Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
“Contratos
Civiles” de
Zamora y Valencia
Pág. 47-70
Lo anterior a generado que exista mas confianza de la gente hacia este tipo de
documentos ya que existe cierta formalidad y ningún tipo de vicios, siendo estos
claros sin utilizar tecnicismos ni otro tipo de términos que se puedan mal
interpretar o incluso alguna de las partes sacar ventajas de esto o beneficiarse.
Inclusive si con estas palabras o tecnicismos que se utilicen, el contrato se sale
del fin u objetivo principal podría llegar a ser nulo.
Segunda regla. "Cuando una cláusula es susceptible de dos sentidos se debe más
bien entender conforme al que ha podido tener efecto, que no según aquel sentido
que daría por resultado no ser posible estipulación alguna.
"Quinta regla. El uso tiene una autoridad tan grande en punto a la interpretación
de las convenciones, que en todo contrato se sobreentienden las cláusulas que
son de uso, bien que no se hallen expresadas".
"Sexta regla. Se debe interpretar una cláusula por las otras cláusulas contenidas
en el acta, ya precedan o sigan a dicha cláusula".
"Séptima regla. En caso de duda, una cláusula debe interpretarse contra aquel
que ha estipulado alguna cosa y en descarga del que ha contraído la obligación".
"Octava regla. Por generales que sean los términos en que se haya concebido una
convención, no comprende más que las cosas por las cuales las partes
contratantes han entendido contratar y no aquellas en las que no han pensado".
"Undécima regla. En los contratos, lo mismo que en los testamentos, una cláusula
concebida en plural se distribuye a menudo en varias cláusulas particulares"
"Duodécima regla. A veces lo que se encuentra al final de una frase se refiere por
lo común a toda la frase y no tan sólo a lo que la precede inmediatamente; con tal
empero que este fin de frase convenga en género y en número a toda ella" .
Si los provechos y los gravámenes que genera para las partes son ciertos y
conocidos desde la celebración misma del contrato, será conmutativo; si esos
provechos y gravámenes no son ciertos y conocidos al momento de celebrarse el
contrato, sino que dependen de circunstancias o situaciones posteriores a su
celebración, será aleatorio. El código civil vigente regula como contratos aleatorios
la renta vitalicia, la compra de esperanza y los contratos de juego y apuesta
permitidos. Son contratos conmutativos, entre otros la compraventa, la permuta, el
arrendamiento, etc.H La importancia práctica de esta distinción es que,
generalmente, el instituto de la lesión no opera en los contratos aleatorios porque
las partes están tomando en cuenta, desde la celebración del contrato, el que el
monto de las prestaciones sea mayor o menor por las circunstancias o
condiciones que puedan presentarse y sí opera siempre, en cambio, en los
contratos conmutativos.
LOS CONTRATOS SOLEMNES, FORMALES Y CONSENSUALES. -Desde el
punto de vista de la manera en que puede o debe manifestarse la voluntad y por
ende el consentimiento, los contratos se clasifican en solemnes, formales o
consensuales. Cuando la ley exige una forma determinada y no otra diferente para
que se produzcan ciertas y determinadas consecuencias y prevé que si no se
satisface esa forma no se producirán esas consecuencias, el acto se califica de
solemne. Si no se le da la forma impuesta al acto, pueden producirse, y de hecho
se producen, otras consecuencias, pero no las previstas por la ley para ese acto.
El mutuo subrogatorio es un ejemplo en derecho mexicano de contrato solemne.
Dispone el artículo 2059 que "cuando la deuda fuere pagada por el deudor con
dinero que un tercero le prestare con ese objeto, el prestamista quedará
subrogado por ministerio de la ley en los derechos del acreedor, si el préstamo
constare en título auténtico en que se declare que el dinero fue prestado para el
pago de la misma deuda. Por falta de esta circunstancia, el que prestó sólo tendrá
los derechos que exprese su respectivo contrato". Cuando la ley exige una forma
determinada y no otra diferente para que se produzcan determinadas
consecuencias, pero esas consecuencias se producen también aunque no se
satisfaga la forma prevista y sólo se establece la nulidad del contrato por la falta
de tal forma (2228), destruyéndose retroactivamente esos efectos cuando se
pronuncie por el juez la nulidad (2226 y 2227) el contrato se clasifica y califica
como formal. Cuando la ley no exige forma determinada para la validez de un
contrato, sino que deja a las partes la libertad más absoluta para darle la forma
que ellas determinen, el contrato es consensual, sin que esto signifique que el
contrato pueda celebrarse sin forma.