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ISSN: 0122-5383
ctyf@ecopetrol.com.co
ECOPETROL S.A.
Colombia
Duque-Caro, Hermann
Comentario a: "Quantitative biostratigraphic model for the Tertiary of the Lower Magdalena Basin,
colombian caribbean" por Cuartas, Jaramillo, & Martínez, 2006
CT&F Ciencia, Tecnología y Futuro, vol. 3, núm. 2, diciembre, 2006, pp. 183-196
ECOPETROL S.A.
Bucaramanga, Colombia
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COMENTARIO A: "Quantitative
biostratigraphic model for the Tertiary of the
Lower Magdalena Basin, colombian caribbean"
por Cuartas, Jaramillo, & Martínez, 2006
Hermann Duque-Caro
Duque Caro & Cia. Ltda., Bogotá, Colombia.
e-mail: hduque@cable.net.co
Cuando uno se ha educado en el concepto de que la bioestratigráfica de pozos (muestras de zanja) tomadas
roca es el único testimonio con que cuenta el geólogo de informes internos de la costa caribeña colombiana
para interpretar el pasado y que sin roca no hay tiempo para Ecopetrol –de mi autoría– a través de un software
(no rock no time), (Berggren, Kent, Aubry, & Harden- que ordena secuencialmente los intervalos bioestrati-
bol, 1995) y cuando el conocimiento de la geología gráficos de los diferentes elementos microfaunísticos
física de una región y el levantamiento y caracteriza- observados, para plantear un modelo cuantitativo de
ción de las secuencias estratigráficas de superficie y de alta resolución.
subsuelo en áreas específicas con base en su litología,
contenido fosilífero y mineralógico son fundamentales
para interpretarlas y tratar de reconstruir su pasado COMENTARIOS GENERALES
geológico, siguiendo los postulados de Hutton (1788)
es muy preocupante y salido de toda realidad pensar que Son muchas las observaciones de fondo a los con-
con únicamente un software, no obstante sus bondades, ceptos manejados por los autores que demandan una
se puedan modificar las realidades y hechos físicos del revisión y discusión profunda del artículo, dada la
campo, evaluar tasas de acumulación y predecir secuen- importancia e implicaciones que éste tiene tanto para
cias estratigráficas y espesores desconociendo la roca la industria como para la comunidad científica.
y las condiciones geológicas y estratigráficas de una
región como la Costa Nor-occidental colombiana. Con esta evaluación concluyo que la aplicación del
sofware estratigráfico utilizado para el procesamiento
He leído con mucho interés este trabajo por Cuartas, de los datos, genera resultados contradictorios y con-
Jaramillo, y Martínez (publicado en este volumen) el flictivos frente a los datos reales geológicos y estrati-
cual consiste en el procesamiento de cartas de dispersión gráficos del área.
Las deficiencias más notables observadas son: y conglomerados, con un menor componente de lodo-
1. El no considerar la roca como parámetro fun- litas. Lo mismo sucede con el símbolo PgmNgm, que
damental ya que es el elemento que contiene o no la aunque contiene un componente destacado de lodolitas,
microfauna, y el único para evaluar el tiempo: ...With sus componentes mayores son las arenitas. El símbolo
regard to the history of the earth, the rock record is NgQp de la esquina izquierda inferior de la Figura 2 de
the ultimate arbiter of time and its passage (no rock, Cuartas et al. (2006) que no lo diferencian del NgQt ya
no time), (Berggren et al., 1995). La única referencia a que aparecen con el mismo color, lo describen como
las rocas de la región está en la Figura 2, de Cuartas et “Rocas Piroclásticas” lo cual también es equivocado.
al. (2006) Mapa Geológico general y localización de Las únicas influencias volcánicas en estas rocas jóve-
los pozos, pero con datos equivocados –como se verá nes de la costa norte han sido la ocurrencia cristales de
enseguida– que a un lector extranjero que no conoce la cuarzo bipiramidal, en diferentes litologías pero nunca
Costa norte le crea una falsa impresión. Por ejemplo, la se ha reportado la presencia de tobas o aglomerados.
descripción general de sólo lodolitas y calizas para los 2. Considerar los intervalos de profundidad de los
símbolos Pgm y PgmNgm, por tratarse de sedimentos pozos, delimitados con eventos microfaunísticos planc-
muy finos parecieran relacionados a ambientes de tónicos como representativos de eventos asimilables a
fondo oceánico, lo cual contradice la realidad. Por el momentos geocronométricos de las escalas propuestas
contrario, los colores y los símbolos ilustrados en esta para los foraminíferos planctónicos cenozoicos de los
figura corresponden a la litología del Cinturón de San fondos oceánicos (Berggren et al., 1995; Haq, Har-
Jacinto (Duque-Caro, 1979; Figura 1 de H.D-C.) donde denbol, & Vail, 1987) desconociendo que el entorno
los cuerpos litológicos predominantes son las arenitas tectónico sedimentario de la costa norte es el de un
Figura 1. Geología general y estratigrafía de la Costa Norte Colombiana y áreas de pozos ilustrados. Modificada de Duque Caro (1979 y 1984)
margen continental muy diferente al de los fondos 7) y Campeche-1 (Figura 8) cuya localización aparece
oceánicos cuya estratigrafía incluye ambientes desde en la Figura 1 de H.D-C. que al compararlos con los
el talud inferior a ambientes lagunares que también mismos pozos procesados con el software contradicen
controlan la distribución de la microfauna (H.D-C sus resultados. El Pozo Barranquilla (Figura 3) el más
Figura 2). Además, la microfauna planctónica pierde joven que se inició en la Formación Popa (Pleistoceno
su diversidad diagnóstica a partir de la plataforma inferior) y otros más antiguos como los pozos Danta-
externa y hacia el continente debido a su dependencia 1 (Figura 4) que se inició en la Formación Rancho
de la dinámica de las masas de agua; de ahí que para (Mioceno medio, en la misma forma que los pozos
fines bioestratigráficos de alta resolución como los Guamito-1 y Ligia-1), y Porquera-1 (Figura 5) que se
buscados por este trabajo, sea necesario utilizar tanto inició en la Formación Carmen (Mioceno inferior). Por
la microfauna planctónica como la bentónica. otro lado, los pozos seleccionados fueron perforados
en diferentes ambientes geológicos y tectónicos, donde
3. El haber asimilado e ilustrado una escala de las secuencias sedimentarias de los pozos Algarrobo-1,
profundidad emparejada con la columna del tiempo Apure-2, (Figura 6) Pivijay-1 (Figura 7), Remolino-1
de Berggren et al. (1995), Figura 11 de Cuartas et al. y Media Luna-1 están localizados en áreas donde el
(2006) con un tope de cero pies, coincidente con la basamento ígneo volcánico es característico en la base
porción superior del Plioceno y el colgar indiscrimina- de estos pozos e interrumpe la continuidad de la se-
damente la iniciación de los pozos analizados de este cuencias en el Mioceno inferior alto con excepción del
“datum” desconociendo que la iniciación y tope cero de Pozo Pivijay-1 que encontró el basamento debajo de
profundidad de todos estos pozos, por las características la Formación Arroyo de Piedras del Eoceno superior,
estructurales propias de las áreas en que se perforaron, situaciones críticas para fines de predicción, tampoco
tuvo lugar en niveles estratigráficos diferentes y donde tenidas en cuenta y desconocidas para el software.
ninguno de los pozos analizados, con excepción del
pozo Barranquilla-1 (Figuras 1 y 3 de H.D-C.) se inició 4. Dependencia exclusiva de los resultados produ-
en niveles estratigráficos más jóvenes que las forma- cidos por un manejo mecánico del software y proce-
ciones Tubará y Zambrano de edad Mioceno superior a samiento de solo los intervalos estratigráficos de los
Plioceno temprano, como se mostrará enseguida: elementos microfaunísticos de las cartas de dispersión
de los pozos seleccionados, habiéndose descartado
Para fines de comparación y hacer claridad se la microfauna bentónica, y sin tener en cuenta que la
ilustran algunas de las síntesis bioestratigráficas y litoestratigrafía de cada pozo que los contiene es dife-
cronoestratigráficas de los informes internos para rente e involucra secuencias litológicas con significados
Ecopetrol, de mi autoría, correspondientes a los pozos paleoambientales diversos. Algunas de las secuencias
Barranquilla-1 (Figura 3), Danta-1 (Figura 4), Porque- contienen solo microfauna bentónica como es el caso de
ra-1 (Figura 5), Apure-2 (Figura 6) Pivijay-1 (Figura las formaciones San Cayetano inferior de edad Paleoce-
Figura 3. Síntesis estratigráfica y posición cronoestratigráfica del área del Pozo Barranquilla-1
no superior y San Cayetano superior de edad Eoceno inferior de los pozos mencionados anteriormente (ver la
inferior que solo contienen radiolarios y foraminíferos Figura 11 de Cuartas et al. (2006) y ocasiona que por el
bentónicos, situación presente en los pozos Campeche- desconocimiento y descarte de las características físicas
1, Polo Nuevo-1, Caracolí-1, Manati-1 y Tubará-4, y estratigráficas del VIM se llegue a conclusiones equi-
características no consideradas y descartadas por el vocadas como las sugeridas en la Figura 11 de Cuartas
software. Otras unidades son generalmente estériles o et al. (2006) donde se dice que “los mayores espesores
muy pobres con solo asociaciones bentónicas por razón están hacia el sur y los menores en el norte”. La ilus-
de su litología clástica gruesa y paleoambiente, como tración del Pozo Campeche-1 (Figura 11 de Cuartas et
es el caso de las Formaciones Maco (Eoceno medio) y al., 2006) es dramática para fines de una correlación
Venados (Paleoceno superior) la primera presente en los objetiva y práctica, pues pareciera que todos los inter-
pozos Caracolí-1, Manati-1, Polo Nuevo-1 y Porquera-1 valos convergieran en un solo punto, como si la roca
(H.D-C, Figura 5) muy pobres en microfauna bentónica que perforó este pozo no existiera, no obstante que el
con un espesor aproximado de 1000’ en Caracolí-1, intervalo perforado fue de 7 323’. Campeche-1 es tal
2000’ en Polo Nuevo-1, 4000’ en Manatí-1 y de 9 000’ vez uno de los pozos menos apropiados para generar
en Porquera-1. El tener en cuenta solo los intervalos resultados ciertos con el software por lo incompleto,
estratigráficos de los elementos planctónicos que han debido a su posición geográfica cercana a un alto es-
sido los utilizados para identificar las profundidades de tructural con adelgazamientos y desapariciones de las
perforación y los espesores correspondientes, elimina secuencias que generan incompletividad, condiciones
aquellos intervalos de roca sin evidencias planctónicas. conocidas y presentes en los registros sísmicos del área
Esta situación es particularmente notable en la porción y que debieron haberse tenido en cuenta para que el
Figura 4. Síntesis estratigráfica y posición cronoestratigráfica del área del Pozo Danta-1
software produjera resultados coherentes. La realidad suprayace a la Formación San Cayetano superior (sin
de este pozo con mis datos originales (Figura 8 H.D-C) microfauna planctónica) que representa el Eoceno
fue: desde la primera muestra estudiada a 100’ hasta inferior basal a 2700’ y finalmente este San Cayeta-
los 700’ las evidencias microfaunísticas planctónicas no superior descansa sobre el San Cayetano inferior
encontradas fueron negativas para datar con precisión (también sin microfauna planctónica) que representa
este intervalo debido al paleoambiente de plataforma el Paleoceno desde 4100’ hasta la profundidad total
media a interna indicado por la microfauna bentónica. a 7 323’, mostrando así grandes hiatos e inconformi-
Sin embargo, la asociación reportada de Ammonia dades, que explican la incapacidad del software para
beccarii y Nonion sloanii es característica de la Zona resolver esta situación. El depender exclusivamente de
de Ammonia beccarii que hace parte de la Formación la ocurrencia y de los intervalos estratigráficos de las
Tubará de edad Mioceno superior a Plioceno inferior especies como parámetros cronológicos, sin incluir la
(zonas N.17 a N.19). Este intervalo, pobremente roca como elemento primario fundamental, puede con-
datado, debido a las circunstancias anteriores, hace ducir a la contradicción de que si no hay foraminíferos
contacto con sedimentitas de la Formación Porquero planctónicos, tampoco hay registro del tiempo. ¡Como
que contienen formas planctónicas con Globigerinoides si la roca no existiera!
diminuta, marcador del tope del Mioceno medio basal
(zona N.8) hasta los 900’ indicando así la ausencia de Ningún software estratigráfico está diseñado para
todo el Mioceno medio y el Mioceno superior (zonas reemplazar los hechos de la geología y estratigrafía
N.9 a N.16). Este intervalo a su vez hace contacto en locales, ni al estratígrafo, ni a los fundamentos de la
su base con la Formación Carmen de edad Oligoceno estratigrafía (Kemple et al. 1995). El objetivo normal
a 900’ (P.18 a P.21) que a su vez hace contacto con la de todo software es agilizar procesos rutinarios, dise-
Formación Chengue que representa el Eoceno medio ñados por la mente humana y ya probados “manual-
a 1200’ (zonas P.9 a P.12). La Formación Chengue mente” e “in situ”; es decir, dentro de las condiciones
Figura 5. Síntesis estratigráfica y posición cronoestratigráfica del área del Pozo Porquera-1
locales que exige la aplicación, para lograr una mayor ALGUNOS COMENTARIOS PUNTUALES
eficiencia, y no como instrumento cuyos resultados
contraríen a los hechos (ver algunos ejemplos más 1. Se habla de “The inconsistencies found in the
adelante) y reemplacen los fundamentos del cono- biostratigraphic record, i.e. varying successions of first
cimiento mismo del cual nacieron. Lo anterior está and last appearances of species from well to well ...”.
claramente expuesto en las páginas introductorias de
Kemple (1995) lo mismo que los antecedentes de la Estas inconsistencias son el producto del descono-
Cuenca de Taranaki, Nueva Zelanda (Cooper et al., cimiento de los factores litológicos y ambientales ya
2001) referencias constantemente citadas por Cuartas discutidos así como del tratamiento indiscriminado
et al., (2006) para notar el énfasis que se le da a este de diversas publicaciones con muy diverso soporte
aspecto. criteriológico. Además, por lo importantes y críticas
debieran haberse discutido con base en datos de una
Figura 6. Síntesis estratigráfica y posición cronoestratigráfica del área del Pozo Apure-2
columna patrón de la Costa Norte de superficie o de de roca a partir de su contenido fósil, para lo cual sus
subsuelo, i.e. la sección de Carmen-Zambrano que techos y sus bases se definen con los elementos de este
hasta la fecha es la más completa y continua del Caribe contenido. Tampoco, su objetivo inmediato es datar
colombiano. También se habla de “la incompletividad dentro de la cronoestratigrafía ya que de por si cada
del conocimiento estratigráfico”, que solamente se zona establece una datación local y relativa con base
menciona. La estratigrafía de cualquier región se eva- en el principio de la superposición. Por lo tanto, el co-
lúa en función de las varias cuencas locales y de sus mentario de que la zonificación de Carmen-Zambrano
registros sedimentarios correspondientes, junto con los “is based mainly on benthonic foraminifera” no se
problemas de continuidad secuencial y completividad justifica. El valor actual de los foraminíferos bentónicos
normalmente asociados, y en este trabajo no se hace o de cualquier fósil como herramienta bioestratigráfica
ninguna referencia ni discusión específica a este tema no ha sido cuestionado ni ha cambiado desde los ini-
no obstante existir suficiente información tanto de su- cios de la estratigrafía (Smith, 1815, 1816) y mucho
perficie como de pozos para evaluarla y discutir estos menos desde cuando estos fósiles mostraron todo su
aspectos, lo que hubiera servido para discutir y plantear valor en la industria del petróleo como herramienta de
objetivamente los antecedentes estratigráficos y bioes- control estratigráfico en la perforación de pozos; por
tratigráficos del Caribe colombiano tan importantes y el contrario, se ha implementado y refinado (Villamil
críticos y así justificar la aplicación del software. et al., 1998, entre otros). Por otro lado, su valor actual
cronoestratigráfico está probado en publicaciones
2. Otra observación hecha en el capítulo introduc- importantes como Lamb y Miller (1984) Berggren y
torio, que tampoco se explica ni se discute, es la crítica Miller (1989), Bolli, Beckmann, & Saunders (1994)
a la utilización de los foraminíferos bentónicos como entre otros. Ver otras referencias adicionales al final
herramienta bioestratigráfica. de estos comentarios.
La bioestratigrafía no discrimina ni exige para su Para una ilustración mayor, hay que añadir como un
aplicación ningún grupo o taxón en particular, su ob- antecedente histórico importante, que para la fecha de la
jetivo es organizar, distinguir y caracterizar paquetes publicación de Petters y Sarmiento (1956) las únicas he-
Figura 7. Síntesis estratigráfica y posición cronoestratigráfica del área del Pozo Pivijay-1
Figura 8. Síntesis estratigráfica y posición cronoestratigráfica del área del Pozo Campeche-1
3. Dentro de la Introducción se comenta la revisión sus resultados a estas discusiones. Ese Oligoceno
de Stone (1968) y un “rejuvenecimiento considerable” incluía, lo que hoy es todo el Oligoceno, el Mioceno
de la zonificación de Petters y Sarmiento (1956). temprano y el Mioceno medio, y el Mioceno temprano
y Mioceno medio, a lo que actualmente es el Mioceno
Esta afirmación y realidad aparente, no es tan sim- tardío, Plioceno y Pleistoceno. De ahí que asimilar y
ple ya que tiene que ver con la evolución de la con- comparar, como se ilustra en la Figura 1 de Cuartas et
cepción del Oligoceno y el Mioceno en el Caribe que al. (2006) el Oligoceno de Petters y Sarmiento con el
se definían con base en las dataciones particularmente Oligoceno de Stone (1968) y el de los demás autores
de los moluscos antes de que Eames (1953, 1954) genera confusión, pues se trata de dos concepciones
comenzara a cuestionar y discutir las correlaciones diferentes.
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