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Estoy bastante cómoda pero podría estar un

poco más cómoda


Estoy cansada.

La gente delante de nosotros tarda mucho en elegir su helado.

Me duele el pulgar.

Un hombre tose durante un concierto.

La ducha está un poco demasiado fría.

El trabajo que tengo que hacer esta mañana es difícil.

Nos sentaron demasiado cerca de la cocina.

Hay una fila larga en el mostrador de envíos.

Tengo frío sentada en el auto.

El puño de mi suéter está húmedo.

Sale poca agua de la ducha.

Tengo hambre.

Están peleándose otra vez.

Esta sopa no tiene mucho sabor.

Mi naranja de ombligo está un poco seca.

No me tocaron dos asientos para mí en el tren.

Él me está haciendo esperar.


Se levantaron y me dejaron sola en la mesa de la cena.

Ella dice que mi respiración es incorrecta.

Necesito ir al baño, pero hay alguien adentro.

Estoy un poco tensa.

Se me erizó la nuca.

El gato tiene tiña.

La persona detrás de mí en el tren está comiendo algo que huele muy fuerte.

Hace demasiado calor en esa habitación para que yo practique piano.

Él me llama cuando estoy trabajando.

Compré crema ácida por error.

Mi tenedor es demasiado corto.

Estoy tan cansada que no me irá bien en mi clase.

Esta manzana tiene manchas marrones.

Pedí un muffin de maíz seco, pero cuando llegó, no estaba seco.

Él mastica tan fuerte que tengo que encender la radio.

El pesto es difícil de mezclar.

La verruga de mi dedo pulgar está creciendo otra vez.

No puedo comer ni tomar nada esta mañana por culpa del estudio.

Ella estacionó su Mercedes en la entrada al garaje de mi casa.


Pedí un muffin de salvado de avena ligeramente tostado, pero no estaba ligeramente
tostado.

El agua para mi té tarda mucho en hervir.

La costura de la media está torcida.

Hace demasiado frío en esa habitación para que yo practique piano.

Él no pronuncia las palabras extranjeras correctamente.

Mi té tiene demasiada leche.

Hace demasiado rato que estoy en la cocina.

Hay saliva de gato en mi media nueva.

Mi asiento no tiene respaldo.

La licuadora pierde por abajo.

No puedo decidir si seguir leyendo este libro o no.

Me perdí la vista del río desde el tren porque se hizo de noche.

Las frambuesas están ácidas.

El molinillo de pimienta no muele muy bien.

El gato meó mi teléfono.

Mi curita está mojada.

La tienda se quedó sin café descafeinado con sabor a avellana.

Mis sábanas se enroscaron todas en la secadora.


La torta de zanahorias estaba un poco rancia.

El puente de mi nariz está un poco seco.

El equipo de sonido ambiental en el salón de exámenes está pasando música folk.

No me entusiasma mucho este sándwich.

Tienen un nuevo meteorólogo en la radio.

Ahora que se cayeron las hojas de los árboles, podemos ver el porche nuevo del
vecino.

Me parece que ya no me gusta la colcha de mi cama.

En el restaurante están reproduciendo en loop una lista de soft rock.

El armazón de mis anteojos está frío.

Hay queso de St. André en la fuente, pero no puedo comerlo.

El tictac del reloj suena muy fuerte.

Lydia Davis.

[En Ni puedo ni quiero, traducción de Inés Garland, Eterna Cadencia ed.]

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