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a DE LOS PRINCIPIOS (330) Ahora, para comprobar si las proposiciones cenumeradas hasta el momento como elementos de esta Ciencia dan forma a las materias dispuestas al principio dela Tabla cronolégica, rogamos a lector que reflexio- ne sobre todo cuanto se ha escrito en tomno a los princi- pos de cualquier materia de todo lo conocido, divino y hhumano, de os pueblos gentiles, y considere si resulta Aisonante con todas, muchas 0 alguna de aquellas pro- Posiciones; pues silo estuviera con una, asi ocurriria on todas, ya que cada una de ellas concuerda con las demés. ¥, cieriamente, quien haga tal confrontacién se dari cuenta de que todo consiste en citas de memoria confusa, imagenes de desordenada fantasia, no siendo ‘ada parto del entendimiento, que ha estado entreteni- 4 y ocioso por las dos vanidades que enumeramos en 179) eM j9y idades'. Por un lado, In tos Pa aber so cada una la ‘rine sna, set gnima para encontrar los Principig qe cae os flog: Perabo sven eC enaprctenden que 10 que saben haya sig, eaten sel principio de mundo, 20 depen ge jx os il6sofos. Por tant, par es ae Se hacerse como sino hubira bea eng ee GAD) Peto en tal densa nace dea se encuentra cubits la pimea y pay se antiquisima antigiedad, aparece esta uz tema, ne fanca se oculta, esta verdad que nse puss a modo poner en duda: Ue ete mundo ci base cho ciertament por los hombres, porlo cea sep ysse deben, hallar los principios en las modificaciones de nuestra propia mente humana. Por lo cul sme aquiera que reflexione sobre elo, debe asombrar el qs todos los fildsofos intentaran seramente consepte laciencia de este mundo natural, el cua, puesto ue Dios lo hizo, El solo tiene la ciency, sin embug, olvidaran meditar sobre este mundo de ls nacones, ¢ sea, mundo civil, del que, puesto que lo habian hein Jos hombres, ellos mismos podian alanzala cienia Este efecto extravagante procede de aqueli miserie, aque ya advertimos en las Dignidades, de a mene h- mana, que, inmersa y sepultada en el cuerpo, sincina naturalmente a sentir las cosas del cuerpo y ha de ust Ta de su Vo ee wn yet usu " co, amo hemes iso, que Bd ii comoya aes Bacon Desert nb laa Rss Seep angen ar * Bow Xi 8 178 Gumaarnstavico indo esfuerzo y fatiga para entenderse a si mig. sercomoelej corporal, qu ve todos lo objeten fue. rade si, necesita del espejo para verse a si mismo, (G32) Ahora bien, ya que este mundo de naciones ha sido hecho por los hombres, veamos en qué cosag han convenido todos los hombres siempre y convienen todavia, porque tales cosas podrn darnos los principiog universal y eternos, como deben ser los de toda cien. cia, sobre los cuales surgieron y se conservaron today las naciones. (633) Observamos que todas las naciones tanto berbaras como humanas, aunque fundadas de forma di. versa al estar ljanas entre s{ por inmensas distancias de lngary tiempo, custodiaron estas tres costumbres hhumanas: todas tienen alguna religidn, todas contraen ‘atrimonios solermes, todas sepultan a sus muertos: y ni entre las naciones mas salvajes y crueles se celebran acciones humanas con més rebuscadas ceremonias y mis consagradas solemnidades que las religiones, log ‘matrimonios y las sepultura. Asi, por la dignidad de {ue videas uniforms, nacdas en pueblos desconocidos entre si, deben tener un principio comin de verdady', les debe haber sido dictado a todas ellas. Por estas tres cosas comenzé la humanidad en todas las naciones, y Por ello todas deben custodiaras santamente para que el mundo no se embrutezca y no vuelva a la selva de -mvevo. Por eso tomamos estas tes costumbres etermas y 'niversales por los tres principios de esta Ciencia, (334) El primero no es tefutado como falso por 4os visjeros modems, ue cuentan que los pueblos de Brasil, los cafes y otras naciones del Nuevo Mundo * Digmdad XI, pu. 144, a CPNCU NE a) sine Amauld cet ismy iss aie At eno i se eto Se ie afirmé lado de los comer = Eanes ie Peo 8 HO AYES Poi, ay ag Dx aplaudida por algunos, sein la gua foe mundo filésofos, que vivieran con usin sano de as leyes sino de la rab, no ae alguna de religiones en el mundo! Tod egg tn de Wiles, ue roca desig con jcias monstruosas. Ciertamente, Rady is a la xageramene de ae sz el inico medio entre el aeons yi agen ie verre aver prep ones venidad de Ginebra (ence reat libre y Te tia de ists mien ong ae ones man enya th Meats a mera Ryo aan ae se (62050) wo eae Graeme dinonctaton dee nl hse eae Sire en Oren 200, a in ee a Ioan Ge Dis op es he ee ‘Biistuien Aiea oss Al es telnet es moe dss Sr ence Scene ene pepe iat fancam, Hz4 in Smo thant Pre Bye isto Re ee ies ttenemes + Sher ala Pica dvi Rohn Fe tones "co eae ls amis Pht in vase ty nes baer tgpeaiinne cheats Tino ice enon sr ee "as oe prt rte Uae Lp 180 cuwsarnsta viCO lr debe haber mayor libertad al eseibin) de igs con demasada seguridad lo que equivale a tircon no poca audacia. Pues todas las naciones creee ert dna prvidencial, ysl slo se han pote’ flr cao religions paras ynioguna mis dure (todo el eos dels tempos y por fod la amptieg, Bee ado cv nat de loshebrees, ya pasta Shas i deloscnstanes que cteen ena divinnacy ‘tesa mente infintamente libre; la terra, la dene teste or een en mis doses, que imepinan cor care euro y mente libres, po lo que, cusses icon designs ais dvniad qu rige y concern st dct ens immortalesy la curt itive fa de los mahometanos, que ereen en un dios de une ttt lnfniamente been un cuerpo init, por a ur eperanplacees dels sentidos como premios oe thom vida {G35) Ninguna cree en un dios todo cuerpo o en un dios odo mete que no sea libre. Por tanto los circ, quam coneden tl qe cierpo con el cone por el aun los estos, que hablan den Dos en na Fito euepoy una rete infin sujet al had (a tmjres en xt aos spinocinos), pueden razon de repica ni de ljes,y Baruch Spinoca habla de la e2 piblica como de una sociedad de mercaderes?. Por ello, tenia razon Cceton cuando deci a Aico, que era eins: reo, que no podia razonar con él de leyes, si aquél no le cooceia que exis una providencia dvina® Al soe de compaties as ds seta stoic y epics con le * Vico alude al uitarsmo presente en el Tactatustheolog- cus poliicas De tegibu, 17 “een UNC e194 risprudencia romana, que ‘ome su principal princpighs © ® viens ing (336) La opinién despuc, cjertos de hecho, de hombres ses 8 Ocibitas, Sinlasolermidad de mations pa malicia naturales desmenty humanas, pues todas ls nations go Sosunbes religosamente los matimonio, af? ean tales prictices, de forma implica, cont 600 testal. Porque, en lo que se ree cam Feado res, l no unites ningin vinculo neces Bea ban abandonando asus hijo natules ges dersepaae sis progenitors eng en entonces quedar abandonados por amos feos oY expuestos a ser devorados polos persia ee rida, piblica 0 privada,no les asses Sees tener quien les ensefase sureligin ailelengen guna otra costumbre humana. Deakique ina, de ellos este mundo de naciones,ewigiede ee nado de tants bellas ares dela humanad of In gran y antigua selva pola que vagaban cos eget y feroz eror las brutes fers de Oreo, ete guess {os hijos con las mares, y los paies cosas ine fe cuentaban la venus bestal. Puss al sl infge mee dad del mundo sin ley, que crates, con rzones ein dole fsica poco apropads,petntaprobar que eta prohibido por la naturalezas estandoprohiido por la aturaleza humasa, ya que tls concitos son nate 7p free oman, ein Vi, nempte con ozo eine) cmein a ba cn inpiinice mn Jenofante, Memorabilia, 1V, 4, 19-23. 182 cuuearnsta ico abortecidos en todas las naciones, y s6lo fue. Feacadas por algunos nada més qUEen suite de corrupcion, como ls pesas®, humanidad son ls sepulturas, se constta si se imaging estado salvaje en el que quedaran insepultos los ca, ‘daveres humanos sobre la tierra para ser pasto de cuen, ‘os y perros; seguramente con esta costumbre bestial debe ir de acuerdo el que los campos estuvieran sin caltivar, eshabitadas las ciudades, y que los hombres, ‘como puercos, comieran bellots, recogidas entre los cuerpos putrefacos de sus muertos. De ahi que con tanta razén las sepulturas fueran definidas con la ex. presién sublime efoedera generis humani» y, con me- nor grandeza, «humanitatis commercia», como ‘son desentas por Técito. Por otra parte, es una creencia cn la que han convenido todas las naciones gentiles que las almas permanecen sobre la tierra inquietas y anda errndo en toro alos cuerpos sin sepultaty, en consecuencia, que no mueren con sus cuerpos, sino que son inmortales. Y de que tal consenso existiera también en los antiguos pueblos barbaros, nos conven. cen los pueblos de Guinea, como atestigua Hugo von Linschooten; ls de Peri y de Méjico,segtin Acosta, en 1 De indies; los habitanies de Virginia, segiin Thomas ‘Hearrot los de Nueva Inglaterra, segin Richard Whit, boume, ylos del reino de Siam, segin Joost Schouten", Teheran ns "ft en dnoles,1V, 19 habla de wsorshamanae commer "omuninone vere HENNE 193 por lo que Sénece conta: Quam de sus hominum aut timentium i 5! consen. ; infers cut persuasione publica utory's oa tum: hae in ra desert afr reg’ Gunes de 0, Pb 4 1548), que estaba inci en el velumen miclenea is one tai descrip, Fraefo, 168, Los otos urs ym ohne oe 6) misionero jsut Joo Ace (153160) Hrs ned moral de ls Inis (eda Veen, 396.107 aoe Inglés . Hartt (15601621), rif andre mppr rad nen las Historige Ameria Srp, ci 139, p. 2 1. Whiboure, descr de Tera (159-1639, Diserie, Londres, 1620: 1 Schouten, oes de Holanda x Sam (me 1653), Beschrjinge vo ds Coir Sam once a elaine verve caries Area 165) ‘ eCaando hablaros de amoral ee un pes ove sobre nosozes, el conseoo deleshonbres ae obi teen aia iratumbayo que crea en eee emverimieno comin {Sn ein Ca ae de pln CV,

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