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Falsos positivos, la verdad del Cabo Mora’, por Carlos Eduardo Mora y Guylaine Roujol Pérez
cómo han incidido los ‘falsos positivos’ en la deslegitimación de las Fuerzas Militares en
Colombia en el marco de la política de seguridad democrática, y si las ejecuciones
extrajudiciales han sido una práctica sistemática y articulada, o en cambio se constituye en
casos aislados e individuales perpetuados por miembros de la institución castrense. (carlos
eduardo , 2015)
Uno de los mayores inconvenientes que enfrentó el segundo cuatrienio del gobierno del
Con esta denominación, en el 2008, la opinión pública conoció las conductas que venían
cometiendo algunos miembros del Ejército Nacional contra jóvenes a quienes hacían pasar
por integrantes de grupos al margen de la ley para reportarlos como guerrilleros muertos
en combate. (carlos eduardo , 2015)
A Dios porque sin él nada de esto hubiera sido posible y a mis padres que me iluminan y
protegen desde el cielo. A los profesores de la maestría en Comunicación /Educación
quienes han contribuido en nuestra formación y especialmente al profesor Juan Carlos
Amador por sus asesorías, sugerencias, propuestas, comentarios, aportes y
acompañamiento, al igual que el profesor Boris Bustamante y la profesora Ana Brisett
Cabanzo. Agradezco a los estudiantes y directivos de la IESA en Soacha Compartir, por su
espíritu creativo, disposición y constancia en el desarrollo de esta experiencia. Finalmente
agradezco a las Madres de Soacha que acompañaron el conversatorio final, a mi pareja
Deyanira y mi hermano Tobías por su apoyo durante todo este proceso formativo. (Andrés
Córdoba,)
´los falsos positivos del 2008¨ o ejecuciones extrajudiciales, definidas en el marco del
derecho internacional humanitario como una violación a los derechos humanos, que
consiste en el homicidio de manera deliberada de una persona por parte de un servidor
público que se apoya en la potestad de un Estado para justificar el crimen, sin pasar por
ningún proceso judicial. En el contexto urbano en el que acontecieron los hechos
mencionados fueron 19 jóvenes de Soacha y Ciudad Bolívar ejecutados en el 2008, a partir
de la política de condecorar a los militares y recibir beneficios económicos por parte del
Ministerio de Defensa y la Directiva Ministerial 029 de 2005, que ofrecía 3,800,000 pesos
(aproximadamente $1.900 dólares) por cada guerrillero o paramilitar muerto, lo que de
manera directa permitió un incentivo para asesinar indiscriminadamente, y que muchas
veces los militares y paramilitares en operaciones conjuntas asesinaran civiles según las
primeras denuncias del senador Gustavo Petro en el 2006 en plenaria del senado . Soacha
como escenario de buena parte de estos hechos de los FP, es un municipio ubicado al sur
de Bogotá DC, que ha sufrido el proceso de conurbación que hace hoy difícil distinguir la
frontera entre la ciudad y el municipio, fenómeno que ha convertido a Soacha en términos
poblacionales en la quinta ciudad más grande Colombia, donde según cálculos hechos por
el propio alcalde de Soacha publicados en revista semana (2017) (Wilson Herney Mellizo
Rojas, 2016)
Este fenómeno de excesiva explosión demográfica en Soacha, se explica por ser un lugar
de acogida de miles de personas en condición de desplazamiento del conflicto armado
durante los últimos 30 años, que han buscado refugio en Bogotá, pero por el costo de
vidas se han establecido en Soacha, es en este crecimiento demográfico y baja
planificación de del municipio, que han surgido en Soacha barrios con presencia de
pandillas, microtráfico, consumo de drogas, exclusión, desigualdad y falta de
oportunidades, creando el escenario (Wilson Herney Mellizo Rojas, 2016)
propicio para que muchos jóvenes de las comunas más pobres de Soacha como : Altos de
Cazuca y San Mateo, comunas circunvecinas con Ciudad Bolívar, fueran el lugar donde
residían los jóvenes que fueron engañados con falsas promesas de empleo por
reclutadores pertenecientes a las fuerzas militares, quienes tiempo después pasaron a
convertirse por parte del ejército en registros de caídos en combate en lugares como
Cimitarra (Santander) y Ocaña (Norte de Santander) , donde tiempo después sus familias
lograron encontrar sus cuerpos . (Wilson Herney Mellizo Rojas, 2016)
3. Camuflados. Asesinados por el Ejército Nacional’ por Andrés Córdoba, Omar Galvis y Harold
Ordóñez
Los Falsos positivos judiciales son un fenómeno que afecta a muchos colombianos
inocentes y que hoy en día están pagando penas en la cárcel por el delito de rebelión. Son
ciudadanos del común, escogidos por el Régimen político de un país para ser condenados
por atentar contra las instituciones políticas del país y se caracterizan por tener un
pensamiento crítico y de oposición. Usualmente, son acusados de ser guerrilleros o
terroristas por hacer oposición de forma intelectual al Gobierno. La principal motivación
en el tema de investigación, fue sentar un precedente que registre estos tipos de casos
que están en la impunidad. La falta de voces que revelen la realidad de estas historias, de
manera veraz y exhaustiva, generó la necesidad de poner en el ojo del huracán este
crimen de Estado (Andrés Córdoba, 2015)
En el año 2002 Álvaro Uribe Vélez es elegido como presidente de Colombia gracias a su
propuesta de gobierno que presentó con el nombre de Proyecto de Seguridad
Democrática, la cual fue aceptada por los colombianos como la solución a los problemas
entre los autores del conflicto armado que había dejado el gobierno del presidente Andrés
Pastrana. (Andrés Córdoba, 2015)
Definir este último concepto fue necesario en el desarrollo del producto final de la
investigación. Se considera crimen de Estado a la participación y/o conocimiento de esta
institución del algún acto ilegitimo en contra de la población civil: persecuciones
secuestro, tortura, asesinato o retenciones. El tema escogido surgió como una necesidad
de investigar y sentar un precedente que registrara este tipo de casos que están en la
impunidad. Al no encontrar voces que contaran la realidad de este tipo de historias, de
forma veraz y exhaustiva, se vio la necesidad de buscar una manera de poner en el ojo del
huracán este crimen de Estado. (Andrés Córdoba, 2015)
Se tomó el caso particular de un Falso positivo judicial para hacer la investigación, que
comenzó desde el año 2009 (cuando fue capturado) hasta noviembre de 2011. El reto de
esta investigación era contar, por medio de una historia de vida, el drama de Freddy
Cortés Urquijo. La idea no fue mostrar este como un caso aislado, sino como una realidad
social, enmarcada en un contexto político, resultado de la seguridad democrática. Se
escogió la historia de vida como el producto de esta tesis, porque permite contar una
historia a través de una multiplicidad de voces, y reconstruir una realidad dándole
diferentes matices. Lo anterior permite construir un relato basado en el sentir de sus
protagonistas. Para entender el fenómeno de los Falsos positivos judiciales, es necesario
remitirse a conceptos como el de la Doctrina de Seguridad Nacional, la cual fue
responsable de ocasionar fenómenos de este tipo debido a su propósito de eliminar la
oposición y criminalizar el pensamiento crítico en América Latina (Andrés Córdoba, 2015)
En el año 2002 Álvaro Uribe Vélez es elegido como presidente de Colombia gracias a su
propuesta de gobierno que presentó con el nombre de Proyecto de Seguridad
Democrática, la cual fue aceptada por los colombianos como la solución a los problemas
entre los autores del conflicto armado que había dejado el gobierno del presidente Andrés
Pastrana. (Omar Galvis,2015)
La sensación que dejó el Gobierno anterior fue de haber perdido una gran parte del
territorio colombiano que en ese momento estaba en poder del grupo guerrillero FARC.
Además, los diálogos de paz habían fracasado y la zona de despeje, concebida como un
espacio de negociación en el municipio del Caguán, había sido cancelada. Ante las fuertes
críticas de los medios de comunicación y los ciudadanos por lo poco efectivo que había
resultado el intento pacífico por resolver el conflicto armado en el país, los colombianos
optaron por creer en la propuesta de Seguridad Democrática que prometía tener mano
firme con los grupos guerrilleros. Además, prometía recuperar el territorio y garantizar la
seguridad de los habitantes del país. (Omar Galvis,2015)
“Así nuestro problemita con la guerrilla; ahí comenzó la venganza de los hermanos
Castaño. Nunca nos devolvieron el cadáver de mi padre, y durante esos meses las FARC
regó el cuento de que por la carta de Fidel lo habían asesinado. Pero nadie confirmaba la
mala noticia y el cuerpo nunca apareció. Nuestra venganza duró dos años. Encontramos y
ejecutamos a todos los que participaron en el secuestro. Sólo queda uno vivo” (página 72)
Sólo cinco personas habían visto el cadáver y conservar en secreto su muerte era la mejor
estrategia de guerra. Carlos Castaño sabía que el misterio convierte a los guerreros en
mitos que se alimentan de la incredulidad de los hombres. Así, durante tiempos
impredecibles, prolongan sus vidas después de la muerte. Tal sería el destino de su
hermano, cuando lo alcanzó un disparo de fusil, destrozándole el corazón, el seis de
enero de 1994. Cuatro meses más tarde, Carlos Castaño conducía su campero Hammer
hacia ―el parchecito‖, un lugar en la orilla del río Sinú, predios de la finca ̳las Tangas ‘,
donde estaba la tumba de su hermano del alma y de sangre, Fidel Castaño. El secreto de
su muerte continuaba oculto y a pesar de los rumores, para la tropa, el país y sus
enemigos, el hombre al que apodaban ―Rambo‖ seguía vivo, y nadie se atrevía a asegurar
lo contrario, así no lo hubieran vuelto a ver (página 6 capitulo exhumación)
¿La muerte de Fidel lo cambió a usted radicalmente?Revivió uno de sus silencios, trajo los
momentos de su vida con las pupilas de los ojos y contestó vehemente:—Fue el único
momento en que pensé renunciar a la causa antisubversiva, en dejarlo todo, irme del país
o entregarme a las autoridades. ¡Así de sencillo! No sé qué me sucedía. Tal vez me
sentía solo y confundido. Se había muerto mi hermano, mi padrino, el inspirador y
el ser querido, mi cómplice. Yo busqué un consejo en ese instante pero no lo encontré
y eso que visité la Casa de Cristo.—¿Cómo así que la Casa de Cristo?—le pregunté.—Dos
días después de la muerte de mi hermano, como católico que soy, me fui a buscar a
monseñor Isaías Duarte Cancino, obispo de Apartadó. Le pedí un cita porque él era
para mí lo más cercano a Dios. En ese momento se encontraba en Medellín en la Casa de
Cristo, la sede del clero en la ciudad. Recuerdo que lo encontré en una sala grande y
semioscura con el padre Leonidas Moreno
Carlos Pizarro llegó a la reunión acompañado de un hombre que hasta hoy es una
incógnita para mí. El comandante guerrillero no llevaba su famoso sombrero blanco sino
una gorra. Tras unas gafas oscuras ocultaba su mirada. Se acercó a la mesa y nos saludó
con un corto gesto y una venia que reflejaba su incomodidad por nuestra presencia.
Escobar lo saludó y Pizarro le manifestóal oído su interés de no hablar frente a tanta
gente: ―Señor —así le decía Pizarro a Pablo—preferiría tratar con usted en privado‖.
Escobar contestó en un tono fuerte y desabrochado, más paisa que nunca: ― No, hombre.
No te preocupes que estos son como de la familia. No hay problema‖. Pizarro le insistió:
―Yo sí le solicito que sea más privado‖. ―Venga pues, sentémonos allí‖, le contestó
Escobar mientras nos llamaba a uno por uno: ―Vení, fulano, sutano, perencejo...‖. Pablo
no seleccionó a ninguno y nos pasamos los mismos para el otro lado