Está en la página 1de 5

Universidad Abierta y a Distancia de México

(UNADM)
Seguridad Pública
Derechos Fundamentales. Unidad 3
Autorreflexión
Alejandra Servín Sampayo
Matricula: ES1821013086
Uso ilegal de la fuerza pública y las agresiones que sufren los elementos
policiales femeninos y masculinos

La Fuerza Pública, es un elemento legal, legítimo y necesario, mediante el cual los integrantes de las
agrupaciones policiales hacen frente a las situaciones, actos y hechos que afectan o ponen en riesgo
la preservación de la vida, la libertad, el orden, la paz públicos, así como la integridad física, entre
otros.
La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, reconoce los derecho naturales,
inalienables y sagrados del hombre, y establece en su artículo 12 que “La garantía de los derechos
del hombre y del ciudadano necesita de una fuerza pública; por lo tanto, esta fuerza ha sido instituida
en beneficio de todos y no para provecho de particulares de aquellos a quien ha sido encomendada”.
De ahí nace la necesidad de que el Estado se encuentre organizado a efecto de imponer y mantener
las normas que se dictan para ofrecer seguridad a los habitantes, dado que las conductas individuales
muchas de las veces atentan contra la vida, los derechos y los bienes de los pobladores o generan
perturbación del orden público, por lo cual deben ser reprimidas mediante el uso de la fuerza como
herramienta del estado para hacer cumplir la ley.

De conformidad con la Ley Orgánica Policial artículo 4793, señala que la Policía es el representante
de la fuerza pública y le compete “Hacer uso de la fuerza cada vez que sea necesario para mantener
el orden, garantizar la seguridad, impedir la perpetración de delitos y en toda circunstancia que resulte
necesario, mientras el artículo 9 de la misma ley señala que para el cumplimiento de sus funciones , el
personal de la policía podrá esgrimir ostensiblemente sus armas y usarlas para asegurar la defensa
oportuna de su persona, de terceros o de su autoridad”, asimismo el artículo 14 de la Ley 4794 señala
como deber esencial “portar el arma reglamentaria, a efecto de defender contra las vías de hecho, a
todo riesgo, la vida, la libertad y la propiedad de las personas y conservar el orden público en
general”.

Es por ello que las Naciones Unidas enuncia que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley,
deben de:
Utilizar en medida de lo posible medios no violentos antes de recurrir al empleo de la fuerza.
Utilizar la fuerza solo cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna manera el
logro del resultado previsto.
Emplear la fuerza con moderación y con proporción a la gravedad del delito y al objetivo legítimo que
se persiga
Reducir al mínimo los daños y lesiones.
El uso razonable, prudente, sensato, equitativo, suficiente en calidad y cantidad de la fuerza.

El uso de arma de fuego implica la posibilidad de ocasionar la muerte o lesiones a otras personas, por
lo tanto, se deben tener consideraciones inmediatas como el principio de preservar la propia
seguridad y la de terceros que se encuentren en la escena del hecho, dado que ninguna legislación
exige al policía arriesgar la integridad física o la vida en forma irracional.
Y solo para el caso de situaciones extremas, en donde se deben tomar decisiones inmediatas, en
escenarios inciertos y cambiantes, sin ninguna posibilidad de hacer un análisis profundo de la
situación, será necesario el uso de arma solamente cuando existe peligro grave, inminente y actual
para la vida de las personas y cuando exista riesgo de afectar la vida humana o su integridad, el
policía debe anteponer la preservación de es bien jurídico.

Es fundamental el uso y aplicación de técnicas, tácticas y métodos policiales a efecto de tener un


control total de la persona o personas de conformidad con las disposiciones normativas nacionales e
internacionales, con el fin de evitar o repeler una agresión, real actual o inminente en protección de
bienes jurídicos propios o ajenos.
Un policía puede hacer uso de la fuerza pública cuando sea estrictamente indispensable e inevitable,
para tutelar la vida e integridad de las personas o el objetivo legítimo que se busca, privilegiando de
conformidad con las circunstancias del caso, los niveles del uso de la fuerza pública relacionados con
la presencia policial.
Es así como todos los organismos involucrados en hacer cumplir las leyes o agencias encargada de
velar por la mantención del orden público, se encuentran obligados a cumplir con ciertos lineamientos
y observar el uso de la fuerza pública solo en caso de necesidad o en su defecto cuando exista riesgo
inminente o de imposible reparación.
Las fuerzas de seguridad y sus gobiernos tienen una responsabilidad hacia la protección de la vida, la
integridad y salud de los individuos. En las operaciones de mantenimiento del orden público, incluidas
las manifestaciones sociales, o incluso en esos tiempos de pandemia, esas obligaciones no cambian,
ni las normas y principios jurídicos que las rigen.

Los estados y sus fuerzas de seguridad deben enmarcar sus acciones para cumplir con los principios
que rigen la facultad de emplear la fuerza, legalidad, necesidad, proporcionalidad, precaución y
rendición de cuentas, aun cuando empleen armas y equipamiento como parte de su respuesta ante
cualquier situación bajo el concepto de hacer cumplir la ley.
Es de esta forma que la Ley Nacional de Uso de la Fuerza, señala que su objetivo primordial es
establecer las reglas generales sobre cómo deben actuar los agentes al realizar detenciones,
enfrentar a posibles delincuentes o atender manifestaciones. Sus disposiciones aplican a todos los
policías del país a los elementos de la recién creada guardia Nacional y a las fuerzas armadas que
participen en la seguridad.

Entre las cosas que define se encuentran cinco niveles de uso de la fuerza, que deben seguir las
autoridades dependiendo de la situación en la cual se encuentren:
Utilizar el arma solo en defensa propia o de otras personas, en caso de peligro inminente de muerte o
lesiones graves o con el propósito de evitar la comisión de un delito que entrañe una reia amenaza
para la vida.
Debiendo los funcionarios identificar como a tales y dar una clara advertencia de la intención de
utilizar el arma de fuego salvo que al dar esa advertencia se ponga en riesgo a los funcionarios o se
creara un riesgo de muerte o daño grave a otras personas o que resultara evidentemente inadecuada
o inútil dads las circunstancias del caso.
El arma debe utilizarse siempre como último recurso, siempre en caso de leg´tima defensa propia o de
terceros, en situaciones en que existe peligro grave, inminente y actual para la vida de las personas.
Se debe tratar de reducir al mínimo el riesgo para terceras personas ajenas al procedimiento y cuando
exista un riesgo de poner en peligro la integridad física de las personas, se debe anteponer la vida
humana u otro bien jurídico que se pretenda proteger.

El uso de la fuerza pública se da al momento de que se atente contra la vida, los derechos y los
bienes de los ciudadanos o se genere algún tipo de perturbación del orden público, por lo cual deberá
ser reprimida mediante el uso de la fuerza, como herramienta que utiliza el estado cuando es
necesario hacer cumplir la ley.
De conformidad con el artículo 263 del código Penal del Distrito Federal vigente el cual define que
comete el delito de uso ilegal de la fuerza pública aquella persona que “en ejercicio de sus funciones o
con motivo de ellas ejerza violencia sin causa legitima, la vejara ola insultare use ilegalmente la fuerza
pública.
Es por eso que las técnicas y tácticas policiales solo deben emplearse a fin de neutralizar al máximo
los posibles riesgos que deben enfrentar a realizar sus funciones, cuidando siempre se evitar un daño
físico, así como de padecer alguno que resultaría en sacrificio, por lo que el deber del policía es
producto de su libre convicción de que se enfrentara a situaciones que no permitan otra alternativa
más que actuar en sentido ético para el reconocimiento de un acto de heroísmo, toda vez que dichas
prácticas deberán privilegiar el resguardo de la vida e integridad física de las personas, por lo que el
uso de armas de fuego solo será como el último recurso disponible para la protección propia y de
tercero ante una agresión ilegitima que las ponga en peligro, realizando su trabajo de manera eficiente
y seguro de realizarla en coordinación con su equipo, solicitar apoyo adecuado en el ejercicio de su
deber en el sentido de que sea un apoyo pronto y adecuado a fin de salvaguardar la integridad física
personal y de las personas a las cuales presta su ayuda o en apego a sus funciones.

Fuentes
Cámara de Diputados de H. Congreso de la Union. (20019). Ley Nacional Sobre el Uso de la Fuerza.
Disponible en: http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LNUF_270519.pdf
Secretaria de Gobernación. (s,f). Manual para el uso de la fuerza. Disponible en:
https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/278820/Manual_para_el_uso_de_la_fuerza_2017.pdf

También podría gustarte