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Gilgamesh

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Este artículo trata sobre el personaje de la mitología sumeria. Para la historieta y la
banda musical, respectivamente, véanse Gilgamesh el inmortal y Gilgamesh (banda).
No debe confundirse con Gigamesh.

Figura de Gilgamesh del palacio de Sargon II (Museo del Louvre).

Gilgamesh (acadio: 𒄑𒂅𒈦, Gilgameš, /ɡɪl.'ɡa.meʃ/1 anteriormente


𒄑𒉈𒂵𒈩 Bilgamesh23) o Gilgamés fue un soberano de la
ciudad sumeria de Uruk (actual Warqa, en Irak) y un héroe de la mitología
mesopotámica. Según la Lista Real Sumeria, Gilgamesh, hijo de la
diosa Ninsun y de un sacerdote llamado Lillah, fue gobernante del distrito
de Kulab y quinto rey de Uruk. Hacia el año 2750 a. C. sucedió a Lugalbanda,
reinó durante 126 años y dejó el trono a su hijo Ur-Nungal, quien gobernó
durante 30 años.4 Los primeros estudiosos de la lengua sumeria leyeron su
nombre, erróneamente, como Izdubar.
Ha alcanzado la fama sobre todo como protagonista del Poema de Gilgamesh,
considerada la obra literaria más antigua del mundo. 5 En ella se relatan sus
hazañas, acompañado por su amigo Enkidu, y su búsqueda de
la inmortalidad tras la muerte de este.6
Índice

 1Epopeya de Gilgamesh

 2Referencias cuneiformes

 3Concepto de inmortalidad

 4Síntesis

 5Véase también

 6Referencias

 7Bibliografía

o 7.1En español

o 7.2En catalán

o 7.3En inglés

 8Enlaces externos

o 8.1Traducciones del poema

o 8.2Otro material

Epopeya de Gilgamesh[editar]
Artículo principal: Poema de Gilgamesh

La leyenda paleo babilónica sobre este rey cuenta que los ciudadanos de Uruk,
viéndose oprimidos, pidieron ayuda a los dioses, quienes enviaron a un
personaje llamado Enkidu para que luchara contra Gilgamesh y lo venciera.
Pero la lucha se torna muy pareja, sin un vencedor claro. Finalmente, Enkidu
reconoce a Gilgamesh como rey y los dos luchadores se hacen amigos. Juntos
deciden hacer un largo viaje en busca de aventuras, en el que se enfrentan a
animales fantásticos y peligrosos.7
En su ausencia, la diosa Inanna (conocida por los babilonios como Ishtar y más
tarde como Astarté) cuida y protege la ciudad. Inanna declara su amor al héroe
Gilgamesh, pero este la rechaza, provocando la ira de la diosa, quien en
venganza envía al Toro de las tempestades para destruir a los dos personajes
y a la ciudad entera. Gilgamesh y Enkidu matan al Toro, pero los dioses se
enfurecen por este hecho y castigan a Enkidu con la muerte. Muy apenado por
la muerte de su amigo, Gilgamesh recurre a un sabio
llamado Utnapishtim (Ziusudra en sumerio, que puede significar 'el de los Días
Remotos'), el único humano, junto con su esposa, al que los dioses salvaron
del Diluvio Universal y concedieron la inmortalidad. Gilgamesh recurre a él para
que le otorgue la vida eterna, pero Utnapishtim le dice que solo en una ocasión
se concedió ese don a un humano, y que no volverá a repetirse, lo mismo que
el Diluvio.6
Finalmente, la esposa de Utnapishtim le pide a su esposo que, como consuelo
a su viaje, le diga a Gilgamesh dónde localizar la planta que devuelve la
juventud (mas no la vida o juventud eterna). El sabio cede y le revela que la
planta está en lo más profundo del mar. Gilgamesh se decide a ir en su
búsqueda y efectivamente la encuentra, pero de regreso a Uruk toma un baño,
y al dejar la planta a un lado, una serpiente se la roba (basándose en que las
serpientes cambian de piel, y que por ello vuelven a la juventud). El héroe
retorna a la ciudad de Uruk, cuya magnificencia es descrita al final del poema. 6
Según fuentes periodísticas, en 2001, en un grupo de tablillas procedentes de
Irak, el asiriólogo Giovanni Pettinato habría leído un final distinto de la epopeya.
Según el mismo, Gilgamesh se suicidó al regresar a Uruk, enterrándose vivo
con ochenta miembros de su corte.8
La figura de Gilgamesh conserva su vigencia porque el anhelo que lo mueve es
universal (escapar de la muerte), y por tanto es universal la lección que recibe:
que la inmortalidad es un don exclusivo de los dioses y es locura aspirar a ella.
El lector de cualquier época se siente también conmovido por el canto a la
amistad sagrada que contiene la obra, que probablemente influyó en
la Ilíada de Homero.

Referencias cuneiformes[editar]
En la Epopeya de Gilgamesh se dice que este ordena la construcción de las
legendarias murallas de Uruk. En tiempos históricos, Sargón I de Acad se jactó
de haber destruido esas murallas para demostrar su poderío militar. Muchos
estudiosos han señalado que el mito del Diluvio contenido en la Epopeya de
Gilgamesh constituye un claro precedente de la historia bíblica del diluvio
universal que se narra en el Génesis.
Fragmentos de un texto épico encontrados en Me-Turan (hoy Tell Haddad)
cuentan que Gilgamesh al final de sus días fue enterrado bajo las aguas del
río Éufrates, después de desviar su curso. En abril de 2003, notas periodísticas
señalaron que una expedición alemana habría descubierto en las ruinas de
Uruk, indicios de este hecho.9
A pesar de la falta de evidencia directa, la mayoría de los estudiosos no se
oponen a considerar a Gilgamesh como una figura histórica, sobre todo desde
que se han encontrado inscripciones que confirman la existencia histórica de
otras figuras asociadas a él, como los reyes Enmebaragesi y Aga de Kish. Si
Gilgamesh realmente existió, probablemente vivió aproximadamente en el siglo
XXVII a. C. Algunos de los textos sumerios más antiguos citan su nombre
como Bilgamesh. Dificultades iniciales en la lectura de la escritura cuneiforme
hicieron que en 1891 el nombre de Gilgamesh se leyera: Izdubar.1011
En la mayoría de los textos, el nombre Gilgamesh es precedido por el
determinativo para seres divinos (DINGIR). No obstante, no existe evidencia de
un culto contemporáneo, y los mitos sumerios de Gilgamesh sugieren que la
deificación ocurrió con posterioridad (distinto al caso de los reyes-dioses
acadios).
Concepto de inmortalidad[editar]
El concepto de inmortalidad presente en la epopeya hace referencia a una
cualidad divina reservada para los dioses mesopotámicos de aquella época.
Según el texto:
"Cuando los dioses crearon a los hombres

decretaron que estaban destinados a morir,


y han conservado la inmortalidad en sus manos." (columna III)

Podemos analizar un punto clave entre la relación de mortales-inmortales y su


equivalencia dios-hombre.
Por consiguiente, la inmortalidad se forja como con un gran valor en la cultura
mesopotámica donde el hombre está en la constante búsqueda de alcanzarla
para evitar el sufrimiento que conlleva la muerte y disfrutar de los placeres que
se ofrecían en el mundo antiguo. Por consiguiente, se puede encontrar una
causa sustentable a obsesión con el alcance de la inmortalidad, según Kramer:
"Se decían los pensadores sumerios que la vida está llena de incertidumbre y que el hombre no
puede gozar jamás de una seguridad completa, ya que es incapaz de prever el destino que le ha
sido asignado por los dioses, cuyos designios son imprevisibles. Después de la muerte, el hombre
no es más que una sombra impotente y errabunda en las lúgubres tinieblas de los Infiernos, donde
la "vida" no es más que un miserable reflejo de la vida terrestre. [...] aceptaban como una gran
verdad inmediata que el hombre había sido creado por los dioses únicamente para su provecho y
placer, y que, por lo tanto, no podía considerarse como un ser libre; para ellos, la muerte era el
premio reservado a la criatura humana, ya que solo los dioses eran inmortales, en virtud de una ley
trascendental e ineluctable." (Kramer, 1962).

Por otro lado, a partir de la epopeya se encuentran dos factores claves para
alcanzar la inmortalidad, los cuales son: el deseo y el objetivo.
En el deseo, se encuentra la motivación por parte del hombre para conseguir
su objetivo a partir de la necesidad de satisfacer sus placeres; el anhelo de
poseer lo que se quiere se convierte en un impulso primitivo para el sujeto. En
el texto, encontramos que el escriba hace referencia a esta tentación de
cumplir su cometido:
"Mira al hombre fuerte que desea la inmortalidad:
el sueño, como un viento furioso, lo ha envuelto". (Columna III)

El sentimiento de lograr la inmortalidad es el deseo más grande que tiene


Gilgamesh. Por lo tanto, se convierte en su prioridad alcanzarlo. En el objetivo,
se hace referencia a la meta impuesta por el individuo para realizar su deseo
sin importar los medios o los obstáculos que encuentre en el camino. Esto se
evidencia cuando:
En el fondo del agua hay una planta semejante al licio espinoso,

y que pincha, como el rosal, y te hiere las manos;


si tus dedos la cogen, ¡poseerás la inmortalidad!(Columna III)

Gilgamesh toma la decisión de ir por la planta a pesar del daño físico que le
podría generar esta acción, en ese momento su deseo es muy grande y supera
los obstáculos, lo cual lo lleva a cumplir su objetivo. A partir de esto, se puede
tomar en cuenta el concepto de inmortalidad para aplicarlo en la sociedad
mesopotámica, la cual era considerada por los historiadores como una
civilización basada en la religión, donde cada integrante cumplía su función con
relación a esta.
En contexto, los habitantes de Mesopotamia crearon un estilo de vida alrededor
de sus creencias, construyeron grandes templos para adorar a sus dioses y se
creía que estas divinidades habitaban allí, los cuales eran atendidos por
sacerdotes. La mitología de esta civilización se caracterizaba por idolatrar a un
ser superior con poder ilimitado, sabiduría infinita y sobre todo inmortales.
Según National Geographic, "Los dioses mesopotámicos tenían la apariencia,
las cualidades y los defectos de los hombres, pues habían sido concebidos a
semejanza humana. Eran en gran medida un reflejo de la sociedad que los
había creado. En otras palabras, se trataba de una trasposición a nivel celestial
de lo que ocurría en el mundo terrenal. Los dioses se alimentaban, se
peleaban, se amaban, se casaban y tenían familia como cualquier hombre.
Pero había una notable diferencia: la muerte les era desconocida" (2001). Por
consiguiente, su inmortalidad era una característica de superioridad. Por lo
tanto, "los dioses recibían todo tipo de cuidados, pues se les hacía el aseo
personal y se les vestía y adornaba con joyas en un alarde de indescriptible
ostentación. Incluso se les sacaba a pasear en procesión, generalmente en el
marco de la celebración de determinadas festividades religiosas, la más
importante de las cuales era la del año nuevo" (Bottero,2001).

Síntesis[editar]
En síntesis, el desarrollo del concepto de inmortalidad en las antiguas ciudades
mesopotámicas se puede conocer gracias a la epopeya de Gilgamesh, la cual
fue escrita aproximadamente en el 2500 a.C. y es el primer texto que nos da
información detallada sobre uno de los reyes más influyentes en la historia de
Uruk, el cual, gracias a sus travesías emprende un último viaje en busca de la
inmortalidad. Se puede observar que esta búsqueda se emprende debido a una
fuerte motivación por la muerte de Enkidu. En la epopeya se relata brevemente
que los dioses poseen esta apreciada virtud desde la creación, la cual está
exclusivamente reservada para ellos. Para concluir, se puede tomar el
concepto de inmortalidad y apreciarlo como un producto derivado de la religión,
la cual se considera sagrada, debido a sus atributos divinos y es fundamental
para la estructuración de la civilización mesopotámica. Además, la inmortalidad
es considerada como una de las máximas virtudes que puede alcanzar el
hombre antiguo debido a su relación directa e íntima con los dioses.

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