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OSCAR OSZLAK

CesP , -3

La formación
del Estado argentino
Orden, progreso y organización nacional

Ariel
1

LINEAMIENTOS CONCEPTUALES E HISTÓRICOS

El propósito de este capítulo introductorio es desarrollar


brevemente algunos conceptos y referencias empíricas sobre
la formación del Estado. El análisis trata de ubicar las coor-
denadas teóricas e históricas del tema, que luego servirán
para enmarcar la experiencia argentina. Como marco con-
ceptual, no tiene en consecuencia un propósito interpretati-
vo sino meramente heurístico. En la primera parte se trata-
rán algunos aspectos conceptuales, para luego introducir
ciertos parámetros históricos comunes a la experiencia ar-
gentina y latinoamericana.

ESTADO, NACIÓN, ESTADO NACIONAL:


ALGUNAS PRECISIONES
La formación del Estado es un aspecto constitutivo del
proceso de construcción social. De un proceso en el cual se
van definiendo los diferentes planos y componentes que es-
tructuran la vida social organizada. En conjunto, estos pla-
nos conforman un cierto orden cuya especificidad depende de
circunstancias históricas complejas. Elementos tan variados
como el desarrollo relativo de las fuerzas productivas, los re-
cursos naturales disponibles, el tipo de relaciones de produc-
ción establecidas, la estructura de clases resultante o la in-
serción de la sociedad en la trama de relaciones económicas
internacionales, contribuyen en diverso grado a su confor-
mación.
Sin embargo, este orden social no es simplemente el re-
ejo o resu ta o e la yuxtaposición de elementos qúe con-
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fluyen históricamente y se engarzan de manera unívoca. ti ento como unidad soberana dentro de un sistema de
Por el contrario, el patrón resultante depende también de ones interestatales; 2) capacidad de institucionalizar
los problemas y desafíos que el propio proceso de construc- atoridad, imponiendo una estructura de relaciones de
ción social encuentra en su desarrollo histórico, así como de que garantice su monopolio sobre los medios organiza-
las posiciones adoptadas y recursos movilizados por los di- coerción; 3) capacidad de diferenciar su control, a tra-
ferentes actores —incluido el Estado— para resolverlos• Si la creación de un conjunto funcionalmente diferencia-
el determinismo y el voluntarismo han dominado las inter- instituciones públicas con reconocida legitimidad para
pretaciones sobre estos procesos, se ha debido en alguna r establemente recursos de la sociedad civil, con cier-
medida a la dificultad de captar este simultáneo y dialécti- do de profesionalización de sus funcionarios y cierta
co juego de fuerzas entre factores estructurales y superes- a de control centralizado sobre sus variadas activida-
tructurales. y 4) capacidad de internalizar una identidad colectiva,
En parte, la dificultad deriva del hecho de que las catego- ante la emisión de símbolos que refuerzan sentimientos
rías analíticas que habitualmente empleamos para designar rtenencia y solidaridad social y permiten, en conse-
diferentes componentes o dimensiones de una sociedad com- cia, el control ideológico como mecanismo de domina-
pleja (v.g. nación, Estado, mercado, relaciones de produc- 2
ción, clases) suponen que éstos se hallan plenamente desa- Conviene aclarar que estos atributos no definen a cual-
rrollados. ¿Cómo proceder entonces cuando nuestro tema de tipo de Estado sino a un Estado nacional. La domina-
estudio es el proceso a través del cual alguno de estos com- colonial o el control político de las situaciones provincia-
ponentes fue adquiriendo los atributos con que lo definimos dentro del propio ámbito local, son formas alternativas
ex-post? No se trata de preguntarse tan sólo cuándo una na- articular la vida de una comunidad, pero no representan
ción (o un mercado, o un Estado) se convierte en tal, sino as de transición hacia una dominación nacional. En es-
además qué otra cosa va siendo a lo largo de su proceso cons- antido, el surgimiento del Estado nacional es el resulta-
titutivo. Tampoco se trata únicamente de un problema se- e un proceso de lucha por la redefinición del marco ins-
mántico o categorial; por sobre todo, se trata de un problema cional considerado apropiado para el desenvolvimiento
analítico. la vida social organizada. Esto implica que el Estado na-
Dentro de este proceso de construcción social, la confor- surge en relación con una sociedad civil que tampoco
mación del Estado nacional supone a la vez la conformación adquirido el carácter de sociedad nacional. Este carácter
de la instancia política que articula la dominación en la so- resultado de un proceso de mutuas determinaciones en-
ciedad, y la materialización de esa instancia en un conjunto ambas esferas.
interdependiente de instituciones que permiten su ejercicio. l tema de la estatidad no puede entonces desvincularse
La existencia del Estado se verificaría entonces a partir del tema del surgimiento de la nación, como otro de los as-
desarrollo de un conjunto de atributos que definen la "esta- s del proceso de construcción social. En este sentido, el
tídad" —la condición de "ser Estado"—, es decir, el surgi- e carácter del Estado —abstracto y material a la vez-
miento de una instancia de organización del poder y de ejer- ntra un cierto paralelismo en el concepto de nación. En
cicio de la dominación política. El Estado es, de este modo, , en la idea de nación también se conjugan elementos
relación social y aparato institucional. riales e ideales. Los primeros se vinculan con el desa-
Analíticamente, la estatidad supone la adquisición por o de intereses resultantes de la diferenciación e integra-
parte de esta entidad en formación, de una serie de propie- de la actividad económica dentro de un espacio territo-
dades: 1) capacidad de externalizar su poder, obteniendo re- ente delimitado. En las experiencias europeas "clási-
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cas" esto supuso la formación de un mercado y una clase bur- ción diferencial tuvieron los aparatos burocráticos hereda-
guesa nacionales. Los segundos implican la difusión de sím- dos de la colonia y en qué sentido podrían considerarse obje-
bolos, valores y sentimientos de pertenencia a una comuni- tivación institucional del Estado? ¿Qué clase de orden econó-
dad diferenciada por tradiciones, etnias, lenguaje y otros mico o modalidades productivas debieron superarse para
factores de integración, que configuran una identidad colec- instituir otras, congruentes con la implantación de un Esta-
tiva, una personalidad común que encuentra expresión en el do nacional? ¿Respecto de qué patrón de relaciones sociales
desarrollo histórico. 3 se conformó dicho Estado? ¿Qué agenda de cuestiones debió
Una opinión generalizada sostiene que la construcción de enfrentar y en qué medida la resolución de las mismas afec-
las naciones europeas se produjo después de la formación de tó su proceso constitutivo?
estados fuertes. 4 Sin duda, esta afirmación alude más al Algunos de estos interrogantes serán explorados en los
componente ideal de la nacionalidad que a su sustrato ma- próximos capítulos de este trabajo. Entre tanto, quisiera re-
terial. Definido el Estado como instancia de articulación de sumir lo expresado hasta ahora señalando que la formación
relaciones sociales, es dificil pensar en relaciones más nece- del Estado nacional es el resultado de un proceso convergen-
sitadas de articulación y garantía de reproducción que las te, aunque no unívoco, de constitución de una nación y un
implicadas en una economía de mercado plenamente desa- sistema de dominación. La constitución de la nación supone
rrollada, es decir, en un sistema de producción capitalista. —en un plano material— el surgimiento y desarrollo, dentro
La existencia del Estado presupone entonces la presencia de un ámbito territorialmente delimitado, de intereses dife-
de condiciones materiales que posibiliten la expansión e in- renciados generadores de relaciones sociales capitalistas; y
tegración del espacio económico (mercado) y la movilización en un plano ideal, la creación de símbolos y valores genera-
de agentes sociales en el sentido de instituir relaciones de dores de sentimiento de pertenencia que —para usar la feliz
producción e intercambio crecientemente complejas me- imagen de O'Donnell— tienden un arco de solidaridades por
diante el control y empleo de recursos de dominación. Esto encima de los variados y antagónicos intereses de la socie-
significa que la formación de una economía capitalista y de dad civil enmarcada por la nación. Este arco de solidarida-
un Estado nacional son aspectos de un proceso único, aun- des proporciona a la vez el principal elemento integrador de
que cronológica y espacialmente desigual. Pero además im- las fuerzas contradictorias surgidas del propio desarrollo
plica que esa economía en formación va definiendo un ám- material de la sociedad y el principal elemento diferencíador
bito territorial, diferenciando estructuras productivas y ho- frente a otras unidades nacionales. Por su parte, la constitu-
mogeneizando intereses de clase que, en tanto fundamento ción del sistema de dominación que denominamos Estado,
material de la nación, contribuyen a otorgar al Estado un supone la creación de una instancia y de un mecanismo ca-
carácter nacional. paz de articular y reproducir el conjunto de relaciones socia-
En este punto la experiencia latinoamericana no se apar- les establecidas dentro del ámbito material y simbólicamen-
ta del "clásico" patrón europeo. Es decir, el surgimiento de te delimitado por la nación.
condiciones materiales que hacen posible la conformación de El Estado no surge entonces por generación espontánea ni
un mercado nacional es condición necesaria para la constitu- tampoco es creado, en el sentido de que "alguien" formalice su
ción de un Estado nacional. Pero más allá de esta semejan- existencia mediante un acto ritual. La existencia del Estado
za, la historia de América Latina plantea diversos interro- deviene de un proceso formativo a través del cual va adqui-
gantes cuya respuesta contribuiría a explicar la especifici- riendo un complejo de atributos que en cada momento histó-
dad de sus estados. ¿Cuál es el carácter de los estados surgi- rico presenta distinto nivel de desarrollo. Es en este sentido
dos del proceso e emancipad]. n naciona ue sigm ica- a. amos e es a i. a par
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un sistema de dominación social ha adquirido el conjunto de servarse entonces como una arena de negociación y conflic-
propiedades que definen la existencia de un Estado. 5 to, donde se dirimen cuestiones que integran la agenda de
Ahora bien, si aceptamos la idea de que la formación del problemas socialmente vigentes. De esta forma el origen, ex-
Estado es un gradual proceso de adquisición de los atributos pansión, diferenciación y especialización de las instituciones
de la dominación política —los que suponen la capacidad de estatales resultarían de intentos por resolver la creciente
articulación y reproducción de cierto patrón de relaciones so- cantidad de cuestiones que va planteando el contradictorio
ciales— la pregunta que surge naturalmente es: ¿qué facto- desarrollo de la sociedad.
res confluyen en la creación de condiciones para que dichos A lo largo de este simultáneo proceso constitutivo, las ins-
atributos se adquieran? Lo cual equivale a plantear el tema tituciones estatales tienden a apropiarse de ámbitos y mate-
de los determinantes sociales de la formación del Estado. rias de actuación creados por el propio proceso de diferencia-
Distintos modelos o interpretaciones han sido propuestos ción social que tiene lugar paralelamente. En otras pala-
para explicar este proceso. 6 Sintéticamente, el acento ha si- bras, la ampliación del aparato estatal implica la apropia-
do colocado alternativamente en el legado colonial, la rela- ción y conversión de intereses "civiles", "comunes", en objeto
ción dependiente establecida en la etapa de "expansión ha- de su actividad, pero revestidos entonces de la legitimidad
cia afuera" y la dinámica interna propia del Estado mismo. que le otorga su contraposición a la sociedad como interés
Sin duda, estos factores explican, parcial pero concurrente- general. Además, este proceso conlleva —como contraparte
mente, buena parte de las características que fue asumien- material— la apropiación de los recursos que consolidarán
do el Estado en los países de la región. Pero es importante las bases de dominación del Estado y exteriorizarán, en ins-
trascender el listado de factores puntuales y establecer en tituciones y decisiones concretas, su presencia material. La
qué sentido las variables identificadas por cada enfoque in- expansión del aparato estatal deriva entonces del creciente
fluyeron en el proceso que estamos analizando, cómo se afec- involucramiento de sus instituciones en áreas problemáticas
taron mutuamente y de qué manera se vieron interferidas o (o "cuestiones") de la sociedad, frente a las que adoptan po-
mediadas en cada caso por circunstancias —económicas, siciones respaldadas por recursos de dominación.
geográficas, demográficas, culturales— específicas a cada El grado de consenso o coerción implícito en estos actos de
sociedad. Este es el enfoque que intentaré desarrollar en es- apropiación depende de la particular combinación de fuerzas
te libro. sociales que los enmarcan. Pero en todo caso, siempre se ha-
Quizás el plano material del Estado nos proporcione una llan respaldados por alguna forma de legitimidad, derivada
clave para adentramos en el análisis de sus determinantes del papel que el Estado cumple como articulador de relacio-
sociales. En su objetivación institucional, el aparato del Es- nes sociales, como garante de un orden social que su activi-
tado se manifiesta como un actor social, diferenciado y com- dad tiende a reproducir. No taxation without representation,
plejo, en el sentido de que sus múltiples unidades e instan- la clásica fórmula de la democracia liberal norteamericana,
cias de decisión y acción traducen una presencia estatal di- supedita justamente la capacidad extractiva del Estado al
fundida —y a veces contradictoria— en el conjunto de rela- reconocimiento de reglas del juego político que aseguren la
ciones sociales. El referente común de su diversificado com- representación —y eventual conversión en "interés gene-
portamiento, el elemento homogeneizador de su heterogénea ral"— de los intereses "comunes" de la sociedad civil. Qué in-
presencia es la legítima invocación de una autoridad supre- tereses resultan representados y satisfechos depende, obvia-
ma que, en su formalización institucional, pretende encar- mente, del contenido de la agenda de cuestiones socialmen-
nar el interés general de la sociedad. te problematizadas cuya vigencia sostiene, y cuya resolución
El ámbito de competencia y acción del Estado puede ob- influye, la particular estructura de dominación impuesta en
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la respectiva sociedad. Como principal articulador de esta hasta adquirir un carácter nacional. 10 Los débiles aparatos
estructura de dominación y como arena fundamental para estatales del período independentista estaban constituidos
dirimir el contenido y las formas de resolución de las cues- por un reducido conjunto de instituciones —administrativas
tiones que integran la agenda, el aparato institucional del y judiciales— locales. 11 A este primitivo aparato se fueron
Estado tiende a expresar las contradicciones subyacentes en superponiendo órganos políticos (v.g. juntas, triunviratos,
el orden social que se pretende instituir. Por lo tanto, el aná- directorios), con los que se intentó sustituir el sistema de do-
lisis de la evolución histórica de las instituciones estatales es minación colonial y establecer un polo de poder alrededor del
inseparable del análisis de cuestiones sociales que exigen su cual constituir un Estado nacional. Estos intentos no siem-
intervención mediante políticas o tomas de posición. La me- pre fueron exitosos, y en muchos casos desembocaron en lar-
tamorfosis del aparato del Estado se ajusta así a los ritmos, gos períodos de enfrentamientos regionales y lucha entre
instancias y modalidades que asumen las formas de resolu- fracciones políticas, en los que la existencia del Estado na-
ción de tales cuestiones.? cional se fundaba, de hecho, en sólo uno de sus atributos: el
Estas reflexiones suministran el marco conceptual míni- reconocimiento externo de su soberanía política.
mo para explorar nuestro tema. Sin embargo, antes de inter- No pocas veces, el fracaso se debió a la escasa integración
narnos en el estudio de la experiencia argentina, sería con- territorial, derivada de la precariedad de los mercados y
veniente discutir brevemente los procesos de formación esta- agravada por la interrupción de los vínculos con la vieja me-
tal en América Latina, a fin de que nuestro posterior análi- trópoli. La integración política de las colonias con la metró-
sis pueda ser ubicado en un plano de especificidad histórica poli —que el proceso emancipador interrumpió— había sido
propia de la región. una condición necesaria de su explotación económica. 12 Con
la independencia, las tendencias hacia la autonomización re-
EMANCIPACIÓN, ORGANIZACIÓN Y ESTADOS NACIONALES gional se vieron reforzadas por el debilitamiento de los anti-
EN AMÉRICA LATINA guos ejes dinámicos de la economía colonial (v.g. los centros
Al ubicarnos en el plano concreto de los procesos históri- proveedores de metales preciosos) y el creciente aislamiento,
cos, se nos plantea la dificultad de precisar un momento a que dificultó el desarrollo e integración de nuevos circuitos
partir del cual podamos advertir la existencia, aún embrio- económicos. 13 El período independentista se caracterizó así
naria, de un Estado nacional. Si bien señalé que nuestro re- por tendencias secesionistas que desmembraron los virrei-
ferente analítico presume la condición independiente de la natos y modificaron drásticamente el mapa político de Amé-
nación, ¿sería posible llamar estados nacionales a los preca- rica Latina. En tales circunstancias —como señala Furta-
rios sistemas de dominación establecidos durante los prime- do— la estructuración de los nuevos estados se vio condicio-
ros años del período independentista?8 Ciertamente, el pro- nada por dos factores: la inexistencia de interdependencia
ceso de emancipación constituye un punto común de arran- real entre señores de la tierra, que se ligarían unos a otros o
que en la experiencia nacional de América Latina, pero el ac- se someterían a uno de ellos en función de la lucha por el po-
to de ruptura con él poder imperial no significó la automáti- der; y la acción de la burguesía urbana, que mantendría con-
ca suplantación del Estado colonial por un Estado nacional. 9 tactos con el exterior y exploraría toda posibilidad de expan-
Enparte,losdbióqunrge,lamyoíds sión del intercambio externo al cual se irían vinculando seg-
movimientos emancipadores tuvieron un carácter munici- mentos del sector rural. Así, en la medida en que surgían po-
pal, limitados generalmente a la localidad de residencia de sibilidades para una u otra línea de exportaciones, el grupo
las autoridades coloniales. Gradualmente, en la medida en urbano tendería a consolidarse al mismo tiempo que se inte-
II• . • • • se eron exteridieMo n a gun su grupo rural, creándose de ese modo con-
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diciones para la estructuración de un efectivo sistema de po- menos frustrados, mientras que en el Perú aún se discute la
der. 14 existencia misma de una nación y un Estado nacional. 16 En
Sin duda, la efectividad del sistema de poder estructura- Brasil, muchos aún sostienen que sólo a partir de los años 30
do —o sea, la concreta posibilidad de constitución de un Es- puede hablarse de un Estado verdaderamente nacional.
tado— dependió fundamentalmente del grado de articula- Estas breves referencias históricas, por su misma insufi-
ción logrado entre los intereses rurales y urbanos, lo cual a ciencia, señalan que cualquier intento de interpretación más
su vez estuvo relacionado con las condiciones existentes pa- afinado debe incorporar necesariamente variables tales co-
ra la integración económica del espacio territorial. La relati- mo el grado de diversificación del sistema productivo, en tér-
va homogeneidad regional de los valles centrales de los ac- minos de la persistencia de monocultivos, sucesivas sustitu-
tuales Chile y Costa Rica —a cuyo ámbito se reducían prác- ciones de exportables, etc.; la existencia de enclaves o el con-
ticamente las manifestaciones de vida social organizada— trol nacional del principal sector productivo; la continuidad
podría explicar así la temprana consolidación de un Estado del aparato burocrático de la colonia o la creación de un apa-
nacional en esos países. El desarrollo en los mismos de una rato institucional ex-novo; o el peso de los poderes locales, y
pujante y diversificada economía y la acomodación de los sus respectivos intereses económicos, frente a las posibilida-
grupos locales más tradicionales a las nuevas posibilidades des de concentración y centralización del poder.
productivas, contribuyeron a un rápido afianzamiento del Como gruesa generalización, podríamos aceptar al menos
poder centralizado del Estado, evitando la anarquía y el cau- que la efectiva posibilidad de creación de una economía más
dillismo que conocieron la mayoría de los países de la región. integrada y compleja, sumada —en algunos casos— a la pre-
En el caso de Brasil, fue el aparato burocrático y militar servación de ciertas instituciones coloniales como instru-
de la Corona, heredado por el imperio, el agente social que mentos de control político, suministraron el cemento que
contribuyó a la constitución del orden nacional, dando conte- amalgamaría a la sociedad territorialmente asentada y al
nido a un Estado débilmente asentado en los sectores pro- incipiente sistema de dominación, en un Estado nacional.
ductivos. 15 La alianza de este estamento burocrático militar Esto explicaría por qué, en casos como los de la Argentina o
con la surgente burguesía paulista del café, soporte de la Re- Colombia, la precariedad de las economías regionales, la ex-
pública Velha, permitió crear un sistema de dominación re- tensión territorial, las dificultades de comunicación y trans-
lativamente estable, aun cuando la subsistencia de poderes porte, el desmantelamiento del aparato burocrático colonial
regionales fuertes exigió mecanismos equilibradores y políti- y las prolongadas luchas civiles que reflejaban la falta de
cas de compromiso que otorgaron características peculiares predominio de una región o de un sector de la sociedad sobre
al régimen oligárquico instituido. En otros países donde la los otros, demoraron por muchos años el momento en que tal
extensión territorial también creó dificultades para la arti- amalgama se produciría. En la experiencia latinoamericana,
culación interregional (v.g. Perú, México, Bolivia), el control los largos períodos de guerras civiles, que se extendieron en-
de la actividad minera, predominante desde la época colo- tre la independencia y la definitiva organización nacional,
nial, suministró en general una base de poder suficiente co- pueden visualizarse así como aquella etapa en la que se fue-
mo para ejercer el control del Estado nacional y desbaratar ron superando las contradicciones subyacentes en la articu-
eficazmente otras fuerzas contestatarias. Naturalmente, es- lación de los tres componentes —economía, nación y sistema
to no siempre condujo a una efectiva integración nacional ni de dominación— que conformarían el Estado nacional. Eco-
a la conformación de un Estado que tuviera tal carácter. En nomía regional versus economía abierta; ámbito local versus
México, estas condiciones recién comenzaron a plasmarse ámbito nacional de relaciones sociales; y sistemas de domi-
con el Porfiriato, después de medio siglo de intentos más o nación localista versus centralización del poder en un siste-
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ma de dominación a nivel nacional, constituyeron los térmi- como el nuevo sentido que la misma adquiriría— estuvo li-
nos de los antagonismos que los profundos cambios produci- gada a la aparición de condiciones en el ámbito internacio-
dos en la economía internacional de mediados de siglo con- nal que modificaron profundamente la extensión y calidad
tribuirían a resolver. del abanico de oportunidades de actividad económica poten-
cialmente desarrollables en la región. Aun cuando las nue-
CUESTIONES CENTRALES EN LA ETAPA FORMATIVA DEL ESTADO vas oportunidades de desarrollo capitalista movilizaron a los
Hacia mediados del siglo pasado tenían lugar en Europa agentes económicos y produjeron ajustes y desplazamientos
profundas transformaciones sociales. El continente vivía la en las actividades productivas tradicionales, tal moviliza-
era de las nacionalidades. La integración de mercados en es- ción encontraba prontamente límites objetivos. Con merca-
pacios territoriales más amplios había sido en buena parte dos muy localizados, población generalmente escasa, rutas
resultado de la posibilidad de condensar alrededor de un intransitables, anarquía monetaria, inexistencia de un mer-
centro el poder necesario para forzar nuevas identidades na- cado financiero y vastos territorios bajo control indígena o de
cionales. Simultáneamente, se producían la extensión de la caudillos locales, las iniciativas veían comprometidas sus
revolución industrial, la revolución en los transportes y el al- posibilidades de realización. Para los sectores económicos
za continuada de la demanda de bienes primarios, tanto pa- dominantes que encontraban en la apertura hacia el exterior
ra alimentar el proceso productivo de una economía crecien- creciente terreno de convergencia para la homogeneización
temente capitalista como para satisfacer las necesidades de de sus intereses, la superación de tales restricciones pasaba
consumo de una población crecientemente urbana. Todo esto por la institución de un orden estable y la promoción de un
es suficientemente conocido. conjunto de actividades destinadas a favorecer el proceso de
También se han estudiado extensamente las consecuen- acumulación. "Orden y progreso", la clásica fórmula del cre-
cias de estos procesos sobre el desarrollo de las economías y do positivista, condensaba así las preocupaciones centrales
sociedades latinoamericanas. 17 La extraordinaria expansión de una época: aquella en la que comenzaban a difundirse en
del comercio mundial y la disponibilidad e internacionaliza- América Latina relaciones de producción capitalista. La ga-
ción del flujo de capitales financieros, abrieron en América rantía de expansión y reproducción de estas relaciones no
Latina nuevas oportunidades de inversión y diversificación podía quedar librada a las propias fuerzas sociales que las
de la actividad productiva e intermediadora. No es tampoco engendraban. La dominación celular 18 ejercida en el ámbito
desconocida la estrecha correlación entre el crecimiento de de la producción, resultaba insuficiente frente a la creciente
la demanda externa, las grandes corrientes migratorias que "nacionalización" e internacionalización de la vida económi-
proporcionaron a algunas de las nuevas naciones abundante ca. Ante los sectores dominantes de la época, el Estado na-
fuerza de trabajo, las inversiones en infraestructura y el au- cional aparecía como la única instancia capaz de movilizar
ge de las exportaciones. Todos estos procesos se vinculaban los recursos y crear las condiciones que permitieran superar
al contagioso optimismo respecto del "progreso indefinido" el desorden y el atraso. Resolver estas cuestiones exigía, ne-
que la experiencia norteamericana y europea generaba en la cesariamente, consolidar el "pacto de dominación" de la inci-
región. piente burguesía y reforzar el precario aparato institucional
Lo que es menos conocido es el papel que los nuevos esta- del Estado nacional.
dos nacionales desempeñaron frente a estas transformacio- ¿Qué significaba la institucionalización del "orden"? Uno
nes; bajo qué condiciones y empleando qué mecanismos de los aspectos más notables de la etapa histórica que esta-
afrontaron e intentaron resolver sus múltiples desafíos. Es considerando es la diversidad y simultaneidad de mani-
indudable que la propia existencia de dichos estad-os —así mosaciones
es e esor en que e sta o naciona ebía
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afrontar. Por una parte, las múltiples instancias de enfren- exteriorizaran su presencia fundamentalmente como apara-
tamiento armado, que en las distintas experiencias naciona- tos de represión y control social, lo cual se reflejaba en el ma-
les se expresaron en levantamientos de caudillos locales, re- yor peso relativo de aquellas instituciones destinadas a la
beliones campesinas, incursiones indígenas, intentos sece- consolidación y legitimación del poder central (v.g. constitu-
sionistas y otras formas de contestación a la pretensión de ción y mantenimiento de milicias, apertura y mejoramiento
concentrar y centralizar el poder de acuerdo con un determi- de vías de comunicación, desarrollo de instituciones y meca-
nado esquema de dominación. Por otra parte, la tradición nismos jurídicos de regulación social).
conspiraba contra la centralización en el Estado de ciertos Queda claro pues que la cuestión del "orden", suscitada y
instrumentos de control social: registro de las personas, apa- privilegiada por sectores dominantes de la sociedad que al
rato educacional, prácticas comerciales uniformes, etc. A la mismo tiempo estaban definiendo el carácter de su inserción
vez, las unidades subnacionales (estados, provincias, depar- en la nueva estructura de relaciones sociales, acaparó la
tamentos) continuaban manteniendo fuerzas regulares pro- atención y recursos del Estado nacional desde el momento de
pias, emitiendo su propia moneda, estableciendo aduanas su constitución. "Resolverla" representaba para el Estado
internas o administrando justicia sobre la base de normas una condición básica de su supervivencia y consolidación.
constitucionales y legales dispares. Imponer el orden impli- Pero además, constituía una premisa elemental para el es-
caba regularizar el funcionamiento de la sociedad, hacer tablecimiento de formas estables de relación social, compati-
previsibles las transacciones, regular los comportamientos. bles con las oportunidades y expectativas que surgían con la
El "orden" aparecía entonces, paradójicamente, como una lenta pero creciente integración de las economías latinoame-
drástica modificación del marco habitual de relaciones socia- ricanas al mercado mundial. Por eso, la cuestión del "progre-
les. No implicaba el retorno a un patrón normal de conviven- so" surgió como contracara del "orden", como su natural co-
cia sino la imposición de uno diferente, congruente con el de- rolario. 19 La fórmula que las reunía señalaba un orden de
sarrollo de una nueva trama de relaciones de producción y prelación que adquiría el carácter de condición necesaria pa-
de dominación social. ra la plena realización de sus dos términos. Orden y progre-
En consecuencia, durante la primera etapa del período in- so, pero primero orden, luego progreso. 20
dependentista los esfuerzos de los incipientes estados estu- Sin embargo, la coexistencia de ambas cuestiones en la
vieron dirigidos a eliminar todo resabio de poder contestata- agenda de las sociedades latinoamericanas de la segunda
rio, extendiendo su autoridad a la totalidad de los territorios mitad del siglo pasado planteaba no pocas contradicciones
sobre los que reivindicaban soberanía. La reiterada y mani- desde el punto de vista de las instituciones estatales. Un Es-
fiesta capacidad de ejercer control e imponer mando efectivo tado capaz de imponer el orden y promover el progreso era,
y legítimo sobre territorio y personas, en nombre de un inte- casi por definición, un Estado que había adquirido como atri-
rés superior material e ideológicamente fundado en el nuevo butos la capacidad de institucionalizar su autoridad, dife-
patrón de relaciones sociales, es lo que definía justamente el renciar su control e internalizar una identidad colectiva.
carácter nacional de esos estados. Esa capacidad se veía ja- Ello suponía un grado de "presencia" en estos diversos pla-
queada por el enfrentamiento con intereses regionales, con nos que la precariedad de los nuevos estados no estaba en
tradiciones de administración localista, con formas caudillis- condiciones de institucionalizar. Asignar sus escasos recur-
tas de ejercicio del poder local y con variables proyectos fe- sos al "orden" restaba posibilidades de facilitar el "progreso",
derativos y tendencias disolventes que amenazaban la inte- con lo cual su legitimación tendía a fundarse en la coacción,
gridad de los territorios pretendidamente acotados por la na- resintiéndose su viabilidad institucional. Pero por otra par-
ción. De aquí que en esta primera etapa los nuevos estados te, imponer "orden", efectivizarlo, creaba condiciones mate-
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riales para impulsar el progreso, libraba recursos para su cantil. A su vez, estas actividades y recursos reforzaron, mo-
promoción, aumentaba la capacidad extractiva y viabilidad dificándola, una dinámica de explotación económica que
del Estado y tendía a fundar su legitimación en su condición otorgaba especificidad a la estructura social y a la modali-
de agente fundamental del desarrollo de relaciones sociales dad de desarrollo capitalista que se iban configurando. Du-
capitalistas. A lo largo de un proceso en el que los términos rante el último tercio del siglo se llevaron a cabo importan-
de esta ecuación fueron modificando alternativamente sus tes obras de infraestructura física —caminos, puentes, ferro-
valores, el Estado se convirtió en eje para la consolidación de carriles, puertos, sistemas de comunicación postales y tele-
nuevas modalidades de dominación política y económica. De gráficos—, especialmente en aquellos países cuya produc-
aquí que tomar activa parte en el proceso de resolución de ción (agropecuaria o minera), para ser competitiva, requería
estas cuestiones representó para el Estado el medio de ad- un fuerte abaratamiento de los costos de transporte. Con la
quirir "estatidad". Este es el sentido de la simbiótica consti- expansión económica se produjo un acentuado incremento
tución de Estado y sociedad como esferas distinguibles de un en el valor y la compra-venta de tierras, el volumen de las
único y nuevo orden social capitalista. importaciones y las operaciones financieras. Ello dio origen
Por supuesto, los ritmos que observaron en los diversos a nuevas actividades intermediadoras (comerciales, banca-
casos nacionales tanto el desarrollo capitalista como la ex- rias, de transporte, etc.), lo cual exigió a su vez el perfeccio-
pansión y diferenciación del aparato estatal, fueron muy di- namiento de la legislación y la regulación de las transaccio-
ferentes. Los factores que contribuyeron a plasmar un parti- nes. La acción del Estado resultó crucial para la materiali-
cular sistema de instituciones estatales estuvieron estrecha- zación de estos cambios. A través de la inversión directa, el
mente asociados al tipo de producción económica predomi- crédito oficial, la legislación y la creación de unidades admi-
nante, a la forma de inserción en los nuevos mercados inter- nistrativas a cargo de la producción de bienes, regulaciones
nacionales y a la trama de relaciones sociales resultante. En y servicios, el Estado pudo ofrecer seguridad a personas, bie-
general, los estados que emergieron del proceso de interna- nes y transacciones, facilitó las condiciones para el estable-
cionalización de la economía mostraron una débil capacidad cimiento de un mercado interno, extendió los beneficios de la
extractiva y una fuerte dependencia del financiamiento ex- educación y la preservación de la salud y contribuyó a poblar
terno, lo cual sumado a su papel en la formación de un mer- el territorio y a suministrar medios de coacción extraeconó-
cado interno, la consolidación y ordenamiento jurídico de la mica para asegurar el empleo de una fuerza de trabajo a me-
propiedad de la tierra, el aliento a la producción de materias nudo escasa.
primas y manufacturas con escasos requerimientos tecnoló- Las observaciones efectuadas sugieren que los estados la-
gicos y la canalización de recursos hacia sectores primario- tinoamericanos, en su etapa formativa, fueron desarrollando
exportadores, mercantiles y financieros, reforzaron las ca- sucesivamente sus aparatos de represión, de regulación y de
racterísticas de un sistema productivo y un orden social su- acumulación de capital social básico. Sus cristalizaciones
bordinado frente a los centros del capitalismo mundial. institucionales —en forma de legislación, organismos públi-
Dependiendo principalmente de la naturaleza de los bie- cos, mecanismos administrativos y pautas de asignación de
nes primarios exportables que constituyeron la base de in- recursos-- reflejaron las diversas combinaciones a través de
serción en el mercado internacional, se fueron conformando las cuales el Estado procuró resolver los problemas del "or-
relaciones de producción e intercambio que condicionaron den" y el "progreso". Pero todo esto exigía recursos. Es decir,
las modalidades de intervención del Estado. Su actividad y el Estado debía desarrollar paralelamente una capacidad ex-
recursos se dirigieron hacia la creación de condiciones que tractiva y un aparato de recaudación y administración fi-
favorecieran1a expansióa economia exportadora y mer- nanciera que aseguraran su propia reproducción, de modo
32 LA FORMACIÓN DEL ESTADO ARGENTINO LINEAMIENTOS CONCEPTUALES E HISTÓRICOS 33

de consolidar su poder, legitimarse y continuar sosteniendo no. Ambas condiciones aseguraron la reproducción y creci-
las condiciones de expansión económica. miento del aparato estatal.
Naturalmente, el desarrollo de esta capacidad extractiva
y la estructura de su aparato burocrático se ajustaron, en ca- CUESTIONES DOMINANTES EN LA ETAPA DE CONSOLIDACIÓN
da caso nacional, a la importancia relativa de las diversas DEL ESTADO
fuentes de recursos existentes y al tipo de mecanismos re- A pesar de sus limitaciones, el intento de generalización
querido para su apropiación. Sin embargo, es posible obser- efectuado en la sección anterior cumple al menos con dos
var ciertos rasgos comunes en la estrategia de viabilización condiciones que le otorgan cierta validez: (1) se basa en re-
generalmente empleada, resultantes de la subordinada in- flexiones que, desde la investigación en profundidad de un
corporación de los países latinoamericanos al nuevo orden caso nacional, busca establecer similitudes y diferencias con
capitalista mundial. Las condiciones de funcionamiento de otros casos; y (2) se refiere a un período en el que el grado de
una economía abierta, cuyas actividades productivas e inter- complejidad de la estructura social y del aparato estatal de
mediadoras debían alentarse sin gravar excesivamente el los países es suficientemente bajo como para captar con po-
excedente económico, imponían parámetros bastante rígi- cas dificultades sus procesos y cuestiones más salientes. En
dos. Los recursos "genuinos", derivados de rentas ordinarias, cambio, un intento similar para el período de consolidación
resultaban a menudo insuficientes para superar los apre- del Estado, coincidente con la larga etapa histórica que se
mios creados por la fuerte vulnerabilidad de una economía extiende desde fines del siglo pasado hasta nuestros días,
dependiente, y por lo tanto, inestable como fuente regular de enfrenta problemas no superables en un trabajo como el pre-
recursos. sente. Por lo tanto, las observaciones que siguen deben en-
La fuerte expansión de los mercados financieros en Euro- tenderse como ilustración de una modalidad de análisis y no
pa —especialmente en Inglaterra— que tuvo lugar después como el planteamiento de una rigurosa interpretación histó-
de mediados de siglo, aumentó extraordinariamente la dis- rica.
ponibilidad de capitales ávidos por encontrar colocaciones En el nivel de generalidad en el que nos hemos colocado
más rentables que las que podían hallarse localmente. 21 Es- hasta ahora, no es casual que "orden" y "progreso" hayan
ta circunstancia proporcionó el eslabón necesario para com- aparecido como las cuestiones centrales del período formati-
pletar la fórmula de viabilización estatal. La inversión direc- vo del Estado. En cierto modo, ni los problemas del "orden"
ta en obras de infraestructura y actividades productivas ni los del "progreso" acabaron por resolverse nunca. Lo fue-
fuertemente garantizadas por el Estado, así como los em- ron sólo en el estricto sentido de que —con la intervención
préstitos contraídos por el mismo, suministraron los recur- protagónica del Estado durante una crucial etapa históri-
sos adicionales necesarios para asegurar el funcionamiento ca— se eliminaron las diversas fuentes de contestación a la
de su aparato institucional. Al constituirse en activo agente implantación de un sistema capitalista, se regularizaron y
de la acumulación, el Estado pudo dinamizar los circuitos garantizaron las condiciones para que las relaciones impli-
económicos y contribuyó a aumentar el excedente social. De cadas en este sistema se desarrollaran y se asignaron recur-
este modo, consiguió apropiarse de una moderada (aunque sos a la creación del contexto material que facilitara el pro-
creciente) proporción de este excedente a medida que se ex- ceso de acumulación. No lo fueron en el más amplio sentido
pandía la actividad económica, lo cual le permitió atender el de que la reproducción del capitalismo como sistema impli-
servicio de la deuda pública. Ello reafirmó su capacidad de có, recurrentemente, nuevas "intervenciones"22 estatales pa-
crear y garantizar las condiciones de tal expansión, afian- ra resolver otros tantos aspectos problemáticos de las mis-
zando sus posibilidades de un nuevo endeudamiento exter- mas cuestiones, planteados por el contradictorio desarrollo
34 LA FORMACIÓN DEL ESTADO ARGENTINO LINEAMIENTOS CONCEPTUALES E HISTÓRICOS 35

de ese sistema. Sucesivamente rebautizadas, estas cuestio- mismas tensiones y antagonismos que genera. Pero su utili-
nes reemergieron en la acción e ideología de otros portadores zación en el discurso político está expresando, además de su
sociales, pero en su sustrato más profundo seguían expre- necesidad, el carácter recurrentemente problemático que
sando la vigencia de aquellas dos condiciones de reproduc- tiene el mantenimiento de estas condiciones. Por eso, no pa-
ción —admitidamente metamorfoseada— de un mismo or- rece desatinado erigirlas en cuestiones sociales dominantes
den social. también durante la etapa de consolidación de los estados na-
Cuando a comienzos de este siglo empezó a agitarse la lla- cionales en América Latina.
mada "cuestión social", cuando décadas más tarde el redis- Más allá de señalar una continuidad que expresa las prin-
tribucionismo populista debilitó las bases de acumulación de cipales tensiones permanentes del sistema capitalista, estas
los sectores económicos dominantes, o cuando más reciente- cuestiones resultan excesivamente abstractas como para
mente los movimientos subversivos amenazaron la propia que en el análisis de situaciones históricas concretas puedan
continuidad del capitalismo como sistema, la cuestión del utilizarse como ejes de procesos sociales. Es decir, los suce-
"orden" fue una y otra vez reactualizada: necesidad de esta- dáneos de "orden" o "progreso" son categorías demasiado
bilizar el funcionamiento de la sociedad, reprimir los focos agregadas, y por lo tanto inadecuadas para iluminar el tipo
de contestación armada, hacer previsible el cálculo económi- de proceso histórico del que suponemos puede emerger una
co, interponer límites negativos a las consecuencias social- explicación que vincule la formación del Estado a la consti-
mente destructivas del propio patrón de reproducción de las tución de otros sujetos o el desarrollo de otros fenómenos so-
relaciones sociales capitalistas. 23 A su vez, cuando la Gran ciales. Su propósito es darle, analíticamente, un sentido uni-
Depresión obligó a acelerar el ritmo de la industrialización ficador que trasciende la motivación puntual, a subconjun-
sustitutiva en América Latina; cuando luego del boom de la tos de acciones caracterizables como parte de un proceso so-
posguerra, los signos de una nueva crisis alentaron fórmulas cial más profundo. Pero para no caer en un crudo reduccio-
desarrollistas que postulaban una profundización de la in- nismo y recuperar la especificidad histórica de las diferentes
dustrialización sustitutiva; o cuando en la actualidad se de- experiencias nacionales, la investigación empírica exigiría
baten las consecuencias de la transnacionalización del capi- concentrar esfuerzos en la desagregación de esas cuestiones.
tal sobre las economías locales, lo que está en juego nueva- Desde este punto de vista, los procesos históricos concretos
mente es la cuestión del "progreso"; lo que en última instan- serían la modalidad particular que en cada caso nacional
cia se plantea es la viabilización "técnica" del capitalismo, la adoptó el desarrollo capitalista; y la desagregación —analí-
búsqueda de fórmulas que superen las profundas contradic- tica e histórica— de dichas cuestiones, vistas ahora sí como
ciones generadas tanto en su desarrollo a escala mundial co- ejes de procesos que convocan la acción y recursos de distin-
mo en el ámbito más acotado de las economías nacionales. tos sujetos sociales (incluido el Estado), permitiría explicar
Seguridad-desarrollo, estabilidad-crecimiento, nuevos rótu- en qué medida y a través de qué mecanismos se consiguió,
los —entre otros tantos— que condensan un mismo y viejo en cada caso, articular y reproducir ese orden social.
problema: garantizar y sostener las condiciones de funciona- Esta última afirmación cierra mi argumento. Si el Estado
miento y reproducción del capitalismo a través de su desplie- es el principal garante y articulador de las relaciones capita-
gue histórico. listas, la adquisición o consolidación de sus atributos esta-
En este sentido, los sucesivos sinónimos del "orden y pro- rían íntimamente ligadas a las vicisitudes de los procesos
greso" no serían más que eufemísticas versiones del tipo de desarrollados en torno a las cuestiones más desagregadas,
condiciones que aparecen como necesarias para la vigencia ya que éstas expresarían las modalidades concretas que asu-
de un orden social que ve amenazada su continuidad por las mensas tensiones estructurales del capitalismo. Las inicia-
36 LA FORMACIÓN DEL ESTADO ARGENTINO LINEAMIENTOS CONCEPTUALES E HISTÓRICOS 37

tivas y respuestas del Estado —sus políticas en el amplio ver parcialmente la llamada "cuestión social". Los organis-
sentido de tomas de posición frente a las cuestiones social- mos de expropiación de tierras y desarrollo agrario fueron
mente problematizadas— manifestarían, en un sentido in- habitualmente creados como unidades especializadas para
mediato, intentos de resolución de las cuestiones plantea- atender las necesidades creadas por la reforma agraria. Y los
das, y en otro plano, intentos renovados de superación de las mecanismos de regulación cambiaria, tributaria, arancela-
tensiones más profundas del orden social vigente. Pero ini- ria y crediticia creados en la década del 30 constituyeron for-
ciativas y respuestas son, a su vez, una forma de alusión ge- mas de paliar los efectos locales de la crisis mundial. Otro
nérica a las múltiples modalidades de acción estatal, un mo- rasgo común, vinculado con el anterior, es el crecimiento del
do de englobar las distintas manifestaciones de su presencia aparato estatal a través de tandas de organismos y recursos
institucional, que se expresan en el desarrollo de una capa- funcionalmente especializados, lo que en parte señala la vi-
cidad extractiva, en una estructura orgánica diferenciada, gencia alternada de cuestiones de determinado signo y espe-
en funciones especializadas, en tendencias sistemáticas en cie. No casualmente hay "épocas" en que se crean masiva-
la asignación de recursos, en ciertos comportamientos ruti- mente empresas públicas de servicios, organismos de inteli-
nizados o en una determinada capacidad de producción de gencia y seguridad, institutos de ciencia y tecnología o apa-
símbolos. Todos éstos no son otra cosa que los atributos de ratos de planificación. Estos casos ponen particularmente de
la "estatidad", adquiridos o consolidados como consecuencia manifiesto el papel "iniciador" del Estado en la problemati-
—pero también como condición necesaria— de los procesos zación social de ciertas cuestiones, frente a las que su posi-
enhebrados alrededor de la agenda de cuestiones socialmen- ción se traduce muchas veces en la creación o apropiación de
te vigentes. Es en este sentido como el aparato estatal es un nuevos ámbitos operativos. Un tercer rasgo común es el ca-
producto contradictorio del desarrollo de un patrón, también rácter conflictivo que adquiere el propio proceso de expan-
contradictorio, de relaciones sociales. sión estatal, como consecuencia de la constitución de su apa-
Claro está que así como el capitalismo no se desarrolló de rato en arena de negociación y enfrentamiento. Es habitual
igual manera en todas partes, tampoco los aparatos institu- que ciertas cuestiones sociales den lugar a posiciones incon-
cionales del Estado evolucionaron siguiendo un patrón úni- gruentes o contradictorias del Estado, en parte porque su ac-
co. La especificidad de estos aparatos fue un reflejo (y uso el ción se expresa a través de múltiples unidades, y en parte
término con plena conciencia de sus riesgos) de la especifici- porque éstas tienden a asumir o representar intereses mu-
dad de los respectivos capitalismos. Y esta última fue, a su chas veces encontrados. 25 Este fenómeno está en el origen de
vez, producto de las fuerzas desatadas por este sistema de las "dificultades" en los "procesos de implementación", de las
producción, apropiación y dominación; de las clases y secto- repetidamente señaladas "superposiciones" institucionales,
res surgidos de estas relaciones; de sus respectivas bases de y de otras manifestaciones de organización o funcionamien-
recursos; y de su movilización, a través de alianzas y enfren- to burocrático presuntamente patológicas.
tamientos, en torno a las cuestiones suscitadas por el contra-
dictorio desarrollo de ese complejo sistema. RECAPITULACIÓN
Desde esta perspectiva adquieren nuevo sentido ciertos Estamos ahora en condiciones de recapitular y enhebrar
rasgos comunes observables en la evolución histórica del algunos de los puntos planteados. En su origen, la formación
aparato estatal en América Latina. Uno es la corresponden- de los estados nacionales latinoamericanos implicó la susti-
cia entre el tipo de cuestión social suscitada y el tipo de me- tución de la autoridad centralizada del Estado colonial y la
canismo institucional apropiado para resolverla. 24 Los orga- subordinación de los múltiples poderes locales que eclosiona-
nismos de seguridad social surgieron como intentos de resol- ron, luego de la independencia, como consecuencia de las
38 LA FORMACIÓN DEL ESTADO ARGENTINO LINEAMIENTOS CONCEPTUALES E HISTÓRICOS 39

fuerzas centrífugas desatadas por el proceso emancipador. rmativa del Estado. Las modalidades que históricamente
La identificación con la lucha emancipadora, precario com- umió su resolución, fueron definiendo la naturaleza y sig-
ponente idealista de la nacionalidad, fue insuficiente para 'ficación de los sectores sociales y de las instituciones esta-
producir condiciones estables de integración nacional. La ba- tales generados por el propio proceso de resolución. La iden-
se material de la nación recién comenzó a conformarse con el 'ficación en la experiencia argentina de las cuestiones más
surgimiento de oportunidades para la incorporación de las desagregadas, permitirá entonces circunscribir un campo
economías locales al sistema capitalista mundial y el conse- analítico e histórico en el que, recrear el proceso de resolu-
cuente desarrollo de intereses diferenciados e interdepen- ción de las mismas, servirá a la vez para reconstruir los hi-
dientes generados por tales oportunidades. tos fundamentales y las modalidades específicas del proceso
Al margen de las complejas mediaciones que intervinie- formativo del Estado.
ron en cada caso nacional, la articulación de los mercados in- Sobre la base de estas ideas preliminares, el presente vo-
ternos y su eslabonamiento con la economía internacional, lumen desarrolla, en otros tantos ensayos, tres aspectos fun-
se vieron acompañados por la consolidación del poder de damentales de este proceso: la organización nacional, la ins-
aquella clase o alianza de clases que controlaba los nuevos titucionalización del Estado y la política de recursos que per-
circuitos de producción y circulación de bienes en que se ba- mitió su viabilización. Aunque no se establecen límites cro-
só la expansión de la economía exportadora. Pero las nuevas nológicos precisos, los trabajos se concentran en el período
formas de dominación económica, a cuya sombra se consoli- histórico que se inicia con la batalla de Pavón —episodio mi-
daban nuevas relaciones sociales, requerían políticamente la litar que allanó el camino para la definitiva organización na-
paralela constitución y control de un sistema de dominación cional— y culmina con la crisis de 1890. No obstante, hubie-
capaz de articular, expandir y reproducir el nuevo patrón de ra resultado difícil interpretar muchos de los sucesos que tu-
relaciones sociales. vieron lugar durante ese período sin antes aclarar qué alian-
Este sistema de dominación —el Estado nacional— fue a zas y enfrentamientos habían producido este desemboque en
la vez determinante y consecuencia del proceso de expansión la nueva etapa institucionalizadora, qué antecedentes doc-
del capitalismo iniciado con la internacionalización de las trinarios e ideológicos fijaban el rumbo de la sociedad y el
economías de la región. Determinante, en tanto creó las con- Estado, qué nuevas fuerzas sociales se perfilaban y, sobre to-
diciones, facilitó los recursos, y hasta promovió la constitu- do, qué circunstancias confluían para producir la definitiva
ción de los agentes sociales, que favorecerían el proceso de eclosión de un Estado nacional. A esclarecer alguno de estos
acumulación. Consecuencia, en tanto a través de estas múl- aspectos está dedicado el primer capítulo.
tiples formas de intervención se fueron diferenciando su con- En el segundo se examina la cuestión del "orden", enten-
trol, afirmando su autoridad y, en última instancia, confor- dido como la institucionalización de patrones de organiza-
mando sus atributos. ción social que crearon condiciones favorables al desarrollo
Las "leyes de movimiento" de este recíproco proceso cons- de relaciones de producción y dominación capitalistas. Cobra
titutivo podrían discernirse a partir del análisis de aquellas aquí especial relevancia el tema de la constitución del apa-
cuestiones sociales que, al convocar a los protagoniStas —ci- rato represivo y burocrático, la creación y apropiación por el
viles y estatales— centrales de aquel proceso, condensaron Estado de ámbitos operativos, las modalidades con que se
sucesivamente la problemática que acaparó sus recursos y manifiesta la penetración estatal en la nueva trama de rela-
acciones. Los problemas relativos al "orden" y al "progreso" ciones sociales que paralelamente se estaba conformando y
concentraron la atención de estos actores, resumiendo la las consecuencias de estos procesos sobre la constitución y
-agenda-da se-ti bi cA en
40 LA FORMACIÓN DEL ESTADO ARGENTINO LINEAMIENTOS CONCEPTUALES E HISTÓRICOS 41

la etapa posterior a Pavón que culminó alrededor de 1880 4 Cf. Charles Tilly, "Reflections on the History of European State-
con el afianzamiento del Estado nacional, la instauración de 1VIaking", en su compilación The Formation of the W estern European
una dominación oligárquica y la decantación de la fórmula States, Princeton, Princeton University Press, 1975.
política que aseguraba la continuidad del régimen. Esos die- 5 Tal como lo sugiere J. P. Nettl, "The State as a Conceptual Varia-

ciocho años —uno de los períodos quizá menos estudiados de ble", W orld Politics, N° 20, julio 1968, págs. 559-592. Este enfoque
también está implicado en la literatura sobre "crisis y secuencias" en
la historia argentina 26— encierran las claves para interpre- la formación del Estado, algunos de cuyos aportes han sido recogidos
tar la dimensión y el significado de la problemática del orden en Charles Tilly, op. cit.
en la formación de una sociedad y un Estado nacionales. 6 Philippe C. Schmitter, John H. Coatsworth y Joanne Fox Prze-
En el tercer capítulo se incorpora al análisis la cuestión worski, "Historical Perspectives on the State, Civil Society and the
Economy in Latin America: Prolegomenon to a Workshop at the Uni-
del "progreso", vinculándola a los mecanismos de reproduc-
versity of Chicago, 1976-1977", mimeo.
ción del propio Estado. Es decir, en relación con la extraordi- 7 Una discusión más extensa de estos temas puede hallarse en Os-
naria movilización de recursos que tuvo lugar en la Argenti- car Oszlak, "Notas críticas para una teoría de la burocracia estatal",
na durante la segunda mitad del siglo XIX, se intenta esta- Desarrollo Económico, N2 74, vol. 19, julio-setiembre 1979, pp. 211-
blecer cuáles fueron las modalidades de participación y apro- 250; también publicado en Revista Mexicana de Sociología, N2 60:30,
piación de excedentes por parte del Estado nacional, y de julio-setiembre 1978, pp. 881-926.
8 Sobre la relación entre la independencia de las colonias hispanas
qué manera —asegurada su viabilidad— éste se constituyó en América Latina y la iniciación del proceso de mundialización del Es-
en acelerador del progreso. También en este caso se incluyen tado, véase Henry Lefebvre, De l'État dans le Monde Moderne, París,
referencias a la etapa anterior a la organización nacional, Union General d'Editions, 1976.
con el fin de comprender los condicionamientos políticos y 9 Debo reconocer que la expresión "Estado colonial" puede resultar
fiscales que enmarcaron la acción del Estado en su etapa for- equívoca. Para una interpretación que considera al imperio español co-
mo una simple extensión del Estado monárquico, véase Arnaldo Cór-
mativa.
doba, "Los orígenes del Estado en América Latina", CELA , cuaderno
Un último capítulo incluye algunas reflexiones en torno a N2 32, México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 1977.
ciertos temas que no son suficientemente desarrollados en el 10 Sobre los movimientos latinoamericanos de independencia y su
texto pero que plantean importantes interrogantes sobre el vinculación con los problemas de integración nacional y formación
proceso de construcción de la sociedad argentina: la cuestión del Estado, véase Tulio Halperin Donghi, The aftermath of Revolu-
nacional, las resistencias enfrentadas en el proceso de orga- tion in Latin A merica, New York, Harper and Row Publishers, 1973;
Leon Pomer, "Sobre la formación de los estados nacionales en la Amé-
nización nacional y la relación entre la formación del Estado rica Hispano-India", mimeo. Para el desarrollo de este tema con re-
y la estructura de clases. lación a casos nacionales específicos, puede consultarse Edelberto To-
rres Rivas, "En torno a los problemas de la formación del Estado: la
experiencia centroamericana de 1821-1840", Costa Rica, Icap, 1979,
NOTAS mimeo; Tulio Halperin Donghi, Revolución y guerra, Buenos Aires,
1 Me refiero a "actores", en un sentido genérico, para aludir a indi- Siglo XXI Argentina, 1972 (hay versión inglesa de Cambridge Uni-
viduos, grupos, sectores y organizaciones a los que es posible imputar versity Press); Fernando Uricoechea, "A formacao do Estado Brazilei-
comportamientos económicos y políticos que permiten ubicarlos en el ro no Seculo XIX", Dados, N2 14, 1977; Anna Macías, Génesis del go-
cambiante —y crecientemente complejo— escenario de una estructura bierno constitucional en México: 1808-1820, México, SepSetentas,
social en formación. 1973; y Carlos M. Viles, "Notas para el estudio de la formación his-
2 Oscar Oszlak, "Formación histórica del Estado en América Lati- tórica del Estado en la República Dominicana", Santo Domingo,
na: elementos teórico-metodológicos para su estudio", Estudios CE- 1979, mimeo.
DES, vol. 1, N' 3, 1978. 11 La misión de estas instituciones —en su mayoría heredadas del

3 Cf. Tom Nairn, "The Modern Janus", New Left Review, 94, nov.- período colonial— consistía en asegurar el abasto a las ciudades, la se-
dic., 1975. guridad de bienes y personas, proveer algunos servicios de salubridad
LINEAMIENTOS CONCEPTUALES E HISTÓRICOS 43
42 LA FORMACIÓN DEL ESTADO ARGENTINO

términos latinoamericanos. Políticamente, requirieron orden para im-


e higiene, las obras públicas, la recaudación aduanera, la administra-
plementarlo. Económicamente, adoptaron el capitalismo...". Véase E.
ción de justicia y el registro público de ciertas transacciones.
12 Sobre este punto véanse Tulio Halperin Donghi, Historia contem-
Bradford Burns, "Ideology in Nineteenth-Century Latin American
poránea de A mérica Latina, Madrid, Alianza Editorial, 1969; y Celso Historiography", The Hispanic A merican Historical Review, vol. 58, N2
Furtado, La economía latinoamericana desde la Conquista ibérica has- 3,agost1978.Cmvernsguida,lco ónepita-
ta la Revolución cubana, Santiago, Editorial Universitaria, 1969.
lismo replanteó reiteradamente, con otros apelativos y manifestacio-
13 Cf. Fernando Henrique Cardoso y Enzo Faletto, Dependencia y
nes, las cuestiones del "orden" y el "progreso", con lo que en cierto mo-
desarrollo en A mérica Latina, México, Siglo XXI, 1969. Para el caso ar- do tendieron a convertirse en tensiones permanentes de este modo de
gentino, véase Roberto Cortés Conde y Ezequiel Gallo, La formación organización social.
21 H. S. Ferns, Gran Bretaña y A rgentina en el siglo X IX , Buenos
de la A rgentina moderna, Buenos Aires, Paidós, 1967. Sobre el aisla-
miento regional, pueden también consultarse los clásicos Las bases de Aires, Solar-Hachette, 1968.
22 El entrecomillado destaca el carácter ambiguo del término, su in-
J. B. Alberdi y Facundo de D. F. Sarmiento.
14 Furtado, op. cit., p. 38.
suficiencia para caracterizar las formas de acción del Estado y, sobre
15 Cf. Fernando H. Cardoso, O Estado Na A mérica Latina, Río de
todo, la errónea connotación de respuesta o acción reactiva que sugie-
Janeiro, Paz e Terra, 1977. También, del mismo autor, Estado y socie- re. Como en el contexto de esta discusión no me resulta fácil reempla-
dad en A mérica Latina, Buenos Aires, Nueva Visión, 1972, pp. 236-37. zarlo, propongo que al menos se tengan en cuenta sus limitaciones.
23 Sobre este último punto, Cf. O'Donnell (1977), op. cit.
Una interpretación sistemática de la experiencia brasileña puede ha-
24 Esto no implica ninguna relación mecánica, ya que la naturaleza
llarse en Fernando Uricoechea, O Minotauro Imperial: A burocratiza-
qcto do estado patrimonial brasileiro, Río de Janeiro, Sáo Paulo, Difel,
de los mecanismos utilizados puede depender, desde el grado de pro-
blematicidad de la cuestión, la índole de los intereses afectados y la po-
1978 (hay versión inglesa de University of California Press, 1980).
16 Cotler, op. cit., passim.
sición del Estado hacia los mismos, hasta consideraciones menos sus-
17 En particular, la densa literatura "dependentista" desarrollada a
tantivas tales como modas organizacionales, tecnología y recursos dis-
partir de los pioneros trabajos de Cardoso y Faletto, Sunkel, Dos San- ponibles, etc.
26 Esto se vincula al tema de los "anillos burocráticos" planteado
tos, Frank y otros. Para una reciente crítica a esta literatura, que cues-
tiona su valor interpretativo, véase D. C. M. Platt, "Dependency in Ni- por Fernando H. Cardoso, Cf. Estado y sociedad en A mérica Latina,
neteenth-Century Latin America: An historian objects", Latin A meri- Buenos Aires, Nueva Visión, 1972.
26 Tal como señala Tulio Halperin Donghi en un reportaje periodís-
can Research Review, vol. XV, N2 1, 1980.
18 El concepto de dominación celular está desarrollado en Perry An-
tico con particular referencia al tema de este trabajo, Clarín, Buenos
derson, Lineages of the A bsolutist State, London, New Laft Review Aires, 10-4-80.
Books, 1975. Una interesante contraposición con el de dominación es-
tatal, en relación con una experiencia histórica latinoamericana, pue-
de hallarse en Marcelo Cavarozzi, "La etapa oligárquica de la domina-
ción burguesa en Chile", Documento CEDES/G.E. CLACSO/N° 7, Bue-
nos Aires, 1977.
19 Es interesante observar que la conjunción de estas cuestiones no
fue un hecho casual, sino que correspondió a una definida etapa del de-
sarrollo histórico. En efecto, si bien el "orden" como exigencia de la vi-
da social organizada aparece planteado ya en la obra de Platón, la idea
de "progreso" y su problematización social tiene un origen mucho más
reciente, coincidente con los comienzos de la revolución industrial y la
difusión del capitalismo Sobre este punto, véase J. B. Bury, The Idea
of Progress, New York, Dover Publications, 1932. También puede con-
sultarse el clásico ensayo de Karl Polanyi, The Great Transformation,
Boston, Beacon Press, 1957.
20 Como su e • E. Bradford yo «o • •

destilaron una visión filosófica que aprobaba el 'progreso' europeo en


94 LA FORMACIÓN DEL ESTADO ARGENTINO

68 Salvo la aduana, no fue nacionalizada ninguna institución pro-


vincial. El gobierno nacional garantizó a la provincia el presupuesto de
1859 hasta 1866 y se hizo cargo, además, de las deudas de la Confede-
ración, de las provinciales y de las nacionales —empréstito Baring--
atendidas hasta entonces por Buenos Aires.
69 El gobierno provincial mantuvo bajo su jurisdicción al Banco de
la Provincia de Buenos Aires, a pesar de los reiterados intentos de na-
cionalización. Controló de ese modo el crédito interno y la emisión y
circulación monetaria. El gobierno nacional fue deudor permanente de
la provincia durante los veinte años anteriores a la federalización de la 3
ciudad de Buenos Aires. En 1866 debió reintegrar la jurisdicción sobre
el municipio, sin haber resuelto el problema de la residencia, y quedó LA CONQUISTA DEL ORDEN Y
virtualmente en calidad de huésped de las autoridades provinciales. LA INSTITUCIONALIZACIÓN DEL ESTADO
Asimismo, durante los primeros años las principales obras públicas
fueron realizadas por el gobierno provincial.
W ar made the State,
and the State made war.
CHARLES TILLY

INTRODUCCIÓN
"El Estado ha muerto; viva el Estado." Bien podían haber
sido éstas las palabras del vencedor de Pavón, luego de que
su triunfo produjera el derrumbe de la Confederación Argen-
tina y despejara el camino para la definitiva organización
nacional sobre las bases impuestas por Buenos Aires.' La
promesa cierta de un futuro de abundancia y progreso hacía
auspicioso el comienzo de este nuevo experimento de cons-
trucción del Estado nacional. Un ave fénix parecía renacer
de las cenizas de la guerra civil.
Sin embargo, la confirmación de la hegemonía porteña so-
bre el resto del territorio nacional argentino, no significó la
resolución del viejo problema de la institucionalización del
poder que el país venía arrastrando prácticamente desde el
momento mismo de su independencia. Si los acontecimientos
que desembocaron en la nueva situación institucional tenían
una lógica propia, inexorable, predeterminada, independien-
te de los actores —como afirmaba el general Mitre en su pri-
mer mensaje al Congreso—, esta lógica no podía asegurar la
vigencia continuada de una solución impuesta a sangre y
fuego. Mantener y extender el movimiento iniciado desde

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