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LA DINÁMICA DE LA CULTURA.

LA DINÁMICA EN LA CULTURA.
1.- LA PARTICIPACIÓN EN LA CULTURA.
La participación cultural, implica estar de acuerdo con diversos aspectos de
la cultura y, poner en acción la voluntad para lograr ciertas metas u objetos
implícitos. Estas dos cuestiones son relevantes en el sentido de que puede
haber personas que pueden estar de acuerdo en realizar dichas actividades,
pero no actúan o aportan algún tipo de esfuerzo para lograr las metas.
2.- ¿QUE PRÁCTICAS CULTURALES HAY EN EL PERÚ?
Hay muchísimas y variadas donde la dinámica se impregna en el sincretismo
cultural como:
➢ Festividades.
➢ Festividad de la Virgen de la Candelaria (Puno).
➢ Señor de los Milagros (Lima).
➢ Señor de los temblores (Cusco)
➢ Virgen del Carmen (Paucartambo).
➢ Inti Raymi.
➢ Carnavales (variedad).
➢ Variedad de Danzas.
➢ Rituales (pago a la tierra etc., etc.)

3.- UNIVERSALIDAD Y PARTICULARIDAD DE LA CULTURA.


En el estudio comparativo de las culturas, el problema principal es la
elaboración de categorías que sean lo suficientemente amplias como para
aplicarlas a todas las culturas que se estudian y, al mismo tiempo, lo
suficientemente específicas para señalar similitudes que sean más que
meras aproximaciones.
Este problema dio origen a dos posiciones o “escuelas” de interpretación
de la naturaleza de la cultura en relación con lo relativo o particular y con
lo general o universal. Los relativistas extremos niegan que puedan
elaborarse categorías o proposiciones que sean al mismo tiempo exactas y
universales, porque sostienen que cada cultura es única y, por lo tanto,
debe analizarse mediante sus propias categorías.
Los universalistas, aunque tienen que aceptar el hecho evidente de la
diversidad, sostienen que la naturaleza humana es universal, en
consecuencia, la cultura también debe serlo en sus formas esenciales. Así
tenemos diferentes y a veces encontradas posiciones de notables
antropólogos.
Según Franz Boas, cada cultura es única porque es producto en parte de la
casualidad y en parte de las circunstancias históricas irrepetibles. Ruth
Benedict, sostiene que cada cultura es una expresión única y legítima de las
potencialidades humanas, en consecuencia, no puede haber normas
universales de práctica cultural. También Alfred Kroeber, pensaba que no
se puede elaborar categorías generales en las se incluyan de manera exacta
todos los fenómenos particulares de todas las culturas, por lo tanto, las así
llamadas “categorías universales” resultan inoperantes y, en consecuencia,
falsas, infuncionales, cuando se trata de aplicarlas.
El relativismo cultural y las perspectivas desde las que se juzga y analiza una
cultura, implica una serie de cuestiones que resultan muy discutibles. Es el
caso, por ejemplo, de la cuestión del relativismo moral, puesto que los
valores morales son válidos solamente dentro de cada cultura. De acuerdo
con esto, no tenemos derecho a condenar la crueldad ni la inhumanidad
aparentes de otros pueblos, porque al hacerlo estaríamos proyectando
nuestro propio sistema de valores más allá del único contexto dentro del
que son legítimos.
Los universalistas sostienen, que todos los seres humanos comparten una
misma naturaleza, la cual requiere los mismos valores para su expresión; si
los individuos tienen o siguen valores diferentes no es porque sus
naturalezas sean diferentes, sino porque no cumplen la naturaleza que
poseen en común. Como dice Kluckohn, todas las culturas son
esencialmente respuestas específicas a las mismas exigencias que plantean
la biología y las generalidades de la condición humana.
4.- EL CONSTANTE PROCESO DE CAMBIO CULTURAL.
Aunque parecería que algunas sociedades se mantienen estáticas en su
desarrollo cultural, se hallan siempre en proceso de transformación.
Lo que sucede es que frente al veloz progreso que se advierte en
determinadas sociedades, en otras el desarrollo cultural es muy lento o los
cambios no son percibidos por el observador, porque no tienen
significación bajo el aparato conceptual con el que los juzga, sobre todo
cuando los grupos son pequeños o se hallan dispersos, aislados o
restringidos por diversas circunstancias. Pero no hay, en realidad, cultura
que no cambie y que no tenga sus propios inventores y descubridores, los
cuales significan las fuentes últimas del cambio.
Pero ningún grupo humano progresará rápidamente si los cambios se
producen sólo por iniciativa de sus miembros; de ser así tan limitadas las
oportunidades para el desarrollo, estaríamos todavía en la edad de piedra.
El desarrollo de las culturas se debe fundamentalmente al
aprovechamiento, conocimientos, ideas, técnicas inventos etc.

BIBLIOGRAFÍA.
1.- Ron José. “Sobre el concepto de cultura. 1977”

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