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Óxidos metálicos

Te explicamos qué son los óxidos metálicos, cómo se obtienen,


se nombran y para qué se usan. Además, qué son los óxidos no
metálicos.

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Los óxidos metálicos surgen de la reacción de un metal con el oxígeno


del aire o el agua.
¿Qué son los óxidos metálicos?
En química, se llama óxidos básicos u óxidos metálicos a un tipo
de compuestos moleculares que resulta al combinar un metal con el
oxígeno. En estos compuestos el átomo de oxígeno tiene estado de
oxidación -2. Su fórmula general puede expresarse de la siguiente
manera:

X2On

Donde X es el elemento metálico y n es la valencia de dicho metal.

Estos compuestos también se llaman óxidos básicos porque reaccionan


con el agua formando hidróxidos, por lo que además son conocidos
como bases. Este tipo de compuestos son bastante comunes en la vida
cotidiana ya que los elementos químicos más abundantes en la tabla
periódica son, justamente, los metálicos.

Los óxidos metálicos retienen algunas de las propiedades del elemento


metálico, como la buena conductividad de la electricidad y el calor, o sus
elevados puntos de fusión. Además, se presentan en los tres estados de
agregación de la materia.

Puede servirte: Oxidación

¿Cómo se obtienen los óxidos metálicos?


Los óxidos metálicos, como hemos dicho antes, se obtienen cuando se
hace reaccionar un metal cualquiera con el oxígeno. Un ejemplo de
esto lo vemos cuando un metal se oxida por estar en continuo contacto
con el oxígeno presente en el aire o en el agua. Dicha relación suele
expresarse en la siguiente fórmula:

Oxígeno (O) + Elemento metálico (X) = Óxido básico o metálico.

Nomenclatura de los óxidos metálicos


Existen diferentes sistemas de nomenclatura química. Para nombrar los
óxidos metálicos emplearemos el sistema estequiométrico o sistemático
(recomendado por la IUPAC ) y el sistema STOCK. También existe un
sistema de nomenclatura llamado “tradicional”, pero actualmente se
utiliza poco.

Para nombrar los óxidos metálicos según estos sistemas, primero se


deben tener en cuenta algunas cuestiones:

 Cuando el elemento metálico tiene un único número de


oxidación (por ejemplo, el galio (Ga) tiene solo 3+):
 Tradicional. Se agregan sufijos y prefijos según el estado de
oxidación de los elementos metálicos. Por ejemplo: óxido de
galio (Ga2O3).
 Sistemático. Se nombran según la cantidad de átomos de cada
tipo que tiene la molécula. Por ejemplo: trióxido de digalio
(Ga2O3).
 STOCK. Se añade al final del nombre el estado de oxidación
del metal en ese compuesto, en números romanos y entre
paréntesis. Muchas veces, si el metal tiene un solo estado de
oxidación, se omite el número romano. Por ejemplo: óxido de
galio (III) u óxido de galio (Ga2O3).
 Cuando el elemento metálico tiene dos números de oxidación (por
ejemplo, el plomo (Pb) tiene 2+ y 4+):
 Tradicional. Se agregan sufijos y prefijos según el estado de
oxidación de los elementos metálicos. Cuando el elemento tiene
el mayor estado de oxidación se utiliza el sufijo -ico y cuando
tiene el menor se utiliza el sufijo -oso. Por ejemplo: óxido
plúmbico (PbO2) cuando el estado de oxidación es el mayor (4+)
y óxido plumboso (PbO) cuando el estado de oxidación es el
menor (2+).
 Sistemático. Se mantienen las reglas. Por ejemplo: dióxido de
plomo (PbO2), cuando tiene estado de oxidación (4+) y
monóxido de plomo (PbO) cuando tiene estado de oxidación
(2+).
 STOCK. Se añade al final del nombre el estado de oxidación
del metal en ese compuesto según corresponda, en números
romanos y entre paréntesis. Por ejemplo: óxido de plomo (IV)
(PbO2) y óxido de plomo (II) (PbO).
Aclaración. A veces los subíndices se pueden simplificar. Este
es el caso del óxido de plomo (IV), que se podría representar
como Pb2O4, pero se simplifican los subíndices y queda PbO2.

 Cuando el elemento metálico tiene tres números de oxidación (por


ejemplo, el cromo (Cr) tiene principalmente 2+, 3+, 6+):
 Tradicional. Se agregan sufijos y prefijos según el estado de
oxidación de los elementos metálicos. Cuando el elemento tiene
el mayor estado de oxidación se añade el sufijo -ico, para el
estado de oxidación intermedio se añade el sufijo -oso y para el
menor se añade el prefijo -hipo, seguido del nombre del metal,
seguido del sufijo -oso. Por ejemplo: óxido crómico (CrO3)
cuando tiene estado de oxidación (6+), óxido cromoso (Cr2O3)
cuando tiene estado de oxidación (3+) y óxido hipocromoso
(CrO) cuando tiene estado de oxidación (2+).
 Sistemático. Se mantienen las reglas. Por ejemplo: monóxido
de cromo (CrO) cuando tiene estado de oxidación (2+), trióxido
de dicromo (Cr2O3) cuando tiene estado de oxidación (3+) y
trióxido de cromo (CrO3) cuando tiene estado de oxidación (6+).
 STOCK. Se añade al final del nombre el estado de oxidación
del metal en ese compuesto según corresponda, en número
romanos y entre paréntesis. Por ejemplo: óxido de cromo (II)
(CrO), óxido de cromo (III) (Cr2O3) y óxido de cromo (VI) (CrO3).
 Cuando el elemento tiene cuatro números de oxidación (el
manganeso (Mn) tiene principalmente 2+, 3+, 4+, 7+)
 Tradicional. Cuando el elemento tiene el mayor estado de
oxidación se añade el prefijo per- y el sufijo -ico, para el estado
de oxidación que le sigue se añade el sufijo -ico,  para el estado
de oxidación siguiente se añade el sufijo -oso y para el menor
estado de oxidación se añade el prefijo hipo- y el sufijo -oso.
Por ejemplo: óxido permangánico (Mn2O7) cuando tiene estado
de oxidación (7+), óxido mangánico (MnO2) cuando tiene estado
de oxidación (4+), óxido manganoso (Mn2O3)  cuando tiene
estado de oxidación (3+) y óxido hipomanganoso (MnO) cuando
tiene estado de oxidación (2+).
 Sistemático. Se mantienen las reglas. Por ejemplo: heptaóxido
de dimanganeso (Mn2O7)  cuando tiene estado de oxidación
(7+), dióxido de manganeso (MnO2) cuando tiene estado de
oxidación (4+), trióxido de dimanganeso (Mn2O3) cuando tiene
estado de oxidación (3+) y monóxido de manganeso (MnO) 
cuando tiene estado de oxidación (2+).
 STOCK. Se añade al final del nombre el estado de oxidación
del metal en ese compuesto según corresponda, en número
romanos y entre paréntesis. Por ejemplo: óxido de manganeso
(VII) (Mn2O7), óxido de manganeso (IV) (MnO2), óxido de
manganeso (III) (Mn2O3) y óxido de manganeso (II) (MnO).

Usos de los óxidos metálicos

El óxido de plomo se utiliza en la fabricación del vidrio y el cristal.


Los óxidos metálicos tienen una gigantesca aplicación en la vida
cotidiana, sobre todo en la fabricación de diversas sustancias químicas.
Algunos ejemplos son:
 Óxido de magnesio. Se utiliza para la preparación de medicamentos
destinados al estómago, y en la fabricación de antídotos para
intoxicaciones.
 Óxido de zinc. Se utiliza para la fabricación de pinturas, colorantes y
pigmentos de teñido.
 Óxido de aluminio. Se utiliza para aleaciones de enorme dureza y
otros metales de uso industrial.
 Óxido de plomo. Se utiliza en la fabricación del vidrio.

Importancia de los óxidos metálicos


Los óxidos metálicos son sumamente importantes para el ser humano y
para las industrias contemporáneas, ya que sirven de aditamento en
muchos compuestos de aplicación cotidiana.

Además, son la materia prima en laboratorios químicos para la


obtención de bases y otros compuestos, ya que su abundancia los
hace mucho más fáciles de obtener y manipular.

Ejemplos de óxidos metálicos


Algunos ejemplos adicionales de óxidos metálicos son:

 Óxido de sodio (Na2O)


 Óxido de potasio (K2O)
 Óxido de calcio (CaO)
 Óxido cúprico (CuO)
 Óxido ferroso (FeO)
 Óxido de plomo (PbO)
 Óxido de aluminio (AlO3)

Óxidos no metálicos
Los óxidos no metálicos son aquellos en que el oxígeno se combina
con un elemento no metálico, y se conocen como anhídridos. El más
común de ellos es el dióxido de carbono (CO2) que expulsamos en
la respiración y que las plantas consumen para realizar la fotosíntesis.

Estos compuestos son muy importantes en la bioquímica. A diferencia de


los metálicos, no son buenos conductores de la electricidad y el
calor. Cuando se los hace reaccionar con el agua se obtienen ácidos,
también llamados oxácidos.
Fuente: https://concepto.de/oxidos-metalicos/#ixzz7ZhEcwdTI

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