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74 LAS PRIMERAS VOCES
EL ESTUDIO DELA ADMINISTRACIÓN 75
convenido en los principios generales. es la razón de que, en la actualidad, las tareas administrativas
El que la filosofía política tomara esta dirección no deban ajustarse tan estudiosa sistemáticamente a unas normas de
fue, desde luego,
simple accidente, preferencia casua ni perverso capricho de los filóso- política probadas con sumo cuidado; la razón de que hoy tengamos lo
fos de la política. La filosofía de que nunca tuvimos antes: una ciencia de la administración. Los debates
cualquier época no es, como dice Hegel, más ingentes de los principios constitucionales aún no han concluido,
76
LAS PRIMERAS VOCES
EL ESTUDIO DELA ADMINISTRACIÓN 77
mal estadó
ción". Vistas cada día nuevas cosas que el Estado debe hacer, lo siguiente
será ver con toda claridad cómo las debe hacer.
Es por esto que debe haber una ciencia de la administración,que tra te,
de enderezar los caminos del gobierno para que sus empresas tengan ;
a encajar.en de gobierno muy descentralizadas. Si vamos a em- do poderosos como para hacerles frente. Y todo esto ha exigido estudio;
plearla, deberemos hacerla nuestra, y eso nosólo en la forma, apenas de y ellos lo han estudiado de manera minuciosa,
; palabra, sino radicalmente, en el pensamiento, el principio y el objetivo De este lado del océano, mientras tanto, no habíamos conocido gran-
ala vez"Deberá aprenderse de memoria nuestras constituciones; deberá des dificultades de gobierno. Con un país nuevo, con espacio y empleo
sacar de sus venas la fiebre burocrática; deberá inhalar mucho aire fresco bien remunerado para todos, con principios liberales de gobierno y una
estadunidense. habilidad ilimitada en la práctica política, durante largo tiempo estuvi-
Si se buscara una explicación de por qué una ciencia tan manifiesta- mos libres de la necesidad de angustiarnos y preocuparnos por planes
mente capaz de ser útil a todos los gobiernos recibió atención
primero y métodos de administración. Fue natural que tardásemos en apreciar
en Europa, donde el gobierno ha sido durante mucho el uso o la importancia de esos muchos volúmenes de docta investi-
tiempo un mono-
polio, y no en Inglaterra o los Estados Unidos, donde el gobierno ha sido, gación y detallado examen de los modos y medios de llevar adelante el
de tiempo atrás, una franquicia común, se descubriría, sin duda,
que las gobierno que las prensas de Europa han estado enviando a nuestras
razones son dos: primero, que en bibliotecas. Como un entre e l gobierno seha
Europa, precisamente porque el go-
bierno era independiente de la aprobación popular, había
que gobernar expandido en naturaleza y ha crecido en estatutos, pero se havuelto
más; y segundo, que el deseo de mantener el gobierno como monopolio torpe en sus movimientos. El vigor y aumento de su vida han estado
hizo que los monopolistas se interesaran por descubrir los medios me- fuera detoda proporción con su experiencia de la vida. Ha cobrado
nos irritantes de gobernar. Además, eran tan
pocos que podían adoptar mayor fuerza, pero no mejor educación.Por tanto, ha sido grande nues-
pronto esos medios.
>
Ñ tra ventaja sobre los países de Europa encuantoa facilidad y salud del
a
Resulta instructivo contemplar un poco más de cerca esta cuestión. Í desarrollo constitucional. Ahora que nos ha llegado el momento de
Desde luego, al hablar de gobiernos europeos no hacer ajustes administrativos más cuidadosos y de adquirir mayor co-
estoy incluyendo a
Inglaterra. Esta no se ha negado a cambiar con los tiempos. Sencillamen- nocimiento administrativo, nos encontramos en señalada desventaja en
o
Ae
te, ha moderado la severidad de la transición de una e tidad de
privile- comparación con las naciones trasatlánticas; y esto, por razones que
gios aristocráticos a un sistema de poder democrático, con lentas medi trataré de poner en claro.
das de reforma constitucional que, sin impedir la revolución, la han A juzgar por las historias constitucionales de las principales naciones
limitado alos caminos dela paz. Pero los países del continente "del mundo moderno, puede decirse que hay tres periodos de crecimien-
europeo
lucharon desesperadamente y durante largo tiempo contra todo cam- to por los cuales el gobierno ha pasado en todos los sistemas más des-
bio, y habrían querido evitar las revoluciones limando las asperezas del ¡arrollados entre los que existen, y por los cuales prometen pasar todos
los demás. El primero de estos periodos es el de los gobernantes absolu-
gobiernoabsoluto.Desearonperfeccionarsumaquinariadetalmanera
tos, y de un sistema administrativo adaptado a un gobierno absoluto; el
que suprimieran toda fricción; endulzar sus métodos tomando en con-
sideración los intereses de los gobernados para aplacar todo odio laten- ségundo es aquél en que se redactan constituciones que suprimen a los
te; y ofrecer tan asidua y oportunamente su ayuda a toda clase de em- gobernantes absolutos y los sustituyen por el gobierno popular, y en que
la administración se descuida en favor de estos intereses superiores; y
presas que se hicieran indispensables para los hombres laboriosos. Por
el tercero es aquél en que el pueblo soberano decide desarrollar la adrmi-
último, otorgaron al pueblo constituciones y votos; pero aun después
nistración de acuerdo con esta nueva constitución que lo ha llevado al
deesolograron seguir siendo despóticos, volviéndose paternalistas. Se
hicieron demasiado eficientes como para que se pudiera poder.
prescindir de Hoy se encuentran ala vanguardia en la práctica administrativa aque-
ellos; trabajaron demasiado tersamente como para que su operación se
llos gobiernos que terúan gobernantes todavía absolutos pero ya ilustra-
notara, demasiado ilustradamente como para ser cuestionados sin con-
dos cuando llegaron los días modernos de la iluminación política, cuan-
sideración, demasiado benévolos como para ser sospechosos, demasia- do fue evidente para todos, salvo para los ciegos, que los gobernantes
80 LAS PRIMERAS VOCES EL ESTUDIO DE LA ADMINISTRACIÓN 81
no son sino los servidores de los gobernados. En esos gobiernos, la nistración hubiese recibido la huella del principio liberal, la mejora ad-
administración se ha organizado para atender al bien general con la sen- ministrativa ha sido tardía y sólo parciañ cuanto una nación se ha
cillez y la eficacia que sólo pueden tener las empresas de una sola lanzado a la cuestión de fabricar constituciones, le resulta sumamente
voluntad. difícil cerrar esa empresa y abrir al público una oficina de adrministra-
Tal fue, por ejemplo, el caso de Prusia, donde la administración ha ción hábil y económica. No parece tener fin la manipulación de consti-
sido más estudiada y casi perfeccionada. Federico el Grande, tuciones. Una constitución ordinaria durará apenas unos 10 años sin
por severo
y autoritario que fuese su gobierno, se consideraba sinceramente como reparaciones ni adiciones; y el tiempo para los detalles administrativos
el principal servidor del Estado, y veía su alto tarda en Jlegar.
cargocomo delegado por el >
pueblo. El fue quien, edificando sobre los cimientos echados por su Desde luego, nuestros ejemplos son Inglaterra y nuestra propia pa-
padre, empezó a organizar seriamente el servicio público de Prusia, tria. En los días de los reyes angevinos, antes de que la vida consti-
como un servicio al pueblo. Su sucesor, Federico Guillermo III, no menos tucional hubiese echado raíces en la Carta Magna, las reformas jurídicas
absolutista... Ea su vez hizo avanzar aún más la labor, y administrativas empezaron a proceder con buen sentido y vigor bajo
planeando muchos
de los más generales rasgos estructurales que dan firmeza forma a la el impulso astuto, activo, dinámico e indomable del espíritu y la resolu-
y
actual administración prusiana. Casi todo este admirable sistema se ción de Enrique ll, y la iniciativa real pareció destinada en Inglaterra,
desarrolló por real. como en otras partes, a forjar a su voluntad el crecimiento del gobierno.
De origen similarSuela práctica, si no el Pero el impulsivo y errante Ricardo y el débil y despreciable Juan no eran
plan, de la moderna admi-
nistración francesa,)con sus divisiones simétricas de territorios sus los apropiados para llevar adelante planes como los desu padre. Duran-
y
ordenadas gradaciones de cargos. Los días de la Revolución -de la te sus reinados, el desarrollo administrativo cedió ante las luchas cons-
Asamblea Constituyente- fueron días de redactar constituciones, titucionales, y el Parlamento fue rey antes que ningún monarca inglés
pero
sería difícil llamarlos días de hacer constituciones. La Revolución anun- hubiese tenido el genio práctico o la conciencia ilustrada para diseñar e
ciaba un periodo de desarrollo constitucional -el implantar formas justas y perdurables del servicio civil del Estado.
ingreso de Francia en
el segundo de esos periodos que he enumerado-
pero no lo inauguró A consecuencia de lo anterior, la estirpe inglesa ha estudiado durante
propiamente. Interrumpió y derrocó al absolutismo, pero no lo destru- argo tiempo y con éxito el arte de doblegar al Poder Ejecutivo, pero con
yó. Napoleón sucedió a los monarcas de Francia para ejercer un poder n constante olvido del arte de perfeccionar los métodos ejecutivos. Se
tan ilimitado como el de ellos. ha esforzado mucho más por controlar el gobierno que por vigorizarlo.
Por consiguiente, la remodelación de la administración francesa e ha preocupado más por hacer justo y moderado el gobierno que por
por
Napoleón es mi segundo ejemplo perfeccionamiento de la maqui acerlo fácil, bien ordenado y eficiente. La historia política de Inglaterra
naria civil por la sola voluntad de un gobernante absoluto, antes del alba [y de los Estados Unidos no ha sido unahistoria de desarrollo adminis-
de una época constitucional. Ninguna voluntad común tralivo, sino de revisión legislativa: no de progreso de la organización
y popular ha-
bría podido tomar disposiciones como las que gubernamental, sino de avance de álegislación y de la crítica política.
Napoleón ordenó. Arre-
glos tan sencillos a expensas de los prejuicios locales, tan lógicos en su Por consiguiente, hemos llegado a un tiempo en que son imperativa-
influencia sobre la elección popular, pudieron ser decretados mente necesarios el estudio y la creación administrativas para bienestar
por una
Asamblea Constituyente, pero sólo pudieron ser establecidos de nuestros gobiernos, lastrados por los hábitos de un largo periodo de
por la
autoridad ilimitada de un déspota. El sistema del año vu era fabricar constituciones. Ese periodo prácticamente se ha cerrado en lo
implaca-
blemente completo y perfecto. Además, en gran tocante al establecimiento de principios esenciales, pero no podemos
parte constituyó un
regreso al despotismo derrocado. disipar su atmósfera. Seguimos criticando, cuando deberíamos estar
Por otra parte, entre aquellas naciones que entraron en un creando. Hemos llegado al tercero de los periodos que he mencionado,
periodo de
creación de constituciones y de reforma popular antes de a saber: el periodo en que el pueblo debe desarrollar una administración,
que la admi-
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de acuerdo con las constituciones que se ganó en un
periodo anterior de demasiado rígidos. Habrá toda una sucesión de resoluciones aplicadas
lucha con el poder absoluto; pero no estamos preparad
os para la tarea. durante el curso de los años, un diluvio de órdenes pasando por toda
Semejante explicación parece ofrecer la única salida de nuestro asom- una gama de modificaciones.
bro ante el hecho de que, pese a nuestras grandes ventajas en materia de
En el gobierno, como en la virtud, lo más difícil es lograr progresos.
libertad política, y sobre todo de habilidad y sagacidad
política prácti-
cas, tantas naciones nos lleven ventaja en habilidad y organización ad-
Antes, larazón era que el soberano único era egoísta, ignorante
y tímido, o tonto, aunque de vez en cuando apareciera uno sabio. Hoy,
ministrativas. Por ejemplo, ¿por qué apenas hemos empezad a
o purifi- la razón es que los muchos, el pueblo, que son el soberano, no tienen un
car un servicio civil que estaba podrido hace ya 50 años? Decir
que el solo oído al que nos podamos acercar y son egoístas, ignorantes, tímidos,
problema de la esclavitud nos distrajo es sólo repetirlo que ya he dicho: obcecados o tontos, con el egoísmo, la ignorancia, la obcecación, la timi-
que ciertas fallas de nuestra propia constitución nos retrasaron. dez olas tonterías de varios miles, aunque haya centenares de sabios. En
Por supuesto, toda preferencia razonable se declararía en favor de
un tiempo, la ventaja del reformador era que la mente del soberano te-
este curso de la política inglesa y estadunidense no,
y por ejemplo, por nía un lugar definido: estaba contenida enla cabeza de un solo hombre y,
el de algún país europeo. No nos gustaria haber tenido la historia de
Prusia sólo para contar con la habilidad administrativa por consiguiente, se podía llegar a ella, aunque su desventaja era que esa
prusiana, cuyo mente aprendía sólo con renuencia o en pequeñas dosis, ose hallaba bajo
particular sistena de administración nos sofocaría. Más vale ser impre- la influencia de algún otro que apenas leA permtia aprender las cosas
parado y libre que servil y sistemático. Sin embargo, no puede negarse erróneas. Hoy, por lo contrario, erféformador: sedesconcierta
que sería mejor ser a la vez libre de espíritu y eficiente en la práctica. Es hecho de que la mente del soberano no tiene un lugar definido, sino que
esta preferencia, aún más razonable, la que nos mueve a descubrir lo
que está contenida en una mayoría de votantes compuesta de varios millo-
pueda obstaculizarnos o retrasarnos en nuestro esfuerzo por naturalizar nes de cabezas; y le obstaculiza el hecho de que la mente de este soberano
aquí esta tan codiciada ciencia de la administración. también está bajo la influencia de favoritos, que lo siguen siendo en el
Entonces, ¿qué es Jo que puede evitarlo?
viejo sentido de la palabra, porque no son personas sino opiniones pre-
Principalmente, la soberanía popular. Organizar la administración es concebidas; es decir, prejuicios, conlos que no se puede razonar porque
la
más difícil paa 1 democracia que para la monarqu Lo
ía. completo de no son hijos de la razón.
nuestros triunfos políticos, de los que más nos
enorgullecimos en el Doquiera que el respeto a la opinión pública es un primer principio
pasado, hoy nos causa embarazo. Hemos entronizado a la opinión pú- de gobierno, la reformaa práctica debe ser lenta, y toda reforma debe estar
blica. Y tenemos prohibido esperar durante su reinado a
que el soberano llena de negociaciones yregateos.Puesdondequieraqueexis opinión
aprenda pronto la experiencia ejecutiva o Jas condiciones de una balan-
ta
za de gobierno del todo funcional. El hecho mismo de pública, ella debe reinar Estees]hoy un axioma en la mitad del mundo,
que hayamos
realizado por entero el gobierno popular ha hecho tanto más difícil la y eslá a púnto de ser creído hasta enRusia.Todoel que quiera efectuar
un cambio en un gobierno constitucional moderno, debe educar prime-
tarea de organizar ese gobierno. Para lograr
algún progreso debemos ro asus conciudadanos para que deseenalgún cambio. Una vez logrado
instruir persuadir a este monarca multitudinario llamado la
opiñión ¡ esto, tendrá que persuadirlós de que deseen el cambio particular que él
pública, empresa mucho menos fácil que influir sobre un único monarca mismo desea. Antes deberá hacer que la opinión pública esté dispuesta
llamado rey. Un soberano individual adoptará un
plan sencillo y lo a escuchar y en seguida hacerle oír las cosas correctas. Después deberá
aplicará directamente: sólo tendrá una opinión y encarnará esa opinión
en una orden. Pero este otro soberano, el pueblo, tendrá una veintena de empujarla a que busque una opinión y Juego lograr que en su camino
distintas opiniones. No podrá ponerse de acuerdo en nada sencillo todo aparezca la opinión correcta.
El primer paso no es menos difícil que el segundo. En cuestión de
avance deberá lograrse por medio de negociaciones
y las diferencias, recortando planes y suprimiendo
y regateo, zanjando opiniones, la posesión constituye más de nueve puntos de la ley. Es casi
principios que sean imposible desalojarlas. Instituciones que una generación considera co-
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técnico por el
pio, la siguiente generación las honra como la aproximación más cerca- muy por encima del prosaico nivel del simple detalle
hecho de que, por obra de sus más grandes principios, la administración
na posible a ese principio, y la siguiente les rinde culto como el principio
mismo. Se necesitan apenas tresgeneraciones para llegar a la apoteosis. está directamente conectada con las máximas perdurables de la sabidu-
El nieto acepta el vacilante experimento de su abuelo como parte inte- ría política, con las verdades permanentes del progreso político.
gral de la constitución inmutable de la naturaleza. Él objetd del estudio de la administración es salvar los métodos eje- >,
Aun si tuviésemos una clara visión de todo el pasado político y pu- cutivos de la confusión y el costo del 4experimento empírico, y colocarlo
diésemos formar con unas cabezas perfectiblemente instruidas unas sobre fundamentos profundamente basados en principios estables.
cuantas máximas de gobierno firmes, infalibles y plácidamente sabias Por razón, debemos considerar la reforma del servicio civil en sus
esta
en que pudiese resolverse toda doctrina política sana, ¿estaría dispuesto actuales etapas como mero preludio a una reforma administrativa más
hacer nombra-
el país a dejarse guiar por ellas? Tal es la pregunta. El gueso de la huma- completa. Hoy estamos rectificando los métodos para
nidad es rígidamente afilosófico, y hoy el grueso de la humanidad tiene mientos; debemos seguir adelante para ajustar mejor las funciones eje-
Y erecho al voto na verdad debe e no sino hasta cutivas y para prescribir mejores métodos de organización y acción
ejecutivas. Por ello, la reforma del servicio civil sólo es
se levanta a trabajar muy una preparación
/común antes de que sea vista por pueblo que
el
temprano por las mañanas; y no actuar de acuerdo con esa verdad cau- moral para lo que ha de seguir. La reforma está aclarando la atmósfe-
/ sará
grandes y penosos inconvenientes antes de que ese mismo pueblo ra mora] dela vida oficial al establecer la santidad del cargo público como
se resuelva a actuar de acuerdo con ella. un depósito de la confianza pública y, al hacer que el servicio esté libre
¿Y dónde es este afilosófico grueso de la humanidad más variado en de partidismos, está abriendo el camino para realizarlo de manera obje-
su composición que en los Estados Unidos? Par ocer la mentalidad tiva. Al endulzar sus motivos, está haciéndolo capaz de mejorar sus
pública de este país, necesitaríamos conocer la mente, no sólo de los métodos de trabajo.
estadunidenses de vieja cepa, sino también de los irlandeses, los alema- Permítaseme explayarme un poco sobre lo que he dicho del ámbito
nes, los negros. Para que la nueva doctrina pueda afirmar el pie, debe- de la administración. Lo más importante que se debe observar es la
remos influir sobre mentes forjadas en todo molde de razas, mentes que verdad en la que ya tanto y tan bien han insistido nuestros reformadores
han heredado todas las tendencias del ambiente, forjadas por las histo- del servicio civil, a saber, que la administración se encuentra fuera de la
rias de multitud de naciones, cálidas o heladas, cerradas o extendidas sfera propia de la política. as cuestiones administrativas no son cues
por casi todos los climas del mundo. tiones políticas. Aunque la política fija las tareas de la administración,
Hasta aquí, pues, la historia del estudio de la administración y de las
ésta no debe tolerarque se manipulen.sus funciones.
condiciones peculiarmente difíciles en que deberemos abordarla, si en-
Esta es una distinción de alta autoridad; eminentes escritores alema-
tramos en ella, ¿Cuál es, entonces, el tema de este estudio, y cuáles son
nes insisten en ella como algonatural.Por ejemplo, Biuntschli nos pide
sus objetos característicos? del derecho? La
separar la administración, tanto de la política como
dice, es la actividad del Estado "en cosas grandes y universa-
política,
les", mientras que, "por otra parte, la administración es la actividad del |
nera de dividir la autoridad sin manipularla y la responsabilidad sin Justo aquí entramos en el campo de esa pregunta, aún más grande:
oscurecerla. Y esta cuestión de la distribución de la autoridad, cuando
se lleva a la esfera de las funciones supremas y originadoras del gobierno 7
/ la de las relaciones apropiadas entre la opiniónpública y la adminis-
tración.
es, Obviamente, una cuestión constitucional fundamental. Si el estudio Quiénn se le dará la confianza oficia] y por quién será recompensa-
administrativo puede descubrir los mejores principios en los cuales da? ¿Debe el funcionario centrar en el público su necesidad de elogio y
basar semejante distribución, habrá hecho un servicio inapreciable al su deseoaude un ascenso o sólo en la oficina de su superior? ¿Se debe
estudio constitucional. Estoy convencido de que Montesquieu no dijo llamar al pueblo para imponer la disciplina administrativa, asícomo se
la última palabra al respecto. le llama a fijar los principios constitucionales? Estas preguntas eviden-
Descubrir el mejor principio para la distribución de la autoridad es temente tienen sus raíces en el que es, sin duda,
de mayor importancia, quizá, en un sistema democrático, donde los tal de todo este estudio: ¿qué parte debe tener la o ica en a
funcionarios sirven a muchos señores, que en otros, donde sólo sirven a conducción de la administración?
unos cuantos. Todos los soberanos desconfían de sus servidores, y el a respuesta correcta parece ser que la opinión pública debe desem-
">
pueblo soberano no es excepción a la regla; pero, ¿cómo disipar sus peñar el papel de crítico autorizado.
sospechas mediante el conocimiento? Si esa desconfianza pudiera con- Pero,¿cua será el métodó.con el que la autoridad deberá hablar? Nues-
vertirse en una sabia vigilancia, sería muy saludable; si esa vigilancia se tra peculiar dificultad estadunidense al organizar la administración no
viera ayudada por la asignación inconfundible de responsabilidades, está en el peligro de perder la libertad, sino en el peligro de no estar
sería ciento por ciento benéfica. La desconfianza en sí misma nunca es dispuestos ni capacitados para separar sus hechos esenciales de sus
sana, nien la mente privada ni en la pública. Confianza es fuerza en todas simples accidentes. Nuestro éxito se torna dudoso por ese eterno error
las relaciones. de la vida; y así como el cargo de reformador const1 nuestro: el de tratar de hacer demasiadas cosas por medio del voto. El
tucional consiste en crear condiciones de confianza, así corresponde al autogobierno no consiste en meter la mano en todc, asícomo el gobierno
organizador administrativo crear en la administración unas condicio- de una casa no consiste necesariamente en preparar Jos alimentos con
nes de responsabilidad bien definida que aseguren que es digna de nuestras propias manos. A la cocinera debe dársele un gran poder dis-
confianza. crecional en cuanto a la administración del fuego y de la estufa.
Y permitaseme decir que los grandes poderes y la discrecionalidad En aquellos países en que aún habrá que instruir sobre sus privilegios
sin-obstáculos me parecen condiciones indispensables de la responsa- a la opinión pública, y sin embargo acostumbrarla a hacer las cosas a su
bilidad..La atención pública debe ser fácilmente dirigida, en cada caso manera, esta Ccuestión de la esferade Ja opinión pública es mucho más
de buena o de mala administración, hacia el hombre merecedor de elo- fácil de resolver que en este país, donde la opinión pública está1 muy
gio o de censura No haypeligro en el poder si no es irresponsabl ade despierta y dispuesta a hacer las cosas, de todos modos, a su manera
está dividido,asignado en partes muchos, queda oscurecido; y si
Cca Resulta palético ver todo un libro escrito por un profesor alemán de
da oscurecido, se torna irresponsable. Pero si está centrado en los jefes ciencias políticas con el propósito de decir a sus conciudadanos: "Por
del servicio y en los jefes de las ramas del servicio, fácilmente se le vigila favor, fórmense una opinión acerca de los asuntos nacionales"; pero de
-7
ysele trae a cuentas. Siun-hombre quiere conservar su cargo, debe lograr un público tan modesto, al menos puede esperarse que sea muy dócil y
ahierto hongado, y si al mismo tiempo siente que se le ha
confiado una gran libertad para su ejercicio discrecional, cuanto mayor
dispuesto a aprender de qué cosas no tiene derecho a pensar y hablar
imperativamente. Podrá ser erezoso, pero no será entrometido. Se so-
sea su poder es menos probable que abuse de él y tanto más se sentirá , meterá a ser instruido2antesENde tratar de instruir. Su educación política
alentado, moderado y elevado por él. Cuanto menor sea su poder, más vendráantesSsque-su-actividad política Yal tratar.de instruir a nuestra
seguramente oscuro e inadvertido sentirá que es su cargo, y con más fa- propia opinión pública, estaremos ante un discípulo dispuesto a creerse
cilidad caerá en la pereza. lo bastante instruido de antemano.
91
EL ESTUDIODE LA ADMINISTRACIÓN
90 LAS PRIMERAS VOCES
reflexivos que es una inicia-
característica, les parece muchos hombres
El problema consiste en hacer que la opinión pública sea eficiente, sin elementos combinarse para formar una
en la supervisión de los tiva que contiene que pueden
que sea entrometida. EEercida directamente, clase oficial ofensiva, un cuerpo distinto, semicorporativo, cuyas
sim-
detalles cotidianos y en la elección de los medios diarios del gobierno, de
de las de un pueblo progresista y espíritu
la crítica pública es, desde luego, un verdadero fastidio, como un rústico patías estarán divorciadas
estrechez de un burocratismo intrarr
al que se le confiara una maquinaria delicada. Mas, ara las libre, con corazones ajustados a la
clase sería odiosa y dañina en los Estados
grandes fuerzas de la va tanto en la plítica como en la sigente. Sin duda, semejante reaccionaria
administración, crítica pública es por completo sana y benéfica y, de Unidos.Todamedidadestinadaaproducirlanos parecería
hecho, indispensable. Dejemos que el estudio administrativo encuentre y de locura. dominante y no liberal
los mejores medios de dejar este control a la crítica pública y de excluirla Pero temer a la creación de un burocratismo
de vista por
de toda otra interferencia. como resultado de los estudios que propongo es perder
Ese pricio es que
Pero, ¿se ha cumplido con todo el deber del estudio administrativo com leto el principio en el que más deseo insistir.
debe en todos los punt
cuando se ha enseñado a la gente cuál tipo de administración debe la administración en los Estados Unidos ser,
de funcionarios debida-
desear y exigir y cómo obtener lo que exige? ¿No habría que pasar a sensible a Ta Copinión pública, 1Un orgánismo
es algo que
preparar a os candidatos para el servicio púio? mente preparados que sirvan mediante su buena conducta,
de empresa. Pero el
Existe hoy, en este país, un movimiento admirable en favor de la en todo caso necesitamos: es una clara necesidad
educación política universal. Pronto llegará la hora en que ninguna al estadunidense
temor de que semejante organismo sea ajeno espíritu
universidad respetable pueda prescindir de una cátedra dignamente se desvanece en el momento mismo en que pregunta: ¿qué constituye
se
así impartida sólo llegará lleva consigo su
ocupada de ciencia política. Pero la educación una buena conducta?, pues esa pregunta obviamente
hasta cierto punto. Multiplicará el número de inteligentes críticos del lealtad firme y sincera a la política del gobierno
de administradores.
propia respuesta. Una Esa política no tendrá
gobierno, pero no creará un cuerpo competente al que sirven constituirá una buena conducta.
Allanará el camino aj desarrollo de un conocimiento sólido de los prin- . No será creación de funcionarios
nte generará la capa- ninguna mancha de burocratismo ante la opinión
cipios generales de gobierno, pero no necesariame permanentes, sino
de estadistas cuya responsabili dad
cidad de dirigirlo. Es una educación que tal vez equipe a los legisladores, será directa e inevitable. La burocracia sólo puede existir
cuando
pública
pero no a los funcionarios ejecutivos. Si queremos mejorar
la opinión común del
todo el servicio del Estado está lejos de la vida política pueblo,
es la fuerza motriz del debemos preparar mejores sus objetos,
pública, que gobierno, tanto sus jefes como los que forman sus filas. Sus motivos,
funcionarios como aparato del gobierno. Si queremos colocar nuevas Sería difícil señalar
su política, sus normas, tienen que ser burocráticos.
calderas y mantener vivo el fuego que impulsa nuestra maquinaria gu- de exclusividad arbitrariedad descaradas de parte de los
ejemplos y
bernamental, no debemos dejar que las antiguas ruedas y válvulas y de un jefe de departa-
zumbando lo mejor que pue- funcionarios que prestan servicio a las órdenes
pistones y bandas continúen crujiendo y mento que en realidad sirve al pueblo, como deben hacerlo todos nues-
dan a las órdenes de la nueva fuerza. Debemos poner nuevas partes Por otra sería [ácil mostrar otros ejem-
Será necesario organi- tros jefes de departamento. parte,
doquiera que haya escasez de fuerza o de ajuste. de la influencia de Stein en Prusia, donde el liderazgo de
zar la democracia enviando a hombres definitivamente bien preparados plos, como el
transformó unos
un estadista imbuido de un auténtico espíritu público
alos exámenes de oposición para el servicio público para que presenten
será indispensable un cargos arrogantes y pasajeros
en instrumentos de gobierno justo imbui-
pruebas sobre su conocimiento técnico. Pronto
dos del espíritu público.
servicio civil que haya recibido una educación verdaderamente técnica. autosuficiente
Yo sé que un cuerpo de servidores civiles preparados y capacitados Para nosotros, lo ideal es un servicio civil tán culto y
sentido y con vigor, y que sin embargo esté tan
de manera especial después de su nombramiento hasta formar una or- que actúe con buen medio de
la disciplina infimamente relacionado con pensamiento popular, por
el
ganización perfeccionada, con la jerarquía apropiada y
EL ESTUDIO DELA ADMINISTRACIÓN 93
92 LAS PRIMERAS VOCES
estructural. Un hombre libre
elecciones y de constante asesoramiento público, que considere absolu- y eficientes, deben tener una gran semejanza
tamente improcedente toda arbitrariedad o espíritu de clase. tiene los mismos órganos corporales, las mismas partes ejecutivas que
un esclavo, por muy distintos que puedan ser sus motivos, sus servi-
cios y sus energías. Monarquías y democracias, radicalmente distintas
tienen asuntos muy semejan-
71 que sean en otros aspectos, en realidad
tes que atender.
real semejanza de todos los
Después de haber revisado en cierto modo el tema y objetos
de estudio Hoy ya no hay peligro en insistir en esta
son días en fácilmen te se exponen y contie-
de la administración, ¿qué debemos concluir acerca de los métodos más gobiernos, porque éstos que
los abusos del en como el nuestro, con una
ropiados para ella, sus vista más ventajosos? nen todos poder países
El gobierno está tan cerca de nosotros, es algo que forma parte hasta mentalidad pública audaz, alerta e inquisitiva, y con una autodepen-
tal punto de nuestro quehacer cotidiano, que nos resulta difícil ver la dencia popular tan robusta como nunca existió antes. Somos lentos
necesidad de que se le estudie desde una perspectiva filosófica, o siquie- en apreciar esto, pero no es difícil verlo. Inténtese imaginar un gobier-
no personal en los Estados Unidos. Es como pretender imaginar un
cul-
ra el propósito exacto de ta] estudio, en caso de emprenderse. Llevamos
de to nacional a Zeus. Nuestra imaginación es demasia do modern a para
ya de pie demasiado tiempo como para estudiar apenas ahora el arte
caminar. Somos un pueblo práctico, hecho tan apto, tan adepto al auto- aceptarlo.
Pero además de la seguridad, es necesario ver que en todos los gobier-
gobierno por siglos de preparación experimental, que casino podemos
nos por igual los fines legítimos de la administración son los mismos,
percibir ya la torpeza del sistema particular que podemos estar utilizan-
de buscar instrucciones y sugerencias
do, simplemente porque nos es muy fácil emplear cualquier sistema. No para que no nos atemorice la idea
estudiamos el arte de gobernar: gobernamos. Pero ni siquiera unos ge- en sisternas extranjeros de administración; para librarnos de la apren-
nos no preparados para la administración nos salvarán de cometer sión de que, por casualidad, fuésemos a tomar a ciegas algo incompati-
tristes errores en materia de administración. Aunque demócratas por ble con nuestros principios. Están ciegos y extraviados quienes denun-
una larga herencia y por repetida elección, aún somos unos demócratas cian que hay intentos de trasplantar sistemas extranjeros a este país. Es
n no ha-
muy verdes. Por muy vieja que sea la democracia, su organización sobre imposible, pues simplemente no crecería aquí. Mas, ¿por qué
una base de ideas y condiciones modernas sigue siendo una labor incon- bríamos de emplear aquellas partes de las invenciones extranjeras de
de algún modo? No estamos en
clusaffeTEstado democrá
tico aún tiene que equiparse para soportar esas que carecemos, si nos pueden servir
el
enormes cargas de la administración que las necesidades de esta época peligro de utilizarlas de un modo ajeno. Trajimos de otros lugares
no lo comemo s con Trajimos todo nuestro idioma
industrialy comercial están acumulando con tal rapidez. Sin estudios arroz, pero palillos.
las palabras "rey" y "lord". ¿Qué
-<Omparativos de gobierno, no podemos librarno
s del error de que la político de Inglaterra, pero excluimos
ración se bre una base esencialmente distinta en un originamos aquí, salvo la acción del gobierno federal sobre los particu-
Estado democrático, de aquella en que se levanta en un Estado no de- lares, y algunas de las funcione s de la Suprema Corte federal? -.
mocrático. Podemos tomar prestada la ciencia de la administración con seguri-
Después de tal estudio, podremos conceder a la democracia el honor dad y provecho con sólo leer todas las diferencias fundamentales de las
de determinar en última instancia, por debate, todas las cuestiones esen- condiciones en sus lemas esenciales. Sólo tenemos que filtrarla por me-
ciales que afectan al bien público, de fundar todas las estructuras políti- dio de nuestras constituciones, que pasarla por el fuego lento de la crítica
cas enla voluntad general; pero sólo habremos encontrado una regla de y evaporar los gases ajenos a nosotros.
un
buena administración para todos los gobiernos por igual. Respecto a las Sé que en algunos espíritus concienzudamente patrióticos hay
oculto temor de que estudiar los sistemas europeos pueda mostrar nos
funciones administrativas, todos Jos gobiernos tienen una gran seme-
son mejores que algunos estaduniden-
Janza estructural; más aún, si se quiere que sean uniformemente útiles que ciertos métodos extranjeros
EL ESTUDIO DELA ADMINISTRACIÓN
9
LAS PRIMERAS VOCES
94 enseñarnos. Invente-
error, lo que los sistemas extranjeros iengan que
ses, y no es difícil comprender ese
temor. Pero no quisiéramos recono-
mos así un peso de ajuste para nuestr o mélod o comp arativo de estudio.
sin
cerlo en cualquier compañía. Podremos escudriñar así la anatomía
de los gobiernos extranjeros
de todos los enferm eda-
Por todo ello, es tanto más necesario insistir en librarnos el temor de introducir en nuest ras venas alguna de sus