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Historia de la Iglesia

Dr. Carlucci Do santos

Análisis de 10 fragmentos de las 95 tesis de Martin Lutero.


Luis González

30.- Nadie está seguro de que su propia contrición es sincera; Mucho menos de que él haya la
remisión completa.

Martin Lutero en este fragmento manifiesta que solo El Espíritu Santo nos redarguye El Espíritu es
el que nos alienta y nos alerta sobre el pecado. -

31.- Raro como es el hombre que es verdaderamente penitente, es también el hombre que
verdaderamente compra indulgencias, es decir, tales hombres son los más raros.

Martin Lutero en su búsqueda del conocimiento de Dios, fustigaba su cuerpo con tanta impulsividad
que ayunaba tan frecuentemente y castigaba su cuerpo en las bajas temperaturas del invierno
europeo, y la gota que derrama el Vaso el vaso de agua es la compra de indulgencia por parte de lo
hombres a la santa sede ciertamente desconociendo que El señor envía a su hijo Jesucristo a pagar
por nuestros pecados a través de su sangre.

32.- Serán condenados eternamente, junto con sus maestros, los que se creen seguros de su
salvación porque tienen cartas de indulgencia.

La paga del pecado es la muerte, esta manipulación por parte del poder religioso de que si pagas
indulgencias tu alma seria salva hasta después de muerto es una falacia. Lutero se manifestó en
contra de esta vana interpretación de la doctrina de la salvación. Que es un don de Dios.

33.- Los hombres deben estar en guardia contra los que dicen que la indulgencia del papa es ese
inestimable don de Dios por el cual el hombre se reconcilia con Él.

Lutero al darse cuenta de la manipulación de las escrituras por parte de la santa sede (Roma), y el
desconocimiento de las escrituras por parte del pueblo común, hace necesario que la palabra de
Dios llegue a la mayor cantidad de la población, ciertamente la Salvación es un Don de Dios es un
regalo inmerecido que Dios le plació darnos a cada uno de lo que creemos en Cristo Jesús.
34.- Porque estas “gracias de la indulgencia” sólo conciernen a las penas de la satisfacción
sacramental, y éstas son nombradas por el hombre.

Lutero al darse cuenta de la realidad del clero que a través de la figura del papa tenían un negocio
vendiendo las bulas papales para beneficio personal y de la iglesia, se opone a esa práctica maliciosa.

35.- No predican doctrina cristiana los que enseñan que no es necesaria la contrición en aquellos
que tienen la intención de comprar almas fuera del purgatorio o para comprar confessionalia.

La iglesia en el tiempo de la pre reforma y la reforma específicamente mantenían al pueblo


subyugado a la religión, la iglesia, mantenía poder en todos los ámbitos y por lo tanto al pueblo en
una dependencia socia religiosa. Se predicaba lo que la iglesia determinaba a su conveniencia y
estudiaban los que la iglesia creía que debían estudiar.

36.- Todo cristiano verdaderamente arrepentido tiene derecho a la remisión total de pena y culpa,
incluso sin cartas de indulgencia.

Por falta de conocimiento mi pueblo perece, este desconocimiento de la palabra de Dios, mantenía
el poder de la iglesia sobre un pueblo. La salvación es un Don de Dios, es un regalo, Lutero por falta
de conocimiento flagelaba su cuerpo a tal manera para mantener su la salvación de su cuerpo. Al
leer las santas escrituras es donde se da cuenta que es un regalo de Dios y que no se pierde.

37.- Sin embargo, la remisión y la participación [en las bendiciones de la Iglesia] que son concedidas
por el papa no son en modo alguno despreciables, ya que son, como he dicho, la declaración de
remisión divina.

Las bulas papales eran una burla para el pueblo, ese papel o esas indulgencias no te daría la
salvación ni a los vivos ni a los muertos, la salvación es un regalo de Dios y solo se recibe aceptando
a Jesús como nuestro salvador, redentor, nuestro justificador y nuestro salvador.

38.- Es muy difícil, incluso para los teólogos más afanosos, al mismo tiempo, recomendar al pueblo
la abundancia de indulgencias y la verdadera contrición.

Claro debemos entender primero que las indulgencias eran para llenar las alcas de la iglesia que
estaban agotadas por los desmanes de los papas sus fiestas, sus desmanes, pero a darse cuenta que
a través de las ventas de indulgencia el pueblo en su ignorancia se abocaba a la compra de la misma,
sin arrepentimiento de pecado.

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