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Reimon Arbey Riascos Guancha

Premios Nobel de Física


2018

El Premio Nobel de Física se ha centrado en los avances en el campo de la


física del láser. Arthur Ashkin (Estados Unidos) inventó las ‘pinzas
ópticas’ que atrapan partículas, átomos, virus y otras células vivas con sus
dedos de rayo láser. Esta nueva herramienta permitió a Ashkin hacer
realidad un sueño de ciencia ficción: usar la presión de radiación de la luz
para mover objetos físicos. La otra mitad del premio ha recaído en Gérard
Mourou (Francia) y Donna Strickland (Canada) "por su método de
generación de pulsos ópticos ultracortos de alta intensidad". abrieron el
camino hacia los pulsos láser más cortos e intensos jamás creados. Su
artículo revolucionario se publicó en 1985 y fue la base de la tesis doctoral
de Strickland. Con un enfoque ingenioso, lograron crear pulsos láser
ultracortos de alta intensidad sin destruir el material amplificador. Primero,
estiraron los pulsos del láser para reducir su potencia máxima, luego los
amplificaron y finalmente los comprimieron. Si un pulso se comprime en el
tiempo y se vuelve más corto, entonces empaqueta más luz en el mismo
espacio diminuto con lo que la intensidad del pulso aumenta
dramáticamente. La técnica inventada por Strickland y Mourou, llamada
CPA, pronto se convirtió en estándar para los posteriores láseres de alta
intensidad. Sus usos incluyen los millones de cirugías oculares correctivas
que se realizan cada año utilizando los rayos láser más nítidos.
2019

James Peebles "por sus descubrimientos teóricos en cosmología física".


A través de cálculos teóricos, Peebles interpretó los rastros de radiación de
microondas y descubrió los procesos físicos que rigen el universo desde del
Bing Bang, en los que están descritos algunos de los secretos del universo
primitivo. El astrofísico descubrió que conocemos únicamente el 5 % del
universo observable, mientras que el 95% restante está compuesto por lo
que los físicos llaman materia y energía oscura.
los planetólogos suizos Michel Mayor y Didier Queloz "por el
descubrimiento de un exoplaneta orbitando una estrella semejante al
Sol fuera del sistema solar". El cuerpo celeste, conocido como 51 Pegasi
b, es una enorme masa gaseosa situada a unos 50 años luz de la Tierra y
cuyo tamaño aproximado es la mitad que el de Júpiter. Está tan pegado a la
estrella sobre la que orbita que un año 'pegasiano' dura tan solo cuatro días.
Su temperatura superficial tampoco es nada apacible, pues se calcula que
supera los 1.000 °C. Su localización en 1995 desde el Observatorio de Alta
Provenza, en el sur de Francia, promovió el interés por el descubrimiento
de planetas extrasolares, de los que hoy se conocen unos 4.000, la mayoría
de ellos detectados por el Observatorio Espacial Kepler, lanzado en 2009.
El descubrimiento de exoplanetas ha propiciado a su vez el lanzamiento de
nuevas sondas orbitales que recaben nuevos datos con los que responder
una de las preguntas más antiguas de la humanidad: ¿Estamos solos en el
universo?
2020

Los astrónomos Roger Penrose, Reinhard Genzel se han obtuvieron


el premio Nobel de Física de 2020. El primero de los científicos ha
obtenido la mitad del galardón por la demostración fáctica de la
existencia de los agujeros negros, siguiendo los preceptos de la teoría de la
relatividad de Einstein. El año pasado tuvieron lugar dos descubrimientos
astronómicos que dieron la vuelta al mundo y espolearon a la comunidad
científica. El primero de ellos fue la primera imagen de un agujero negro,
lo que suponía la prueba irrefutable de la existencia de este evento
supermasivo. Los científicos del EHT (Event Horizon Telescope),
(Telescopio de horizonte de sucesos, por sus siglas en inglés), enseñaron al
mundo una imagen de un agujero situado a 55 millones de años luz, en la
constelación de Virgo, elaborada a partir de los datos obtenidos de la
radiación que había quedado atrapada en el campo gravitatorio del evento
masivo.
El hallazgo supuso la confirmación definitiva de la existencia de estos
fenómenos, cuya existencia había sido deducida, aunque nunca probada
empíricamente, por la teoría de la relatividad general de Eisntein, quien, sin
embargo, consideraba que la mera existencia de un evento tan supermasivo
que nada pudiera escapar a su atracción, ni siquiera la luz, era una idea
demasiado absurda como para ser real.

Los otros dos investigadores  Reinhard Genzel y Andrea Ghez han sido
distinguidos por el descubrimiento de un objeto supermasivo en el centro
de la Vía Láctea, a unos 26.000 años luz de nuestro planeta situado en el
centro de la Vía Láctea. Los expertos descubrieron una estrella que orbita a
su alrededor siguiendo una trayectoria elíptica muy pronunciada. Según la
teoría de la relatividad general, los fotones que se encuentran en el punto
más cercano de la órbita deberían perder energía, un hecho que los
científicos habían intentado probar en 2018, aunque no confirmar. El año
pasado, un equipo científico liderado por Reinhard Genzel y Andrea Ghez
comprobaron empíricamente su existencia analizando las mediciones
tomadas por el telescopio Keck de Hawaii durante los meses de máximo
acercamiento entre el astro y el agujero negro.
Bibliografía.
- https://www.investigacionyciencia.es/noticias/nobel-de-fsica-
2018-para-dos-inventos-que-revolucionaron-las-aplicaciones-del-
lser-16811
- https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/nobel-fisica-
2019-premia-a-tres-astrofisicos-por-su-contribucion-a-
comprension-universo_14788
- https://www.dw.com/es/un-brit%C3%A1nico-un-alem
%C3%A1n-y-una-estadounidense-ganan-premio-nobel-de-f
%C3%ADsica-2020/a-55171867

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