Está en la página 1de 3

VIAJES

Era hijo de Manuel García y Rosa Sarmiento, que se separaron cuando Rubén era
un niño de corta edad. El futuro poeta quedó al cuidado de su tía abuela Bernarda
Sarmiento y del marido de ésta, el coronel Félix Ramírez. En León, ciudad donde
vivía su nueva familia, cursó sus estudios elementales, primero en una escuela
regentada por jesuitas y luego bajo la tutela del maestro José Leonard, de origen
hispano-polaco.
Rubén Darío, retratado por Daniel Vázquez Díaz.
Recibió una buena formación humanística. Pero la familia que le criaba no andaba
sobrada de dinero, por lo que no pudo ir a la Universidad (al parecer, no llegó
siquiera a completar sus estudios secundarios).
Desde su infancia demostró una especial inclinación hacia la poesía. Sus vecinos
le llamaban "el poeta niño", y solían encargarle composiciones poéticas para las
fiestas. Por eso no le resultó complicado publicar algunos poemas juveniles en El
Termómetro, el diario local. En esos primeros poemas de su juventud, aparecidos
en la prensa, se mostró muy independiente y progresista, defendiendo la libertad,
la justicia y la democracia.
Ya con catorce años solía firmar sus escritos con el nombre de Rubén Darío, pues
le sonaba mejor que sus apellidos auténticos (García Sarmiento). El nombre lo
tomó de su familia, conocida como la de "los Darío". A los quince años de edad
(1852), en vista de los escasos recursos económicos de que disponía en León,
marchó a Managua con la esperanza de obtener una beca del Gobierno que le
permitiera ir a estudiar al extranjero.
Pero las autoridades, incómodas con el ardor político y social de sus primeros
poemas, sólo le concedieron una ayuda para estudiar en un instituto de la ciudad
nicaragüense de Granada. Se convenció entonces de que en su país tenía pocas
posibilidades de prosperar y se marchó a El Salvador, donde desplegó una intensa
actividad poética.
Regresó a Nicaragua en 1883 y se afincó de nuevo en Managua, donde colaboró
con diferentes periódicos hasta que pudo fundar su propia publicación, El
Imparcial. Trabajó también un tiempo en la Biblioteca Nacional de Managua.
Luego se fue a Chile, en donde pasó tres años (1886-1889). Se ganaba la vida
como periodista, colaborando en diarios y revistas como La Época y La Libertad
Electoral (de Santiago) y El Heraldo (de Valparaíso).
Conoció a Pedro Balmaceda Toro, escritor e hijo del presidente del Gobierno de
Chile, quien le introdujo en los principales círculos literarios, políticos y sociales del
país. Balmaceda le ayudó a editar sus primeros libros en Chile, y le animó a
presentarse a un célebre concurso al que Darío concurrió con un poema de tono
heroico ("Canto Épico a las glorias de Chile") y otro de carácter lírico y estilo
becqueriano ("Otoñales").
Darío ganó mucha fama con estos y otros poemas en Chile, donde amplió sus
conocimientos literarios con lecturas que habrían de influir mucho en su trayectoria
poética. Leyó a muchos románticos españoles (Zorrilla, Bécquer, Campoamor...) y
a los grandes poetas franceses del siglo XIX (Victor Hugo, Théophile Gautier,
Lamartine, Baudelaire, etc.).
En 1888 apareció en Valparaíso (Chile) el poemario Azul, la primera obra maestra
del joven poeta nicaragüense, considerada como el punto de partida del
Modernismo.
Entre 1889 y 1893, el poeta vivió en diferentes naciones centroamericanas
(Nicaragua, El Salvador, Guatemala, Costa Rica, Cuba, etc.). Ejerció el periodismo
y llegó a dirigir diarios, mientras seguía escribiendo poemas. Y se casó con su
primera esposa, Rafaelita Contreras, con la que tuvo un hijo (Rubén Darío
Contreras).
Su primer viaje a España tuvo lugar en 1892, como miembro de la delegación
diplomática de Nicaragua en los actos conmemorativos del Descubrimiento de
América. Conoció entonces a las principales figuras literarias de la España de
finales del siglo XX.
A su regreso a Nicaragua, tuvo noticias de la muerte de su esposa y, en 1893, se
casó en segundas nupcias con Rosario Murillo. Aquel mismo año visitó otras
grandes ciudades (como París y Nueva York) que, junto con su estancia en
Madrid, le hicieron sentirse cosmopolita (o sea, ciudadano del mundo, que se
siente hijo de cualquier país y está a gusto en todas partes).
Entre 1893 y 1896 residió en Buenos Aires, ejerciendo un cargo diplomático en la
capital argentina. Allí escribió numerosos poemas y artículos de periódico, y
convivió con los escritores e intelectuales más bulliciosos (muchos de ellos,
futuros grandes nombres del Modernismo).
El periódico argentino La Nación le envió como corresponsal a España en 1896,
con el encargo de que escribiera crónicas sobre el desmoronamiento del antiguo
imperio español (estaban a punto de perderse las últimas colonias: Cuba y
Filipinas).
Entró entonces en una fase de su vida en la que viajó sin descanso, consagrado
ya como una de las figuras más destacadas de las Letras hispanoamericanas:
recorrió numerosos lugares de Europa (España, Francia, Italia, Hungría y Austria)
y visitó el norte de África.
Regresó a América en varias ocasiones, con diferentes destinos: Brasil, Argentina,
México, Uruguay, Estados Unidos... y su Nicaragua natal, donde se le nombró
director del periódico La Unión Cetroamericana y se le tributaron honores de
máximo representante del país.
Pero volvía siempre a Europa, para fijar su residencia en Madrid o en París.
Consumía grandes cantidades de alcohol, por lo que, en 1913, se sintió muy
enfermo e intentó una cura de reposo en la Cartuja de Valldemosa (Palma de
Mallorca).
Volvió luego a América y, tras una breve estancia en Guatemala, regresó
definitivamente a Nicaragua y, ya muy enfermo, se recogió en la ciudad de León,
en donde falleció el 6 de febrero de 1916.
LITERATURA ESPAÑOLA DEL SIGLO XX
En este siglo se produce una nueva edad de oro de las letras españolas .
Principalmente debido a tres generaciones de escritores :
La Generacíón de 98 , influida en sus orígenes por el modernismo de Rubén
Darío, los Escritores Novecentistas cuyo autor más destacado es el filósofo Ortega
y Gasset , y la Generación del 27 que tiene su modelo en Juan Ramón Jiménez.   
El Modernismo 
Se llama modernismo al movimiento poético introducido por Rubén Darío , a su
vez  influenciado por los simbolistas franceses ,Verlaine , Mallarmé ....
Rubén Darío llegó a España como delegado americano en la fiesta del centenario
colombiano.Para entonces ya había alcanzado el éxito con su librode poemas
Azul.Después residió en París,donde recibió la influencia de los escritores
simbolistas ,adaptando sus formas al castellano. Allí escribió sus :
ProsasProfanas. A su regreso a España en 1.999 era ya considerado un maestro
por los jóvenes escritores españoles, que sentían mágica la sonoridad de sus
versos .
Rubén provocó una auténtica renovación en las letras españolas, adaptando las
formas simbolistas, frente al arte realista de los escritores de la Restauración ;
como hizo en su día Garcilaso de la Vega, adoptando las formas del Renacimiento
.
El modernismo se caracterizó principalmentepor :
-Adopción del verso alejandrino  francés 
-Utilización del pié latino en el verso libre 
-Uso de formas métricas medievales 
-Profusión de imágenes y metáforas

Un grupo de escritores influenciados por el Modernismo , van alejándose


paulatinamente de esta tendencia,al tiempo que adoptan una actitud crítica. 

También podría gustarte