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Primera ley de Newton

Considere un libro sobre una mesa. Es evidente que el libro permanece en reposo si se

deja solo. Ahora piense que lo empuja con una fuerza horizontal lo suicientemente gran-

de para vencer la fuerza de fricción entre el libro y la mesa, poniendo el libro en mo-

vimiento. Ya que la magnitud de la fuerza aplicada supera la magnitud de la fuerza de

fricción, el libro acelera. Cuando la fuerza aplicada es retirada, en breve la fricción retrasa

el libro hasta detenerlo.

Ahora piense en empujar el libro a lo largo de un piso suave y encerado. Una vez más

el libro llega al reposo una vez que la fuerza deja de aplicarse, pero no tan rápido como

antes. Por último, si el libro se mueve sobre una supericie sin fricción horizontal (igura

4.3b), continúa moviéndose en una línea recta con velocidad constante hasta que golpea

una pared o algún otro obstáculo.

Antes del año 1600, los cientíicos pensaban que el estado natural de la materia era

el estado de reposo. No obstante, Galileo concibió experimentos (como un objeto móvil

sobre una supericie sin fricción, recién descrito) y concluyó que no es la naturaleza de

un objeto detenerse, una vez que se pone en movimiento, sino que continúa en su estado

original de movimiento. Este planteamiento después se formalizó como la primera ley de

movimiento de Newton:

Un objeto se mueve con una velocidad que es constante en magnitud y en dirección,

a no ser que actúe en él una fuerza resultante diferente de cero.

La fuerza neta sobre un objeto se dene como la suma vectorial de todas las fuerzas ex-

ternas ejercidas sobre el objeto. Las fuerzas externas vienen del ambiente del objeto. Si

una velocidad del objeto no está cambiando ya sea en magnitud o dirección, entonces la

aceleración y la fuerza neta que actúan sobre él deben ser cero.

Las fuerzas internas se originan dentro del objeto mismo y no pueden cambiar la ve-

locidad del objeto (aunque pueden alterar la rapidez de rotación, como se describe en el
Masa e inercia

Piense que golpea una pelota de golf desde el punto de partida, con un palo de golf. Si es

un buen golista, la pelota viajará más de 200 yardas sobre el campo de golf. Ahora piense en

levantar una bola de boliche y golpearla con el mismo palo (un experimento que no se reco-

mienda). Probablemente el palo se rompa, podría dislocarse la muñeca, y la bola de boliche,

en el mejor de los casos, caería del soporte de la pelota, medio girará y llegará al reposo.

A partir de este experimento mental, concluimos que aunque ambas pelotas resisten

cambios en su estado de movimiento, la bola de boliche ofrece mucha más resistencia efec-

tiva. La tendencia de un objeto a continuar en su estado original de movimiento o reposo

se conoce como inercia.

Aunque la inercia es la tendencia de un objeto a continuar su movimiento en ausencia de

una fuerza, la masa es una medida de la resistencia de un objeto a cambiar en su movimiento

debido a una fuerza. A mayor masa de un cuerpo, menor es la aceleración bajo la acción

de una fuerza aplicada determinada. La unidad SI de la masa es el kilogramo. Masa es una

cantidad escalar que obedece las reglas de la aritmética ordinaria.

La inercia se puede usar para explicar la operación de una clase de cinturón de segu-

ridad. En un accidente, el propósito del cinturón de seguridad es mantener de manera

irme al pasajero en el lugar relativo al automóvil, para evitar lesiones serias. La igura 4.4

explica cómo funciona una clase de tirantes de sujeción. Bajo condiciones normales, la

rueda dentada da vueltas libremente, lo que permite que la montura se enrolle o desenro-

lle desde la polea cuando se mueve el pasajero. En un accidente, el automóvil se somete a

una aceleración considerable y rápidamente llega al reposo. Debido a su inercia, el bloque

grande bajo el asiento continua deslizándose hacia adelante a lo largo del carril. El pasa-

dor de unión entre el bloque y la varilla ocasiona que ésta gire alrededor de su centro y
encajar la rueda dentada. En este punto, la rueda dentada se traba en el lugar, y la montura

no se desenrolla.
Primera ley de Newton

Hemos visto algunas propiedades de las fuerzas, pero no hemos dicho cómo afectan

el movimiento. Por principio de cuentas, consideremos qué sucede cuando la fuerza

neta sobre un cuerpo es cero. Sin duda el lector estará de acuerdo en que si un cuerpo

está en reposo y ninguna fuerza neta actúa sobre él (es decir, no hay empujón ni tirón

netos), el cuerpo permanecerá en reposo. Pero, ¿Qué sucedería si la fuerza neta es ce-

ro y actúa sobre un cuerpo en movimiento?

Para saber qué sucede en este caso, suponga que usted desliza un disco de hockey

sobre una mesa horizontal, aplicándole una fuerza horizontal con la mano (figura

4.9a). Cuando usted deja de empujar, el disco no sigue moviéndose indefinidamente;

se frena y se detiene. Para mantenerlo en movimiento, hay que seguirlo empujando

(es decir, aplicando una fuerza). Podríamos llegar a la conclusión de “sentido común”

de que los cuerpos en movimiento naturalmente se detienen y que se necesita una

fuerza para mantener el movimiento.

Imagine ahora que usted empuja el disco en una superficie lisa de hielo (figura

4.9b). Al dejar de empujar, el disco se desliza mucho más lejos antes de detenerse.

Ponga el disco y empújelo en una mesa de hockey de aire, donde flota sobre un delga-

do “cojín” de aire, y llegará aún más lejos (figura 4.9c). En cada caso, lo que frena el

disco es la fricción, una interacción entre la superficie inferior del disco y la superfi-

cie sobre la que se desliza. Cada superficie ejerce una fuerza de fricción sobre el dis-

co, la cual reduce su movimiento; la diferencia entre los tres casos es la magnitud de

la fuerza de fricción. El hielo ejerce menos fricción que la superficie de la mesa, y el

disco viaja más lejos. Las moléculas de gas de la mesa de hockey de aire son las que

menos fricción ejercen. Si pudiéramos eliminar totalmente la fricción, el disco nunca

se frenaría y no necesitaríamos fuerza alguna para mantener el disco en movimien-

to, una vez que empieza a hacerlo. Así, la idea de “sentido común” de que se requiere
una fuerza para conservar el movimiento es incorrecta.

Experimentos como el que describimos demuestran que, si ninguna fuerza neta ac-

túa sobre un cuerpo, éste permanece en reposo, o bien, se mueve con velocidad cons-

tante en línea recta. Una vez que un cuerpo se pone en movimiento, no se necesita

una fuerza neta para mantenerlo en movimiento; a tal observación la conocemos co-

mo primera ley del movimiento de Newton:

Primera ley del movimiento de Newton: un cuerpo sobre el que no actúa una

fuerza neta se mueve con velocidad constante (que puede ser cero) y aceleración cero.

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