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Asertividad y Resolucion de Conflictos en Adolescentes
Asertividad y Resolucion de Conflictos en Adolescentes
Asertividad en la adolescencia
La pasividad supone la cesión de los deseos y necesidades de uno ante los deseos o
necesidades del otro. Cuando los adolescentes se comportan de forma pasiva, no
confrontan, hacen cosas que no quieren hacer por evitar un conflicto, y sacrifican sus
deseos y necesidades por preservar el vínculo con las otras personas. A corto plazo
evitan el conflicto pero, a largo plazo acumulan una enorme frustración bastante difícil
de tolerar.
En el otro extremo nos encontraríamos las conductas agresivas. Estas tienen que ver con
la imposición de los deseos y necesidades de uno ante los deseos y necesidades de los
demás. A los adolescentes que emiten conductas agresivas en la resolución de
conflictos, les cuesta empatizar, difícilmente ceden, y les cuesta tener en cuenta los
deseos del otro. Priman sobre todo sus necesidades y las imponen en el vínculo. A corto
plazo suelen conseguir lo que desean pero, a largo plazo se encuentran con vínculos
poco elaborados, en los que los demás suelen someterse y manifestar poco sus deseos.
Lo más común es que los demás acaben por abandonar el vínculo cansados de sacrificar
su bienestar por el otro.
Lo que habría que trabajar en este caso son las ideas previas de las que
parte su hijo. Probablemente muy relacionadas con la sensación de que la
culpa la tienen los demás y que para salirse con la suya a veces hay que pisar
a los demás. Es importante que el adolescente analice las consecuencias de
su conducta. Es probable que llegue a ver que no le compensa tanto como él
piensa pasar por encima de los demás si luego eso produce rechazo. Si se le
ofrece un modelo donde puede lograr cosas que él desea, si son razonables,
manteniendo una relación positiva con los demás, puede que se decida a
cambiar su estilo de comunicación. Hay que tener en cuenta que detrás de
esa agresividad muchas veces hay dolor por no sentirse aceptado o
comprendido. Por eso es importante que vea que la asertividad puede
ayudar a cubrir esa necesidad.
Por tanto, si se le plantea un modelo asertivo donde puede decir que “no” sin
sentirse culpable donde además se mantiene el respeto hacia los demás, el
adolescente pasivo que lo pasa tan mal querrá aprender una manera nueva
de comunicarse donde obtendrá más beneficios de los que obtiene siendo
pasivo.
Independientemente del estilo de comunicación (pasivo, sumiso, agresivo)
del que un adolescente parta, siempre van a poder aproximarse a un estilo
más asertivo. Lo mantendrán en el momento que descubran que obtienen
más ventajas que desventajas.