. Son vitales en dos sentidos: porque definen a las mujeres Medios de trabajo y medios de vida
esenc1almente en su constitución genérica, y porque son indispen- Los medios de trabajo de la mujer son los medios de producción
sables para la vida de los otros. de los seres humanos, y son de manera dialéctica y simultánea
. El conjunto de las actividades y hechos que realizan las mu- medios de vida para la mujer. Son medios de trabajo porque
Jeres debe ser analizado a partir de la división emocional del trabajo median los efectos del trabajo de la mujer sobre su objeto, el otro.
como propone Agnes Heller (1980), pero no limitar esta división Los llamo medios de vida porque por su mediación las mujeres
sólo al trabajo. La división emocional se da en todo los ámbitos existen. Los medios básicos de trabajo y de vida de las mujeres son
vitales. Es la división emocional de la vida, e implica en ese sentido los siguientes:
la responsabilidad social del "trabajo" emocional y erótico por a) Las condiciones como los enseres, el lugar, la casa en
parte ~e.las mujeres. Significa para ellas constituir el grupo social primer término ..
espec1al1~do en el soporte emocional de Jos otros -al gratificarlos b) La sexualidad de la mujer. . .
1. Su cuerpo, como cuerpo para concebu-gestar-panr-
por ~edio de afectos, del erotismo, o de la elaboración y entrega
de b1~nes materiales y simbólicos. Todo lo cual es, en efecto, amamantar.
trabaJ~, ~ero a la ve~ es mucho más que hacer un trabajo. Se trata 2. Su cuerpo que repone, como cuerpo-cuidados, como
de acllvJdades creativas que implican tanto la aplicación de su cuerpo-comida.
fuerza de trabajo como de sus capacidades emocionales, intelec- •; 3. Su cuerpo erótico para el placer del o!ro ..
tuales Y P.róticas para recibir al otro y vivificarlo: no es sólo fuerza e) Su subjetividad: en particular, su capacidad de cuidar
de trabajo la que aplican las m11jeres, sino fuerza vital. afectivamente a los demás, sus conocbüentos, su sabiduría.
~ ~ctividades de reproducción implican desde luego el des-
gaste f1s1~o, emocional e intelectual de !a mujer en el proceso Lo subjetividad y la reproducción .
reg~nerahvo del otro; implican a la vez la rec..onstitución de Ja Los medios de trabajo y de vida ·..arían si son para producu o para
reproducir en lo público o en !o privado y ~e acue~o ~cm_ la
mu¡cr en el mismo proceso.
La mujer se reproduce siendo mujer, es decir: madresposa, situación de cada mujer. Pero lo que es generahzado esta asmrna- 1
como ser - da- ot:os, al dar vida a Jos otros --al ctúdar, alimentar, ción de esos medios a la id~Altidad femenit!él al punto que aparecen
en la conciencia como una sola cosa. Las mujeres se identifican
amamantar, al ser la testigo y la vigia da suc; vidas. Así obtiene la
atención económica, social, emocional, erótica, del otro. Obtiene
....
.:l
con su casa y con S'lS cnzueias, tanto como con su r.uerpo peridor
el re~onocimiento vital a través de la mirada del otro, quien se 0
placedor. La fusión ocurre también con el objeto sobre el cual la
relac10na con ella a partir de su r.apar:idad gra.Hfic.:adora de sus mujer trabaja. .
~ecesiclades, como consuelo, como espado da cuidados. En el Así, la mujer no separa a los hijos, o al esposo o a cualquter
L'llercambio, la mujer da vida a los de¡nás y se da vicia a sí misma otro de ella misma, desde las profund\dades de su subjetividad. le
por la mediación de los otros. lEs esto trabajo? Sí lo es, pero no sól~ pertenecer. por la mediación de su trabajo concretado, plasmado

124 125
en ellos. Le pertenecen sin pertenecerle -como el producto ex- trabajo de las mujeres: el trabajo productivo y el trabajo rep~oduc­
propiado a cualquier trabajador-, porque ella los ha cuidado, los tivo. Se trata de dos clases de trabajo diferentes pero realizados
ha labrado, los ha tejido, los ha consolado, los ha cocido, los ha cada día (con su noche) de manera sucesiva, simultánea, continua
limpiado, lo~ ha alimentado, les ha enseñado, les ha escuchado discontinua. La doble jornada de trabajo se constituye por la .1
tanto como les ha cocinado; es decir, los ha trabajado en la
0
jornada pública de trabajo productivo, asal~ado, ba!o ~ntrato, Y j!
por la jornada privada de trabajo reprod~ctivo. Se,~tmgue tam-
materialidad de sus cuerpos y de su subjetividad. Pero como a todo
eso no se le llama trabajo, tampoco se le reconoce la propiedad bién, por el espacio en que se realiza: la JOrnada publica se ~~va a !.
1

sobre ellos por el trabajo. cabo, de manera ideal, en un lugar destinado a la prodw:cton, al
La propiedad de la mujer sobre los otros se funda en hechos trabajo (como la fábrica, la milpa, el comercio, la oficina) Y la
considerados naturales (es su madre) o jurídicos (es su cónyuge), jornada reproductiva es doméstica, se lle~a a ca~ en la casa. .
pero nu;¡ca en la materialidad de su trabajo vivo cristalizado en Doble jornada signiJica que en una nusma urudad convencio-
ellos: ahí también dejan de pertenecerle. nal de tiempo -a partir de la cual se regulan las relaciones
Cuidadora, escucha, testigo, compañía. En todos los procesos · laborales- que es el día, la mujer lleva a cabo dos jornadas
de producción y de reproducción, los medios de producción se distintas definidas por trabajo!: cuyas características sociales son
desgastan y de hecho son consumidos en el proceso de reproduc- diferentes.
ción. El cuerpo y la subjetividad de la mujer se conswnen y En concreto, muchas mujeres realizan trabajo público en su
desgastan en la reproducción. Ella misma alimenta el proceso. Se propia casa (trabajo a domicilio) o por el contrario realizan trabajo
trata del consumo reproductivo de la madresposa. El otro se doméstico (quehacer} en lo público (en oficinas, calles, escuelas),
alimenta del trabajo de la mujer al ser reproducido, pero no sólo
de su trahajo, sino de toda ella. Parafraseando a Marx (1867,1:136)
la mujer es devorada como medio de vida del ser viviente. Marx (1867. 1:177-241} consideró que b jornada de trabajo~ oons\í~u~e por el
El trabajo vivo de la mujer conforma al otro: aplicado a su tiempc de trabajo necesario y el tiempo adicional. Es en este tieJRpo adicional que
objnto se funde con él, se materializa en ·el objeto y lo constituye. ~e produoe la plusvalía. y es de het:ho el que el capit.ilista procura aumenlar pan
ComCI activiriad central ciefinitoria de la mujer, el tré\bajo de incJemen:.ar sus ganancias. . .. .
La clefiniclón de Matlt de la joJTiada de tsa!>ajo con'r.lsla ooo b defin1eoo oonstilu-
rt::prod<.ll:ci6n y su objP.to el otro, es a la vez resultad0 v cor.dición cion<tl 00 la misma: ~Jornada d~ tsabajo ~.s el tiflmpo dur.1nte el c.'Ual d tr.~hajador
oo ~~ le procc.c;o. Es decir, la reproducción yJos ot.-os so~ Clbjetos de está 2 clispo:;ición del patrón p3ra pn-slar su tr~h:\jo~ (a.rt . .58: C'..apítulo 11. Le~
acción Jc ia madres posa, sor, ccnrlición de la existencia de la mujer feJe~l del Trab:\jo}. A pesar de la irleobgia sobre el protOOCIOmsmo de la co~ti­
comn madrcsposa, la constituyen, :;ou sus medios de vida, su~ tucióa n:exie&na. la conue¡x:ión sobre la rdacióo cntle el capíta! y .,¡ trabaJO ~
auto:itari<t: ~Ita el pocÍer como dominio to tal - ---:Jurante la j()maOa- · sobre t:l
r.1odios de exi!:tencia come :al: a través de ellos la mujer es
trabajador. .
;ll:ldrcspos~. t curación ae la jcmarla de trabajo Je¡>ende da los lírnit~ físioos (determi.P2cb
~r el poder} en ..pe puede usar.;c b FDT y~ que ~ req~lere J.t ~rod~n
Lo úf)IJ/c jomCJda de trabajos .:.otidiana dP.Itr2bajador {sueño, descanso, cernada y satisfacx:l6n de otras oooesida-
des). Los !hniles de h jornada y e! re-.:onocimien~o del tiempc ~las ~idWes ~
1..¡ doble Ílllll<Ada de trabaje se deiine por el contenido diferente del
1
eproducdón varí<On soci'll y cultuF.!mer.:;). No hay qu~ ol;ide~ la tm~J1anc;ia
central en la!: luchas obreras de todos los tiempos por la d1strunución de la jom!1da
--;---- de trabajo y el reoonocimJentc• del caAc:t<lr social de la 1eproducción que requieren
1• l••"'qda '1" trahaju e:. el tiempo diario du::autE: el cual el sujeto tsaba.ja Cil
}()S trabajadores. De 111 a 16 a 15 a 8 hora!\ diarias. e de 60 a 4\l horas a la semana.
WM ""'1' mq 0
on U:ta institucién. El tic:•:¡:;o y P-1 oonlenido de la jomada de trabajo
~ Uclenn!auulus· ¡10r 1u te1ac1<:.11es
· d e p rod uor.aon
· • dommaotE:S
· en la socaedad. exigencia actual cm M<!xico.

127
¡

~~
o hacen trabajo púulic:o que es doméstico (quehacer) en el ámbito
• dadas. Lo que no puede es disminuir el volumen de trabajo. En
ocasiones lo hace en menos tiempo ("se apura"). Lo que se genera

'
doméstico de otra (como sirvientas).
Así, lo que hace diferente al trabajo es, en algunas ocasiones, ~ es un sobre-trabajo de la mujer y un doble desgaste de su fuerza
el contenido, en otras en cambio es su fmalidad y en otras más, es ·f de trabajo y de su fuerza vital.
el tipo de relaciones jurídicas que lo norman. El trabajo doméstico En función de todo ello se da la duración y el contenido de esta
~ , _.
jornada, sus límites son tan difusos como definido está el tabú de
(quehacer) realizado por mujeres es impago e invisible si lo realiza
la mujer para su grupo de adscripción, por ejemplo su grupo
-J-.- .J llamarle trabajo.
.'.1
familiar: hijos, marido, padres; pero es considerado como trabajo La contradicción objetiva en \a experiencia de la mujer, inde-
con carácter público si lo rea1iza por contrato en casa de otros, para .
>'! pendientemente de que así lo conceptualice, consiste en que un
un grupo doméstico al que no pertenece. El contenido del trabajo l' mismo día vive en regímenes opresivos diferentes: con relaciones
es el mismo pero las relaciones sociales que lo enmarcan y que sociales diferentes, con normas y valores diferentes, con formas
ti
genera son distintas. ~
de evaluación no homogéneas; así, requiere dobles habilidades,

1
Los límites de la jornada doméstica varían si se trata de: conocimientos y saberes, porque ambas jornadas implican espe-
.
i) trabajo exclusivo, realizado sólo por la mujer. ' cialización, en ocasiones diíerente. 1
ii) Las condiciones económicas, técnicas y sociales en que lo Ambos conjuntos de trabajos forman una unidad entre el 1

realice. ~ mundo de la reproducción y el de la producción, entre lo público 11


-~ ¡,'
iii) el número de personas a quienes se hace sobrevivir con "<
y lo privado. La vida de las mujeres que viven sólo un régimen se
éste, de la edad de ambos, de Jos requerimientos que la mujer debe _;-. organiza y define por esa impronta: unas son madresposas, otras
,,
satisfacer. son trabajadoras. En el caso de aquellas que reúnen la doble
--~:·
iv) las características del territorio que es a la vez objeto del determinación, no sólo tienen que cumplir una doble jornada, un
trabajo: la casa, etcétera. -f sobre-trabajo, sino que dehen vivir una doblevida y una doble
v) si es un trabajo compartido con otros: hijos, otras parientas, ~~ opresión: son madresposas campesinas, madresposas obreras,
amigas, vecinas, comadres, ahijadas, o si se cuenta con una traba- ' ...{
~ madresposas empleadas, ctcétara.
jadora asalariada con la que se comparte su realización. • El doble régimen está constituido por condiciones diferentes:
Una cosa es clara: el volumc?-n de trabajo que debe realizar la 1 i) Por una jornada cara:::terizarla por relaciones laborales
rr.<~drcsposa es más o menos homogénao dadas las condiciones .1 mntractuales, con iímifes riafin:dos en :::uanto a contenido, carga,
señaladas más arriba. Depende dP.l nivel económico, de la posición p:-odur:tiv;dad, condic:iones de realización, de espacio y tie-mpo de
de la madrespnsa, y de que lo haga sola o con ayuda. Un mismo f trabajo. derechos y ooligncionas r!1ás O menos t!Stab1eciJos Y re-
trabajo pu13de ser raa!izaJo por una sola mujF.r en un grupo ncgOCÍilCOS (teóricamente caria aüc) de manera individual c1 colec-
doméstit::o, esa mi!>ma cuota da trabajo se rep,arte, en otras condi- tiva, pero social; así como por roles claros y fijes, y por persona-
ciones, entre trahajad(lrcs especializados. jes que concretan el lugar en ,las relac1ones )' ~n el trabaje mi<>mo:
vi) si la misma muje:- realiza ot&a jornada, 1& duración varía ,~} el patrón, ios tmbajadores. los administradoras, los capataces,
significativamente. Eil el mismo tiempo en q uP. unas mujeres P-tcéttu3.
tiennn sólo la jorn;:¡da doméstica, otras tien~n las dos (no sólc en ii) Po:- ia jornada doméslica: no c<ln:::ebida como trnb<lju, s!no
C':>:ltcnido sino en tiempo). De asta mar.e:-a, se redttce el tiempo df'! cumu actividades propi~s del sexo femeaino, es decir. como natu-
la reproducción o sea de la reposición cotidiana de la mujer misma: raleza femenina, esta jornada nv tiene límites formales ni SP.
pata cvmplir, le quila hcras al sueño, al descanso, a otras activi- cs:ab!P.ce media nte contrato iaborai; hay jefes y trabajadoras cuya

128 129

J ---
der.ominación eufemística es "amas de casa... La jefatura da los reproductora de los otros, se logra m~diante otros ~eca~~o.s
primeros no emana ideológicamente de manera directa de la económicos, sociales, afectivos y mediante transacciOnes JUndi·
relación de trabajo no reconocida, sino da fuentes de poder que cas. Los rubros jurídicos -que contienen las normas que enmar-
remiten a otras esferas vitales: el amor, la obediencia filial o can el trabajo de reproducción de la mujer- encubren el hecho de
conyugal. Este trabajo desconocido es realizado por las mujeres la apropiación social del trabajo de la mujer, a ca.--go del marido "Y ·
como un deber ser cuyas condiciones se establecen de manera de las instituciones.
personal y directa en un enfrentamiento de fuerzas entre las El trabajo de reproducción de la madresposa queda subswnido
personas, o frente a la fuerza de la cantidad de quehacer, de las hasta su desaparición en los papeles y en las instituciones que la
obligaciones filiales, maternales y conyugales, cada día, a cada involucran: sin mediar contrato de compra-venta, sin remunera-
momento. ción económica salarial, ella trabaja en la preservación y en la
Los hombres que realizan trabajos femeninos transgreden el transformación vital y cotidiana de Jos otros. Ideológicamente su
orden social y faltan a la masculinidad. En campio, las mujeres de trabajo aparece -en la sociedad de la dependencia económica de
todas maneras no dejan de tener desempeño en la reproducción; · la mujer y de la anulación de su trabajo-, como un intercambio
a pesar de que realicen otros trabajos y otras actividades. entre cónyuges (por amor o por obligación terrena o divina), y entre
Con el desarrollo social y los espacios de emancipacióngené- madre e hijos (por instinto maternal): ella cuida a los otros, ella
rica de las mujeres, ellas no restan actividades, no se ven desem- sostiene a su prole. Al hacerlo es femenina, se realiza como mujer.
barazadas de obligaciones y deberes, por el contrario, suman Ni las actividades de la mujer son vistas como trabajo, ni el sostén
actividades, horas de trabajo, responsabilidades. Muchas de ellas económico del hombre es visto como salario. La madres posa no es
son contradictorias entre sí y aparecen el doble trabajo o sobre-tra- asalariada, es mantenida y el cónyuge ejerce formas particulares
bajo (plustrabajo), las dobles jornadas, los dobles espacios. Es de violencia y dominio sobre ella mediante el dinero.
evidente que por los anatagonismos valorativos de espacios, de El matrimonio, por su parte implica una fuerza compulsiva
lenguajes, de saberes y de conocimientos, de formas afectivas y de mucho mayor que un contrato libre salarial, no es concebido como
comportamiento, por la separación en ocasiones extrema entre lo una operación económica, sino de conveniencia social y bajo la
públi<..:o y lo privado, entre le personal y lo social, entre la sociedad ideología de la individualidad y del amor. Es esencia de un pacto
,•
Y el Estado, se trata de una doblevida. La parta pública de algunas amoroso ccn ciertas obligaciones que se cumplan por la fuerza de
aL:tividadP.s es ccnc.:ebida come trabajo, todo lo otro es una obliga- la naturaleza y del amor pata la ~ujar, y por laa.it.a responsabilidéid
d0n ger.érka. social y el amar por parte del hombre. '
Entonces la categoría ds trabaio libre no puedE! ser aplicach iil
1!-Cib.Jjo invisible: ¿jib:-e, esciavo a semi? trahéijo da las mujeres en la casa, tantpoco !a de ~--abajo esclavo
El lrahajo de la mujer como madresposa nc es un trabajo libre (porque ol E~sda\·o fue cornp~-ado y puede ser vendido) se ~ta de
porque no se caracterizo por la pcsibilidad cltl vender libremente un trabajo bajo condiciones de opresión a.xtremas: es trabajo y os
su propia fuerza de trabajo. Pero esta adscripción socia! familiar invisible.
ct.ligatoria de la mujer para la realiZéicióu de su trabaje, tampoco La categoría trabajo invisibla, desarrollada por Isabel Larguía
os usdavitud porque la mujer no es vendida junto con su fueza de (1977), ha permitido conc.:ept\_¡alizar de manera específica el tra-
trab.1jo d!l una ve:~; y pars siempre. La mujer r.o tiene la libertad da *' • bajo doméstico, privado, d~ reconstitución d~ tos otros. E! antago-
poner ou vonta su fuerza de trabajo y menos de venderla a secas. nismo históricc con el trabajo \'isible da los hombres que se
La puost<l en rnarch01 de la fuerza de trabajo de la mujer, cristaliza en los modos de producción en objetos y mercancías

130 131

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~.~~

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económica y socialmente visibles, hizo a Larguía defmir como ·~ sas fases, identificando en cada una de ellas la forma caracterlstica
invisible ese trabajo de las mujeres.9 ~~ ue organización del trabajo y la forma de cooperación dominante•·
El trabajo de la mo:.dresposa como tal, es impago y, si se :f El trabajo de reproducción y la doble enajenación de la mujer
considerara como pago la manutención económica de ella y de los
hijos, su precio no alcanza a cubrir el valor de su tra~jo, porque .... El trabajo no reconocido de la mujer, -el trabajo impago, invisibl~ _
no cubre la totalidad del tiempo socialmente necesario que la 1 el sobre-trabajo-, el trabajo que la mujer incorpora para mantener
mujer dispone para sus tareas de reproducción, ya que se trata de la vida de los otros está en la base de su enajenación, en este caso,
las veinticuatro horas del día. patriarcalmente determinada. De acuerdo con ~arx ~1844 Y 18~7)
La mujer realiza trabajo intelectual y manual, pero no sólo eso, la enajenación emerge de la separación exprop1ator1a del trabaJa-
en realidad realiza trabajo corporal porque la procreación, es decir j. dor de su producto.
la producción de seres humanos, abarca su cuerpo y no es sólo A la mujer, como al resto de los trabajadores el producto de su
exterior. · .'
trabajo no le pertenece,le es ajeno, está enajenada en relación con
Todo el trabajo de la mujer es trabajo útil porque conduce a la · ~· éste. Pero en su caso existe una doble enajenación, porque además
formación de valores de uso y por ello es condición necesaria para ~: de no pertenecerle, su trabajo no es reconocido com~ t.al. se cree
la existencia humana. El trabajo de la mujer tiene como fm la me- ;: ·: que no es trabajo sino devenir natural. Aparece rebg10samente
diación entre ella y la naturaleza, y entre los otros y la naturaleza. ;~· como una fueria externa, como algo que le ocurre de manera
El trabajo femenino se caracteriza por su devaluación econó- .f irrenunciable y del cual ella no es responsable.
mica y cultural y por su anulación conceptual. Con el desarrollo k La mujer es sometida absolutamente a la fuerza imponderable
de la especialización genérica basada en el sexo, con la ~>eparación ·" de su trabajo de la naturaleza. A este hecho las mujere-s reaccionan
de la producción y la reproducción, y con la asignación de una ~ también de manera sumisa, la fuerza de su naduraleza implica
esfera a las mujeres y otra a los hombres. CodeJier (1981 :19) señala • una relación desventajosa con el poder que es intoriorizado como
como un hecho observado empíricamente en la historia, que "toda
~
""~ impotencia y aceptación acrítica de esa naturaleza. l....l\.re~z.ación
form:t de producción, supone una división del trabajo según los ~! del trabajo de la mujer, su objetivación en el otro, le s1gnifica una
sexos y las generaciones". El !!'abajo femenino es relevante y para pérdida de realidad. Al ser desconocido su trabajo o~jeti~ado en
dar cuenta de él, considera metodológicament~ nec:esario que "al los oi:!'Os -por la sociedad y por ella misma- , la mu¡er pte-.:de aJ
analizar un ciclo productivo, debemos diseccionarlo en S\!S di ver- <lt jcto.
Como ser-de-Jos··olros,las mujeres se humanizan c.omc géne·
ro y com~ particulares - ·a travtís del trabajo, de la sexualidad._de
9
!::.1 palabra~ de lsabci l.11J6U~a P977:22Cl}ME1 hdehode que.,¡ trabaj? femeni·
D'> dentro del hogar oo ¡m:duiara direciarnenlb Wl subprudocto y mer.:ancías, lo
!as relaciones diversas--·, por la mediación de los otros. Pero s1 :tl
~pa ró de ia esfera del inten:2mbio de !a acumulación de la.-: riquezas. [.,. ~bori<Jsl. trabajar, aJ humanizarse como mujeres pierden ei objeto qu~ es su
activided de vasto!: sectores de pohleción fem.,nina quedó as( ocnll.i tTa.i la iach.ada esencia, y si la objetivación du su trabajo significa la accptactón de
de la familia r.IOOOf;árn!ca, y oomo DUllOl se trartSfonnó ~">D m~a cancías que enlraran
al mtmdo del i.r.ale::camllio. siguió si•mdo invi..<;ible ha!:t.i nuestrcs di.r.s". F.s imp?~·
es!a doble pérdida, se pierdun a ~nas mismas.
lznte se:\alarquela FUT :;l enlra en el in!en:ambio n.ercanlil y alú se va!oriu: a pesar
de eUo, es válido oonsiclerar al \raoojo fen:eni.co oorno inv6ible soLre toJo porque El otro trabajo
oomo afinna lai"81Ú.l: "El trabajo de las mvjeres pa.reda AYapo~ nl.li&icuneolb El trabajo que sí es representado como ta.i, es. el qu3 realiza ia mujer
desde el momento en que oc daba produclo6 visibl6s (IOODÓmicartlellle oomo )o, en el mundo del mercado, del contra!o, en el ámbito público. En
d~i hombre. Por eso ese tlpo deo taabajo, aun CllaJ\IJo implica el fr!Sio de ~umemsu
horas de labor, DWica ba sido considerado oomo ·¡aJo:". este trabajo la mujer está más relegada y hay diferen~ias con el

l32 133
hombre y es uno de los espacios centrales de la opresión de la constante en empresas agroindustriales de productos de exporta-
mujer. A causa de la reclusión en el trabajo invisible no se permite ción. Las mujeres y los niños trabajan bajo el salario del jefe de
a la mujer incursionar en este ámbito. Sin embargo, cuando se familia que requiere del trabajo de todos para cumplir su cuota a
requiere mano de obra barata o cuando se trata de funciones destajo. Pero ocurre también en la industria. Muchas de ellas
públicas de reproducción, o de trabajos irúeriores se recurre a las irúcian sus actividades con trabajadoras que laboran bajo ~simas
mujeres. condiciones de trabajo y salariales, y conforme la empresa se·
El 23% de la fuerza de trabajo es femenina en México. Esta desarrolla y acumula, requiere trabajo más calificado, elevando los
cifra es la expresión del trabajo invisible de las mujeres ya que no requisitos de apiestramiento previo y por lo tanto incorpora hom-
incluye el trabajo de reproducción, para fmes estadísticos tampoco bres y desplaza a las mujeres a los procesos técnicamente más
es conceptualizado como trabajo, y quienes lo desempeñan no son atrasados o da plano las desecha. 11
contabilizadas como fuerza de trabajo activa. El 23 % de participación de las mujeres en la población eco-
Trabajo público es el trabajo mediado por el contrato y por el nómicamente activa que incluye además del trabajo inLlustrial, los
pago (en dinero o en especie) aunque se haga en espacios del catalogados como servicios, los profesionales, y otros, no es un
mundo privado. La diferencia entre el trabajo público y el privado indicador de un recorrido histórico lineal. Por el contrario, las
está en el tipo de relación que tiene el ejecutante del trabajo con mujeres se han incorporado a espacios de producción y trabajo de
su objeto, las relaciones sociales que le anteceden y las que se los que luego fueron arrartcadas. Ideológicamente, sin embargo, se
desprenden de él, así como el espacio en que sucede. construye la idea de que las mujeres son ajenas a la máquina, a la
Importantes ramas de la producción industrial se desarrollan fábrica, a la producción, a la calle, al dinero y al salario. Nada más
en el capitalismo, a partir del trabajo ele mujeres y niños. Sobre falso. Las mujeres siempre han trabajado productivarnente. 12
todo en los inicios del capitalismo, o en condiciones de extremo Han sido las clases dominantes las que han destinado en.
atraso y sobreexplotación. 10 Esto significa que la incorporación de diferentes sociedades a pequeños grupos de sus mujeres a ouas
la mujer a la industria ocurrió desde el principio. Sin embargo, actividades distintas al trabajo, y las han erigido como al estereo-
conforme se fueron incorporando más y más hombres, las mujeres tipo de la feminidad y de la mujer. Han vaciado sobre el conjunto
y ios nifaos fueron exlcuidos d~ esos trabajos. El desplazamiento
acarre en crisis económicas como la actual, a\.!Il en ramas "feme· 11 Alcj:.ndra Koll<~ntai (1927) rl.,swrolla una inte:pretaciénJc la hi"toria cuyc
ninas" de trahajo lcostura, alimentos, trabaio secretarial, cobros, eje es el lugar rle las muieres en la prod~ón y muestn OOU\0, en la mayor parte
clcétMa), las mujer~s son daspla7.adas pcr los hombres y ese de la!' modos de pl'oduc.::ióo y de las clases oocia.les, u mayorfa de w mujeres
siempre l::an u-abajado cie manera productiva. &te aaál!si.; tiene Í.'1'•plicil3 :a ..::rilka
t:abajo es revalo1izado económica y culturalmente por la prescn- a las interpretaciones históricas que oo bao lorr.ado ea cuanta es los hECños, ban
d:i masculina. sid:~ unil.alt:rales o bao distm'Sionado oo sólo los~ que oomVJlul de IIWH!lll
En México la sobreexplotación de mujeres y niños es una directll a la mujet, sine> la historia. t~ hisbri& suc:edidA no puede compnmc~Msa ni
ser eiaborada si se 11nula la prese!lci.l de las mujeres en la produc::ióc y toc!o lo qUf>

se de$preode social y .::ulturalmsn:e de ella.
:l En la investig:.ción scbre el proceso de prolfli.a.riución de un grupo ~tnico
1 12 ) u:~e N&sb ( 1982:30) lo e" p!ioa de la si¡;uic:ale rn&Deno: ~ ••• la iucapacidad de
:n-::Jti<.an..>. Ca.zés y Lagarue (198:! y 1984) enoor.tramos <i"e el funda.""'leolo del ~ubloc.er un valor ¿e n.erc-.00 para el trabaijo de 1M mujere¡ 3D la re9JOCIU<.cióo y
I'I"VCCSS> iadustri.l.lizaJor ~n t.. región mazahua rue l.r. inoorporad6n del !labajo el manteni.JnH;,n:O de ia roT, significa quo su oontribucióu e la prodooción S<.
¡,.mt:n~no E> iu!antil indCg<lua que pcsnnitió unn ele11ada tasa d'!l gu.ancia y la subvalora oousistentomenle... El baje valorqiHI seda al tn:bejode las majeJ\115 puede
'"UJlCIÓn de la vi<b industrial en la región,~~ como ci ¡¡wpmieolo del proletsriado baer ooosigo el eftcto de socilllíza.r a la mu)er oon res~ a su depeodeDc:ia del
--::av'-ndo inicialmente a niñas y muj~res adultas. p~ote desvalorizadas hombre·.
cnmo lra~1jadoras-. e!l un proceso aoelllrado de acwnulaci6n originaria.

134 135
·1
)
'l
1 11
1.
1
• de la sociedad esta ideología sobre la feminidad centrada en el
1:
i
Identidad escindido h . s a muJ'er y trabajo está en
'. ) antagonismo entre mujer y trabajo.
El estereotipo femenino que permea todas las clases sociales,
El mismo antagom~m .
el centro de la conctencm esct
· 0 que ace aJeno
'ndida de mujeres obreras o emplea-
hos años trabajando, lo que
el ideal a alcanzar, es el de la mujer que no trabaja por un salario,
das, quienes aunque tengan m~tc ct'o' n" para salirse del trabajo
para muchas mujeres se expresa en el deseo de encontrar un " mponga su SI ua ,
esperan es que se e~ identidad escindida de e~tas mujeres esta
y "regresar a la ~sa . La es de constituir una conciencia que tenga
hombre que "las saque de trabajar". Esta contradicción entre mujer
)
y trabajo es interiorizada por la mayoría de mujeres que están
en las enormes dificultad l l de ¡· dentidad el trabajo. Pero 1 ~
convencidas de que el trabajo doméstico no es trabajo. untos cen ra es .
1
como uno d e os. P1 mu¡eres . se sten . t en, es decir tienen conc1en- 1·1
1· ~
La anulación del trabajo en las actividades doméstícas se 1: a
ocurre lo contrano, as f t abaJ·an. Esta escisión se
traslada a lo público: la mayor parte de los trabajos públicos de las d sa que por uerza r l~
mujeres son sinúlares a sus actividades domésticas y de reproduc- cia de s~r amas e_ ca osibilidad para aprehonderse como 1rabaja- :1' 1''•
ción. Así, la sociedad y las mismas mujeres demeritan y devalúan cél.Tactenza por s~ rmp e su identidad es ser madres posas -entes
doras ya que el nucleo d b . - y por lo tanto su lugar en
doblemente su trabajo: por ser realizado por mujeres -seres 'b t sexual no tra aJan • .
inferiorizados socialmente-, y por consistir en actividades feme- que por atn u o ' ueden integrar al trabajo en la aprecia-

f
el mundo es su casa. No p
ninas, de antemano consideradas como naturales, tanto en lo ., b ' 1· a de sí mismas. · 1
público, como en lo privado. June Nash (1982) llama la atención cwn su Je IV • d f ·¿ la ideología de la natura eza
La conciencia social e IDI a plor l tt'vo a la mujer es asunto
sobre la influencia de la valoración de un trabajo en la valoración . l 'dea de que o re a
femenina contiene a l . . d d la cultura que se origina en
del otro; encuentra también que la dependencia femenina en ,.
' •"';'
l de la SOCle a Y ' .~
1
• relación a los hombres, tiene fundamento en la infravaloración de
~ de la natura eza y no
. . . t
b .
·enos altra aJO v a a
1 s capacidades intelectuales.
· ,
) su trabajo. 13 los mstmtos, an a¡ 1 ~ t de compulsión extraecono-
, uno de los e emen os . '
Esta ideo1og•aes l t ., dolasmuJ·cresenrelaclOn
Con todo y que la división genérica del trabajo no es natural . ¡ mayor exp o ac1on
mica que permiten a n tido una mayor opresión de cl-ase para
pj eterna y
que, en la sociedad contemporánea se borran los límites
con los hombres y en ese sol l su con¡· unto. Se expresa en ,.,
"
1

infranqueables en algunos aspectos entro la producción y la repro- b" para a e ase en ;


ellas, pero tam len • h'b' ; s exclusiones u obligatoriedad
ducción, y entre público y privado, el trabaj~ femenino está mar- . d . les en pro 1 1c.one •
salanos es¡gua ' . . l·. . , l'mt'tanle pero no es sólo eso.
cado por esos hechos. Desde esta perspectiva se di·.ride en el trabajo
labor<>les, en so . rec
b •specla ¡zanon 1
d
'
l ' ac¡·o·n de las mujeres por su
1
de reproducción y el trabajo de prcducción, er. público y privado. . T ~ form.l e P-xp O~< 1 1
Es una espec! h..a, 1 ·. ~ l , sólo económico. por l:so o
E fm10mcno g O IJu Y r.o , . ·
género. s un .· • 1as Y da. t.>n una ex plotacJ·ón genérica particular. ·1
denomino opreswn ' ' . . . tes en formas extremas ! 1
éstO" ost<~n p1C5en 1
Fenóme_r~os como r~~ales esp~cíiicos, religiosos, étnicos
op~ion~:
13
Las racial, clasista. religio.>a, Bt'>llérica, c:>1npanen un conjun1o de explotacton a grupo~. d 1 d tremo de la explotacién a
d"' C.Ncteñslica.c; COffil!ncs.Julie! Mitchel (1977) explica la similitud de las opre- . 1 La ·ustificaciOíl e_ gro< o ex ..1
naclOna. cs. J , t',.as previas al proceso ~.~e
siones -:-acial, sex~. generacional- oomo fundamento de la alianz..a política y el entra en carac tens
encue:::~tro cultural. ocuni<ios entro estos grupos, en diversas soci'Xfaofl!' desdt~ los ~1 l<is mu¡ercs se encu_
. , e¡"...."'". u.lcft•len e an em
1....
d . t ano a los productores y que lOS
,

..0 d ucc:on
ses~r.U.s. $e 113 concebido a es!Al encuentro de iden!.idadss oprinúdiiS oomo •w p. .
·
}·· manera cliscrlmlllalona.
. . .
encuer.\ro en :a construcción de un nuevo sujeto histórico ooitoetivo, de una nueva valo:-an previamente, t e . .,. .lefl.tl"n históricamente por
hegemonía, constituida por diferentes 8"-'JXlS ~las oprimido.<: y definido:; en 1 La realida d es otra.
· las mu·eres s .. u
. J 1 .
J •

l Así en su concic:1cia
l.:>rnl) a sus especificidades, de lmlado, y dd otrc por :;u oomuni6n en un pmy'!IC10
que incluye la ~lis facción de las ceoesic.lades de cad<1 cual. 'f i el trahajo, mmquc ellas mismas o mcgueJ .

136 .. 137
Y como parte do su identidad, es crucial el concepto ayuda, con- tos, mandaderas y maseras. Producen y sirven la comida y :eali~
trapuesto al concepto trabajo. .~:
el conjunto de actividades de limpieza y comp~ que esto Wlphca.
Las campesinas siempre han trabajado productivamente en la En el mismo renglón de comida pueden trabaJar por su .cuenta o
tiotTa familiar o se han proletarizado en las ajenas, han comerciado •.. bajo el mando de alguien en puestos callejeros que proliferan en
sus productos y han elaborado con sus manos ropas, vasijas, telas, todas las ciudades, y que por la ampliación urbana ~on cada vez
sombreros, muebles, etcétera. En circunstancias críticas, han sido .l; más necesarios.
las primeras en ser enviadas a "servir en la casa grande" en el .,.. De manera privada y personal, muchas muje~es extiende~ su
régimen hacendaría como cocineras, lavanderas, nodrizas, man- territorio uoméslico al zaguán, al patio, a la esquma o a la fena y
daderas, sirvientas, nanas, oficios femeninos que han caracteriza- trabajan haciendo toda clase antojitos: tacos, peneques, tlacoyos,
do el último siglo del trabajo de las mujeres. Constituyen una quesadillas, sopes, garnachas, buñuelos, m emelas. Otras com-
tipología casi infranqueable: el trabajo de las mujeres es altamente pran su bote y un anafre y se especializan en la hechUJ'a y venta
especializado Y por lo tanto presenta en algunas áreas escasas de tamales de chile, de dulce, de mole, oaxaqueños, de frijoles,
probabilidades de cambio. etcétera. Las hay que ni siquiera salen de la ca.c;a, eso no es para
_Las mujeres continúan ocupándose en casas privadas para ellas. Esposos 0 hijos salen con el bote de tamales en su bicicleta
:eah7.ar estos trabajos bajo el rubro general de sirvientas. Lo a vender pregonando de casa en casa. Gran cantid~~ de madres
mteresante es que la categoría sirvientas no hace referencia al solas mantienen a sus hijos y muchas de ellas a sus amantes
trabajo, sino que ha fosilizado en ese nombre la opresiva situación eventuales.
de estas trabajadoras.
) . El co~cepto sirvienta es la denominación de un estatuto polí- Valoración del trabajo de la mujer
hco. Las suvientas son esos entes inferiores, ajen as a las leyes que Elú de Leñero (1986:95) considera que" .. .la situación conflictiva
r~g~lan el trabajo, ajenas al contrato: son quienes sirven en con- se agrava notablemente, porque su trabaje (de la mujer) es con-
tltctones de subalternidad a los otros; las he llamado madres-sier- vertido en causante de todo lo negativo que sucede en el hogar. Y
vas para comprender en esta categoría dos hechos negados: sen ¡0 más grave del caso no es que otros lo digan: ella misma lo cree
,.
mad~~s de los otros, por sus funciones y siervas porque el tipo de ·' asf'.
r.'~l~c:on política es de servid•1mbre asaiariada (ver caoítuJo Ma- En ~fecio, o&ra muchas mujeres el taabajo ft.Iera de ~u casa es
llrcs po!;~s), la su•>al ternid,,ci es dublt:, de género y de r::Ías~. mujer . 1 asociado snbjeti\'ament~ con el doior, con el sufrimiento, con la
y a!:alanada. fr'..Jstración. P~rc esta relación entre rlolor y habajo no es casual.
. l~~s sirvioatas sen ias trabaJadoras dP. la ::-cproducción domés- Muchas mujeres optar. por tr;¡b;¡jar fuera desu cas<:: o por el-trabajo
•lw;t Jt, 'os
· otros-aJ'cno".,. L"..,... h ay especia . ¡·tza d as como racarnareras remuncra:.1..1 0 dnntro
~ · o ¡·ucra do ~na rlebido a1 estaliido de crisis
v , •
1 hOic.ertlo que se llama el quehacer), t;OCineras, nanat: y lavanderas. · 1 E"
vna es. " u.. , ..1,.cu· en muchos casos ~l trabajo surgfl como algo
J..a t:~p~:~ialir..1ción está acorde con la clase a que pertenecen los ~. f obligatorio por la agudización d~ contradicir.iones_ sociales expre-
"ffiJ'laadoro
, · · En ge n ....

....,..a ¡ una so¡~· muJer
· realJ.Za· en cada casa y a ~fi
1 sadas y vividas -en general de manera negahva--, por esas
"~:()s 911 v;;uas todas la:; f un::ior..es y trabajos. · J rouieres con!:retas.
l.a."
• ,
mujeres

m··i.l liza n esos t-• a baJOS·. d o:n~sbcos
· . especializados .¿· ·
·" l · En esas cin;unstar.cias el trabaje E'$ asumido en contra de la
'•mh~n , on co;n •r- · · • ¡·
• • '· ...Jos puo 1cus como fondas, restaurantes, hate- voluntad y de los valores de las mujeres. que h an interiori7.odo una
1es. :.-¡qu;tr¡:ts m orund . , . hostilidad al trabajo generada como mecanismo -ie rechazo, que
· eros, cocmas aconorrucas, comedores, mer-
,.,.., d ~ - ah¡ son e · ·
· · -UCIIlOras, galopinas, fregonas, tortillcras, Livapla- afirma su pertenencia como madresposas a la ca..a. !

1
138 139
\
'
J
1'
-posibilidad implícita en el hecho de trabajar, es decir, de realizar
Las mujeres casadas traba'an
económico familiar que las obliJ en gen~ral ante el apremio una actividad de hombres- en el espacio que identifica la esencia
casa o del mundo domésti ~a compulslva~ente a salir de la ,. de la masculinidad: el trabajo público.
pérdida del cónyuge ya s':;
ca:adas trabaJan también por la -~ A pesar de Jos conflictos que conlleva el trabajo, el mundo de
viudez. Es decir el h h ~r a andono, por divorcio, o por afuera y Jos otros no propios, cada vez más mujeres incorporan el
. ' ec o que unpulsa o qu . 1 '
.trremediable, es más fuerte ue las . . . e un pone e trabajo es ~ Jrabajo como un elemento central positivo de su identidad. No s&
en general se asocia al aban~ posibilidades de no hacerlo y, ~
pérdida del cónyuge (pérdida
etcétera). 1
::::nyug~l, ~ la
separación y la
' econorruca, amorosa, erótica,
a ¡
imaginan la vida sin trabajar, se desarrollan en el trabajo y obtie·
ncn de éste gratificaciones económicas que implican grados im-
portantes de autonomía y de independencia P"rsonal, aun en
La compulsión al traba'o u instituciones de dependencia colectiva como la familia.
cion ada también con el e f l q e ~ufren estas mujeres está rela- . Las mujeres pueden enfrentar poderes autoritarios patriarca-
d n rentamtento de sit .
-) as, de lenguajes ignorado cód' uactones desconocí- les -de los adultos, de los padres, de los hermanos. de los cónyu-
<
tes. s, •gos, valores y relaciones diferen- "l.
....
ges, de los hijos, de Jos vecinos y de todos los detentadores pe~o­
Ante la crisis de identidad ue si . ~
-~·: · nales del poder--, porque obtienen del trabajo medios, valores
las mujeres buscan seguridad t~ Procgmfica para muchas trabajar, ·' . económicos y simbólicos, de indepen(iencia. Las mujeres obtienen
do del trabajo, núcleos de l.d . t'd d furan reencontrar, en el mun- ·' . del trabajo, además de un s'a lario y con ello la posibilidad de
, en 1 a emenina · d ··
a traves de las relacionés d od pnva a, y lo logran l') adquirir bienes y obtener mejores niveles de vida, autoridad sobre
) ~iento y en lo que se esperaed: en las el~:~ de comporta- for~as .· .. los otros (no la que emana de la maternidad o de la conyugalidad,
Identidad genérica y el d d l ·.A la necesidad de afirmar la :( . o del grupo de edad) sino la mis apreciada en la sociedad y que se
1
as mujeres y la sociedad
or en e umverso se d b
-~~-
re~~~
.d e e, en parte, que reproduce a partir del trabajo. La independencia y la autoridad le
tic:ts do la subordinación ucen en el trabajo formas domés- !' permiten contrarrP.star Hl podoJr de decisión de los otros sobre sus
Se debe al pod 1 po lhca de las mujeres a los hombres ;G vidas; es más, les permite clec:idir sobre ella.
onemistad y competen~·
er e comportamie t d 1 .
..
1 no .e as mujeres como
.~..Ja ccn as otras e 1
:f
~· Mujeres independientes económicamente y dependientes psi-
CIO;) y adscripción incoudic'o 1 l . on raparte de la aproba- .r. cológicamente, o mujcr..:s jóvenes que por el poder económico
) te.• scdl.ldor nrótico de m . • ~~~
a os hombres. El comportamier.- ¡· reciben - por delegación- parte de! poder patriarcal sobre sus
así como la di~pcsicio' ud¡er-o ¡eto es también producto d6l poder madres, hermanos, hijos, etcétcrn . Las combinaciones son infini·
... r. e muchac m1 : '
otrus, n pesar de las rol .· - - JJeres a ser servilmP.nte de t:~s, porque 1:0 ;}X!stcn r~!aciones mecánicas entre el lré!bajo, la
de:- d om6st!c<~s en ci trahajo. ~.,
acwnes contractual . l'
• es. o a rca ;zar activida- cmar.cip~ción, ci caut!verio y la •Jpres:ón.
· Ac;í, en
J.lll~!ico,
ias mll¡'crPs' llevar 1
un csfu~· z· • ' e. ser fe menmo
· doméstico al <imbito ..;..
-
- .r o por plsar tierra, por no dejar de ser mu¡·~::res ·r;¡
-~-,
El trubc.:jo y el b1en
El trabajo es ur. valor positivo en mujcr•:s de dertos grupos de edad

rreci~ntc ~·
14 - --- ._,"t-- y en ciertas circunstancias. La valoración positiva del traha)o de
L.l n· iucur"n ·· de Ja mujer al lJ !;;¡' ¿. ·,;
,.,¡,,. h1111 ~¡.''' ~ ,r-·~
no;n,_. · r·rdCIOil las mujeres es. de hoJcho. ur. prohlnma de tiempo. Se valora
•c lo: - ...s.: jusiiíic."! s iean¡;re adu ·ien • " JO remum:radv ·¡ivida
•'-""~"·M•II
·• : '"'pn ""y.· ltt~ci<:ndo
.
se-ntir qu" ~l h-·'- ~ . u o rn~nes de neoesíd?c:! econ:>
qu~ ha sid • ~ . <>UJO . ' CoC trnba'¡ar no ha dependiJo de Wla
:Jt
' •
positivo cuando ya pasó y se re!ribuy.l a l<.1s otros: "sacó a sus hijos
v J
.
' 1•1<1, smo
• Ull\1.-:cl l'is' 13
J. · ' · '· "'''icr t;all de defc ,
o on¡;:nauo en una
.
~· -.lJ'CUIISIAncia ajen:l a s u
,;,¡. addante. Es nr.a mujer t:-<lhajado:á~.
o.:-.- • P•·r la d iv!1rgr.nc:io~ cnlru l llo<'r.:e en Cler!a medida d el con m eto persou.a.l En jé vencs soltt:r:.s es valorado sobre todo porque no compite
a norma y la ccnducta" 'El
' u' d 0 1~aero.
- 1986 :~5) . ni con la conyugalidad ni con la maternidad, es decir, con el ser
¡
140 141
1
1:
)
1

ll!
social de la madresposa. Por el contrario, el trabajo se considera mientas en P.l desarrollo de actividades, constituyen un espacio
un a~~ib~t.o positiv~_constituyente de una buena futura madrespo- menos opresivo para las mujeres.
La vivencia e incorporación de todo este mundo en la expe-
1i
sa. Stgntftca tambten la posibilidad de ingresos para la familia
aunq~e s?lo sea como manutención de la mujer trabajadora, o en riencia de las mujeres es a tal punto emancipador que autores
el ~e¡or de los ~os cuando su salario o su ganancia ingresan (por clásicos como Engels (1884) lo consideraron suficiente como para . '

la Vla del autontarismo patriarcal) al conjunto de la familia. acabar con la opresión de la mujer y lograr su liberación. La ,.
realidad es otra porque las mujeres no son descargadas del trabajo !
Con la ampliación del estudio para las mujeres, con la dificul-
tad d~ reproduci~ a l.as familias con sólo el ingreso masculino, el reprodu ctivo, ni son tratadas social económica, afectiva, jurídica
!?
t~aba¡o de mu¡er ¡oven, incluso casada pero sin hijos, es bien y políticamente de m anera diferente por el sólo hecho de incorpo-
VIsto .. Las ¡ovenes Y sus familias ven en el espacio público del ~arse al trabajo valorizado como productivo en la sociedad indus-
traba¡o un á~~ito par~ la consecución de sus fines de madresposa. trial capitalista o socialista.
)
Se trata d~ stllos Y Circunstancias ideales para relacionarse con Resaltan, por el contrario, la doble jornada y la doble opresión.
homb.res, establecer noviazgos (s in dejar de tener ingreso) y final- En lugar d~ desarrollarse como espacios de vida intocados, los •1
mente casarse. . nuevos se constituyen en &mbitos de expansión de relaciones y
Las mujeres de los estratos más altos trabajan mientras se casan,· contenidos patriarcales .y clasistas de vida. El trabajo en la sociedad
Y las de las clases populares lo hacen con la esperanza de dejar de de explotación es el hito sobre el que se estructuran la explotación,
hace~lo alsún día. Sólo en ese lapso de juventud el trabajo es . la opresión de clase y la enajenación. No podía ocurrir de manera
.\ cons:der~do un atributo que no lesiona la identidad femenina. A distinta a las mujeres. Pero, dialécticamente, el trabajo op~esivo
~!lo se anade la mirac!a y el trato de mujer-objeto que reciben las - por su esencia creadora y por las nuevas dimensiones de cono-
J_ovc~es po_r ~-1 sólo de hecho rle serlo, y son bien vistas flll los cimiento, de derechos civiles, de ampliación del territorio vital-,
amlHt?s ?ub. tcos aun por los hombres las requieren como ma- tiene aspectos liberadores para las mujeres. .
drospubl~ca~, confidentes, acompañantes, amantes, aunque sea Entre las experiencias novedosas en el trabajo o en la escuela
r.~ n~o patsn:cs corporales con los cuales "alimer.tar la pupila" se encuentran con que a pesar de la división genérica de estos
<llan:uncntc. ámbitos las mujeres hacen cosas P.xtraordir.arias a las que deben
)
~\ las m uchnchas aci~más, !es gu~t¡¡, "salir" dt: la casa, de la
..
r
h<lcer c:omo mujeres. Tambizn se cncuenlréi a los hombres hacien-
1nrml•a y cnc:on!rar en la "calle" con el pretexte positivo del trabajo do e!l mud10s casos las mismas cosas que alias, o si el contenido
:! le;~ hor:lhH•s nh · · . ' es diferente se los encuen!ra trabajando igual que ellas.
. "· ' • s am:gas, ten~::r dmcro propio oara valorarse
~orr~lmc:~ic (curnp:-arst~ l:o.>as), tener divcr:>lones: fiestas, y un La posibilidad de ver a los hombres como iguales sélo sobre-
amb't.C::ltc l!ll el r:u;•l no ~~st;ín lo3 dueños rtc sus vidas. ..
,,;
viene en lo público, porque ahí pu~cien re&lizar faenas, esiucr.ros,
.~n el !rnh:tjo :) l!ll la csc:ucln las mujeres enr.uen!ran un espacio aclivid:tdes trabajos o formas de organizadón comunes, pero nun-
dt! hbcrla:i frente a la m;,yor c:oerC:ón rloméstka y famil iar. Au.'l- ca idénticas. De ahí el sentido escndalmente liberador dd trabajo.
'IU'! sea CO 1 • cf ·1 . J>1mJ las formas de opresión gené!i•:a enajenantes pueden redoblar-
. . . n r.l le UfoO , ;¡un er. C0:1diciones de explotación la
l.rrnr"sl· .·. 1 • • se par su reproducdón ir.c:rcmer.tada en el trabajo. De hecho,
H' • ·•· .tnl.r:t e e 1>aiJ:-, eh! H~!lar dinero, de SP.r tratada~ com o
1 .rsor.as (aun con 1· d. . .
., .. · ·
..
·' I!'Cfl mmacwn genérica), el trab~io y lo simult~.neament~. el trabajo público es para las muje:-es libefador
l •ll.lll<'•l hs r •' · .· . .
.• •. c ••Jc.hlOI!S <lC' contra io y la moviiidad espacio temporal como s~res oprimidos que tienen acc~so a una actividad que
·hlll;H fa_<; ah novccind 1 · · trasciende su otro trabajo, cuyo contenido es la entrega a los otros.
. - · • · <!! cxpc:-:cnc•as, al ejercicio de léi capacidad
•1" ·'J•rrndt·'a•·• ·•
''· y a 1a puesta en práctica de habilidades y conocí- Pero es opresivo, porque en él se articulan a ia \'eZ léi opresión

í43
¡1
i'
1
(para ser buena madre, buena esposa, buena trabajad~r~). En
1
de clase y de género, para dar formas particulares de enajenación
1
laboral y social desconocidas para los hombres. A este fenómeno general algo sale mal. La mujer resta tiempo a unas actlvtdades !1
se le ha llamdo la doble opresión de las mujeres trabajadoras.lS ->!:' para cumplir otras y muchas veces realiza varias a la vez, con el 11
La culpa y el trabajo ~;
¡f. consecuente d()sarrollo de destrezas pero también de fallas.
La ideología con la que son juzgadas las mujeres ~qu~ tra~_a­
·-.... i!1 :
1
li
La mujer mexicana que trabaja lo hace bajo la presión de valores ;' .an" las fracciona. No se concibe a las mujeres como la mtegrac10n
que definen su condición social d~ manera exclusiva por la repro- ~e dos o tres definiciones diferentes en la vida. Se juzga a la
ducción como madresposa. "Con estas definiciones ella debe estar trabajadora sin considerar la jornada y las responsabilidades do-
en su casa, adeníro, y su capacidad económica fdebel quedar al !> mésticas (es mala trabajadora porque pide permisos para llevar a .¡
servicio de la causa doméstica. Además, la decisión sobre si debe los hijos al doctor, para asistir a las juntas de la escuela, para..._)_ La
o no hacerlo no le pertenece" (Leñero 1986:96). ·" madre es mala madre porque sale a trabajar y abandona a los hiJos,
Al mismo tiempo nuevos valores producto de exigencias so-~ '~. porque no se ocupa de la casa y de los otros co~o las demá~.,
ciales conciben al trabajo fuera, al trabajo público, como positivo,. : · Las mismas mujeres se autovaloran con mcomprens10n Y :•
Y en el extremo, como necesario para las mujeres. Mujeres que :.. dureza con el mismo esquema ideológico y refuerz.1n el conflicto
reciben ambas concepciones antagónicas -sobre el trabajo y sobre ·..,; en que desde luego, resultan culpables por incapaces, ineficien~e~,
su identidad-, viven contradicciones subjetivas y objetivas. Mu- 'f descuidadas, desobligadas. En general. los problemas que se ongl-
chas aspiran a trabajar, pero al hacerlo enfrentan dificuJtó.des 11 nan por la no asimilación del trabajo son vividos por lac: mujeres
materiales, ideológicas y culturales. .::· de manera personal como problemas emocionales, como incapa-
La mayoría de las mujeres viven de manera conflictiva la ~f'·, cítlad, como disgusto para hacer las cosas, con culpa. .
contradíctoria definición opresiva-liberadora del trabajo combina- ~:~: Existe la negación de la realidad por parte de las mismas
rla con su propia opr~sión genérica. . ,-¿: mujeres, de la sociedad y de algunas instituciones, lo que- agrava
El conflicto no sólo se presenta con los otros, con el tiempo, su situación. No reconocen que los problemas que enfrentan las
c-on 1.1 capacidnd du cumplimiento do los dt~beres, sino sobro todc, r. 1ujeres al co ntemporizar esta doble esencia de su identidad,
) dnnt:-o dn cada un,l de ellas. Ellas son ei recinto de enfrentamiento escapan H su voluntad y sÓn colectivos. En general se hacen
dr, bs conlradicciones sociales que sintetizan y que les dan vicia. r•~clamos y exigencias a cada una con~o 5i eHa, personalmente,
!~rote conflkto es e.xplicadc y vivido con ar.gustia como incapacidad iuese celpahle. ,
1 1" •
Las organizaciones de los trabajadores eu 1as cua.es p:-1! clClpan
.~

y que !n:; rep·.-esentar., como ·l ns slndicatos, se nieg~r~ a c·rear


' ·· illv~st!g:~t:ion,l:< sol;N la parti::ip3ción de las mujcrv;s ~n el mercado Je
lr.• t.,..;... '"' Mt:xico reportan e:npírioun~nle esta dobl~ oprcs:ón Se conc:-ela eu secretarías de la mujer y a emprender luchas e:;pec1hcas para
,¡,¡,.,.,.,.r.,as salari;~Jes, de rnmas. de c.apadtación, de ¡KlsibHidades cle a~censo, de satisfacer necP.sidades de !as trabajndora<>. 16 Sólo dP,spués d~ ver-
,. "f'M'ktll de aivr.Je~ icr.irttuir.r.~. ti~ traLajns v<slorados corr.o infe:-IOol'S o supt>-
'~'''•'.• tudu r~o de tll:lner.l inferinrizatla para l;;s muiere~. 'léanse: úe Riz (1986) y
r ••, .. ,_.,,:z. S~'-?. (l•'Aij'J u J , . •
¡r, La h:storia de las muieres mexic.onas del sig~ XIX a 1;, Fl:Cha, ha .~,t~dc
. ···"'~u " · "" t.3il ( l:l!lij:7,0J) r;onsiclera c¡ae ··otlds relaciones jer.ír·
'','""'"'<'!lit' a~ott:; ,,.:,~n :1 la in,:orpornción l:lhoroi y qu!' pre·e~ tralifican a la mano de 1
marcarla p.1r la lucha para ser cc:n:;ideradas en t.::. s«~a.es r..on ~~ruchos Cl\iu-.s Y
''"'"' '"'"' ' ·ia: "" t~rmitn1s gcau;li~d~tnicos/raciales/:lac.ionalesl conrlicion311 e:
11
juridico~. En pariicular lo~ d c ruchc.;; laborales, educativos y ~htJCos han ~ele·
<:ar.k.trr tln 1,. intr •r.•- ·c· 1 1 1 · · H t '
• .- • vi '"a merr~1• <> t e trao.1¡o. .. .t•rn >re:. v a::ujeres se prolet.ari- ·
~uclo •
Ja Slll~flema - · de '-
p;e~enC.I3 m ...¡·e-•~ en la poiítir.a. P"ra
"'S·, . ~ d~
. .una c.ronot.-.13
' ·' " A-«IIIC'IIoJ., l'-1lll
h , . ¡· t" · 1 · 1 1 '
"s • '" u ;hv:~s <env<!t as <.e una rot\strastz;,t;, rlcfini::iún de süS hedoos sigroiCir.ativos e!l las l u~h.:\s femin!s~s y de clase en Mexaoo. vease R«upe-
,.,, ,..""'"•" ru """ 1 ,,·, ' ··1eus• <e
1 ClrtHl!ll
. (1 u¡os.n:¡a~:
.. ..n .. pa<1re"'
-' m.! d res. etcéte ra)" . remos nueslm memorin ft:minisla (Lagarde, 19110).

145
daderas batallas libradas por las militantes, los partidos políticos es privilegio para las mujeres. Sin embargo, muchos (y muchas)
se incorporan temporalmente (sobre todo con fines electorales o critican esta diferencia jurídica y la consideran injusta. Llegan a
de arnpliación) y ccn gran dificultad a concebir de manera parti- lantear que si las mujeres quieren igualdad no deben tener
p 18
cular la situación de las mujeres como parte de su estrategia y de derechos particulares.
sus luchas y propuestas de reforma o revolución social.17
Aun constituidas mayoritariamente por mujeres, muchas or- Trabajo impago privado y trabajo asalariado público
ganizaciones de trabajadores están permeadas por esta ideología. Este· proceso de reproducción que implica trabajo y otras activida-
laboral patriarcal, no incorporan planteamientos sobre la peculiar. des, desgaste, consumo producíivo de la mujer y por el otro,
doble relación capital-trabajo que encarnan las mujeres e imputan reposición cotidiana de la FDT y de las energías vitales, reproduc-
las dificultades inherentes a la doble jornada a la incapacidad de ción procreadora, reproducción ideológica y cultural, no es reco-
las mujeres particulares, y no a la organización desigual de la nocido ni como trabajo, ni como actividad productiva, ni como
sociedad que exige de las mujeres y recarga en ellas dobles trabajos actividad social. No es valorizado explícitamente en términos
Y dobles jornadas. En el argumento se recurre incluso a la compa.; económicos.
ración entre las mismas trabajadoras, para demostrar que los La desvalorización del trabajo reproductivo ocurre en una
problemas que enfrentan las mujeres en ese modo de vida son en sociedad que valora económicamente y paga mediante el salario
rc;¡lidad fall<ts individuales. Lo que no conciben es que la doble la producción de cualquier mercancía, en el mundo de las relacio-
jornada tiene por esencia la síntesis de formas de explotación nes públicas capitalistas, de contrato. Es más, cuando las activi-
particulares de las que se benefecian el capital, la sociedad y los dades de reproducción que realizan las madresposas son realiza-
otros. das por ot r os sujetos sociales o en otras institucion es,
Alguna:; instituciones reconocen el deterioro que ocasiona la inmediatamente adquieren valor monetario y son pagada:;• .Sólo
doble jornada. El reconocimiento se expresa, por ejemplo, en los entonces la representación ideológica se enmarca en la dimensión
requisitos jurídico laborales d!ferentes para la jubilación de hom- del trabajo.
bros Y mujorcs. Las mujl!rl!s pueden jubilarse ·antes que los hom- En el caso extremo, si las actividades de reproducción son
?rcs. porque se reconoce en la ley el diferente desgaste por la doble realizadas por mujeres que no son madresposas del objeto de la
JOTIWrla femenina. Nu se trata de que las mujeres se jubilen "antes" reproducción. del otro - :>i no son sus madres, sus hijas, -::sposas,
Y:1 <¡11c sumHndo horo<~ de amb;1s jornadas en realidad han traba- <1 buelas, s-:.H3g!'as, hermanas, e~ decir si no son :ms parit!ntes ma-
i
jac!l1 ... ai1!>:;, en todo C<!Su lns quedan a debe¡· varios años $i se trata
de igualarlas con los borr.brcs. Entonces la jubiiad6n en estas
cundiciclllt~s no e~ u:1 ch:recho Cétballe!'oso y pa!emaiü;ta, té\mpoco
.. • ' tcn;ales-. se co:1sidcran tr<1bajo y forman parte dei mundo del
. . ' ... " ...
salario. De esta manera palf~ce ocv1o que 1m .a negacwn ecoP.om1ca
y cQnc~ptual de las activirladcs y los lrubajos d0 reproducción cie
---------
17 v ,,. . r )1 las marlresposas, se combinan relaciones cie purentesco, familia-
.

·
ll

l.ut~·•s rr -·1 1
;¡na tr. as pm umlo de la fo~ma ~~~ que los p:2rtidos de ía revo luc ión
•'"'~sc.ua" han u:corpor..Jo la ¡>F-•IJicmática social derivadz de la opresión de la
an u¡~r. ~e enc:u~nlr;; en D'Aul~tl!r,.., ( i9fi7). La aulora devt:la la for.na en que los
p :trl a: ¡,"' dt•l Est~clo ¡ ¡AXIC".111o,
• h " • ..

1
·
.
1 uua m~uorn St:cusaraza
<o ' · d.1, assgnal!
· las wis mas
·-·"~....
::.~.
l res, roles, funciones y espacios culturales distir.tos, que hacen
cualitativamente distinta a la misma actividad.
En México cientos de miles de mujeres son a la vez madJl'S y
lrah<,jadoras domésticas asalariadas. Como madres cuidan lle su
_ ~ ·. P• " ur.te>rns a a,; 'llll!OI"l~<: cmno madre~ rle d udadan()!;, sosten~ de la
. Y cf,.· h• .s~lr• a, Y cosr.o 1m 1~1J'l casa, de su marido, de sus hijos y como asahn·iadas, trabajan
1
'"' ' 11 h..t • J oras. El m,oue
_.J 1
o no incpliCA la sohJcióu de
f'AII•fl u .lu,; Y :\lllagt ¡¡ 'e
· · • r..mos. El ~.creo • ¡ rpo
· e1e mu¡er
. d t •,a mocierna revolución
IIIC:A II ''IIl~ <'S 3
· · · • ·tlle( <e
( (
a< 1ou
LJ •
e JMn:.da, m,ltlemi-utla. <.ult.a y patriótica. lll En la Ley Ff!<!emi dd Tral>.'ljn.

146
147
cuidando la casa, los hijos y el marido de otra. La doble jornada de . asalariadas domésticas sintetizan cuatro subalternidades: a las
estas mujeres consiste en !as mismas actividades cada día en dos tres anteriores se suma la étnica.
jornadas. Sin embargo, el que sean públicas, para extraños (no,· Todo el trabajo que hacen las mujeres sea en la manufactura,
parientes), a través de un contrato, en una casa ajena y que medie·: en la agricultura, en la industria de punta o en ~a ci~ncia, se.de~~lúa - ·.
un salario, convierten en trabajo lo que en su casa y para sus ue el traba1•0 genérico de las mujeres es mexlStente, mv1S1ble ·
porq · 1
parientes es natural, por amor, por instinto, o porque así quiso. esa cualidad contagia al resto de las actividades femerun~s, as
Dios. ~uales son realizadas por S}ljetos inferiorizados y desv~onzados
Un hecho grave se presenta a estas mujeres: muchas de ellas socialmente.19 De ahí las malas condiciones de traba¡o de las
deben dejar su casa, su marido (si lo tienen) y sus hijos encomen- mujeres y la inferioridad salarial en relación con los hom~res.
dados a otra pariente que puede ser su madre, su hermana, su A esta dialéctica se añade el hecho de que los trabaJoS van
suegra, en sus pueblos, para ir a la ciudad a hacer actividades siendo asimilados material e ideológicamente como femeninos
domésticas, por un salario. Cientos de miles de ellas cuidan hijos_ -por ser trabajos inferiores sólo pueden s:r realizados_ ~r muje-
de otras y atienden maridos de otras, mientras viven alejadas de . res-, salvo en espacios de prestigio o en epocas de cnslS en que
los suyos, imposibilitadas para vivir como madres y esposas titu- las mujeres son desplazadas por los hombres. Al perder la conno-
lares, de manera cotidiana. tación femenina, el trabajo obtiene prestigio por el hecho de ser
La sobreexplotación de estas mujeres encuentra asiento en . . realizado por seres genéricamente superiores en la escala sociaL
que, en la sociedad y para ellas mismas, lo que hacen no es trabajo,·. Ante la problemática de la doble jornad~ ~i~cluyendo ~a
sino algo natural. Así, aunque sea considerado trabajo es calificado ·· sobreexplotación económica-, de la desvalonzac10n .del trabaJO
en los renglones más bajos del salario, es requerido pero po~ de las mujeres, ante fenómenos de subordinación y abuso, y ante
apreciado; entre los mecanismos ideológicos de su desvalorización la inferiorización que sufren las actividades realizadas por ellas.
está el hecho de que es considerado, en todo caso, como trabajo no los trabajadoras anteponen sus intereses patriarcales a ~os de clase
especializado (crianza, educación, cuidados). y no consideran a este conjunto de fenóm~nos parte de la explo-
De esta manera, las actividades y las 'funciones de reproduc- tación y la opresión de las clases en su con¡unt.o. .
dé.n asalari:tdas, aunque devaluadas, soo reconocidas como tra· Elson y Pearson (1982} consideran que las mu¡eres del tercer
) bajo. Desprnodido de l~::s aclividadcs naturales de la mujer y :1junclo rel!ncn caractnrísticas importantes para tl desar.o!lo del
malizacio por mujeres infcriorizadns por su clase o por su defini- procese de ::lCUln'.llación de capital: e! bajísimo costo de la ma~10
ción ét11ic.D o rur:ol, ocurre un fenómeno contradictorio: por ser de obr<l (salarios bajes, jo;:nadas prolongadas, menor~s pres!ac10-
~~ala~it~d(>, el 1.nbajo de reproducción e~ clevc:do a la categoría
ifJeolúgl,:a de trabajo y en esa dimc41s!én, c-cupa ur.o de los estratos - -1!i-----
R 1 1' q :203) I'C<'.alca q\~e "No ¡.m eda negarse una división genérica
i41fcriorcs en la uscala jerárquica ne la sociedad y la econom!a. o.(an , 986 d ¡ ~.lo ·
1·cr:íroni<2 dd trabajo tant<~ eutre el t.<~baio C:oméslico no re~u:~era o y e asa ·na·
El trabajo doméstico remunerado se desvaloriza ncr el doble · · d 1 · -'
do. COt:lo cier:tro del pr<lpto rnun o asa ananc .. . JX'T ·-o- ~ ......,"" neral
:: las plaz'ls
m~cnnism0 de sumar J su adsdcripción al mundo íe~enino tres ocupad;;!' por mujeres 50ti lar. <!e menor estabilidad: poca r.o.lificaClQ~: menore~
suhaltnrnidades: !a de género (las sirv:eatas, las nanas, la:; cod- ingresos !'Cialiv~>s. fa ita rle pi'Oteoción legal y o~lOtl~l!~idades ~ p;ot~.c~l. escasa
tradici(111 ,le sindicalizaci(m, en una palabra las po~tctonf'S mas TP.Ieg;:d..s ••.,nt.mue
n~ras, la~ lavandcrns, las nJociistas, las peinadoras son mujeres), dollrabajo capilalisla (división vertical dd ttaba¡o); o
1 111111 va jerárol"ic..a
la .d,! dasc (<>on' mujems de la~ clases explotadas) y la rural (su una e~ n:c '
1
• · -
<p•e se encuen~ren concentradas en dcte.mma s
. • deo ramas de la industria u OCUj:)il·
. . . .. .
onhun y !-.U
· e
·uJ'\ · · · 1 )
• lr.! son pruvmcmnos y rura.es . En ocasiones. las cio, 1cs (servidos. ecluc.ación, salud). definidas COI!IO fememnas (dtvJSson bonwntal
del lrab..'lío)"".

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