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UNIVERSIDAD PRIVADA ANTONIO GUILLERMO URRELO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIA POLÍTICA

INTERDICCIÓN

DOCENTE:

OTILIA LOYITA PALOMINO CORREA

CICLO:

VI

CURSO:

PROCESO CIVIL ABREVIADO, ESPECIALES Y

ANALISIS DE CASOS

INTEGRANTES:

 GALLARDO SAENZ, LIDIA KATHERINNE.


 SANCHEZ, DIANA

Cajamarca, octubre de 2020


INDICE
AGRADECIMIENTO

A Dios por brindarnos su ayuda y estar


presente en los momentos más difíciles
de nuestras vidas.

A nuestros padres y compañeros por


su apoyo incondicional.

A la Abogada, maestra, docente y


amiga Loyita Palomino Correa, por todas
las horas dedicada al aprendizaje para
nuestra formación académica.
DEDICATORIA

Primero a Dios por darnos salud y lo necesario para seguir adelante día a día,
para lograr nuestros objetivos y permitiéndonos cada día aprender muchas
cosas importantes para nuestra formación profesional, además de su infinita
bondad y amor. A nuestros padres y hermanos por ser el ejemplo de los cuales
aprendemos y nos apoyan en todo momento, por sus consejos, sus valores, por
la motivación para ser personas de bien en la sociedad y a todos aquellos que
nos ayudaron directa o indirectamente a realizar el presente trabajo. A la
abogada Loyita Palomino Correa, por su motivación, por su apoyo ofrecido en
este trabajo, por los diversos conocimientos que nos transmite en sus clases.

Mil palabras no bastarían para agradecerles su apoyo, su comprensión y sus


consejos en los momentos difíciles.

A todos, esperamos no defraudarlos y contar siempre con su valioso apoyo,


sincero e incondicional.
INTRODUCCIÓN

El proceso de interdicción es un proceso de jurisdicción voluntaria, pues con este


no se busca resolver un litigio, ni controvertir un derecho si no que se declare que
una persona no está en capacidades mentales para ejercer su capacidad de
ejercicio.
Puede ocurrir por la existencia de un defecto intelectual grave en una persona, es
una medida de protección para esas personas porque no tiene la inteligencia
necesaria para dar valor a sus actos y es preciso salvaguardar su patrimonio, su
nombre deriva que es necesaria la intervención del juez para pronunciarla, por
razón de una sentencia declarativa por medio de la cual se priva a la persona de la
administración de sus bienes.
También se encuentra la judicial que opera producto de una condena o presidio, la
interdicción legal es una pena accesoria que sigue necesaria al presidio, no puede
imponerse separadamente de este. Su nombre deriva de que, impuesta la
condena, sin necesidad de ningún otro requisito, el reo queda entredicho en virtud
de la ley.
Estudiemos a continuación la figura de interdicción en nuestro código civil, leyes y
en la misma constitución de la república.
1. CONCEPTO DE INTERDICCIÓN

Proviene del vocablo en latin interdiction, que quiere decir prohibición o veto. El
sustantivo interdicción se corresponde con el verbo interdecir. En un lenguaje
sencillo quiere decir eliminar derechos.

Todas las personas tiene derechos, pero en algunas circunstancias especiales


estos derechos pueden ser anulados legalmente. Así, los enfermos mentales, los
drogadictos, los menores con problemas físicos o mentales pueden ser objeto de
interdicción y a todos ellos se les conoce como interdictos.

2. EL PROCESO DE INTERDICCIÓN

Se llama interdicción cuando una persona es declarada judicialmente incapaz por


carecer de las aptitudes generales para gobernarse, cuidarse, y administrar sus
bienes, por lo cual debe ser sometida a la guarda de un tutor o curador.

Se entiende por interdicción a la prohibición absoluta o relativa decretada


judicialmente en los casos previstos por ley, de realizar ciertos actos o de asumir
determinada conducta referente a los casos de incapacidad. Es la ley quien
contempla que se les nombre representantes legales para el ejercicio de sus
derechos civiles, según las normas referentes a la Patria Potestad, Tutela y
Curatela.

Es necesario este trámite judicial cuando una persona no pueda expresar su


verdadera voluntad ya que realiza un acto carente de valoración subjetiva y que
debe ser protegido por nuestro derecho vigente. También por el daño progresivo
en mayor o menor grado de las facultades intelectuales y físicas.
Ejemplo: por padecer de alzheimer.
Se presenta el Estado de interdicción. Cuando una persona es declarada
judicialmente incapaz por carecer de las aptitudes generales para gobernarse,
cuidarse y administrar sus bienes, debe ser sometido a la guarda de un tutor. El
estado de interdicción se inicia a instancia de la parte interesada. Se encuentran
en estado de interdicción, los mayores de edad que están privados del
discernimiento necesario para obligarse, como lo puede ser quien tiene Síndrome
de Down o Alzheimer o bien quien producto de un accidente se encuentra en
estado de coma.

Al acreditarse al juez el estado de interdicción, este lo declara y le nombra al


interdicto un tutor, que se responsabilizara de su desarrollo y en su caso, este
pueda realizar los actos jurídicos necesarios para administrar su patrimonio.

El proceso inicia, con la finalidad de que se declare judicialmente dicho estado de


incapacidad y se adopten las medidas pertinentes que tiendan a proteger a la
persona y bienes del interdicto. Ejemplo: la designación del curador encargado de
cuidar de él y de su patrimonio, así como, de representarle o asistirle en sus actos
e inclusive, de procurar su rehabilitación.

Para todo ello, es necesario la certificación médica sobre el estado del presunto
interdicto, la que se extiende expedida bajo juramento o promesa de veracidad,
debiendo ser ratificada en la audiencia judicial correspondiente. Si se tratara de
pródigos y de los que incurren en mala gestión, el ofrecimiento de no menos de
tres testigos y de los documentos que acrediten los hechos que invocan.

La demanda se dirige contra la persona cuya interdicción se pide, así como con
aquellas que teniendo derecho a solicitarla no lo hubieran hecho. Al no tener
Abogado el Juez nombra a un curador procesal (abogado) para que lo represente
durante todo el proceso.

3. CLASES DE INTERDICCIÓN
 INTERDICCIÓN JUDICIAL:
Es la interdicción resultante de un defecto intelectual habitual grave. Su nombre
deriva de que es necesaria la intervención del juez para pronunciarla. Determina
una incapacidad de protección.

La interdicción judicial, es la privación de la capacidad de ejercicio de una


persona, que ha sido sometido a un proceso judicial de forma previa.
Mediante la interdicción judicial, lo que se busca es ponerle límites a las facultades
con las que cuentan los seres humanos, una vez adquirida la mayoría de edad.
Tal como lo establece el artículo 581.

La demanda de interdicción procede en los casos previstos por los incisos 2 y 3


del artículo 43 y por los incisos 2 y 7 del artículo 44 del código civil.

 Interdicción Legal.

Es la interdicción resultante de una condena a presidio. Su nombre deriva de que,


impuesta la condena, sin necesidad de ningún otro requisito, el reo queda
entredicho en virtud de ley. Determina una incapacidad de defensa social. Artículo
44 inciso 8 a consecuencia de delitos graves privándola de ciertos derechos, bien
por razón de delito o por otra causa prevista en la ley.

4. QUIEN ES DECLARADO INTERDICTO SEGÚN LA LEY:

A. INCAPACIDAD ABSOLUTA
Artículo 43 inciso 2 y 3. Son absolutamente incapaces:
2. Los que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento.
3. Los sordomudos, los ciegosordos y los ciegomudos que no pueden expresar su
voluntad de manera indubitable.
Comentario:
Los que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento
La voluntad está conformada por dos elementos, discernimiento, el cual es la
distinción intrínseca que hace el hombre para determinar si desea o no hacer algo
y ese “algo” es bueno o malo; el otro elemento es la volición, que es el acto, la
materialización de tal decisión. Por consiguiente, en el caso de aquella persona
privada de discernimiento, que no puede expresar su verdadera voluntad, lo que
se realiza es un acto carente de una valoración subjetiva. Es por eso que el
Derecho protege este tipo especial de sujetos.

A nivel de doctrina nacional se considera que “el discernimiento puede aparecer


aproximadamente a los diez años (basándose en el artículo 378, inc 4 del Código
Civil), y que ya estaría en pleno proceso de formación y consolidación hacia los
catorce años”, añadiéndose sin embargo, que “es algo que tendrá que apreciar el
juez que debe resolver el asunto, en un análisis de caso por caso, pues cada ser
humano alcanza el discernimiento en distinto momento de su desarrollo” (RUBIO
CORREA)

Por cuanto respecta la enfermedad de mente, se pueden mover dos


consideraciones preliminares; la primera reside en los criterios que se deberían
utilizar para su determinación, teniendo en cuenta que el concepto de
normalidades diverso a través del tiempo y de las diversas sociedades y responde
a modelos fijados en función de la mayoría o de una elección política.
(PERLINGIERI).

En efecto, se advierte la necesidad de diferenciar la personalidad anormal de la


enfermedad mental, dado que la primera se asocia a criterios estadísticos y la
segunda se individualiza solo por una verificación técnica rigurosa de una
alteración patológica de las facultades mentales. (NAPOLI)

La segunda consideración se mueve de la constatación que la presencia de la


enfermedad de mente no coincide, necesariamente, con la incapacidad de
entender y de querer (o ausencia de discernimiento). (PERLINGIERI, VISINTINI)

Por consiguiente, podemos encontrar sujetos con algún disturbio psíquico por
ejemplo, neurosis; pero que pueden y saben cuidar perfectamente sus intereses.

Los sordomudos, los ciegosordos y los ciegomudos que no pueden


expresar su voluntad de manera indubitable.

No obstante las perplejidades que puedan ocasionar estos supuestos de hecho,


resulta importante evidenciar la nota característica común de no poder expresar la
voluntad de manera indubitable. En efecto, surge la pregunta ¿Es más grave la
situación del sordomudo que no puede expresar su voluntad de manera
indubitable (artículo 43.2) que la del que adolece de deterioro mental que le impide
expresar su libre voluntad (artículo 44.3)? para el Código Civil, la respuesta es
afirmativa, ya que la primera situación es regulada bajo el régimen de “incapacidad
absoluta” y la segunda bajo la “incapacidad relativa”.

B. INCAPACIDAD RELATIVA

Según el artículo 44 del Código Peruano


Son relativamente incapaces:
1. Los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años de edad: Se
sostiene que el fundamento de la limitación de la responsabilidad por
razones de edad “reside en la insuficiente madurez del sujeto que según
milenaria experiencia presenta el ser humano desde que adquiere uso de
razón hasta que por el paulatino desarrollo de la aptitud intelectual obtiene
un aceptable conocimiento de la vida de relación. Cuando esto ha llegado
ya es factible dar a la persona normal con la plena capacidad civil la
posibilidad que encare a riesgo suyo todas las vicisitudes de la vida”.

2. Los retardados mentales: En la doctrina española (SANTOS BRIZ), si


bien se sostiene que deben distinguirse los conceptos de enfermedad
mental, se expresa que “ambas situaciones psíquicas implican una
perturbación patológica de la actividad intelectual del sujeto cuando a causa
de una enfermedad psíquica, de disposición anímica anormal o de lesión en
las células cerebrales, se halla perturbada de tal forma su capacidad de
juicio o la formación de su voluntad que no pueden esperarse de él
apreciaciones y enjuiciamientos normales. Carecen de la libre
determinación de la voluntad, en el sentido de no comprender el significado
de sus manifestaciones ni de obrar en consecuencia”.

3. Los sujetos que sufren de deterioro mental que les impida expresar su
libre voluntad: La palabra deterioro proviene del latín deteriorare,
estropear y significa daño progresivo, en mayor o menor grado, de las
facultades intelectuales o físicas de una persona. Conjunto de fenómenos
mentales deficitarios debido, bien a la involución biológica propia de la vejez
o bien a un trastorno patológico. El término hace referencia siempre a un
debilitamiento más o menos progresivo, parcial o general, de las funciones
mentales en relación al rendimiento anterior.

4. Los pródigos: Son aquellos que despilfarran sus bienes en exceso a su


porción disponible. Según el artículo 584 del Código Civil. Puede ser
declarado prodigo el que teniendo cónyuge o herederos forzosos dilapida
bienes que exceden de su porción disponible. La porción disponible varia
para el que tiene hijos u otros ascendientes porque puede disponer como lo
establece el artículo 726, hasta de la mitad de sus bienes. El que no tiene
cónyuge ni los parientes indicados anteriormente, pueden disponer de la
totalidad de sus bienes (artículo 727 C.C).
Se señalan las siguientes características de la prodigalidad (SANTOS
BRIZ)
a. Una conducta desarreglada de la persona.
b. Esta conducta ha de dirigirse a malgastar el ´propio patrimonio.
c. Es preciso que se obre con ligereza, o sea, que exista una
desproporción con los fines a los que debe dedicar una persona sus
bienes.
d. Que se ponga en peligro injustificado el patrimonio.
e. Que dicha conducta y ese peligro han de ser con perjuicio de la familia.
Se sostiene que desde el punto de vista personal y subjetivo, la
actuación del pródigo no es normal, pues se aparta de la del hombre
juicioso de tipo medio, y ello lleva a afirmar que su conducta se basa en
un comportamiento anormal patológico, psicológicamente no
comprensible. De ahí que la psiquiatría forense incluya al prodigo entre
los enfermos mentales. Se considera como una manifestación de la
psicopatía en la que se incluyen los llamados expansivos que por
imponderables generosidades pueden derrochar sus bienes y caer en
peligrosidad.

Se sostiene que el individuo tiene plena libertad de disposición de sus


bienes, en consecuencia, las limitaciones a su capacidad de obrar se
pueden justificar solo cuando la conducta pródiga sea el resultado de una
enfermedad mental. (BLANCA NAPOLI)
La experiencia jurídica comparada ha redimensionado la prodigalidad,
cambiando su concepción de causa para alterar el estatuto jurídico del
sujeto a motivo para nombrar un representante que asista al prodigo en la
realización de determinados actos de naturaleza patrimonial. (ESPINOZA
ESPINOZA)
Por cuanto respecta la validez de los actos realizados por los incapaces,
debemos distinguir los actos efectuados antes y después de la interdicción.
En el primer caso, la regla general es que los actos anteriores a la
interdicción pueden ser anulados si la causa de esta existía notoriamente
en la época en la cual se realizaron (artículo 582). Como excepciones se
encuentran los actos del pródigo y del mal gestor, los cuales no pueden ser
impugnados (artículo 593).
5. Quienes Incurren en mala Gestión: Los que incurren en mala gestión son
los inhábiles para manejar su patrimonio y que por ello hayan perdido más
de la mitad de los bienes. El artículo 585 prescribe “pueden ser declarado
incapaz por mala gestión el que por esta causa ha perdido más de la mitad
de los bienes, teniendo cónyuge o herederos forzosos”.
El tratamiento de los pródigos y de los malos gestores en nuestro Código
Civil es desigual e injusto. En efecto, para la declaración de prodigalidad, el
artículo 584

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