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EL CELIBATO, VALOR POSITIVO DEL AMOR (1974)

Este documento está destinado para educadores de seminarios y da orientaciones sobre


cómo hay que formar a los candidatos al sacerdocio en función de la vivencia del celibato.
El documento reconoce los condicionamientos humanos en cuanto a obrar en la castidad. El
celibato es un don de Dios que no puede observarse desde la humanidad misma, sino en
función de la gracia y el reconocimiento del llamado.

La sociedad está cambiando, los aspirantes al sacerdocio cambian, hay que adaptarse a las
condiciones sociológicas y culturales. Menciona el celibato no como algo exclusivo del
sacerdocio, sino como una forma particular de manifestarlo. El celibato lo encuadra en tres
aspectos: lo pastoral, lo eclesial y lo escatológico. El celibato es un opción de vida que
santifica al que lo vive y acrecienta su amor hacia el creador. El celibato predispone al ser
humano a tener un mejor servicio a la Iglesia y mayor intimidad con Dios, también es una
manifestación del aquí y ahora de la relación que se tiene con Dios y que se tendrá al final
de los tiempos.

Para vivir el celibato es necesario reconocer la humanidad de la promesa. Las motivaciones


del celibato son: la imitación de Cristo cabeza de la comunidad y el sentido de oblación
donde se ejerce el celibato. Las dificultades del celibato es la cultura y la apertura a las
diferentes ideologías.

La madurez del ser humano ha permitido que tenga autocontrol emotivo, que está en
función de su conducta racional, hace participe el don recibido con la comunidad,
transforma los acontecimientos para que resulten fructíferos en el futuro. La educación
integral es humana, emotiva, relacional, espiritual, etc.

La afectividad como la capacidad para relacionarse con otros, se expresa en la madurez


sexual, donde permite una sana relación con las personas y un control del instinto sexual
para alcanzar una sana heterosexualidad. Si no se trabaja la madurez sexual el candidato no
tendrá un amor altruista ni tendrá capacidad de donación. La capacidad oblativa es poder
controlar los impulsos sexuales: deseos, impulsos, pensamientos. El efecto de los malos
pensamientos tiende a la masturbación.

La educación cristiana se planifica desde una integrada afectividad y sexualidad, que te


lleva a un perfeccionamiento cristiano, en visitas a la formación de un buen sacerdote.

El celibato responde a una triple vertiente: función generativa, amor conyugal y paternidad
humana. Renunciar por amor al reino de los cielos, no es una huida sino una ofrenda
agradable a Dios por amor a la humanidad.

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