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Las Cosas en El Derecho Romano
Las Cosas en El Derecho Romano
puede ser un bien, un derecho o incluso una obligación, en la que además intervendrán
personas, siendo éstas los sujetos de tal relación.
Sobre las cosas recaen los distintos derechos reales (como, por ejemplo, la propiedad) sobre
los que son titulares las personas. Además, la cosa puede ser objeto de posesión, siendo éste
un hecho fáctico de gran importancia jurídica.
Clasificación[editar]
Según su movilidad[editar]
Corporales: Las que tienen que pueden percibirse por los sentidos y tienen una
existencia concreta en la naturaleza.
Según su independencia[editar]
Principales: Que pueden ser por sí mismas, por ejemplo una hacienda.
Accesorias: Que solo cobran sentido acompañadas de una cosa principal, como un
control remoto (en una televisión), o las cuerdas de la guitarra criolla antes citada,
un tractor en una hacienda.
Según su utilización[editar]
Consumibles: Que dejan de existir con un primer uso, o que desaparecen del
patrimonio luego de utilizarlas. Como el dinero o las bebidas.
No consumibles: son aquellas cosas que no se agotan en el primer uso ejemplo la
ropa.
Según su divisibilidad[editar]
Fungibles: Son aquellas cosas que pueden ser sustituidas entre sí, pues están
definidas solo en función del género al cual pertenecen. Para los romanos las cosas
fungibles son determinadas por su peso, número, o medida, y de allí proviene su
denominación “in genere”, como por ejemplo: el trigo, el vino, el dinero, etc. Son
sustituibles y pueden ser cambiadas entre sí.
No fungibles: Se caracterizan por la imposibilidad de ser sustituidas, ya que se
determinan por sus cualidades intrínsecas a su esencia misma. No son sustituibles.
Por ejemplo, un caballo pura sangre del establo nº 5 de la Hacienda de Juan Pérez,
no puede ser sustituido.
Según su apropiabilidad[editar]
Apropiables: Que pueden estar a nombre de una persona. Por ejemplo, una heladera.
Inapropiables: Que son comunes para toda la humanidad. Por ejemplo, el aire, el
océano.
Según su existencia[editar]
Presentes: que existen en el momento de ser tenidas en cuenta. Por ejemplo, una
finca
Futuras: aquellas que no existen en la actualidad pero pueden llegar a existir según
el curso normal de los acontecimientos. Por ejemplo, la cosecha del año que viene.
El vocablo cosa (res) se usa para indicar todo aquello que puede ser objeto de derechos, es
decir todo cuanto tenga entidad corporal o espiritual, natural o artificial, real o abstracta y
que sea susceptible de apreciación económica.
Los juristas romanos se referían a ella como al objeto material (corpus), en oposición a los
actos del hombre. Denota una cosa corporal, físicamente delimitada y jurídicamente
independiente.
En las fuentes romanas se encuentra la clásica división de las cosas en res intra
patrimonium y en res extra patrimonium, según sean bienes económicos de los
particulares o no.1 2
Otra clasificación más comprensiva y precisa, clasifica las cosas en res in commercio y res
extra commercium. Y además denomina res nullius a las cosas in commercio que no son
propiedad de nadie y res delictae a aquéllas cuya propiedad ha renunciado el dueño por
abandono.
Aquí se cuentan las cosas que no son susceptibles de relaciones jurídico-patrimoniales por
prescripción de la norma divina o por disposición de la ley, de donde surge la división de
las cosas:
Res divini iuris: sacrae, religiosae, sanctae. Las res divini iuris son las cosas de
derecho divino. Entre ellas se encontraban las cosas sagradas (res sacrae),
consagradas a los dioses superiores y puestas bajo su autoridad como los templos;
las cosas religiosas (religiosae) consagradas a los dioses inferiores, como los
sepulcros; y, las cosas santas (sanctae), como los muros y puertas de la ciudad.
Res humani iuris: communes, publicae, universitates. Las res humani iuris eran
las cosas del derecho humano. Entre las cosas excluidas del comercio se
encontraban las cosas comunes (res communes omnium) como el aire, el agua; las
cosas públicas (res publicae) como las cosas del pueblo entre las que se pueden
mencionar el río y sus orillas, los puertos; y las res universitates, que eran las cosas
que integraban el patrimonio de una comunidad y que estaban afectadas al uso de
sus miembros, como los teatros, los foros, los baños públicos, etc.
Res in commercio[editar]
Res mancipi y Res nec mancipi: Conocidas desde la época de la Ley de las XII
Tablas. Eran mancipi las cosas cuya propiedad se transmitía por el derecho civil
formal y solemne mediante la mancipatio, o mediante la in iure cessio. Eran cosas
mancipables las de mayor valor en la primitiva economía agrícola, como los fundos
o las heredades y las cosas situadas en el suelo de Italia, como el acueducto, los
esclavos y los animales de carga. Todas las demás cosas se agrupaban en las res nec
mancipi. Esta clasificación fue abolida en el derecho imperial con el Emperador
Justiniano I.3
Cosas corporales e incorporales: Las fuentes romanas distinguían este tipo de
clasificación,4 5 que habría obedecido a la influencia de la filosofía helénica sobre el
derecho romano. Las primeras eran aquellas cuya materialidad es percibida por los
sentidos, es decir, las cosas tangibles, como un fundo, un esclavo. Las cosas
incorporales eran las que son producto de una abstracción, como un crédito, el
derecho de propiedad, etc.
Cosas fungibles y no fungibles: Las cosas fungibles son aquellas que pueden
sustituirse por otras de la misma categoría, tomándose en cantidad, por peso,
número o medida como lo son el vino, el trigo, el dinero. Son no fungibles las que
tienen su propia individualidad y no admiten la sustitución por otra como una obra
de arte, un esclavo o un fundo.
Cosas simples y cosas compuestas: Las cosas que constituían un solo todo, una
unidad orgánica e independiente eran cosas simples, como un esclavo, una viga o
una piedra. Cosas compuestas eran las que resultaban de la suma o agrupamiento
de cosas simples. Éstas se subdividían en materiales como las naves o los edificios e
inmateriales como los rebaños o una biblioteca.
Cosas principales y cosas accesorias: Principales eran las que cuya existencia y
naturaleza están determinadas por sí solas, sirviendo a las necesidades del hombre;
y las accesorias, las que estaban subordinadas o dependían de otra cosa principal
como el marco con respecto a un cuadro o la piedra preciosa en relación al anillo.
Introducción
Es impresionante notar como los romanos tenían una división casi completa de las cosas, de
manera que en las divisiones que hicieron y en la forma de clasificarlas tuvieron gran
acierto en cada uno de los conceptos que podemos tener hasta hoy.
Por otro lado es impresionante ver como las definiciones respectos de cómo se clasificaban
las cosas de acuerdo a las cantidades, usos, ubicaciones o asignaciones ellos tenías una idea
clara de para que eran y como debía usarse correctamente.
En este trabajo lo que vamos hacer es un amplio estudio de cada una de las formas en que
los romanos lograron clasificar las cosas de acuerdo a su cantidad y calidad para poder
darles el valor y uso respectivo.
Si bien es cierto que los romanos no pudieron logran una definición exacta de la palabra
cosa, se puede decir que lograron desarrollar una amplia definición de sus diferenciaciones,
muchas de las cuales se puede tener en instituciones hasta el día de hoy.
Una de las situaciones que quizá haya causado mucha extrañeza en nosotros es ver como el
imperio daba a los esclavos la categoría de cosas, es decir de ser un objeto de derecho y no
un sujeto de derecho, y era contado como parte del patrimonio de un romano tanto así como
si fuera ganado o un objeto más que les permitía productividad.
Sin más que decir solo nos queda esperar que el presente trabajo cumpla las expectativas de
la docente, y que de gran aporte para los compañeros del aula.
Las cosas
1.- CONCEPTOS GENERALES.
El vocablo cosa (Res), de diversos significados en el lenguaje vulgar, tiene también en el
léxico jurídico una refexibilidad idiomática que ha dado lugar a que se viertan distintos
conceptos a fin de precisar su alcance en derecho.
Algunos comprenden bajo la palabra RES todo lo que forma el haber de los particulares, al
paso que otros entienden que para que un objeto sea cosa en el sentido del derecho, es
necesario que sea útil, es decir, accesible y deseable para el individuo.
Por nuestra parte entendemos que así como la palabra persona designa en el léxico jurídico
al sujeto activo o pasivo de las relaciones jurídicas, la palabra RES se usa indicar aquello
que puede ser objeto de derechos, es decir, todo cuanto tenga entidad corporal o espiritual,
natural o artificial, real o abstracta y sea susceptible de apreciación económica.
Los jurisconsultos romanos no dieron una definición ni comprendieron tal vez que cosa es
todo lo que puede ser objeto de los derechos, sino que la refirieron al objeto material
(corpus) en oposición de los actos del hombre. Denota una cosa corporal, físicamente
delimitada y jurídicamente independiente.
2.- CLASIFICACIÓN DE LAS COSAS.
En las fuentes romanas encontramos una clásica división de las cosas que las distingue en
RES Intra patrimonium y en RES extra patrimonium, según que se encontraran entre los
bienes económicos de los particulares o fuera de ellos.
Con esta clasificación las fuentes querían diferenciar las cosas susceptibles de relaciones
jurídicas, de las que no fueran pero tenía el defecto de aludir a un hecho o situación actual,
que la cosa se hallara o no comprendida en el patrimonio de una persona, como sería un
animal salvaje, que habría que reputar RES extra patrimonium hasta el momento de su
aprehensión.
Por ello se considera equivalente, pero más comprensiva y precisa, otra distinción, que
aunque no se la formula expresamente como la anterior no es ajena al lenguaje de las
fuentes.
Es la que clasifica las cosas en RES INCOMMERCIO Y RES EXTRA COMMERCIUM, y
que sirve para designar las que entran en el tráfico jurídico de los particulares y las que
están excluidas de dicho tráfico por disposición de la ley.
Llámense, además res nullius las cosa in commersio que no son propiedad de nadie y res
derelictae aquellas a cuya propiedad ha renunciado su dueño por abandono.
Sobre la base de la distinción extra commercium y res incommercio haremos el estudio de
las diferentes clases de cosas.
2.1.- RES EXTRA COMMERCIUM.
En la categoría de la res extra commercium se encuentran las cosas no susceptibles de
relaciones jurídico – patrimoniales por prescripción divina o por disposición de la ley
positiva de donde surge la división de cosas fuera del comercio por causa divina (res divini
iuris: cosas de derecho divino) o por causa humana ( res humani iuris: cosas de derecho
humano).
A).- RES DIVINI IURIS; SACRAE, RELIGIOSAE, SANCTAE.