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T E S I S
QUE PARA OBTENER EL GRADO DE
MAESTRA EN ESTUDIOS REGIONALES
P R E S E N T A :
ADRIÁN HERNÁNDEZ CODERO
Introducción 5
5. Conclusiones 176
Bibliografía 183
Introducción
En las últimas tres décadas las nociones de centralidad urbana se han transformado,
principalmente por el descenso en la densidad de población y la degradación en los
espacios centrales; ambos fenómenos se presentan mayormente en los Centros
Históricos, éstos aparecen abandonados y deteriorados morfológica y socialmente. El
detrimento de los viejos centros urbanos es grave. Algunos autores1 identifican en dicho
sitio varios males como la marginación, el deterioro ambiental y social, la delincuencia
y la desesperanza.
1
Garrocho, “Centro”, 1995
2
Martínez, “Centros”, 2001, p.97
5
espacio” (espacio de los planificadores) y el “espacio de las representaciones”3 (espacio
de los habitantes). Asimismo, la concordancia entre espacio y tiempo permitió la
coyuntura de diferentes escalas geográficas.
3
Soja, Thirdspace, 1996.
4
Makowski, “Alameda”, 2004. García, “Alameda“, 2001. Castro, “Alameda”, 2001. Magdaleno,
Alameda, 1956. Vásquez, “Espacios”, 1999. Martínez, “Teatro”, 1991. De Gortari y Hernández,
Memorias, 1988. Castro, “Alameda”, op. cit. Tibol, “Sueños”,2001. Ugalde, “Sueño”, 1997. Zurían,
“Sueño”, 2001. Macías, “Alameda”,1992.
5
Andrade, Regeneración, 1993. Cepeda de León, “Distrito”, 2005. Herzog, “Globalización”, 2004.
Tomas, “Perspectivas”,1994.
6
también se ocupa de la dimensión imaginaria de éstas, teniendo en cuenta las rupturas y
continuidades del y con el pasado.
6
Hernández, “Alameda”, 2006
7
Lindón et al., “Lugares”, 2006
7
Las metrópolis en su construcción a lo largo del tiempo mantienen rasgos
innegables de su pasado, que se hacen evidentes en las formas espaciales, en “inercias
dinámicas”,8 pero sobre todo en la estructura urbana.9 Ésta es el soporte material de la
ciudad, su construcción es un proceso de larga duración y, por ende, difícilmente puede
cambiarse intempestivamente. Sin embargo, en la ciudad ocurren dos procesos
relacionados: “una expansión física de su territorio que abre nuevos espacios para cubrir
necesidades renovadas, y una recomposición de lo ya construido e instituido”.10 Aquí
nos centraremos en la segunda temática. Las hipótesis que guiaron el documento fueron:
8
Santos, Geografía, 1990
9
Por estructura urbana se entiende la forma y organización del espacio urbano, se compone de las vías de
comunicación, las edificaciones, el equipamiento, la infraestructura y los espacio públicos.
10
Hiernaux, “Imaginarios”, 2005
11
Herzog, “Globalización”, 2004t.
12
La ciudad revanchista, según Smith (2000) se refiere al fenómeno en las ciudades estadounidenses por
medio del cual las clases medias blancas intentan recuperar alguna parte de la ciudad que les perteneció y
que está en manos de grupos étnicos diferentes, pobres y marginales. Generalmente el espacio a recuperar
es el downtown, en el cual habitaban las clases medias a inicios del siglo XX; sin embargo, con la
proliferación de suburbios abandonaron paulatinamente dicho espacio que fue re-habitado por
inmigrantes, negros y pobres. El revanchismo urbano funciona a través de la promoción del mercado y
la vigilancia y/o violencia policial contra los grupos señalados.
8
c) Las políticas públicas de gentrificación en el perímetro de la Alameda han
impulsado un tipo de renovación en el sector servicios y no en el ramo
residencial, aunque sí existen complejos habitacionales en los alrededores, como
es común en dicho proceso global. Se considera que este es un nuevo tipo de
gentrificación.
9
una parte fundamental que deberá ser rescatada. El acercamiento a las posturas
de los habitantes de la zona se efectúo de modo indirecto mediante algunos
trabajos académicos que tratan el tema y por notas periodísticas. Únicamente se
entrevistó a los políticos y planeadores involucrados en el Proyecto Alameda, así
como algunas autoridades públicas del Gobierno del Distrito Federal implicadas
en la planeación urbana. La intención de acercarse al testimonio de éstos
radicaba en conocer su experiencia en la confección, implementación y
evaluación de las políticas de renovación en la zona de la Alameda. Asimismo se
buscó conocer cómo se generó el Plan Alameda fuera del ámbito oficial, es
decir, en los acuerdos políticos, los intereses dominantes y los imaginarios
urbanos que subyacen a la renovación. Poder acercarse en algunos casos a estos
personajes fue complicado debido a sus cargas de trabajo e incluso el Arq.
Ángel Mercado se negó a conceder la entrevista, debido a que no deseaba saber
nada del tema porque estaba decepcionado con lo que ocurrió en la Alameda.
10
En un primer momento de la investigación se realizó una revisión de fuentes de
información histórica, específicamente literatura referente a la historia urbana, crónicas,
relatos de viajeros, mapas, planos, literatura y obras pictóricas. Esto permitió situar a la
Alameda en la dimensión histórica. Posteriormente para el análisis actual del proceso de
gentrificación se recurrió a la exploración de fuentes primarias, como son los planes
metropolitanos de renovación urbana, discursos de las autoridades públicas, datos
estadísticos, mapas y planos.
11
1. Referentes conceptuales de las políticas de gentrificación
En la época actual marcada por la globalización, las metrópolis pasan por cambios
análogos en el orbe, dichas transformaciones reconfiguran su estructura urbana y sólo
pueden dilucidarse teniendo presente la articulación entre las particularidades locales y
las tendencias globales.
La estructura del capítulo se organiza en relación con los conceptos que guían la
investigación. Primero se presentan las nociones de la centralidad urbana validas para la
ciudad de México; asimismo, se ahonda en el debate referente del modelo de ciudad
mono o policéntrica. Después se analizan las características de la gentrificación y sus
principales posturas explicativas. Posteriormente, se lleva acabo una aproximación al
término de política pública, y se describe el proceso de éstas (conceptualización, diseño,
implementación y evaluación) para analizar el caso de estudio en los capítulos
posteriores. Finalmente, se abordan la temática de los imaginarios urbanos, los cuales
desempeñan un papel relevante en la renovación urbana de los Centros Históricos.
Las ciudades desde su fundación responden a la aglomeración, debido a que surgen por
medio de un núcleo que concentra personas, actividades económicas, sociales y
culturales. Con el devenir del tiempo el espacio urbano se expande y el centro urbano
adquiere mayor jerarquía en la provisión de bienes y servicios respecto su área de
influencia. Sin embargo, el mismo crecimiento urbano ocasiona que a mayor distancia
12
del centro aumenten los precios de los productos y servicios, lo que ocasiona la creación
de nodos en otras zonas de la ciudad y, que sin embargo, no dejan de estar ligados al
centro original.
13
La escala se considera como la relación entre el tamaño concreto y la complejidad real de las cosas.
Reboratti, Ambiente,2000
14
Garrocho, “Centro”, 1995
15
Delgado, “Patrón”, 1988; Gruzinski, Histoire, 1996
13
el Departamento de Distrito Federal. En el año de 1941 el territorio denominado sede
del Departamento Central fue designado como ciudad de México; cabe mocionar que en
1970 la ciudad de México se disolvió en cuatro delegaciones: Benito Juárez,
Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo y Venustiano Carranza. A partir de entonces se comenzó
a usar el termino Ciudad Central como sinónimo de la vieja delimitación de la ciudad y
de las recientemente creadas unidades políticas-administrativas.
La Ciudad Interior. Según Terrazas,16 se entiende como la zona donde se expanden las
funciones del Centro Histórico. Es un concepto relacionado meramente con las
funciones y actividades económicas de la ciudad, así se comienza a generar distinciones
entre centro urbano y Centro Histórico. El primero remite a la funcionalidad urbana
como la concentración de actividades económicas y el segundo se caracteriza por la
congregación de la centralidad temporal. Es en este momento que para algunos autores
surge el Centro Histórico, como anhelo de un pasado contenido la rica historia de la
ciudad17. El Centro Histórico se mantiene como un icono de la ciudad, pero comienza a
perder funcionalidad. Sin embargo, aquí se argumenta lo contrario, el Centro Histórico
por su pasado y por sus ventajas competitivas sigue siendo un espacio vigente y
codiciado.
Es tan poroso el límite entre ciudades que algunos autores los usan como
sinónimos18 y otros19 consideran que la Ciudad Central se ha convertido en la Ciudad
Interior, y las áreas circundantes conforman la Ciudad Exterior. Esto fue concebido a
partir de la década de los años cincuenta del siglo pasado.
16
Terrazas, “Ciudad”, 1988
17
Carrión, “Introducción”, Nf
18
Kennedy y Kennedy, “Introducción”, 1978
19
Erber, “Ciudad”, 1978
14
del centro de la ciudad analizadas en el presente documento remiten al centro
geométrico de la ciudad y a sus dimensiones simbólicas, culturales e históricas.
En el Distrito Federal durante los años cincuenta del siglo pasado la Ciudad
Central redujo su importancia, y se extendió hacia las antiguas zonas habitacionales que
la rodeaban. La urbanización de las clases adineradas se dirigió hacia el sur poniente de
la ciudad, mientras que los estratos populares se emplazaron hacia el nororiente, sin
embargo, las funciones de comercios y servicios especializados se mantuvieron en el
antiguo centro.
20
Sobrino, “Estructura”, 2000
21
Terrazas, “Ciudad”, 1988
15
vislumbrar que tales espacios pasan por profundas transformaciones arquitectónicas,
sociales, económicas y funcionales; los centros históricos están activos.
16
Figura 1
17
escala de análisis será el Centro Histórico, específicamente la zona sur de la Alameda
Central. Los términos examinados sirven para contextualizar el crecimiento y expansión
del la ciudad colonial y su conceptualización como Centro Histórico. En el caso de la
ciudad de México, el Centro Histórico atravesaba por un proceso de deterioro, por lo
que se confeccionaron iniciativas para restituir su funcionalidad, así como para rescatar
su representación simbólica, sustentando en su carácter histórico y patrimonial.
18
aledañas. Las clases letradas así como los artesanos y personas dedicadas los oficios se
localizaban en la zona de transición entre los españoles y las parcialidades indígenas.
Fue hasta la mitad del siglo XIX con las Leyes de Reforma que el plano de la ciudad
comenzó a sufrir transformaciones. La laicización del Estado implicó que en la ciudad
se expropiaran predios para prolongar el trazado ortogonal, y además, para que las
propiedades clericales entraran el mercado inmobiliario, debido, entre otras
circunstancias, a que el Estado se encontraba ávido de recursos financieros. A la par
durante este periodo se produce el ensanche de la ciudad que rebasó los límites de la
ciudad colonial. 23
Durante las postrimerías del siglo XIX y los albores del siglo XX la ciudad de
México se caracteriza por el crecimiento y la transformación de su población, así como
por la diversificación del comercio; igualmente se introducen modas urbanísticas y
culturales europeas. Las tradicionales costumbres y las mentalidades se transmutaron
con el arribó de la modernidad europea. La morfología de la ciudad cambió, se
ejercieron reformas que implicaban el trazado de avenidas y bulevares ad hoc con el
gusto de la monumentalidad de la época. El viejo casco de la ciudad conservaba su
aspecto tradicional, sin embargo, presentaba rasgos de deterioro por el paso del tiempo.
En este periodo comenzó a gestarse en las clase adineradas un imaginario moderno que
tildaba al centro como arcaico, esto ocasionó que dichos sectores sociales se
relocalizaran en las colonias aristocráticas surgidas sobre el trazado de las nuevas
avenidas. El centro aumentó su degradación con el arribo de grupos de inmigrantes
pobres que se hacinaron en las viejas casonas y palacetes abandonados por las clases
dirigentes.
19
fenómenos: el crecimiento natural de la población y el arribó de inmigrantes, sobre todo
del espacio rural. El antiguo centro de la ciudad estaba deteriorado y la Plaza Mayor
dejó de aglutinar a los poderes económicos, políticos y estatales. Se crearon nuevas
centralidades lejos del centro ahora ya histórico. La ciudad siguió los patrones de
crecimiento lineal y celular, pero con una fragmentación espacial que se tradujo en la
creación de un tipo de zonificación. Las funciones comerciales y financieras, así como
el alojamiento de los sectores adinerados ocurrieron en el espacio suburbano formando
“archipiélagos urbanos”24 que congregan funciones, cada vez menos dependientes del
centro tradicional. La ciudad se reorganiza y en el debate está la cuestión de la
traslación del modelo monocéntrico al policéntrico. Aguilar y Alvarado25 reconocen que
la ciudad ya no es articulada por un solo centro, visto desde el sector del empleo, sin
embargo, concluyen que la multiplicidad de centros funciona de forma limitada. En
cambio, Delgado y Suárez26 afirman que la estructura urbana continúa siendo
monocéntrica. Por otro lado, Graizbord y Acuña27 señalan que la ciudad de México no
es ni monocéntrica ni policéntrica, piensan que a través de los flujos se organiza de
modo hiperjerárquico. En síntesis, la realidad sugiere que el Centro Histórico y la
Ciudad Central siguen teniendo una gran fuerza heredada del pasado que articula la
ciudad, el surgimiento de otros centros urbanos ahistóricos no le quita su dimensión
económica y ,sobre todo, simbólica como núcleo de la Nación.
En el presente, las zonas centrales son consideradas por las clases dirigentes
como espacios privilegiados dignos de conservar. Son patrimonio en resguardo en el
marco de la globalización, la cual fija su atención en estas zonas de la ciudad como
24
Janoschka, “Nuevo”, 2002; Tamayo, Espacios, 2002
25
Aguilar y Alvarado, “Reestructuración”, 2005
26
Delgado y Suárez, “Estructura”, 2006
27
Graizbord y Acuña, “Estructura”, 2005
20
espacios competitivos a nivel mundial. Porter28 propone un nuevo modelo de desarrollo
basado en las actividades lucrativas en contraparte con la visión del Centro Histórico del
Estado benefactor. Dicha postura considera que gran parte de la competitividad de las
ciudades se sustenta en la preservación de los cascos urbanos, éstos tienen ventajas
comparativas como es la infraestructura y las comunicaciones, fundamentales en el
proceso de globalización. Además los centros tienen proyección internacional a través
del turismo y de la cultura. Razones de suficiente peso para que los gobiernos locales,
nacionales y la iniciativa privada centren su atención en tales sitios.
28
Porter, “Competitive”, 1995
29
Capel, Capitalismo, 1983
30
Santos, Geografía, 1990
31
Ribera, “Ocupación”, 2004
21
instituciones gubernamentales durante el siglo XX el Centro Histórico entró en un
ocaso.
32
Garrocho, “Centro”, 1995.
33
Lewis, Antropología , 1976
34
Martínez, “Centros”, 2001, p.97.
35
Tomas, “Perspectivas”, 1990
22
las nuevas urbanizaciones periféricas.36 Enseguida, se ubica el envejecimiento y la
degradación de las construcciones que implican un vaciamiento demográfico. A la vez,
los antiguos sectores urbanos suelen ser habitados por grupos populares y población
marginal, con una fuerte presencia de inmigrantes (rurales e indígenas) y ancianos que
aprovecharon, en el caso de México, el bajo costo de las rentas congeladas. Ellas
comenzaron como una medida presidencial en 1942, su objetivo consistía en defender a
los inquilinos de los abusos de los propietarios. Sin embargo, la medida se prolongó
hasta los noventa y al modificarse el costo de la vida, el ingreso que obtenían los
propietarios por concepto de arrendamiento no les permitía invertir en el mantenimiento
de los inmuebles, tampoco podían desalojar a los inquilinos, ni vender o cambiar su
uso; situaciones que impedían tener en buenas condiciones los inmuebles. Todo ello
generó un paisaje ruinoso en el Centro Histórico. La situación anterior lleva a una
reconfiguración del imaginario del viejo centro resaltado por el miedo y la
estigmatización.
36
Coulomb, “Modelos”, 2001
37
Tamayo, Vida, 1989, p. 29, 220.
38
Zarate, “Recuperación”,1996
23
historia viva del pasado de la ciudad; inclusive se crea un fuerte vínculo identitario con
tintes regionalistas y nacionalistas. Los vestigios de la historia a través de la
patrimonialización surgen como fuente de desarrollo económico, específicamente para
el turismo y la industria cultural.39
c) Gestión compartida. Al evidenciarse que los recursos públicos son escasos para
emprender una empresa de tal magnitud, se recurre a la inversión privada para
rehabilitar los centros. Sin embargo, los sectores empresariales exigen
transparencia en el manejo del presupuesto, lo que deriva en crear organismos
con cierto grado de autonomía como los fideicomisos, así como consejos
consultivos integrados por empresarios, intelectuales y autoridades públicas.
39
La industrial cultural es una noción de origen frankfurtiano que abaliza como la cultura y el arte se
reifican con la intención de su mercantilización, se pasa de actores-espectadores a productores-
consumidores
40
Coulumb, “Modelos”, 2001
24
capacidad técnica, intenta superar la acción sectorial, así como coordinar los
esfuerzos locales y federales.
41
Sargatal, “Estudio”, 2000.
42
Glass, Aspects, 1964
43
García, “Elitización”, 2001. p.7
25
1.2.1. Henri Lefebvre y el regreso a la vida urbana
44
Lefebvre, Derecho, 1978
45
Lefebvre, Vida, 1984
46
Lindón, “Miseria”, 2003
26
Los sectores sociales que vuelven al centro de la ciudad buscan sacudirse la
enajenación de la vida cotidiana presente en el suburbio. No obstante, puede ocurrir lo
contrario sí estos grupos conciben al Centro Histórico como un museo, suprimiendo su
dinamismo funcional y, por ende, el modo de vida urbano. Paralelamente el retorno al
centro puede implicar la conversión de éste en un objeto vendible para las clases altas y
medias. El centro coexiste como un “lugar de consumo y consumo de lugar”.47
Dicha visión considera que los Centros Históricos son espacios estratégicos en el
medio urbano, por tal razón, Lefebvre vislumbra que serán recuperados por las clases
dominantes mediante la expulsión del proletariado. “Mañana, el centro de las ciudades
pertenecerá sin duda a los privilegiados del poder y del dinero”.48
47
Lefebvre, Derecho, 1978, p. 27
48
Lefebvre, Vida,., 1984, p. 99
49
Citado en Kerik, “Walter”, 1992
50
Lindón, “Miseria”, p.21
51
Smith, “Nuevo”, 2001, p. 19.
27
de su ciudad (él hace referencia a la ciudad revanchista en relación con el nuevo
urbanismo),52 intentan la recuperación de la ciudad por las clases medias y altas
anglosajonas, o bien, la “reconstrucción clasista del paisaje del centro urbano”.53
Mientras tanto, David Ley54 se ocupa del tema desde una perspectiva cultural, en
estrecha relación con dos factores esenciales: la economía y la política. La
gentrificación germina del agotamiento del modelo económico fordista y de la
52
“El nuevo globalismo…no sólo presenta una reestructuración de la producción a las escalas global y
local, y una consiguiente reestructuración de las economías locales; también trae consigo una
reestructuración y desestructuración de los sistemas y medios establecidos de reproducción social, y de la
articulación de la reproducción social con la producción”. Smith, “Transformando”, 2000, p. 18
53
García, “Elitización”, 2001.
54
Ley, New, 1996.
28
reestructuración económica-territorial. Contrapuntea la visión anterior cuando considera
que es un proceso iniciado por el colectivo de la nueva clase media, y no por los agentes
inmobiliarios. Según él, surge una nueva clase media dedicada a los servicios con
diferentes estilos de vida, entre lo cosmopolita y el new age. Cameron y Coaffee55
señalan que en dicha postura el arte y los artistas desempeñan un papel esencial, e
identifican al artista como el gentrifier por excelencia. Los artistas transforman la
fealdad y el abandono en una fuente de inspiración. Así, en dichos vecindarios
predominan galerías de arte y la instauración de festivales culturales consolidando las
estrategias de recuperación.
55
Cameron y Coaffee, “Art“, 2004.
56
Es una persona que disfruta el modo de vida urbano
57
Hiernaux y Lindón, “Modos”, 2002, p.27.
29
pronuncian su desacuerdo con la visión “materialista” de Smith, porque ignora una
dimensión esencial, la socio-simbólica.
Figura 2
30
Papel de los "Pioneros" y motor de la Viven el y en el Atraídos por el capital
"Pioneros"-Débil
artistas y nivel de gentrificación- centro-Intensa cultural-Intermedia.
(Expulsados)
intensidad Intermedia (Cohabitan) (Habitan) (Cohabitan)
Generador de espacios
Función de los Agente inmobiliario y dignos de reinversión
Promotor cultural
gobiernos principal revanchista y de regreso
ofreciendo seguridad
Centros Reconstrucción de
"Personalidad del
Históricos como Revalorización del relaciones sociales
Competitividad global centro" Mosaico
espacios capital cultural intensas, efímeras y
temporal
estratégicos anónimas.
Elaboró Adrián Hernández Cordero
En tanto, la fortaleza de los supuestos de Smith radica en poner la lente sobre los
actores económicos que detonan la gentrificación. No obstante, su visión se acorta
porque sólo vislumbra a la elitización como un fenómeno de especulación del suelo que
atañe solamente a la iniciativa privada. Esto evidentemente es una versión incompleta,
debido a que el régimen gubernamental participa activamente en la renovación.
Por otra parte, la idea de Ley es significativa porque incluye la perspectiva de los
habitantes en la gentrificación, que contrapuntea el análisis meta de los grandes agentes
urbanos. Igualmente recoge la relevancia de los factores culturales o, mejor dicho,
desenmascara el papel de la industria cultural en la renovación del Centro Histórico. No
obstante, dicho autor no profundiza en los mecanismos de especulación del suelo
quedándose exclusivamente en la dimensión cultural.
31
Finalmente, el enfoque utopista integra la dimensión simbólica de los
imaginarios urbanos que hacen viable el regreso a los Centros Históricos, tanto de los
actores gubernamentales y de los sujetos de clase media y alta. La desventaja de este
enfoque radica en la forma de comprobar la fuerza de la dimensión socio-simbólica en
el retorno a la ciudad.
Las acciones están en conjunción con el capital, éste tiene altas posibilidades de
invertir cantidades irrisorias y de obtener jugosas ganancias con el aumento del valor de
suelo, así como en la restauración y/o construcción de viviendas, oficinas, centros
culturales y equipamiento urbano. La regeneración generalmente se vale de la industria
cultural para atraer a los nuevos habitantes, identificados con patrones de consumo
globales. Lo anterior sólo sería posible entendiendo que existe una dimensión imaginaria
latente, sobre todo en los sujetos gentrificadores que intentan encontrar en el Centro
Histórico la esencia de hacer ciudad. Los costos sociales de la renovación urbana son altos,
ya que se produce el desplazamiento de las clases populares y marginales
Ahora bien, en cada realidad un factor puede tener más peso que los otros. Para
este trabajo hay afirmaciones que, interpretadas desde el caso de estudio, son
difícilmente defendibles. Por ejemplo, todas las propuestas relacionan directamente la
gentrificación como proyecto burgués. Sin embargo, los procesos que de este tipo se
han dado en la ciudad de México no reflejan lo anterior, debido a que generalmente los
involucrados son las emergentes clases medias, así como sectores académicos y grupos
de artistas. En otros casos como Madrid la renovación tienen que ver precisamente con
colectivos como los grupos homosexuales en Chueca, o los inmigrantes en Lavapiés.
Asimismo, las explicaciones presentadas muestran que la gentrficación se logra por
medio del reciclamiento y la construcción de casa y departamentos. En cambio, en el
32
caso de estudio tiene mayor peso la construcción de edificios habitacionales, aunque
también existen organismo públicos y privados. La erección de inmuebles se debe al
hecho de que había terrenos baldíos o los inmuebles se encontraban dañados por los
efectos de los sismos de 1985. Sin embargo, en ambo existe el hecho de que el aumento
del valor de suelo genera la movilización de los viejos residentes y el arribo de
pobladores con mayor poder adquisitivo.
33
Generalmente para la confección e implantación de las políticas públicas se
sigue una serie de etapas, idealmente lineales, que conforman un proceso. No obstante
según las particularidades de cada entidad administrativa puede variar, puesto que como
se verá más adelante una política puede ser racional o incremental. El proceso de la
política pública se compone de cuatros fases: conceptualización, diseño,
implementación y evaluación.
60
Bardach, Camino, 2001
61
Lindblom, “Ciencia” , 2003
62
Etzioni, “Exploración” , 2003
63
Se alude al incrementalismo en términos genéricos, a pesar de estar concientes que existen una
diferenciación al interior de éste.
34
Como alternativa que rompe el carácter utópico del método racionalista y el
corte conservador del enfoque incremental, surge el denominado enfoque de la
exploración combinada. La propuesta reduce los aspectos sobredimensionados del
racionalismo, aunque limita los detalles de las decisiones fundamentales; por otro lado,
la contextualización del racionalismo supera los aspectos conservadores del
incrementalismo al considerar las perspectivas de largo alcance. Quizá éste método es
el más usado en la realidad mexicana, sobre todo para las políticas urbanas en la ciudad
de México. Generalmente se diseñan políticas basadas en el método racional, pero
según las circunstancias políticas se adoptan medidas incrementales para hacer viable la
acción pública.
35
1.3.1. Políticas urbanas
64
Urteaga, Miseria, 1980
65
Ribera, “¿Continuidad?”, 2002
36
espacio es asumido no como un mero soporte, sino como un integrante activo y
dinámico de la totalidad social.
66
Ziccardi, “Ciudades”, 1991, p. 111
67
Sabaté, “Planificación”, 1992; Sabaté y Robert, “Planificación”, 1990
37
surgen los (macro) proyectos urbanos, destinados a transformar ciertos barrios
históricos, construir y/o reforzar la imagen o marca de una ciudad a nivel mundial. Sin
embargo, también se rescata la gobernabilidad, la planeación a escala local-regional y
la participación ciudadana.
Entonces puede argüirse que los habitantes cuentan con una exigua influencia en
la configuración del espacio urbano, las medidas de alta relevancia se toman por un
conjunto de agentes bien definidos. Los actores que moldean el espacio urbano,
parafraseando a Capel, son el Estado, los propietarios de los medios de producción y los
promotores inmobiliarios68. El primero establece un marco jurídico que regula las
actuaciones en la ciudad. Sin embargo, la reglamentación no es ajena a los intereses
dominantes, por lo que comúnmente se infringe, ya sea por algunos vericuetos legales o
por una débil aplicación de las normas. Asimismo, el Estado participa como subsidiario
de los agentes económicos. Mientras que los propietarios de los medios de producción
desempeñan un papel fundamental en la conformación de la ciudad, debido a que la
localización de las empresas (en la época actual del ramo de servicios) implica
decisiones y estrategias para generar ciertas condiciones en zonas de la ciudad. La
elección y desarrollo de un sitio de relevancia para las empresas se acompaña de la
rectoría del régimen gubernamental, que ofrece las condiciones (infraestructura,
expropiación y dispensas tributarias) para el emplazamiento de las entidades
68
Capel, Capitalismo, 1983
38
económicas. Las grandes empresas, generalmente aliadas al gobierno, manejan
información privilegiada respecto a los sitios en donde se enfocarán los esfuerzos de la
administración para el crecimiento o la refuncionalización de la ciudad. Por lo tanto, las
compañías pueden ir preparando el terreno para la especulación del suelo urbano. Por
otro lado, los promotores inmobiliarios también juegan un rol decisivo en la
configuración urbana, conociendo éstas los planes generales y parciales de desarrollo
urbano emprende una estrategia en dos sentidos: a) dirigirse a la producción de
viviendas, oficinas y centros comerciales para satisfacer la demanda solvente; b) obtener
ayudas estatales que hagan rentables la construcción de la vivienda para satisfacer la
demanda no solvente. Un tipo de agentes ignorados por Capel pero que son el elemento
más importante de la ciudad son los habitantes, que se apropian y practican el espacio
urbano. No se puede pensar solamente en una ciudad de planificadores y agentes
económicos, aunque el grado de intervención en la morfología de la ciudad es mínima
de los ciudadanos, sobre todo si no se organizan políticamente. La regeneración no es
viable si no hay grupos sociales interesados en comprar y/o rentar oficinas,
departamentos, o que usan la infraestructura urbana.
39
mayoría abandonaron sus habitaciones por la especulación inmobiliaria, y los nuevos
residentes que han llegado a la zona (ver capítulo 3).
69
. Stone define el régimen urbano como “los arreglos informales por medio de los cuales el aparato
público y los intereses privados se coordinan para hacer posible la realización y toma de decisiones de
gobierno”. Bassols, “Entresijos”, 2006
70
Hernández, “Dialéctica”, 2008.
40
social. Tampoco se puede asumir una postura hegeliana y/o kantiana que sostenga que
el espacio exclusivamente se encuentra en la mente, o bien, es una intuición pura.
Entonces aquí proponemos hacer dialogar ambas posturas, la material y la simbólica
para lograr una visión integradora. Quizá el autor que intenta articular ambas
plataformas, al menos conceptualmente, es Soja con su propuesta del tercer espacio.71
El autor considera que éste se compone por tres niveles de la realidad: Las prácticas
espaciales, entendido como el espacio de las formas materiales y las prácticas
espaciales. En este nivel ocurre la producción y reproducción de la vida social. Las
representaciones del espacio. Es el espacio conceptuado por los planificadores,
urbanistas, tecnócratas y tomadores de decisiones que fragmentan la realidad. Este es un
espacio del diseño donde se busca la regulación y el orden socio-espacial. El espacio de
la representación. Es el espacio que enmarca a los primeros y se refiere a la experiencia
de habitar y practicar.72
71
Soja, Thirsdspace, 1996
72
Hernández, “Dialéctica”, 2008
73
Lindón citando a Hiernaux, “Ciudad”, 2007
74
Seminario Taller Imaginarios urbanos: Hecho público. Universidad Internacional de Andalucía,
Sevilla, junio 2005.
41
selectivas; igualmente representan metáforas distorsionadas de los fenómenos; incluso
pueden construirse alegorías en ausencia de dicho fenómeno.75 Lo cierto es que los
imaginarios se materializan y no son meramente productos que se quedan en la
dimensión mental. Cabría traer a colación el Teorema de Thomas, dicho postulado de
raíz interaccionista arguye: “Si una persona define una situación como real actuará en
consecuencia”.76
Las políticas públicas y sus diseñadores, así como los gobernantes no solamente toman
decisiones racionales, sino que detrás de la toma de disposiciones existen motivaciones
diversas. Las políticas son instrumentos elaborados por personas que se desarrollan en
matrices de sentidos y prejuicios. Asimismo, los grupos de gobernantes pertenecen a
facciones ideológicas (partidos) que implican ciertas visiones y actuaciones de la ciudad
y sus procesos.
75
Ibíd.
76
Thomas, Child , 1928.
77
Lynch, Imagen, 1984
42
Pero qué ocurre con los urbanitas, aquellos sujetos que darán viabilidad a
cualquier proyecto público. Para Aguilar,78 hay algo que seduce a una colectividad y
que no puede explicarse sólo en una lógica de inversión-beneficio, que remite a un
impulso complicado de explicar con palabras. Entonces, las políticas públicas de la
renovación del Centro Histórico no son posibles sin construir y difundir un imaginario
sobre las ventajas de volver al centro, sin la participación de los diversos agentes
sociales para que retornen a invertir, vivir y/o practicar dicho espacio la política estaría
destinada al fracaso.
Una cuestión relevante entre las políticas urbanas y los imaginarios urbanos,
sería establecer qué grupos sociales logran imponer sus imaginarios en el discurso de
los políticos y cuáles son los mecanismos para imponer dichas narrativas a la sociedad,
así como sus formas de éxito o fracaso.79 Quizá la primera respuesta sería pensar en la
prensa, aunque ésta no es la única que encarna cierto imaginario del discurso
dominante, que impone una imagen hegemónica de la ciudad y lo que debe ser ésta. El
dominio se finca sobre las imágenes de mediadores diversos como los artistas, los
intelectuales y los documentos oficiales.80
78
Aguilar, ”Entrevista”, 2004
79
Hiernaux, “Imaginarios”, 2007
80
Mercado, “Ciudad”, 1988
81
Hiernaux, “Centros”, 2006
43
través de los imaginarios. De esta forma, se pone gran atención a la conservación de las
formas espaciales por parte de sectores sociales con capacidad de decisión, así como
elementos culturales. Por lo tanto, el imaginario patrimonialista se sustenta en los
programas de conservación de cascos históricos. Es necesario hacer una precisión, el
autor no menciona que los imaginarios patrimonialistas, en algunos casos, son
respaldados por grupos sociales, sobre todo de la pequeña aristocracia ilustrada que
tienen una visión legendaria y romántica del pasado. Incluso algunos defensores del
patrimonio existente en el Centro Histórico tiene raíces genealógicas de familias que en
el periodo de laicización del Estado perdieron sus propiedades. Los patrimonialistas
consideran que el Centro Histórico debe convertirse en un museo al aire libre, asimismo
propugnan recuperación de la historia de éste que se ve amenazado por los trastornos
apocalípticos –alta densidad de población, contaminación ambiental, dificultades de
movilidad, vendedores ambulantes, etc.- de las metrópolis.
82
Young urban professional y bohemian bourgeois
44
Figura 3
Formas del conflicto entre imaginarios patrimonialitas y posmodernos en los Centros
Históricos
Imaginario
Patrimonialista Posmoderno
Características
Manejo del pasado Historia-patrimonio Historia-recurso
Preservación de un Privatización
Sentido de lo público y
capital cultural económica de
privado
colectivo algunos elementos
Sin reflexión de
Turismo y recreación
Proyecto de vida social proyecto
Espectáculo
Museo
1.5 Conclusiones
45
segmentos de medios y altos ingresos, los cuales ocuparían viviendas nuevas o edificios
regenerados que eran habitados por grupos populares. Éste fenómeno se denomina
gentrificación y tiene como principal característica en el Centro Histórico el
desplazamiento de población originaria, el cambio de uso de suelo hacia actividades
terciarias y la utilización de la industria cultural.
46
Capítulo 2. La Alameda: proyectos y realidades
Este capítulo es el puente que une los planteamientos teóricos con los elementos
empíricos de la presente investigación. La intención del apartado es realizar una
revisión histórica de la zona de la Alameda, aunque no se debe esperar un riguroso
estudio histórico porque rebasa los objetivos del trabajo. La tesis recurre a la historia
por un objetivo particular, el cual descansa en situar a la Alameda en un contexto
histórico que permita dilucidar el actual proceso de gentrificación que experimenta la
zona. Por lo tanto, este no es el ornamental capitulo histórico que se exige incluir en la
tesis, aquí el capítulo histórico es más bien es un soporte que permite poner a dialogar
las visiones urbanas pretéritas y contemporáneas de Alameda y su perímetro.
La propuesta de los autores que se analizan son las del Virrey Luís de Velasco,
el Marqués de Croix, Ignacio de Castera, Tadeo Ortiz, Hammeken, Adamo Boari y
Carlos Contreras. También se analiza la época moderna de la zona de la Alameda a
través de académicos como Gerardo Sánchez y Rafael López. Se finaliza con el análisis
de deterioro estructural y coyuntural del espacio de estudio entre la década de los
setenta y los ochenta.
47
También se manejan fotografías aéreas cenitales y oblicuas que permiten visualizar las
transformaciones ocurridas en la zona de estudio.
La capital de la Nueva España y sus habitantes debían contar con un sitio de ocio
y recreación, especialmente para el grupo conquistador, por lo que se pensó en construir
una Alameda en 1592. El término Alameda es un vocablo importado y desarrollado por
los conquistadores. Según Castro,83 desde el siglo XV las alamedas fueron un elemento
importante en las ciudades europeas y, por ende, trasladadas a los territorios ocupados.
No obstante, la precisión sobre el origen de las alamedas es incierta. Algunos autores
como Martínez y Juárez sugieren que la Alameda procede de los jardines renacentistas
de los siglos XV y XVI,84 mientras que Magdaleno sostiene que la Alameda de México
fue un hecho extraordinario, debido a que las ciudades mexicanas del siglo XVI no
contaban con jardines para el pueblo.85 Así las cosas, el hecho fundamental es que la
Alameda de México fue la primera en construirse en la América española y, por lo
tanto, marcó un paradigma en el urbanismo de América Latina.
83
Castro, “Alameda”, 2001
84
Martínez y Juárez, Lotería, 1994
85
Magadaleno, “Alameda”, 1956
86
Se entiende el paseo como “…es dar pasos, caminar, andar a pie…” Novo, Paseos, 2005, p. 9.
48
Mártir, frente a la iglesia del mismo nombre. Castro reseña cómo tal disposición generó
gran controversia, debido a que la tenería del Morcillo, instalada junto al tianguis de
San Hipólito, alegó perjuicios porque la construcción del paseo le hurtaría superficie a
su propiedad. Después de numerosas discusiones, el Ayuntamiento optó por desplazar el
jardín unos metros hacia el poniente, entre las plazoletas de San Diego y Santa Isabel.87
49
persiste en la actualidad. En términos generales, los barrios obreros y populares
coexisten en el nororiente, en donde se situaron los pobladores indígenas. A su vez, la
población de medios y altos ingresos radica en el área surponiente coincidiendo con el
antiguo emplazamiento conquistador, precisamente la zona dónde se decidió ubicar a la
Alameda.
89
Martínez y Juárez, Lotería, 1994, p. 71
90
Novo, Paseos, 2005, p.27
91
Connolly, “Mapa”, 2008
50
español caracterizado por su forma cuadriculada. En este punto es relevante destacar a
la Alameda en su forma geométrica original. El paseo está adyacente al Convento de
San Diego y a la plaza del Quemadero. Dicha pintura muestra cómo la Alameda (elipse)
establece el límite de la ciudad colonial, después de la Iglesia de San Hipólito no hay
rasgos de urbanización. Finalmente, en el tercer plano se distingue un espacio agrícola
que tiene de fondo al volcán Popocatépelt y algunas montañas que conforman la cuenca
del Valle de México.
Figura 2
Según Gonzalbo, la Alameda fue un paseo concebido para los hidalgos, quienes
asistían al jardín a lucir sus engalanados carruajes acompañados de sus sequitos de
esclavos africanos,92 aunque en la práctica se enfrentó a infinidad de vicisitudes para ser
un espacio noble. Se puede inferir, siguiendo a Castro, que el hecho decisivo que
92
Gonzalbo, “Cielo”, 2003. p 27
51
impidió el uso y la apropiación del jardín por parte de las élites citadinas fue el entorno
en que se construyó, debido a que en la Alameda era común encontrar mendigos,
malhechores y enfermos mentales que habitaban en los alrededores.93 La Alameda se
fundó en un arrabal, entendido éste como un sitio que se encuentra en la interfase rural-
urbana. Los arrabales eran intersticios de marginalidad social y económica, pero
también fueron lugares en donde se hallaban prácticas culturales diferentes a la sociedad
conquistadora.
93
Castro, “Alameda”, 2001
52
Figura 3
Otro factor que influyó en las dificultades para hacer de la Alameda un espacio
noble fue su vecindad con algunas fábricas que se fundaron décadas atrás. El
Ayuntamiento resolvió localizar algunas factorías en las parcialidades indígenas de San
Juan Moyotlan, al poniente de la traza urbana. El gobierno municipal, sin concebir
todavía la construcción de la Alameda, consideró que tal localización causaría menos
problemas a los habitantes, puesto que dichos establecimientos expedían desperdicios y
malos olores.
94
Ibíd. p. 31
53
El enrejado pretendía evitar que el ganado entrara a pastar, así como que los
malhechores hicieran del paseo su guarida nocturna.
A mediados del siglo XVIII los Borbones asumen la corona española en sustitución de
los Habsburgo. La casa borbónica intentó reorganizar el Imperio a través de reformas en
los ámbitos político, económico, militar y religioso. La casa gobernante empapada por
los preceptos ilustrados y por el urbanismo neoclásico,95 comenzó a cuestionar la
morfología y el funcionamiento de la ciudad. Según Romero, los administradores
coloniales de la época y ciertos personajes instruidos plantearon la reorganización del
plano de la ciudad, la reglamentación, la urbanización, así como la apertura y
mejoramiento de los paseos.96
95
El neoclasicismo en el urbanismo se caracterizaba por concebir a la ciudad como una unidad, la cual
debía ser regida por avenidas que la conectaran eficientemente y además que la sanearan. Igualmente se
buscaba que la urbe tuviera formas regulares basadas en la racionalidad, por lo que debía ser simétrica
Por lo anterior, la ciudad podría admirase como un ente bello, tanto por sus formas físicas como por su
entorno natural.
96
Romero, Latinoamérica ,1976
54
las Alamedas en la América Española se proyectaron como sitios de recreación y obras
embellecedoras de las ciudades, ejemplos son las alamedas de las ciudades de México,
Guatemala, Antigua y Lima.97
En este tenor, la Alameda adquirió mayor relevancia, puesto que los virreyes
adeptos al urbanismo neoclásico comprendían que el paseo, en este caso la Alameda,
tenía un papel estratégico en la vida de la ciudad. En esa época se pensaba que la
grandeza de la ciudad se reflejaba en el ornato y hermosura de los paseos. Los virreyes
fueron asiduos paseantes de la Alameda, elemento atrayente para el resto de la
población; así, paulatinamente el jardín se convirtió en un hito urbano. Tales
circunstancias encantaron no sólo a lo más granado de la sociedad mexicana, sino
también al resto de la población.
A partir del gobierno del Marqués de Croix99 (1766), los virreyes de la Nueva
España se plantearon limpiar y regularizar geométricamente el plano de la ciudad, sobre
todo aquellos barrios que no armonizaban con la traza central. En 1769, sin consultar al
Ayuntamiento, el marqués de Croix extendió el paseo hasta las plazuelas de Santa Isabel
y San Diego.
97
Castro, “Alameda”, 2001
98
Fernández, Europa, 2000
99
Carlos Francisco Croix remplazó al marqués de Cruillas, éste se mostró reticente con las Reformas
Borbónicas por lo que fue destituido. Croix fue crucial para que las acciones reformadoras se llevarán a
cabo. El nuevo Virrey se caracterizó por ser un militar enérgico y leal; él era de toda la confianza de José
Bernardo de Gálvez, visitador de Carlos III, que contaba con atribuciones superiores a las del virrey.
55
objetivo de mostrar las mezclas étnicas y raciales en escenarios urbanos y rurales en la
América española. En el primer plano de la composición pictórica, destaca un
matrimonio retratado en la azotea del Convento de Santa Isabel. La familia está formada
por un hombre albino vestido elegantemente y una española de piel blanca, con un
infante crespo de piel oscura. La familia sitúa la visibilidad y aparición de las mezclas
raciales en la ciudad, en este caso con la Alameda como un escenario de la emergencia
de castas y del incipiente surgimiento de nuevos segmentos sociales.
Figura 4
Fuente: Anónimo, De Alvino y Española produce Negro Torna Atrás, Siglo XVIII,
Colección Banco nacional de México
56
conocidos como las Ermitas del Calvario. Las cuales fueron construidas por los
franciscanos en 1615 y formaban parte de las estaciones dolorosas del Vía Crucis.100
Mientras que en la parte superior derecha de la composición pictórica se pintaron los
arcos del acueducto de La Mariscala, que pasaba junto a la Alameda hasta la fuente de
la Mariscala.
100
Castro, “Alameda”, 2001, p. 47. Martínez y Juárez, Lotería, 1994. p. 73
101
Fernández, Europa, 2000
57
Figura 5
Durante la segunda mitad del siglo XVIII Ignacio de Castera figuró como un
personaje fundamental en la capital de la Nueva España, debido a que fue el artífice y
responsable del diseño e implementación de relevantes acciones gubernamentales
durante el mandato de los Borbones. Hernández refiere que en 1781 Castera fue
designado Maestro Mayor de la ciudad de México por el Virrey Conde de Bucareli;
sus funciones radicaban en ordenar el crecimiento de la ciudad. 102
102
Hernández, Ignacio, 1997
58
si sólo se limitaba al centro urbano, puesto que los efluvios de los barrios indígenas
contaminarían la traza española. 103
El supuesto causal de tales medidas consideraba que la ciudad sólo podía ser
higiénica sí se trazaban y/o prolongaban avenidas rectas por donde circularan las
corrientes de aire; esta sería la única forma de extirpar los miasmas y de paso las
irregularidades sociales –la pobreza, la delincuencia y la herejía- que imperaban en la
urbe. El proyecto sugerido por el arquitecto de la ciudad se puede apreciar en El Plano
Iconográfico de la Ciudad de México de 1794 (Figura 6), que consistía en perfilar
líneas rectas desde la traza urbana española hasta los barrios indígenas para corregir su
fisonomía laberíntica. El proyecto indirectamente también contenía intenciones
fiscales, ya que el delineado rectilíneo permitiría numerar las manzanas y se
establecería un registro confiable de los habitantes para tener un mayor control
tributario.
59
continúa con San Pablo; al oriente San Lázaro; y al poniente San Diego y la Alameda.
Ésta aparece en situación intermedia en las tonalidades de grises, por lo tanto es una
zona a ordenar. El cuadro que delimita el poblamiento está después del jardín,
indicando que a partir de entonces se comenzó a mirar ya como parte de la ciudad.
Finalmente, en la esquinas de la traza urbana están cuatro plazas destinadas a
ejercicios militares, mercados y actividades diversas que requiera la capital.
Figura 6
60
El plano es un testimonio gráfico de la ideología mecanicista del espacio
predominante de la época. El Maestro Mayor relacionaba los peores vicios con los
barrios y su trazado irregular, mientras el diseño geométrico responde a los sectores
civilizados conquistadores; así con la regularización “Castera apuesta a que la
geometrización del espacio […] incidirá mecánicamente sobre las conductas de sus
ocupantes”.105
105
Fernández, “Máquina”, 2003, p. 241
106
De la Maza, “Urbanismo”, 1954
107
Martínez y Juárez, Lotería, 1994
61
El trabajo de Castera como integrante del régimen gubernamental le permitió
ingresar al mercado inmobiliario. Él aprovechó el conocimiento del que disponía y de
las obras ejecutadas para comenzar a especular con el suelo urbano. Hernández108
detalla que Castera entró al mercado inmobiliario en el perímetro de la Alameda, donde
sabía que cambiaría el uso del suelo, debido a que se construiría el paseo Nuevo y se
comenzaría a establecer edificios. En dicha zona adquirió propiedades y realizó obras de
urbanización para incrementar el valor de sus bienes.
108
Hernández, Ignacio, 1997
109
Ortiz, Resumen, 1822
110
Ibíd., p. 18
62
Guerrero destaca que Tadeo Ortiz fue un impulsor de la policia urbana;111
contemplaba fomentar el pensamiento racional y divulgar las artes para el desarrollo de
la ciudad y sus habitantes. Ortiz insistía en mantener el aseo de las calles y evitar la
mendicidad que pululaba e ese entonces, sobre todo en algunos sectores indígenas que
eran los más pobres y que el pordioseo era su forma de sobrevivencia. Él, al mismo
tiempo, propuso mejorar el ornato de la ciudad, puesto que dichas asignaciones
mostraban el vigor y la fuerza del Estado.112 En el proyecto de Ortiz también se
contemplaron adecuaciones a la Plaza Mayor, orientando sus énfasis sobre todo a la
zona centro–poniente. El Barrio Imperial conectaría geométricamente el Palacio de
Gobierno con las Avenidas Madero y Juárez, y es interesante hacer notar que la misma
aspiración impera en la actualidad en uno de los proyectos más relevantes del gobierno
de la ciudad, como es el Proyecto Alameda.
La zona sur de la Alameda fue elegida como el sitio que presentaba las mejores
condiciones para desarrollar el Barrio Imperial. Éste se trazaría desde la esquina de la
Alameda hasta los terrenos de la Hacienda de la Teja,113 donde actualmente se ubica la
colonia Juárez. El mapa denominado Proyecto Urbano para la Ciudad de México 1822.
El Barrio Imperial de Iturbide (Figura 7), corresponde a una interpretación actual que
reconstruye el proyecto de Tadeo Ortiz.114 El plan concebía edificar arcos a un costado
de la Alameda (flecha blanca), un museo arqueológico, una universidad, liceos y demás
instituciones educativas, un hospital general, un jardín botánico (flecha gris), un
zoológico (flecha negra) y un campo Marte.
111
El término “policia urbana” no tiene nada que ver con el sentido actual del vocablo. Según Guerrero,
la “policia urbana” surge en el siglo XVI y se define como la doctrina administrativa del Estado
absolutista, que buscaba el desarrollo material, moral e intelectual de la sociedad, con la intención de
conseguir el incremento de la fuerza estatal para lograr el buen gobierno. Guerrero, “Forjadores”, 1985,
p.4
112
Guerrero, “Tadeo”, 1985
113
Ortiz, Resumen, 1822
114
Aunque hay que señalar que el plano está incompleto y en la zona sur no se incluye la Hacienda de la
Teja como lo había pensado el autor
63
Figura 7
Fuente: Sirvent, G. et. al., Proyecto Urbano para la Ciudad de México 1822. El Barrio
Imperial de Iturbide. Simón Tadeo Ortiz de Ayala
Tadeo Ortiz tuvo en cuenta que la Alameda jugaba un papel estratégico para la
ciudad, puesto que la sociedad ilustrada de su tiempo consideraba que los jardines
representaban el nivel de desarrollo de una sociedad. Él argumentó que el prado se
embellecería sí existiera un verdadero sentido de policía. Ortiz Ayala propuso para la
Alameda terraplenar sus avenidas, replantar árboles, secar la acequia, instalar florestas y
colocar nuevas fuentes; dichas mejoras tendrían la intención de incentivar el paseo a pie
de las damas y suprimir la costumbre de pasear en carruajes.
Quizá el motivo que impulsó a Tadeo Ortiz a rescatar la Alameda fue que el
primer jardín de la capital comenzaba a disputar la actividad de recreación con el Paseo
de Bucareli. Los paseantes se dividían entre la Alameda y el Paseo Nuevo. De tal suerte,
en caso de que la Alameda se regenerara tendría posibilidades de albergar la recreación
de los habitantes de la ciudad y, por ende, recibiría de nueva cuenta a lo más granado de
la sociedad mexicana para desfilar y exhibir su riqueza.
64
En el año de 1832 Tadeo Ortiz115 volvió a plantear su proyecto de 1822, aunque
ahora ya no lo denominaba el Barrio Imperial de Iturbide sino que en ese momento su
propósito era rendir homenaje a los héroes de la Independencia.
El Barrio Imperial sugerido por Tadeo Ortiz quedó en letra muerta debido al
clima de inestabilidad política y sobre todo a la escasez de fondos públicos.118 Sin
embargo, algunos de sus planteamientos como el Campo Marte, el museo de
antropología y el zoológico, se llevaron a cabo más de un siglo después aunque no en
los mismos sitios planteados por el autor.
115
Ortiz, México, 1832
116
Ibíd.
117
Ver página 10
118
Hernández, “Ideología”, 1994
65
fincas eclesiales generando especulación inmobiliaria con las propiedades expropiadas
para tales fines. La zona de la Alameda ha estado relacionada con la especulación del
suelo; básicamente se pueden mencionar tres razones: su excelente ubicación, los planes
gubernamentales de renovación y modificación de su perímetro, y por el valor per se
del paseo.
En el sector norte erigirían un mercado que fuera ordenado para ahuyentar a los
malhechores habituales de la zona. Asimismo, se contemplaba la cimentación de nuevos
edificios para seguir el crecimiento de la urbanización, “pues a nadie se le oculta que es
ese el lugar por donde debe extenderse y crecer la capital”.119
119
AHCM, Paseos, vol. 3585, exp. 80
120
Jorge Luis Hammeken fue un emigrante de origen danés. Tras la revuelta en Texas emigró a la ciudad
de México en donde se casó con una hija del general José Antonio Mejía. Él fundó en el año de 1858 la
Compañía del Ferrocarril México-Tacubaya, la cual tuvo la concesión para la construcción del tranvía
Zócalo-Tacubaya.
66
solucionar el penoso y degradado estado del primer jardín público de la capital,
acrecentado por la presencia de marginales.121
Gruzinski122 identifica cómo por las mismas fechas el barrio indígena de San
Juan, al sur de la Alameda, fue un botín para la municipalidad y los especuladores.
Éstos lograron la especulación inmobiliaria, debido a que consiguieron aumentar el
precio del suelo ocasionando que los antiguos habitantes fueran desplazados por
habitantes potentados. Por lo tanto, en una zona rehabilitada y con trazos ortogonales
surgió la Colonia Francesa, habitada por personas de dicha nacionalidad, comerciantes y
artesanos acomodados.
Durante las últimas décadas del siglo XIX y en los albores del siglo XX se
comenzó a cambiar el imaginario urbano en la ciudad, sobre todo de las clases
121
AHCM, Paseos, vol. 3585, exp. 122
122
Gruzinski, Ciudad, 2004
123
De Gortari y Hernández, Memoria, 1988
67
acomodadas, quienes asociaban a la antigua traza urbana como símbolo de decadencia.
Así se conjugaron dos factores, la intención de salir de la antigua ciudad y la creación
de colonias aristocráticas sobre el recién estrenado Paseo de la Reforma. Éste marcó el
camino de la expansión de la ciudad, las colonias más representativas de este suceso
fueron: la colonia de la Teja (ahora la colonias Juárez y Cuauhtémoc), la colonia Roma
y la colonia Condesa.
68
Con la construcción del Paseo Nuevo (flecha clara) en 1775, la Alameda (elipse)
no fue más la frontera de la ciudad, el Paseo Nuevo marcó el nuevo borde de la traza
urbana; además éste ofrecía una amplia avenida para carruajes. Los paseos construidos
en el poniente de la urbe marcaron los límites de la ciudad y la avanzada de una
progresiva adhesión de nuevos territorios para su crecimiento, como ocurrió también
con el Paseo de la Reforma (flecha negra) trazado en 1864.
Para los fines del siglo XIX se planteó prolongar la avenida 5 de Mayo hasta la
calle de Santa Isabel. La llegada del siglo XX coincidió con la formación de la
124
Arciniega, “Callejón”, 2002, p. 3
125
Ibíd. p. 4
69
Comisión de Mejoras y Embellecimiento de la Ciudad de México que determinó
construir un nuevo Teatro Nacional. Por tal motivo, se entendió que la propuesta
anterior, que consistía en extender la avenida 5 de Mayo, tenía sentido y resultaba viable
con el nuevo proyecto monumental del recinto escénico. De los planos se pasó a los
hechos y se comenzaron a establecer los criterios de construcción de la prolongación de
la calzada, así también se inició el proceso de expropiación y demolición de las
manzanas necesarias para edificar la nueva avenida que conectaría la Plaza Mayor con
el nuevo Teatro Nacional.126
70
transformaciones en su estructura social y en su fisonomía. La ciudad creció y se
diversificaron su población y actividades, ello originó la modificación del paisaje
urbano, así como las tradicionales costumbres y las maneras de pensar de los distintos
grupos de la sociedad urbana. El viejo patriciado dominante en la metrópoli, descubrió
que su ciudad comenzaba a transformarse en un conglomerado heterogéneo, en el que se
perdían las posibilidades del control social.
128
Romero, Latinoamérica, 1976, p. 277
129
Urquiaga y Jiménez, Construcción , 1994
130
Boari, Construzione, 1918
71
y el teatro, como puede verse en la figura nueve. Boari decidió construir una pérgola
(flecha) que cubierta de flores tropicales y chorros de agua enlazara los jardines del
edificio con los prados de la Alameda. Asimismo, el arquitecto sugirió fusionar el
Teatro Nacional y la Alameda para reabrir el paseo a los carruajes motorizados, por tal
motivo en la ilustración se aprecian las avenidas de la Alameda con un mayor tamaño y
al mismo nivel que las avenidas circundantes. La intención de Boari radicaba en
revitalizar el estado del parque a través de la circulación de autos, así como con la nueva
atracción de la exótica jardinería.131 Se infiere que el Nuevo Teatro Nacional se orientó
de manera que su entrada principal se emplazará hacia la prolongación de la calle 5 de
Mayo y la Avenida Juárez, debido a que así podía dar frente y conectarse con las
principales calles representantes del poder estatal y que desembocaban a la Plaza de la
Constitución.
Figura 9
131
Urquiaga y Jiménez, Construcción , 1994
72
paseo en esta época Díaz acostumbraba a pasear por la Alameda; incluso sufrió un
atentado en ella en 1897.
132
Arciniega, “Tentativa”, 1994
73
Cabría recordar el planteamiento de Monnet133 respecto a que los grupos dominantes
expresan su hegemonía mediante signos materializados en el espacio; en este caso, se
pretendía crear una centralidad extendida entre el poder presidencial y los legisladores,
pasando por la monumentalidad del nuevo Teatro Nacional. La vieja Alameda asumiría
el papel de ser el puente que uniría los poderes públicos del Estado mexicano.
Asimismo alojaría a las principales inversiones inmobiliarias de la ciudad. Como
testimonio de lo anterior se presenta el siguiente mapa histórico denominado, La
Alameda, el nuevo centro del a ciudad, 1900-1910 (Figura 10).
Figura 10
Fuente: Johns, M., Key Places in Mexico City, ca. 1910, 1958.
Elaboró: Adrián Hernández Cordero
133
Monnet, “Semiología “, 1991.
74
Asimismo se presenta una fotografía aérea (Figura 11) y aunque ésta se sale por
dos décadas del periodo mencionado, sirve para ilustrar un momento de la realidad de
la ciudad de México, caracterizado por la construcción de un eje de poder entre el
Zócalo y el Monumento a Revolución.
Figura 11
75
del jardín se erigió la monumentalidad de la dictadura, y allí mismo se encontraban los
recintos preferidos de la crème de la crème de la sociedad mexicana.
Durante el siglo XX la ciudad de México continúa creciendo y cada vez llegan más
inmigrantes nacionales de distintos estratos sociales. En 1930 la capital contaba con 1 0
29 068 habitantes y con una flotilla de automóviles en aumento. La urbe se expandió,
debido a que no se logró controlar el surgimiento de fraccionamientos habitacionales en
la periferia. Ello ocurrió a pesar de las sanciones impuestas por el Código Sanitario
(1903) y el Reglamento de Construcciones (1921) a los promotores inmobiliarios que
vendían lotes sin los servicios públicos indispensables.
76
de crear los fundamentos de la planeación urbana. En los círculos académicos y
públicos se generaron numerosos debates, conferencias y publicaciones que promovían
las bondades de la planificación. Los líderes de ese grupo fueron Modesto Rolland, José
Luis Cuevas, Alfonso Pallares y Carlos Contreras.134
134
Sánchez, Planificación, 2002, p. 123.
135
Sánchez, Ciudad, 1999.
136
Contreras, Plano, 1933; “Planificación”, 1938
77
Regulador de 1932 (Figura 12), se distingue la forma de una visión de la ciudad de
México a una mayor escala. La ciudad de la traza colonial había sido rebasada y la urbe
continuaba expandiéndose; por lo tanto, era necesario crear vías de comunicación
eficientes como los anillos de circunvalación y grandes avenidas que atravesaran la
ciudad.
Figura12
Fuente: Contreras, C., Plano Regulador del Distrito Federal, 1932. Archivo Carlos
Contreras
78
Contreras sugirió ampliar la Alameda hasta las calles de Rosales; cabe
mencionar que el autor ya acompaña el sustantivo Alameda con el adjetivo Central, esto
evidencia que la ciudad había crecido. La propuesta también incluía conservar la iglesia
de San Diego.
137
Sánchez, Planificación, 2002, p. 258
79
la ciudad de México desde la implementación de las Reformas Borbónicas. Se abrió
paso a la construcción de una ciudad basada en los principios de las ciudades
estadounidenses, ya que se comenzó a pensar que los ejes viales serían la solución a los
problemas de comunicación de la urbe. En este sentido, el autor planteó crear en el
centro de la ciudad un CBD denominado Zona Cívica Gubernativa Comercial.138 Para
ese momento las urbes europeas dejaban de ser el modelo a seguir por los planificadores
y políticos de la ciudad de México.
Para Sánchez140 en los años treinta, el gobierno mexicano atendió a los grupos
populares y en la siguiente década con el asenso del primer presidente civil se
138
Contreras, Plano, 1933
139
A partir de 1940 México inicio una etapa llamada “el milagro mexicano”, la cual se caracteriza por la
aplicación de una serie de reformas económicas y sociales por parte del Estado, para desarrollar el
mercado externo y la industria principalmente. Este suceso ocurrió debido a la Segunda Guerra Mundial,
en la que México enviaba materias primas a los Aliados, y a cambio recibía maquinaria y tecnología. En
el país existió una notable estabilidad política y un crecimiento económico. Tan sólo el PIB creció a un
ritmo de 7.3 por ciento, índice nunca antes alcanzado en la etapa posrevolucionaria.
140
Sánchez, Ciudad, 1999, p. 122-123
80
privilegiaron los intereses de los grupos empresariales. Las emergentes burguesías,
impregnadas por los cambios sucedidos en el mundo requirieron de nuevas áreas y
edificios para desarrollar sus actividades. López sostiene que el grupo de arquitectos
integrado por Mario Pani, Carlos Obregón Santacilia y Enrique del Moral adoptaron el
estilo moderno que estaba de moda en el mundo occidental y reproducieron el
funcionalismo de Le Corbusier.141 Ellos estuvieron al servicio del Estado y de los
sectores acomodados, quienes demandaban grandes edificios públicos, así como obras
habitacionales. Los sectores privados lucraron con la construcción de edificaciones para
oficinas e inmuebles de departamentos en las áreas de expansión urbana de las clases
medias y altas.142
141
El funcionalismo fue liderado por Le Corbusier y toma como principio básico la estricta adaptación de
la forma a la finalidad del inmueble. Con el funcionalismo prácticamente se inventa la prefabricación,
sobre todo del cemento armado. Asimismo el vidrio y el metal son los materiales predilectos para los
edificios.
142
López, Modernidad, 1989,p. 105
143
Sánchez, Ciudad, 1999, p.128.
81
(1948). En la década de los años cincuenta se termina la construcción de la Torre
Latinoamérica en 1952, ésta merece atención especial porque fue un parteaguas para la
ciudad de México. La Latino, como es conocida popularmente, consta de cuarenta
niveles y en dicha época fue el rascacielos más alto de Latinoamérica. En 1956 se
inauguró el conjunto América.144
144
Ehezarreta, “Alameda”, 2000
145
Obregón, Años, 1952, p. 89
146
La obra de O´Gorman resultó triunfadora del concurso de pintura sobre la ciudad, organizado por el
periódico Excélsior, la Galería de Arte Mexicano, el Departamento del Distrito Federal y el Banco de
México en 1949. El resultado del certamen fue polémico, debido a que la pintura Paisaje de la ciudad de
México refleja “una cosmovisión de clase sobre una ciudad capital idealizada y masculinizada mediante
las construcciones y la urbanización […] Es una ciudad en aparente prosperidad […] La yuxtaposición
del México antiguo y moderno sugiere una continuidad narrativa entre tradición y progreso”. Pérez,
“Chávez”, 2005, p. 82.
82
En el plano sucesivo, se distingue la estatua del caballito que marca la
intersección entre tres grandes y emblemáticas avenidas de la ciudad: Bucareli, Reforma
y Juárez. Ésta tiene doble sentido de circulación y se le distingue sumamente transitada
por vehículos y personas, específicamente en el tramo de la Alameda. Igualmente se
aprecia el conjunto de edificios y entre éstos resalta el edificio de la Lotería Nacional
(1946), que representó una construcción de vanguardia para la época, debido a su diseño
original y antisísmico. También se identifican el Hotel del Prado y el Hotel Regis. La
Alameda se distingue arbolada detrás de las construcciones edilicias, sólo como un
mero escenario.
En el último plano, se divisan los volcanes y cerros del oriente del Valle de
México. De la pintura se puede deducir que los principales edificios de negocios y
oficinas, los hoteles y los comercios exclusivos se encuentran en la zona de la Alameda.
Por tanto, se reafirma la consideración de pensar en dicha zona como el centro de la
vida urbana de la capital, sobre todo en el periodo comprendido entre 1900 y 1950.
Figura 12
83
Al respecto, Martínez y Juárez se refieren a cómo el Hotel Regis y Del Prado se
convirtieron en centro de encuentro de empresarios y artistas de la época. Sobre todo, el
Hotel Regis fue un:
147
Arturo García, “20 años después… Entrevista a Jacobo Zabludovsky”, El Universal, 18 de septiembre
de 2005.
148
Jiménez, Sitios, 1998.
149
La ideología urbanística de corte modernista proponía erigir edificios nuevos e higiénicos, construir
amplias vías y generar más áreas verdes.
84
edificios viejos y abrir calles, así como prolongar avenidas y construir
estacionamientos.150Del denominado “Proyectazo”151 sólo se lograron escasas acciones,
la más importante fue la prolongación del Paseo de la Reforma hasta Peralvillo. Esta
labor desahogo el tráfico vehicular de la Alameda, puesto que Reforma conectaba con
Avenida Juárez, la cual era la entrada al Centro Histórico, e igualmente enlazaba con
San Juan de Letrán que llevaba al norte de la ciudad.
150
Sánchez, Ciudad, 1999. p. 112-113
151
El Proyecto de Planificación para la Zona Centro fue denominado como el "Proyectazo”, debido a la
polémica que suscitó entre los especialistas, los cuales lo consideraban de gran envergadura e inviable.
85
Figura 13
152
Nota. Por la pertinencia del presente trabajo sólo considera los edificios, cines y centros nocturnos
localizados en la zona sur de la Alameda.
86
sentados en la Alameda, arrastrando sus huaraches […] y los sitios de
cada quién también.153
153
Fuentes, Región, 1958, p. 225
154
Ibíd., p. 143
155
Sánchez, “Juaneras”, 2002, p. 3.
87
2.9 La Alameda del deterioro puntual a la destrucción masiva
88
década, el Gobierno Federal impulsó un proceso de descentralización pública que
implicó la reubicación de algunas dependencias gubernamentales fuera del centro.
158
Connolly, “Política”, 1987, p. 105.
159
Mercado, “Estructura” ,1998; p: 28
160
Villalpando, “Proyecto”, 1993, p. 141
89
Figura 15
.
Fuente: Avenida Juárez tras el temblor. Septiembre de 1985. La Jornada
Para hacer más evidentes las transformaciones que implicaron las secuelas del
sismo en el perímetro de la Alameda es pertinente mostrar las figuras 16 y 17, que
corresponden a un par de fotografías aéreas de los años 1980 y 1987 respectivamente.
En la primera encontramos vestigios sobre la situación anterior a los sismos. En la parte
norte de la Alameda se aprecia un triángulo entre avenida Hidalgo y Paseo de la
Reforma que por su color blanquizco advierte la construcción de las oficinas del
Sistema de Administración Tributaria de la Secretaria de Hacienda y Crédito Público
(en adelante SHCP). Dicha edificación rompe totalmente el plano de la zona,
caracterizado por su morfología ortogonal. Cabe destacar que como vecino del SAT se
decidió preservar solamente el Hotel de Cortés, una vieja hostería que data del siglo
XVII. En la misma avenida Hidalgo se encuentran los cascos de los templos de la
iglesia de San Juan de Dios y la Santa Veracruz. Hacia el oriente se ubica el Teatro
Hidalgo. Junto a éste aparece el edificio de la Mariscala, en donde se ubicaba una fuente
del mismo nombre. En el costado poniente de la Alameda es interesante resaltar la
estructura edilicia del Antiguo Convento de San Diego que ya fungía como la
Pinacoteca Virreinal. Frente a ésta se ve el Hotel Regis que durante mucho tiempo fue
90
un icono de la ciudad. En la zona sur, en la manzana opuesta al Regis, se ubica el Hotel
del Prado del que ya se hizo mención anteriormente.
91
Figura 16
Detalle de fotografía aérea cenital de la zona de la Alameda Central, abril 1980, Escala
original: 1: 15, 000, Compañía Mexicana de Aerofoto
92
Figura 17
Detalle de fotografía aérea cenital de la zona de la Alameda Central, enero 1987, Escala
original: 1: 15, 000, Compañía Mexicana de Aerofoto
161
Campbell y Ponce, “Entre”, 1986, p.46.
93
dirigida en 1985 por el Programa de Renovación Habitacional Popular, para atender a
los sectores de población que perdieron su patrimonio habitacional. El programa
contempló a los habitantes de bajos ingresos.
2.10 Conclusiones
Los argumentos esgrimidos a lo largo del presente capítulo van en una dirección, hacer
evidente que la zona de la Alameda ha resultado estratégica para la ciudad de México
desde su fundación y desarrollo hasta la época contemporánea. La zona de la Alameda
es trascendental para la ciudad porque fue el primer jardín público de hispanoamérica.
Asimismo, el espacio de estudio, ubicado al poniente, se consolidó como el área donde
se desarrolló el sector adinerado de la capital mexicana. Igualmente, la Alameda y su
perímetro fueron la espina dorsal de la fisonomía urbanística y arquitectónica en la
construcción del Estado mexicano, debido a que entorno a ella se erigieron los grandes
edificios públicos del régimen, sobre todo a inicios del siglo XX.
94
Los hechos analizados llevan a sostener que la historia de la zona de la Alameda
no se inscribe un tiempo lineal sino más bien coincide con una temporalidad cíclica, que
se caracteriza por el binomio deterioro-renovación. Así, en diferentes épocas, se han
retomado los proyectos de regeneración que en esencia comparten un planteamiento,
rescatar a la zona sur de la Alameda, debido al deterioro en el que se encuentra y por su
privilegiada ubicación en referencia al Centro Histórico. En este sentido, la última etapa
de degradación física y social en la zona de la Alameda comenzó en los años setenta
debido a cuestiones estructurales que se agravaron con los efectos de los sismos de
1985. El proyecto de renovación urbana implementado para revertir la situación de
deterioro será analizado en los siguientes apartados.
95
Capítulo 3. Del Plan Alameda al Programa Parcial de Desarrollo Urbano Centro
Alameda
Este apartado tiene dos pretensiones. En primer lugar, se rastrea el origen del Plan
Alameda. La intención es hacer una revisión puntual sobre las generalidades del plan a
inicios de la década los noventa, contextualizado en la consolidación del modelo
neoliberal en el país. El objetivo consta en responder a la pregunta ¿Por qué debía
renovarse la zona de la Alameda? ¿Cómo surge el Plan Alameda? ¿Bajo qué lógica se
plantea? ¿Quiénes lo proponen? ¿Cómo reciben la noticia los residentes?
96
3.1 El neoliberalismo en la ciudad de México
A partir de 1970, cuando las economías capitalistas del mundo atravesaron por una
crisis, se adoptó la ideología neoliberal que implicó un cambio económico, social y
político a escala global. Las propuestas de este modelo económico y político plantean la
disminución del gasto público, la privatización de empresas paraestatales, la elevación
de las tasas de interés, la creación altos niveles de desempleo y legislaciones
antisindicales.
97
de su confianza, Manuel Camacho Solís. Cabe destacar que Camacho ya contaba con
experiencia en el ámbito político de la ciudad, ya que su carácter de negociador fue su
principal virtud para encargarse del proceso de reconstrucción de la ciudad de México
tras el terremoto de 1985. Asimismo, en el año de 1986, el presidente Miguel de la
Madrid lo nombró Secretario de Desarrollo Urbano y Ecología.
162
Monge, “Grandes”, 1991; Monge, “Camacho”, 1991.
163
Monge, Ibíd.
98
evaluación de cada uno; en el presente capítulo se detallará el proceso de confección e
implementación del Proyecto Alameda.
Los orígenes del Plan Alameda se pueden rastrear a partir de 1985. En dicha
fecha surgió la idea de rescatar el 50 % de la zona sur de la Alameda, pero no se
concretó ninguna obra. Posteriormente, en el año de 1988, el proyecto fue retomado por
las autoridades que decidieron consultar a connotados arquitectos y urbanistas como
Mario Pani, Jaime Ortiz Monasterio y Eduardo Terrazas para definir la política de
actuación del Plan Alameda, que saldría a la luz pública tres años después.164
Durante aquel año, sin formalizarse aún el Plan Alameda, el DDF promovió la
creación de un Fideicomiso de corte privado para el área en cuestión. El ex Director del
Fideicomiso Alameda, Ricardo Villalpando señala, “En una primera aproximación,
surge la idea de hacer un fideicomiso e invitar a los particulares a que aporten sus
164
Monge, “Incorporan”, 1995, p.71
165
Monge, “Capital”, 1991, p. 10
99
propiedades para que ahí se hiciera el rescate”.166 La finalidad de la figura financiera fue
impulsar y coordinar la promoción de bienes raíces entre los propietarios e
inversionistas en las trece manzanas del proyecto.167Asimismo, FideAlameda buscaba
unir las voluntades de renovación urbana entre los promotores inmobiliarios y las
autoridades capitalinas, quedando en los primeros la decisión sobre los montos y
modalidades de las inversiones.
166
Entrevista al Mtro. Ricardo Villalpando, realizada por Adrián Hernández, Ciudad de México, 12 de
mayo de 2009.
167
Villalpando, “Proyecto”, 1993, p.143
168
Ibíd., p. 143
169
Ibíd., p. 142
100
Figura 16
Los objetivos del Plan Alameda fueron los siguientes: frenar el deterioro de las
trece manzanas de la zona sur de la Alameda, reactivar las actividades comerciales,
restituir la zona hotelera y mejorar las condiciones de vida de los habitantes.
Entre los proyectos específicos del Plan Alameda se contemplaba demoler gran
parte de las trece manzanas para construir, en el predio donde estuvo el Hotel del Prado
(Avenida Juárez, Azueta, Revillagigedo e Independencia), un edificio de 21 pisos que
alojaría oficinas y locales comerciales. Para las manzanas que se encuentran entre
Independencia y Artículo 123 se bosquejaron acciones de menor escala en razón de la
101
alta densidad de población y comercios. Se pensó en la remodelación y rescate de
inmuebles con valor patrimonial y el mejoramiento de sitios tradicionales como es el
caso del Barrio Chino y la Plaza de San Juan; aunque ésta no constara dentro del
perímetro planteado se pensaba como un proyecto especial.
En el diagnóstico del Plan Alameda se señala que, de las trece manzanas que
forman el proyecto, el 50 % eran lotes baldíos y/o en proceso de demolición,
abandonados o con construcciones efímeras. Paradójicamente, el documento indicaba
que la zona era una de las mejor equipadas en infraestructura en el rubro de servicios
públicos, pero debido al despoblamiento estaba subutilizada, generando un grave
deterioro y un escaso dinamismo económico. Hay que señalar que contradictoriamente a
lo indicado, la zona sur de la Alameda históricamente se ha caracterizado por una
tradición comercial, sobre todo en las calles giro,170 así como por el Mercado de San
Juan, el nuevo Mercado Artesanal de San Juan y el Mercado Palacio de las Flores.
Yo logro traer a Paul Reichmann […] que tiene dos experiencias de rescate,
una en el propio Toronto y otra muy importante en los muelles viejos de
Londres, Canary Wharf que en una primera etapa fracasa financieramente.
170
Las calles giro son las calles al sur de la Alameda que comercializan productos especializados y que
conforman economías de aglomeración. Por ejemplo, en Artículo 123 se comercializan productos
electrodomésticos; en Ayuntamiento se vende lo relacionado a la ferretería; y en Victoria es común el
comercio de artículos de iluminación.
171
Robert, “Retorno”, 2005
172
Rivera, “Sigue”, 1995. p. 62
102
[a Reichmann] Se le acaba su fortuna, pierde diez mil millones de dólares.
(Él)Venia precisamente de ese fracaso y estaba tratando de resurgir como
desarrollador inmobiliario, traía de respaldo a George Soros […] yo me
entrevistó con ellos y los logro entusiasmar en el Proyecto Alameda,
hablándoles de la importancia que de hecho tiene para el Centro Histórico,
por ser uno de los centros históricos más importantes de toda América Latina
[…] Les interesa mucho y le entran […] Empiezan a financiar, me financian
la maqueta entre otras cosas […] le pagan a unos arquitectos neoyorquinos
[…] sindicalizan a varios arquitectos, también ligados con Ricardo Legorrreta
y disponen el dinero para que se empiece a hacer la compra de terrenos.173
173
Ricardo Villalpando, “entrevista citada”
174
Leal, “Barrio ”,1996 , p. 63
103
Alameda sería el pivote que impulsaría el desarrollo económico del centro de la ciudad.
Hay que destacar que ésta no es una idea nueva, en el capítulo 2 se expuso cómo la
Alameda, a lo largo de la historia, fue considerada como el detonante del crecimiento
urbano de la ciudad de las clases adineradas.
3.3 El otro Plan Alameda: “este es nuestro barrio. Aquí vivimos y aquí nos
vamos a quedar”175
Debido al hermetismo con que se manejó el Plan Alameda se generaron rumores en los
que se señalaba que habría movilizaciones masivas de los habitantes de la zona. Ante
dichas versiones se comenzó a gestar un movimiento social impulsado por los
comerciantes y los vecinos del barrio de la Alameda. En líneas generales, ellos
demandaban contar con información precisa y detallada sobre el proyecto y sus posibles
implicaciones.
175
Declaración de Carlos Cabagné, líder de la ARCTZA. Leal, “Barrio”, 1996, p. 61
176
Ibíd.
177
Ibíd. p. 60
104
trabajos de mejoramiento urbano en la zona sur de la Alameda.178 En éste, las
autoridades y la sociedad civil se comprometen a trabajar en conjunto para revitalizar la
zona. Además, el gobierno local concede evitar desalojos, aunque ante el hipotético
caso de que el Plan Alameda requiriera incorporar algún inmueble habitado, se
procedería a desalojarlo y se ofrecería a sus habitantes reubicarlos a través de
mecanismos de vivienda de interés social. Asimismo, se planteó la necesidad de
fusionar las propuestas de vivienda social y los grandes proyectos inmobiliarios en el
Plan Alameda, que no tenían porque ser excluyentes. Para las autoridades, los más
beneficiados de la regeneración serían los propios habitantes, puesto que ellos tendrían
mayores oportunidades de desarrollo económico.
178
Villalpando, “Proyecto”, 1993
105
Figura 17
El periodo que va desde 1992 hasta 1994 fue básicamente de diseño del Plan
Alameda. Sin embargo, en términos concretos sólo se logró la regeneración del Barrio
Chino y la Plaza de San Juan. Mercado comenta que es hasta finales de 1994 que fue
integrada al Plan Alameda la información que desde 1992 se venía trabajando en la zona
de la Alameda.179 La conclusión del Plan Alameda consideró viable el sitio de estudio
para repoblarlo y revitalizarlo en términos sociales y económicos, debido a que la zona
puede albergar al menos entre 750 000 y 1 000 000 de metros cuadrados de nuevas
construcciones. Mientras que una tercera parte de los otros 2 000 000 de metros
179
Mercado, “Proyecto”, 1995, p. 5
106
cuadrados que conforman el proyecto son susceptibles de ser reciclados, aunque no
indica en qué consiste el reciclamiento urbano.
180
Las ZEDEC o Zonas Especiales de Desarrollo Controlado fueron creadas entre 1988 y 1994, durante
el gobierno de Camacho Solís, con el objetivo de dar solución a los problemas de planeación y desarrollo
urbano de la ciudad de México. Mercado, “Programas”, 2002
181
Mercado, “Proyecto”, 1995, p. 6
107
financiera global que golpeó fuertemente a México. En tanto, resultaba necesario crear
un Plan Maestro para el área de estudio, ya que era un requisito previo para inscribirlo
en el Plan de Desarrollo Urbano del Distrito Federal.
Otro elemento que incidió en que el Plan Alameda se estancara radicó en que
por las mismas fechas se promovían los otros grandes proyectos urbanos en el Distrito
Federal y el de la zona de la Alameda fue perdiendo relevancia, sobre todo respecto a
Polanco y Santa Fe. En este tenor, Ricardo Villalpando comenta:
182
Ricardo Villalpando, “entrevista citada”
183
Monge, “Incorporan”, 1995, p. 71.
108
específicamente se aplicaría el término de actividad permitida y prohibida. También se
aprobó la aplicación del Sistema de Transferencia de Potencialidad.184 Asimismo, ya no
se contemplaba promover el desarrollo de vivienda de interés social y, contrariamente a
lo acordado con los habitantes, los esfuerzos se enfocaban en la construcción de
vivienda de tipo medio y residencial.185
184
El Sistema de Transferencia de Potencialidad lleva recursos financieros a la regeneración del Centro
Histórico; el sistema funciona cobrando impuestos a particulares que rebasan la altura permitida de
edificios construidos en ciertas delegaciones.
185
Reforma, 21 de enero de 1995
186
Rivera, “Sigue”, 1995, p. 64-64
109
Figura 18
Maqueta del Proyecto Alameda
Fuente: Exposición Legorreta. Poeta mexicano de muros y color. Antiguo Colegio de San
Ildefonso. Noviembre, 2005.
Fotografía: Adrián Hernández Cordero
Figura 19
Dibujo del Proyecto Alameda
110
Gobierno Federal participaron el Instituto Nacional de Antropología e Historia y la
Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. En cuanto a la iniciativa privada se
contó con la exposición del principal promotor de bienes raíces que pretendía invertir
en la zona, Reichman; también tuvo representación la Cámara Nacional de Comercio
de la ciudad de México. Pugnando por los vecinos de la zona colaboró la ARCTZA.
También se invitó a dos entidades académicas, la Universidad de Washington y la
Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco. Las conclusiones del seminario
fueron muy parecidas a las que presentaron los habitantes cuando conocieron el Plan
Alameda: garantizar la permanencia de los residentes y trabajadores de la zona, la
ampliación del proyecto de regeneración y reactivación de las 64 manzanas.
3.5 Las primeras piedras del Plan Alameda: la asimilación de los habitantes
disidentes
En el año de 1997 se presentó un hecho decisivo para la vida política del Distrito
Federal, ya que fue la primera ocasión que se votó al Jefe de Gobierno y se derogó la
figura del Regente del Departamento del Distrito Federal, que hasta entonces era
187
Mercado, “Proyecto”, 1995, p. 8
111
designado de manera autocrática por el Presidente de la Republica. El ganador de las
elecciones fue una figura emblemática de la izquierda, Cuauhtémoc Cárdenas.
Cárdenas, con una propuesta progresista, intentó sentar las bases de una ciudad
incluyente o, como decía su eslogan, una Cuidad para todos,188 que reivindicaba a los
grupos marginales olvidados por mucho tiempo en la capital.
188
Cárdenas, Ciudad, 1997.
189
GDF, Ombligo,1999, p .202
112
Cárdenas determinó que era imposible financiar esa inversión, pues en
1997 se le retiró al Gobierno del DF la posibilidad de contratar deuda en
moneda extranjera […] La opción fue sustituir la compra de ese 40 por
ciento de la obra terminada por incentivos fiscales, como el predial y
bursatilizar el uso del suelo, pero Reichmann no quiso seguir, su negocio se
cayó y por lo que el costo de su inversión ya no estaba garantizada.190
190
González, José, “En cámara lenta”, La Jornada, 19 de septiembre de 2005.
191
Monge, “Programa”, 1998, p. 54
192
Mercado, “Economía”, 2008, p. 8
113
Figura 20
114
mientras que las instalaciones de la XEW y XEQ, emplazadas en la calle de
Independencia, se habilitarían como el Museo de Comunicaciones Eléctricas.
Los cimientos del Plan Alameda comenzaron a ser factibles sin una oposición
vecinal importante como había ocurrido anteriormente, en que los vecinos habían
detenido y replanteado los objetivos del proyecto. Ello fue posible porque las
organizaciones sociales, sobre todo sus líderes, se vieron debilitadas a causa de la
asimilación y clientelismo político de los habitantes con las nuevas fuerzas políticas
gobernantes de la ciudad, específicamente del PRD.
En este tenor, el GDF, en enero de 2000, realizó una consulta pública del Plan
Alameda en la zona de referencia. La intención de las autoridades era conformar una
estrategia de rescate integral del área. No obstante, aquí se considera que el fin era dar
legitimidad al Programa Parcial Centro-Alameda, que sería aprobado meses después. El
aspecto más relevante que fue rechazado por los habitantes en la consulta pública fue la
instalación de parquímetros en el área.
En el año de 1999 se modificó la Ley de Desarrollo Urbano del Distrito Federal que
tuvo profundas implicaciones para la zona de la Alameda.193 Las reformas señaladas
establecieron el Programa General para el Distrito Federal, los Planes Delegacionales y
Planes Parciales; estos últimos se ocupan de la planeación del desarrollo urbano y el
ordenamiento territorial de áreas específicas. En este sentido, se constituyó y afianzó el
Programa de Desarrollo Urbano del Centro Histórico, que tuvo como finalidad
193
Mercado, “Programas”, 2002
115
regenerar dicho espacio. Los objetivos específicos que persigue este proyecto radicaron
en recuperar el Centro Histórico y recentralizarlo, la conservación del patrimonio
histórico como catalizador del turismo y de actividades culturales, el reforzamiento de
la imagen simbólica de este espacio como corazón de identidad nacional, la promoción
del poblamiento con estratos medios y altos, así como la promoción de actividades
económicas, financieras y turísticas.
116
Figura 21
Planes Parciales de Desarrollo Urbano
del Centro Histórico de la Ciudad de México
En el año 2000 se eligió como Jefe de Gobierno del Distrito Federal a Andrés
Manuel López Obrador. Lo relevante de este asunto es que la capital del país siguió
siendo gobernada por el PRD con un proyecto más o menos de izquierda. López
instituyó las líneas generales de gobierno a seguir durante su gestión, entre las cuales se
encontraba fundar un nuevo orden urbano. En este tenor, se revisó el Programa General
de Desarrollo Urbano promulgado en 1996, con la intención de crear un nuevo plan
congruente con las necesidades contemporáneas de la capital.
117
[…] Además les asignó recursos, que eso no había hecho ningún
gobernante.194
Con la emisión del Bando 2 el Proyecto Alameda volvió a tener vigencia durante
el mandato de López Obrador, debido a que seguía vigente el interés de repoblar el
Centro Histórico y la Ciudad Central y, paralelamente, gentrificar la zona de la
Alameda.
194
Entrevista a la Lic. María Teresa Atrián, realizada por Adrián Hernández, Distrito Federal, México,
24 de Febrero de 2009.
195
Los bandos son disposiciones administrativas de policía y buen gobierno estipuladas en el artículo 15
constitucional. En el cual los ayuntamientos están facultados para atender las necesidades de los
habitantes en materia, de educación, salud, asistencia social y otras. Según Tamayo y colegas, el Jefe de
Gobierno no está facultado para emitir bandos, pero sí acuerdos administrativos y circulares cuyos
objetivos sean informativos y cubran un vacío legal. Tamayo et al. “Debate”, 2007, p. 86
196
Monge, “Plan”, 2001
118
Reichmann con la nueva administración del GDF. En el mes de octubre de 2001, la
empresa inició las demoliciones en la zona, pero desde un mes anterior, López Obrador
amenazaba con expropiar los predios de Reichmann porque demoró en comenzar el
proyecto. A esto se aunaron una serie de dificultades técnicas, principalmente lo
referente a la desocupación de los inmuebles y a problemas con los avalúos; ello generó
la suspensión del proyecto. En este contexto, ocurrió una intensa negociación entre la
empresa canadiense y el Jefe de Gobierno, quien ordenó reiniciar las acciones del plan,
específicamente la demolición y la adquisición de siete predios más por Reichmann. Se
estimaba demoler en total 25 000 metros cuadrados de edificaciones, sin embargo, el
gobierno del DF instruyó una nueva estrategia que consistía en adquirir los predios
propiedad de Reichmann en el estado en que se encontraran.
Cabe recordar que para las mismas fechas Reichmann desarrollaba la Torre
Mayor, que se localiza en el Paseo de la Reforma y es el edificio más alto de
Latinoamérica con 55 pisos (225 metros). López Obrador pensaba que la empresa
canadiense desdeñaba el proyecto de la Alameda. En el caso que Reichmann hubiera
continuado su proyecto original, necesitaba entre tres o cuatro años más para concluirlo,
mientras que la plaza Juárez se realizaría con mayor prontitud. Permítase hacer una
conjetura, probablemente el Jefe de Gobierno estaba pensando en concretizar lo más
rápido posible ese proyecto, así como la construcción de obras públicas de gran tamaño
en la ciudad, con miras a la fabricación de su candidatura presidencial.
En el año 2002, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal llegó a un acuerdo con
la empresa Reichmann para comprarle, por la cantidad de 70 000 000 de pesos, los siete
predios que eran de su propiedad y que tienen una extensión de 8 000 metros cuadrados;
los lotes se ubican en la manzana circunscrita por Juárez-Marroquí-Independencia-
Revillagigedo. De esta manera, cambió la tenencia del suelo del Proyecto Alameda,
puesto que durante el periodo que va de 1991 a 1994 el régimen gubernamental de la
ciudad de México gestionó y apoyó la compra de esos predios por la entidad
canadiense.
119
se edificaría la plaza cívica Juárez. Según versiones periodísticas,197 Reichmann
recibiría a cambio el dinero y facilidades para encontrar otro sitio en la ciudad de
México, con el designio de desarrollar un complejo de oficinas y espacios comerciales,
parecido al que inicialmente se concibió en el perímetro de la Alameda Central.
Para concluir esta primer sección del capítulo se presenta la siguiente tabla, en
la cual se sintetizan las diversas versiones del Plan Alameda.
197
Ella Grajeda, “Compra el DF predios para rescatar Alameda”, El Universal, 5 de junio de 2002
198
Ella Grajeda, “Presentan proyecto de Alameda Central”, El Universal, 27 de agosto de 2002
199
Paredes, Antonio “Regeneración”, 2008, p. 56
120
Tabla 3
Versiones del Plan Alameda
Plan Programa
Versión Plan Alameda ZEDEC
Plan Alameda Maestro Parcial Centro-
Características alternativo Alameda
Alameda Alameda
Año 1991 1992 1995 1996 2001
Alcance 13 manzanas 64 manzanas 64 manzanas 72 manzanas 72 manzanas
121
insertos en la estructura institucional del partido en el poder. Asimismo, se extendió el
proyecto hasta 72 manzanas y se dio un cambio en la promoción del proyecto, puesto
que el GDF pasó a tener un mayor control de la situación.
El PPDUCA culmina con la fase del diseño del Proyecto Alameda que tuvo infinidad
de obstáculos para ser aprobado oficialmente. Además con él estuvieron conformes la
mayoría de actores involucrados en el proceso de planeación de la zona de la Alameda.
El programa contó con un arduo trabajo de diseño, debido a que fueron enmendando los
errores de planeación e implementación de las versiones anteriores del Proyecto
Alameda. El PPDUCA logró reunir las voluntades del régimen gubernamental, de los
inversores privados y de los residentes de la zona.
122
partir de la segunda década del siglo pasado que la ciudad de México se expandió
rápidamente, generando el reacomodó de las actividades del Centro Histórico y de la
Ciudad Central. En este sentido, conforme se fueron urbanizando territorios periféricos
de la ciudad, la zona de la Alameda perdió atributos urbanos con respecto a la ciudad.
En 1900, el espacio de estudio ocupó el 4 % de la superficie urbana del DF; para el año
2000 la cifra se había reducido al 0.01 %.200 Las problemáticas coyunturales resultaron
de las consecuencias de los sismos de 1985 que afectaron mayúsculamente a la zona de
la Alameda.
200
GDF, Programa, 2000, p. 25
201
Ibíd. p. 5
202
Ibíd. p. 14
203
Ibíd. p.27
123
encontraban en estado de alquiler, y la mayoría de renta congelada. El Decreto de 1992
que terminó con el régimen de congelamiento se tradujo en abusos de los caseros hacia
los inquilinos. En este marco de arbitrariedad, se dieron aumentos desmedidos en las
rentas y quienes no los aceptaban fueron amenazados con ser desalojados y en algunos
casos ocurrieron expulsiones forzadas. Por tal motivo, los habitantes demandaron la
negociación temporal de los juicios inquilinarios.
204
Ibíd. p.23, 81
205
Ibíd. p. 7
124
se aprovechan por debajo de su capacidad, con una relación costo-beneficio alta que
favorece el quebranto de las áreas centrales.206 El PPDUCA señaló que los terrenos
baldíos ubicados en el perímetro de la Alameda le restaban eficiencia y la exponían al
deterioro físico y social, así como a invasiones. Todos los componentes de la estructura
urbana (vialidad, áreas verdes, áreas edificadas) presentaban grados de subocupación
que van desde el abandono parcial (horas o días) hasta el abandono total. En cuanto a la
edificación, se calculó que un tercio de los lotes son predios baldíos o subutilizados en
estacionamientos, bodegas, o sus usos son incompatibles. Sus construcciones
generalmente se erigían de manera provisional y eran de mala calidad; incluso existían
inmuebles abandonados.207
206
Coulomb, “Introducción”, 2006, p. 43
207
GDF, Programa, 2000,.p. 38
208
Ibíd. p. 38
125
Figura 22
Una consecuencia directa del temor que tenían los dueños de que su posesión
fuera invadida ocasionó que ellos reutilizaran sus inmuebles en estacionamientos o
209
Ibíd. p. 85
126
bodegas, ignorando en algunos casos el valor histórico de algunos inmuebles. La
intención de los propietarios era proteger su patrimonio para que no fuera acometido por
los invasores.
210
Entrevista al Lic. Alfredo Gutiérrez Kirchner, realizada por Adrián Hernández Cordero, México, DF,
respondió por escrito el 9 de Junio de 2009.
127
3.7.2 ¿Qué propuso el PPDUCA?
211
GDF, Programa, 2000, p. 85
128
reciclar. Es pertinente señalar que, para el PPDUCA, el reciclaje urbano no sólo
significaba volver a usar el parque inmobiliario con fines inmediatos, ni reconstruir
únicamente la imagen urbana, sino que es la intervención que somete a la estructura
urbana a un nuevo ciclo para recuperar los atributos de una zona de la ciudad.212
212
Ibíd.
213
La AGEB es definida por el INEGI como un área geográfica conjunto de manzanas, generalmente de 1
a 50.
129
Figura 24
Fuente: INEGI
Elaboró: Adrián Hernández Cordero
214
Ibíd. p. 86
130
cifra de recursos que se estimaba invertir en el programa y resulta aún más complejo
porque el Fideicomiso Alameda desapareció en el año 2000 y no se conoce la
existencia de algún archivo público de los documentos de éste.
215
Ibíd. p. 87
131
de Gobierno, no obstante, se creó un Comité Técnico integrado por representantes del
GDF y de la iniciativa privada. En el año 2001 se fundó el Consejo Consultivo del
Centro Histórico, lo que evidentemente no se contempla en el PPDUCA. El presidente
del consejo es Carlos Slim y reúne a los líderes de la iglesia católica y ortodoxa, un
cronista, así como tres periodistas. Los funcionarios incluidos son el titular de la
Secretaria de Turismo, de Desarrollo Urbano, de Desarrollo Económico y el Instituto de
Cultura del DF.
El PPDUCA fue relevante para la agenda del GDF porque la zona de la Alameda
se encontraba deteriorada y ésta era considerada un sitio con valor estratégico que debía
ser regenerada por su potencial económico y cultural. Igualmente, la Alameda y su
perímetro son considerados el pivote de la renovación del Centro Histórico porque se
concibe como la puerta del Centro Histórico.
3.8 Conclusiones
216
González, “Cámara”, 2005, p. 1.
132
No fue hasta la administraron de López Obrador que se concretó el PPDUCA en
el marco de la promulgación del Bando 2. Asimismo fue posible operar la renovación
gracias a la alianza entre el sector público y privado. El Jefe de Gobierno no fue el
artífice de la obra sino que recogió lo sembrado por anteriores administraciones, desde
la época de Camacho Solís hasta la aprobación del PPDUCA durante el régimen de
Cuauhtémoc Cárdenas. El Plan Alameda camachista se caracterizó por contar con una
visión economicista y excluyente, pero el PPDUCA se transformó en un plan
participativo y con un rostro social, al menos en el papel.
133
Capítulo 4. Evaluación de la renovación urbana en la zona de la Alameda
¿Existe gentrificación?
134
Se concluye con la presentación de los imaginarios urbanos que están detrás del
PPDUCA.
217
Cabrera, “México”, 1994
218
GDF, Programa, 2000, p.15
135
expulsó 257 600 habitantes (64.6 % de su población en 1950); y de la zona Alameda
salieron 13 100 habitantes (53.6 % de la población que radicaba allí en 1950).
Las últimas tres décadas del siglo XX, figura como el periodo donde la
disminución de la población de la zona fue mayor. El PPDUCA indica que la Alameda
y su perímetro en 1970 contaba con 21 411 habitantes y en el año 2000 se registraron 11
300, por lo que experimentó una perdida en términos netos de 10 111 habitantes. En
otras palabras, dicho sitio perdió el 47 % de su población. Debe señalarse que la zona
de la Alameda no es un caso excepcional, ya que a la unidad administrativa a la que
pertenece, la Delegación Cuauhtémoc, también resintió un alto grado de despoblamiento
de alrededor del 47 % de su población.219 Las principales variables que explican tal
panorama son dos, la disminución del crecimiento natural de la población y los
movimientos migratorios de esta parte de la ciudad hacia zonas periféricas, o hacia otros
estados de la república, sobre todo a partir de los sismos de 1985.
Figura 25
Población en la zona en la zona de la Alameda, 1970-2000
Tasa de
Población crecimiento
anual
AGEB Clave 1970 1990 1995 2000 1970-2000
Ex Colonia
073-3 963 447 375 362 -3.2
Francesa
Calles Giro 074-8 7,172 3,894 3,567 3,412 -2.4
Ciudadela 086-0 4,125 1,953 1,839 1,650 -3.0
San Juan 087-5 9,151 6,838 6,340 5,876 -1.5
Zona de la
21,411 13,132 12,121 11,300 -2.2
Alameda
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1990 y 2000. Conteos Nacionales
de Población y Vivienda, 1995, 2005. PPDUCA, 2000.
Elaboró: Adrián Hernández Cordero
219
Ibíd. p. 16
220
Ibíd. p. 18
136
El PPDUCA221 planteó una proyección demográfica en la cual se bosqueja
dirigir el repoblamiento de la zona de estudio. La estrategia fija una etapa de mediano
plazo (10 años)222 para que dicho espacio albergue 16 058 habitantes. Asimismo, se
pensó en dirigir el poblamiento hacia el barrio de San Juan y la Colonia Francesa con
vivienda de interés social y vivienda media.
Figura 26
Población en la Zona de la Alameda y proyecciones de repoblamiento,
2000 y 2005
Población Población
censada proyectada
Tasa de Tasa de
crecimiento crecimiento
AGEB Clave 2000 2005 anual 2005 anual
Ex Colonia
Francesa 073-3 362 286 -4.11 542 6.98
Calles Giro 074-8 3,412 2,904 -2.82 4,399 4.43
Ciudadela 086-0 1,650 1,817 1.69 2,374 6.30
San Juan 087-5 5,876 7,661 4.62 6,373 1.42
Zona de la
Alameda 11,300 12,668 2.00 13,688 3.35
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1990 y 2000. Conteos
Nacionales de Población y Vivienda, 1995, 2005. PPDUCA, 2000.
Elaboró: Adrián Hernández Cordero
221
Ibíd. p. 83
222
Los periodos del cumplimiento de las fases de planeación son confusos; en la estrategia demográfica
se considera que 10 años son un largo plazo, mientras aquí se considera como mediano plazo.
137
Como se aprecia en la tabla, el II Conteo de Población y Vivienda de 2005
indica que en la zona de la Alameda habitaban 12 668 habitantes, es decir, 1 388
habitantes más que en el año 2000. Dicha cifra en términos absolutos es muestra
fidedigna de que se ha revertido la tendencia de despoblamiento de la zona, aunque
sólo se consiguieron 2/3 de la tasa de repoblamiento proyectada por el PPDUCA para
ese mismo año.
En la escala barrial, dos AGEB tuvieron crecimiento, mientras que el otro par se
mantuvo con merma de población. La antigua Colonia Francesa perdió 76 habitantes,
por su parte la AGEB Calles Giro expulsó 508 habitantes. Por otro lado, la Ciudadela y
San Juan, ganaron 167 y 1803 respectivamente. La merma de población en las Calles
Giro y en la Ex Colonia Francesa se debe a que siguen proliferando los comercios
especializados en electrodomésticos y material eléctrico, así como bodegas de estos
productos, desplazando la vocación habitacional de los edificios en los que se ubican
porque el alquiler de departamentos, edificios y almacenes es más rentable
económicamente.
138
Por lo anterior, el objetivo del PPDUCA en cuanto a repoblar la zona se
cumplió, aunque parcialmente. Por lo tanto, se sostiene que sí hay gentrificación, debido
a que se infiere que los nuevos residentes es población de medio y altos ingresos (ver
capítulo 1), ellos son los únicos que pueden acceder a los altos precio de las viviendas
de la zona sur de la Alameda; aunque hace falta un análisis cualitativo para darle mayor
sustento a dicha afirmación. En términos generales no se consumaron las metas a corto
plazo ni tampoco se llevo a buen término el repoblamiento por barrio, excepto por San
Juan que superó el escenario demográfico planteado.
223
Ibíd. p. 55
224
Ibíd. p. 54
139
Tomando como referencia el año de 1970, el cual se marca como el punto de
partida del deterioro del Centro Histórico, comparándolo con el año 2000, la zona de la
Alameda perdió el 27% (1 042) viviendas, al pasar de 3 823 a 2 781 viviendas
existentes, como se puede apreciar en la tabla Vivienda en la zona de la Alameda, 1970-
2000 (Figura 27). A escala barrial, el comportamiento es el siguiente, la ExColonia
Francesa pierde 33 % (45) de su vivienda; las Calles Giro ven esfumarse el 22 % (278)
de su parque habitacional; en la Ciudadela desaparecen 15 % (83) de las viviendas; y
San Juan perdió 10 % (201) de las vivienda. Las razones por las cuales disminuyó la
vivienda en todos los barrios, con la salvedad de San Juan, se deben al despoblamiento
y sus efectos, como es el cambio de los usos del suelo.
Figura 27
Vivienda en la zona de la Alameda, 1970-2000
Viviendas
%
AGEB Clave 1970 1990 1995 2000 viviendas
perdidas
Ex Colonia
073-3 133 116 102 88 33
Francesa
Calles Giro 074-8 1,225 1,209 1,104 947 22
Ciudadela 086-0 523 389 474 440 15
San Juan 087-5 1,942 1,552 1,780 1,741 10
Zona de la
3,823 3,266 3,460 3,216 27
Alameda
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1990 y 2000. Conteos
Nacionales de Población y Vivienda, 1995, 2005. PPDUCA, 2000.
Elaboró: Adrián Hernández Cordero
140
Según el PPDUCA,225 las características de la vivienda son peores en la
ExColonia Francesa y el Barrio Chino, regulares en la Ciudadela y mejores en el barrio
de San Juan. Por lo tanto, las condiciones de vivienda sobresalientes se localizan al sur
de la zona. Se destaca que el caso de San Juan es particular, porque, a pesar de
posicionarse como la mejor zona de vivienda, los precios son bajos a causa de la
externalidades, es decir, las situaciones que afectan negativamente la residencia de
habitantes, concretamente la venta de pollo al mayoreo y la inseguridad.
En términos absolutos, los datos expuestos por el Conteo de 2005 indican que
en la zona de la Alameda Central existe un crecimiento de la vivienda, ya que se
registraron 753 nuevas viviendas (23%). Al interior de la zona de estudio, en la Colonia
Francesa aumentaron 10 viviendas (11 %) y una decena en las Calles Giro (1 %). En
tanto, en la Ciudadela se reconocieron 96 nuevas viviendas (21%). En el barrio de San
Juan se obtuvo el mayor crecimiento, puesto que en el mencionado periodo se censaron
en 637 (36 %) nuevas viviendas. El veloz aumento de viviendas en San Juan se explica
por varios factores, la disminución del hacinamiento que genera una densidad de
población baja. Igualmente influyó el cambio de uso de suelo, las bodegas se
convirtieron de nueva cuenta en hogares. Sin embargo, para determinar con exactitud
tales circunstancias es necesario no sólo recurrir a datos estadísticos sino también
realizar un examen cualitativo, que no fue posible desarrollar en este trabajo por
cuestiones de tiempo.
Para comparar los resultados con lo planeado se debe hacer patente que el
PPDUCA contemplaba que a corto plazo (3 años) se realizarían 1 494 acciones de
vivienda. A su vez, para el mediano plazo (5 años), se estimaba generar 3 000 acciones
de vivienda, 1 800 nuevas y 1 200 recicladas. Incluso se argumentaba que sí el plan
tenía éxito la cifra podría elevarse a 3, 500 acciones de vivienda; y la oferta se
diversificaría hacia mercados habitacionales para sectores económicos medios y altos. A
largo plazo (10 años) se precisaba construir 4,500 viviendas. Entonces se planteó una
producción sostenida de 210 viviendas por año.226Los datos se resumen en la tabla
Viviendas de la zona de la Alameda y proyecciones de producción de vivienda, 2000 y
2005 (Figura 28).
225
Ibíd. p.55
226
Ibíd.96
141
Figura 28
Viviendas de la zona de la Alameda y proyecciones de
producción de vivienda, 2000 y 2005
Viviendas censadas Viviendas proyectadas
% de % de
AGEB Clave 2000 2005 2005
crecimiento crecimiento
Ex Colonia
073-3 88 98 11 188 53
Francesa
Calles Giro 074-8 947 957 1 1,160 18
Ciudadela 086-0 440 536 21 626 30
San Juan 087-5 1,741 2,378 36 1,881 8
Zona de la
3,216 3,969 23 3,855 17
Alameda
Fuente: Censos Nacionales de Población y Vivienda, 1990 y 2000. Conteos
Nacionales de Población y Vivienda, 1995, 2005. PPDUCA, 2000.
Elaboró: Adrián Hernández Cordero
227
La proyección de población del PPDUCA al año 2010 es la siguiente Ex Colonia Francesa 288
habitantes, Calles Giro 1 373 habitantes, Ciudadela 812 habitantes, San Juan 2 2021 habitantes. En total
suman 4 494 nuevos moradores para la zona sur de la Alameda.
228
Ibíd. 95
142
Alameda tiene capacidad para albergar 640 departamentos y de estilo de arquitectura
posmoderno,229 como se aprecia en el Dibujo del Proyecto Puerta Alameda (Figura 29).
Figura 29
Dibujo del Proyecto Puerta Alameda
Puerta Alameda se concibió como una burbuja urbana que cuenta con todas las
comodidades para no salir de ella. Así promocionan el conjunto habitacional:
229
El posmodernismo en la arquitectura es una tendencia que tiene sus inicios a partir del año 1970, con la
finalidad de ser una respuesta a las objeciones que trajo consigo el modernismo. Se caracteriza por ser
ecléctica, ya que toma prestados elementos de diferentes épocas. También. busca la yuxtaposición y el
abigarramiento. Predomina el uso del vidrio.
230
Notimex, “Cumplirá la Alameda Central 413 años”, El Universal, 10 de enero de 2005
231
Martínez, “Puerta”, 2006.
143
México de un tamaño relativamente pequeño dirigidas a las clases medias y altas,
imitando el estilo de vida de algunos sectores de las ciudades de París o Nueva York.
232
Entrevista a la Mtra. Edna Vega. Ex. Directora del INVI, realizada por Adrián Hernández Cordero,
México, D.F., 15 de Mayo de 2009.
144
productivas y de servicios, así como crear ramas económicas globales e innovación
tecnológica.
233
Lic. María Teresa Atrián “entrevista citada”
234
Monge, “Apropiación”, 2003, p. 8.
145
En este contexto, las inversiones privadas en el Centro Histórico han aumentado
en los últimos años. Hasta el año 2005, según la Secretaria de Desarrollo Económico del
Distrito Federal,235 el monto de inversiones fue de 5 570 695 052 pesos, distribuidos
en 138 acciones en las que se abarcaron 794 544 metros cuadrados y se produjeron 39
936 empleos.236 La cifra desagregada es la siguiente, en el Perímetro A se promovieron
112 proyectos de inversión en materia de remodelación y obra nueva, se captaron un
total de 1 672 922 625 pesos; el área construida fue de 402 710 metros cuadrados y se
generaron 11 994 empleos. A su vez, en el perímetro B se ejecutaron 26 proyectos de
inversión, en los cuales se gastaron 3 897 772 427 pesos y se edificaron 346 834 metros
de construcción; asimismo se crearon 27 942 empleos. Los números indican que
existen más inversiones en el perímetro B, aunque con un alcance menor de metros
cuadrados edificados con respecto al Perímetro A, esto explica por qué el perímetro B
cuenta con la mayor superficie, ocupa alrededor del 70 % de la delimitación jurídica-
administrativa del Centro Histórico.
235
Paredes, “Regeneración”, 2008, p. 66
236
Se intentaron conseguir los datos de las inversiones realizadas en la zona del PPDUCA,
correspondientes del año 2005 a la fecha a través de INFOMEX, sin embargo la SEDECO argumento no
contar con la información solicitada. Por motivos de tiempo se decidió no impugnar tal respuesta.
237
Existe una discrepancia en las cifras entre la SEDECO y la base de datos consultada, en cuanto al
monto del total de las inversiones realizada en la zona de la Alameda.
238
Herzog, “Globalización”, 2004.
146
Corte de Justicia de la Nación en la calle de Bucareli; y la renovación de edificios de la
entidad china Xian Tian, en la calle de Humboldt.
239
La familia Guindi pertenecen al clan sefardita y mantiene estrecha relación con el polémico
empresario de origen libanés Kamel Nacif. Jalife,”Globalización”, 1993
240
Mtro. Ricardo Villalpando “entrevista citada”.
147
El Hotel Sheraton se inauguró pomposamente en el año 2003 por Vicente Fox y
Andrés Manuel López. El hotel fue erigido por la Inmobiliaria Interpress y se
construyeron 70 000 metros cuadrados. El Hotel es de categoría gran turismo y se
compone de 457 habitaciones distribuidas en 27 pisos, centros de negocios, centro de
convenciones y restaurantes como El Cardenal. El Hotel Sheraton ha cumplido su
objetivo de posicionarse como un sitio de reunión de empresarios y políticos, así como
captando un importante sector de turismo internacional.
241
El presupuesto del Fideicomiso era de 500 millones de peso. Se destinaron 100 millones a la seguridad
pública, así que solo quedaron 400, 000, 000 de pesos, sobre esta cifra se hizo el caculo correspondiente.
242
Amador, “Controversia”, 2002, p. 74.
148
diversos tipos de esparcimiento. La Plaza Juárez no estaba contemplada en el PPDUCA,
sino que fue una acción de política incremental del GDF para sortear problemáticas
legales y la lentitud de la construcción en la zona por parte de la empresa multinacional.
Entre las nuevas edificaciones también está el Hotel Fiesta Inn y una plaza
comercial desarrollada por Grupo Danhos. El mismo grupo inmobiliario invirtió en
edificios de departamentos en Luís Moya. El Desarrollo Puerta Alameda fue edificado
por Inmobiliaria del Parque. El grupo Ticonza remodeló la SCJN, inmueble ubicado en
Bucareli. La edificación de dos predios de giro comercial y oficinas lo efectuó la
empresa propietaria, Xian Tian, emplazados en Humboldt. Se construyó un nuevo
estacionamiento en Bucareli a cargo de Estacionamientos Metropolitanos. Asimismo, la
empresa Ourfali Jasqui erigió un conjunto de oficinas en la avenida Arcos de Belén. En
suma, las tres cuartas partes de las inversiones corresponden a recurso de capital
extranjero. El detalle de los programas de inversión se puede apreciar en la tabla
Inversiones en la zona de la Alameda, 2001-2005 (Figura 30).
Figura 30
Inversiones en la zona de la Alameda, 2001-2005
149
Fuente: Paredes, “Regeneración”, 2008.
Elaboró: Adrián Hernández Cordero
243
Paredes, “Regeneración”, 2008, p. 67.
244
Fabiola Cancino, “Remodelación en el Barrio Chino”, El Universal, 19 de enero de 2006
150
4.4 El regreso de la industria cultural a la Alameda
245
Ley, “Alternative”, 1986
246
Smith, New, 1996.
247
Gallo, “México”, 2005, p. 242
248
Francis Allÿs es un artista plástico belga que en la década de 1980 llegó a México. Ha trabajado en el
Centro Histórico y su obra destaca por ser abstracta e innovadora. El se define como artista-flâneur.
151
La Alameda aparece relativamente alejada de este complejo cultural, aunque tal
situación no impide que la industria cultural haya aparecido y desempeñe un papel
esencial en el aburguesamiento del perímetro estudiado. La Alameda pasa por un tipo
distinto de vuelta de las actividades creativas, en comparación con el Corredor Cultural,
debido a que en la zona de la Alameda se ha privilegiado la institucionalización de la
industria cultural.
La asociación del paseo de la Alameda con las expresiones artísticas viene desde
su concepción como un bello jardín y la instalación de elementos como fuentes,
esculturas, kioscos e incluso la pérgola donde se instaló la Liberia de Cristal, la cual la
imprimió una atmósfera académica y cultural a la zona. La Alameda contó con valor
agregado desde los albores del siglo XX por ser vecina del Palacio de Bellas Artes, el
símbolo contemporáneo más importante de la cultura mexicana. A partir del proceso de
deterioro de la zona y de los sismos de 1985 se difuminó el ambiente creativo en la
Alameda y su ámbito urbano.
152
diversa índole que van desde fotografías hasta las esculturas de Juan Soriano. Las obras
artísticas son mecanismos estéticos que atraen a habitantes y visitantes. Por ejemplo, en
la misma Plaza Juárez, se desató una polémica porque se quería sacar de su recinto el
mural de Diego Rivera y colocarlo en la explanada, lo cual fue criticado por amplios
sectores artísticos. Finalmente, se logró montar el mural de David Alfaro Siqueiros
titulado Velocidad, el cual fue colocado en la fachada oriente del recinto por considerar
que, entre mayores elementos plásticos, la Plaza Juárez sería más atractiva al público.
En el año 2006 se estrenó el Museo de Arte Popular (en adelante MAP) detrás
del Hotel Sheraton, en el edificio antiguo de la Estación Central de Policía y Bomberos.
Cabe señalar que el MAP tuvo una inversión de más de 100 000 000 de pesos por parte
del gobierno local y federal, así como del Fideicomiso Amigos del Museo.249 El MAP sí
estaba contemplado en los proyectos específicos del PPDUCA250 y fue la única
propuesta que se concretó del total de los seis proyectos relacionados con la cultura.
En el presente año está por estrenarse, en una parte de la misma Plaza Juárez, el
Museo Memoria y Tolerancia que busca reflexionar sobre la inclusión y la diversidad
social a través de una colección sobre múltiples genocidios. Dicho recinto fue una
iniciativa de la comunidad judía en México y es una obra independiente al PPDUCA.
249
Eduardo Salazar, “Inauguran Fox y Encinas Museo de Arte Popular”, esmas, 28 de febrero de 2006.
250
GDF, “Programa”, 2000, p. 122
251
Tomas, “Centro”,1990. p. 17
153
En la regeneración cultural de la Alameda y su ámbito urbano también se
incluyó la recuperación del pequeño Barrio Chino. Los habitantes de origen asiático que
allí residían y comerciaban se rehusaban a la renovación urbana, debido a que se
consideraban excluidos de la intervención restauradora. Sin embargo, el GDF negoció
con ellos y los convenció de los beneficios económicos que tendrían sí la calle de
Dolores adquiría una nueva fisonomía; lo cual se convirtió en apoyo unánime al
PPDUCA por parte de los residentes del barrio. Inclusive se contó con la participación
del gobierno chino, quien donó algunos elementos decorativos y ofreció su cooperación
para la realización de eventos culturales en la zona. La cultura no sólo son muros sino
también la vida cotidiana; un ejemplo son la celebraciones chinas en la zona de la
Alameda. Durante los primeros meses de cada año se festeja el Año Nuevo Chino que
es promovido por el GDF y la comunidad china; se organizan desfiles de dragones por
el Barrio Chino y la Alameda; la festividad cada vez toma mayor convocatoria puesto
que es un recurso que ha sido mercantilizado.
Finalmente un tema ligado con la vuelta a la Alameda a través del arte está
vinculado con la utilización de éste como recurso. El máximo ejemplo es la
patrimonialización de edificaciones. Según Paredes,253 en la primera versión del Plan
Alameda se planteó la destrucción de algunas manzanas completas sin tener previo
conocimiento de la situación de los inmuebles históricos. Ante esto, el INAH señaló que
el plan ignoraba la normatividad de usos, intensidad, alturas, densidades y
estacionamientos, todos ellos aspectos que impactarían negativamente a la Zona de
Monumentos Históricos. La instancia federal amenazó a las autoridades capitalinas que
de no cumplir con la legislación vigente detendrían las obras.
252
Panabière, “Reconquête» ,1990, p. 52
253
Paredes, “Regeneración”, 2008, p. 44
154
Por ello, durante el largo proceso de concreción del Proyecto Alameda se fueron
integrando los tópicos relacionados con la conservación de inmuebles históricos. Desde
1998 y 2000 la consultoría del Arq., Ángel Mercado, creada para elaborar un
diagnostico de la zona, organizó un catalogo de inmuebles con valor patrimonial, que
finalmente se integró al PPDUCA. Se generó un archivo de monumentos históricos y
artísticos con respecto a los reglamentos del INAH y el INBA; se registraron 230
inmuebles con valor patrimonial en la zona, pero sólo 15 están protegidos. La mayoría
de inmuebles remozados y catalogados se encuentran en el perímetro que conformó el
Plan Alameda (formado por Eje Central, Avenida Juárez, Balderas y Artículo 123),
como es el viejo Templo de Corpus Christi, la antigua Estación Central de Bomberos y
Policía, los ex cines Metropolitan y Orfeón. Por su parte, los inmuebles más lejanos
están en condiciones regulares o precarias, como es el caso de la casa de Ignacio
Castera, un personaje especial para la zona de la Alameda y que aprovechó su
participación en la reforma urbana de la ciudad de México para entrar al mercado
inmobiliario y construir su casa en la zona. El inmueble se encuentra deteriorado y
ocupado por un giro negro denominado El Rodeo. El PPDUCA consideraba crear un
Centro Cultural, aunque hasta el momento no se ha ejecutado.
254
Se intentó realizar una entrevista al Arq. Mercado, pero desafortunadamente no acepto concederla.
255
Mercado, “Economía”, 2008, p. 32
155
4.5 La gentrificación en la Alameda: Un fenómeno excluyente
El movimiento social en contra del Plan Alameda generó un “contra Plan” que
incluía las demandas sociales y básicamente buscaba la integración de los residentes en
el proyecto urbano. Para algunos, con una visión tecnócrata, la renovación del Centro
Histórico era fundamental y debía llevarse a cabo sobre quien fuera porque éste era un
espacio desperdiciado en términos económicos y funcionales. Mientras que otros,
pensaban que el remozamiento era necesario y debía efectuarse, pero con una visión
integral que aglutinara a todos los involucrados sin recurrir a mecanismos de
segregación socio-espacial.
156
Entrevistado: Ah sabes, También me tocó el rescate del Teatro Orfeón que es
muy interesante.256
256
Mtro. Ricardo Villalpando “entrevista citada”
257
Mtra. Edna Vega “entrevista citada”
157
que ésta fue una conquista, de algún modo, impulsada por los vecinos del perímetro de
la Alameda.
258
Lic. María Teresa Atrián “entrevista citada”. Mtra. Edna Vega “entrevista citada”, Mercado,
“Economía”, 2008.
259
Paredes, “Regeneración”, 2008, p.55
158
de convenios políticos. Así lo expuso la ex Directora General de Desarrollo Urbano de
la SEDUVI:
Los chinos vinieron a platicar con la SEDUVI. Cuando les hablamos que
teníamos mesas de concertación, por supuesto que ellos no entienden
prácticamente que es eso del ejercicio democrático, la participación
ciudadana […] ellos hacia intervenciones de expulsión de pobladores de las
zonas históricas chinas y ya tenían listo el proyecto donde los tenían que
llevar. No eran concertaciones como aquí, no eran mesas, no era, o sea, era
expulsar porque tengo que generar otro tipo de inversiones en la ciudad.260
260
Lic. María Teresa Atrián “entrevista citada”
261
GDF, “Programa”, 2000, p. 118
159
4.5.2 Tompkins Square Park y La Alameda: Un modelo de ciudad excluyente
160
albergar las prácticas de grupos populares y minoritarios.262 La Alameda cobra
relevancia como un espacio intersticial, debido a que se ubica en entre el la Plaza de la
Constitución, el máximo símbolo del Estado mexicano, y el Paseo de la Reforma que
alberga la zona financiera de la ciudad de México. La localización del paseo promueve
cierta flexibilidad en sus usos, ello le permite albergar lo que está fuera a las pautas de
lo denominado “normal”. Así, el paseo ofrece cabida a devotos de religiones
protestantes, homosexuales, travestidos, migrantes rurales e indígenas, trabajadores
sexuales, vagabundos y vendedores ambulantes.
262
Hernández, “Alameda”, 2006
263
Sánchez y López, “Visión”, 2000, p. 11
161
conmemorativa al centenario de las víctimas de la polémica redada los 41,264 que según
Monsiváis265 inaugura una etapa de la homosexualidad en México. Por lo anterior, la
Alameda se posiciona como un espacio homosexual emergente, aunque Gruzinski266 ha
presentado testimonios que señalan que la zona de la Alameda desde el siglo XVII se
caracterizó por ser un sitio de la “sociedad puta”, en donde sus fisónoma laberíntica
permitía le encuentro homosexual entre indígenas y españoles.
264
El hecho se refiere a una redada realizada en 1901, durante el mandato de Porfirio Díaz. La redada,
realizada e era contra un baile de hombres homosexuales y travestidos que se estaba realizando. El
Gobierno mexicano se esforzó en tapar el asunto, puesto que los detenidos pertenecían a las clases altas
de la sociedad porfiriana. Se extendió un rumor que indicaba que el yerno de Porfirio Díaz, Ignacio de la
Torre se encontraba allí, al cual se le permitió la fuga y el misterio constó en saber que había pasado con
el detenido número 41.
265
Monsiváis, “Redada”, 2001
266
Gruzinski, Ciudad, 2004, p. 500
162
afectivos con el paseo, puesto que en muchas ocasiones heredaron el oficio y el sitio de
venta de sus padres en el paseo.
267
Makowski, “Alameda”, 2004
163
estas personas “afeaban y desprestigiaban la imagen pública de la Plaza (Alameda y
Solidaridad) y el Centro Histórico”.268 Además, la presencia de vagabundos y niños de
la calle no era conveniente para la inauguración del Hotel Sheraton Centro Histórico, la
gran apuesta del Proyecto Alameda. Cabe decir que unos meses después de la magna
apertura del hotel la oficina de policía fue abandonada.
268
Ibíd. p. 69
269
García, “Alameda”, 2001, p. 194
164
A pesar del carácter abierto de un espacio público como la Alameda existen
actitudes homofóbicas, persecución y hostigamiento policial. Indagando con los
policías, se averiguó que la mayor queja en el paseo responde a la incomodidad de no
pocos individuos ante las actitudes de los homosexuales. Ello ha hecho que los
guardianes del orden tengan la mirada inquisidora sobre los homosexuales y travestís en
aras de proporcionar una supuesta seguridad.
Al igual que en Nueva York, en cuanto las autoridades locales expulsaron a los
indigentes y vagabundos comenzó la rehabilitación del espacio público; en la Alameda
la última intervención a gran escala fue en el año 2003. En ambas ciudades, los
gobiernos locales se ocupan de enmendar los aspectos materiales del entorno para el
regreso de los acaudalados creando una imagen favorable. Las autoridades instalaron
cámaras de video y botones de pánico en la zona de la Alameda para intentar tomar el
control de la calle.
Los hechos mencionados nos hacen pensar, al revisar la literatura sobre el tema
de gentrificación, que en la ciudad de México, concretamente en el Centro Histórico y la
zona de la Alameda se ha implantado el modelo urbano de Nueva York, abanderado por
270
Smith, “Elitización”, 2000, p. 23
165
el ex alcalde de esta ciudad, Rudolph Giuliani. Para Rascón,271 existen elementos que, si
bien han sido presentados de manera aislada, al unirse dan el concepto de ciudad que se
está imponiendo bajo el signo de la izquierda y que constituye, por así decirlo, “el
crimen perfecto, pues con la izquierda se construye el proyecto de ciudad de la
derecha”. La izquierda gobernante ha optado por mecanismos de exclusión social en
zonas estratégicas de la ciudad, ejemplos de esto son el Centro Histórico y Santa Fe.
Atrás quedó la ciudad para todos que propugnó el primer gobierno votado de la capital.
Los imaginarios urbanos son mecanismos simbólicos mediante los cuales se generan
acciones en la vida cotidiana (véase capítulo1). En el presente análisis se intenta
entresacar los imaginarios urbanos del poder que están debajo del PPDUCA y que han
sido omitidos en la mayoría de los estudios urbanos, puesto que consideran el proceso
de planeación urbana como un proceso racional. Probablemente, cuando en los estudios
urbanos se refiere a las cuestiones subjetivas en la planeación, se piensa en las
negociaciones e intereses fácticos que inciden en el éxito o fracaso de las políticas
urbanas. Los imaginarios urbanos están allí con toda su fuerza, aunque algunos los
desacrediten como herramientas explicativas.
271
Rascón, Marco, “Como en Nueva York”, La Jornada, martes 15 de abril de 2008
166
4.6.1 El rescate de la Alameda
272
Mtro. Ricardo Villalpando “entrevista citada”
167
tanto, dicha vía no podía estar en condiciones tan lamentables, debido a que en el siglo
pasado se consideró el nuevo centro de la ciudad, donde se albergaban actividades
políticas, financieras, recreativas y turísticas, que se trastocaron con las caídas del Hotel
del Prado y Regis, así como en otras oficinas públicas (ver capítulo 2).
[En el Plan Alameda] Participó Mario Pani, fue el primero que hace un
esbozo, a aquel proyecto le llamó Puerta Alameda. Muy interesante su
concepto, manejaba la idea que la Alameda era la Puerta del Centro
Histórico, por eso lo llamó Puerta Alameda.273
273
Mtro. Ricardo Villalpando “entrevista citada”
274
Notimex, “Cumplirá la Alameda Central 413 años”, El Universal, 10 de enero de 2005
275
Mercado, “Economía”, 2008, p. 33
168
porque se ubica entre el antiguo casco de la ciudad, el perímetro A y la zona financiera
del DF, representada por el emblemático paseo de la Reforma conectado con Santa Fe;
el cual representa el intento por construir una ciudad policéntrica (ver capítulo 1). Sí el
PPDUCA fracasaba estaba en riesgo el proyecto de ciudad para la megalópolis
mexicana.
La Policía Típica ataviada del traje de charro evoca aquellos días en que se
acudía al paseo a jamelgo y en carruajes. La invención de este grupo policiaco busca
retomar la idílica identidad mexicana, donde la Alameda se desempeñaba como un
nodo de las rutas cotidianas. Este imaginario está permeado por estereotipos del
276
Lic. Alfredo Gutiérrez Kirchner “entrevista citada”
169
México pintoresco, tan bien ilustrados en la literatura y la cinematografía mexicana, los
cuales fueron utilizados por el Estado mexicano para conformar sentimientos
nacionalistas y para proyectar en el extranjero una imagen bucólica e idílica del país.
277
Hiernaux, “Centros”, 2006
170
El perímetro A del Centro Histórico reúne la mayor concentración de edificios
catalogados y espacios públicos de valor patrimonial. Recuérdese que el antiguo casco
de la ciudad, por su valor patrimonial y artístico, fue declarado como Centro Histórico
en 1980 por un decreto presidencial. En 1987, la UNESCO declaró al Centro Histórico
Patrimonio de la Humanidad (ver capítulo 1). En este sentido, el perímetro A del Centro
Histórico representa la ciudad colonial que conserva su fisonomía, monumentos y traza
urbana. Este sitio, al ser el espacio donde se construyó el mito de fundación del Estado
mexicano, tiene un gran simbolismo a nivel nacional.
171
inconexos con arquitectura genérica de corte posmoderno. Este imaginario prolifera en
el Perímetro B, que tiene mayor extensión territorial, pero cuenta con menor patrimonio
histórico y artístico. Por ejemplo, en la zona de actuación del PPDUCA sólo existen 15
inmuebles históricos que están protegidos por la normatividad federal, aunque hay otros
edificios de valía que datan de épocas más recientes, sobre todo del siglo XX, y que no
han sido resguardados porque no cumplen con las especificaciones. Ello además
implicaría problemas para la ejecución del programa, debido a que amentarían las
restricciones en cuanto las nuevas construcciones.
172
imaginario posmoderno del Centro Histórico de la ciudad de México. En la zona de la
Alameda se ejecutan intervenciones de corte masivo y con un proyecto urbanístico
divergente al del primer cuadro de la ciudad. La Alameda desempeña un papel
importante porque ha sido considerada como el pivote del desarrollo de la ciudad de
histórica y la ciudad contemporánea.
278
Novo, “Año”, 1973
173
enfocado en las fachadas de ambos sectores, detrás de ellas la renovación urbana no ha
permeado con generosidad para los sectores populares que aún habitan la zona,
evidenciando que el par de imaginarios son excluyentes y segregativos; detrás de las
grandes construcciones habitan la miseria y la decadencia ocultadas por el régimen
gubernamental.
4.7 Conclusiones
Sin embargo, el proceso de gentrificación trajo consigo alto costos sociales para
los antiguos residentes de la zona de la Alameda, debido a que existe un cambio de
población. Además se implantaron modelos de vigilancia policiaca que criminalizan la
pobreza, la alteridad y el uso del espacio público. Igualmente no se respetó el carácter
participativo e incluyente del PPDUCA, que pugnaba por una regeneración integral del
espacio de estudio con un carácter social. Lo que era un triunfo de la planeación
participativa quedo supeditado a los intereses económicos y políticos de los grupos
dominantes. Por lo tanto, la evaluación realizada señala que el PPDUCA es un proyecto
rentable económica y políticamente, pero tiene profundas repercusiones de tipo social.
La zona de actuación del programa se decantó hacia un tipo de fachadismo que cubría
sobre todo la Avenida Juárez, descuidando el resto de la zona.
174
A la par, la Alameda se sitúa como un sitio donde el imaginario patrimonialista y
posmoderno chocan, aunque propiamente no están en conflicto. Ambos imaginarios
convergen en un mimo espacio, pero responden a lógicas distintas en cuanto a la
normatividad, las practicas, la visión de la temporalidad, la política y la económica.
175
Conclusiones
176
del trabajo académico. El ejercicio servirá para formarse un juicio sobre qué ocurrió en
la zona de la Alameda a la luz del proceso de elitización.
177
impulsaron a la par la regeneración de inmuebles y construcción de obras nuevas en el
sector residencial, así como de comercios y servicios. El emblema del primer caso es el
desarrollo residencial Puerta Alameda, que cuenta con la mayor capacidad de
departamentos en el Centro Histórico. Por otro lado, el Hotel Sheraton y la Plaza Juárez
figuran como los íconos de carácter terciario que lideraron el PPDUCA.
178
indígenas, niños de la calle y vagabundos. El artífice del PPDUCA, Ángel Mercado,
retomó, de algún modo, el plan decimonónico de Castera (ver capítulo 2); ahora ya no
se planteó la apertura de calles para que circulara el aire, pero la idea era parecida: las
ruinas de los edificios y la degradación física de la zona de la Alameda provocaban
males sociales que había que extirpar de la ciudad para que no se esparcieran.
Los trastornos sociales fueron asociados al hecho de que población pobre y con
baja instrucción escolar se encontrara radicando en la ciudad histórica, que fue por
varios siglos el asiento de las clases poderosas. Así, el imaginario revanchista es
promovido por la política pública del regreso al Centro Histórico, y en él influye
también la militancia de académicos conservadores y descendientes de familias de
antiguo abolengo que proponen recuperar “la ciudad de los palacios”. Según Coulomb,
ellos sí son capaces de apreciar y entender el patrimonio cultural, además que tiene la
capacidad de pagar su conservación.279
Un aspecto que no estaba contemplado en las hipótesis del trabajo, pero que
surgió en el desarrollo de la investigación fue el relativo a considerar que en la zona de
la Alameda hubo una hibridación entre el establecimiento del imaginario patrimonialista
y el imaginario posmoderno del regreso al Centro Histórico. Por un lado, el norte de la
Alameda está protegido por la normatividad federal y forma parte del Perímetro A,
dicho sector representa la viva imagen de la conservación de monumentos que datan del
siglo XVII, los cuales sirven para albergar museos. Por otro lado, el sector sur de la
Alameda, perteneciente al perímetro B, generalmente ha ido a la vanguardia con las
279
Coulomb, “Regeneración”, 2005. p.17
179
tendencias arquitectónicas y personifica el imaginario posmoderno dirigido al consumo.
Igualmente, dicho imaginario plantea una escasa referencia a la historia de la ciudad y
cuando se recurre a ésta se usa como mercancía para lograr articular la combinación de
actividades financieras, culturales y habitacionales.
Finalmente, surgen tres temáticas sobre las que se debe reflexionar y que no
fueron planteadas en las hipótesis de este trabajo. La primera consiste en preguntarse
qué modelo de ciudad quiere instituirse en la ciudad de México. La renovación del
Centro Histórico y de la zona de la Alameda implica definir un centro y, por ende, poner
a éste con relación al resto del espacio urbano. ¿Cuál modelo de ciudad tienen en mente
los gobernantes para la ciudad de México? Los elementos de la tesis señalan que se
intenta instaurar en algunos sitios estratégicos de la ciudad de México el modelo urbano
de Nueva York. Reproducir el urbanismo de la gran manzana implica convertir al DF en
una ciudad globalizada y neoliberal como planteó en la década de los noventa Manuel
Camacho Solís, quién quería hacer de la Alameda un pequeño Manhattan. Ahora no
resulta gratuito que su principal operador político de otros tiempos Marcelo Ebrard,
gobierne la ciudad de México, y sus allegados ocupen cargos relacionados con el
180
desarrollo urbano, similares a los que tuvieron en la regencia camachista después de
haber sido altos directivos de las principales compañías inmobiliarias involucradas en el
Proyecto Alameda, concretamente Reichmaan y Danhos.280 Por lo tanto, es visible una
continuidad en la forma de gobierno que intenta hacer de algunos lugares de la ciudad
de México competitivos globalmente.
280
Durante la administración de Camacho, Jorge Gamboa fue Director General de Reordenación Urbana
y Protección Ecológica. Posteriormente asumió el cargo de Director del Grupo Danhos. Jesús Aispuru
fue Director General de Desarrollo Urbano del Gobierno de la Ciudad de México en el DDF, después se
le nombró como vicepresidente de Reichmann Internacional. En este momento es el secretario de
Desarrollo Urbano y Vivienda.
281
Se retoma el concepto de renovación urbana y regeneración urbana de Coulomb, “Regeneración”,
2005
181
Es imperativo reconocer que el PPDUCA logró devolverle la importancia a una
zona de tradición en la ciudad y en el país como es la Alameda y su perímetro. Ésta
retomó su importancia nacional, incluso en la misma conformación del Estado-nación,
porque logró reunir las voluntades del Poder Federal con el Poder Local; Fox y López
Obrador olvidaron sus batallas ideológicas para impulsar el desarrollo de la Alameda,
vista como un espacio estratégico para la refuncionalización del Centro Histórico. Sin
embargo, reposicionar a ésta implica un recambio de población y, por ende, trae
consigo altos costos sociales. Por lo tanto, la zona de la Alameda y el Centro Histórico
son escenarios de una disputa por el espacio, donde pensar en la integración de todos
los involucrados sin generar efectos negativos aún se antoja como una quimera.
182
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