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Introducción.

El presente documento tiene como objetivo principal realizar un análisis reflexivo sobre el artículo

que tiene como título: Claves para la interpretación de los resultados. Los autores del artículo son

Félix Marín y María Isabel Sánchez. El artículo fue publicado en abril del año 2007 en la revista

Gestión práctica de Riesgos Laborales, número 37 y detalla puntualmente algunas claves y

procedimientos que permiten una correcta interpretación de resultados arrojados por la

realización de una evaluación de higiene industrial (Marín & Sánchez, 2007).

Como punto de partida, los autores del artículo identifican las cuatro operaciones en las que se

basa la metodología higiénica. Luego, hacen una lista de los diferentes tipos de agentes

ambientales potencialmente nocivos. Como siguiente punto, los autores describen el

procedimiento a seguir para evaluar la exposición de los trabajadores ante uno o varios agentes

ambientales nocivos. Los procedimientos para evaluar la exposición e interpretar los resultados

que se obtienen dependerán del tipo agente bajo estudio.

En la primera parte del presente documento, con base a la lectura del artículo, se identifican los

parámetros que se deben considerar en la correcta interpretación de los resultados de una

medición de riesgos higiénicos. Posteriormente, a partir de los elementos principales, que los

autores del artículo presentan, se realiza una reflexión del impacto que tiene esta interpretación

de resultados en la salud de los trabajadores. Finalmente se analiza la importancia de interpretar

correctamente los resultados de la evaluación de medición de riesgos higiénicos en el ambiente

laboral.

Desarrollo

Ante un contaminante, la metodología higiénica se fundamenta en 4 operaciones que se ejecutan

secuencialmente y que son: la identificación del contaminante, la medición de la dosis, la


evaluación de la exposición y el establecimiento de medidas de control (en caso de ser necesarias).

Para llevar a cabo la metodología higiénica e interpretar correctamente sus resultados es

necesario determinar los parámetros de interés que se deben tomar en cuenta en la etapa de

evaluación. Por lo tanto, se debe partir por la identificación de los agentes ambientales que

influyen en la salud y en las condiciones que se desarrolla la actividad laboral. Estos agentes

ambientales nocivos pueden ser de tres tipos: químicos, físicos y biológicos. En dependencia de la

actividad productiva, será necesario evaluar la exposición a un agente determinado utilizando

diferentes parámetros (Marín & Sánchez, 2007).

Para el caso de los resultados que se dan en la evaluación de la exposición a agentes químicos,

como primer parámetro se tiene el nivel exposición laboral. La exposición laboral representa un

promedio de las medidas obtenidas durante el periodo de muestreo. Luego, el nivel de exposición

laboral determinado se compara con valores de exposición límites permisibles (ELP)

recomendados por las entidades de investigación y control. Estos valores límites se clasifican en

valores límites ambientales (VLA) y valores límites biológicos (VLB). Como último paso, se realiza

una valoración del riesgo de los agentes químicos a través del cálculo de la Exposición Máxima

Permisible (EMP) que se calcula mediante la multiplicación entre la relación de dosis y la relación

del tiempo de exposición, para una mejor interpretación se lo expresa en porcentaje(Marín &

Sánchez, 2007).

En referencia a los VLA, instituciones como la American Conference of Goverment Industrial

Hygienist (ACGIH) ha definido tres tipos de valores límites (Theshold Limit Values-TLV), entre los

que se incluye: TLV-C (valor límite de techo), TLV-TWA (media ponderada en el tiempo) y el TLV-

SEL (Límite de exposición para periodos cortos de tiempo). Por su parte, en la Unión Europea se

consideran dos tipos de VLA: el Valor Límite Ambiental-Exposición diaria (VLA-ED) y el Valor Límite

Ambiental de Corta Duración (VLA-EC). La utilización de los diferentes tipos de VLA en la


interpretación de los resultados depende del efecto del agente químico en el organismo y de la

información disponible. En lo que se refiere a los VLB, estos son valores referenciales para los

indicadores biológicos relacionados directamente a la exposición global de agentes químicos. Se

pueden utilizar, para objetos de comparación, los valores límites (Biological Exposure Indices - BEI)

que establece la ACGIH (Marín & Sánchez, 2007).

Por otro lado, en la evaluación de la exposición a agentes físicos, los parámetros de interés son

determinados mediante la medición de la dosis de exposición. Para este caso en específico, la

dosis se define como la multiplicación entre la cantidad de energía a la que se expone el

trabajador y el tiempo de exposición. Este parámetro varía de acuerdo con el agente físico

analizado, entre los que se tiene los siguientes:

- Ruido y ultrasonido

- Vibraciones

- Radiaciones ionizantes

- Láseres

- Radiaciones no ionizantes u campos electromagnéticos

- Condiciones térmicas y de presión

Los valores que se obtienen son luego comparados con los parámetros establecidos por las

entidades de control. Si un parámetro en específico sobrepasa los valores límites entonces se

puede interpretar como que el ambiente labora requiere de acciones de corrección(Marín &

Sánchez, 2007).

En lo que tiene que ver a los parámetros que se deben considerar en la evaluación de la exposición

a agentes biológicos, es necesario reconocer que no se puede realizar una comparación con

valores limites ya que estos no existen y los métodos de determinación de dosis no son aplicables.
Para este caso en concreto, la probabilidad de enfermar por la presencia de un agente biológico se

relaciona con varios parámetros, entre los que se incluye: características de la exposición (índole,

grado y duración), clasificación del agente de acuerdo con su riesgo, riesgos propios a la naturaleza

de la actividad laboral, enfermedades que pueden contraerse por razón laboral, efectos

alergénicos o tóxicos de los agentes biológicos y enfermedades laborales previas(Marín & Sánchez,

2007).

El impacto que tiene en la salud de los trabajadores al realizar correctamente la interpretación de

los resultados de una evaluación de riesgo higiénico es altamente positivo. Dependiendo de la

actividad y del agente potencialmente nocivo presente en el ambiente laboral, es posible

determinar acciones de control para garantizar un ambiente de trabajo saludable y seguro. Con la

información obtenida en la evaluación de la exposición, es posible armar estrategias a corto y

largo plazo que permita reducir los riesgos en la salud de los trabajadores(OMS., 2007). Como

ejemplo se tiene cómo el diseño de programas de higiene industrial para para el sector petrolero

tiene el potencial de reducir problemas de salud en los trabajadores (Zahara et al., 2012).

Así mismo, resulta muy importante interpretar acertadamente los resultados de la evaluación de

riesgo higiénico ya que permite identificar correctamente el agente ambiental nocivo, también se

pueden generar controles eficientes para reducir la exposición, es posible evitar problemas de

salud y seguridad de los trabajadores y además permite incluir nuevos agentes y corregir algunos

TLV de acuerdo con la evidencia científica histórica. Como ejemplo se tiene cómo el uso de talco

industrial tomó cerca de 40 años en regularizarse luego de que las entidades correspondientes

analizaron los resultados de las evaluaciones realizadas (Drechsel et al., 2018). Los resultados

también pueden generar evidencia y sustento científico para la creación de nuevas leyes y

controles por parte de los estados, a través del diálogo social argumentado de los actores

involucrados en su implementación (Montero & Pareja, 2018). Desde otra perspectiva, la


importancia de interpretar correctamente los resultados de la evaluación de riesgo higiénica va

más allá de la protección de los trabajadores ya que también se repercute en la confianza de los

clientes y en la imagen que la industria proyecta a la sociedad.

Conclusiones

Los parámetros y su interpretación requieren de un alto nivel de especialización en el personal que

lo realiza representando una limitante para la industria y en algunos casos, los procesos de

evaluación sean obviados por parte de los empresarios por falta de equipamiento o personal

capacitado. Es responsabilidad de los estados incentivar la realización de las evaluaciones de

riesgo higiénico ya que repercute positivamente en la saludo de los trabajadores y la sociedad en

su conjunto.

Se debe mantener una investigación continua sobre los efectos de determinados agentes en la

salud de los trabajadores ya que en muchos casos la afectación no sea determinado aún o puede

haberse ocultado. Solo la realización de evaluaciones aportará con evidencia científica que

permita actualizar las normas de control.

Es imperativo que la evaluación de la exposición se realice con el equipamiento específico para la

actividad bajo estudio y con el acompañamiento en todas sus etapas del personal del área bajo

estudio.

Es necesario que las autoridades locales de control mantengan estudios sobre la disparidad de

reacción que pueden presentarse en los trabajadores ante la presencia de agentes químicos, ya

que algunos parámetros de referencia pueden ser establecidos en ambientes cuyos factores

genéticos y ambientales sean diferentes a los que se presentan en nuestro país.

Referencias

Drechsel, D. A., Barlow, C. A., Bare, J. L., Jacobs, N. F., & Henshaw, J. L. (2018). Historical evolution
of regulatory standards for occupational and consumer exposures to industrial talc.
Regulatory Toxicology and Pharmacology, 92(December 2017), 251–267.
https://doi.org/10.1016/j.yrtph.2017.12.005
Marín, F., & Sánchez, M. I. (2007). Claves para interpreteación de resultados. Gestión práctica de
Riesgos Laborales, 37, 44–53. http://pdfs.wke.es/8/4/5/8/pd0000018458.pdf
Montero, P. P., & Pareja, C. B. (2018). Tendencias legislativas en seguridad y salud en el trabajo
con enfoque preventivo.
OMS. (2007). Plan Global de Acción en Salud Ocupacional. Oms, 1–12.
http://www.who.int/occupational_health/WHO_health_assembly_sp_web.pdf
Zahara, H. S., Mushalia, S., & Iridiastadi, I. H. (2012). Industrial Hygiene Programs Design in the Oil
& Gas Company. Procedia - Social and Behavioral Sciences, 65(ICIBSoS), 468–472.
https://doi.org/10.1016/j.sbspro.2012.11.150

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