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EJERCICIOS ESPIRITUALES – PRINCIPIO Y FUNDAMENTO – 2  ¿Me siento disponible para ponerme en las manos de Dios durante

estos Ejercicios?
ELIGIENDO EL TESORO o Abrahá n: “…salió sin saber a dó nde iba” (Hebreos 11,8b). Se
desprendió de su tierra y cultura (Génesis 12,1-4); de las
Implícito en las pará bolas del tesoro y de la perla en el Evangelio de certezas humanas (Génesis 15,4-6; 22,2ss).
Mateo es la sorpresa y la alegría de encontrar algo de tanto valor. La o Jeremías: De una persona joven, algo tímido, pacífico de una
experiencia es lo que conduce a la persona a vender todo para
familia de sacerdotes; se asume la tarea de “arrancar y
conseguir lo valioso (Mateo 13,44-46). Jesú s cuenta estas pará bolas
arrasar, destruir y demoler, oficiar y plantar” (Jeremías
en términos del “Reino de los Cielos”, porque primero había tenido la
1,10). Su experiencia en el taller del alfarero (Jeremías 18,1-
experiencia mística y profunda de sentir el amor y la elecció n del
6) podría ser una descripció n de su propia experiencia de
Padre. Ademá s, la experiencia, má s que la teoría, es lo que se
dejarse llevar por Dios.
transforma en acció n y compromiso:
o María: “… he aquí la esclava del Señ or” (Lucas 1,26-38).
 Moisés sale de su situació n de “jubilado” para tomar cargo de una
misió n enorme (É xodo 3, 1-14).
Tercer Punto: Deseos profundos.
 Una mujer, Rut, responde al amor de su suegra y deja todo para La Sagrada Escritura dice que Dios tiene un “sueñ o” para un mundo y
seguirla (Rut 1, 1-19). una humanidad nueva (Isaías 35, 1-10; 61, 1-3). El ayuno que el Señ or
 Un personaje está presentado en el Segundo Isaías como “Siervo” desea es la labor para hacer la justicia y establecer el derecho (Isaías
que ha sido elegido y sostenido por Dios mismo (Isaías 42, 1-6). 58, 1-12).
La elecció n lleva consigo una misió n: “Para que abras los ojos de  ¿Cuá l es el sueñ o de Dios para mí?
los ciegos, saques a los cautivos de la prisió n y de la cá rcel a los  ¿Cuá les han sido y son mis deseos profundos, mis sueñ os?
que habitan en tinieblas” (Isaías 42,7).  ¿Son los gustos de Dios mis gustos?
 ¿Có mo formulo mi Principio y Fundamento como expresió n de
Primer Punto: Apertura y confianza. deseos o, incluso deseos de deseos?
En los inicios de los Ejercicios Espirituales, entro en la diná mica de
reconocer y aceptar el tesoro que Dios ha creado en mí; pido la gracia Petició n para el día: Abrirme con alegría a mis deseos profundos;
de tener una actitud de apertura y confianza, de hacerme “indiferente experimentar el valor del tesoro que me permite bajar mis defensas y
activamente”. Parte de la experiencia es reconocer que todo es resistencias.
proceso y que mi proceso no está terminado. Con serenidad
reconozco que existen en mí, bloqueos y desordenes. Me doy cuenta Textos bíblicos:
que necesito definirme y elegir caminos vitales.  Mateo 13,44-46 El tesoro y la perla
 ¿Percibo que Dios podría estar pidiéndome algo aquí y ahora?  É xodo 3,1-14 La zarza ardiendo
 Rut “donde tú vayas, yo iré”
Segundo Punto: Indiferencia activa.  Jeremías 18,1-6 En casa del alfarero
Todo lo creado por Dios es bueno. Al mismo tiempo no todo lo bueno  Ejercicios Espirituales (EE, 23) Principio y Fundamento
es bueno para mí. Tengo que elegir. Y así, todos los Ejercicios está n (Dios nos creó ) para alabar, hacer reverencia y servir a Dios nuestro Señ or, y mediante esto salvar
dirigidos a este fin. Hay cosas que suelo tomar como “absolutos”, el alma; y las otras cosas sobre la faz de la tierra son creadas para que nos ayuden a conseguir el
cosas en las cuales pongo toda mi confianza y cederlas sería para mi fin para el que somos creados. De donde se sigue que la persona tanto debe privarse de ellas
cuanto para ello le impiden. Por lo cual es menester hacernos indiferentes a todas las cosas
una tragedia. San Ignacio propone una “indiferencia activa”: “… no creadas, en todo lo que cae bajo la libre determinació n de nuestra libertad y no le está prohibido;
queramos de nuestra parte má s salud que enfermedad, riqueza que en tal manera que no queramos, de nuestra parte, má s salud que enfermedad, riqueza que
pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta, y así en todo lo demá s, solamente deseando y
pobreza, honor que deshonor, vida larga que corta…” (EE,23). eligiendo lo que má s nos conduce al fin para el que hemos sido creados. (EE,23)

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