San Antonio María Claret nació en villa de Sallent, provincia de Barcelona,
el día de 23 de Diciembre de 1807. Desde muy niño mostro gran devoción a Dios y a la Virgen María. Fue obrero textil en su juventud.
Orientado sacerdote, fundó en Vic la orden de los Claretianos, recorrió
Cataluña y otras regiones de Europa durante varios años predicando la palabra de Dios, misión para lo cual se sentía predestinado.
Fundó la congregación de misioneros hijos de inmaculado corazón de
María y fue nombrado arzobispado de Santiago de Cuba, cargo en el que se entrego de lleno al bien de las almas.
Como arzobispo de Santiago de cuba se destaco por su celo evangelizado
por lo que recurrió toda su diócesis y sufrió un atentado contra su vida. Habiendo regresado a España, sus trabajos por el bien de la Iglesia le proporcionaron aun muchos sufrimientos. Se desempeño además como confesor de la Reina Isabel II de España.
Fue un escritor evangélico, especialmente de folletos de fácil alcance para
todos (jóvenes, trabajadores, casados). Demostró un amor excepcional por la eucaristía la cual conservaba en su corazón como tabernáculo, además de, como ya dijimos, gran devoto de la santísima virgen. Considerado patrón de las cajas de ahorro, ya que fundó una en cuba en beneficio de los pobres. Sus experiencias místicas y sobrenaturales lo llevaron a levitar (alzarse del suelo)
Murió en Fontfroide (Francia) el año 1870, siendo el único Santo
canonizado entre los padres conciliares del Concilio Vaticano I. Su festividad se celebra el 24 de octubre y en honor a el nuestro centro educativo lleva su nombre.