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2016
INDICE
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CAPÍTULO I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
1.1.- Determinación del problema.
1.2.- Definición del Problema.
1.3.- Objetivo
1.4.- Justificación
1.5.- Limitaciones
INTRODUCCIÓN
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En los últimos tiempos va siendo superada, la actitud de recelo de los juristas,
ante los estudios de alcance gnoseológico acerca de la realidad del Derecho.
Caído en descrédito el positivismo en todas sus formas que coincidían como es
sabido, en la preocupación por eliminar cualquier alusión ontológica, por el
desconocimiento sistemático de toda cuestión relativa al conocimiento jurídico, a la
causa o al porqué va siendo considerada ya como una conquista de la
jurisprudencia moderna, la tendencia a lograr una más profunda comprensión de
las instituciones jurídicas mediante la apertura a una consideración filosófica de
los supremos principios inspiradores del Derecho y es muy significativa a este
propósito, y merecerían las ideas jurídicas con una mayor difusión de la que han
logrado con una tenaz investigación filosófica y científica.
Los fundamentos filosóficos en que se basa una gnoseología jurídica y una teoría
general del Derecho original y coherente, estima que el estudio del conocimiento
jurídico, es útil para profundizar más las teorías del conocimiento, la suficiente
atención de los estudiosos del Derecho que se inspiran en los principios de la
filosofía que suele denominarse capacidad de justicia perenne.
La gnoseología jurídica, tan importante para favorecer una fecunda colaboración
entre los cultivadores de las diversas ramas del saber jurídico, y al tema de la
relación jurídica, considerada fundamental, sobre todo desde Savigny, para una
comprensión adecuada del Derecho. No parece posible enfocar este último con
garantías de acierto sin haber tomado posición previamente acerca de la
naturaleza y límites del conocimiento jurídico en sus diversas formas, razón por la
cual nos ha parecido necesario exponer la gnoseología y ofrecer una crítica
constructiva al respecto antes de pasar a la discusión del relacionismo jurídico.
Como consecuencia de toda esta tarea crítica, concluiremos proponiendo
concretas sugerencias para un correcto planteamiento del tema de la relación de
derecho. Pero antes de acometer toda esta labor, parece imprescindible ofrecer
las ideas filosóficas en que funda Cicala, todo su pensamiento jurídico, seguido de
un sobrio comentario. Sólo procediendo así podremos juzgar adecuadamente del
alcance de sus afirmaciones, y ejercer una tarea crítica rigurosa.
CAPÍTULO I
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PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
Es obvio que otras disciplinas también se ocupan del conocimiento, pero desde
otros puntos de vista. La psicología lo hace encarando los aspectos de la vida
mental que en el conocer están implícitos. La lógica también se ocupa del tema,
pero sus miras están puestas en la corrección o incorrección de las proposiciones
y de los razonamientos o argumentaciones, y no en la relación entre el
conocimiento y el objeto del mismo. La ontología, a su vez, también se ocupa de
gnoseología, pero atendiendo al objeto, a la naturaleza de los objetos del conocer,
a su clasificación en reales o ideales (matemática y lógica).
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De un modo diferente, se entiende que la perspectiva epistemológica tendría que
ver con la oposición conjugada entre el sujeto y el objeto de los conocimientos. Se
supone, por ello, que no cabría relacionar, sin más, lo epistemológico y lo
gnoseológico como un género y una especie (recta), de suerte que resultará que
cuando contemplamos las cuestiones gnoseológicas desde la perspectiva
epistemológica, no solamente estaremos abstrayendo algunas determinaciones
co-genéricas (manteniendo intactos, acaso, los caracteres generales), sino que
estaremos probablemente deformando o anegando la estructura misma de la
ciencia (en el supuesto de que esta estructura sólo oblicuamente pudiera
interpretarse como una especie conocimiento científico del género conocimiento.
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1.4. Justificación
Los problemas centrales de la teoría del conocimiento es el problema, la
determinación de en qué circunstancias una creencia es decir, un determinado
juicio o proposición a la que asentimos puede llamarse realmente conocimiento.
El planteamiento clásico de esta cuestión se encuentra en un dialogo platónico,
el Teeteto, donde Sócrates defiende que el término conocimiento debe
restringirse a las creencias verdaderas y justificadas, al mismo tiempo que
rechaza que la sensación pura y simple pueda ser identificada con el
conocimiento. De acuerdo a esta definición, no basta con afirmar algo
verdadero para considerar que eso constituye conocimiento; Las razones por
las cuales se afirma deben ser fundadas y suficientes. Cuando no se dispone
de una justificación semejante, se habla de fe, opinión o convicción, pero no de
conocimiento en sentido estricto.
Por su parte, la exigencia de que sólo puede considerarse que es conocimiento
un conjunto de proposiciones estrictamente verdaderas demostrables, ha sido
cuestionado. En su lógica de la investigación científica, Karl Popper propuso el
falibilismo, según el cual incluso la mejor clase de ciencia empírica es falible.
Una posición semejante puede rastrearse ya en René Descartes.
Si partiendo de la llamada definición platónica se acepta el punto de vista
falibilista, se llega a la idea de que el concepto que designa la característica
central del conocimiento y la ciencia, es el de la adecuada justificación o
prueba.
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dónde proviene la justificación para ese conocimiento? Está claro que no viene
de haber preguntado a cada soltero si es casado. Más bien, parece que basta
con comprender el significado de los términos involucrados, para convencerse
de que la proposición es verdadera. Esta proposición es un ejemplo de lo que
se llama una proposición analítica, es decir una proposición cuya verdad
descansa sobre el significado de los términos involucrados, y no sobre cómo
sea el mundo. Otros ejemplos de proposiciones analíticas podrían ser: todas las
nubes son nubes, si llueve, entonces llueve y esta manzana es roja o no lo es.
Al parecer, cuando se trata de proposiciones analíticas, nuestra justificación
para creer en ellas es a priori. Esto no quiere decir, por supuesto, que nuestro
conocimiento de su verdad sea completamente independiente de la experiencia,
pues el significado de cada término se aprende empíricamente. Pero una vez
entendidos los términos, la justificación de la verdad de las proposiciones, al
parecer, no depende de la experiencia es decir, de cómo sea el mundo.
Considérese en cambio la proposición no todos los cisnes son blancos. Si
alguien afirma que sabe que esa proposición es cierta, entonces para
justificarla, tendrá que recurrir a la experiencia. Es decir, tendrá que mostrar
algún cisne que no sea blanco, pues con el significado de los términos mismos
parece que no basta para decidir si es verdadera o falsa.
Existen otros candidatos a conocimiento a priori, cuya justificación a priori no
estriba en que la proposición sea analítica. Por ejemplo, la famosa frase de
Descartes, pienso, luego existo, pretende mostrar que para que alguien sepa
que existe, no necesita recurrir a la experiencia, sino que basta con pensar
acerca de ello para convencerse. Otro candidato importante es el conocimiento
de Dios. Los argumentos ontológicos pretenden mostrar, sin recurrir a la
experiencia, que Dios existe.
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el nudo de la cuestión: Todos los cuervos observados hasta el presente han
sido negros. Luego, todos los cuervos son negros.
Este es un caso de un razonamiento inductivo. Existen otros varios tipos de
razonamientos inductivos, pero quizás este sea uno de los más clásicos. Un
razonamiento inductivo se distingue de un razonamiento en que la verdad de
las premisas no garantiza la verdad de la conclusión. En principio, podría
ser que el próximo cuervo que se observe no sea negro. Por otra parte, los
razonamientos inductivos tienen la ventaja de ser ampliativos, es decir que la
conclusión contiene más información de la que hay contenida en las premisas.
Dada su naturaleza ampliativa, los razonamientos inductivos son muy útiles y
frecuentes en la ciencia y en la vida cotidiana. Sin embargo, dada su naturaleza
falible, su justificación resulta problemática. Cuándo estamos justificados en
realizar una inferencia inductiva, y concluir, por ejemplo, que todos los cuervos
son negros a partir de una muestra limitada de ellos; Qué distingue a un buen
argumento inductivo de uno malo; Estos y otros problemas relacionados dan
lugar al problema de la inducción, cuya vigencia e importancia continúa desde
hace siglos.
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supuestamente justificadas a priori, y constituye un desafío para los
proponentes de dicha justificación.
Como Susan Haack defendía en uno de sus artículos publicado en 1976, el
problema de la justificación de la deducción es en muchos sentidos análogo al
problema de la inducción.
1.5.- Limitaciones
Supóngase que Juan, un escéptico, quiere creer que Venus es el segundo planeta
a partir del Sol, pero no está del todo seguro. Para confirmar su creencia, Juan se
dirige al artículo acerca del sistema solar en la información virtual. Allí lee que
Venus es el segundo planeta a partir del Sol, de modo que al parecer, su creencia
ha pasado a estar justificada, y por lo tanto Juan ahora sabe que Venus es el
segundo planeta a partir del Sol. Sin embargo, Juan ha oído hablar acerca de los
vándalos en los medios virtuales, así que se pregunta si la información en el
artículo estará justificada. De dónde provino el texto que acaba de leer? Para
responder a esa pregunta, Juan busca en el artículo una nota al pie que indique la
fuente de la afirmación. La encuentra, y Juan busca el libro fuente, con la firme
intención de verificar la información. Sin embargo, cuando lo hace, Juan se
pregunta si la información en ese libro está justificada. ¿De dónde provino? Juan
entonces contacta al autor del libro, quien le dice que efectivamente, Venus es el
segundo planeta a partir del Sol. Pero aun así, Juan se pregunta si la creencia del
autor estará justificada. ¿Dónde lo leyó? ¿Acaso en la información virtual? ¿O
quizás en otro libro? A fin de cuentas, es muy improbable que él mismo haya
hecho las observaciones necesarias para confirmar el dato. Juan entonces compra
un telescopio, decidido a confirmar él mismo su creencia. Pero aún entonces, Juan
se pregunta si puede confiar en el telescopio, o en los libros que compró para
aprender a mirar el cielo nocturno, o incluso en su propia vista.
Siguiendo esta clase de razonamiento, el proceso de verificación conduce a una
de las siguientes alternativas:
Una regresión infinita de justificaciones: A se justifica por B, B se justifica por C, C
se justifica por D, etc.
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Un corte arbitrario en el razonamiento: A se justifica por B, B se justifica por C, y C
no se justifica.
Una justificación circular: A se justifica por B, B se justifica por C, y C se justifica
por A.
A esta situación se la conoce como el trilema de Münchhausen, porque si lo que
se busca es conocimiento seguro, entonces ninguna de las tres alternativas
parece del todo satisfactoria. Pero si no hay una justificación satisfactoria,
entonces tampoco hay conocimiento seguro. Este mismo razonamiento puede
extenderse a todo tipo de proposiciones, incluso las de las ciencias formales como
la lógica y la matemática.
CAPÍTULO II
MARCO TEÓRICO
2.1. Antecedentes
2.1.1. Internacionales
RESUMEN:
La investigación acción crítica se desarrolla sobre el modelo de
“racionalidad práctica”. Al convertir esta racionalidad en criterio absoluto, se
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abandonan otras formas de la razón sin las cuales, como se pretende
demostrar, es imposible que el ser humano alcance la plenitud.
“En lugar de posar como profetas debemos convertirnos en forjadores de
nuestro destino. Debemos aprender a hacer las cosas lo mejor posible y a
descubrir nuestros errores. Y una vez que hayamos desechado la idea de
que la historia del poder es nuestro juez… entonces quizá, algún día,
logremos controlar el poder” (Popper, 1981, 440).
Un propósito básico animaba las páginas de Popper. Era necesario
despojar al ser humano del determinismo gnoseológico, social, político,
ideológico o histórico. Es decir, era necesario proceder a la emancipación
de los seres humanos. Los pensadores sociales habían encontrado en Marx
una referencia inexcusable desde la que interpretaban la realidad.
“No es la conciencia de los hombres, consideraba, la que determina la
realidad; por el contrario, la realidad social es la que determina su
conciencia” (Marx, 1966,7). Cuando hacía esta afirmación, estaba
formulando la existencia de fuentes superiores a la mente, a la razón y a la
voluntad de los hombres para ordenar y dirigir sus pensamientos y sus
conductas.
El problema planteado no encontró una fácil y rápida solución. Incluso el
recurso a la objetividad y a la imparcialidad del hombre de ciencia,
individualmente considerado, resultaba, de acuerdo con las observaciones
de Popper, claramente insuficiente. La objetividad científica no brota de un
cerebro singular, separado y aislado, sino de la cooperación de muchos
hombres de ciencia. La objetividad de la ciencia se define, desde este punto
de vista, por la intersubjetividad del método científico. El hecho, sin
embargo, de que la objetividad científica requiera de los demás para
constituirse no significa que deba suprimirse como método de progreso,
como proceso de la razón y como forma de superación humana. Hay dos
aspectos del método de las ciencias naturales que permiten ver el “carácter
público del método científico” a la vez que destacan sus conquistas y
posibilidades.
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La actitud científica es siempre una actitud “crítica”. Este aspecto no es
nada desdeñable. La ciencia no significa acatamiento, sumisión,
aceptabilidad, determinación, sino enfrentamiento racional, discusión y, en
la mayor parte de las ocasiones, negación y superación. Esta peculiaridad
hace de la ciencia la fuerza que, por su propia naturaleza, rompe con los
lazos que, sean cuales sean, intentan aprisionarla y reducirla. El otro rasgo,
que conviene mencionar, hace referencia a la necesidad de disponer de un
idioma común, aunque se hablen lenguas diferentes, y al papel que se le
otorga a la experiencia. La experiencia científica es aquella que puede ser
repetida por todo aquel que quiera tomarse el trabajo de ejecutarla. En este
sentido, la experiencia adquiere el rango de criterio en función del cual la
propia ciencia puede ser admitida o refutada. Es cierto, pese a todo, que las
teorías científicas se infectan de prejuicios, de condicionamientos, de
supuestos previos sin demostrar y de los que no llegan a ser conscientes
los propios científicos. No obstante, gracias a los elementos objetivos que la
constituyen, la ciencia es, por su propia naturaleza, “capaz de aprender, de
avanzar, depurándose cada vez más. El proceso no puede llegar nunca a la
perfección, pero no existe ninguna barrera fija delante de la cual deba
detenerse. En principio puede criticarse cualquier hipótesis, y precisamente
el hecho de que cualquiera pueda hacerlo constituye la objetividad
científica” (Popper, 1981, 389).
La verificación y la refutación hacen de la ciencia una actividad fundacional
más allá de sí misma y de las circunstancias que la acompañan. Nunca está
definitivamente otorgada, nunca aparece absolutamente cerrada y sin
posible modificación. Y mucho menos se presentará como algo
absolutamente fijado por las condiciones de las que depende. “Los
resultados científicos son “relativos” (si cabe usar este término) sólo en la
medida en que proceden de cierta etapa del desarrollo científico susceptible
de ser superada con el progreso científico. Pero esto no significa que la
verdad sea “relativa”. Si una afirmación es cierta, lo es siempre” (Popper,
1981, 389).
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Estas cuestiones han sido minuciosamente debatidas por Popper. Baste
recordar alguna de sus famosas obras: Logik der Forschung (1935),
Objective
Knowledge: An Evolutionary Approach (1975)… Para los asuntos que nos
ocupan, toda la teoría de la ciencia se muestra como una conquista humana
que indica el nivel de realización al que ha llegado el hombre más allá del
poder, de la sociedad, de la producción y de cuanto pueda intervenir en su
ejecución, susceptible de ser permanentemente superada.
2.1.2. Nacionales
RESUMEN
El problema del conocimiento strictu sensu es el problema de la naturaleza,
origen y valoración del conocimiento. El problema crítico es el problema
central del conocimiento; ocupa por sí sólo la mayor parte de la
epistemología y se descompone en tres problemas subordinados:
- la posibilidad del conocimiento cierto en general;
- las distintas fuentes de conocimiento;
- la existencia de un fundamento último de certeza.
El problema crítico, tomado desde Kant (1724-1804), es un problema
contemporáneo en la reflexión filosófica. La filosofía presocrática es la
etapa cosmológica; la de Platón y Aristóteles son las soluciones básicas de
todas las gnoseologías posibles; la duda de René Descartes (1596- 1650)
no reúne todas las circunstancias para la consistencia de un dogmatismo
ulterior, por lo que la crítica de Kant debe realizarse en condiciones tales
que permiten calificarla de dogmatismo subjetivista o de fenomenismo
escéptico. El problema crítico especial abarca la valoración de las diferentes
fuentes de conocimiento. La gnoseología utiliza los resultados de la
sicología del conocimiento (clasificación, origen, desenvolvimiento,
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interferencia de los procesos cognoscitivos) para sacar de ellos el tanto de
existencia que contienen. Ello significa que la discusión sobre el problema
crítico no es sólo propio de nuestros días, dado que lo encontramos en los
mismos orígenes de la filosofía; pues, si el punto de partida de la ciencia
reside en la voluntad del hombre por servirse de su razón para comprender
y controlar la naturaleza, el primer problema planteado por la ciencia estriba
en saber cómo es posible su existencia. ¿Cómo se presenta lo real a
nuestra investigación? ¿Cómo encuentra el sujeto al objeto y lo conoce?
¿Se da la identidad del ser con el pensamiento como lo postuló Jorge
Guillermo Hegel (1770-1831)? Una cuestión que debe resolver la crítica, es
saber si el espíritu humano es capaz de alcanzar la verdad, o lo que es lo
mismo, si tiene certezas legítimas. Pues, si se desespera por alcanzar la
verdad en algún dominio, se es escéptico, (el escepticismo consiste
precisamente en suspender su juicio sobre todas las cosas). La posición
contraria es el dogmatismo que consiste en defender que podemos conocer
la verdad y que lo alcanzamos algunas veces. Si nos decidimos por el
escepticismo la solución es completa: la crítica se detiene, igual la filosofía
e incluso todo pensamiento. Si no, se plantean dos cuestiones: ¿Por qué
medio, por qué cualidad conocemos la verdad? Por la experiencia,
responde el empirismo (como única fuente de nuestros conocimientos). Por
la razón, responde el racionalismo (como la única que puede captar
verdades necesarias y universales). ¿Qué es lo que podemos conocer, qué
especies de cosas nos son accesibles?. El idealismo pretende que el
espíritu está cerrado, encerrado en sí mismo y que sólo puede conocer sus
propias ideas. El realismo sostiene que podemos conocer lo real, es decir,
el ser que existe en sí fuera de nuestro espíritu. Una parte importante de la
historia de la filosofía está centrada en la tentativa por obtener respuestas a
estas preguntas. Las respuestas varían en función del término que quiera
realizarse: sujeto u objeto del conocimiento, ser o pensamiento, materia o
espíritu. 15 Nosotros sostenemos que el hombre es capaz de conocer con
certeza, por la experiencia y la razón conjuntamente, el ser real. Nuestra
posición rechaza el escepticismo, y a la vez, el empirismo y el racionalismo,
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por cuanto excluyen, el primero, la razón, y el segundo, la experiencia,
igualmente se rechaza el idealismo por no ser realista.
A.- GNOSEOLOGÍA
Etimológicamente, la palabra gnoseología del griego “gnosis” (γνωσις), que
significa “conocimiento o facultad de conocer”, y “logos” (λόγος), que expresa
“doctrina, teoría, razonamiento o discurso”.
a.- Definición.- La gnoseología estudia los problemas más allá del
conocimiento; examina la relación entre los elementos esenciales del
conocimiento sujeto-objeto, describe y explica el conocimiento desde el punto de
vista filosófico. Trata los métodos del conocimiento científico. Se conoce
como gnoseología a la parte de la filosofía que estudia el conocimiento humano en
general, en cuanto, a su origen, su alcance y su naturaleza. Como tal, la
gnoseología no estudia conocimientos particulares, sino generales aunque puede
ocasionalmente ser algún énfasis a algún límite o fundamento de otros
conocimientos particulares. Se puede definir como la teoría general del
conocimiento.
b.- El objetivo de la gnoseología.- Es reflexionar sobre el origen, la naturaleza
o la esencia, y los límites del conocimiento, del acto cognitivo (acción de conocer).
Que se refleja en la concordancia filosófica del pensamiento entre el sujeto y el
objeto. Su equivalente, referido al conocimiento científico es la epistemología En
este contexto, el objeto es algo externo a la mente, una idea, un fenómeno, un
concepto, etc., pero conscientemente visto por el sujeto.
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verdadero el juicio contradictorio. Es fundamento es que la inteligencia ve a favor
de uno de los dos juicios opuestos, o mayor número de razones o mayor peso en
ellas.
- La certeza es la firmeza del asentamiento de la mente hacia uno de los dos
juicios contradictorios, sin temor de que sea verdadero el otro juicio. Es el estado
de estabilidad mental. Podrá o no estar conectado con la realidad objetiva; pero
subjetivamente significa tranquilidad intelectual.
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intelectual... ¿Dónde se origina?...¿Tiene alguna relación de dependencia con el
sensitivo? Responden a estas preguntas el empirismo y el racionalismo.
a) El Empirismo: afirma que la única fuente del conocimiento es la experiencia
sensible. El sujeto cognoscente no elabora sus conocimientos con la inteligencia,
sino que los saca de la experiencia sensible. El espíritu humano es como una hoja
de papel en la que la experiencia va anotando sus datos. John Locke sostiene que
"todo lo que está en el entendimiento y como está en el entendimiento, ha estado
ya antes en los sentidos. David Hume pensaba que los contenidos de la
conciencia proceden de la experiencia. Condillac reconoce una sola fuente de
conocimiento: la sensación; su doctrina se denomina sensualismo, para él el alma
posee una sola facultad: la de experimentar sensaciones. Así el pensamiento no
es otra cosa que una facultad refinada de elaborar sensaciones.
b) El Racionalismo: es la corriente filosófica que pone en el intelecto la fuente
única o la fuente principal del conocimiento humano. En la antigüedad Platón
desdeñaba el mundo de la experiencia, que según la ley del continuo cambio y
que no puede procurarnos un legítimo saber. Los sentidos no nos proporcionan
una "epísteme" (un verdadero saber) sino una "doxa" (una opinión). El mundo de
las ideas es la única fuente del conocimiento humano. Las ideas son los modelos
y de esos modelos participan las realidades sensibles. Nuestros conocimientos
son "reminiscencias" de contemplaciones anteriores: el alma humana ha
contemplado en una existencia pre-terrena las ideas y se acuerda de ellas con
ocasión de las percepciones sensibles que experimenta en ésta vida. Conocer es
"reconocer". Los sentidos no son de ningún modo fuente de nuestros
conocimientos. En el siglo XVII Descartes defiende las "ideas innatas" que existen
en el alma, puestas por Dios en el momento de la creación de cada individuo.
Leibniz adopta una posición semejante en cuanto a las ideas innatas: piensa que
existen en nosotros, no en un acto sino en potencia.
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representa al ser, que une el objeto con el sujeto, entre los cuales establece una
relación real. Pero, nuestros conocimientos... ¿responden a la realidad?... ¿son las
ideas representaciones de las cosas, o son puras ficciones nuestras? El idealismo
da una respuesta; el realismo otra. Los Idealistas sostienen que la única realidad
existente son los contenidos de nuestra conciencia, nuestras propias
percepciones, o que la realidad existente no se nos manifiesta a nosotros sino a
través de sus fenómenos (o apariencias). Los primeros son los idealistas
absolutos, para quienes no existen más que las ideas; los segundos son los
idealistas relativos, que defienden el llamado "fenomenismo". Para los idealistas
absolutos del ser, de las cosas consiste en "ser percibidas", en que son
"contenidos" de nuestra conciencia. Si no fueran percibidas no existirían. Berkeler
ideó la fórmula "SER = SER PERCIBIDO", que aplicaba a las cosas materiales; y
escribe: "Más no se comprende cual pueda ser el fundamento para admitir la
existencia extra mental de los cuerpos, a partir de nuestras percepciones
sensitivas, sin haber ninguna conexión necesaria entre ellas y nuestras ideas. Lo
que si es permitido afirmar es que podemos ser afectados por las ideas que
actualmente poseemos, aun sin la existencia de cuerpos que se le asemejan, tal
ocurre en los sueños. El idealismo fenomenista es una posición mucho más
mitigada que la anterior: no se niega la existencia de las cosas, sino que podamos
conocer "lo que las cosas son". Según Kant, padre del idealismo fenomenista, el
sujeto cognoscente no se enfrenta con el mundo de las cosas, sino con un mundo
fenoménico, es decir, con el mundo tal como se nos aparece. Kant distingue el
NUMENO y el FENOMENO: "número" es la cosa en si; "fenómeno" es la
apariencia de la cosa. Los realistas están en el polo opuesto: afirman que la
realidad existe independientemente de nuestra actividad conceptual. La idea no es
la medida de la realidad, sino todo lo contrario: la realidad es la medida de la idea.
Existe de verdad un mundo objetivo, que no es una construcción de nuestra
mente; nuestra conciencia percibe claramente la distinción entre sujeto
cognoscente y objeto conocido. El realismo presenta dos corrientes: una asegura
que lo que inmediatamente percibimos no son las cosas, sino los fenómenos de
las cosas; este es el realismo concepcionista que defendieron, entre otros,
Descartes y Janet. LA otra corriente, denominada realismo percepcionista,
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sostiene que percibimos las cosas en si inmediatamente. Siguen esta corriente
casi todos los filósofos neo escolásticos. La tesis realista basada en la doctrina de
Aristóteles y de Sato Tomás de Aquino, se prueba con los siguientes argumentos:
Primero. Las percepciones versan sobre objetos que pueden ser percibidos por
muchos sujetos; no solo yo veo un automóvil, también lo ven tres personas que
están conmigo en este momento. Tal cosa no ocurriría si mi percepción fuera una
pura creación de mi conciencia.
Segundo. No es posible dejar de percibir un objeto que se enfrenta a la
conciencia del sujeto. Se puede no prestar atención al automóvil pero si se lo mira
se lo verá de color rojo, o blanco o azul, etc.
Tercero. Se comprueba la independencia del objeto de la percepción respecto de
la misma percepción: encuentro ahora el mismo automóvil blanco que vi esta
mañana; el cielo que hace dos horas vi totalmente azul, se ha cubierto de nubes,
independientemente de mi percepción.
Cuarto. Si la tesis realista no fuera verdadera, sería verdadero el idealismo, el
cual es intrínsecamente contradictorio y conduce, en último término, al
escepticismo universal.
Quinto. La existencia de "juicios verdaderos" y de "juicios falsos", que nadie se
atrevería a negar, solo es compatible con la tesis del realismo. Admitida la
actividad propia del cognoscente (pensante o solo percipiente), admitida la
imperfección del conocimiento humano, admitidos los mal llamados "errores de los
sentidos", la única solución que filosóficamente satisface a la razón, es el realismo.
El idealismo absoluto es absurdo; y el idealismo fenomenista difícilmente se salva
del escepticismo, si se lo lleva hasta sus últimas consecuencias.
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también se ocupa de gnoseología, pero atendiendo al objeto, a la naturaleza de
los objetos del conocer, a su clasificación en reales o ideales (matemática y
lógica).
Los problemas en torno al conocimiento son centrales en la filosofía y su
consideración se inicia con la filosofía misma, especialmente con Platón, en
especial en su diálogo titulado Teeteto. Prácticamente todos los grandes filósofos
han contribuido a la gnoseología.
a.- El dogmatismo
El dogmatismo es una doctrina filosófica según la cual podemos adquirir
conocimientos seguros y universales, y tener absoluta certeza de ello. Puede
haber también un dogmatismo de la experiencia, como el que se dio entre
estoicos, cínicos y epicúreos, que niegan la validez de afirmaciones universales
pero afirman la certeza completa de la experiencia sensible. A este dogmatismo
empirista se opusieron fuertemente dos académicos, Arcesilao y Carnéades, y el
más famoso escéptico, Sexto Empírico.
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b.- El relativismo
El relativismo es una corriente de pensamiento filosófica, defendida por los
sofistas, que niega la existencia de una verdad absoluta y defiende la idea de que
cada individuo posee su propia verdad, la cual depende del espacio y el tiempo.
Un prototipo de sofista, al menos como lo presenta Platón, sería Protágoras de
Abdera
c.- El perspectivismo
El perspectivismo es una doctrina filosófica que defiende la existencia de una
verdad absoluta pero piensa que ninguno de nosotros podemos llegar a ella sino
que llegamos a una pequeña parte. Cada ser humano tiene una vista de la verdad.
Dicha actitud fue defendida por José Ortega y Gasset.
d.- El racionalismo
El racionalismo de René Descartes proponía que los seres humanos nacían con
ideas, tales como la idea de Dios, y que el conocimiento proviene del
razonamiento.
e.- El empirismo
El empirismo fue desarrollado por los filósofos ingleses John Locke, George
Berkeley y David Hume, los cuales, basándose y siguiendo las enseñanzas de
Aristóteles, sostienen que todo conocimiento proviene de la experiencia, y que el
hombre es al nacer una tabula rasa, es decir, como una tabla lisa, sin ninguna idea
preconcebida y en la cual las experiencias van dejando su marca, al contrario de
lo que sostenía Descartes.
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moderna, donde el sujeto ya no es pasivo frente al mundo, sino que pasa a ser un
sujeto activo que "construye" el objeto de su conocimiento. De este modo, Kant
propone que el mundo neumónico permanece incognoscible para el sujeto, que
sólo puede conocer el mundo fenoménico, mediado por las intuiciones puras del
espacio y el tiempo, las categorías del intelecto y las ideas regulativas de la razón.
A partir de entonces, la gnoseología ha intentado volver a recuperar el
conocimiento del mundo. La obra de Kant dio inicio al idealismo alemán, escuela
que tuvo a sus mayores exponentes, además del propio Immanuel Kant, en
Johann Gottlieb Fichte, Friedrich Wilhelm Joseph von Schelling y Georg Wilhelm
Friedrich Hegel.
g.- El constructivismo
El constructivismo es una doctrina filosófica según la cual el sujeto "construye"
estructuras que representan la realidad dentro de sí mismo, a partir de su
interacción con los objetos, de tal manera que no es solo la experiencia pura lo
que crea el conocimiento, sino la transformación de las estructuras por el sujeto
(ver Estructuralismo). Jean Piaget desarrolló su teoría del constructivismo
genético, con la cual busca dilucidar la "génesis" de las estructuras en el individuo,
a partir de la observación de niños desde su nacimiento hasta la adolescencia. Los
principios de esta construcción de estructuras son la asimilación y la acomodación,
conceptos que Piaget tomó de la biología.
i.-El objetivismo
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El objetivismo es el sistema filosófico desarrollado por la filósofa y novelista Ayn
Rand. Sostiene que existe una realidad independiente de la mente humana, que
los individuos están en contacto con ésta a través de la percepción de los
sentidos, que adquieren conocimiento procesando los datos perceptivos utilizando
la razón (o la "identificación no-contradictoria"). Ésta teoría parte de los principios
de la lógica y metafísica aristotélicas
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Las tesis gnoseológicas kantianas fueron llevadas al terreno del derecho por R.
Stammler casi tal cual las propuso el filósofo de Konigsberg. Con algunas
modificaciones también fueron adoptadas por H. Kelsen; quizá sea por ello que,
pese a que es considerado el máximo exponente del positivismo jurídico no faltan
críticos que lo consideran en el fondo, un iusnaturalista.
Una pregunta típica de la epistemología jurídica, que desde el siglo XIX ha
preocupado a los ius-filósofos, es si la ciencia del derecho es o no científica; es
decir, si reúne los requisitos metodológicos para ser considerada una verdadera
ciencia. Una vez más, esta es una de las preguntas que a la fecha no encuentra
respuesta absolutamente satisfactoria.
Las propuestas epistemológicas más recientes se consideran a sí mismas como
post-empiristas, ya que intentan romper con algunos de los postulados
fundamentales del positivismo y del positivismo lógico. Desafortunadamente en el
mundo de la epistemología jurídica, todavía no se hacen sentir de modo suficiente
estos últimos adelantos.
Este objetivo que existen grados del conocimiento jurídico y por supuesto eso
indica que hay varias proposiciones, varias tesis.
Los grados de los elementos jurídicos tienen valor como elemento histórico, es
decir, establecen que el hombre siempre ha pensado, y que razona desde sus
inicios hasta hoy, y nadie puede dudar de la presencia del conocimiento humano;
pues si bien no podemos dudar del conocimiento, debemos saber que existen
grados del conocimiento. Para llegar hasta acá existe una teoría especifica
denominada la Gnoseología, comúnmente denominada teoría del conocimiento.
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3-. Conocimiento filosófico: Es el grado más elevado del saber, al que puede
aspirar el intelecto humano. Este está en escala superior a los dos grados de
conocimientos anteriores y llegamos a esta tercera fase del conocimiento filosófico
desde el momento mismo en que obtienen el título universitario, y se le está dando
paso al conocimiento filosófico. Si quien tiene un título de técnico superior puede
sentirse plenamente convencido si efectivamente en su escala del intelecto
humano conoce el 99% de lo que está ejerciendo, será un conocimiento filosófico.
Método como noción general. Es la vía o camino a seguir para lograr un fin
determinado.
Método en la Filosofía del Derecho. Es un principio organizador del saber que
se sigue para alcanzar un fin y representa no sólo un conjunto de procedimiento o
instrumentos de indagación de la verdad, sino, además una dirección general de
pensamiento. Si desagregamos el término método y lo aplicamos a la definición
según la Filosofía del Derecho nos vamos al primer párrafo:
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cuando tenemos claro o correcto algo no necesariamente es un saber, es un
pensamiento; pero cuando efectivamente ese pensamiento o algo correcto es para
mí y para los demás algo verdadero, allí si hay saber.
El método en la Filosofía del Derecho nos indica que vamos a tener una
consecuencia, un fin determinado, que es la consecución de unos pasos
previamente seguidos que no pueden seguirse en una forma alterada. En el caso
individual lo que buscamos es un correcto pensamiento, pero si ese pensamiento
sólo tiene lógica para mí y no para el grupo social en general es un pensamiento
lógico mas no es un pensamiento verdadero; pero si el pensamiento tiene
coherencia conmigo y con los demás, es un pensamiento verdadero y en pocas
palabras: logramos el saber.
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La comunicabilidad del Derecho es el método por excelencia de la filosofía del
Derecho; es una herramienta que nos sirve para entender lo que es la norma
jurídica como miembros del grupo social. En todo grupo social para que exista una
buena comunicación entre los seres humanos se necesita previamente la
existencia que del Derecho. Si recordamos el tema Nº 1, la primera tesis que
vimos en la Escuela Clásica del Derecho Natural: la naturaleza humana como
fundamento del Derecho: si no existe el hombre no existiría el Derecho. La
comunicabilidad del Derecho ya no como una posición o tesis de la Escuela
Clásica del Derecho Natural, sino como método excelente, básico, como fin
superior para poder utilizarlo como fit back y exista una buena comunicación entre
ustedes y yo. Sin el Derecho viviríamos en una soberana matanza no existiría paz,
tranquilidad y sobre todo seguridad.
Para crecer el método por excelencia de la Filosofía del Derecho, como búsqueda
de medios eficaces que posibiliten el incremento de conocimientos o el logro de
nuevos descubrimientos que aumenten nuestro efectivo saber de la realidad es
necesario aplicar la comunicación en la sociedad mediante el Derecho, por cuanto
nos induce por reglas conductuales a una buena expresión e identificación de
unos con otros en la sociedad.
¿Cómo lograremos saber que efectivamente la comunicabilidad es el método por
excelencia, para tener las herramientas básicas y llegar al conocimiento
verdadero?, según la historia de la Filosofía se dice que los autores tomaron dos
posiciones o tesis y ambas tesis se contraponen; la primera tesis establece que la
comunicabilidad del Derecho se da de una nación a otra, de un país a otro y,
¿Cómo se da esa comunicabilidad del Derecho entre ambos pueblos? Según los
autores que acogen esta posición establecen que el hecho de que exista la
identidad humana es decir, la presencia del ser humano, el espíritu humano, como
miembro de un grupo social, es factor necesario y suficiente. Para que exista este
método, no se necesita más nada, basta sólo la presencia del hombre que forma
parte del grupo social, pues ya allí va a nacer el derecho.
La segunda posición dice: no es sólo básica la presencia del ser humano para que
sea la comunicabilidad del Derecho, es necesario que estos dos pueblos,
naciones, que se van a comunicar a través del Derecho como método por
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excelencia de la filosofía del Derecho, tienen que tener un nivel de civilización y
cultura para ello. Si estas dos poblaciones o sociedades no tienen un nivel de
cultura y civilización similar, lamentablemente allí no puede haber una buena
comunicabilidad del Derecho.
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acepta sin matices la noción empirista-idealista de impresión, según la versión de
Locke (sólo intuimos nuestras propias intuiciones) o según la versión de Berkeley,
para quien nuestras ideas o sensaciones no nos informan de que las cosas
existan sin la mente, o de que existan aparte de nuestro percibirlas (esse est
percipi). Otras formulaciones significativas de este inmanentismo gnoseológico,
aunque no niegan directamente la tesis de una realidad independiente de nuestro
pensarla, la comprometen desde el punto de vista epistemológico. Cofrey (1990),
por ejemplo, declara que todo conocimiento es producto únicamente de nuestros
actos cognoscitivos. Para Millar y Driver (1987), toda teoría científica es
provisional, ya que el conocimiento es construido personal y socialmente, no algo
“objetivo y revelado”. Oldham (1989) afirma que cabe asumir la existencia del
mundo exterior, pero no hay acceso directo a él; la ciencia, como conocimiento
público, no es descubrimiento sino construcción cuidada de teorías, que implica
también un complejo proceso de control y prueba por parte de la comunidad
científica. Para los constructivistas franceses Nadeau y Desautels (1984), por un
lado, y Larochelle (1990), por otro, las leyes naturales sólo son resultado de la
actividad humana. El conocimiento científico se inventa para dar 14 sentido a
observaciones que están ellas mismas cargadas de teoría: no existe un gran libro
de la naturaleza en el que pueda comprobarse si los modelos y teorías
corresponden a una realidad ontológica. Ya Galileo distinguió, en efecto, entre el
objeto teórico de la ciencia (conceptos, definiciones, teorías, modelos) y su objeto
real, la cosa misma estudiada. Este último resulta invariablemente alterado,
refinado y perfeccionado para corresponderse con el objeto teórico. Dicho de otra
manera, la ciencia no adecua sus teorías al fenómeno estudiado sino que
selecciona la realidad en función de su capacidad exploratoria. La posibilidad de
conocer las cosas tal como son en sí mismas, desde el paradigma de la ciencia
moderna, queda comprometida por el hecho de que la observación forma parte de
lo observado, el objeto sólo es científicamente comprensible en la medida en que
es reelaborado teóricamente en condiciones ideales; no hay una experiencia
puramente natural sino un artificio “experimental”, que sólo controla las variables y
circunstancias abstractas en que se da lo que ya no puede llamarse hecho natural
sino constructo epistemológico. Éste responde a unos intereses que dejaron de
35
ser teóricos; no se trata, en último término, de conocer cómo son las cosas, sino lo
que podemos hacer con ellas. La correspondencia buscada no es con el objeto
real sino con la utilidad. Lo que ha de buscar la ciencia moderna no es otra cosa
que las mejores condiciones para disponer de la realidad y manipularla al servicio
del hombre.
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Este tipo de saberes tienen también su origen en la experiencia, pero implican un
grado mayor de complejidad en la observación y elaboración respecto de lo que
sabemos de ella.
En ese ámbito productivo hay quienes conocen su oficio por experiencia y hay
otros que estudian los principios generales que llevan a la producción. Por
ejemplo, sabemos que, en algunos casos, un curandero puede tener éxito en
hacer que una persona sane. Es alguien que puede, eventualmente, producir una
obra, en este caso, la salud.
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que sabe estar bien en su vida. La prudencia alude al obrar mismo del hombre, no
es un conocimiento dirigido a producir una obra particular o a conseguir un fin. La
prudencia implica tener buen juicio, una justa medida para las cosas, y obrar
oportunamente. Esto es algo que todos los hombres buscamos, y con lo cual casi
siempre estamos insatisfechos, ya que nuestra naturaleza parece ser impredecible
y difícil de comprender.
Esta incertidumbre puede llevarnos a creer que un saber de tal tipo no es posible.
He aquí entonces una dificultad filosófica, pues, por un lado, ningún saber parece
más necesario que este, pero, por el otro lado, ¿de qué modo es posible
establecer un criterio con el cual decidir acerca de lo apropiado y oportuno de
nuestros actos? A la rama de la filosofía que se ocupa de esta pregunta la
llamamos filosofía práctica.
La prudencia implica tener buen juicio, una justa medida para las cosas, y obrar
oportunamente. Esto es algo que todos los hombres buscamos, y con lo cual casi
siempre estamos insatisfechos. De manera semejante, es como cuando estamos
en una región que no conocemos. No podemos saber en dónde estamos, ni cómo
desplazarnos. Pero cuando tenemos un mapa del lugar, no sólo vemos dónde
estamos, sino la posición que ocupan los otros lugares con relación al nuestro. El
mapa es una representación conceptual, teórica, del territorio en donde nos
hallamos. Esta visión teórica consiste en obtener una aprehensión general de la
experiencia por medio de conceptos. En síntesis, un concepto es la abstracción de
un conjunto de objetos definido por unas características comunes. Por ejemplo, el
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concepto de animal es la abstracción que nos permite determinar un grupo de
seres de acuerdo con unas propiedades que los distinguen de los demás objetos:
los no animales. Y aunque entre los animales haya diferencias importantes,
reconocemos que todos se mueven por sí mismos, se reproducen, etc., y, en
virtud de ello, reconocemos que pertenecen a un mismo conjunto.
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toda posibilidad de ir más allá de la experiencia, lo que se advierte claramente en
el escepticismo de Hume respecto a las problemáticas metafísicas.
Todo conocimiento, es conocimiento de ideas. Se advierte en esta tesis,
coincidencia entre ambas escuelas, puesto que la mente puede conocer las ideas,
pero no las cosas y el pensar se reduce a relacionar ideas entre sí. En el caso de
Berkeley, este postulado lo llevará al idealismo, negando la realidad del mundo
perceptible.
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Cuadro 1
Hemos dicho que la "tekné" es integral para los griegos y este concepto esta
formado por dos partes. Lo que llaman "Sophia" es decir la filosofía y, la
"Epitedeusis" que significa la acción, la tecnología, la ciencia aplicada. La "tekné"
muchos entienden como que únicamente significa tecnología y es falso. Otros,
unilateralmente creen que sólo es la Sophia, o los conocimientos teóricos. Si la
Sophia no se relaciona con la Epitedeusis, con la tecnología, con la ciencia
aplicada, entonces se hace teoría por teoría. De este modo, en la educación
peruana se ha olvidado casi completamente la práctica, la acción, y nos hemos
quedado únicamente con la Sophia, es decir, con los conocimientos meramente
teóricos. También existen personas que practican únicamente el ciencismo o la
ciencia por la ciencia, convirtiendo los estudios como si sólo fueran Epitedeusis,
no le dan importancia a la teoría.
Hay que precisar que en todos los niveles y modalidades de la educación peruana
se imparte con gran predilección la Epistemia o los conocimientos teóricos y se
olvida la Epitedeusis o la práctica, que por desgracia, no se puede superar hasta
ahora. La simple transmisión de conocimientos nos conduce a la especulación y
no sirve para formar un especialista, un magíster, un doctor. Si la "sophia" es una
parte importante del proceso del conocimiento, la "Epitedeusis" o la práctica es, al
fin de cuentas, el único criterio de verdad en donde el hombre demuestra el valor y
la terrenalidad de su pensamiento, y es vital porque sirve para demostrar en los
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hechos la verdad científica. Sin práctica no hay teoría, y la teoría científica sirve
para iluminar el camino de la práctica correcta.
Desde hace más de dos mil años la gente se pregunta qué es el conocimiento;
cuál es la relación entre el sujeto y el objeto, entre la causa y el efecto; quién es
primero, la realidad objetiva o el pensamiento y viceversa. Así, los hombres se han
dado diferentes explicaciones, unos conscientemente, otros inconscientemente, y
adoptan posiciones vulgares, mitológicas, empíricas, eclécticas, idealistas,
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metafísicas, positivistas, materiales vulgares, materialistas mecanicistas,
materialistas dialécticas, etc.
En este siglo XXI calificado como la Era del Conocimiento, cuando planteamos la
relación sujeto-objeto, no queda la más mínima duda para los hombres de ciencia
que el objeto o cosa, existe al margen e independientemente del sujeto y de su
conciencia humana, por lo tanto, el sujeto tiene que investigar ese objeto, desde
su forma más simple hasta penetrar en su esencia, en su contenido. Esta labor
propia de los seres humanos sólo se puede realizar, aún sin que nadie se
proponga conscientemente, a partir de lo que sucede en la fisiología cerebral en
donde el hombre utiliza sus órganos sensoriales para captar la realidad y construir
su reflejo, mentalmente en la psiquis humana, la idea, que en un primer nivel es de
carácter sensorial, luego pasa al nivel racional, al lógico y, finalmente al
conocimiento científico. Cada paso progresivo que realiza la humanidad en su
conciencia, mediante su experiencia histórica y las abstracciones teóricas que
procesa, es contrastado con la práctica, de ahí que se diga "de la práctica a la
teoría y de la teoría a la práctica", para iluminar el camino y encontrar la verdad
científica.
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saber que están unidos al trabajo y al lenguaje humano, no puede haber
conciencia.
Cuadro 2
La Fisiología del Cerebro, permite explicar las conexiones del mundo real con la
conciencia, vía los órganos sensoriales, a través de las neuronas senso-motoras y
procesadas por la corteza cerebral que genera el reflejo condicionado. Este es el
camino para formar en la psiquis humana o conciencia, el mundo del pensamiento,
las ideas, el conocimiento; desde su fase sensorial, racional, lógica y finalmente
científica. Sus funciones integrales continúan trabajando en el cerebelo,
45
encargado del control de los órganos internos de la vida humana; el bulbo
raquídeo, procesando las funciones motoras del movimiento; y todo coordinado
con el sistema nervioso central que, a semejanza de un disco duro, se encarga de
elaborar todo el equilibrio de la vida humana con el mundo externo.
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Cuadro 3
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del conocimiento son las leyes del desarrollo del pensar, que va desde lo exterior
a lo interior.
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objetivos específicos, diferenciándolas en función de las edades a quienes
imparten los diferentes conocimientos. La educación no puede dejar de usar la
base epistemológica del verdadero conocimiento científico.
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Cuadro 4
Cuadro 5
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3.- Duda metódica: El conocimiento se usa metódicamente hasta obtener una
evidencia empírica. Toma en cuenta las falacias de los sentidos y la variedad de
opinión.
4.- Probabilístico: La validación de la hipótesis se hace con un nivel de
probabilidad, nunca es absoluto.
5.- Medición: Desarrolla técnicas de medición y registro de fenómenos. Analiza
los orígenes y las causas. Siempre logra dar explicación racional a la
investigación.
6.- Imparcialidad: No tiene carácter subjetivo, apriorístico, adolece de prejuicios y
soslaya los sentimientos, no es influido por ideologías.
7.- Relacionalidad: Tiende siempre a relacionar los hechos que investiga y los
integra en sistemas.
8.- Comunicable: Los resultados de la investigación los ofrece de forma
comprensible y plenamente comunicable.
9.- Método: Es riguroso en la utilización método científico. Es lo que le da valor a
sus resultados.
10.- Especialización: Llega a este nivel como consecuencia de] análisis que
abarca aspectos parciales de la realidad.
11.- Incertidumbre: El conocimiento científico es hipotético e incierto hasta que
logra alcanzar la verdad y demostrarla en los hechos.
12.- Auto correctivo: Es capaz de descubrir sus propias deficiencias y corregir
sus propios errores. Adolece de prejuicios subjetivos.
13.- Precisión: El conocimiento científico aspira y logra la mayor exactitud. Para
ello utiliza un lenguaje propio, claro, preciso y determinado.
14.- Objetividad: Permite demostrar resultados del descubrimiento de la esencia
de los fenómenos que investiga. Posibilita la contrastabilidad ínter subjetiva.
15.- Comprobabilidad: Se puede demostrar y comprobar los resultados mediante
la repetibilidad o replicación.
16.- Sistemático: Porque procesa lo investigado de un modo sistemático cuando
penetra en su esencia. No se queda en la simple contemplación.
Racional: Porque es explicativo y predictivo. (Ver Cuadro 6)
52
Cuadro 6
Cuadro 7
54
prácticas, tanto con los objetos estudiados como con los medios materiales del
conocimiento utilizado. Siempre se trabaja con la observación, la medición y el
experimento.
b.- La investigación teórica: Permite revelar las causas y relaciones entre
procesos y fenómenos de la realidad que, por lo general, no se puede observar
directamente. Por lo que se hace necesaria la formulación de hipótesis sobre
determinada relación causal, para deducir nuevos elementos a partir de hechos
observables. Esta investigación elabora y genera nuevas ideas.
2.3. Definición de términos
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j.- El constructivismo.- Es una doctrina filosófica según la cual el sujeto
"construye" estructuras que representan la realidad dentro de sí mismo, a
partir de su interacción con los objetos, de tal manera que no es solo la
experiencia pura lo que crea el conocimiento, sino la transformación de las
estructuras por el sujeto). Jean Piaget desarrolló su teoría del constructivismo
genético, con la cual busca dilucidar la "génesis" de las estructuras en el
individuo, a partir de la observación de niños desde su nacimiento hasta la
adolescencia. Los principios de esta construcción de estructuras son la
asimilación y la acomodación, conceptos que Piaget tomó de la biología.
CAPÍTULO III
HIPOTESIS Y VARIALES
3.1. Hipótesis
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3.2. Variables
CAPÍTULO IV
METODOLOGÍA
4.1. Método de la investigación
La presente trabajo de investigación es de enfoque cualitativo, debido a que
su fin es desarrollar los alcances de la gnoseología en el campo jurídico a
través de la bosquejo y recolección de datos, para confirmar o negar las
hipótesis.
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El segundo etapa, consistió en recopilar información de diferentes fuentes,
(publicaciones, revistas especializadas, tesis de investigación y libros, etc.)
Medios Informáticos (páginas web, archivos digitales), a fin de establecer el
marco teórico y definir los conceptos básicos.
La tercera etapa, es el levantamiento de la información a través de la
metodología establecida, para luego procesar los datos obtenidos y
demostrar o negar las hipótesis planteadas; con el objetivo de conocer las
implicancias de la gnoseología en el saber del conocimiento jurídico.
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CONCLUSIONES
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Referencias bibliográficas.
http://teoriadelajusticiacuvate.blogspot.pe/2011/10/tema-3-gnoseologia-juridica.html
https://prezi.com/h-dtv1serfu3/gnoseologia-juridica/
http://www.filosofia.org/filomat/df170.htm
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