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Definición de colesterol y triglicéridos

Primero, ayuda entender qué son exactamente los lípidos en sangre. Tanto el colesterol como los
triglicéridos en sangre se denominan lípidos. Cuando los niveles de lípidos en sangre están altos,
esto se denomina dislipidemia.

Colesterol

El colesterol es una sustancia cerosa, parecida a la grasa, que se encuentra en el tejido de los
humanos y otros animales. Desempeña papeles importantes en el cuerpo. Nuestros hígados
producen todo el colesterol que necesitamos para estas funciones importantes. También
recibimos colesterol de los alimentos animales que comemos, tales como carnes, aves de corral,
huevos y productos lácteos. Los niveles de colesterol altos en sangre pueden contribuir a la
aterosclerosis, u obstrucción de las arterias.

Origen del colesterol en el cuerpo

Triglicéridos

Los triglicéridos, o grasas en sangre, son las grasas que circulan a través de la corriente sanguínea
junto con el colesterol. El cuerpo obtiene los triglicéridos de la comida (especialmente de las
carnes y aceites vegetales) y también fabrica triglicéridos por sí mismo. Como con el colesterol,
necesita apenas la cantidad correcta de triglicéridos. Los niveles altos de triglicéridos pueden
incrementar su riesgo de enfermedad coronaria y de los vasos sanguíneos.

Origen de los triglicéridos en el cuerpo

Tanto el colesterol como los triglicéridos, son lípidos, pero tienen formas muy diferentes. El
colesterol está hecho de anillos de átomos de carbono conectados, y también se denomina
“esterol”. Los triglicéridos son cadenas de carbonos denominadas “ácidos grasos”, agregadas en
un extremo de una cadena principal de carbono. ¡Todos sabemos que el aceite no se mezcla con el
agua! Nuestros lípidos en sangre son como el aceite. Para circular en la sangre acuosa, estos
lípidos (colesterol y triglicéridos) están empaquetados junto con las proteínas. Estos paquetes se
llaman lipoproteínas.

La estructura del colesterol y los triglicéridos

el colesterol y los triglicéridos altos lo ponen en riesgo importante de enfermedad coronaria


¿Qué analiza un perfil de lípidos en sangre?

Como persona con diabetes, debería controlarse los lípidos una vez por año, o según recomiende
el médico. Estos son análisis “en ayunas”. Esto significa que hay que extraerle sangre sólo después
de que haya ayunado (no comido nada) durante por lo menos 9-12 horas. Un perfil de lípidos en
sangre ayuda a detectar la dislipidemia.

El perfil de lípidos en sangre incluye 4 categorías principales de paquetes de lípidos (lipoproteínas):


Colesterol total (TC), Lipoproteínas de baja densidad (LDL), Lipoproteínas de alta densidad (HDL), y
Triglicéridos (TG). Entonces, ¿a qué números debería apuntar?

Estos son los puntos básicos:

Cuando los profesionales de atención de la salud observan los resultados de un análisis de sangre,
quieren ver un nivel de colesterol total de 200 mg/dl o menos. El colesterol total es la suma del
colesterol en las partículas de LDL, HDL y triglicéridos.

Para la LDL, o lipoproteína de baja densidad, una lectura saludable para alguien con diabetes es
100 mg/dl o menos. Si tiene diabetes y enfermedad coronaria, el número deseado es 70 mg/dl o
menos. La LDL con frecuencia se denomina “colesterol malo”, porque transporta colesterol a las
células. Y el colesterol de esta partícula puede depositarse en las paredes de los vasos sanguíneos,
causando aterosclerosis.

Para la HDL, o lipoproteína de alta densidad, una lectura saludable para las mujeres es 55 mg/dl o
más. Para los hombres, es 45 mg/dl o más. La HDL se considera el “colesterol bueno”, porque es
como un recolector de basura; esta partícula recoge colesterol de los vasos sanguíneos y otros
lugares, y lo transporta de nuevo al hígado para ser desechado.

Para los triglicéridos, una lectura saludable es 150 mg/dl o menos. Las partículas de triglicéridos en
sangre transportan triglicéridos por todo el cuerpo: de los intestinos al hígado, del hígado a la
grasa y otras células, de la grasa y otras células de regreso al hígado. Una pequeña cantidad de la
partícula de triglicérido en sangre (aproximadamente 1/5 de la partícula de triglicérido en sangre)
es colesterol en realidad. Entonces, cuando suben los triglicéridos, el colesterol total también
sube, y a la inversa, cuando los triglicéridos están más bajos, el colesterol total está más bajo.

hable con su médico acerca de sus números de lípidos en sangre en particular, y desarrollen un
plan para mantener un corazón saludable.

Cuestionario de autoevaluación

Hay disponibles cuestionarios de autoevaluación para los temas cubiertos en este sitio web. Para
averiguar cuánto aprendió acerca de la Comprensión de las grasas y aceites, tome nuestro
cuestionario de autoevaluación cuando haya completado esta sección. El cuestionario presenta
múltiples opciones. Por favor, elija la mejor respuesta única a cada pregunta. Al final del
cuestionario, aparecerá el puntaje. Si tiene más del 70% de respuestas correctas, lo está haciendo
muy bien. Si su puntaje es menor del 70%, puede regresar a esta sección y revisar la información

Un perfil lipídico es un simple análisis de sangre para verificar sus niveles de colesterol. El
colesterol es una sustancia blanda y pegajosa que se encuentra dentro de su cuerpo. El colesterol
total se compone de tres partes: el colesterol bueno (HDL) y el colesterol malo (LDL), como así
también los triglicéridos (un cierto tipo de grasa). Un perfil lipídico es una prueba importante
porque el colesterol puede obstruir las arterias. Esto puede conducir a enfermedades cardíacas y
un accidente cerebrovascular.

El análisis de sangre se puede realizar en el consultorio del médico, un laboratorio u hospital. Una
enfermera o técnico de laboratorio inserta una aguja en una vena de su brazo para recolectar una
pequeña muestra de sangre. A veces, la sangre puede ser recolectada a través de un pinchazo en
el dedo. Su sangre se recolecta en un tubo y se envía a un laboratorio para su análisis. Los
resultados se enviarán a su médico y el consultorio de su médico le informará los resultados. La
prueba se puede realizar en cualquier momento del día. No obstante, se le recomienda ayunar (no
comer ni beber ningún líquido, excepto agua) durante 8 a 12 horas antes del examen. Así que es
mejor programar el examen por la mañana.

Camino hacia el bienestar

El colesterol total del perfil lipídico normal es 180 a 200 miligramos por decilitro (mg/dL) o menos.
Entre 201 y 240 mg/dL se considera en el límite. Esto significa que su médico también puede
examinarlo con más frecuencia y sugerir cambios de dieta y estilo de vida. Una lectura alta (no
saludable) es mayor de 240 mg/dL. En este nivel, su médico le recomendará una dieta y cambios
en el estilo de vida y le puede recetar medicamentos para bajar el colesterol. Las estatinas son la
clase de medicamento que se receta con mayor frecuencia para reducir el colesterol.

La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (AAFP, por sus siglas en inglés) recomienda
que hombres adultos sanos se hagan su primer análisis de perfil lipídico a los 35 años. Las mujeres
adultas sanas deben hacerse su primer análisis a los 45 años si tienen riesgo de enfermedad
cardíaca coronaria. Todos los adultos se deben hacer análisis antes si tienen ciertas enfermedades
(diabetes, afecciones cardíaca, accidente cerebro vascular, presión arterial alta) o antecedentes
familiares de afección cardíaca. La AAFP ha llegado a la conclusión de que no hay suficiente
evidencia sobre los beneficios de los análisis de perfil lipídico en niños y adolescentes menores de
20 años. Si los resultados fueran normales, debe hacerse controlar el colesterol de nuevo en cinco
años. Si usted está tomando medicamentos para el colesterol y tiene cualquiera de las
enfermedades mencionadas anteriormente, es posible que deba hacerse un análisis de colesterol
una vez al año.

Su análisis del perfil lipídico también proporcionará resultados individuales para el colesterol
bueno y malo y los triglicéridos.

Colesterol Bueno (HDL): Su cuerpo necesita colesterol bueno para disminuir su riesgo de
enfermedades cardíacas. Este es un análisis en que debe esperarse que los valores sean altos.
Tenga como objetivo un colesterol bueno de 40 a 60 mg/dL. Puede aumentar su colesterol bueno
mediante una dieta saludable y ejercicio.
Colesterol Malo (LDL): Su objetivo es reducir el valor de su colesterol malo. Una lectura de 100
mg/dL o menos se considera normal. Entre 100 y 129 mg/dL es casi normal, 130 a 159 mg/dL es
moderadamente alto y por encima de 190 mg/dL se considera alto. Los resultados entre 70 y 189
mg/dL se consideran demasiado altos si usted tiene entre 40 y 75 años y tiene diabetes, si tiene
diabetes y un alto riesgo de enfermedades cardíacas o si tiene un riesgo medio a elevado de
enfermedades cardíacas. Su médico le recetará un medicamento para el colesterol en función de
sus resultados y su historia clínica.

Triglicéridos: 150 md/dL o menos se considera normal, entre 150 y 199 mg/dL se considera
moderadamente alto, entre 200 y 499 mg/dL se considera alto, y algo mayor que 500 mg/dL se
considera muy alto. Los aspectos que afectan sus niveles de triglicéridos incluyen afecciones
hepáticas, una dieta con alto contenido de carbohidratos/baja en proteínas, hipotiroidismo, un
trastorno renal denominado síndrome nefrótico, algunos medicamentos (medicamentos de
reemplazo hormonal), la diabetes no controlada, y la genética. El tratamiento incluye una
combinación de medicamentos recetados, una dieta saludable y ejercicio. Si sus resultados son
superiores a 500 mg/dL, es posible que tenga un mayor riesgo de sufrir pancreatitis. Esta es una
enfermedad crónica aguda del páncreas.
¿Qué significa colesterol alto?

Las hiperlipemias son un grupo de alteraciones del metabolismo de las grasas que se
caracteriza por dar lugar a un aumento de una o varias fracciones lipídicas en la sangre.

Los dos tipos más importantes de grasas circulantes son los triglicéridos y el colesterol. Su
origen proviene de la alimentación y de la síntesis por parte del hígado. Ambos tipos cumplen
diferentes misiones fisiológicas en el organismo, especialmente de tipo estructural y
energético, pero cuando su producción es excesiva o su metabolismo deficiente la
consiguiente acumulación puede constituir un importante factor de riesgo para el desarrollo de
arteriosclerosis.

Las grasas en la sangre circulan unidas a unas partículas proteicas formando las
lipoproteínas. Existen distintos tipos de lipoproteínas. Las más importantes son los
quilomicrones, las partículas VLDL, LDL y HDL. Las partículas LDL son las que transportan el
colesterol a los tejidos, y cuando éste se encuentra elevado es el llamado «colesterol malo»,
en contraste con las partículas HDL que transportan colesterol al hígado y se conoce como
«colesterol bueno».

Aunque existen diversas clasificaciones de las hiperlipemias, en un esquema simplificado,


podemos hablar de las hipertrigliceridemias, o aumento de la concentración de triglicéridos;
las hipercolesterolemias, y las hiperlipemias mixtas en las que aumentan tanto el colesterol
como los triglicéridos.

¿Cuáles son sus causas?


Las hiperlipemias se clasifican en primarias, cuando se deben a una alteración propia del
metabolismo de las grasas, y secundarias, cuando se producen como consecuencia de otra
enfermedad o de la toma de determinados medicamentos.
Las hiperlipemias primarias se transmiten hereditariamente con mayor o menor penetrancia, lo
que hace necesario evaluar esta posibilidad cuando existen antecedentes familiares de
hiperlipemia. A este tipo pertenecen la hipercolesterolemia familiar, la hipertrigliceridemia
familiar y la hiperlipemia familiar combinada.

Hay numerosas enfermedades que cursan con hiperlipemia como la diabetes mellitus
descompensada, hipotiroidismo, síndrome nefrótico, ictericia obstructiva, anorexia nerviosa,
lupus eritematoso, alcoholismo, tratamiento con gestágenos, beta bloqueantes, etc.

¿Qué significa colesterol alto?

Las hiperlipemias son un grupo de alteraciones del metabolismo de las grasas que se
caracteriza por dar lugar a un aumento de una o varias fracciones lipídicas en la sangre.

Los dos tipos más importantes de grasas circulantes son los triglicéridos y el colesterol. Su
origen proviene de la alimentación y de la síntesis por parte del hígado. Ambos tipos cumplen
diferentes misiones fisiológicas en el organismo, especialmente de tipo estructural y
energético, pero cuando su producción es excesiva o su metabolismo deficiente la
consiguiente acumulación puede constituir un importante factor de riesgo para el desarrollo de
arteriosclerosis.

Las grasas en la sangre circulan unidas a unas partículas proteicas formando las
lipoproteínas. Existen distintos tipos de lipoproteínas. Las más importantes son los
quilomicrones, las partículas VLDL, LDL y HDL. Las partículas LDL son las que transportan el
colesterol a los tejidos, y cuando éste se encuentra elevado es el llamado «colesterol malo»,
en contraste con las partículas HDL que transportan colesterol al hígado y se conoce como
«colesterol bueno».

Aunque existen diversas clasificaciones de las hiperlipemias, en un esquema simplificado,


podemos hablar de las hipertrigliceridemias, o aumento de la concentración de triglicéridos;
las hipercolesterolemias, y las hiperlipemias mixtas en las que aumentan tanto el colesterol
como los triglicéridos.

¿Cuáles son sus causas?


Las hiperlipemias se clasifican en primarias, cuando se deben a una alteración propia del
metabolismo de las grasas, y secundarias, cuando se producen como consecuencia de otra
enfermedad o de la toma de determinados medicamentos.

Las hiperlipemias primarias se transmiten hereditariamente con mayor o menor penetrancia, lo


que hace necesario evaluar esta posibilidad cuando existen antecedentes familiares de
hiperlipemia. A este tipo pertenecen la hipercolesterolemia familiar, la hipertrigliceridemia
familiar y la hiperlipemia familiar combinada.

Hay numerosas enfermedades que cursan con hiperlipemia como la diabetes mellitus
descompensada, hipotiroidismo, síndrome nefrótico, ictericia obstructiva, anorexia nerviosa,
lupus eritematoso, alcoholismo, tratamiento con gestágenos, beta bloqueantes, etc.
¿Cuáles son sus síntomas?
En la mayoría de los casos la elevación de grasas en la sangre no produce síntomas agudos,
por lo que es necesario realizar un análisis de sangre para efectuar el diagnóstico. Cuando
excepcionalmente las cifras de triglicéridos son muy elevadas pueden producir episodios de
dolor abdominal debido a pancreatitis, aumento de tamaño del hígado y bazo y aparición de
erupciones de grasa en la piel llamada xantomatosis eruptiva.

Si el aumento de colesterol y/o triglicéridos es crónico constituye un factor de riesgo para el


desarrollo de arteriosclerosis. Por ello, especialmente las hipercolesterolemias, pueden dar
lugar al desarrollo de insuficiencia coronaria (angina de pecho, infarto de miocardio),
accidentes vasculares cerebrales y trastornos de la circulación de las extremidades inferiores.

La alteración de los grandes vasos se produce como consecuencia del acúmulo de colesterol
en las células llamadas espumosas, que constituyen la base para el desarrollo de la placa de
ateroma, que es el elemento básico en la arteriosclerosis. La placa de ateroma obstruye
progresivamente el paso de sangre, favoreciendo un escaso aporte de oxígeno a los tejidos o
isquemia que puede dar lugar a lesiones irreversibles.

Las hipercolesterolemias producen depósitos de colesterol en la piel y en los tendones,


llamados xantomas. Cuando tienen lugar en los párpados se denominan xantelasmas.

En algunos pacientes la hipertrigliceridemia se asocia con disminución de HDL, colesterol, y


otras complicaciones como hipertensión arterial, diabetes mellitus, obesidad e hiperuricemia,
conformando el llamado síndrome metabólico que acarrea un alto riesgo de enfermedad
cardiovascular.

¿Quién puede padecerlo?


Se presentan a cualquier edad. Las hiperlipemias primarias pueden manifestarse en edades
muy tempranas.

¿Cómo se diagnostican?
Para establecer el diagnóstico es necesario realizar una extracción de sangre con un ayuno
previo mínimo de 12 horas. Es igualmente importante tener en cuenta la posible interferencia
de medicaciones o de enfermedades previas como infecciones o intervenciones quirúrgicas,
que de por sí alteran el metabolismo de las grasas.

La concentración de colesterol total y la de triglicéridos deben ser inferiores a 200 mg/dl


(miligramos por decilitro) y la de HDL colesterol superior a 35 mg/dl. Una vez se observan
niveles elevados de lípidos, debe investigarse la posible causa para establecer la existencia
de hiperlipemia secundaria o primaria. En casos concretos puede realizarse un estudio de las
apoproteínas (proteínas transportadoras) implicadas.

¿Cuál es su tratamiento?
Las personas que presentan una hiperlipemia deben seguir un adecuado tratamiento dietético
que se basa en la restricción de las grasas saturadas o de origen animal por debajo del 10 por
ciento del contenido calórico total y de colesterol por debajo de 300 mg diarios.

Además, es necesario conseguir una cifra de peso lo más próxima posible a la normalidad,
evitando tanto el sobrepeso u obesidad como la delgadez. Es muy conveniente la realización
de ejercicio físico habitual que ayuda a mejorar el metabolismo lipídico. Si, después de la
aplicación de estas medidas higiénico-dietéticas durante un período mínimo de tres meses,
persiste la hiperlipemia es necesario recurrir al tratamiento farmacológico.

Cuando el problema es una hipertrigliceridemia, son los derivados del ácido fíbrico o fibratos
los fármacos más eficaces. En este grupo destacan gemfibrocilo, bezafibrato y alufibrato. En
caso de hipercolesterolemia la medicación más eficaz son las estatinas como lovastatina,
simvastatina o atorvastatina, que pueden combinarse con resinas del tipo de la colestiramina
si no son eficaces por sí solas.

Las hiperlipemias combinadas pueden tratarse con fibratos, estatinas o combinación de


ambos. Otros fármacos útiles son el ácido nicotínico, que puede producir alteraciones
cutáneas y empeoramiento de la diabetes y el probucol.

¿Cuál es su pronóstico?
Las hiperlipemias primarias precisan de tratamiento crónico de por vida. Las hiperlipemias
secundarias pueden desaparecer una vez se elimina la causa que las origina. No obstante, es
frecuente que en las hiperlipemias que requieren tratamiento farmacológico éste deba
administrarse de forma crónica. La eficacia del tratamiento de las hiperlipemias sobre la
evolución de las placas de ateroma ha sido demostrada

Lipoproteína de baja densidad


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La mayor parte del colesterol se transporta en la sangre unido a proteínas, formando unas
partículas conocidas como lipoproteínas de baja densidad o LDL (del inglés low density
lipoproteins).
Cuando la célula necesita colesterol para la síntesis de membrana, produce proteínas
receptoras de LDL y las inserta en su membrana plasmática. Cuando el colesterol es captado
pasa a los lisosomas donde se hidrolizan los ésteres de colesterol dando lugar a colesterol
libre, que de esta forma queda a disposición de la célula para la biosíntesis de las
membranas. Si se acumula demasiado colesterol libre en la célula, ésta detiene tanto la
síntesis de colesterol como la síntesis de proteínas receptoras de LDL, con lo que la célula
produce y absorbe menos colesterol.
Esta vía regulada para la absorción del colesterol está perturbada en algunos individuos que
heredan unos genes defectuosos para la producción de proteínas receptoras de LDL y, por
consiguiente, sus células no pueden captar colesterol de la sangre. Los niveles elevados de
colesterol en sangre resultantes predisponen a estos individuos a
una aterosclerosis prematura, y la mayoría de ellos mueren a una edad temprana de un infarto
de miocardio como consecuencia de alteraciones de las arterias coronarias. La anomalía se
puede atribuir al receptor de LDL el cual puede estar ausente o ser defectuoso.

En la aterosclerosis
Niveles elevados de colesterol en la fracción LDL ("colesterol LDL" o "colesterol malo") se
asocian fuertemente al desarrollo de enfermedad aterosclerótica. Diversos modelos
experimentales y observaciones epidemiológicas sistemáticas apoyan, de hecho, un papel
causal del colesterol LDL en la iniciación y progresión de la aterosclerosis.
Sin embargo, la realidad médica científica pone de manifiesto que ningún ensayo clínico
rigurosamente controlado ha demostrado jamás, de forma concluyente, que la reducción del
colesterol LDL pueda prevenir enfermedades cardiovasculares o incrementar la longevidad. 1
Debe tenerse en mente que éste no es el único factor de riesgo asociado a esta enfermedad,
y que su manejo médico debe ser planificado sobre la base de la evaluación del riesgo
cardiovascular global individual de cada paciente.

El transporte reverso de colesterol y las células espumosas


Como se mencionó al principio, las LDL no están fisiológicamente involucradas en un influjo
neto de colesterol hacia los tejidos. Sin embargo, en determinadas circunstancias patológicas,
como la hipercolesterolemia LDL, la hipertensión arterial, la diabetes mellitus o el tabaquismo,
se desarrolla una entrega exagerada y no regulada de colesterol desde LDL químicamente
modificadas (oxidadas) a células macrofágicas subendoteliales, que cuando son
sobrepasadas en su capacidad de depuración, en un proceso conocido como "transporte
reverso de colesterol" y mediado por las lipoproteínas de alta densidad (HDL), degeneran en
células inestables, propensas a la inflamación y a la muerte celular patológica (necrosis). La
acumulación de estos macrófagos sobrecargados de colesterol, conocidos como células
espumosas, determina el desarrollo de placas de ateroma en la pared arterial, hecho
anatomopatológico definitorio de la enfermedad aterosclerótica.

Valores de colesterol LDL


Actualmente, los valores más aceptados internacionalmente de colesterol LDL son los
definidos por la American Heart Association (Sociedad Estadounidense del Corazón) (AHA):
menos de 100 mg/dL 
Nivel óptimo de colesterol LDL, correspondiente a un nivel reducido de riesgo para cardiopatía
isquémica.
100 a 129 mg/dL 
Nivel de LDL próximo al óptimo
130 a 159 mg/dL 
Fronterizo o limítrofe con alto nivel de LDL
160 a 189 mg/dL 
Alto nivel de LDL
190 mg/dL y superiores 
Nivel excesivamente elevado, riesgo incrementado de cardiopatía isquémica.
Sin embargo, los niveles óptimos de colesterol LDL deben determinarse después de un
análisis exhaustivo de los factores de riesgo de cada paciente, análisis que debe llevar a cabo
un médico especialista

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