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MIGUEL SÁNCHEZ R.

ACTUALIDAD ECONÓMICA

SOCIALISMO
El socialismo es el control por parte de la sociedad,
organizada como un entero, sobre todos sus elementos
integrantes, tanto los medios de producción como las
diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas.
El socialismo implica, por tanto, una planificación y una
organización colectiva y consciente de la vida social y
económica

Origen
El estudio del socialismo se inicia a partir de la
Revolución francesa en 1789. En el siglo XVIII y XIX los
principales países de Europa desarrollan el proceso de
sustitución del feudalismo por el capitalismo como
sistema económico, y los estados feudales se unen
para formar las modernas Naciones-Estado.

Entre los socialistas hubo una muy pronta división entre marxistas y anarquistas los cuales eran
la esencia más cercana a la ideología marxista. El marxismo como teoría recibió muchas
críticas, algunas de ellas constituirán durante muchas décadas la base ideológica de la mayoría
de partidos socialistas. Más tarde, a raíz de la Revolución rusa y de la interpretación que le dio
Lenin, el leninismo se convertiría en foco de admiración de los partidos comunistas, agrupados
bajo la III Internacional.

La teoría marxista se construye conjuntamente con el anarquismo. El anarquismo se podría


inscribir dentro de los conceptos tempranos del socialismo, que como ideal busca que las
personas decidan sobre sus vidas libre e independientemente; la abolición del Estado y de toda
autoridad; exaltando al individuo

La meta del socialismo es construir una sociedad basada en la igualdad,


la equidad económica, la iniciativa personal, la cooperación moral de un individuo,
eliminando las compensaciones estratificadas por esfuerzo, promoviendo estructuras
políticas y económicas de distribución como por ejemplo el seguro social.

El socialismo en el siglo XX
Durante la segunda mitad del siglo XX fue de gran importancia para el llamado bloque
socialista, que la Unión Soviética liberara a los países ocupados del Tercer Reich en el frente
oriental durante la Segunda Guerra Mundial, pues estos mismos posteriormente adoptaron
sistemas de gobierno socialistas que hicieron que el campo socialista alcanzara un amplio
dominio.

Tras la Segunda Guerra Mundial, la tensión militar-ideológica entre el bloque socialista,


encabezado por la Unión Soviética, y el capitalista, encabezado por Estados Unidos,
desembocó en un enfrentamiento político que se conocería como Guerra Fría
Culminó con la desintegración de la URSS por sus contradicciones económicas y políticas
señaladas como defectos de los modelos socialistas y fuertes presiones externas, acompañada
de una pronunciada crisis en los demás estados socialistas, principalmente los europeos,
consecuencias propias del establecimiento de modelos socialistas y comunistas extendidos.

El socialismo del siglo XXI


Es un socialismo revolucionario que bebe directamente de la filosofía y la economía marxista, y
que se sustenta en cuatro ejes: el desarrollismo democrático regional, la economía de
equivalencias, la democracia participativa y protagónica y las organizaciones de base. Heinz
Dieterich Steffan profundiza la teoría marxista y la actualiza en el mundo de hoy, incorporando
los avances del conocimiento, las experiencias de los intentos socialistas, develando sus
limitaciones, entregando propuestas concretas tanto en la economía política como en la
participación democrática de la ciudadanía para construir una sociedad libre de explotación.
MIGUEL SÁNCHEZ R. ACTUALIDAD ECONÓMICA

Resumiendo, el socialismo del siglo XXI supone que es necesario un reforzamiento radical del
poder estatal democráticamente controlado por la sociedad para avanzar el desarrollo.

Economía de equivalencias
Propone lo que denomina una economía de valores fundado en el valor del trabajo que implica
un producto o servicio y no en las leyes de la oferta y la demanda. Este valor del trabajo se
mediría sencillamente por el tiempo de trabajo que precisa un determinado producto o
servicio;4 además de los valores agregados a dicho trabajo, es decir, el tiempo de trabajo que
se usó para producir las herramientas o servicios que se emplean en el trabajo mismo, lo cual a
su vez lleva a un ciclo complejo de tiempos de trabajo sumados recíprocamente. 

Para que el mercado funcione eficientemente, debería existir el suficiente poder adquisitivo
para comprar, una formación libre del precio, un mercado que no sea monopólico y un Estado
de derecho eficiente y no corrupto.
Ante la eficiencia ordenadora del sistema de libre mercado, la planificación de un modelo
socialista resulta insuficiente y deformadora de la interconexión en un mundo globalizado. Así,
los incesantes intentos históricos para remediar las injusticias de la economía de mercado han
fracasado sistemáticamente. Las correcciones del sistema a través de la educación, la
redistribución estatal, la expropiación y la democracia obrera, no han resuelto
satisfactoriamente la eficiencia cibernética que el modelo de libre mercado impone en las redes
globales.

El modelo del socialismo del siglo XXI debería estar basado en una ecuación donde el valor
(precio) del producto, se vinculara la equivalencia sobre los tiempos de producción y a la
democracia participativa. De esta manera, la redistribución y los cambios a nivel de educación
deberían recoger los intereses reales de las personas que estructuran y definen los sistemas
político-económicos. Para Dieterich, el socialismo del siglo XXI es la ampliación y
profundización de la democracia participativa, donde las dimensiones de lo cotidiano, lo
estético y lo racional-crítico deben estar incorporadas al cambio social.

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