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Clase alta Clase media Clase baja

Los ricos También pertenecía a la Los pobres el número de


La corte clase medio un gran
Ese séquito, número de sacerdotes; pobres eran grande.
evidentemente, no vivía en su mayoría vivían de Entre ellos, los más
todo él al mismo tren que practicar una artesanía o
numerosos, figuraban los
los dirigentes, pero sí un oficio, aparte de los
gozaba de una diezmos, de los que les jornaleros; el jornal
envidiable posición correspondía una parte. medio de un denario de
social. Junto a la corte Sin embargo, no pueden
del soberano había sobrevalorarse los plata venía a cubrir
también otras cortes ingresos procedentes de aproximadamente las
menores, que también se éstos, dado que, por un
necesidades mínimas de
hallaban en palacio, y lado, el número de
tenían su propio séquito sacerdotes era una familia reducida. De
y su particular servicio. excesivamente grande y no encontrar trabajo en
Los ingresos en que, por otro, los
impuestos de los diezmos se entregaban varios días, el jornalero
monarcas eran muy a regañadientes y quedaba en la miseria
impresionantes. Sólo así en muchos casos ni
más absoluta. Los
podían hacer frente, y a siquiera se pagaban.
veces ni así, a los Cuando se hacía, se esclavos y los libertos,
cuantiosos gastos de sus realizaba en productos estos últimos sobre todo
lujos y despilfarros. del campo. A esto se
Había grupos de añadían, aunque sólo en el período inmediato a
herodianos, que durante los días de sus su emancipación, no
aceptaban la dominación servicios en el Templo, tenían hacienda ni
romana, con ellos Jesús parte de los sacrificios y
tuvo que ver muy poco, y de las primicias que se ingresos y quedaban por
en la única ocasión que ofrecían en las fiestas de ello obligados a vivir de
interactúa con ellos su acción de gracias por la
respuesta no fue de cosecha. la ayuda ajena. Un papel
adhesión. Podemos pensar que especial desempeñaban
dichas invitaciones a los mendigos. En su
convivir con ellos fue una
manera de tratar de mayoría eran ciegos,
ganarlo para su partido, tullidos o mutilados, que
pero Jesús normalmente
se veían obligados a la
no compartía sus formas
de interpretar y aplicar la mendicidad. No existía
Ley de Moisés. No pocas una previsión social de
veces los llamó
hipócritas, en general carácter oficial. Si estos
porque no eran individuos no querían
congruentes entre lo
representar una carga
profundo de sus
intenciones y sus actos. para su familia, tenían
Los saduceos era el que pedir limosna. En
grupo al que pertenecía
la clase dominante realidad, la familia
sacerdotal, no era un abusaba a menudo de su
grupo abierto a recibir
situación, ya que la
miembros, puesto que
pertenecían a él caridad y la limosna eran
solamente los tenidas en gran estima
descendientes de Sadoc,
pero sí contaba con por los judíos como
muchos simpatizantes. acciones especialmente
Curiosamente, el modo
meritorias. En síntesis,
de interpretar las
Escrituras, por parte del Jesús estuvo en contacto
Señor Jesús coincidía en con muchos grupos, pero
buena medida con la
forma de interpretar de a ninguno perteneció
los saduceos. como miembro. A todos
ofreció la salvación.

Lucas 18: 1-10


En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó y al ir atravesando la ciudad, sucedió que
un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de conocer a Jesús;
pero la gente se lo impedía, porque Zaqueo era de baja estatura. Entonces corrió
y se subió a un árbol para verlo cuando pasara por ahí. Al llegar a ese lugar, Jesús
levantó los ojos y le dijo: “Zaqueo, bájate pronto, porque hoy tengo que
hospedarme en tu casa”. Él bajó enseguida y lo recibió muy contento. Al ver esto,
comenzaron todos a murmurar diciendo: “Ha entrado a hospedarse en casa de un
pecador”.
Zaqueo, poniéndose de pie, dijo a Jesús: “Mira, Señor, voy a dar a los pobres la
mitad de mis bienes, y si he defraudado a alguien, le restituiré cuatro veces más”.
Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también él es hijo
de Abraham, y el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había
perdido”.

Referencias:

«El mundo del Nuevo Testamento», Johannes Leipoldt y Walter Grundmann,


Ediciones Cristiandad. Tomo I. Estudio histórico-cultural, páginas 201 y siguientes.

«Historia del pueblo judío en tiempos de Jesús», Emil Schürer, Ediciones


Cristiandad.

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