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El documento describe cómo los campesinos indígenas de Guatemala destruyen los recursos naturales de la selva al quemar y arrasar nuevas tierras para cultivar, agotando la fertilidad del suelo en menos de tres años y obligándolos a trasladarse constantemente; también detalla la gran diversidad de especies de árboles y aves que se encuentran en peligro debido a estas prácticas destructivas.
El documento describe cómo los campesinos indígenas de Guatemala destruyen los recursos naturales de la selva al quemar y arrasar nuevas tierras para cultivar, agotando la fertilidad del suelo en menos de tres años y obligándolos a trasladarse constantemente; también detalla la gran diversidad de especies de árboles y aves que se encuentran en peligro debido a estas prácticas destructivas.
El documento describe cómo los campesinos indígenas de Guatemala destruyen los recursos naturales de la selva al quemar y arrasar nuevas tierras para cultivar, agotando la fertilidad del suelo en menos de tres años y obligándolos a trasladarse constantemente; también detalla la gran diversidad de especies de árboles y aves que se encuentran en peligro debido a estas prácticas destructivas.
de los recursos naturales de la selva de Guatemala es, sin duda, la necesidad o ignorancia de los cam- pesinos indígenas, quienes todavía cultivan la tierra quemando y arrasando nuevas extensiones de terre- no virgen para convertirlo en miserables pastizales o sembradíos. Esto hace que la fertilidad del terreno dure menos de tres años antes de convertirse en tie- rra improductiva por completo. Este primitivo y destructivo sistema obliga a los labradores a trasladarse, de manera constante, a nue- vas áreas de valiosos bosques para de nuevo rozar el terreno virgen, incendiando, sin piedad, milenarias selvas y bosques repletos de cedros, ceibas, caobas, chicozapotes, palos blancos, robles, ébanos, encinos, pimientos, ramones, bambúes, henequenes, palos tin- tos, guayacanes, guanacastles, tamarindos y, también, el señorial hormigo, único árbol en el mundo entero existente solamente en esta zona, de donde se obtiene la dulce y resonante madera de la bella y sentimental marimba. Valiosísimos son los árboles de esta rica vegetación, que constituyen una auténtica “sinfonía verde”, porque son la cuna, el nido y el sagrado territorio de muchísimas más especies de aves que las que existen en toda la extensión que ocupan Estados Unidos de América y Canadá juntos. Los habitantes de estos lugares deben comprender que ésta es una de las más bellas regio- nes del mundo, especialmente de América, en donde todavía existen, en algunas pequeñas y aisladas áreas de terreno virgen, verdaderos microparaísos que están al borde de la extinción. Si esto llega a suceder, ¡será para siempre!, porque las necesidades humanas actuales y sus aparentes soluciones, tan mal encaminadas y tan equivocadamente permitidas, junto a la indiferencia, la codicia y la insensatez, ya no son solamente una amenaza, sino una alarmante realidad que está arrasando por completo los más ricos recursos naturales de la región.* Diego Molina
Expresa en una oración lo que dice cada párrafo.
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* Geomundo, México, año XVI, núm. 4, febrero, 1992, pp. 358-359.