LA PIRATERÍA

CINEMATOGRÁFICA

4ºA. Comunicación Audiovisual

Industrias culturales
Sergio Díaz Lacarra
Coral Hernández García
Sergio López Velasco
Lorena Torres Iglesias
 ÍNDICE

1. MARCO TEÓRICO…………………………………………………… Pág. 3.

1.1 DEFINICIONES Y CONCEPTO………………….…………………………… Pág. 3.
1.2 CONTEXTO HISTÓRICO…………………………………………………….………… Pág. 4.

1.3 SITUACIÓN ACTUAL……………………………………………………………………… Pág. 6.

1.4 MARCO LEGAL…………………………….…………………………………………………… Pág. 7.

2. MARCO METODOLÓGICO……………………………………… Pág. 15.

3. CONCLUSIONES……………………………………………………… Pág. 20.

4. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………… Pág. 21.

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 1. MARCO TEÓRICO

1.1 DEFINICIONES Y CONCEPTO

El presente trabajo muestra un estudio y análisis de la piratería enfocada al ámbito de las

obras cinematográficas, pero, ¿qué se entiende por piratería?

El diccionario de la Real Academia Española define piratería como: (Española, 2015)

1. Ejercicio de pirata.
2. Robo o presa que hace el pirata.
3. Robo o destrucción de los bienes de alguien.

Pero estas definiciones quedan un poco amplias y generalizadas en cuento a nuestro

objeto de estudio se refiere, y en un intento de plasmar de con mayor exactitud qué es la
piratería enfocada al ámbito cinematográfico, se ha acudido a la aportación ofrecida por
la UNESCO.

Según la UNESCO, El término “piratería” abarca la reproducción y distribución de

copias de obras protegidas por el derecho de autor, así como su transmisión al público
o su puesta a disposición en redes de comunicación en línea, sin la autorización de los
propietarios legítimos, cuando dicha autorización resulte necesaria legalmente. La
piratería afecta a obras de distintos tipos, como la música, la literatura, el cine, los
programas informáticos, los videojuegos, los programas y las señales audiovisuales.
(UNESCO, 2007)

Sin embargo, no existe una definición jurídica propiamente dicha. Hoy en día, el único
instrumento jurídico internacional en el ámbito del derecho de autor que brinda una
definición de la “piratería” es el Acuerdo sobre los aspectos de los derechos de propiedad
intelectual relacionados con el comercio (Acuerdo sobre los ADPIC), que dice de la
siguiente manera: (UNESCO, 2007)

"se entenderá por “mercancías pirata que lesionan el derecho de autor” cualesquiera
copias hechas sin el consentimiento del titular del derecho o de una persona debidamente
autorizada por él en el país de producción y que se realicen directa o indirectamente a
partir de un artículo cuando la realización de esa copia habría constituido infracción del

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derecho de autor o de un derecho conexo en virtud de la legislación del país de
importación". (UNESCO, 2007)

1.2 CONTEXTO HISTÓRICO

Históricamente, el término de piratería fue utilizado para describir la copia y distribución

de algún tipo de obra protegida, no obstante, la UNESCO ha matizado que dicho término
implicaba algún tipo de lucro. Hoy en día, con el acceso masivo a internet y sus
connotaciones de “gratuidad” la polémica es aún mayor y las disputas por la terminología
(piratear o compartir) así como la forma más justa, tanto para creadores como
consumidores, de establecer un marco legal para la descarga de contenido audiovisual en
red, está a la orden del día y conforma un punto de vital importancia para la cultura
audiovisual en todos los países del mundo. “Están surgiendo distintos puntos de vista, a
menudo divergentes, y las respuestas a la cuestión difieren de un país a otro.”

Si avanzamos hasta la piratería en el mundo cinematográfico, nos encontramos con una

evolución doble: la puramente técnica y la metodología de acceso.

Si nos fijamos en la técnica, nos damos cuenta que la tecnología siempre ha servido a la
industria cinematográfica como luz y sombra del progreso. La calidad de la captación de
imagen y sonido lleva a producciones de mayor calidad pero afecta de forma simultánea
a una copia en la misma tendencia creciente. El pirateo de una obra cinematográfica lleva
existiendo desde los orígenes del cine. Desde las primeras proyecciones, la posibilidad de
conseguir y distribuir un producto de éxito al margen de la legalidad de sus dueños ha
estado tentando al público. Sin embargo, con el paso de los años, la consolidación de las
productoras, la gran cantidad de estrenos y la aparición de internet han calado de pleno
en una sociedad con ganas de consumir cultura pero desembolsando la menor cantidad
posible. La denominada piratería digital se enmarca en un contexto global de crecimiento
en número de producciones, en su calidad técnica, en la facilidad intrínseca de la red para
acceder a ellas y a su vez, en los últimos años, en un periodo de crisis económica que
fomenta la tendencia de buscar métodos más baratos, incluso gratuitos para el consumo
de cultura audivoisual cinematográfica. La evolución tecnológica de las cámaras de video
ha ido avanzando en cuestión de formatos, pasando de los originales xvid, .avi, .mpg a
otros formatos y codificaciones de mayor calidad como el formato matroska, que permite
metadatos y diferentes canales de audio. Éste, por su parte, ha ido evolucionando en una
línea paralela con diferencias notables en su captación. Los “rippeos” (grabaciones

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directamente de las salas) originales consistían en la captación a través del micrófono de
la cámara dentro de la propia sala de cine por lo que se oían los ruidos del públicos y
comentarios. Sin embargo, la evolución técnica fue dando otro tipo de métodos, como los
micrófonos profesionales, la captación de sonido en salas vacías, la captación directa del
equipo de la sala o de la transmisión por ondas hertzianas.

Posteriormente, muchas veces se recurría a los DVDs promocionales que las compañías
se les da a los críticos o determinadas personas autorizadas al visionado de la obra
previamente a su estreno. Actualmente, los rippeados suelen venir directamente de los
canales de pago en TV gracias a la televisión por satélite y de Alta Definición, alcanzando
calidades mayores a las del DVD.

Si nos centramos en la metodología de acceso, históricamente se fomentó mucho en la

red el uso de las redes P2P (transmisión punto a punto), que compartían un archivo
directamente con los usuarios que ya lo poseían y decidían ponerlo en red a través de
programas de acceso como eMule o Ares, que accedían a los servidores del archivo y lo
distribuían entre los usuarios que lo demandaran. Sin embargo hoy en día, la aparición de
grandes servidores de contenido y almacenamiento online, denominadas nubes, han
facilitado la descarga directa de archivos de un determinado portal web asociado al
servidor de almacenamiento de una persona o empresa, por lo que están en el punto de
mira de los gobiernos y las leyes antipiratería. En 2001, nace un protocolo que utiliza la
transmisión P2P y se denomina BitTorrent. Hoy en día es, junto con la descarga directa,
el método más usado por los usuarios para el acceso a las obras. No obstante,
simultáneamente a la descarga de películas online, el conjunto de usuarios puede acceder
a las obras en tiempo real a través de un visionado en “streaming” sin la necesidad de
descargar el archivo a su ordenador.

Actualmente, la polémica se divide en dos grandes bloques: primero, en distinguir el

método de acceso a las obras protegidas y considerar los portales como meras
herramientas que facilitan que los usuarios compartan un determinado contenido. Y
segundo, en contemplar la piratería como una consecuencia lógica de una revolución en
el mercado gracias a Internet, pudiendo condenar las nuevas formas de acceso o buscando
nuevas formas de distribución.

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1.3 SITUACIÓN ACTUAL.

Uno de los problemas actuales que está presente en nuestra sociedad, y que está afectando
directamente en la industria audiovisual es la piratería. Año tras año hemos apreciado
cómo el consumo de las películas en los espacios cinematográficos en el mercado español
está en detrimento provocando el descenso y, en algunos casos, el cierre de diversas salas
de cine independientes, tales como el Renoir. Actualmente, la piratería bate récords en
España, situándose como uno de los países donde más se cometen delitos por acceder a
contenidos y llevar a cabo descargas ilegales en páginas ilícitas a través de internet (en
2014, el 88% de los contenidos culturales consumidos fueron ilegales según el
Observatorio de la piratería y hábitos de consumo de contenidos digitales). Los
consumidores achacan estas cifras a que los precios de las entradas para ver una película
y para poder disfrutar de cualquier otro producto cultural están muy por encima de lo
establecido en el resto de países europeos, aplicándose por cada entrada el 21 % de IVA
hasta el pasado año. Debido a estos resultados, tanto los exhibidores como los
distribuidores han llevado a cabo algunas medidas para así obtener unos mejores
resultados. Una de las iniciativas en marcha es la creación de la denominada “fiesta del
cine” donde los espectadores pueden acudir en unas determinadas fechas a ver películas
por un precio menor al establecido habitualmente. Otra de las medidas tomadas por las
salas cinematográficas es que en el momento de vender la entrada obtienes a la vez un
bonus con un precio menor para para consumir en un determinado tiempo. Además de
estas propuestas, destaca la creación de una tarifa plana donde el espectador pagaría un
precio determinado y así podría acudir a las salas las veces que deseara.

Aunque el gobierno liderado por Mariano Rajoy haya propuesto este año la bajada del
21% de IVA al 10%, sigue siendo preocupante el gran número de páginas que ofrecen
enlaces para poder ver o descargar de forma ilícita contenidos cinematográficos. La causa
principal que lleva a los espectadores a recurrir a estos servicios es el acceso de la obra
sin tener que pagar ningún coste siguiéndole la rapidez y facilidad en la que estos pueden
acceder a dicho contenido. También, hay que tener en cuenta que la mayoría de los
espectadores prefieren ver una película aunque sea en una calidad mucho inferior o en
versión original con subtítulos y gratis que pagando y, por consiguiente, obteniendo una
gran calidad del film.

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Pese a los evidentes efectos negativos que provoca la piratería, asimismo, hay que tener
en cuenta que el consumo de un film en internet puede beneficiar a la película que se
encuentra paralelamente de estreno en las salas cinematográficas, puesto que se logra
crear con ello mayores expectativas y favorecen a que los espectadores, preocupados en
malgastar su dinero por adquirir una entrada para ver una película y que luego resulte que
no les guste, finalmente decidan ir a consumir el producto. A esto hay que añadirle que
algunos investigadores han expuesto que las pérdidas de los ingresos en las industrias
cinematográficas no se deben a la piratería, ya que, se ha procedido en los últimos años
al cierre de numerosas páginas web que ofrecían enlaces y, aun así, no se ha producido
un incremento de su plataformas digitales donde se ofrezcan productos por un precio
considerable; la creación de softwares (como Red Points) que consigan eliminar enlaces
de los contenidos ilegales y que el gobierno impulse a la creación de campañas de
sensibilización sobre la protección de los derechos de la propiedad intelectual entre otros.

1.4 MARCO LEGAL

En este apartado expondremos a continuación el ámbito legal vinculado a la piratería

como delito a la Propiedad Intelectual desde el punto de vista nacional. Para ello,
indicaremos una serie de leyes históricas y actuales, así como algunas asociaciones
importantes:

A) Leyes:

Real Decreto del 3 de septiembre de 1880: Constituye la ley más antigua en España.
Dicha ley fue reemplazada posteriormente por la Ley 9/1975, y ésta a su vez por el Real
Decreto Legislativo 1/1996.
Real Decreto Legislativo 1/1996 o Ley de Propiedad Intelectual: Es considerada como “la
piedra angular de la regulación en materia de la propiedad intelectual” (Gil, 2006: 9).
Prueba de ello es que ha sufrido varias modificaciones, como por ejemplo su adaptación
a la normativa europea o el hecho de permitir el “procedimiento de enjuiciamiento civil
en relación a materias de protección de la Propiedad Intelectual” (Gil, 2006: 9).

Así pues, la Ley de Propiedad Intelectual establece que ésta es del autor sólo por el hecho
de su creación, además de proveer una serie de derechos al autor de carácter personal y
patrimonial así como el derecho exclusivo de la explotación de la obra, dentro de los
límites considerados por la Ley. Asimismo, esta ley considera que el autor de una obra

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dispone de una serie de derechos exclusivos (que sólo puede ejercer el mismo autor)
relacionados con la explotación de la obra. Estos derechos son el de reproducción
(“fijación directa o indirecta, provisional o permanente, por cualquier medio y en
cualquier forma, de toda la obra o de parte de ella, que permita su comunicación o la
obtención de copias”), distribución (“la puesta a disposición del público del original o de
las copias de la obra, en un soporte tangible, mediante su venta, alquiler, préstamo o de
cualquier otra forma”), comunicación pública (“todo acto por el cual una pluralidad de
personas pueda tener acceso a la obra sin previa distribución de ejemplares a cada una de
ellas”) y transformación (“comprende su traducción, adaptación y cualquier otra
modificación en su forma de la que se derive una obra diferente”). Además, el autor tiene
también el derecho de participación y el de compensación equitativa por copia privada.

Reales Decretos 281/2003 y 1228/2005: Por un lado, se establece el Reglamento del

Registro General de la Propiedad Intelectual y, por otro lado, permite la creación de una
comisión capaz de actuar y castigar sobre los hechos que vulneren los derechos de la
Propiedad Intelectual.

Normativa 2004: Establece que los delitos contra la Propiedad Intelectual pasen a ser
considerados como delitos de carácter público, además de que sean perseguibles de oficio
sin la necesidad de que haya una denuncia previa de la víctima en cuestión. Además, esta
normativa significó una progresiva agravación de las penas y hechos, así como el hecho
que las copias incautadas en algún delito relacionadas se pudieran destruir
inmediatamente.

Plan Antipiratería 2005: Significa la cooperación entre el Ministerio de Cultura, junto

con otros ministerios, y una serie de organizaciones que defienden la Propiedad
Intelectual, entre ellas la SGAE. Esta medida permite la creación de una comisión
integrada por los representantes de aquellos sectores afectados, así como un estudio muy
minucioso de todo aquello relacionado estrechamente con la piratería (características,
causas y consecuencias), además de regular y sancionar todas aquellas actividades que
vulneren el derecho de la Propiedad Intelectual. Asimismo, hay que destacar dos tipos de
medidas. Por un lado, las medidas urgentes o de corto plazo son la creación y
especialización de un personal determinado, así como la intervención de una Policía
especializada, en torno a la piratería u otros hechos que atenten contra la Propiedad
Intelectual. Por otro lado, las medidas a medio y largo plazo comprenden, por ejemplo, el

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diseño de campañas para sensibilizar a la población acerca de la piratería, estudiar los
motivos que impulsan a cometer este delito, etc.

Ley Sinde (2009): Se trata del Anteproyecto de Ley de Economía Sostenible promovida
por la ministra González Sinde en la segunda legislatura socialista de Zapatero. Dicha ley
propone la creación de una Comisión de Propiedad Intelectual cuyo objetivo es constatar
si una página web vulnera los derechos de Propiedad Intelectual para, en caso afirmativo,
cerrarla en el menor tiempo posible a no ser que dicha página web retire los contenidos
en el plazo máximo de 48 horas de manera voluntaria. No obstante, hay que destacar la
polémica que ha suscitado esta ley, concretamente en dos aspectos importantes: la escasa
o mínima participación judicial en el proceso y la existencia de un temor cada vez más
generalizado en torno a una posible censura y control en Internet. De hecho, esta ley ha
sido objeto de debate y cuenta con importantes defensores (Pedro Almodóvar, Alejandro
Amenábar) y detractores (Álex de la Iglesia, Santiago Segura) dentro del ámbito
cinematográfico, además de provocar un enfrentamiento constante entre los autores y
creadores de cultura y los internautas. Esta ley fue reemplazada por la ley Wert una vez
que el actual Gobierno llegase al poder en 2011.

Anteproyecto de reforma de la Ley de Propiedad Intelectual: Fue promovido por el

Gobierno del PP (José Ignacio Wert y Soraya Sáenz de Santamaría) cuyas medidas más
importantes son las siguientes:

Reducción de la copia privada: La copia digital de las películas en DVD/BluRay

quedan fuera de lo que se considera como copia privada (copia en soporte físico), por lo
que no se pueden copiar ni compartir. Así pues, esta consideración ha conseguido el
rechazo de la mayoría de los usuarios y de la propia SGAE, puesto que la compensación
que recibe se reduce a los soportes físicos de las copias, que cada vez se venden en menor
medida.

Acoso a las páginas web de enlaces: Esta ley considera que aquellas páginas web
que enlacen a sitios web cuyo contenido sea determinado como ilegal están incurriendo
en un delito cuyas posibles sanciones son multas comprendidas entre 30.000 y 300.000
euros y penas de cárcel de hasta seis años. De ahí que algunos sitios web como series.ly
o series.mu hayan cerrado y/o eliminado estos enlaces.

Culpabilidad a las empresas anunciantes y de pago electrónico, siempre

cuando éstas faciliten alguna prestación o servicio relacionado con las descargas ilegales.

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 Persecución vía civil de las páginas web de descargas ilegales, así como la
identificación por parte de los jueces de aquellas personas que sean partícipes de
este delito.

Tasa Google: Esta ley establece que los agregadores de contenido deben pagar
mediante un canon no fijo a los editores de contenidos, puesto que los primeros obtienen
muchos ingresos mediante la publicidad gracias al uso de contenidos creados por los
editores de contenido.

Extensión del copyright (de 50 a 70 años en el caso de la música)

Más transparencia mediante la creación de nuevos controladores.

Ventanilla única: Se pretende crear una sola entidad que unifique todos los pagos
de derechos de copyright, para así ahorrar costes y acelerar los trámites oportunos.

Así pues, con estas medidas, no puedes crear sitios web con enlaces a contenidos
protegidos por copyright, ni crear un buscador especializado en localizar contenido
protegido, ni copiar una película o canción a un amigo o familiar en digital, ni colgar
enlaces a material protegido, ni publicar fotografías protegidas por copyright sin la
autorización pertinente.

Código Penal: Lo referente a la Propiedad Intelectual viene recogido en el Capítulo XI

(De los delitos relativos a la Propiedad Intelectual e Industrial, al mercado y a los
consumidores), Sección I (De los artículos relativos a la Propiedad Intelectual), artículos
270, 271 y 272. Así pues, se impone una pena de seis meses a cuatro años y multa de 12
a 24 meses a quien reproduzca, plagie, distribuya, comunique públicamente o de cualquier
otro modo cualquier contenido susceptible de ser vulnerado por los derechos de autor sin
la autorización de éste con ánimo de lucro. Asimismo, se establece que los jueces puedan
ordenar de manera inmediata retirar los contenidos que se encuentren bajo infracción, así
como el bloqueo de sitios web cuyo contenido vulnere los derechos de Propiedad
Intelectual. No obstante, la pena puede reducirse a una multa de uno a seis meses o de
trabajos a la comunidad de entre un mes o dos meses en función de si el delito es menor
y las características del infractor.

Por otra parte, el artículo 271 establece una pena de dos a seis años, una multa de 18 a 36
meses e inhabilitación de la profesión de dos a cinco años para quien cometa el delito
anteriormente comentado si éste concurre en las siguientes características: que el

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beneficio económico obtenido sea de vital trascendencia económica; que los hechos sean
de especial gravedad en función de la cantidad de obras explotadas ilegalmente en todos
sus derechos, así como la especial importancia de los perjuicios originados; que el
infractor pertenezca a alguna organización que atente contra los derechos de propiedad
intelectual; y que se use a personas menores de edad para llevar a cabo estos delitos.

Por otro lado, el artículo 272 establece que los posibles delitos contra la propiedad
intelectual regulen bajo la Ley de Propiedad Intelectual en relación a que ésta pueda
actuar en torno al cese de actividades ilícitas y a la indemnización de daños y perjuicios,
así como permitir al juez o tribunal la publicación de una sentencia en período oficial.

Aparte de las leyes que regulan todo lo relacionado con la piratería, los autores disponen
de unas licencias exclusivas vinculadas a la explotación de sus obras a terceros o la cesión
de ciertos derechos a terceras personas para la explotación de la obra en cuestión, más
conocidas como Creative Commons. De esta manera, en primer lugar, hay una serie de
condiciones a tener en cuenta, de acuerdo con la página oficial de las licencias Creative
Commons en España:

Reconocimiento (Attribution): En cualquier explotación de la obra autorizada por

la licencia hará falta reconocer la autoría.

No Comercial (Non commercial): La explotación de la obra queda limitada a usos

no comerciales.

Sin obras derivadas (No Derivate Works): La autorización para explotar la obra
no incluye la transformación para crear una obra derivada.

Compartir Igual (Share alike): La explotación autorizada incluye la creación de

obras derivadas siempre que mantengan la misma licencia al ser divulgadas.

Asimismo, mediante estos cuatro requisitos, nos podemos encontrar con hasta seis
licencias Creative Commons a tener en cuenta a la hora de la explotación de una obra:

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 Reconocimiento (by): Se permite cualquier explotación de la obra,
incluyendo una finalidad comercial, así como la creación de obras derivadas, la
distribución de las cuales también está permitida sin ninguna restricción.

Reconocimiento – No Comercial (by-nc): Se permite la generación

de obras derivadas siempre que no se haga un uso comercial. Tampoco se puede utilizar
la obra original con finalidades comerciales.

Reconocimiento – No Comercial – Compartir Igual (by-nc-sa): No

se permite un uso comercial de la obra original ni de las posibles obras derivadas, la
distribución de las cuales se debe hacer con una licencia igual a la que regula la obra
original.

Reconocimiento – No Comercial – Sin Obra Derivada (by-nc-nd):

No se permite un uso comercial de la obra original ni la generación de obras derivadas.

Reconocimiento – Compartir Igual (by-sa): Se permite el uso

comercial de la obra y de las posibles obras derivadas, la distribución de las cuales se
debe hacer con una licencia igual a la que regula la obra original.

Reconocimiento – Sin Obra Derivada (by-nd): Se permite el uso

comercial de la obra pero no la generación de obras derivadas.

B) Asociaciones:

SGAE: La Sociedad General de Autores es una empresa de carácter privado orientada a

la defensa y gestión colectiva de los derechos de propiedad intelectual. Cuenta con más
de 100.000 socios que son autores de obras pertenecientes a diversos ámbitos
(audiovisual, musical, artístico…). Actúa de acuerdo con la Ley de Propiedad Intelectual
con el objetivo de proteger y repartir entre sus asociados una determinada remuneración
o compensación por la utilización de cualquiera de sus obras registradas de manera

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comercial, así como la gestión de licencias entre los clientes para su uso. De esta manera,
la SGAE emite una serie de licencias no exclusivas a los usuarios acerca de cualquier
obra, reciben los importes fijados por la explotación de sus obras y lo reparten entre los
autores y editores llevándose una comisión en concepto de coste por la gestión que realiza.
Asimismo, la SGAE trata de garantizar de forma segura y viable el patrimonio cultural
generado, así como el acceso a la cultura de forma segura. Además, la SGAE trata de
combatir la piratería mediante la divulgación de información y las campañas de
sensibilización. Por ello, la SGAE dispone de varias sedes tanto a nivel nacional como
internacional y cuenta con la ayuda de los Consejos Territoriales, órganos colegiados
formados por socios de la propia SGAE. Estas instituciones representan a los autores que
residen en las zonas donde se encuentran dichas instituciones con el fin de defender las
decisiones de estos autores en torno a la promoción cultural, formación y la asistencia
social de sus obras. En cuanto a sus situación actual, la SGAE se encuentra en el proceso
de integración a la era digital mediante la automatización de procesos internos con el fin
de agilizar el proceso de trámites burocráticos, el fomento de canales online para mejorar
el servicio de cara a sus miembros y clientes o el refuerzo de integración con los agentes
de la industria, entre otras medidas.

AIE: La Sociedad de Artistas Intérpretes o Ejecutante es una entidad sin ánimo de lucro
que gestiona y defiende los derechos de los artistas, tanto a nivel nacional como
internacional, bajo la autorización del Ministerio de Cultura y el amparo de la Ley de
Propiedad Intelectual. De hecho, esta asociación defiende, entre otros casos, los derechos
desarrollados por la LPI, así como velar por su cumplimiento; la recaudación y el reparto
de los derechos de Propiedad Intelectual a los artistas; la promoción de actividades o
servicios de carácter asistencial, en beneficio de los socios, y de formación profesional,
así como la promoción de música y músicos; y la regularización del uso, reproducción
y/o radiodifusión de la música en público. Asimismo, esta entidad está comprometida
totalmente con todos los artistas, usuarios de la música, además de ofrecer una plena
transferencia en la consecución de sus objetivos (gestión de los derechos de todos los
artistas; difusión de la cultura, música y arte a todos los aficionados de manera

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continuada; establecimiento de acuerdos de colaboración y eficiencia en la gestión para
conseguir unos mejores resultados de cara a sus socios).

AGEDI: La Asociación de Gestión de Derechos Intelectuales es una sociedad sin ánimo

de lucro compuesta por los productores de música para administrar de modo colectivo
los derechos que la Ley de Propiedad Intelectual concede a los productores de
fonogramas y vídeos musicales. Su Comité Directivo está formado por los principales
productores musicales del país (Sony Music Entertainment España S.L., Universal Music
Spain S.L., Warner Music Spain S.L., Avispa S.L., Discos Lollipop S.L. y Música Global
Discográfica S.L.).

AEDEM: La Asociación Española de Editores de Música es una empresa privada e

independiente sin ánimo de lucro cuyo fin es integrar a los editores de música que
ejercitan su actividad profesional en España. Defiende y promueve los intereses
económicos, sociales, culturales y profesionales de sus socios, fomenta la solidaridad de
sus socios y crea servicios comunes de naturaleza asistencial y cultural.

FAP: La Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual es una asociación de

carácter privado sin ánimo de lucro que surge en 1984 con el fin de concienciar a las

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autoridades y a la sociedad en general acerca de las graves consecuencias de las
infracciones contra la propiedad intelectual fomentando la legislación adecuada para la
protección de las obras audiovisuales para así facilitar su cumplimiento, además de
colaborar con las Fuerzas de Seguridad y con la Justicia a través de formación y
asesoramiento necesario. Asimismo, su actividad se ha extendido al ámbito de los
videojuegos con la aparición de AEVI en 1998.

2. MARCO METODOLÓGICO.
A continuación se entrará en profundidad en cómo afecta la piratería a la industria
cinematográfica, puesto que en la última década se ha notado una creciente digitalización
con el consecuente acceso a las obras audiovisuales a través de nuevos medios diferentes
a los tradicionales, los cuales estábamos acostumbrados.

Para desarrollar este tema lo más correctamente posible, se va a formular y definir la

hipótesis del presente estudio de caso: ¿la piratería perjudica en realidad a la industria
cinematográfica? exponiendo a continuación algunas cuestiones acerca de cómo afecta
la piratería a dicha industria.

Como se ha ido viendo en el marco teórico la piratería es considerada como un problema

fundamental en la industria audiovisual afectando principalmente a los creadores, puesto
que sus ideas tienen el riesgo de ser vulneradas, modificadas o plagiadas y sus obras
pueden ser vendidas de forma ilegal, limitando sus ingresos; a los trabajadores de las
industrias culturales, ya que la piratería condiciona sus puestos de empleo reduciéndolos;
y al Estado en última instancia, puesto que la piratería es una actividad realizada fuera del
ámbito legal establecido.

A esto hay que añadirle la posible pérdida de innumerables ingresos que derivan de la
venta directa en formato DVD o Blu Ray una vez explotada la ventana de exhibición en
sala. Es un hecho que desde la aparición en la última década de plataformas como
Megaupload y más recientemente BiTorrent donde el espectador puede no solo acceder,

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sino también adquirir una versión ilegal de la película se han reducido enormemente el
número de venta en establecimientos de la obra en soporte físico.

Sin embargo, a la piratería no deben acuñársele únicamente connotaciones negativas

como se acaba de mostrar, también la piratería ha beneficiado en gran medida al usuario,
ya que ha significado un ahorro económico, además de la comodidad que presenta. Un
ejemplo de ello es que el propio usuario puede acceder a cualquier contenido audiovisual
mediante enlaces dentro de las páginas web, la mayoría de ellas de dudosa legalidad.

Pero, ¿el éxito o fracaso comercial de una película depende de las copias piratas que
deriven de ella? En muchas ocasiones aparecen en la Red copias de la película en peor
calidad antes del propio estreno de la misma. Parece ser que este hecho a simple vista
repercutirá negativamente en los ingresos obtenidos de la venta de entradas en taquilla
del filme en las salas cinematográficas, puesto que se asocia que una persona al poder
adquirir gratuitamente la obra audiovisual por cuenta propia y de forma independiente
provocará una reducción en cuanto al número de personas que visitan el establecimiento
de exhibición. No obstante, este hecho podría ser mirado de otra forma. Normalmente,
las copias anticipadas de las películas antes de su estreno, son versiones de peor calidad
a la de la original. Este hecho convierte la reproducción anticipada a través de Internet en
una opción peor que acudir a la misma sala de exhibición provocando que numerosos
espectadores antepongan la opción de acudir a la sala antes que visualizar una película de
mala calidad. A ello hay que añadirle, que cuando se cuelga una película en la Red antes
de su estreno, a parte de su pésima calidad mencionada anteriormente, estamos ante
películas que en muy pocas ocasiones se encuentran adaptadas al idioma nativo, las cuales
se encuentran en versión original y donde es muy poco frecuente encontrar subtítulos
adaptados.

Por otro lado, se podría encontrar una nueva cara de la moneda, cuando una obra pirata
se distribuye y comercializa en la Red antes del estreno del original puede crear
expectativas en los espectadores y ganas de ver la película en sí, en condiciones óptimas.
En muchas ocasiones ocurre que al comenzar a ver una película en malas condiciones, su
calidad es tan mala que se acaba por abandonar el visionado y se opta por acudir a verla
en la sala de cine.

Se piensa que lo que hace que una película goce de éxito es, la adaptación de una novela,
la popularidad de los actores, un director reconocido, una banda sonora exitosa, un tráiler

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o teaser impactante, buenas campañas de publicidad… estos son aspectos básicos que se
consideran necesarios para crear expectativas en los espectadores y, por consiguiente,
ganas de consumir el filme. Por muchas copias ilegales que haya por la Red, si una
persona siente necesidad de visionar una película va a acudir a verla dejando las copias
al margen.

Para mostrar un ejemplo de ello, se ha acudido a la película Avatar la cual es considerada

la película más pirateada de la historia del cine, es decir, la película que registra mayor
número de descargas en la Red, fue adquirida veintiún millones de veces a través de la
plataforma BiTorrent. Se ha escogido este ejemplo
puesto que, a su vez, la obra de James Cameron
también ostenta el título de película más taquillera de
la historia. Avatar es la película más pirateada y más
taquillera de todos los tiempos.

Avatar, James Cameron, 2009, EEUU.

Con este ejemplo quedaría demostrado que la piratería no debería repercutir en los
ingresos de la venta en taquilla de una película. Ahora bien, estamos hablando de un
blockbuster que reúne todos los requisitos anteriormente citados director de éxito, gran
producción, popularidad de los actores…. Pero, ¿qué ocurre con las películas que no
alcanzan tan alto nivel de producción? ¿Dónde quedarían las pequeñas y medianas
producciones? Se considera por tanto que las grandes producciones obviamente no
deberían verse afectadas por le circulación de copias ilegales, puesto que por los motivos
que se acaban de exponer podrían tener sus óptimos ingresos de taquilla. No obstante,
fuera de este ámbito quedarían las pequeñas y medianas producciones, que
desafortunadamente al no contar con estos avales de producción quedarían más expuestas
y sufrirían más de cerca el impacto y daño de la piratería.

Por todo ello, se ha replanteado la hipótesis ¿la piratería perjudica en realidad a la

industria cinematográfica? que al principio del análisis se expuso. Los diferentes aspectos
tratados a lo largo de la presente argumentación, llevan a afirmar que no, que la piratería
no solo perjudica a dicha industria, también puede benificiarla.

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Por último, para contrastar la información que se ha ofrecido en el presente análisis de la
piratería en el ámbito cinematográfico, y más concretamente en España, se ha procedido
a la realización de un sondeo a personas de un perfil comprendido entre dieciocho y treinta
y cinco años de edad que expone un resumen de los hábitos de consumo del tema
anteriormente tratado.

¿Con qué frecuencia va Ud. al cine?

Más de 2 veces por semana
1 vez a la semana
Entre 2 y 3 veces al mes
1 vez al mes
1 vez cada más de un mes

Si el cine costara menos, ¿acudiría con más frecuencia?

Sí, en mi opinión debería valer menos de 5 euros.
Yo pagaría en función de la productora, a mayor producción, más precio.
Opino que el precio de la entrada es justo.

¿Con qué frecuencia ve Ud. películas online de forma gratuita?

1 vez al día
1 vez a la semana
1 vez al mes
Varias veces por semana
Varias veces al día

Si puede elegir, ¿prefiere descargar películas o verlas en streaming?

Descargar
Streaming

Con la llegada de Netflix a España, ¿Prefiere Ud. pagar 10 euros al mes o seguir
viéndolas de forma gratuita?
Considero que 10 euros son justos por el acceso legal.
Si fuera más barato, lo haría de forma legal.
Mientras haya la opción de hacerlo gratis, no voy a pagar.

18
Si Ud. formara parte de la industria del cine, ¿estaría de acuerdo que su obra se
distribuyera sin que eso le reportara ningún beneficio?
Sí, vivir es compartir.
No, todo trabajo se merece una remuneración económica.
Sí, considero que la industria ya me ha pagado lo suficiente.
¿Esta Ud. de acuerdo con que se estén cerrando la mayoría de los portales de enlaces
a películas y series?
Sí
No

La industria cinematográfica se ve enormemente afecta por la piratería

De acuerdo
En desacuerdo

¿Ud. cree que si la Fiesta del Cine se repitiera más frecuentemente, se reduciría la
piratería?
Sí, una vez al mes eliminaría la piratería.
Dos veces al año me parece una buena iniciativa.
Sí, la Fiesta del Cine ha disminuido la proporción.
Opino que es indiferente.

En el caso de que una película fuera una superproducción, ¿prefiere Ud. ir al cine o
verla online/descargarla igualmente?
Para las grandes películas, siempre elegiré el cine.
Hay enlaces en HD, prefiero esperar y descargarlas.
No me importa la calidad de la imagen, prefiero verla gratis.

19
 3. CONCLUSIONES

Por un lado, con respecto a la información expuesta en el presente estudio de caso,

determinamos que la piratería afecta en gran medida a la industria cinematográfica en
cuanto a la venta en soporte físico de los contenidos cinematográficos, puesto que ahí es
realmente donde se ve reflejado las grandes pérdidas económicas. Prueba de ello es que
la recaudación de copias en soporte DVD y BluRay ha pasado de ingresar 413 millones
de euros en 2010 a 61 millones de euros en 2013, de acuerdo con los datos de la
cinematografía en España recogidos en el estudio de Álvarez Monzoncillo y López
Villanueva sobre la evolución del sector audiovisual en España. Esto se debe en parte a
la digitalización, el desarrollo tecnológico y la escasa efectividad legal en cuanto al acceso
a los contenidos ilegales.

Por otro lado, se piensa que el impacto de la piratería no sería tan influyente en los
ingresos tanto de taquilla como de venta directa si los precios de consumición no fuesen
tan excesivos, en comparación con otros países europeos, donde en nuestro país el IVA
cultural dobla en numerosas ocasiones a la mayoría de dichos países.

En definitiva, la piratería como se ha venido observando, no solo presenta connotaciones

y efectos negativos en la industria cinematográfica, también está puede verse favorecida
de ella. Se piensa, que es un tema complejo, en parte, debido a la percepción y valor que
cada usuario tiene de los contenidos audiovisuales, puesto que según sus gustos e
inquietudes, cada espectador decidirá qué y cómo consumirá determinados contenidos.

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 4. BIBLIOGRAFÍA

ÁLVAREZ MONZONCILLO, José María y LÓPEZ VILLANUEVA, Javier. “El

audiovisual español: Evolución en curso”. En: Informe sobre el Estado de la Cultura en
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