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Los Incas

Agricultura
Los incas controlaron un vasto imperio que incluía cuatro zonas climáticas y, en
consecuencia, su producción agrícola era muy diversa. La gente de los antiguos
Andes era mayormente vegetariana, aunque ocasionalmente complementaban su
dieta con carne de camélidos y mariscos, si podían obtenerlos.

El estado inca desarrolló un enorme sistema agrícola, en el que requisaban


cultivos y rebaños de los pueblos conquistados y se llevaban a su gente,
periódicamente para trabajar en cultivos propiedad del estado. Los incas también
desarrollaron una gran red de almacenaje que les permitió prepararse para las
épocas de sequía o desastres, y a menudo los gobernantes regalaban alimentos
para ganar popularidad.

Organización y Métodos
Cada unidad familiar producía su propia comida. Estas familias eran parte de un
grupo más amplio de parientes o ayllu que poseía tierras de cultivo de forma
colectiva. Idealmente, cada ayllu debió tener al menos un terreno en tierras altas y
otro en las tierras bajas más templadas, para que pudieran cultivar una mayor
diversidad de alimentos. Por ejemplo, las tierras altas podían ofrecer buenas
pasturas y eran propicias para la producción de maíz y papa, mientras que la hoja
de coca sólo podía cultivarse en tierras bajas. Las parejas recién casadas recibían
de su ayllu un terreno para cultivar maíz (quizá alrededor de 6000 m2)
llamado tupu para que pudieran ser autosustentables. Además, tener un primer
hijo le daba derecho a otro medio tupu.

Si el dueño de un terreno fallecía sin herederos, entonces su tierra volvía a ser


del ayllu para ser redistribuida posteriormente.
Sistema de terrazas agrícolas incas

La tierra era trabajada usando herramientas simples como el azadón, el rastrillo, el


arado de pie -el chakitaclla-, que consistía en un palo afilado de madera o bronce
que se introducía en la tierra empujando con el pie desde una barra horizontal. Las
hojas de azadón se hacían tradicionalmente usando piedras afiladas. La
agricultura era una actividad comunitaria, y los campesinos trabajaban en
pequeños equipos de siete u ocho, a menudo cantando mientras los hombres
usaban el azadón y las mujeres los seguían con el rastrillo o plantando semillas.
Mientras tanto, los niños y los jóvenes eran responsables de atender los rebaños
de camélidos de la familia.

Los productos cultivados en todo el Imperio Inca incluían maíz, coca, frijoles,
granos, papas, camotes, yuca, ocas, pimientos, jitomates, cacahuates, nueces de
la India, calabazas, pepinos, quinua, guajes, algodón, tarwi, algarrobo, chirimoyas,
lúcumas, guayabas y aguacates.

El ganado consistía principalmente de rebaños de llamas y alpacas. Estos


animales eran esenciales para muchos aspectos de la vida andina, pues proveían
de lana, carne, cuero, bienes muebles y transporte -especialmente para el
ejército-, y a menudo eran sacrificados en ceremonias religiosas. Algunos de los
rebaños más grandes del estado podían tener decenas de miles de animales, y
todos los rebaños eran meticulosamente cuantificados en un censo estatal llevado
a cabo cada noviembre.

Los incas eran agricultores ambiciosos, y para maximizar la producción agrícola,


transformaron el paisaje con terrazas, canales y redes de riego, y de igual manera
con frecuencia drenaban las humedales para adecuarlos a la siembra. Además,
los incas eran muy conscientes del valor de la rotación regular de sembradíos, y
también fertilizaban la tierra con estiércol seco de llama, guano o cabezas de
pescado si esos recursos estaban disponibles. Aún así, el a menudo duro clima
andino podía traer consigo inundaciones, sequías y tormentas, lo que, junto con
las enfermedades, implicaba que no era raro que las cosechas anuales se
perdieran. En esos casos, el talento inca de almacenar comida resolvió el
problema.

Almacenamiento de Alimentos
Los alimentos (y otros bienes) eran guardados en las decenas de miles de
almacenes (qollqa) que estaban distribuidos por todo el imperio, comúnmente
colocados en filas ordenadas cerca de los centros de población, grandes fincas y
estaciones a un costado de los caminos. Los funcionarios del estado mantenían
cuidadosamente sus inventarios usando el quipu, un artefacto usado para registrar
mediante hilos y nudos. Los qollqa eran edificios de piedra sin divisiones, que
podían ser circulares o rectangulares y estaban construidos de manera
extraordinariamente uniforme. Colocados en las laderas para aprovechar las
corrientes frías, los qollqa estaban diseñados para maximizar el tiempo de
almacenamiento de los bienes perecederos que contenían. Tenían canales de
drenaje, piso de gravilla y ventilación tanto en el piso como en el techo para
mantener el interior tan frío y seco como fuera posible, para poder almacenar los
bienes ordinarios por hasta dos años y los alimentos liofilizados (secados y
congelados) por hasta cuatro años. Los arqueólogos han determinado que el
maíz, las papas y la quinua eran los alimentos almacenados más comúnmente en
los qollqa. El maíz y la coca de estos almacenes a menudo se regalaba a las
masas para que los gobernantes ganaran popularidad, o cuando se perdían las
cosechas.

Agricultura y Religion
Los rituales, cantos y sacrificios eran una parte vital de la vida agrícola inca. En
dichas ceremonias, sacrificaban llamas y cuyos y vertían licor de chicha en la
tierra y cerca de los ríos y manantiales para ganarse el favor de los dioses y los
elementos. Además, el clima a veces duro de los Andes hizo que la agricultura
fuera vista como una especie de batalla.

Había también muchos campos sagrados en la capital inca de Cuzco. La cosecha


que producían era usada como ofrendas en los templos, y una plantación en
particular era reservada para la siembra ceremonial del primer maíz del año. Era
ahí donde, en una ceremonia en el mes de agosto, el rey inca araba la tierra por
primera vez en el año con un arado dorado. El templo sagrado de Coricancha,
hecho para Inti, el dios inca del sol, tenía incluso un campo de maíz de tamaño
real hecho únicamente de oro y plata decorado con animales e insectos de
metales preciosos. Cuando los incas conquistaban un territorio, se dividían la tierra
en partes desiguales: una para la religión del estado, una para el rey, y una para
los habitantes locales. Alternativamente, puesto que los impuestos a menudo se
cobraban en forma de trabajo (mit'a), reubicaban a los campesinos para trabajar
las tierras de los gobernantes o ayudar en otros proyectos del estado, como la
construcción de caminos y edificios. Generalmente, el estado no se entrometía
con las cosechas de los propios terrenos de los campesinos, y se les solía permitir
cultivar pequeños terrenos aledaños a los cultivos del estado mientras trabajaban
en su mit'a.

Inca Qollqa

Bibliografía

Recuperado de: https://www.worldhistory.org/trans/es/2-792/comida-y-agricultura-inca/


Recuperado de: https://es.wikipedia.org/wiki/Civilizaci%C3%B3n_incaica#Agricultura

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