Está en la página 1de 3

EN QUE CONSISTE LA INTERDICCIÓN

Se entiende por interdicción a la prohibición absoluta o relativa decretada judicialmente


en los casos previstos por ley, de realizar ciertos actos o de asumir determinada conducta
referente a los casos de incapacidad. Es la ley quien contempla que se les nombre
representantes legales para el ejercicio de sus derechos civiles, según las normas
referentes a la Patria Potestad, Tutela y Curatela. Es la privación de la capacidad en razón de
un estado habitual de defecto intelectual grave o de condena penal. A consecuencia de ella el
entredicho queda sometido en forma continua a una incapacidad plena, general y uniforme.
Dicho sea de paso, tal incapacidad es más extensa que la de los niños y adolescentes, ya que las
excepciones legales a la regla de la incapacidad, plena, general y uniforme de los mismos, en
principio, no son aplicables a los entredichos.

Es necesario este trámite judicial cuando la persona no pueda expresar su verdadera


voluntad ya que realiza un acto carente de valoración subjetiva y que debe ser protegido
por nuestro derecho vigente. También por el daño progresivo en mayor o menor grado de
las facultades intelectuales y físicas. Ejemplo: por padecer de alzheimer.

EL PROCESO DE INTERDICCIÓN

El proceso se inicia, con la finalidad de que se declare judicialmente dicho estado de


incapacidad y se adopten las medidas pertinentes que tiendan a proteger a la persona y
bienes del interdicto. Ejemplo: la designación del curador encargado de cuidar de él y de
su patrimonio, así como, de representarle o asistirle en sus actos e inclusive, de procurar
su rehabilitación.

Para todo ello, es necesaria la certificación médica sobre el estado del presunto interdicto,
la que se extiende expedida bajo juramento o promesa de veracidad, debiendo ser
ratificada en la audiencia judicial correspondiente. Si se tratara de pródigos y de los que
incurren en mala gestión: el ofrecimiento de no menos de tres testigos y los documentos
que acrediten los hechos que se invocan.

La demanda se dirige contra la persona cuya interdicción se pide, así como con aquellas
que teniendo derecho a solicitarla no lo hubieran hecho. Al no tener Abogado el Juez
nombra a un curador procesal (abogado) para que lo represente durante todo el proceso.

La demanda de interdicción procede en los casos previstos por los incisos 2 y 3 del Artículo 43° y 2
a 7 del Artículo 44° del Código Civil. Art (581 del CPC)
LA DECLARACIÓN DE INTERDICCIÓN PROCEDE SOBRE:

– Los que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento: Podemos definir el
discernimiento como la capacidad de juicio que tiene una persona y que le permite diferenciar una
cosa de otra. En ese sentido, una persona puede verse privada de discernimiento debido a una
enfermedad mental, situaciones de insania o por senilidad o pérdida en el uso de la razón.

– Los retardados mentales: Su desarrollo intelectual es deficitario en relación con su edad. La


capacidad intelectual de la persona se ha detenido y no ha evolucionado en consonancia con su
edad.” Se refiere aquí a personas que no se encuentran privadas de discernimiento sino que
tienen razonamiento, aunque por pasajes se encuentra oscurecido.

– Los que padecen de deterioro mental que les impide expresar su libre voluntad: proceso
degenerativo de las capacidades intelectivas. Tuvieron alguna vez condición mental normal y han
sufrido deterioro, menoscabo de la misma, al punto que les imposibilita expresar su libre voluntad.
“NO está privada totalmente de discernimiento”, no se han desarrollado en forma normal pero
conservan su disminuido uso de razón.

– Los pródigos: Aquellas personas que dilapidan su propio patrimonio, afectando los intereses
incluso la alimentación de su familia, los pródigos deben ser declarados como tales mediante
sentencia judicial. La prodigalidad es considerada como el “dispendio irracional del propio
patrimonio”

– Los que incurren en mala gestión: se refiere a que la persona no cuenta con suficiente
racionalidad para llevar a cabo sus negocios, situación que debe ser evaluada y declarada
judicialmente por un juez. No se trata, como en el caso de la prodigalidad, de una tendencia al
despilfarro sino de una “inhabilidad para la administración de un patrimonio”
– Los ebrios habituales: Referido a las personas que tienen inclinación por el consumo de bebidas
alcohólicas en forma excesiva permanente, convirtiéndose ello en un estado patológico que afecta
el entorno personal y familiar. Implica el consumo de licor, en forma diaria e inmoderada, lo que
impide a la persona expresar, de manera consciente y libre, su voluntad.

La embriaguez habitual constituye causa de incapacidad relativa cuando el consumo de alcohol es


incontrolado, por ello el ebrio habitual no puede discernir adecuadamente el bien del mal.

– Los toxicómanos. En este caso, sinónimo de “drogadicto”.

Se aplica a la persona que ha desarrollado fármaco-dependencia severo, es decir aquélla que


necesita consumir alguna droga para aplacar su apetencia imperiosa de la misma. Esta causal de
incapacidad relativa se configura debido al consumo de drogas o sustancias alucinógenas en forma
habitual.

Medios de prueba en el caso del prodigo y del que incurre en mala gestión ART (582 del CPC)

En el caso de los pródigos y los que incurren en mala gestión se pedirá el ofrecimiento de no
menos de 3 testigos y los documentos que acrediten los hechos que se le están atribuyendo

En los demás casos: Se pedirá la certificación médica sobre el estado del presunto interdicto, la
que se entiende expedida bajo juramento o promesa de veracidad, debiendo ser ratificada en la
audiencia respectiva

Cuando se trate de un incapaz que constituye grave peligro para la tranquilidad pública la
demanda puede ser presentada por el Ministerio Público o por cualquier persona (Art. 583 del
CPC)

También podría gustarte