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arthur rosenberg democracia y socialismo historia politica de los ultimos ciento | cincuenta anos | (1789-1937) introduccién de gian enrico rusconi fraduccionde alfonso garcia ruiz CUADERNOS PASADOY PRESENTE BIBLIOTECA José Maria Aric See ee INDIGE rnemopvectéN, par GIAX ENMICO RUSCON DEMOCAACIA ¥ SOcrATISMO, HISTORIA POLITICA DE Los YLT Mos crexro eietinta aSox (1789-1927) PREPACIO A LA EDLCIGN SORKEALSERICANA Qt Is demecraca?, 18: Roberplere y Jeferwn, 4: de Na poten Bonaparte» Lule Felipe, ff EY ptimer sali, 6: [Democrats web 0 democraca Burges? 1) Ls cata $0: lees 76 DEMOCRAGIA Y ScARKIBMo, 1845-1895 are y Engle en la ispera de la rewolucign de 1848, 85; Fran. ‘a ent 10 La deta de Us revolucn em br Eerops Co aL 1636140, 104 Por qué aca In democrds cu 16-1810 10, Lap Tues en Ia eigen de [89 0 188, 15; Los ine ior de Ip wcabemceracia, 157,13 Sac dea T Iter ‘lon, 13%, HE denube de Bonaparte, 6H; Tx Gomura de Px Fi pel Saal dela I Intemscona), 10, La deuoerada. bur feta en Tos Watidos Union, Inglaterra Sa, 210; a deo Sovimcin de in demoencia dapucs de ISM, 216: Soca y starqustas después de 167, 2%; La renin europea desputs fe 187, 22H; Franca despts de 3a Comma ya tential ‘storia! de Boulanger, 218 Imperiliamo couts Hern, 257; 1x democrats Iberal y In TE Tntemiclonal, £79 er 5 3 6 front hu. px 1895 4 1957, vos rARsID0S OBREROS ANTES DE LA CUR Loe comieaor det olehevismo, 30; a goers sundial y te LNOFAS DE EA HDICION NORTEAMERICAMA a8 fnpice De Noses 38 ADVERTENCIA “ste libro es una contribuciéa historiea a Ia discusién actual sobre Ia democracia"; Tas palabras con las que Arthur Rosen- berg. presentaba en 1998 su altimo y mis importante libro publicado por una pequeda casa editora holandesa que im priimia los escritos de lo mejor de Ia emigracién alemana— Coneervan todavia en nuestros dias jumto con el libro al que dan principio, una actualidad inobjetable, Y no solamente porque la historiografia marsista contempordnea no ha pro- tuna contribucidn det aismo nivel sobre fste tenia, sino también porque Tos acontecimientos histéricos ‘mas recientes no han dejado de poner en el orden del dia i problema teéricoprictico capital de Ia relacién democra- ‘Aqui Rosenberg ha reunido Ta experiencia del historiador de Ia repiblica de Weimar y del Dolchevismo con la expe- Hencia y In reflexion de! militante de Ja igquierda revolucio- naria de Ja que fue uno de Tos mayores exponentes de Tos afios veinte y aint, ‘Democracia 9 sociatismo, en su forma de narraciém histéri- cc se aproxia a un andlisissistemitico y comparativo de las Formas y de las vealiziciones de Ta democracia, y este anilisis ‘esti regldo posiivamente por Ia idea de Ia democracin revo- Iucionaria, Como experiencia histérica limitada © bien como modelo ejemplar, In democracia revolucionaria constituye el punto de partida de Ta investigaciéa y el polo de referencia de Ja evaluacién global hasta Ta parte final dedicada a una Crti= ca general de la democracia, “La democracia como cosa en sl, come wna abstraccién formal no existe en Ia vida histérica “eseribe Rosenberg: Ia democracia es siempre un movimiento politica determinailo, apoyado por determinadss fucrzas poli- jcas y clases que Iuchan por determinados fines’. Desde Jef- fersony Robespierre hasta Lenin, desde la democracia social hasta el bolchevismo, Rosenberg describe y critica tos momen. tos histéricos fundamentales primero del encuentro y después ide la oposiciin entre “demaoeracia” y “socialismo": Ia revolu a IIL. DE 1895 A 1997. LOS PARTIDOS OBREROS DE LA GUERRA MUNDIAL En el perfodo de la TT Internacional de 1889 a 194 Tas cua. two grandes potencias, Alemania, Austria-Hungria, Kalin y Francia, junto con Suiza, Holanda, Belgien y los paises escan- dinavos presentaban rasgos comunes. En todos estos estados, Ja mayorla de los obreres industries apoyaba un partido, sociaista apogada ala IL Internacional, Tas elecciones del Reichstag de 1905 marcaron un nuevo éxito de los socialdemécratas que ganaron para sus candidatos tuna tercera parte de todos Tos votos emitidos, No abstante esto, el poder de'la clase dominante permanecia firme, Los socal. demderatas, aunque no podian hacer una revolucién violenta, podian haber intentado por lo menos una reforma consitucioy thal de Alemania, alléndose con los liberales y el Centro, La gran mayoria de Ios electores del Centro eran. obrer0s cris dios y cuapesinos del oeste y del sur, que no tenfan ningun ipatia por el despotismo prusiano. Ademés, la burgussia slemana se habia iaritado, desde el interior de los clrculos de Ja gram industria y do los impevilisias, contra el gobierno Aeficiente de Ta burocracia y contra la altaneria y avaricia de Ja nobleza prusiana. Se presentaba un sinniimero de. ocasio- nes de contlicto precisamente porque Alemania no labia p- sido todavia del estado feudal al borgués

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