ASUNTO: COMUNIÓN

PROPÓSITO: PASTORAL
TEMA: MALES BÍBLICAMENTE TERRIBLES

UN POEMA AL AMOR UMANO

CANTARES 1:15

INTRODUCCIÓN:
El libro de Cantares, está dedicado plenamente a la exaltación del amor, mismo
que se impregna de parte de Dios. Este amor está aplicado en todos los aspectos
afectivos y relacionales del ser humano. Por lo que se requiere de vivirlo desde la
perspectiva bíblica, y es precisamente lo que este maravilloso libro poético nos
describe. La vida matrimonial es una vida altamente apasionada, totalmente
entregada a la pasión física en primera instancia, pero también se deben integrar
los aspectos intelectuales, financieros, morales y espirituales. Como ejemplo de
todo el mensaje es el versículo 15 del capitulo 1 de este libro. Para ello, se debe
analizar la importancia del amor, la dedicación y entrega que este merece y La
importancia del placer marital. Generalmente en la iglesia no se tratan temas
relacionados a este asunto, considerándolo un tema tabú. La sexualidad es un
tema ampliamente tratado bíblicamente, este mismo no es muy común en especial
en Latinoamérica. Erróneamente se ha considerado este tema como intratable, o
solamente en ciertas actividades de pareja donde no hallan solteros. Pero, la
Biblia trata este tema a nivel preventivo y se debe hacer con el fin de evitar
conflictos innecesarios en la vida conyugal.

I. Exaltación al amor (1 Juan 4:8)

El amor proviene de Dios, Dios mismo en su esencia es amor: “Queridos,
amémonos unos a otros, porque el amor es de Dios, y todo el que ama ha
nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios,
porque Dios es Amor.” Este pasaje, como complemento a lo que todo el Libro de
Cantares plantea, Dios ha determinado el amor porque él mismo es amor. Lo
primero que debe comprenderse del amor marital, es que el amor tiene origen
divino. Lo que implica aquí es que no se puede amar en independencia de Dios, el
matrimonio es una institución divina. La pareja debe amar bíblicamente, no se
debe ser creativo en este aspecto, no se puede pretender hacerlo sin Dios
incluido. La firmeza de este amor es descrita en el versículo 7 del capitulo 8 de
este libro: “Las muchas aguas no pueden apagar el amor, ni pueden tampoco
sofocarlo los ríos. Si por el amor diera el hombre todos los bienes de su
casa, ciertamente sería despreciado.” Esta es la mejor manera de describir el
amor de Dios, tal como lo dice Romanos 8:35: “¿Qué podrá separarnos del
amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez,
peligro, espada?”. Muchas personas que contraen nupcias, que aunque no
practiquen la fe cristiana, consideren vivir matrimonios sanos. La razón es que
existen niveles de tolerancia humana, lo que hacen que las personas vivan una
vida matrimonial apropiada, pero no es bíblica. Dios determinó la forma de
amarnos, misma que debe estar apegada al precepto escritural, misma que no da
opciones a la separación.

II. Dedicación y entrega (Cantares 2:3)

La dedicación y entrega, se convierten en principios bíblicos afectivos de suma
importancia. Los esposos dedican tiempo a muchas cosas, como personas
individuales dedican tiempo a sus propios intereses, pero así mismo, la vida
conyugal requiere de dedicación. El texto afirma esto: “Como el manzano más
selecto del huerto es mi amante entre los jóvenes. Me siento bajo su sombra
placentera y saboreo sus deliciosos frutos.” La importancia de intimar, de
buscar la búsqueda mutua, tal como incluso Pablo recomienda en 1 Corintos 7: 2-
4: “ero, dado que hay tanta inmoralidad sexual, cada hombre debería tener
su propia esposa, y cada mujer, su propio marido. El esposo debe satisfacer
las necesidades sexuales de su esposa, y la esposa debe satisfacer las
necesidades sexuales de su marido. La esposa le da la autoridad sobre su
cuerpo a su marido, y el esposo le da la autoridad sobre su cuerpo a su
esposa.” La responsabilidad matrimonial por excelencia es intimar, buscar
espacios para dedicarse y entregarse mutuamente. El tema es por sí maravilloso,
si se ven con ojos bíblicos, no con la degeneración sexual que vive el mundo. En
realidad, Dios creó la intimidad sexual y la hizo maravillosa. No hay manera de
considerar que la sexualidad bíblica sea perversa, lo perverso es lo que el corazón
humano a hecho con el sexo. La ternura, la pasión y la emoción que involucra la
intimidad conyugal, se vuelven en soldadura que unifica a los que antes eran dos
para luego hacerse uno solo.

III. Importancia del placer marital (Cantares 7:1-10)

Lo anterior induce de forma maravillosa a la importancia del placer marital, tal
como lo dice Cantares 7:1-10: “¡Qué hermosos son tus pies con sandalias! Oh,
doncella y princesa. Las curvas de tus muslos son como joyas, la obra de un
habilidoso artesano. Tu ombligo tiene la forma perfecta, como una copa llena
de vino mezclado. Entre tus muslos hay un manojo de trigo, rodeado de
lirios. Tus pechos son como dos cervatillos, mellizos de una gacela. Tu
cuello es tan hermoso como una torre de marfil. Tus ojos son como los
manantiales cristalinos de Hesbón, junto a la puerta de Bat-rabim. Tu nariz
es tan fina como la torre del Líbano con vista a Damasco. Tu cabeza es tan
majestuosa como el monte Carmelo, y el brillo de tus cabellos irradia
realeza. El rey quedó cautivado con tus rizos. ¡Qué hermosa eres! ¡Qué
encantadora, mi amor, qué llena de delicias! Eres esbelta como una palmera
y tus pechos son como los racimos de su fruto. «Treparé a la palmera y
tomaré su fruto». Que tus pechos sean como racimos de uvas y tu aliento,
como la fragancia de manzanas. Que tus besos sean tan apasionantes como
el mejor de los vinos, que se desliza suavemente por los labios y los dientes.
Yo soy de mi amante, y él me declara como suya.” Todo este pasaje describe
la importancia del placer sexual, y cómo lo dice pablo en 1 Corintios 7, donde
ambos procuran el placer del otro. Y esto se describe poéticamente en este
pasaje.
CONCLUSIÓN:
La vida conyugal requiere atención y esfuerzo. Es de suma importancia
apegarse al precepto bíblico, vivir el matrimonio tal como Dios lo diseñó, el cual
está debidamente delimitado en su Palabra.