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3. Evaluación de la exposición
¿Cuál es la intensidad y la duración o frecuencia de la exposición a un agente?
En una evaluación de riesgos del efecto de las sustancias químicas, generalmente se examinan los
efectos tóxicos potenciales para cada una de las posibles vías de exposición y poblaciones
Poblaciones:
Trabajadores (expuestos ocupacionalmente)
o Exposición prevista durante la semana de trabajo: 8 horas diarias, 5 días por semana
o Proporción de la población general relativamente saludable
o Vías de exposición: normalmente solo por inhalación y dérmica.
Consumidores (expuestos a productos de consumo minorista)
o Exposición intermitente; necesita ser estimada
o Exposiciones que no se pueden controlar bien
o Vías de exposición: oral, por inhalación y/o dérmica.
Población humana expuesta indirectamente a través del ambiente
o Exposición durante las 24 horas del día, los 365 días del año
o Incluye grupos débiles y enfermos; por ejemplo, niños y ancianos
o Vías de exposición: oral, por inhalación y/o dérmica.
Redactores:
José Bartual Sánchez
Dr. en Ciencias Químicas
Xavier Guardino Solá
Dr. en Ciencias Químicas e Ingeniero Químico IQS
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La acción preventiva primaria que es propia de la Higiene Industrial se vería enormemente dificultada
si no se dispusiera de criterios para evaluar la situación, es decir, de referencias con las que
comparar la calidad ambiental de una situación determinada para opinar sobre la misma y decidir, en
su caso, las medidas preventivas que es más adecuado poner en práctica. Aunque no debe
confundirse un criterio de valoración con una reglamentación de carácter administrativo, en la
práctica, y especialmente en nuestro país, coexisten criterios de evaluación de carácter científico y
finalidad orientativa y normas administrativas concretas para determinados contaminantes.
Conceptos generales
En Higiene Industrial se entiende por Criterio de Valoración la norma con la que comparar los
resultados obtenidos al estudiar un ambiente de trabajo, para tener información del riesgo que para la
salud puede entrañar el mismo. La norma puede ser tanto un reglamento o legislación que hay que
cumplir, como una información estrictamente técnica de reconocida solvencia que se utiliza como
referencia.
Cuando se procede a la evaluación de contaminantes en un lugar de trabajo se obtienen unos
valores numéricos que suelen expresar las concentraciones presentes de aquéllos. Estos datos,
junto con el tiempo durante el cual las personas se hallan en contacto con estos contaminantes
configuran lo que se entiende por exposición. En ciertos casos deben ser tenidos en cuenta otros
datos complementarios como son el tipo de trabajo, hábitos personales, etc. La comparación de la
exposición al contaminante con lo propuesto en el criterio de valoración define el riesgo para la salud
según este propio criterio de valoración.
El establecimiento de los valores que se proponen en el criterio de valoración se basa en información
obtenida a partir de estudios epidemiológicos, estudios toxicológicos experimentales con animales,
especulaciones químico-toxicológicas y ensayos con voluntarios en casos en que se miden efectos
tóxicos menores. El diseño y la aplicación de un criterio de valoración implica la definición de dos
cuestiones básicas relacionadas entre sí: qué efecto máximo sobre la salud se establece como
"admisible" y qué porcentaje de la teórica población expuesta se está realmente protegiendo con
dicho establecimiento, teniendo en cuenta las diferentes respuestas que para distintas personas
provoca una misma exposición a un contaminante. La concreción de estos aspectos sentará las
bases para la definición del criterio de valoración.
El efecto máximo permisible sobre la salud que se admite cuando se establece el criterio implica un
valor de dosis máxima tolerable o admisible. Una vez se dispone de este valor, y habiendo definido
unas condiciones de trabajo estandarizadas, se proponen unos valores límites ambientales
estimados a través de la relación entre concentración ambiental y dosis. Los valores límites
ambientales que se definen en un criterio de valoración pueden enfocarse básicamente desde dos
puntos de vista: como unos valores máximos que no deben sobrepasarse en ningún momento,
conocidos como valores techo, o bien como unos valores promedio máximos permisibles de
exposición a lo largo de un tiempo, por ejemplo 8 horas/día, 40 horas/semana, 1 mes, 1 año o toda
una vida laboral.
El hecho de que los criterios de valoración utilicen uno u otro enfoque para su definición es
importante, entre otros aspectos, por la incidencia que ello tendrá en el planteo de la evaluación
ambiental de los contaminantes. En la práctica existen criterios que utilizan el primer punto de vista,
otros que utilizan el segundo, con limitaciones para evitar que se admitan valores muy altos de
concentración para cortos espacios de tiempo, y otros que utilizan ambos de manera complementaria
según las características de cada contaminante.
Los criterios de valoración, excepto en aquellos casos en que se trate de reglamentos que deben
cumplirse, deben tomarse como una referencia orientativa de la medida efectuada. Nunca deben
considerarse como una frontera entre condiciones seguras y peligrosas y cuando se proceda a su
aplicación deberán tenerse siempre en cuenta los factores que puedan modificar la exposición real al
contaminante.
Los valores admisibles de concentraciones ambientales de los diferentes países sólo coinciden en
parte, debido a que su definición no corresponde a criterios semejantes. En líneas generales, la
fijación de concentraciones admisibles de contaminantes químicos en aire ha seguido dos tendencias
principales, representadas por los criterios adoptados en USA y en la URSS. Independientemente de
la consideración de factores tecnológicos y económicos en el establecimiento de algunos de los
valores límites ambientales en USA y que apenas tiene reflejo en los valores adoptados en la URSS,
existen discrepancias entre los criterios básicos que sustentan los valores adoptados en ambos
países. Estas discrepancias se concretan en tres puntos:
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PEL de la OSHA
Los límites PEL están recogidos en el Título 29 del Código de Reglamentaciones Federales de USA,
Parte 1910.1000. En enero de 1989 se aprobó una nueva lista, que cubre unas 600 substancias, que
entró en vigor en septiembre del mismo año, con valores muy parecidos a los del NIOSH y, sobre
todo, a los de la ACGIH. La lista de valores límite de exposición permisibles (PEL) incluye:
Los "Time-Weighted Average" (TWA), definidos como la concentración promedio ponderada para 8
horas que no deberá ser superada en ningún turno de 8 horas para semanas laborales de 40 horas.
Los "Short-Term Exposure Limit" (STEL), definidos como concentración promediada para períodos
de 15 minutos (si no se especifica otro período de tiempo) que no debe superarse en ningún
momento de la jornada de trabajo.
Los valores "Ceiling" como niveles de concentración que no deben ser superados en ningún
momento de la jornada de trabajo. Éstos pueden ser determinados como valores promediados para
períodos de 15 minutos en los casos en que no sea factible una medida instantánea. La relación de
valores PEL también incluye una notación específica para las substancias con capacidad de
absorción por vía dérmica.
Para el establecimiento de la nueva lista de valores PEL se ha considerado la información publicada
con anterioridad y ampliamente aceptada de los REL desarrollados por el NIOSH y los TLV
publicados por la ACGIH. Los valores adoptados tienen en cuenta tanto la información médica del
riesgo para la salud como la factibilidad tecnológica y económica.
La lista de valores REL es bastante más reducida que la formada por los valores de la OSHA o de la
ACGIH. Los valores REL incluyen dos tipos de límites:
Los "Time-Weighted Average" (TWA), definidos como valores de exposición promediados durante
períodos de hasta 10 horas, si no se indica otra duración.
Los "Ceiling", definidos como valores de exposición máxima, con referencia explícita a períodos de
15 minutos o inferiores.
La lista de valores REL incluye notaciones específicas para substancias cancerígenas y substancias
con capacidad de absorción dérmica.
TLV de la ACGIH
La ACGIH publica anualmente una relación de valores permisibles en el ambiente de trabajo (TLV)
para agentes físicos y químicos y unos índices de exposición biológicos (BEI). La propia asociación
divulga la información en que se ha basado para proponer dichos valores (Documentation of
Threshold Limit Values) siendo su conocimiento imprescindible para su correcta aplicación. Estos
valores son sólo unos límites recomendables y como tales deben ser interpretados y aplicados. Se
han establecido exclusivamente para la práctica de la Higiene Industrial y la propia ACGIH indica una
serie de casos en que no deben ser utilizados.
Los TLV (Valores Límite Umbral) para agentes químicos expresan concentraciones en aire de
diversas sustancias por debajo de las cuales la mayoría de los trabajadores pueden exponerse sin
sufrir efectos adversos. Se admite que, dada la variabilidad de respuestas individuales, un porcentaje
de trabajadores pueda experimentar ligeras molestias ante ciertas sustancias a estas
concentraciones, o por debajo de ellas e, incluso en casos raros, puedan verse afectados por
agravamiento de dolencias previas o por la aparición de enfermedades profesionales. Debido a los
variados efectos que las sustancias químicas pueden provocar en las personas expuestas, se
definen diferentes tipos de valores TLV.
ppm
CMP - C
CMP-CPT
CMP
1 2 3 4 5 6 7 8 Horas
15 Minutos 15 Minutos
MEZCLAS
1.2. Efectos Aditivos: Cuando estén presentes más de una sustancia peligrosa que actúe
sobre el mismo sistema u órgano se deberá considerar, a falta de información contraria,
como efecto aditivo de la siguiente forma:
C1 C2 C3
+ + < 1
CMP1 CMP2 CMP3
Son las sustancias que se presentan en forma particulada y se han denominado tradicionalmente
como "polvo molesto", pero no hay evidencia de efectos tóxicos específicos...
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Las partículas clasificadas como PNEOF son aquellas que no tienen amianto y menos del 1% de
sílice cristalina. Para reconocer los efectos adversos de la exposición a esta materia particulada no
tóxica se establecen y se incluyen en la lista de los valores límites umbrales adoptados una CMP de
10 mg/m3 para las partículas inhalables y de 3 mg/m3 para las respirables.
Para las sustancias químicas que se encuentran en el aire inhalado en forma de suspensiones de
partículas sólidas o gotículas, el riesgo en potencia depende del tamaño de las partículas así como
de la concentración másica a causa de:
• Los efectos del tamaño de las partículas sobre el lugar de deposición en el tracto respiratorio
• La tendencia a asociar muchas enfermedades profesionales con el material depositado en
determinadas regiones del tracto respiratorio.
Los valores límite selectivos por Tamaño de Partícula se expresan de las tres formas siguientes:
MUESTREO DE CONTAMINANTES
La fase fundamental de la evaluación es aquella que permite decidir sobre la existencia de una
situación inadmisible o tolerable para la salud laboral. Esta decisión ha de basarse en la
cuantificación del posible riesgo según los criterios higiénicos existentes normalmente aceptados.
El punto de partida para la determinación de un riesgo higiénico se realiza a través de mediciones o
toma de muestras, las cuales deben ser auténticamente representativas de las condiciones reales del
trabajo y de la exposición en cada puesto. Para ello se precisa conocer las diferentes técnicas de
muestreo, canto ambiental como biológico, a fin de facilitar la elección de una metodología adecuada
para la evaluación.
La toma de muestras en ambientes laborales persigue evaluar la exposición de los trabajadores a las
sustancias químicas en sus puestos de trabajo.
El fin de un muestreo medioambiental es medir, en un volumen de aire, una propiedad especifica o
inespecífica de los productos que se supone contiene. Dicha medida puede realizarse «in situ» o en
el laboratorio. Siempre debe existir total compatibilidad entre la propiedad que se desea medir y/o la
forma física de presentarse los contaminantes y la técnica de muestreo-análisis.
Para la realización de la toma de muestras de contaminantes químicos en el medio ambiente
industrial, es preciso tener en cuenta los siguientes puntos íntimamente relacionados entre si:
Tiempo para el cual está definido el límite de exposición o valor de referencia (TLV-TWA, TLV-C,
etc.).
Estado físico en el que se presentan los contaminantes y las propiedades que de ellos se quieren
medir.
Técnica de muestreo-análisis.
Estos tres puntos, junto con la estrategia de muestreo (número de muestras por jornada y su
duración), en función del objeto del estudio y la localización de las mediciones (ambientales o
personales), definen el tipo de instrumentación a utilizar.
El muestreo biológico intenta estimar la exposición a los compuestos químicos presentes en el
puesto de trabajo, analizando dichos productos o sus metabolitos en diversos especimenes
biológicos tomados del trabajador.
TOMA DE MUESTRAS
Medio ambiente:
Muestreo activo: todo sistema que fuerza el paso del aire a través de un dispositivo que
realiza una de las siguientes funciones:
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Muestreo Activo
GASES Y VAPORES
Colorimetritos:
• Papeles reactivos.
• Líquidos reactivos.
• Tubos indicadores con reactivo sólido.
• Mezcla de los anteriores.
Eléctricos.
Térmicos.
Electromagnéticos.
Quimielectromagnéticos.
Magnéticos.
AEROSOLES
Ópticos.
Eléctricos.
Piezoeléctricos.
Existen otros equipos colorimetritos de medida directa sin accionamiento, cuyo funcionamiento se
basa en los mismos principios que los equipos de muestreo pasivo que se explican en otra sección
posterior.
Ventajas
— Muy útil si se precisa la recogida de muestras de contaminantes desconocidos, gases inorgánicos,
hidrocarburos ligeros, freones, etc.
— Escasa manipulación de las muestras, evitándose los procedimientos de absorción y desorción.
— Se elimina en gran parte la posibilidad de reacciones en o entre los
contaminantes muestreados al no proceder a su concentración.
Inconvenientes
— Por tratarse de un sistema de muestreo que no concentra los contaminantes, pueden presentarse
problemas en el límite de detección, al depender este de la cantidad de muestra recogida.
— La relación coste-duración de las bolsas inertes es desfavorable.
— Los muestreos personales para determinar la CMP presentan inconvenientes derivados del difícil
transporte de la bolsa por el trabajador.
Soportes de Captación
Los tipos de soportes y sus características deben ser concordantes con el estado físico, naturaleza y
comportamiento de los contaminantes que se desean retener, dando lugar a muestras estables.
Asimismo, serán compatibles con las técnicas instrumentales que posteriormente se aplicaran en el
laboratorio.
Las cantidades de muestras recogidas son del orden de los microgramos, la calidad de los soportes y
reactivos usados deben evitar que cantidades tan pequeñas queden enmascaradas.
Los soportes de retención pueden ser: soluciones absorbentes, membranas y sólidos adsorbentes.
Las soluciones absorbentes fijan los contaminantes mediante procesos de solubilización u otras
reacciones químicas (neutralización, oxidación, reducción, etc.)
Se emplean distintos tipos de borboteadores (impingers) con el fin de conseguir un área de
contacto eficaz entre el aire contaminado y la solución absorbente, modificando el tamaño y
número de burbujas y la cantidad de solución.
En aerosoles líquidos el proceso de retención y concentración implica un mecanismo de dilución,
es suficiente con borboteadores con vástagos de un solo orificio. En gases o vapores se producen
reacciones químicas, siendo necesaria una mayor área de contacto.
Normalmente los borboteadores se utilizan en batería para:
o Aumentar la eficacia de retención.
o Disponer de testigos de saturación de la solución absorbente.
o Servir de trampa para prevenir averías por inundación en las bombas de aspiración.
En otros casos interesa que vayan precedidos por filtros de membrana para diferenciar distintas
formas de presentarse un contaminante.
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Las membranas porosas recogen muchos contaminantes particulados y se eligen según la técnica
de análisis, las características del contaminante, la humedad, etc. Los principales filtro son :
o Mezcla de esteres, de celulosa (nitrocelulosa y acetato de celulosa).
o Fibra de vidrio.
o Cloruro de polivinilo.
o Teflón.
o Plata.
o Celulosa.
Las membranas, según su tamaño, naturaleza y diámetro medio de poro, son dispositivos eficaces
para el muestro de polvos (inertes, metálicos y silicóticos), humos metálicos, aerosoles, fibras,
hidrocarburos policíclicos aromáticos, pesticidas, nieblas, etc.
Para poder manipular los filtros de membrana con facilidad se introducen en portafiltros (casetes)
de dos o tres cuerpos que contienen, en la mayoría de los casos, un soporte.
Si se analiza la fracción respirable se utiliza un Ciclón para separar las partículas de mayor tamaño
Los sólidos adsorbentes fijan los contaminantes gracias a su elevada actividad superficial.
Normalmente están contenidos en tubos de vidrio y distribuidos en su interior en dos
secciones diferenciadas, sirviendo la segunda de testigo. Se utiliza carbón activado, gel de
sílice, alúmina y polímeros porosos.
El muestreo con tubos adsorbentes es el mejor método de recolección de compuestos
potencialmente peligrosos presentados en el aire en forma de gases y vapores. La capacidad
de retención de estos sistemas de toma de muestras viene condicionada por la presencia de
otros compuestos que desplacen a los de interés.
Se adoptaran, en general, todas las medidas tendentes a evitar alteraciones en las muestras. Estas
se conservarán en nevera y se enviaran al laboratorio lo antes posible, sin mezclar muestras y
materias primas y adjuntando al menos un blanco por cada lote.
Del laboratorio, luego de distintas determinaciones, la masa (m) del contaminante que se está
midiendo, para obtener la concentración (c) del contaminante para poder comparar con los límites
recomendados (en las unidades correspondientes, mg/m3 o ppm):
m(mg )
c= = c( mg / l ) = c × 10 3 mg / m 3
V0 (l )
c (mg / m 3 ) × 24.45
c( ppm) =
PM
Muestreo pasivo
Es el muestreo para obtener muestras ambientales sin forzar el paso del aire a través del captador.
El fundamento teórico de estos dispositivos descansa en los fenómenos de difusión y permeación.
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Estos mecanismos explican, respectivamente, la tendencia que poseen las moléculas de un gas a
repartirse uniformemente en el seno del otro (primera ley de Fick) y la capacidad que tienen para
atravesar una membrana sólida con una permeabilidad especifica dada (ley de Henry).
En la práctica, los diferentes fabricantes comercializan modelos compuestos, con distintas
geometrías, sobre la base de ambos fenómenos.
MUESTREO BIOLOGICO
El control biológico persigue la medición de la absorción de los agentes químicos ambientales por
los trabajadores. Para poder cuantificar dicha impregnación se analizan, en muestras biológicas, los
agentes químicos o sus productos de biotransformación.
En el control biológico la muestra se obtiene directamente de un ser humano, debiéndose tener en
cuenta, por tanto, aspectos tales como consentimiento, ética medico-legal y normas jurídicas que
regulen el derecho a la intimidad personal.
Para garantizar la validez de los datos en la determinación de la exposición del trabajador, se
requiere una minuciosa planificación de determinados factores:
Características de la exposición (crónica, aguda, intermitente), ruta principal de penetración (piel,
inhalación, ingestión) y la naturalaza de otros agentes químicos en el lugar de trabajo.
Características de los agentes químicos o sus metabolitos en los trabajadores. En que órganos o
fluidos biológicos están presentes en cantidades mensurables (es decir, que muestra debe
tomarse) y tener algún conocimiento de la farmacocinesis de los agentes químicos en los seres
humanos (es decir, cuando debe recogerse la muestra).
Los valores BEI's desarrollados hoy en día se refieren a concentraciones de sustancias químicos en
aire exhalado, sangre y orina.
Bibliografía
NTP 244: Criterios de valoración en Higiene Industrial
http://www.insht.es/InshtWeb/Contenidos/Documentacion/FichasTecnicas/NTP/Ficheros/201a300/ntp_244.pdf
Decreto Nacional 351/79
Res SRT 295/03
Res SRT 953/2010
Res 861/15
Norma I.R.A.M. Nº 3625
Manual de Higiene Industrial – Fundación MAPFRE – Editorial MAPFRE