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Ignacio Montenegro (2003), en Aprendizaje y desarrollo de las competencias, afirma

que la educación no solamente reproduce valores de la cultura, sino que también


cuestiona las creencias, los modos de vida y las estructuras sociales.

La educación, por tanto, recrea la cultura, retoma aquello que considera valioso
y crea nuevas formas de pensar y de actuar, reproduce y transforma la cultura a través
de procesos educativos que incorpora los individuos a la sociedad y se vislumbran
nuevos modelos de organización social. Todo ello, nos lleva a reflexionar que en
nuestro país debería darse realce al área de arte y cultura, especialmente a la música;
como lo hacían los griegos en la edad antigua donde la música tuvo una función
educativa y se practicaba desde edades tempranas. Hoy sabemos por diversas
investigaciones que la música es un arte poderoso que inspira y estimula la creación y
transformación de los seres humanos, debido a que ésta estimula el cerebro para la
creación de nuevas ideas. Lo antes dicho nos lleva a mirar el currículo de la educación
básica con ojo crítico para constatar si en este instrumento de política educativa se
están considerando los lineamientos necesarios y coherentes para orientar las
prácticas de una enseñanza efectiva en torno al arte y cultura y en consecuencia de la
música. Sugiero, que el currículo nacional de la educación básica debe reajustarse en
cuanto al área de arte y cultura, los estándares de aprendizaje, el enfoque, las
competencias , capacidades y el progreso en los desempeños, sobre todo en este
último en lo referido a la música, para cumplir con la función pedagógica(de enriquecer
los estilos de aprendizaje), su función psicológica(para conformar los caracteres y
personalidades de los estudiantes); y su función cultural (para ayudar a diferenciar
nuestra cultura con los demás y a su vez integrarnos en una sola).

Conclusiones

El análisis y la valoración crítica realizada al diseño curricular de la música en la


educación primaria evidencia lo siguiente:

- En el enfoque del área de arte y cultura, el posmodernismo no tiene asidero porque


es contrario a la definición de enfoque.

- En la denominación de las competencias no queda claro la dimensión ética


valorativa.

- En la descripción de los niveles de desarrollo de la competencia, estándares, no hay


claridad en el lenguaje y existen ausencias en el progreso.

- La definición de cada capacidad es similar y no se explicitan completamente sus


diferencias porque lo cual puede llevar a confundirlas.
- El progreso de algunos desempeños a lo largo de la primaria no guarda una
secuencia lógica. Algunos tampoco se articulan al estándar del ciclo.

- Hay ausencias en considerar el desarrollo evolutivo de los niños con respecto a la


música, en los desempeños, a lo largo de la educación primaria.

- Los conocimientos referidos a la música son muy generales, estos deben ser más
específicos sobre todo tratándose de un docente de educación primaria que no cuenta
con la especialidad de música.

- Se requiere una revisión en cuanto a la claridad del lenguaje y la progresión de


todos los aspectos antes señalados, así como de algunas definiciones y
denominaciones.

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