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Una aclaración posterior pone de relieve el progreso del prisionero desde la caverna a la luz del

sol. En primer lugar, Platón compara la dialéctica con el intento del prisionero, fuera ya de la
cueva, de apartar su vista de las sombras y dirigirla a los objetos naturales y, finalmente, dirigir
su mirada al sol mismo. «Quienquiera que intenta, mediante el uso exclusivo de la razón sin los
sentidos, alcanzar la esencia real de cada cosa (las Formas) y persevera hasta que, mediante el
nous (noesis) mismo, aferra el Bien mismo, ha alcanzado su objetivo en el mundo inteligible, del
mismo modo que el prisionero liberado lo alcanzó en el visible». Luego nos recuerda el propósito
educativo de todo esto…

Historia de la Filosofía Griega, Guthrie, vol. IV.

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