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Nombre Nacimiento Muerte Notas

María Heredera de los títulos de reina de Hungría y Bohemia de


1737 1740
Isabel 1737 a 1740. Murió en la infancia.
Heredera de los títulos de reina de Hungría y Bohemia de
María Ana 1738 1789 1740 a 1741. Abadesa del Imperial y Real Convento para
Damas Nobles de Praga. Sin descendencia.
María Carolina Ernestina Antonia Josefa Juana de Austria
(Palacio de Schönbrunn; 12 de enero de 1740 - 25 de enero
María de 1741). Tuvo solo un año de vida. Se estableció que
1740 1741
Carolina murió a causa de viruela, sin embargo, la autopsia de la
niña no pudo establecer la causa exacta de su muerte. Fue
enterrada en la Cripta Imperial de Viena.[4]
Sucedió a su madre y fue emperador del Sacro Imperio
José II 1741 1790 entre 1780 y 1790 como José II. Tuvo dos hijas que
murieron jóvenes.
Fue gobernadora de los Países Bajos entre 1778 y 1798.
María
1742 1798 Casada con Alberto de Sajonia-Teschen, duque de Teschen
Cristina
y virrey de Hungría (1738-1822). Tuvo una hija.
María Abadesa del Imperial y Real Convento para Damas Nobles
1743 1808
Isabel de Praga. Sin descendencia.
Carlos José 1745 1761 Murió joven debido a la viruela. Sin descendencia.
Comprometida con Fernando I de las Dos Sicilias, pero
María
1746 1804 luego casada con el duque Fernando I de Borbón-Parma
Amalia
(1751-1802). Tuvo nueve hijos.
Leopoldo II 1747 1792 Sucedió a su hermano José II. Tuvo dieciséis hijos.
María
1748 1748 Nació y falleció el 17 de septiembre de 1748.
Carolina
María Comprometida con Fernando I de las dos Sicilias. Murió
1750 1762
Juana joven debido a la viruela. Sin descendencia.
María Comprometida con Fernando I de las dos Sicilias. Murió
1751 1767
Josefa joven debido a la viruela. Sin descendencia.
María Casada con Fernando I de las Dos Sicilias (1751-1825), fue
1752 1814
Carolina reina consorte de Nápoles y Sicilia. Tuvo dieciocho hijos.
Fue duque de Brisgovia. Se casó con María Beatriz de Este.
Fernando 1754 1806
Tuvo once hijos.
María 1755 1793 Esposa de Luis XVI de Francia, reina de Francia.
Antonieta Guillotinada durante la Revolución francesa. Tuvo cuatro
hijos.
Maximiliano
1756 1801 Arzobispo elector de Colonia. Sin descendencia.
Francisco

Visión religiosa y política

María Teresa y su familia celebrando San Nicolás, por María Cristina de Habsburgo-Lorena, 1762. La pintura retrata
las comodidades «burguesas» del hogar de la familia imperial. (Fraser, 2001, p. 15)

Como todos los miembros de la Casa de Habsburgo, María Teresa era católica y bastante
devota. Creía que una religión unida era necesaria para una vida pacífica y por ello rechazaba
frontalmente la idea de la tolerancia religiosa. Sin embargo, a pesar de que mantenía
relaciones estrechas con la Santa Sede, nunca permitió que la Iglesia interfiriese en aquello
que consideraba que era propio del poder del monarca: ella elegía a los arzobispos, a los
obispos y a los abades.(Mahan, 2007, p. 251) No obstante, María Teresa fue conocida por su
estilo de vida ascético, especialmente durante los quince años de viudedad. (Saperstein,
1996, p. 449)

La forma de abordar su relación con la religión era bastante diferente a la de sus


antecesores, ya que estuvo muy influida por las ideas jansenistas. La emperatriz apoyaba
activamente la conversión al catolicismo a través de la concesión de pensiones a los
conversos. No obstante, toleraba a los «católicos griegos» y enfatizaba en su estatuto de
igualdad con respecto a los católicos de rito latino. (Mahan, 2007, p. 251)(Crankshaw, 1969,
p. 308)(Himka, 1999, p. 5)
Jesuitas …

Su relación con los jesuitas fue bastante compleja, pues ella fue educada por miembros de
esa orden, que además fueron sus confesores y supervisaron la educación religiosa de su
hijo mayor. Por todo esto, los jesuitas fueron poderosos e influyentes durante los primeros
años del reinado de María Teresa. Sin embargo, sus ministros consiguieron convencerla de
que esos religiosos representaban un peligro para la autoridad monárquica. No sin muchas
dudas y arrepentimientos, redactó un decreto que los retiraba de todas las instituciones de la
monarquía. La emperatriz prohibió la publicación de la bula Apostolicum pascendi múnus
(favorable a los jesuitas) del papa Clemente XIII y también confiscó todos sus bienes cuando
Clemente XIV suprimió la orden.(Mahan, 2007, p. 254)

Judíos y protestantes …

El tálero de María Teresa, «la moneda más famosa del mundo». La inscripción latina dice: M[ARIA] THERESIA D[EI]
G[RATIA] R[OMANORVM] IMP[ERATRIX] HV[NGARIAE] BO[HEMIAE] REG[INA], es decir, «María Teresa, por la gracia de
Dios, emperatriz de los romanos, reina de Hungría y Bohemia». Las monedas con esa efigie siguieron siendo
acuñadas más de un siglo después de su muerte y siempre con la fecha de 1780.

Aunque hubiera desistido de su intento de conversión de sus súbditos no católicos al


catolicismo, María Teresa seguía considerando a los judíos y a los protestantes peligrosos
para el Estado e intentó suprimirlos. (Dawson Beales, 1987, p. 14) La emperatriz era
posiblemente la monarca más antisemita de la época, ya que heredó todos los prejuicios
tradicionales de sus antepasados, a los que agregó nuevos debido a su profunda devoción
religiosa. (Saperstein, 1996, p. 446) En 1777 escribió sobre los judíos: «No conozco mayor
plaga que esa raza debido a que su falsedad, su usura y su avaricia nos está llevando a la
ruina. Por lo tanto, en la medida de lo posible, los judíos deben ser aislados y evitados».
(Saperstein, 1996, p. 447) Impuso elevados impuestos a sus súbditos judíos y, en 1744,
propuso su expulsión de todos sus dominios. Su primera intención era expulsarlos a todos el
1 de enero, pero aceptó el consejo de sus ministros, que estaban preocupados por el número
de personas que iban a ser expulsadas, y atrasó sus planes hasta junio. De todos modos,
unos 20 000 judíos fueron expulsados —al menos temporalmente— de Praga y de toda
Bohemia.

También envió a los protestantes de Austria al Banato, Bačka y Transilvania, disminuyó el


número de días festivos religiosos y las órdenes monásticas. En 1777, María Teresa desistió
de su intento de expulsar a los protestantes de Moravia porque José II, que se oponía en
rotundo, la amenazó con abdicar como emperador y cogobernante de Austria. Finalmente, la
emperatriz fue obligada a concederles cierta tolerancia y les permitió la práctica de cultos
privados. José II consideraba la política religiosa de su madre «injusta, impiadosa, imposible,
perjudicial y ridícula». (Mahan, 2007, p. 254)(Dawson Beales, 1987, p. 14)(Holborn, 1982,
p. 222)

Durante la tercera década de su reinado, influida por su cortesano Abraham Mendel Theben,
María Teresa promulgó edictos en los que se ofrecía cierta protección estatal para sus
súbditos judíos. En 1762 prohibió la conversión forzada de niños judíos al catolicismo y, al
año siguiente, prohibió al clero católico cobrar el «impuesto de sobrepelliz» a los judíos. En
1764 ordenó la liberación de los judíos encarcelados por libelos de sangre en Orkuta. A pesar
de su fuerte antisemitismo, la emperatriz acabó apoyando las actividades comerciales e
industriales de los judíos. (Patai, 1996, p. 203)(Penslar, 2001, p. 32-33)

Reformas

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