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Costumbres

1. El Carnaval. Quizás esta sea la festividad más conocida a nivel mundial que se lleva a
cabo en Brasil. Cada región del país tiene su forma de celebrar estos días, 4 para ser
exactos, donde la fiesta es sin parar. Una de las cosas más populares, es la competencia de
samba ente las distintas escuelas de todo el país. El carnaval más popular, es el que se
celebra en Rio de Janeiro.
2. Festival Folclórico de Parintins. Es realizado cada año durante la última semana de junio
y se ha convertido en una de las fiestas más populares del Amazonas, ya que busca
difundir la cultura local. Se trata de una competición de dos asociaciones: Boi Garantido,
de color rojo, y el Boi Caprichoso, de color azul. Ellos se encargan de explorar temáticas
regionales como leyendas, rituales indígenas y costumbres de los ribereños mediante
alegorías y escenarios.
3. Reveillon. Esta fiesta de la cultura de Brasil se originó en Río de Janeiro en la década de
1980 como un reclamo turístico. Además, es común que se organicen varios actos
religiosos en las principales iglesias de la ciudad. Además, los seguidores de la religión
afrobrasileña de Yemayá realizan sus rituales al borde del agua. Otros deciden vestirse de
blanco y arrojar flores al mar para atraer la buena suerte.
4. Peão de Barreto. La primera vez que se realizó el Peão de Barretos fue en 1955, desde
entonces la alta calidad de los vaqueros, caballos y toros ha permitido que gane fama. Se
lleva a cabo cada mes de agosto en la ciudad de Barretos. Es una muestra de la riqueza
cultural de Brasil, ya que consiste en un rodeo con toros y caballos.
5- La congada. Es un ballet dramático con canto y música que recrea la coronación de un
rey del Congo y la reina Ginga de Angola, con la presencia de la corte y sus vasallos. Se
trata de una manifestación de la cultura de Brasil y es representativa de la religión
afrobrasileña. En ese sentido, se recuerda la protección que los santos dieron a los
esclavos negros, sobre todo se le rinde homenaje a Nossa Senhora do Rosário, São
Benedito y Santa Efigênia.
6. Folia de Reis. La Folia de Reis es otra de las muestras de la identidad cultural de Brasil,
que se lleva a cabo del 24 de diciembre al 6 de enero (Día de los Reyes Magos). Consiste
en una fiesta popular y tradicional, asociada con una tradición cristiana de origen
portugués y español. De igual manera, pretende celebrar la Adoración de los Magos en el
nacimiento de Jesucristo.
7. Fiesta de Yemayá. El origen de esta fiesta propia de la cultura de Brasil se remonta a
varios años atrás cuando 29 pescadores que no tenían para comer le imploraron
a Yemayá, diosa del mar y protectora de los barcos y de los marineros, que les hiciera el
proceso de pesca mucho más sencillo. ¡Y a partir de allí todo comenzó a ser más
fructífero! Por eso cada año se le llevan flores y ofrendas como conmemoración.
8. São João en ParaíbaLa celebración de los santos Juan, Antonio y Pedro es importante
para la identidad cultural de Brasil. ¡De allí que tradiciones como São João en Paraíba sean
preservadas hasta la actualidad! Esta fiesta dura 31 días y coincide con el momento de
celebrar la época de la cosecha. ¡La presencia de comida típica y fresca no puede faltar!
9. Festival de las Cavalhadas. Ahora es el turno de hablar de la tradicional fiesta de jinetes
enmascarados de la cultura de Brasil, un festival entretenido que invita a participar a
todos. Su objetivo es enfrentarse entre dos grupos de 12 jinetes cada uno, los cuales
ofrecen bailes y participan en diferentes pruebas hasta elegir un ganador.
10. Samba y capoeira. La samba y la capoeira son cruciales para la cultura de Brasil, de
hecho, es la manera más sencilla de identificar a este territorio fuera de sus fronteras. En
el caso de la samba, tiene un origen afrobrasileño (su entrada al país fue gracias a los
inmigrantes de las tribus bantú) y ha recibido la influencia de géneros musicales
angoleños. Este baile es popular durante el carnaval.

Religión
Brasil es un país religiosamente diverso, con tendencia de tolerancia y
aceptación entre las diferentes religiones. La población brasileña es
mayoritariamente católica debido a la herencia cultural de los portugueses, y
de diversas corrientes migratorias a lo largo de la historia. Por parte
de África, obtuvieron costumbres religiosas de pueblos afro-brasileños. A
finales del siglo XIX comenzó a ser divulgado el espiritismo en Brasil, que hoy
es el país con mayor número de espiritistas en el mundo. En las últimas
décadas la religión protestante ha crecido mucho, siendo así una parte
bastante significativa de la población. El judaísmo cuenta con 86.825 fieles,
un 0,05% de la población. El número de personas que dicen no tener
una religión en 2000 era del 7,4%; grupo superado solo por los católicos y los
protestantes.
Muchos practicantes de religiones afro-brasileñas, así como algunos
espiritistas, también se denominan católicos y siguen ritos de la Iglesia
católica. De forma similar, muchos espiritistas afirman ser cristianos a pesar
de no aceptar algunos aspectos importantes del cristianismo tradicional. Ese
tipo de tolerancia social con el sincretismo es un marco histórico peculiar de
las diversas religiones en el país.
Para 2017 el Latinobarometro confirmaba que el 54 por ciento de los
brasileños era católico, el 27 por ciento evangélico, el 14 por ciento ninguno,
ateo o agnóstico y el 5 por ciento seguidor de otras religiones.Para 2018 la
nueva encuesta del Latinobarómetro mostró que el 58.1% de los brasileños
era católico, el 25.3% evangélico, el 10.0% ninguno, ateo o agnóstico, el 1.3%
practicante de cultos afroamericanos, y el 4.2% seguidor de otras religiones.

Literatura
La literatura brasileña, considerando su desarrollo basado en la lengua
portuguesa, forma parte del espectro cultural lusófono. Surgió a partir de la
actividad literaria incentivada por el descubrimiento de Brasil durante el siglo
XVI.[1] Bastante ligada en un principio a la literatura metropolitana, poco a
poco fue ganando independencia, especialmente durante el siglo XIX, con los
movimientos románticos y el realista, hasta alcanzar su punto culminante con
la Semana de Arte Moderno en 1922, que se caracteriza por la ruptura
definitiva con las literaturas de otros países, formando, por lo tanto, desde el
Modernismo y sus escuelas las primeras generaciones de escritores
realmente independientes. Surgen en este momento grandes nombres como
Manuel Bandeira, Carlos Drummond de Andrade, João Guimarães Rosa,
Clarice Lispector y Cecilia Meireles

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