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Gente mediocre!

¡La vida es un reto! Triunfamos, fracasamos, lloramos, reímos,


subimos, bajamos, ganamos...

CARLOS DORADO |  EL UNIVERSAL


domingo 20 de marzo de 2016  12:00 AM
Mi madre solía decirme: "Carlos, una de las cosas más
difíciles, es ver ojos bonitos en la cara de los demás".
Lamentablemente son demasiadas las personas que creen
que pueden mitigar u ocultar sus faltas, criticando las de los
demás.

¡Gente mediocre! Que dedica la mayor parte de su tiempo a


criticar la vida de los demás, olvidándose de analizar la de
ellos, que al final es la que verdaderamente debería
interesarle; ya que las personas que se encuentran bien
consigo mismas, no miran para los lados, sino que ponen
toda su energía y atención en la dirección de sus
objetivos. "El que tiene fe en sí mismo, no necesita que los
demás crean en él", decía también mi madre.

Pero la mayoría, siempre está culpando a los demás y a las


circunstancias, por lo que son o lo que no son, sin darse de
cuenta de que la culpa es de ellos mismos, y que las
circunstancias las crean con su actitud; malgastando la vida a
la espera de ese hecho extraordinario, o de ese golpe de
suerte. ¡Los hombre débiles esperan las oportunidades, los
hombre fuertes las crean!, y lo que la oruga llama el fin del
mundo, el maestro lo llama mariposa.

¡Gente Mediocre! Que no quiere enfrentar la vida con


fortaleza, trabajo y dignidad. Que no quiere cambiar él, sino
que cambien los demás. Gente que no toma riesgos. Que
hace siempre lo mismo, y se queja porque obtiene los mismos
resultados. En la vida, las victorias más difíciles de lograr son
las más valiosas, ya que la vida no consiste en ser un
ganador o un perdedor, sino en ser uno mismo, y tener la
satisfacción de que cada día damos lo mejor de nosotros.

A la cima, si es que verdaderamente se quiere llegar (muchos


quieren llegar, pero sin tener que subirla), no se llega
superando a los demás, se llega únicamente cuando cada día
nos superamos a nosotros mismos, con constancia,
honestidad, trabajo y perseverancia; y si verdaderamente
queremos cambiar al mundo o a nuestro país, no es la crítica
o nuestra opinión lo que lo va a cambiar, será nuestro
ejemplo lo único que puede realmente contribuir.

Claro que la vida es dura, difícil y compleja. Llena de


altibajos, de problemas, de incertidumbres y de miedos,
donde algunos días, hasta levantarse de la cama resulta
difícil. Pero si lo buscamos con ahínco, trabajo, y fortaleza
siempre habrá otros días, y otras circunstancias, que hacen
que valga la pena al menos, seguir intentándolo. ¡No todo lo
que se afronta se resuelve, pero nada se resuelve si no se
afronta!

¡Gente mediocre! Cambien sus pensamientos, cambien su


vida, ya que si tenemos pies en nuestros zapatos y cerebro
en nuestras vidas, podremos llegar a donde queramos llegar
¡La vida es un reto! Triunfamos, fracasamos, lloramos,
reímos, subimos, bajamos, ganamos, perdemos; pero eso sí,
nunca debemos dejar de demostrarnos a nosotros mismos,
que lo hemos intentado con todas nuestras fuerzas y con el
corazón.

Hay tres cosas que definen muy bien a una persona: La


actitud cuando no tiene nada, su constancia cuando no logra
nada, y su humildad cuando lo tiene todo. 

Por todo esto, ¡Dejemos la mediocridad, y seamos esa


persona!, ya que al final de la vida sólo hay cinco cosas
importantes: Cuánto has amado y te han amado, con qué
respeto hemos vivido, con qué integridad hemos renunciado a
las cosas que no eran para nosotros, la satisfacción de haber
enfrentado con dignidad y trabajo cada día de nuestra vida, la
tristeza por lo que hemos dejado de hacer, y el país que le
hemos dejado a nuestros hijos.

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