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En los últimos años y durante gran parte de la segunda mitad del siglo XX, el aborto
ha sido uno de los asuntos más controvertidos desde el punto de vista de la ética y
el derecho a la salud y la vida. Se relaciona directamente con el cuerpo de las
mujeres; sin embargo, no concierne solamente a ellas; es un tema social que tiene
repercusiones en la familia, así como, en el médico tratante de la mujer que aborte.
Este ensayo pretende analizar en el plano jurídico este tema tan polémico, a través
de, el Código Penal Federal, el Código Penal para el Estado Libre y Soberano de
Veracruz de Ignacio de la Llave, la Ley General de Víctimas, la NOM-007-SSA2-
2016 y la Guía de Práctica Cínica sobre el Diagnóstico y Tratamiento del Aborto
Espontáneo y Manejo Inicial de Aborto Recurrente; con el objetivo de que nosotros
como estudiantes de medicina y futuros médicos, tengamos en cuenta las posibles
consecuencias que pueden repercutir tanto en la madre gestante, el producto de la
gestación, como en el médico que práctica el aborto.
Ahora bien, varían un poco las sanciones según el Código para el Estado Libre y
Soberano de Veracruz Ignacio de la Llave. Este nos dice en su Capítulo V sobre
Aborto que, “comete el delito de aborto quien interrumpe el embarazo en cualquiera
de sus etapas”. Las sanciones que se aplican en este Código son las siguientes: la
persona que practique o cause el aborto a las mujeres con su consentimiento,
recibirá de seis meses a dos años de prisión y hasta setenta días de multa y 5 días
de salario; en cambio, si no hay consentimiento por parte de la mujer se le impondrá
al acusado de tres a diez años de prisión y hasta cien días de salario; y si se emplea
violencia, ya sea, física o moral, la pena aumenta de seis a quince años de prisión
y multa que puede llegar a los ciento cincuenta días de salario; de igual forma, se
va sancionar con seis a cuatro años de prisión y multa de hasta cincuenta días de
salario a la persona que durante el embarazo cause al producto lesiones que
afecten su desarrollo normal; asimismo, si se practica el aborto o se producen
lesiones al producto sin ningún propósito terapéutico por un médico, partero o
enfermero, además de las penas anteriormente mencionadas, serán suspendidos
de dos a cinco años en el ejercicio de su profesión. Mientras que, la mujer que se
provoque o consienta que se le practique un aborto, no se va sancionar con años
en prisión o multas de salarios mínimos, ella tendrá que recibir tratamiento en
libertad, consistente en la aplicación de medidas educativas y de salud.
Con base en esta Ley, se denominarán víctimas directas aquellas personas físicas
que hayan sufrido algún daño o menoscabo económico, físico, mental, emocional,
o en general cualquiera puesta en peligro o lesión a sus bienes jurídicos o derechos
como consecuencia de la comisión de un delito o violaciones a sus derechos
humanos reconocidos en la Constitución y en los Tratados Internacionales de los
que el Estado Mexicano sea Parte.
Las víctimas tendrán, entre otros, los siguientes derechos: a una investigación
pronta y eficaz que lleve, en su caso, a la identificación y enjuiciamiento de los
responsables de violaciones al Derecho Internacional de los derechos humanos, y
a su reparación integral; a ser reparadas por el Estado de manera integral,
adecuada, diferenciada, transformadora y efectiva por el daño o menoscabo que
han sufrido en sus derechos como consecuencia de violaciones a derechos
humanos y por los daños que esas violaciones les causaron; a conocer la verdad
de lo ocurrido acerca de los hechos en que le fueron violados sus derechos
humanos; a que se le brinde protección y se salvaguarde su vida y su integridad
corporal; a solicitar y a recibir ayuda, asistencia y atención en forma oportuna,
rápida, equitativa, gratuita y efectiva por personal especializado; a la verdad, a la
justicia y a la reparación integral a través de recursos y procedimientos accesibles,
apropiados, suficientes, rápidos y eficaces; a la protección del Estado, lo anterior
incluye el derecho a la protección de su intimidad contra injerencias ilegítimas, así
como derecho a contar con medidas de protección eficaces cuando su vida o
integridad personal o libertad personal sean amenazadas o se hallen en riesgo en
razón de su condición de víctima y/o del ejercicio de sus derechos; a solicitar,
acceder y recibir, en forma clara y precisa, toda la información oficial necesaria para
lograr el pleno ejercicio de cada uno de sus derechos; etc.
Estas últimas dos, nos brindan los conocimientos necesarios para la adecuada
atención de la mujer embarazada (también parto y puerperio), y para guiarnos en el
diagnóstico, tratamiento y seguimiento de los casos de aborto espontáneo.