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RESUMEN
Palabras clave:
Ilíada, Poemas homéricos, heroicidad, ética de la guerra.
ABSTRACT
The Iliad explains the foundations of western moral. It is not a simple text with
a linear argumentation. Several lessons may be obtained from the book. Some
teachings can be seen contradictory as the appraisal for courage and force while, at
the same time, it does not dismiss the proper place of compassion and forgiveness.
Its hero model does not seem to be a machine of war. This paper explores several
dimensions of heroism to illustrate some lessons which can be valid in nowadays.
Keywords:
Iliad, Homeric poems, heroism, ethics of war.
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PHAINOMENON
1 Para el análisis que sigue, se asume al héroe como suficientemente independiente, autónomo o respon-
sable de sus decisiones. No es infrecuente la intervención de los dioses en el poema. Sin embargo, la
mayor parte de críticos contemporáneos concuerda en que tal intervención divina es propia de la época
y no resta el carácter propio de agente o responsabilidad de los personajes. Véase el Cap 5 del libro de
Rodríguez (2010).
modelo de héroe. Dicho modelo será sus mejillas” (III, 33-35). Pero su hermano
por tanto complejo, como lo es la Héctor le reprende duramente (III, 39-57).
vida humana llena de grises. En suma, No es digno de un príncipe escapar así,
pese a que no era el plan de Homero menos aun si ha sido este el culpable de
o sus discípulos ofrecer una reflexión la guerra –precisamente al fugar con la
sistemática y unívoca, como podríamos deslumbrante Helena. Entonces Paris,
esperar hoy, podemos encontrar rasgos entra en razón y afronta sus temores.
fundamentales de un arquetipo de héroe Henchido de valor, propone a Menelao
y de humanidad. un duelo a muerte por la dama y a fin de
acabar con la guerra.
Lección 1: El primer enemigo a vencer
es el miedo y otras pasiones Y aunque Menelao encaró a Paris, más
adelante también fue víctima del miedo.
La primera enseñanza tiene que ver Tras asesinar a Patroclo, los troyanos
con la virtud propia del ser humano quieren arrebatarle las armas y tomar
en tiempo de guerra: la valentía. el cuerpo como trofeo de guerra (XVII).
Siglos después de Homero, Aristóteles Menelao comprende bien que Patroclo
explicitará aquello que subyace a la ha muerto al combatir valientemente por
Ilíada, esto es, saber afrontar el miedo. los griegos y que todos estos han venido
La valentía no es la ausencia del temor, a luchar a la lejana Troya precisamente
que es una emoción humana que todos para vengar la afrenta que significó la fuga
experimentamos y de la cual no nos o rapto de Helena, su exesposa. Por ello,
debemos avergonzar. Ignorar el miedo y comprende Menelao que debe proteger el
desconocer las negativas consecuencias cuerpo de Patroclo del ultraje. No obstante,
de un enfrentamiento significaría osadía teme por su vida pues los troyanos son
o temeridad. Ese es un extremo al que muchos y él está prácticamente solo.
no debemos llegar. El otro extremo, tal Menelao entra en un conflicto: su deber
vez más fácil de identificar, pero no de es proteger el cadáver del amigo y aliado,
evitar, es el ser poseído o dominado por pero sabe que su vida corre grave peligro
ese sentimiento de temor. Si bien este se si resiste al enemigo. Duda y exclama: “! Ay
produce frecuentemente por un ejercicio de mí! Si abandono la bella armadura y a
de la razón, por ejemplo, entender las Patroclo, que aquí yace por haber buscado
consecuencias peligrosas o negativas, mi honra, es de temer que me vitupere
para ser superado se requiere “volver a el que me vea de los dánaos [griegos o
razonar”, es decir, reflexionar. argivos]” (XVIII 91-93). Sabe bien que sus
propias huestes le repudiarán por haberse
Los héroes de la Ilíada no dejan de doblegado ante los rivales. Finalmente,
experimentar el miedo y la inseguridad. Menelao opta por una salida intermedia.
Veamos algunos casos. El príncipe No debe escapar ni resistir solo, ni ceder
troyano Paris, quien había escapado ante la cobardía ni la temeridad, sino que
con Helena, la esposa de Menelao, duda trae compañeros para que le ayuden en
mucho antes de enfrentarse con este. la defensa donde, de todos modos, es
Al divisar a Menelao, Paris huye “como posible que también perezca.
cuando uno retrocede y se aparta al ver
una serpiente en las gargantas de un El propio Héctor, el mejor de los
monte; el temblor invade sus miembros, troyanos, único verdadero rival a la
hacia atrás se retira y la palidez apresa altura de Aquiles fue también víctima
2 Pero ¿por qué huye si está a la altura de Aquiles? Sobre todo, por los libros finales, parece evidente la
superioridad de Aquiles. Sin embargo, algunos pasajes muestran, si no su predominio, al menos la gran
valía de Héctor. Desalienta Agamenón a su hermano Menelao de enfrentarlo: “Héctor Priamida, ante
quien también los demás sienten pavor. El propio Aquiles en la lucha, que otorga gloria a los hombres, se
estremece al encararlo, y eso que es mucho mejor que tú” (VII, 112-114).
Helena quiere una larga vida con Paris, las comunidades que defendieron o
pero reconoce que la vida pierde valor enfrentaron. Aunque muertos, pervivirán
si se vive a escondidas o de rodillas. En en la memoria incluso de los rivales. En
esa misma línea, citemos a Aquiles, el suma, “la lucha,…, otorga gloria a los
mejor de los aqueos. Él encarna bien esta hombres” (VI, 124; XII, 325).
tensión entre una vida larga y el riesgo
de una muerte pronta que promete la Lección 3: Servidor de la comunidad
gloria. “Si sigo aquí luchando en torno y leal con los amigos
de la ciudad de los troyanos, se acabó
para mí el regreso, pero tendré gloria La idea anterior se conecta con esta
inconsumible; en cambio, si llego a mi nueva lección. La búsqueda y obtención
casa, a mi tierra patria, se acabó para mí de la gloria relaciona al héroe con
la noble gloria, pero mi vida será duradera su comunidad. El héroe no es un ser
(IX, 410-417).3 autosuficiente, sino interdependiente
respecto de su pueblo o comunidad.
Un pasaje especialmente relevante al No lucha para sí, sino para pervivir en la
respecto surge de los labios de Sarpedón, memoria de la comunidad (Lledó 1988).
rey de los licios, aliados de los troyanos Ser reconocido como justo y bueno
(XII, 310-328). Sarpedón alienta a su implica haber estado a su servicio. La
compañero Glauco para atacar juntos comunidad retribuirá al nuevo ídolo la
la inexpugnable muralla que los griegos gloria que le corresponde. Le construirá
han levantado para proteger sus navíos. monumentos, le compondrá cantos y
Es un momento crucial en la batalla poemas. Le recordará. Honrar la memoria
pues troyanos y aliados empujaron a los del héroe es una tesis de la Ilíada que ella
griegos en retroceso casi hasta hacerlos misma lleva a su cumplimiento. Es un
embarcar de regreso a casa. Pero la poema épico que rememora las hazañas
muralla detiene al contingente a menos de los héroes como ejemplos de la
que algún valeroso guerrero se arriesgue comunidad, aunque también existe una
al asalto. Sarpedón cree que un verdadero mirada crítica de la guerra –que veremos
rey no merece honor solo por sus en la lección 6.
apellidos o riquezas, sino precisamente
por luchar en primera fila. La exhortación Del otro lado, estaría la figura del
de Sarpedón a Glauco termina con una mercenario, quien no conoce patria
sentencia contundente: “¡Vayamos! ni vínculo alguno con un pueblo, sino
A uno tributaremos honor o él nos lo que lucha solo en nombre de su interés
tributará” (XII, 328). Queda claro que egoísta. Contrario también al héroe,
algún guerrero de cualquiera de los dos usualmente encarnado en un rey o noble,
bandos perecerá. No obstante, de todos está la figura del déspota, una persona
modos, recibirá el kleos o gloria inmortal, que dirige las huestes y su nación hacia
la cual no es concedida únicamente a su provecho personal. La primera lealtad
quien triunfa. Los héroes que luchan de este será para con su ambición.
dignamente viven en la memoria de Recuérdese que la Ilíada comienza con
3 Es significativo que poco antes en el discurso, de donde se ha extraído la cita, el propio héroe critique
esa moral que ahora estaría defendiendo. “Igual lote consiguen el inactivo y el que pelea con denuedo.
La misma honra obtienen tanto el cobarde como el valeroso. Igual muere el holgazán que el autor de
numerosas hazañas”. (IX, 318-320). Como señala Rodríguez (2010), Aquiles podría estar cimentando las
bases de una nueva ética donde la vida –que de todos modos no se puede equiparar a la del reino animal–
importa más que la muerte.
la cólera de Aquiles tras haber sido Aquiles, los troyanos están próximos a
ofendido por el jefe supremo de la alianza la victoria. Los jefes griegos procuran
griega, el rey Agamenón. Este rey había persuadirlo para que regrese. Agamenón
secuestrado a Criseida, la hija de un se arrepiente y le ofrece dones. No queda
sacerdote troyano, el cual suplicó que claro si el arrepentimiento es sincero o
sea liberada. Agamenón, el captor, solo solo estratégico al ver cercana la derrota.
le concede menosprecio. El sacerdote, Pero los amigos, todos valientes y
mediante plegarias y sacrificios al dios esforzados como él, Odiseo, Fenix, Ayax,
Apolo, consiguió que este castigue con le piden que regrese con un argumento
peste y flechas a los griegos. Aquiles exige sincero y correspondiente a su ética. Le
a Agamenón que devuelva a la joven, pero demandan que debe ayudar a los amigos
este condiciona liberarla a cambio de que -philoi. Aquiles está en conflicto: desea
los griegos le entreguen recompensas socorrerles, pero sigue preso de su cólera
equivalentes. El hecho de que su ejército frente a Agamenón quien precisamente
fuese diezmado por la peste, cómo ha violado la amistad o la reciprocidad
castigo divino por su codicia, no le entre guerreros. Aquiles, al ver próxima la
bastó. Aquiles reprocha a Agamenón, derrota de la coalición griega, autoriza a
por ser “el más codicioso de todos” su escuadrón, los mirmidones, y Patroclo,
(I,122) “Rey devorador [de los bienes] del su mejor amigo, de socorrerla (XVI). El
pueblo” (I,230) –además de sinvergüenza gesto se puede interpretar como un
(I,158). Frente a su avidez, no pondera el levantamiento “parcial” del enojo para
bien de sus aliados y súbditos. Por eso salvar a los amigos. Solo cuando Patroclo
Aquiles, lo descalifica: “¡Ay!! ¡Imbuido es asesinado por los troyanos, depone
de desvergüenza, codicioso! ¿Cómo plenamente la ira y vuelve a luchar junto
un aqueo [griego] te va a obedecer, con los aqueos (Canto XVIII).
presto a tus palabras, para andar un
camino o luchar valerosamente con Lección 4: Elogiar al rival y enfrentar
los hombres?” (I, 150-151). Agamenón un verdadero desafío
responde devolviendo a Criseida y, a
la vez, arrebatando Briseida al propio Para que el héroe alcance la gloria
Aquiles –el cual también había raptado debe enfrentar un verdadero desafío.
a una mujer como trofeo de guerra, No existe honor alguno en vencer un
mas, al parecer, llegaron a amarse reto mínimo. La hazaña consiste en
profundamente. Acto seguido Aquiles encarar un objetivo que valga la pena,
abandona la guerra.4 por ejemplo, luchar contra un guerrero
magnífico. La actitud contraria, desear
El héroe no se sirve de unos, sino que que el enemigo sea trivial o inferior, es
sirve a todos. Este argumento se observa propia del mediocre. ¿Qué gloria merece
también más adelante a propósito un corredor que compite solo o con
del rencor que Aquiles guarda contra rivales que francamente están lejos de
Agamenón y de los intentos para que su nivel? Es destacable el hecho de que
regrese a la lid (Canto IX). Al no pelear la Ilíada llene de adjetivos elocuentes a
4 Pese a esta acción negativa y otras inconductas que podrían citarse, Agamenón es otro héroe importante,
al menos dentro de la Ilíada. No se le juzga solo por este hecho, sino también porque venía cumpliendo
varios de los ideales de la ética heroica, como se cuenta principalmente en el Canto XI conocido como “la
principalía de Agamenón”. Sin embargo, existen sombras sobre su grandeza por el lado de la ambición o
la crueldad, como se recuerda en otros textos del mundo griego especialmente las tragedias de Euripie-
des y Esquilo.
Sarpedón, Euforbo entre otros. Tales normas, donde todo vale. No son solo
enaltecimientos también los brinda procedimientos o reglas como las del tipo
incluso a los ancianos que ya no pelean echar suertes para saber quién arrojará
como Príamo o Antenor. primero la lanza en un duelo (III, 319).
Son reglas más de fondo, que obedecen
Lección 5: Pelear con reglas, seguir un a verdaderos principios. Por ejemplo,
código de ética justo es que los guerreros valientes
sean enterrados por sus deudos. Tras el
No “atacar por la espalda”, no agredir interrumpido duelo entre Paris y Menelao,
con “golpes bajos” son hoy expresiones las hostilidades se retomaron, pero
comunes, cuyo origen literal no está en Héctor nuevamente propone un duelo
la Ilíada. Pero la raíz general, limitar las que termine con la guerra (canto VII).
formas de combate, sí se encuentra en Desafía él mismo a quien de los griegos
la obra. Si bien el guerrero persigue la quiera ser su rival. Ayax, también llamado
gloria, no desea obtenerla a cualquier Ayante, es elegido entre los voluntarios
precio. Para ello existen reglas justas o para el combate. Héctor propone que
limpias. El compromiso por no hacer el vencedor pueda quedarse con las
trampa, sino obedecer códigos de armas del vencido pero que respete y
guerra es patente. Ciertamente algunas entregue el cuerpo a sus compañeros.
conductas manifiestas en la Ilíada nos Hoy puede parecernos evidente. Pero,
parecerían abominables desde códigos insistimos, este antiguo relato recoge una
de combate actuales. Por ejemplo, el IV diferencia entre el combate humano y el
Convenio de Ginebra (1949) protege a animal. Respetar el cuerpo, el acuerdo
los civiles durante el tiempo de guerra. –la paz–, son principios que nos sitúan
Establece prohibiciones que claramente a gran distancia del combate natural. En
no reconocían griegos y troyanos en su el mismo canto VII se relata una tregua
época, quienes estaban acostumbrados luego del duelo, interrumpido por la
a la rapiña, incluso al rapto de las noche, para que ambos bandos rindan
mujeres como botín de guerra. De honores a sus muertos.
hecho, la Ilíada comienza con la disputa
verbal entre Agamenón y Aquiles por el Por supuesto que esa misma ética de
rapto de Criseida, quien es devuelta a guerra se verá a veces rebasada, pues
regañadientes por Agamenón (Canto I). A finalmente los guerreros son humanos,
su vez este se venga de Aquiles y le roba es decir, vacilan entre sus deberes y sus
una mujer, Briseida, que también había pasiones. Héctor, poseído por su deseo
sido raptada por Aquiles. La apropiación de una próxima y definitiva victoria,
de mujeres del bando rival era común. violó el código que él mismo proponía
Hoy la condenamos. al querer apoderarse del cuerpo de su
víctima, Patroclo (XVI-XVIII). Más adelante
El punto acá no es si los códigos de Aquiles, en la escena más esperada de
ética de la Ilíada pueden mantenerse todo el texto, también se deja llevar por
vigentes. Es obvio que algunos sí y la ira en su duelo frente a Héctor, quien
otros no. Lo que interesa rescatar es su volvió a proponer el principio de respetar
novedad para la época. Se puede celebrar el cadáver del vencido. (XXII, 247-368).
que la Ilíada manifieste la existencia de Ante la propuesta de Héctor, Aquiles
códigos de guerra. El humano no pelea no vacila en responder enérgicamente:
como el animal. No es lucha salvaje, sin “Igual que no hay juramentos leales
entre hombres y leones y tampoco existe deseen. Por ejemplo, puede consultarse
concordia entre los lobos y los corderos” el libro clásico de Ferro sobre la Primera
(262-263). Anuncia abiertamente que Guerra Mundial. En el texto “La Gran
enemigos naturales no tendrán paz, Guerra”, Ferro narra cómo los países
que él es superior para el combate entraban a la contienda de manera casi
físico y que, por estas dos razones natural y animosa. Para ellos no era un
más el dolor que provocó la muerte del mal necesario, sino una posibilidad de
amigo, combatirá brutalmente, como ganar mucho: honores, bienes, tierras,
un león, sin piedad ni ética alguna.5 Así poder, entre otros. Por eso los jefes no
sucedió. Luego, su rival herido de muerte hacían esfuerzos reales por solucionar las
suplicó por última vez ser devuelto a sus diferencias de manera pacífica.
deudos. Ante la negativa de Aquiles y su
aprestamiento para ultrajar el cuerpo, y En cambio, la Ilíada cuestiona la
que sea devorado por “perros y aves de guerra y contempla alternativas para
rapiña”, Héctor le profetiza una maldición lograr la paz y contener daños mayores.
por no observar reglas. “De hierro es Por ejemplo, en el Canto III se recuerda
el corazón que tienes en las entrañas. una embajada presidida por Odiseo
Cuídate ahora de que no me convierta en para negociar un resarcimiento a la
motivo de la cólera de los dioses contra ti afrenta sufrida por el rapto de Helena,
el día en que Paris y Febo Apolo te hagan esposa del rey Menelao. En el mismo
perecer” (357-360). Finalmente sabemos canto, se ensaya otra solución: que
que Aquiles fue muerto por Paris, perdió combatan en duelo singular Menelao
el favor de los dioses y no alcanzó la vida y Paris, agraviado y agresor, pues es
dichosa como él mismo relataría en su preferible que uno solo muera y detener
encuentro ya muerto con Ulises (Odisea la trágica lucha entre ambos pueblos.
XI, 488-491). Se juran y prometen la paz, incluso “la
amistad”, con rituales. Solo pelearán dos
Lección 6: Amar la gloria y el bien, y “el resto, tras sancionar con víctimas
pero nunca la guerra [animales sacrificados] amistad y leales
juramentos, ojalá habitemos Troya, de
El héroe no es un amante de la fértiles glebas, y ellos regresaran a Argos,
guerra. Ciertamente Homero muestra pastizal de caballos, y a Acaya, de bellas
reiteradas veces el desenfreno en medio mujeres” (III 256-258). Lo propio sucede
del combate y la avidez de sangre. Pero con el combate entre Héctor y Ayante
no los propone como ideales. Desear (VII). Terminado este último duelo, se
la gloria no es amar el conflicto, como propone otra solución: el pago de una
algunas veces han malinterpretado los indemnización, o al menos una tregua.
espíritus militaristas por milenios. La Anténor, líder entre los troyanos, propuso
Ilíada asume la guerra como un estado originalmente a sus pares devolver
natural pero no deja de criticarla. No es a Helena y sus riquezas, pues están
la meta de la vida. ¿Vale la pena ir a la embarcados en una sangrienta guerra por
contienda armada? ¿Es la mejor opción? su propia culpa: “por traicionar los leales
Es curioso que hasta bien entrado el juramentos” (VII, 351-352).
siglo XX grandes caudillos la admirasen o
5 “Las convenciones normales de la sociedad humana no aplican más, al menos en cuanto él y Héctor
están concernidos. Él confía plenamente en el éxito, y sobre todo está consumido por su deseo de ven-
ganza” (Richardson 1993:133). Trad. Propia.
Por otro lado, el héroe debe hacer mortal hasta ahora: acercar a mi boca la
espacio a la compasión, al perdón y mano del asesino de mi hijo” (503-506).
otros sentimientos nobles no solo para Aquiles llora con Príamo, siente su mismo
con sus amigos. Ciertamente Aquiles dolor y acepta su petición. Aunque está
encarna bien la tensión entre aceptar lejos de verbalizarlo, intuye las primicias
estas emociones humanas y concederlas de una noción de humanidad.
a sus rivales. Como hemos visto, a
veces se muestra firme, acorazado, rudo Conclusión
como al estar enojado con Agamenón
pese a que el enfado cuesta caro a los Conviene traer a colación estas
griegos. Sin embargo, acepta la necesidad reflexiones en contextos donde
de perdonar las ofensas y lograr la lamentablemente sigue demasiado
reconciliación, pues la obstinación es presente cierto culto a la guerra y la
perniciosa, más que inútil, “por muy violencia. Dicha devoción se manifiesta
afligido que estuviera nuestro corazón” a través de diferentes espacios culturales
(XIX, 57). Es mejor volver a la concordia, –desde el cine hasta la información que
admite. “Mas dejemos en paz lo pasado circula en redes sociales– y costumbres
por mucho que nos aflija y dobleguemos, armamentistas a nivel de la sociedad
como es fuerza hacer, el ánimo en el civil –como lamentablemente se aprecia
pecho. Ahora yo ya depongo mi ira; no con frecuencia en las calles de Brasil o
debo mantener para siempre un furor las escuelas de Estados Unidos– o el
obstinado” (XIX, 65-68). gasto militar en los presupuestos de los
países –por ejemplo, 1.2% del PBI para el
Es significativo que el canto XXIV, Perú en el 2018 según el Banco Mundial
centrado en el rescate del cuerpo de (2020). Lejos de alimentar tales escenas
Héctor. En tal escena ocupa un lugar se encuentra el poema homérico.
central la misericordia que siente Aquiles
por Príamo, padre del difunto. El Pélida Por todo lo visto podríamos resumir
se ha ensañado con el cadáver de su estas seis lecciones del siguiente modo.
rival. Los dioses se oponen a tal acto Ante todo, el primer enemigo del héroe
y protegen al cuerpo para que no se no es externo sino interno: las pasiones
corrompa por más que durante días se como el miedo, al cual debe vencer
le arrastre. Príamo acude donde Aquiles sin caer en osadía. Segundo, la vida a
y le recuerda un sentimiento moral que cualquier precio no es la meta última de
une a griegos, troyanos y todos los la existencia: más vale alcanzar la gloria
seres humanos por más enfrentados con la muerte digna, si es el caso, que
que estén: la compasión. “Acuérdate vivir deshonrado. Tercero, la gloria y el
de tu padre” (XXIV, 486). La súplica de honor solo se logran al servir la causa
Príamo es universal. Aquiles es hijo y del pueblo o comunidad y ser leal con
también padre. Se conmueve, pues el los camaradas, en vez de buscar solo
discurso le recuerda que su progenitor, el interés personal. Cuarto, requisito
Peleo, es también anciano y sufre por para alcanzar la gloria es enfrentar un
este hijo que lleva diez años alejado de reto verdadero, que esté a la altura de
casa. “Respeta a los dioses, Aquiles, y ten las posibilidades. No se trata de buscar
compasión de mí por la memoria de tu victorias ni rivales fáciles que no dan
padre. Yo soy aún más digno de piedad ningún mérito ni cuestan esfuerzo.
y he osado hacer lo que ningún terrestre Quinto, la lucha se ejecuta con reglas