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CONCEPTO DE CONTRATO

El Código de Comercio colombiano define el contrato como un acuerdo de dos o más


partes para constituir, regular o extinguir entre ellas una relación jurídica patrimonial, y
salvo estipulación en contrario, se entenderá celebrado en el lugar de residencia del
proponente y en el momento en que éste reciba la aceptación de la propuesta, definición
errada toda vez que equipará el contrato con la convención, pues el contrato crea
obligaciones, no las modifica ni extingue.

El código civil también confunde contrato con convención (art 1495 código civil) al limitar
la convención a la creación de obligaciones, olvidando que ésta puede también
modificarlas o extinguirlas. En todo caso el contrato o la convención se nutrirán siempre
de elementos de la naturaleza, elementos de la esencia y elementos accidentales.

El elemento que condiciona al contrato es la voluntad de los contratantes, pero hay otros
elementos que también lo integran, variando estos dependiendo de la teoría acogida, bien
la teoría de la autonomía de la voluntad, o bien la teoría moderna de la socialización.

CONCEPTO DE CONTRATO INTELIGENTE

A la hora de la formulación de una definición para este tipo de contratos, nos podemos
encontrar con problemas de toda índole, aun siendo una figura jurídica, tiene relación en
importantes ámbitos.

Fue Nick Szabo quien por primera vez introduce el concepto y lo define de la siguiente
manera: “Un conjunto de promesas, especificas en forma digital, incluidos los protocolos
dentro de los cuales las partes cumplen estas promesas” (Szabo, 1996)

Y a partir de esa definición, se han venido dando, como se dijo, en todos los campos del
conocimiento que estudian esta figura, otras tantas con el tecnicismo que a cada una le
corresponde, no obstante, uno de los conceptos que podemos vislumbrar como comunes
es el que tiene que ver con la redacción del contrato, o más bien, con la forma del mismo,
desde su estructura, ya que, como la teoría de los contratos nos indica, hay elementos
materiales (de contenido) y formales (de la estructura). Y es precisamente la indicación
que hay de que el lenguaje del contrato no es lenguaje, a priori, humano, sino un lenguaje
informático: una máquina genera códigos para que el mismo contrato se pueda ejecutar
autónomamente. Esto es, en otras palabras, la voluntad humana llevada a códigos
informáticos para que, un dispositivo lleve a cabo de manera automática, sin necesidad de
un tercero, ni de las partes, la ejecución de esa voluntad. Es un contrato que se ejecuta
por una orden previa ya dada entre las partes que celebran un negocio.

Veremos más adelante, hay temas que tienen que ver con principios generales del
derecho, que se analizarán a la luz de cómo funcionan este tipo de contratos, v.b,
autonomía de la voluntad y la facultad o posibilidad que tiene una persona de “no cumplir”.
Ahora bien, para primero poder imprimirle la categoría jurídica de contrato a los “smarts
contracts”, tenemos que ver si realmente estas figuras cumplen con los requisitos para ser
considerados como tales.

Tal y como lo señalamos anteriormente, la definición de contrato que trae nuestro


ordenamiento, si bien puede ser un poco desafortunada, pero corregida y aclarada un
poco por la doctrina, tenemos que decir que, si un contrato inteligente se ve rodeado de la
voluntad de las partes sobre el mismo objeto, dirigida inequívocamente a producir
obligaciones, estaremos inexorablemente de cara a un contrato desde un punto de 3 una
serie de promesas, especificadas de manera digital, incluyendo protocolos mediante los
cuales las partes ejecuten dichas promesas (traducción del autor). vista muy genérico.
Será un contrato entonces si satisface todos los requisitos para ser calificado como tal. No
obstante, cuando un “smart contract” sea considerado como un contrato, no es que
estemos de cara a un tipo específico de contrato (arrendamiento, mandato, agencia,
compraventa, etc.), incluso típico o atípico, puesto que la clasificación del mismo,
dependerá del contenido que tengan las prestaciones (Rey, 2018), porque como se dijo
anteriormente, la clasificación de “smart contract”, como punto común a todas las
definiciones, tiene que ver es con su estructura, es decir, la concepción de una nueva
forma de redactar los contratos, de hacerlos cumplir, de ejecutarlos con mayor rapidez,
eficacia, eficiencia, celeridad y economía.

CONCEPTO DE BLOCKCHAIN

Entre otras cosas, es una de las palabras de moda en los últimos tiempos. La
cadena de bloques es también un concepto que plantea una enorme revolución no
solo en nuestra economía, sino en todo tipo de ámbitos.
Es una tecnología que hace posible hacer libros contables inhackeables y que
reposan en internet; dichos libros pueden contener: almacenamiento de datos,
transacciones financieras, impuestos, bienes, etc.

RELACIÓN ENTRE CONTRATOS INTELIGENTES Y LA BLOCKCHAIN

Los contratos inteligentes son acuerdos entre personas que se manifiestan a


través de un código de cómputo. Estos contratos se pueden usar gracias a la
tecnología Blockchain, por lo que son almacenados en un compartimiento público
e inalterable. Las transacciones que se hacen con ocasión a un contrato
inteligente son procesadas por la blockchain, por lo que son enviadas
automáticamente sin la necesidad de un tercero.

Todo esto para concluir que, los contratos inteligentes son totalmente viables si la
forma de pago es una criptomoneda, ya que compagina de manera armoniosa con
toda la tecnología que alrededor de estas figuras existe, dándole mayor valor a la
utilización de estas herramientas, porque, de nada sirve la evitación constante de
intermediarios, si al final del día, las prestaciones van a estar supeditadas a que el
pago liberatorio de la obligación sea dinero depositado en un banco: eso carecería
de total sentido.

ELEMENTOS DEL CONTRATO INTELIGENTE COMO CONTRATO


PROPIAMENTE DICHO

Todos los contratos, desde la teoría general de los contratos deben satisfacer una
serie de elementos para ser considerados como tal. Ahora bien, como se dijo
anteriormente, no será el contrato inteligente, desde lo sustantivo, catalogado
como un contrato determinado, sino que mas bien, cumple funciones formales, es
decir, servirá como contenedor de una serie determinada de contratos desde el
punto de vista sustantivo. En otras palabras, dentro de un contrato inteligente se
podrá verter un contrato de mandato, de agencia, de compraventa, etc. Por ello,
su análisis desde la satisfacción de los elementos ha de ser desde el punto de
vista genérico, y entonces, poder determinar la cualidad de contrato en sentido
estricto, cuando estemos de cara a un “smart contract”, se dará porque se
identifiquen a plenitud los requisitos para que el mismo lo sea, de lo contrario,
estaremos de cara a la celebración de una convención o un acuerdo diferente a un
contrato.

CONCLUSIONES

Durante todo el desarrollo de este trabajo, se trató de analizar, a la luz de la teoría


de los contratos, si en efecto, estos negocios jurídicos pueden articularse como tal,
y vimos que, luego de hacer un análisis y recorrido por los elementos de un
contrato, la conclusión es positiva y no encontramos obstáculos para decir, sin
lugar a dudas, que un smart contract es efectivamente, un contrato, esto es, una
manifestación de la voluntad encaminada a producir obligaciones.

https://repository.upb.edu.co/bitstream/handle/20.500.11912/7393/Contratos
%20inteligentes.pdf?sequence=1

Resumen

Los Contratos Inteligentes, hacen parte de las nuevas tecnologías que en la


actualidad están impactando al derecho y al mundo. Aun cuando el uso nuevas
tecnologías trae consigo innumerables ventajas la introducción de este tipo de
herramientas en los diferentes sistemas legales a nivel mundial, ha sido lenta y
gradual. Para su correcta implementación, al menos en el caso de Colombia, se
requiere de la expedición de una legislación que sea capaz de cubrir cualquier tipo
de vacío legal, y que a su vez complemente y amplíe la regulación tradicional, de
manera que los usuarios de herramientas como los contratos inteligentes pueden
hacer uso de estos y aprovechar al máximo su potencial.

Palabras clave: Contratos inteligentes, blockchain, cuarta revolución industrial,


derecho, nuevas tecnologías en Colombia.

Ventajas de los contratos inteligentes

Certeza sobre la interpretación


Tal y como se estableció en su definición, los contratos inteligentes son acuerdos
escritos en lenguaje de programación como lo son Solidity, C++, Go, Python, Java,
entre otros. Mediante el lenguaje de programación o códigos se definen las
obligaciones, penalidades y consecuencias, lo que equivale a las cláusulas
contractuales tradicionales, que regirán el contrato y las diferentes circunstancias
que se pueden presentar con este. Dentro de este código se establece un efecto o
consecuencia por cada situación o evento, de manera que la forma en que se
ejecuta el contrato viene de manera predefinida, y que al ser automática, no caben
problemas de interpretación al momento de la ejecución, como los existentes
dentro del lenguaje tradicional en el cual la interpretación se basa en criterios
subjetivos y análogos (Blockchain Technologies, 2019).

Eliminación de intermediarios

En la actualidad es común que para la ejecución de un contrato se necesite de


más de un intermediario, ya sea del sistema financiero como bancos, fiduciarias y
aseguradoras o de entes públicos como notarias u oficinas de registro,
principalmente con el objetivo de dar seguridad al cumplimiento de los contratos y
autenticidad a los derechos que surgen de estos, todo lo cual genera costos,
riesgo de manipulación por parte de terceros y muchas veces demoras
injustificadas (Savelyev, 2017). Gracias a la naturaliza distribuida o
descentralizada del sistema de blockchain, en la cual se basan los contratos
inteligentes, y su sistema de auto ejecución, se hace innecesaria la presencia de
intermediarios pues la observancia de las condiciones establecidas en el contrato
desencadena los procesos necesarios para garantizar su cumplimiento. En el caso
de un incumplimiento contractual, la consecuencia seria la devolución, no pago del
dinero o pago de la penalidad; en caso de cumplimiento, el pago inmediato de la
contraprestación y hasta podría llegarse a la expedición del título correspondiente
que formalice la tradición en caso de compraventa de bienes sujetos a registro
(Domingo, 2018). La eliminación de intermediarios cobra una mayor relevancia en
el contexto internacional en el cual los costos y tiempos generados por la
intermediación son mayores (Blockchain Lorca, 2019).
Transparencia de las operaciones

Esta característica en especial tiene que ver con inmutabilidad de los datos
almacenados mediante el sistema de blockchain, el cual impide que las
condiciones del contrato sean alteradas sin la autorización de todos los implicados
en el negocio, además de permitir la trazabilidad (Savelyev, 2017).

Ejecución automática

Actualmente al momento de llevarse a cabo un contrato no existe una certeza de


que la otra parte vaya a cumplir con lo pactado, razón por la cual generalmente se
exigen garantías como hipotecas, pagarés, seguros, entre otros (Revista Dinero ,
2018). Los contratos inteligentes parten de un proceso de sistematización que
asegura que una vez el sistema verifique la realización de las condiciones
estipuladas, se genere como consecuencia instantánea el cumplimiento de lo
pactado, es decir el mismo contrato o software se encarga de que si una parte
cumple la otra de igual manera lo haga. Lo anterior, implica también que al ser
contratos que se cumplen de manera automática, no requieren, al menos para su
ejecución, intervención judicial que tenga que obligar a alguna de las partes a la
realización de las obligaciones pactadas (Savelyev, 2017).

Criptomonedas

Las criptomonedas son monedas digitales que utilizan técnicas de cifrado para
regular la generación de sus unidades, verificar la transferencia de fondos que se
lleva a cabo con estas, y que a diferencia de las monedas ordinarias y
tradicionales funcionan de manera independiente, sin el respaldo de un banco
central. Aun cuando el concepto de criptomoneda surgió desde los años noventa,
estas solo se popularizaron hasta mediados del año 2009 con la aparición del
Bitcoin, uno de los tipos de criptomoneda más populares hasta el momento. Las
criptomonedas utilizan tecnología blockchain para su desarrollo y uso, razón por la
cual hacen parte de las nuevas tecnologías (Boar, 2018).

Propuestas para la regulación de los Contratos Inteligentes en Colombia


Como se expuso en el segundo capítulo, de momento no existe una legislación
clara o especifica aplicable a los Contratos Inteligentes en Colombia, sin embargo,
gracias al principio de Neutralidad Tecnológica establecido por la Ley 1341 de
2009, su uso se encuentra permitido. Si bien es clara la voluntad del legislador en
permitir el uso de nuevas tecnologías con la expedición de la Ley 1341, no debe
olvidarse los riesgos de la desregulación, y de la creación de zonas ambiguas
dentro de la ley, tal y como sucede con el caso de las criptomonedas, razón por la
cual, luego de haber analizado la regulación de los Contratos Inteligente frente a
otras legislaciones, se proponen las siguientes directrices para su regulación en
Colombia:

Abarcar y adaptar elementos esenciales de contrato

Declaración de voluntad: Esta se refiere a la exteriorización del deseo interno,


para generar un efecto jurídico (Ortiz Monsalve, 2010)

Formalidad: artículo 1.500 del Código Civil Colombiano

Regulación del blockchain

Responsabilidad de los desarrolladores

Tendencia a la internacionalización

Regulación no restrictiva

Regulación no restrictiva

Conclusiones

Como se planteó inicialmente, el presente trabajo busca esclarecer si la


normatividad actual en Colombia, es suficiente para regular el uso de los
Contratos Inteligentes en Colombia, o si por el contrario se requiere de la
expedición de una nueva regulación para abarcar este tipo de contratos, haciendo
énfasis en cómo debería ser la nueva regulación en caso de que sea necesaria su
expedición.
https://repository.javeriana.edu.co/bitstream/handle/10554/46186/Trabajo
%20de%20grado.pdf?sequence=2&isAllowed=y

Marco regulatorio del Estado Colombiano sobre los contratos a partir del
Código Civil y el Código de Comercio.

El primer avance dentro del marco regulatorio colombiano, se realizó a través de la


Ley 527 de 1999 donde se reglamentó el acceso y uso de los mensajes de datos
del comercio electrónico y de firmas digitales precisando concepto como la firma
digital especie de la firma electrónica: c) Firma digital. Se entenderá como un valor
numérico que se adhiere a un mensaje de datos y que, utilizando un
procedimiento matemático conocido, vinculado a la clave del iniciador y al texto del
mensaje permite determinar que este valor se ha obtenido exclusivamente con la
clave del iniciador y que el mensaje inicial no ha sido modificado después de
efectuada la transformación. (Ley 527 de 1997, art 2)

Ahora para el funcionamiento de contratación electrónica es necesario la


presencia de la firma. Está puede ser entendida como medio a través de un
mensaje de datos y sus tres requisitos son: (i) identificación y atribución del
mensaje y de la información contenida, (ii) función de privacidad, cifrado del
mensaje y de la firma, (iii) función de seguridad e integridad que evidencia la
apertura o alteración del mensaje entre el momento de su emisión y su llegada.
(Illesca, R. 2019) De esta manera nos conviene señalar los tipos de firmas a partir
de la Ley 527 de 1999: (i) Firma digital (ii) firma electrónica.

Por su parte la principal característica de la firma digital es que utiliza un


procedimiento matemático de criptografía. Es decir, el documento cuenta con una
clave que solo tiene el generador del mensaje, convirtiéndola en una firma más
segura. En este sentido la firma electrónica es una expresión genérica amplia
relativa a los datos electrónicos y no tiene validez legal y por el contrario la firma
digital es una firma certificada y basada en la criptografía. (Aparicio, I. 2019)
Si bien, esta ley (Ley 1341 de 2009) aplica para las telecomunicaciones, mediante
el artículo segundo encontramos el principio de Neutralidad tecnológica, el cual
permite utilizar en Colombia cualquier tipo de tecnología de manera libre con un fin
legítimo siempre cuando no exista norma que prohíba el uso de esa tecnología. En
particular para la celebración y uso de los contratos inteligentes la regulación
colombiana no tiene ninguna prohibición.

No obstante, el Banco de la República mediante Concepto No. 20348 de 2016,


indicó que el único medio de pago de curso legal en el país es el peso colombiano.
Las criptomonedas son un activo que no puede ser considerado una divisa, debido
a que no cuenta con el respaldo de los bancos centrales de otros países, por lo
que no se puede utilizar para el pago de las operaciones del régimen cambiario
(Concepto No. 20348, 2016). Además, que la Superintendencia Financiera
mediante Circular 209 de 2014, especificó que las monedas virtuales no se
encuentran reguladas por la ley y por ende no están sujetas a control, vigilancia o
inspección de la Superintendencia Financiera. (Concepto 2014027011-001, 2014)

Las normas creadas en materia y civil y comercial, si bien permiten un uso básico
no son suficientes para adaptar las herramientas que involucran los contratos
inteligentes y el sistema blockchain. Es necesario crear una normatividad
específica sobre el uso de estas herramientas en Colombia.

https://repository.ucatolica.edu.co/bitstream/
10983/25773/1/210412%20Articulo%20de%20Investigaci%C3%B3n
%20Walteros%20Salazar%20Liz%20Dayanna.pdf

¿Que permite el contrato inteligente?


Los contratos inteligentes

Esta tecnología permite garantizar la inmutabilidad de los términos y las


condiciones de ejecución de los contratos al generar un programa informático que
siempre va a actuar de la misma forma, sin requerir de la buena voluntad de la
otra parte o de un tercero.
Satoshi diseñó Bitcoin como una evolución del protocolo “bit gold” que
había ideado Szabo en 1998 y heredó de éste los contratos
inteligentes como forma de transferir propiedades digitales. Aún a día
de hoy, el contrato inteligente más usado es un simple pago mediante
una transacción con destino a una dirección P2PKH (Pay to Private
Key Hash):

Si un contrato depende de la tutela judicial para asegurar su cumplimiento, o necesita


cumplir con la legislación vigente, no tiene mucho sentido implementarlo como
contrato inteligente. Y si no, no tiene sentido analizarlo desde la óptica del derecho ni
necesita de juristas.

https://fiscalidadbtc.medium.com/los-contratos-inteligentes-y-el-derecho-
c5ef82b1641

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