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Estudio para Grupos de Crecimiento– Pastor Maycon Teixeira

Lección 4
EL GOZO DEL SEÑOR ES NUESTRA FORTALEZA
“El fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23). “Envía tu luz y tu verdad; éstas me
guiarán; Me conducirán a tu santo
Como preparación para este estudio, escribí todos los pasajes del Nuevo monte, Y a tus moradas. Entraré al
Testamento que contienen la palabra “gozo” y los leí repetidas veces. Después de altar de Dios, Al Dios de mi alegría
un tiempo, el Espíritu Santo me abrió los ojos para descubrir un maravilloso y de mi gozo; Y te alabaré con arpa,
denominador común en los muchos versículos que contienen la palabra “gozo”. oh Dios, Dios mío.”
Salmo 43:4-4
Voy a recomendarle una tarea de investigación propia de un detective. Los
siguientes pasajes contienen un denominador común. Intente descubrir qué es lo
que estas situaciones tienen en común. Escriba sus notas. Quizá deba leer algunos
versículos anteriores y posteriores al que señalo, para tener una idea del contexto.

Mateo 13:44: “Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en


un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y
vende todo lo que tiene, y compra aquel campo”.

Mateo 28:8: “Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron
corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los
discípulos”.

Lucas 1:44: “Porque tan pronto como llegó la voz de tu salutación a mis oídos, la
criatura saltó de alegría en mi vientre”.

Lucas 2:10: “Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran
gozo, que será para todo el pueblo”.

Lucas 10:21: “En aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te
alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque escondiste estas cosas de los
sabios y entendidos, y las has revelado a los niños. Sí, Padre, porque así te agradó”.

Lucas 24:52: “Ellos, después de haberle adorado, volvieron a Jerusalén con gran
gozo”.

¿Descubrió el elemento común entre estos pasajes? Todos tienen que ver con algo
que está escondido. Más precisamente, cada uno habla del gozo que se
experimenta a raíz del descubrimiento. En Mateo 13:44, un hombre descubre un
tesoro escondido. En Mateo 28:8, las mujeres descubren una tumba vacía. En Lucas
1:44, desde el vientre de su madre, Juan el Bautista descubre al Mesías. En Lucas
2:10, los pastores descubren las buenas nuevas. En Lucas 10:21, los niños
descubren verdades. En Lucas 24:52, los discípulos descubren y adoran al Señor
resucitado.

¿Por qué para Pablo valía la pena perderlo todo? Porque Pablo descubrió que
“conocerlo a Él” era más grande que cualquier pérdida que él pudiera sufrir. El gozo
de Pablo en la tribulación surgía de saber que lo “mejor” de la presencia, el
propósito y el poder de Dios podían descubrirse en las peores circunstancias.
Veamos a una persona de la Biblia que dio respuestas celestiales a circunstancias
terrenales.

Lea Hechos 7:54-60. ¿Escriba en qué condición estaba Esteban? (v. 55)

Pablo y Esteban son ejemplos de gozo en medio del sufrimiento, que han sido
seguís por miles de personas a través de los siglos. En el Book of Martyrs de John
Foxe se registra testimonios de gozo ante una muerte inminente. Uno de ellos es el

Fuente: Al Fin Libre- Beth Moore


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de un hombre llamado Ignacio, que fue sucesor de Pedro como Obispo de
Antioquia. Al recibir su sentencia de muerte, él escribió:

“Ahora comienzo a ser un discípulo. Nada me preocupa con tal de ganar a Cristo.
Que el fuego y la cruz, que la compañía de las vestías salvajes [las cuales
finalmente le quitaron la vida], que la rotura de huesos y los miembros
arrancados, que la trituración del cuerpo y toda la maldad del diablo caigan sobre
mí; así sea, ¡con tal de que yo pueda ganar a Cristo!”

Steven Curtis Chapman canta una canción que dice: “¿Qué clase de gozo es este,
considerar una bendición el sufrimiento?” ¿Podría ser el maravilloso, inefable gozo
del descubrimiento? ¿Está usted dispuesto a buscar a Cristo en medio de sus
luchas?

¿Será que el centro de nuestra atención está en Cristo, lo veremos transfigurado


ante nosotros, en lugar de ver nuestras circunstancias? ¡Aleluya! Búsquelo. Él está
allí. Justo en medio de sus circunstancias… esperando que usted lo descubra.

Un tema constante en toda la palabra de Dios es la prueba del creyente como


resultado de la voluntad perfecta de Dios. No me refiere a la voluntad permisiva de
Dios cuando nos apartamos de Él. Me refiero a su perfecta voluntad de que
conozcamos dificultades para ganancia del reino…

He experimentado pruebas que finalmente me vi obligada a reconocer como


absoluta voluntad de Dios. Mi vida nunca ha sido fácil… y finalmente he enfrentado
el hecho que es muy probable que nunca lo sea. Pero al mismo tiempo puedo
proclamar sin duda que mi vida ha sido buena. Parte de la aun limitada madurez
que he alcanzado es resultado de darme cuenta de que “bueno” no es igual a “fácil”.
Rara vez Dios ha quitado de mi vida las circunstancias o las personas que me hacen
ponerme de rodillas. Muchas de mis pruebas deben de haber sido ordenadas por
Él, por los resultados que han dado.

Estoy convencida de que no podemos comenzar a conocer realmente a Cristo sino


hasta que comenzamos a participar en sus sufrimientos. Los amigos más íntimos
que tengo son aquellos con los que he “sufrido” en una forma u otra. ¿Cuánto más,
con mi precioso Redentor? Pero la madurez espiritual no es la única razón por la
que Dios algunas veces elige dificultades para nosotros.

Dios busca restaurarnos del enorme abismo causado por el pecado. En nuestro
estudio de lo que significa “contristar” al Espíritu Santo, hablamos sobre el
verdadero arrepentimiento. ¡Lo más maravilloso de arrepentimiento es la bendita
restauración que le sigue!

¿Está separado de Dios porque no puede apartarse de un pecado que lo tiene


atrapado? Conozco esa sensación. Es horrible. Quizá no esté dispuesto a dejarlo,
pero ¿estaría dispuesto a permitirle a Dios que venga y lo tome? Por doloroso que
sea dejar ese pecado, no se compara con el gozo de la restauración.

Veamos otra área en la que Dios desea restaurarnos. Lea Jeremías 31:1-20. Es un
capítulo sobre la restauración que sigue a la disciplina. Describe una separación
general entre Dios y los suyos, y su profundo deseo y disposición para cerrar ese
abismo. A Dios no le agrada la separación.

Estudie cuidadosamente Jeremías 31:18. La disciplina precedió a la restauración.


Recuerde: disciplina significa “enseñanza”. Recuerde las palabras de Hebreos 12:6-
7, 10: “Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo.
Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a
quien el padre no disciplina?... [Dios disciplina] para lo que nos es provechoso, para
que participemos de su santidad”.

Fuente: Al Fin Libre- Beth Moore


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¿Necesita restauración? ¿Ha estado experimentando dificultades que parecen
haber venido de Dios? ¿Ha estado separado de Dios a causa del pecado? ¿Ha
conocido la disciplina del Señor? Si usted está dispuesto, ¡la restauración llega
pronto! ¡El que lo prometió es fiel para hacerlo!

Cuando nos damos cuenta de que nuestros nombres están escritos en el cielo, “Me mostrarás la senda de la vida;
sentimos gozo. Cuando descubrimos la presencia, el poder y el propósito de Dios En tu presencia hay plenitud de
en toda circunstancia, sentimos gozo. Cuando experimentamos una restauración gozo; Delicias a tu diestra para
completa, sentimos gozo. Hoy, el secreto del gozo que sin duda descubriremos está siempre”.
en Juan 15:1-17. Por favor léalo. Salmo 16:11

Una vez más descubrimos que el fruto del Espíritu se origina en el corazón de Dios:
“Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea
cumplido” (Juan 15:11). El chará, como el ágape, pertenece a Cristo. Él es el
Poseedor y el Dador del gozo verdadero. Podemos experimentar momentos de
“felicidad” de otras maneras, pero el gozo fluye solamente de Cristo. En estos
versículos cristo nos enseña cómo tomar de su reserva de gozo hasta llenarnos:
¡PERMANECED en mí! La palabra griega que se traduce “permanecer” es meno, que
significa “morar, permanecer, vivir”.

Debemos ser “crucificados” con él en su muerte (Gálatas 2:20) y resucitados para


morar con Él aquí… hasta que moremos con él allá.

La clave para “permanecer” en Cristo está en Juan 15:3, 7, 10. Lea estos versículos “Ya vosotros estáis limpios por la
con detenimiento. palabra que os he hablado… Si
permanecéis en mí, y mis palabras
1 Reyes 17-19 relata un pasaje de la vida de Elías. Dios llevo a Elías a confrontar al permanecen en vosotros, pedid
rey Acab y declarar un largo periodo de sequía. Al final de la sequía, Elías enfrentó todo lo que queréis, y os será
al rey Acab y venció a los profetas de Baal en el Monte Carmelo. En el momento hecho… Si guardareis mis
más exitoso de su ministerio, Elías temió a Jezabel, huyó al desierto, y cayó en una mandamientos, permaneceréis en
depresión suicida. mi amor; así como yo he guardado
los mandamientos de mi Padre, y
Pocas personas han vivido una experiencia con Dios semejante a la de Elías, pero lo permanezco en su amor”.
vemos repentinamente lleno de temor y depresión. No estaba viviendo en pecado, Juan 15:3, 7, 10
pero había perdido su gozo. Todos nosotros corremos el riesgo de perder nuestro
gozo, y hay muchas cosas que pueden “ayudarnos”. Basándonos en lo que hemos
aprendido de la vida de Elías, consideremos circunstancias que podrían colocarnos
en una categoría de “alto riesgo” para perder nuestro gozo.

Podemos perder nuestro gozo…

1. Cuando damos más de lo que recibimos.


No vemos evidencias de que Elías estuviera “cargando las baterías”
constantemente. Estaba dando mucho más de lo que recibía. ¿Está usted sirviendo
a Dios más que buscándolo?
2. Cuando hablamos más de lo que hacemos.
Naturalmente, no fue así como comenzó todo para Elías, pero para llegar a caer tan
bajo como lo vemos en 1 Reyes 19, sin duda en algún lugar del camino, su boca y
su corazón tomaron rumbos diferentes. Estos dos primeros puntos están muy
estrechamente relacionados. Rara vez sabemos en qué momento lo que damos
excede a lo que recibimos, pero una señal segura de falta de “combustible” es que
haya más palabras que hechos.
3. Cuando nos volvemos “buscadores de maravillas”.
Rara vez estamos más en riesgo de perder nuestro gozo que cuando acabamos de
experimentar un clímax espiritual. Cuando Dios salva milagrosamente una vida…
cuando interviene sobrenaturalmente para satisfacer sus necesidades… cuando
acaba de experimentar un avivamiento, o recién regresa de un retiro… en cualquier
momento en que usted haya estado en el Monte Carmelo, resistiendo firmemente
al enemigo, usted está en un lugar muy peligroso, listo para caer. El bautismo de
Jesús fue seguido de tentaciones. Ore para disfrutar esos maravillosos momentos,
pero nunca más de lo que disfruta su dulce susurro cuando está a solas con Él.

Fuente: Al Fin Libre- Beth Moore


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4. Cuando estamos exhaustos.
¿Qué hubiera hecho que Elías huyera en lugar de correr hacia Dios? Sin dudas, Dios,
que ya había obrado tantos milagros en la vida de Elías, podía haber manejado a
Jezabel. Pero Elías estaba exhausto. Había descuidado su alimentación y su
descanso. Observe con cuanto amor Dios cuidó de Elías. Dios creó el cuerpo. Él sabe
que no podemos funcionar bien cuando no le prestamos a atención necesaria. ¿Está
descuidando el descanso? ¿Cuida su alimentación? En nuestra cultura, rara vez nos
olvidamos de comer; pero con frecuencia no nos alimentamos adecuadamente.
Alimente también su mente.
5. Cuando sentimos que estamos totalmente solos.
Elías se sentía como el único que quedaba para defender a Dios, pero,
comparativamente, ¡no podía quejarse! ¡Todos los demás profetas de Dios estaban
enterrados! En su crecimiento en Cristo, tenga cuidado cuando sienta que está solo
y que nadie más desea servir o amar a Dios como usted. El hecho de que alguien no
comparta nuestra “causa” o nuestras “pasiones” personales no significa que
seamos especiales. Cuando nos consideramos la única persona espiritual que
conocemos, estamos listos para caer.

Si usted ha perdido su gozo… está ahí, exactamente donde usted lo dejó: en la


presencia de Dios. Recuerde: Él es nuestro gozo. Si nunca lo ha perdido, alabe a dios
y continúe dependiendo de Él.

Pídale a Dios que lo haga sensible a quienes se sienten solos en el cuerpo de Cristo. “Pues tenemos gran gozo y
Pídale que le dé un amor sobrenatural por ellos. Dé un paso de fe e intégrelos. Mi consolación en tu amor, porque por
querido amigo, qué aburridas y mediocres serían nuestras vidas si solo ti, oh hermano, han sido
estuviéramos rodeados de las personas estereotipadas con las que nos sentimos confortados los corazones de los
cómodos. ¡Extienda una mano! santos”.
Filemón 7
El gozo no solo viene del cuerpo de Cristo, sino que también agrega gozo al mismo.
Nuestro gozo nos hace ganadores de almas. Las personas buscan un gozo que viene
de adentro. Y si usted lo tiene, puede estar seguro de que los demás le preguntaran
cómo obtenerlo. Cuando alguien le pregunte la razón de la esperanza que ve en
usted, esté preparado para responder (ver 1 Pedro 3:15). ¡Aquellos que viven su
gozo son ganadores de almas!

Repasemos lo que hemos aprendido:


 El gozo es resultado de comprender que nuestros nombres están escritos en el
cielo.
 El gozo es el resultado de descubrir la persona, el poder y el plan de Dios en
nuestras diversas circunstancias.
 El gozo es resultado de la restauración.
 El gozo es resultado de “permanecer” en Cristo.
 El gozo es resultado de relacionarnos con el pueblo de Dios en la forma que Dios
lo desea.

Fuente: Al Fin Libre- Beth Moore

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